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6. PROMOCION DEL CULTIVO DE ALGA GRACILARIA EN MEXICO

Por:
José A. Zertuche González y Jesús García Esquivel
Instituto de Investigaciones Oceanológicas, UABC.
Apdo. Postal #453, Ensenada, B.C. México
Dirección General de Acuacultura, Delegación de Pesca. Ensenada, B.C.

6.1 Resumen

Se presentan los resultados finales obtenidos del sub-proyecto “Promoción del cultivo de Gracilaria en México” del programa FAO/AQUILA (Primera fase: GCP/RLA/102/ITA). El presente sub-proyecto consistió en probar técnicas de cultivo extensivo, las cuales actualmente soportan el cultivo comercial en Chile. Las técnicas se probaron en dos lagunas costeras del Pacífico Norte Mexicano; Bahía San Quintín y el Estero de Punta Banda. Estas consistieron en enterrar manojos directamente sobre el substrato o sembrar las plantas sobre cuerdas que posteriormente se fijaron al substrato por medio de estacas. Los cultivos se iniciaron en Bahía San Quintín por contar con el apoyo de una cooperativa de acuicultores. Condiciones anóxicas del substrato durante el verano y fuertes procesos de sedimentación durante el otoño impidieron el desarrollo del cultivo en esta bahía. Por el contrario, los cultivos en el Estero de Punta Banda (aproximadamente 100 m2) no mostraron efectos por anoxia y los procesos de sedimentación se presentaron con menor intensidad. Después de cien días de cultivo, durante la época de menor crecimiento para esta especie (otoño-invierno), las plantas mostraron rendimientos de cerca de 5 kg/m2. Este rendimiento permite considerar que, en el Estero de Punta Banda, es factible alcanzar producciones de Gracilaria semejantes a los cultivos comerciales de Chile. Las posibilidades de que el cultivo de Gracilaria se desarrolle en México son amplias, ya que se cuenta con una industria instalada que no opera debido a la falta de materia prima. Existen además, grupos de cooperativistas dedicados a la acuicultura con un fuerte interés en diversificar sus actividades.

6.2. Introducción

En marzo de 1988, el proyecto FAO/AQUILA y la Dirección General de Acuacultura de la Secretaría de Pesca (México), establecieron un estudio para promover la producción del alga roja Gracilaria, como parte del proyecto AQUILA para el desarrollo de la acuicultura en América Latina. El proyecto fue de carácter regional, donde participaron Chile, Brasil y México. El sub-proyecto México, consistió en realizar un cultivo experimental de la especie mencionada que pudiera evidenciar su viabilidad comercial. El estudio se programó para ser llevado a cabo, de abril de 1988 a febrero de 1989, en tres etapas. La primera, consistió en establecer los lineamientos y métodos a probar después de un intercambio de ideas entre AQUILA y los responsables de proyectos durante una reunión en Tamandaré, Brasil, en Marzo de 1988. La segunda etapa, prevista para llevarse a cabo de abril a junio de 1988, consistió en probar in situ las técnicas sugeridas. Una vez seleccionado el mejor método de acuerdo a la zona de estudio, se inició una etapa final que consistió en sembrar una parcela de 500 m2 de la cual se pudiera inferir la factibilidad técnica del cultivo.

El presente trabajo considera la situación actual de la industria del agar en México y las perspectivas técnicas y económicas para el desarrollo del cultivo de Gracilaria.

6.3. Objetivo

El objetivo final de este proyecto es el de promover la producción de Gracilaria en México, dentro de un contexto regional, que pudiera ser aplicado en varios países de América Latina. Para lograr este objetivo se planteó la realización de un cultivo experimental que pudiera evidenciar la viabilidad técnica, utilizando métodos sencillos que pudieran implementar grupos sociales tales como las cooperativas.

6.4. Antecedentes y justificación

6.4.1 La industria del agar en México

En 1945 se instaló en Ensenada, B.C., la Compañía Mexicana de Agar quién se dedicó a la explotación e industrialización de Gelidium robustum. Al poco tiempo, esta empresa fue vendida a la compañía española AGARMEX, la cual continua operando hasta la fecha. Dicha empresa obtuvo del gobierno federal exclusividad sobre más del 80% de las áreas productivas de Gelidium robustum (Molina, 1986).

La producción de agar por AGARMEX promedió de 1970 a 1981, 52 toneladas/año. No todo el Gelidium que obtiene esta compañía se procesa; parte se exporta a Estados Unidos y Japón. Sin embargo, es claro que la producción nacional no satisface la demanda, ya que se importa una cantidad equivalente al 50% de la producción nacional. En un periodo de once años (1970–1981) se produjeron 626 toneladas y se importaron 312 (Guzmán del Proó et al., 1986). No obstante, parte de la producción nacional se exporta al extranjero. Posiblemente esto se deba a las diferencias en la calidad de agar que se produce en México y las calidades que requiera la demanda nacional. A finales de los ochenta, el gobierno federal a través de su empresa paraestatal Productos Pesqueros Mexicanos, completó la construcción de una empresa procesadora de agar en Bahía Tortugas, B.C.S., de similar capacidad que la empresa AGARMEX. A principios de los noventa la empresa fue vendida a la cooperativa de Bahía Tortugas. Sin embargo, su funcionamiento se ha visto limitado por la falta de materia prima, ya que la mayoría de los mantos de Gelidium robustum se encuentran concesionados a la empresa AGARMEX.

6.4.2 Gelidium como fuente de agar en México

La industria del agar en México ha dependido exclusivamente de Gelidium robustum como materia prima. La explotación de G. robustum representa el segundo lugar en producción de algas marinas en México después de Macrocystis pyrifera (sargazo gigante) que se exporta en su totalidad a Estados Unidos, donde se procesa para la obtención de alginatos.

La extracción de Gelidium robustum es costosa debido a que se realiza por medio de buceo “Huka” con un compresor y una bomba de aire instalados sobre una lancha. Un buzo, un lanchero y ayudante componen el equipo típico que se dedica a la extracción del alga. La cosecha se realiza manualmente. La extracción por buceo restringe el número de días posibles para cosechar debido al mal tiempo. Actualmente, la cosecha se efectúa durante aproximadamente 120 jornadas. Sin embargo, los buzos pescadores normalmente dedican su tiempo a extraer recursos más valiosos como la langosta y el abulón, y no es hasta que estas especies se ponen en veda, cuando se dedican a la extracción de las algas. De 1982 a 1985 la captura de Gelidium se han mantenido alrededor de 500 toneladas por año (Molina, 1986).

6.4.3 Gracilaria como fuente de agar en México

En el Pacífico mexicano existen por lo menos 19 especies de Gracilaria (Lobo y Marcos, 1988). Solamente en el Golfo de California se han reportado 16 especies de Gracilaria de las cuales siete se consideran endémicas de esta zona (Norris, 1986). Se han registrado también especies de Gracilaria: para el Golfo de México y el Caribe, alrededor de la Península de Yucatán (Huerta, 1973). Con excepción de un estudio sobre Gracilaria verrucosa (recientemente reclasificada como G. pacifica por Abbott, 1986), hasta muy recientemente, no existían estudios publicados sobre biología, abundancia y/o rendimiento y calidad del agar de las diferentes especies de Gracilaria (Aguilar-Rosas et al. 1993). Sin embargo, se conoce de grandes mantos de esta especie en zonas como Laguna Madre, Tamaulipas, en el Golfo de México y recientemente en Laguna San Ignacio frente a las costas del Pacifico de Baja California. Los estudios de Lobo y Marcos (1988) mostraron que Gracilaria verrucosa (pacifica) del Estero de Punta Banda muestra rendimientos y calidades de agar semejantes a las encontradas por Hoyle (1975) y, White y Englar (1981) para G. verrucosa (rendimientos de agar: 15–25%; 3,6-anhidrogalactosa: 25–30%; sulfatos < 3%). Encontraron además, Gracilaria en sus tres fases reproductivas, lo que permite pensar también el desarrollo del cultivo a partir de esporas. La presencia de las diferentes fases y su abundancia relativa varía fuertemente según el tipo de substrato. Actualmente se Ilevan a cabo a estudios para explicar estas variaciones (Pacheco-Ruíz et al. 1993).

6.4.4 Ventajas del cultivo de Gracilaria

El maricultivo de macroalgas ha remplazado en algunos países las cosechas de mantos naturales. Más del 50% de la producción mundial de carragenina proviene de Eucheuma cultivada en las Filipinas (Doty, 1986). El cultivo de Gracilaria en Chile promete compensar la caída de la producción de mantos naturales sobreexplotados. Varios investigadores han intentado, sin éxito, el cultivo de Gelidium robustum ya que es reconocido por contener agar de alta calidad (Wheeler et al., 1981). El crecimiento de esta especie, y en general de todas las gelidiales, es muy lento para considerar su cultivo viable (Steward, 1984). Gelidium robustum puede tardar hasta más de dos años en alcanzar su talla comercial (30 cm) (Guzmán del Proó et al. 1986). Por otro lado, cultivos de Gracilaria en Chile producen de 6 a 9 kg/m2/año, a partir de biomasas de 2 kg/m2, lo que demuestra que puede triplicar su biomasa en un año (Ortega et al. 1988). Gracilaria sp., cuyo valor comercial como fuente de agar es reconocido a nivel mundial, es cultivada principalmente en países asiáticos. En los últimos años, Chile ha desarrollado técnicas para el cultivo de esta especie que han probado ser económicamente viables.

6.5. Materiales y métodos

6.5.1 Selección del sitio

Para llevar a cabo este proyecto se consideraron dos lagunas costeras frente a la costa del Pacífico de Baja California; Bahía San Quintín, situada a 200 km al sur de la Bahía de Todos Santos, y el Estero de Punta Banda, situado dentro de la Bahía de Todos Santos, 100 km al sur la frontera México-EUA. Ambas bahías han sido estudiadas intensamente durante más de quince años por centros de investigación y universidades cercanas a la región, por lo que existen una gran cantidad de información con respecto a sus características hidrológicas (Alvarez Borrego et al. 1977a; Zertuche González y Alvarez Borrego, 1978), dinámicas (Pritchard et al. 1978; Del Valle y Cabrera Muro, 1981a, 1981b), productividad primaria (Alvarez Borrego et al. 1977b; Millan Nuñez et al. 1981), zooplancton (Farfán y Alvarez Borrego, 1982; Castro Barrera, 1982) y presencia de flora bentónica (Aguilar Rosas, 1982; Ibarra Obando y Aguilar-Rosas, 1985; Siqueiros y Ibarra-Obando, 1985; Siqueiros et al. 1985). Ambas lagunas son contienen zonas de marisma, con una área del orden de hectáreas, que queda expuesta durante las mareas y esta libre de vegetación.

El proyecto se inició en Bahía San Quintín debido a la posibilidad de contar con el apoyo de una cooperativa de acuicultores (con una amplia infraestructura para el cultivo de moluscos) quienes podrían beneficiarse directamente de este proyecto.

6.5.2 Bahía San Quintín

Se realizaron siembras en tres zonas con diferentes condiciones dentro de la bahía. Tres estaciones se localizaron en una región relativamente protegida hacia la costa Este, entre la boca y la cabeza de la bahía. Otras tres en una zona más expuesta, frente a la boca. Todas las estaciones, con excepción de la más cercana a la boca, consistieron en bajos semilodosos con diferentes grados de exposición durante las bajas mareas. Debido a que en el Estero de Punta Banda se observó Gracilaria entre las praderas de Zostera marina, se reprodujo una parcela con condiciones similares en Bahía San Quintín. Las plantas utilizadas como cepas para el cultivo fueron colectadas de los mantos naturales del Estero de Punta Banda (200 km al norte de Bahía San Quintín). Las plantas se colectaban dentro de sacos de manta húmedos y se transportaban en camión al lugar de siembra (tres horas de camino). Cuando el transporte no podía hacerse el mismo día, debido a las condiciones de la marea, las plantas se dejaban en las instalaciones del sistema de cultivo para macroalgas del Instituto de Investigaciones Oceanológicas, dentro de tanques de concreto de 1000 l con un flujo continuo de agua de mar y aire. Cuando se podían transportar el mismo día, las plantas se dejaban sumergidas a la orilla de la playa mientras se esperaba la marea adecuada.

De mayo a Julio de 1988, se probaron las siguientes técnicas en Bahía San Quintín en siete estaciones diferentes:

(i) Enterrado

Este método consistió en enterrar la mitad de una cepa, de aproximadamente 30 cm de longitud, sobre un substrato libre de flora. La cepa se elaboró de varios talos cortados a una misma longitud haciendo un manojo de aproximadamente 100 g. El manojo se enterraba haciendo un agujero con la ayuda de una cuchara de jardín o un cuchillo de hoja ancha. Se sembraron alrededor de 30 manojos por m2 (3 kg/m2).

(ii) Siembra sobre pasto

En este caso se sembró una parcela de 3 x 3 m con el procedimiento descrito para el método de enterrado, solo que la siembra se realizó sobre una pradera del pasto marino Zostera marina. Este tipo de cultivo simula las condiciones naturales en que crece gran parte de la población de Gracilaria en el Estero de Punta Banda.

(iii) Siembra en bolsa

Se construyó una bolsa de 1 m2 con malla de red anchovetera. La bolsa se mantuvo extendida sobre el substrato amarrada a estacas en sus cuatro esquinas. Una cepa de 2.5 kg se colocó dentro de la bolsa.

(iv) Amarre en cuerda

Manojos similares a los utilizados en el método de “enterrado” se amarraron a una cuerda delgada de nylon (#6). El nudo formaba un aro ajustable al estirar uno de sus extremos permitiendo sujetar el manojo. La cuerda se sembró con manojos separados aproximadamente 10 cm. Ya sembradas, las cuerdas midieron de tres a cinco m dependiendo del tamaño de la parcela (3×3 o 5×5). Las cuerdas ya “sembradas” se dejaban sumergidas en el agua esperando la marea adecuada para su siembra.

6.5.3 Estero de Punta Banda

Pruebas preliminares de cultivo en el Estero de Punta Banda utilizando la técnica de sembrado en cuerda mostraron resultados satisfactorios. Por este motivo, se decidió iniciar una parcela piloto en este lugar. Trozos de aproximadamente 30 cm de longitud de Gracilaria pacifica Abbott, se sujetaron a cuerdas de nylon con la ayuda de un alambre de cobre revestido de plástico. El alambre sujetaba el manojo por la mitad de manera que quedaran aproximadamente 15 cm de planta de cada lado de la cuerda. En cada cuerda se sujetaron manojos de aproximadamente 20 g cada 5 cm. De esta manera, cada cuerda de 3 m de longitud se sembró con aproximadamente 2.0 kg de planta. Se formaron parcelas de 3 m2 (3 × 1) con grupos de cinco cuerdas separadas 20 cm una de la otra. Después de aproximadamente un mes de haberse sembrado, se cosecharon las parcelas. La cosecha se realizó cortando con un cuchillo el restante de los primeros 20 cm de la planta. Mientras una persona sujetaba la cuerda al mismo tiempo que tomaba el manojo con su mano, otra cortaba el restante y lo que por algún motivo se hubiera perdido. Posteriormente, el material cosechado se llevaba al laboratorio donde se lavaba con agua de mar hasta dejarlo limpio de sedimentos e impurezas, se dejaba escurrir y se pesaba con una balanza de resorte.

Finalmente, se enjuagaba brevemente con agua dulce y se dejaba secar al aire libre. Ya seco se volvía a pesar. De esta manera se llegaron a sembrar 81 m2 hasta el 12 de diciembre de 1988. De esta fecha a febrero de 1989, todas las parcelas se cosecharon por lo menos dos veces (81 m2); y dos parcelas (6 m2) se cosecharon tres veces.

6.6. Resultados

6.6.1 Bahía San Quintín

Durante el periodo mayo-agosto se sembraron un total de 525 m2 con pocos resultados satisfactorios. Inicialmente se sembraron 58 m2 en varias localidades de la bahía enterrando manojos de planta directamente en el substrato. Al poco tiempo, la base del talo se deterioro, debido a las condiciones anóxicas del sedimento, y la mayoría de las plantas se desprendían. Posteriormente se intentó el cultivo sobre cuerdas sueltas al substrato por medio de estacas. Inicialmente los cultivos respondieron con una apariencia y crecimientos saludables. Plantas con una longitud inicial de 15 cm alcanzaron de 25 a 30 cm en cuatro semanas. Se decidió iniciar una parcela piloto de 500 m2 empleando esta metodología. Después de sembrar más de 350 m2, los cultivos comenzaron a enterrarse rápidamente debido a intensos procesos de sedimentación. Este fenómeno, aunque nunca ha sido cuantificado, parece ser un ciclo natural de la bahía que se presenta de verano a invierno. Sin embargo, la sedimentación sobre las parcelas no fue uniforme. Se notaron fuertes diferencias en las velocidades de sedimentación sobre parcelas sembradas relativamente cerca (menos de 100 m de distancia).

Se observó la presencia del caracol Astrea undosa predando sobre plantas cultivadas. Los cultivos que eran menos expuestos durante mareas bajas fueron más propensos a ser predados. Este gasterópodo, que normalmente no habita dentro de lagunas costeras, fue introducido por los cooperativistas con la intención de desarrollar su cultivo.

6.6.2 Estero de Punta Banda

Las cuerdas, sembradas inicialmente con un promedio de 2,176 g cada una, duplicaron su biomasa en el primer mes. De esta manera, se obtuvieron densidades promedio de 4,021 g/m2 a partir de 2,000 g (Tabla 6.1.). Las plantas se cosecharon dejando entre 1.2 a 2.0 kg/m2 (1.7 kg/m2 en promedio) como material de resembra. Para la segunda cosecha y tercera cosechas, las parcelas rindieron un promedio de 1,246 y 1,392 g/m2, respectivamente (Tablas 6.2. y 6.3.). Todos los pesos reportados corresponden a plantas limpias de sedimento.

Tabla 6.1. Estero de Punta Banda. Resultados del rendimiento (peso húmedo) de la primera cosecha de 27 parcelas (81 m2).
Parcela NoFecha de siembraPeso inicial (g/m2)Fecha de cosechaDíasPeso (g/m2)Cosecha (g/m2)
125 oct.1,51523 nov.294,0802,346
2" "1,68521 nov.273,9562,346
328 oct.1,73323 dic.252,9531,183
4" "2,383" "253,5791,242
5" "3,000" "253,8051,058
6" "4,167" "254,9991,475
75 dic.2,00812 ene.384,2812,641
8" "2,108" "383,3581,842
9" "2,083" "384,1932,742
10" "2,02513 ene.394,4353,017
11" "1,617" "393,2942,125
12" "1,975" "392,3711,092
1310 dic.2,01014 ene.355,0633,325
14" "1,992" "354,6393,083
15" "2,008" "354,7403,083
16" "2,175" "354,2242,500
17" "2,100" "353,5832,133
18" "2,20816 ene.374,6183,042
19" "2,067" "373,8522,408
20" "2,475" "374,6783,008
21" "2,792" "375,2793,308
2212 dic.1,990" "353,0721,567
23" "2,30017 ene.364,4822,517
24" "2,083" "364,6332,717
25" "2,175" "364,6672,600
26" "2,108" "363,1761,258
27" "1,875" "362,568933
 Prom. (g/m2)2,176 334,0212,244
Biomasa tot. (kg)176 326182

Tabla 6.2. Estero de Punta Banda. Resultados del rendimiento (peso húmedo) de la segunda cosecha de 27 parcelas (81 m2)
Parcela NoPeso inicialFecha cosechaDíasPeso (g/m2)Cosecha (g/m2)
11,73322 dic.292,476692
21,608" "292,144450
31,7676 feb.443,6582,375
42,333" "444,1832,433
52,742" "443,2501,758
63,518" "441,592350
71,63314 feb.332,7671,167
81,508" "332,358783
91,442" "332,725800
101,408" "333,0001,417
111,158" "332,088605
121,267" "331,7330
131,72515 feb.323,5501,258
141,542" "322,800958
151,642" "323,5751,608
161,708" "323,0251,283
171,433" "322,083633
181,55816 feb.312,033400
191,425" "313,6582,000
201,650" "313,6411,783
211,950" "313,4001,442
221,483" "313,2251,650
231,94218 feb.323,8331,950
241,892" "324,2172,342
252,04217 feb.313,8252,033
261,892" "312,6581,050
271,608" "311,559417
Promedio (g/m2)1,763 332,9281,246
Biomasa tot. (kg)143 127101

Tabla 6.3. Estero de Punta Banda. Resultados del rendimiento de la tercera cosecha (2 parcelas, 6 m2) en peso húmedo.
Parcela N°Peso inicialFecha cosechaDíasPeso (g/m2)Cosecha (g/m2)
11,78326 ene.353,2921,625
21,692" "352,6581,158
Promedio (g/m2)1,737 332,9751,391
Biomasa tot. (kg)10 17.88.4

Las cuerdas de las orillas de las parcelas sufrieron pérdida de plantas debido a enterramientos aunque esta rara vez fue considerable. En la mayoría de los casos, un mantenimiento semanal (que consistió en levantar las cuerdas del substrato brevemente para limpiarlas de sedimentos) fue suficiente para mantenerlas en buen estado.

A diferencia de los cultivos de San Quintín, no se notaron predadores sobre las plantas del Estero. En algunas ocasiones, las parcelas se veían parcialmente cubiertas por algas verdes (Enteromorpha sp. y Ulva sp.). Sin embargo, estas plantas nunca llegaron a adherirse (epifitas). Los cultivos podían limpiarse manualmente con facilidad.

6.7. Discusión

Los resultados del rendimiento de Gracilaria sp. obtenidos en el Estero de Punta Banda de finales de octubre a febrero son sumamente alentadores cuando se considera que en aproximadamente 100 días de cultivo se alcanzaron producciones acumuladas de casi 5,000 g/m2. Estudios previos de Gracilaria en el Estero de Punta Banda (Lobo y Marcos, 1988), señalan al otoño e invierno como las épocas de menor crecimiento. Por lo tanto, seria realista pensar que es posible alcanzar los niveles de producción de cultivos comerciales como los de Chile (6 a 9 kg/m2/año).

En el Estero de Punta Banda los problemas de sedimentación y predadores no parecen ser tan fuertes como en Bahía San Quintín. El acceso a la zona de cultivos es más fácil, lo que permite dar un mantenimiento más frecuente, aunque esto también representa una mayor vulnerabilidad al vandalismo. El Estero es una zona turística con gran afluencia de visitantes en el verano. A pesar de ser dos lagunas costeras aparentemente similares desde el punto de vista ecológico, Bahía San Quintín mostró diferencias ambientales y ecológicas que resultaron críticas para el cultivo de algas. Por su cercanía a la zona oceánica en comparación con el Estero, esta expuesto a vientos más continuos y con mayor fuerza. Por este motivo, cuando los cultivos de plantas en San Quintín se sembraban a una profundidad (con respecto al nivel de marea) semejante la profundidad de la cepa del Estero, las plantas se notaban “quemadas” en un par de semanas. Para mantener los cultivos en San Quintín, era necesario sembrar a una major profundidad. Esto impedía un mantenimiento frecuente, ya que para encontrar canales navegables, era necesario esperar mareas muy bajas que no siempre coincidían con horas del día. San Quintín presenta, además, predadores que no se encuentran en el Estero. Tal es el caso del caracol Astrea undosa que fue introducido a la bahía intencionalmente para su cultivo. Sin embargo, en este proyecto solo se experimentó en unas cuantas zonas de esta extensa bahía. Es posible que existan otras áreas sin problemas de sedimentación, anoxia y predadores. De hecho, estos problemas podrían ser resueltos con un cultivo sobre cuerdas y un mantenimiento más frecuente. Debido a que la actividad principal de esta bahía es el maricultivo y que cuenta con grandes áreas sin explotarse, es recomendable seguir estudiando alternativas para el cultivo de Gracilaria en San Quintín. En particular, debe de considerarse el cultivo en los canales.

6.7.1 Factibilidad técnica

A pesar de que los resultados de rendimiento que se lograron en este estudio comprenden únicamente tres meses del año, son suficientes para demostrar la factibilidad técnica del cultivo de Gracilaria pacifica en el Estero de Punta Banda. Restan, además, numerosos aspectos técnicos que deben seguir estudiándose con el propósito de incrementar la productividad en biomasa y el costo del cultivo. Entre los más importantes podríamos mencionar:

(i) Densidad del cultivo

Estudios chilenos han demostrado que densidades iniciales del cultivo de hasta 4 kg/m2 pueden incrementar los rendimientos de biomasa. En el presente estudio se sembraron parcelas con densidades de 1.5 a 3.0 kg/m2. Estas variaciones se debieron a diferencias entre el tamaño de los “manojos” cuando sembraban diferentes personas, y diferencias en el peso de las cepas utilizadas. De los resultados obtenidos (Tablas 6.1. a 6.3.), se observó que los rendimientos variaron en relación directa con las densidades, lo que indica que no se llegó a sembrar con las máximas densidades que pudieran sostener las parcelas.

(ii) Siembra directa sobre el substrato

Siembras directas sobre el substrato deberán probarse en el Estero de Punta Banda. Aunque los cultivos sobre cuerda dieron muy buenos resultados, deberán probarse cultivos sembrados directamente sobre el substrato para evaluar la posibilidad de reducir los costos de la siembra al evitar el uso de la cuerdas y estacas.

(iii) Siembra en canales

Los problemas de sedimentación, condiciones anóxicas del substrato y predadores en Bahía San Quintín, podrían reducirse si los cultivos se instalaran sobre los canales. Para ello, habría que considerar algún substrato artificial que mantuviera los cultivos en esta zona.

(iv) Siembra sobre substratos artificiales a partir de esporas

Gracilaria en el Estero de Punta Banda se presenta en sus tres fases (gametofita, esporofita y carposporofita) por lo que es factible considerar su cultivo a partir de esporas. Algunos experimentos preliminares que se llevaron a cabo durante este estudio, demostraron que es factible obtener fijaciones in situ sobre substratos artificialmente introducidos (conchas de ostión y placas de concreto). Sin embargo, se requieren de estudios más completos que permitan conocer las condiciones ambientales para estimular la producción de esporas en el laboratorio y su siembra masiva sobre substratos artificiales.

(v) Selección de cepas

A lo largo de este estudio se utilizo Gracilaria de diferentes zonas del Estero de Punta Banda como cepa para los cultivos. Estas cepas mostraron diferencias fenológicas que respondieron en forma diferente al cultivo. En particular, los cultivos provenientes de los mantos frente a la boca del Estero, mostraron mayores crecimientos y por lo tanto una mayor resistencia a ser enterrados. Un cultivo más prolongado permitiría estudiar las características de los mantos que proporcionen mejores crecimientos y, mejores rendimientos y calidades de agar.

6.8 Conclusiones

El presente estudio demuestra la factibilidad técnica del cultivo de Gracilaria en México. Los rendimientos obtenidos de cultivos en el Estero de Punta Banda son comparables a cultivos comerciales de Chile, además de que aún existen aspectos técnicos por probarse que podrían incrementar la productividad obtenida. Las experiencias aquí adquiridas tienen aspectos de carácter regional que podrían aplicarse en otros países de América Latina. En México existen industrias locales que podrían beneficiarse de la explotación de esta especie, y acuicultores interesados en implementar su cultivo. Estas condiciones resultan ideales para continuar con estudios que promuevan el cultivo e industrialización de Gracilaria. De esta manera, el proyecto Aquila ha permitido evaluar la posibilidad técnica del cultivo de Gracilaria en México, aunque restan por evaluar más en detalle los aspectos económicos que deben considerarse para evaluar la factibilidad comercial del cultivo. Ha motivado, además, varios estudios dentro de la comunidad académica local que apoyarán en forma directa el desarrollo del cultivo y la explotación racional de esta especie. El cultivo de Gracilaria traería numerosas ventajas para el desarrollo de la industria procesadora del agar en México. Permitiría tener una producción continua de materia prima. Por otro lado, el 70% de los mantos comerciales de Gelidium robustum se encuentran infectados por un briozoario epífito del género Membraniphora que forma una cubierta calcárea alrededor del talo y disminuye su calidad comercial (Guzmán del Proó et al., 1986). Este briozoario no infecta a Gracilaria lo que permitiría tener una materia prima de mayor calidad. En el cultivo, además, sería posible seleccionar cepas que se caracterizan por tener un mayor crecimiento, un mayor rendimiento de agar y una mayor resistencia a organismos parásitos o predadores. El cultivo sobre zonas intermareales permiten una siembra y cosecha fácil, sin los altos costos del buceo y los peligros que este representa. En México, existen áreas costeros que presentan características similares a los ambientes dedicados al cultivo de esta especie en países como Chile. Existen, además, grupos sociales consolidados en cooperativas a la explotación de las algas y varias de ellas han desarrollado actividades relacionadas con la acuicultura, por lo que el cultivo de macroalgas podría tener una aceptación rápida.

6.9 Bibliografía

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Documento de Campo No. 13
Situación actual de la industria de
macroalgas productoras de ficocoloides
en América Latina y el Caribe

Se terminó de imprimir en la ciudad de México
en marzo de 1994. Se imprimieron 250 ejemplares

Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico

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