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SWIETENIA Y
CEDRELA
EN LOS
NEOTROPICOS

La familia Meliaceae ocurre en América, Africa y Asia, reportándose en éstos continentes alrededor de 50 géneros, con más de 1,000 especies (Watson y Dallwis, 1995). En los neotrópicos se han identificado hasta la fecha ocho géneros: Cabralea, Carapa, Cedrela, Guarea, Ruegea, Schmardea, Swietenia, y Trichilia, siendo Swietenia y Cedrela los más importantes desde el punto de vista forestal (Pennington y Styles, 1975; Holdridge, 1975; Pennington, 1981) y los que serán abordados en el presente documento.

La revisión más actualizada sobre Swietenia y Cedrela es la realizada por Pennington, (1981), que el autor realiza para Cedrela conjuntamente con Germán; el documento presenta claves para los géneros Swietenia y Cedrela, que permiten identificar a las especies reconocidas por el autor. En estudios más recientes, Reyndel y Pennington (1989) revisan el género Cedrela en Perú y citan la presencia de especies de los géneros Ruegea y Schmardea que no estaban reportados en los neotrópicos.

2.1. El género Swietenia

Este género es neotropical en filogenia y distribución (Figueroa, 1994) y presenta tres especies: Swietenia mahagoni Jacq., Swietenia macrophylla King. y Swietenia humilis Zucc. y dos híbridos naturales uno producto de la cruza de S. macrophylla x S. humilis que se originó en las áreas del rango de distribución donde coinciden ambas especies y otro obtenido por la cruza de S. macrophylla x S. mahagoni en plantaciones próximas de ambas especies que se ha denominado S. x aubrevilleana (Pennington, 1981).

2.1.1. Swietenia macrophylla King

Denominada caoba y caoba hondureña en español, mogno en Portugués y mahogany o bigleaf mahogany en inglés, su rango de distribución comprende desde México hasta Brasil. En México se encuentra desde el sur de Tamaulipas, siguiendo el litoral del Atlántico, hasta la Península de Yucatán; con presencia en Centro América, desde Belice, hasta Panamá; continúa a través del noroeste de Sudamérica por la periferia de la alta Amazonia Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú hasta Bolivia y la Amazonia del sur en Brasil. (Miranda, 1952 y 1975; Pennington y Sarukhán, 1968; Salas, 1993; Figueroa, 1994). S. macrophylla ha sido incluida en el Apéndice III de CITES, a solicitud de Costa Rica, por lo cual, para exportar su madera y derivados se requiere de un certificado de origen (CITES, 1995).

2.1.2. Swietenia mahagoni Jacq.

Denominada caoba de las Indias Occidentales, mahogany, West Indies mahogany. Especie nativa del sur de Florida incluyendo los Cayos, Las Bahamas, Cuba, Jamaica y República Dominicana.

Se introdujo a Puerto Rico, Islas Vírgenes, Bermudas, las Antillas Menores, Trinidad y Tobago y hacia el sur a Sudamérica y Curazao; además, se ha introducido a Hawai, Islas Salomón, India, Sri Lanka y Fiji, entre otros. En su rango natural de distribución cuenta con una serie de poblaciones aisladas, no sólo entre sí, sino también de las otras especies. (Little, Wadsworth y Marrero, 1967; Little, 1978 y Francis, 1991).

2.1.3. Swietenia humilis Zucc.

Denominada caoba del Pacífico, caobilla o cobano. Se distribuye en una estrecha franja a lo largo del Pacífico desde Sinaloa, México con un manchón aislado en el este de Guatemala, localizado al este - sureste del lago de Izabal, hasta Punta Arenas en Costa Rica (Miranda, 1952 y 1975; Whitmore e Hinojosa, 1977; Salas, 1993).

El área de distribución de S. macrophylla y S. humilis se sobrepone en al menos tres localidades: una en México (en el Istmo de Tehuantepec), una en Guatemala y otra en Costa Rica (Whitmore e Hinojosa, 1977), en las que han sido reportados híbridos naturales de ambas especies; S. humilis ha sido incluida en el apéndice II de CITES, lo que significa que para su comercio se requiere cumplir con lo estipulado en el Capítulo IV de la convención firmada por los países miembros, que señala la obligación de obtener con las autoridades competentes los permisos para exportar o importar especímenes o productos de las especies incluídas.

2.1.4. Híbridos de Swietenia

El amplio rango ecológico y geográfico donde se distribuye Swietenia y su facilidad para hibridar, sugieren que puede existir un alto grado de diversidad genética en las especies de este género (Newton et al, 1993b).

La mayoría de las especies de la familia Meliaceae tienen un alto grado de variabilidad. Para el caso del género Swietenia, las tres especies son interfértiles (Styles in Pennington, 1981; Francis, 1991) y producen híbridos cuando son puestas en contacto, ya sea por proximidad de sus poblaciones naturales o a través de plantaciones de alguna de ellas, lo cual dificulta la identificación, sobre todo en aquellos sitios donde su rango de distribución coincide (por ejemplo S. macrophylla y S. humilis), o en donde han sido puestas en contacto por la mano del hombre.

Marquetti et al (1975) describen la taxonomía y distribución del género Swietenia: S. mahagoni, S. macrophylla y S. humilis, citando ejemplos de observaciones en Cuba e Islas de El Caribe y reportan la ocurrencia de formas intermedias entre S. mahagoni y S. macrophylla, en donde estas especies crecen con otras estrechamente relacionadas, presentando evidencias de estudios locales, que indican que la forma intermedia presente en Cuba es un híbrido F1.

Existen reportes de híbridos naturales de S. humilis x S. macrophylla en el noroeste de Costa Rica (Holdridge y Poveda, 1975; Whitmore, 1983), en los que se indica que tanto la morfología de la hoja como el tamaño del fruto, se presentan en forma continua en esta región. Estos híbridos se han dado en forma espontánea en muchas islas de El Caribe, en Centroamérica y México, donde se han establecido plantaciones de cualesquiera de las especies citadas (Whitmore e Hinojosa, 1977; Styles in Pennington, 1981). En México se detectó un posible híbrido de S. macrophylla x S. mahagoni en el vivero forestal “Los Mangos”, en Chetumal, Quintana Roo, reportado por Chavelas, Borja y López Suárez (comunicación personal).

Whitmore e Hinojosa (1977) analizan las relaciones teóricas de las tres especies de Swietenia, y clarifican desde el punto de vista taxonómico los híbridos de S. macrophylla x S. mahagoni y describen dos híbridos putativos de S. humilis x S. macrophylla y S. humilis x S. mahagoni; estos últimos poco conocidos y no corroborados.

Esa habilidad para hibridar influye grandemente la composición genética de poblaciones individuales. Por ejemplo, la población de Swietenia presente en varias localidades de Puerto Rico constituye un enjambre de híbridos, con generaciones F1, F2, y F3 y retro cruzas entre las dos principales especies, presentando individuos de hojas, corteza, cápsulas y semillas con las características de una y otra especies (Whitmore e Hinojosa, 1977, Francis, 1991).

La ocurrencia de los híbridos tiene implicaciones importantes para definir estrategias para la conservación genética y para programas de mejoramiento genético. Por ejemplo, la hibridación introgresiva causada por la presencia de Swietenia macrophylla en Puerto Rico, representa una forma de erosión genética de Swietenia mahagoni; lo anterior lleva a pensar que las poblaciones genéticamente puras de ambas especies pueden desaparecer al paso de los años en esas localidades (Newton et al, 1993b).

Francis (1991) señala que se han observado y cultivado los híbridos interespecíficos de Swietenia en varias partes, ya que han mostrado un crecimiento más rápido que sus progenitores en ensayos en etapas juveniles. También se ha reportado que la generación F2 segrega tanto en las especies parentales como en el híbrido de acuerdo a la razón Mendeliana 1:2:1 (Marquetti et al, 1975)

Kageyama (1996) señala la existencia de un híbrido putativo de Swietenia mahagoni y S. macrophylla, conocido como S. x aubrevilleana, que combina buen crecimiento, buena forma y resistencia a la sequía. El híbrido ocurre espontáneamente en localidades en donde las dos especies fueron plantadas próximas; este híbrido se ha reportado en Taiwán e Indonesia.

Actualmente existen algunas evidencias que señalan la posibilidad de que S. humilis y S. macrophylla sean una misma especie, estando en proceso trabajos para clarificar la evidencia (1Germán, 1996; Navarro, 1996).

1 Información personal de la Biol. María Teresa Germán, Instituto de Biología, UNAM, México, 1996.

2.2. El género Cedrela

El género Cedrela fue establecido por P. Browne en 1756. En 1759 Linnaeus describió a C. odorata. Desde entonces, se han colocado 69 especies en este género, incluyendo árboles que crecen en América, India, Sudeste Asiático y Australasia. En 1960 Smith efectuó una revisión del género y, a partir de ella, las especies de Asia y Australasia se colocaron en el género Toona, quedando el género Cedrela en América con solamente nueve especies (Lamb, 1968).

En 1981 Styles (in Pennington, Styles y Taylor, 1981) revisa el género junto con Ma. T. Germán, quienes reconocen siete especies: Cedrela fissilis Vellozo; C. lilloi C. de Candolle; C. montana Moritz ex Turczaninov; C. oaxacensis C. de Candolle & Rose; C. odorata Linnaeus; C. salvadorensis Standley y C. tonduzii C. de Candolle. Los mismos autores consideran cuatro especies como imperfectamente conocidas. C. angustifolia Moçiño y Sessé Ex P. de Candolle; C. discolor S.F. Blake; C. imparipinnata C. de Candolle y C. weberbaueri Harms. En 1990 Calderón de Rzedowski G. y Germán M.T., al reportar las meliáceas para la región del Bajío (México), admiten la existencia de Cedrela dugesii Watson, que es considerada por varios autores como sinónimo de C. odorata.

Marquetti (1990) señala la existencia de un híbrido natural, producto del cruzamiento entre C. odorata L. x C. cubensis (Bissè), el cual según el autor, posee una gran heterosis y manifiesta un mejor crecimiento comparándolo con individuos de las especies progenitoras.

La distribución de las principales especies de Cedrela en los neotrópicos, es como sigue:

C. oaxacensis esta especie es endémica de la cuenca del río Balsas en México, distribuyéndose y creciendo en sitios secos de los Estados de Morelos Guerrero y Oaxaca, en ocasiones se asocia con especies de Pinus, presenta árboles pequeños y sin importancia económica actual (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968, Pennington, 1981).

C. salvadorensis, ocurre en bosques tropicales secos, desde el Estado de Jalisco hasta Chiapas, en México, continuando a través de América Central hasta el norte de Panamá, generalmente en bosque tropical seco o bosque húmedo caducifolio, sobre suelos pedregosos, calcáreos y creciendo en altitudes por lo general menores a 1,000 m sobre el nivel del mar, aunque en ocasiones se le ha reportado creciendo hasta 1,500 m (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968; Pennington, 1981).

C. tonduzii se distribuye desde Oaxaca y Chiapas en México, hasta Panamá en Centro América; presenta árboles grandes y con buena madera; en ocasiones crece asociada a especies de Pinus y de Liquidambar, ocurre en altitudes de 1,100 m a 2,800 m sobre el nivel del mar, crece por lo general en suelos por lo común de origen volcánico, fértiles y bien drenados; puede tener importancia en plantaciones (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968; Pennington, 1981).

C. odorata, se distribuye desde el norte de México, en el Estado de Sinaloa (26 ° N), hasta Chiapas en la vertiente del Pacífico y desde el Estado de Tamaulipas hasta Campeche, Yucatán y Quintana Roo en la vertiente del Atlántico, continuando a través de América Central y Sud América hasta Argentina en las Provincias de Misiones y Tucumán (28°S), también se encuentra en las islas de El Caribe. Por lo general crece en terrenos con suelos fértiles, con buen drenaje, ocurre tanta en bosque tropical y subtropical seco y húmedo, donde se reporta en altitudes de hasta 1,200 m (Standley y Steyermark, 1946; Verduzco, 1961; Lamb, 1968; Holdridge, 1976a; Pennington, 1981; Ponce, 1996), aunque en Ocosingo, Chiapas se le observa hasta los 1,800 m sobre el nivel del mar, donde crece asociado a especies de Pinus.

C. lilloi C.D.C., su distribución esta confinada a Sud América. Ocurre en Bolivia, Perú, Brasil y Argentina. En Bolivia y Argentina en bosques de montaña, en altitudes de 1000 a 3,400 m sobre el nivel del mar, pero también reportada en altitudes hasta de 800 m. En Perú, ocurre en valles altos en donde forma bosquetes extensos y es cultivada como árbol de sombra, es una especie resistente al frío, decídua en invierno y tiene importancia local como maderable (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968; Pennington, 1981).

C. montana es una especie confinada a bosques de neblina y también como vegetación de subpáramo. Se puede observar frecuentemente en pastizales abiertos y en áreas cultivadas después de cultivos. En Sudamérica, ocurre en las mismas áreas que C. lilloi, con la cual se relaciona especialmente en las partes altas (1400 a 3100 msnm) en Venezuela y Perú. Tiene importancia local (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968; Pennington, 1981).

C. fissilis ocurre desde Costa Rica en Centroamérica, hasta el sur de Brasil y norte de Argentina en Sudamérica, su madera es considerada de calidad inferior a la de C. odorata, sin embargo en algunas localidades ambas son comercializadas juntas como la misma especie. Esta es una especie extremadamente variable especialmente en lo que se refiere al número de foliolos por hoja, que quizás reflejen el número tan grande de sinónimos y variedades que se han descrito para esta especie (Standley y Steyermark, 1946; Lamb, 1968; Pennington, 1981).

Para efectos del presente documento, sólo se abordará la información correspondiente a Cedrela odorata L y C. fissilis Vellozo.

2.2.1. Cedrela odorata L.

Conocido como cedro hembra, cedro español, cedro real, cedro rojo o cedro, es la especie más importante y ampliamente distribuida del género Cedrela, su madera tiene una alta demanda en los trópicos americanos, no sólo como madera aserrada, contrachapados, molduras, lambrines y ebanistería, sino también en virtud del olor agradable de su madera, es utilizada como envoltura para cigarros habanos.

Se distribuye desde el norte de México, pasando por Centroamérica e islas de El Caribe, hasta Brasil; ocurre en climas tropicales y subtropicales húmedos y semihúmedos; cubre desde localidades al nivel del mar en varios países hasta cerca de los 3,000 metros sobre el nivel del mar en Bolivia (Lamb, 1968). En Chiapas, México, C. odorata crece desde el nivel del mar hasta los 1,800 msnm (Ocosingo, Chiapas), donde se le puede encontrar conviviendo con especies del género Pinus.

Como puede observarse Cedrela odorata está ampliamente distribuida a lo largo de los neotrópicos, esta especies forma parte de bosques donde los individuos son poco numerosos y se encuentran dispersos entre sí; puede señalarse que Cedrela odorata no se halla amenazada en la mayor parte de su rango de distribución, está representada en “Areas de Conservación”, en bosques naturales y es frecuente encontrar individuos de la especie formando parte de las zonas urbanas. Se le encuentra por lo general en suelos bien drenados. La especie tolera prolongados períodos de sequía (Lamb, 1968; Salas, 1993); también se desarrolla en suelos de origen volcánico (Pennington y Sarukhán, 1968).

Reynel (1988) señala que Cedrela odorata no está amenazada en Perú, que existen poblaciones de la especie y que muchas de las reservas naturales en el país, contienen individuos de la especie, si bien señala que las poblaciones de esta y otras especies de Cedrela están siendo drásticamente disminuidas.

En la Península de Yucatán, México, es común observar individuos adultos de Cedrela odorata, con diámetros en ocasiones hasta de 60 cm. formando parte de los patios de las casas, donde los dueños consideran a los árboles de la especie como un ahorro para el futuro. Es importante señalar que parte de la madera que se comercializa de la especie, sobre todo en el Estado de Yucatán proviene de éstos árboles cultivados en las casas.

Actualmente en los Estados de Campeche y Yucatán, México se han establecido alrededor de 3,500 hectáreas de plantaciones de Cedrela odorata y que la especie es una de las preferidas por los productores para incorporarla en sistemas agroforestales.

2.2.2. Cedrela fissilis Vellozo

Conocido como cedro, cedro rosa, cedro rojo o cedro blanco, florece durante los meses de agosto a septiembre, sus frutos maduran con el árbol totalmente defoliado durante junio a agosto. Anualmente produce gran cantidad de semillas viables (Lorenzi, 1992).

La especie ocurre desde Costa Rica hasta el norte de Argentina. En Brasil se distribuye desde Río Grande del Sur hasta Minas Gerais, en bosques semideciduos y en la mata pluvial atlántica, la especie ocurre en todo el país, aunque en menor densidad (Lorenzi, 1992). Esta especie presenta muy baja densidad (1 árbol en 10 hectáreas) en bosques primarios y mayor abundancia en vegetación secundaria (Kageyama, 1996; Gandara, 1995).

2.3. Biología floral de las Meliaceas

Las flores de las meliaceas han sido usualmente descritas como perfectas o raramente unisexuales y polígamo-dióicas. Varios autores citados por Lamb (1966) señalan que las flores de Meliaceae son siempre hermafroditas. Esta afirmación, no siempre es cierta para la mayoría de las especies, de acuerdo con lo establecido por White y Styles (1963); a partir de sus observaciones en el sureste y centro de Africa.

Lee (1967) realizó observaciones sobre la sexualidad de las flores de árboles de Swietenia macrophylla y S. mahagoni, durante las cuales examinó detalladamente la distribución de las flores estaminadas y pistiladas en las inflorescencias, la estructura de las flores, el sexo de las flores caídas y de los resultados obtenidos por el embolsado tanto de flores pistiladas como estaminadas y los trabajos de polinización controlada, el autor concluye que las flores de Swietenia son unisexuales y que los árboles son monóicos, con flores femeninas y masculinas en cada inflorescencia y denomina a las inflorescencias mixtas, con presencia de flores de ambos sexos y hermafroditas, como tirsos, con lo cual Styles (1972) está de acuerdo.

Por lo general Swietenia florece al inicio de la temporada de lluvias: de mayo a agosto en México (Pennington y Sarukhán, 1968; Patiño et al, 1983), en las Indias Occidentales y en la parte norte de sudamérica (Bascopé et al, 1957; Karani, 1973; Raunio, 1973).

En Cedrela odorata las flores aparecen cuando las hojas reinician su desarrollo para cubrir al árbol. Las inflorescencias, largas y abundantes contienen numerosas flores pequeñas simétricas de color blanco grisáceo. Los árboles son monóicos; las flores femeninas y masculinas se encuentran en la misma inflorescencia, aunque las flores femeninas abren primero. El ciclo reproductivo de C. odorata está sincronizado con la estación de crecimiento que se presenta a través de su rango de distribución (Cintron, 1990).

Styles (1972) señala que para los géneros neotropicales de Swietenioideae, importantes desde el punto de vista maderable como: Swietenia (S. macrophylla King, S. mahagoni (L) Jacq.), Cedrela (la mayoría de las especies) y Carapa (C. guianensis Aubl., C. procera DC Most), las flores son unisexuales y los individuos son monóicos. Styles (1972) también analizó la biología de las flores de Meliaceae y su papel en el mejoramiento de árboles, comenta que la mayoría de los botánicos las describen como hermafroditas y perfectas, ésto debido a que cada flor parece poseer ambos órganos reproductivos.

El mismo autor enfatiza que a pesar de que estén presentes tanto la antera como pistilo en cualquier flor no son efectivos los dos sexos; en la masculina funcional, las anteras son largas, de color amarillo y llenas de polen, el cual se libera por dehiscencia longitudinal durante la antesis. En tales flores, sin embargo, a pesar de que el ovario y el pistilo presentan una apariencia normal en tamaño y forma (usualmente cilíndrico o globular), los óvulos que contienen son minúsculos y rudimentarios, de color café y abortivos.

Los óvulos no llenan completamente el lóculo del ovario como lo hacen en las flores femeninas funcionales. Ese ovario estéril es conocido como pistiloide y es incapaz de desarrollarse más, el estilo es más largo que en la flor femenina funcional. Después de dispersar el polen la flor masculina se marchita y cae al piso del bosque (Leb, 1967 citado por Styles, 1972).

Styles (1972) señala que la condición de monóica puede alentar la polinización abierta pero no necesariamente asegura que ese tipo de cruzamiento sea tan efectivo como el doioicismo o como un sistema eficiente de incompatibilidad.

Las oportunidades de polinización cruzada, sin embargo, son mayores en algunas de las especies de Swietenia, Cedrela y Carapa, por el hecho de que las flores femeninas y masculinas no abren al mismo tiempo, esto es, los sexos son dicógamos. Lo anterior coincide con las observaciones de campo de Lee (1968) en Swietenia y de Jones (citado por Styles, 1972) en Cedrela.

2.4. Polinización en Swietenia y Cedrela

Howard et al (1995) condujeron estudios para dilucidar el papel de los insectos en la polinización de Swietenia mahagony Jacquin en Florida. Los únicos insectos asociados a las flores fueron trips (Thysanoptera), incluyendo Frankliniella bispinosa (Morgan), F. insularis (Franklin), Pseudothrips inequalis (Beach/Thripidae), Frankiniella Spp y una larva de trips no identificada (Phlaeothripidae). Los autores reportan la presencia de trips en porcentajes que van del 12 al 59% de las flores observadas en los sitios de muestreo, distantes de 27 a 82 km, entre ellos. La mayoría de las flores muestreadas fueron estaminadas.

Los trips fueron observados dentro de los tubos estaminales, donde existe gran cantidad de polen y se movían hacia dentro y fuera del tubo estaminal a través del espacio entre esta estructura y el estigma, usualmente a través de una hendidura lateral; forzando así un contacto entre los trips y la antera y el filo del estigma, ayudando a la polinización. La mayoría de los trips capturados, presentaron polen de Swietenia adherido a su cuerpo, por lo que los autores sugieren la aplicación de estos conocimientos para propiciar cruzas para el mejoramiento genético de esta especie.

Por su lado Styles y Khosla (1976) indican que las flores de Meliaceae muestran características asociadas a la entomofilia, señalan que las abejas y las mariposas nocturnas son los principales vectores del polen.

Parraguirre y Calix (1996), trabajan actualmente en la biología reproductiva de Swietenia macrophylla, en San Felipe Bacalar, Quintana Roo, México, las observaciones iniciales señalan la presencia de trips y otros insectos actuando sobre las flores de caoba.

En Brasil, Cedrela fissilis fué estudiada por C. Crestana (Kageyama, 1996) y encontró solamente Thrips visitando las flores de la especie.

2.5. Épocas de floración y fructificación

Patiño et al (1983) reportan las fechas de florecimiento para especies de Swietenia y Cedrela odorata, indicando que S. humilis en los estados de Guerrero, Veracruz y Oaxaca en México, la floración ocurre generalmente entre mayo y junio; para S. macrophylla observada en los estados de Campeche y Quintana Roo, ocurre de abril a junio, en función a la localidad de que se trate. Para Cedrela odorata, los autores señalan el período de mayo a agosto como época de floración en los estados de Campeche y Quintana Roo, México. Los mismos autores señalan como época de producción de semillas en México, para S. macrophylla (Campeche y Quintana Roo) y S. humilis (Guerrero y Oaxaca), el período de febrero a abril y para Cedrela odorata en la mayor parte de su rango de distribución, los meses de marzo a abril.

Navarro C. y Hernández (1996) señalan que la época de producción de semillas de S. macrophylla en Centroamérica, varía grandemente en función de las áreas donde se distribuye la especie. Indican que en Panamá, su pico de producción ocurre en noviembre, mientras que en Costa Rica sucede a finales de noviembre y principios de diciembre; en Nicaragua en la Costa Atlántica se colecta en enero y febrero; en Honduras se colecta en febrero y marzo en las zonas altas (700 msnm); en Petén Guatemala se colecta en febrero y marzo así como en la mayoría de las áreas de Belice; se ha encontrado una variación entre árboles dentro de las mismas áreas de producción de hasta un mes.

2.6. Características de frutos y semillas

Gómez y Jasso (1995) realizaron un estudio sobre el tamaño y forma de los frutos de caoba (S. macrophylla) de plantaciones en Quintana Roo, México. Reportan el peso de los frutos en 300 g; una longitud de 12.5 a 13.0 cm, un diámetro de 5.0 cm y 49 semillas viables y 14 vanas por fruto, en promedio.

Niembro (1996) estimó, en condiciones naturales, el rendimiento de semillas de 108 frutos de S. macrophylla, buscando conocer las relaciones existentes entre la longitud, diámetro y peso de fruto y el número de semillas desarrolladas y malformadas en cada cápsula. Los resultados obtenidos mostraron que los frutos de caoba producen en promedio 49 semillas desarrolladas, de las cuales 39 germinaron dando lugar a una nueva planta. El peso y las dimensiones de los frutos mostraron correlaciones positivas significativas a los niveles de 1 y 5% de probabilidad con la cantidad y calidad biológica de las semillas producidas. Los frutos de mayor peso y tamaño, son los que se recomienda recolectar para hacer acopio de la mayor cantidad de semillas viables, de acuerdo con las evidencias aportadas por el estudio (Niembro 1996a).

Niembro (1996b) en un estudio realizado con frutos de Cedrela odorata, obtuvo un promedio de 25 semillas desarrolladas de las cuales 15 germinaron, dando lugar a una nueva planta. Los frutos presentaron una longitud que varió de 17.1 a 44.8 mm, con una media de 35.8 mm y un peso de fruto de 1.34 a 5.49 g y media de 3.09 g, respectivamente.

Whitmore e Hinojosa (1977) estudiaron las semillas de las tres especies de Swietenia y de los híbridos de las mismas en el laboratorio, obteniendo la siguiente información:

Tabla 1. NÚMERO DE SEMILLAS SIN ALA POR KILOGRAMO PARA ESPECIES E HÍBRIDOS DE SWIETENIA (WHITMORE E HINOJOSA, 1977)

Especie o HíbridoSemillas/kgOrigen de la Semilla
Swietenia macrophylla2,100Belize
Swietenia mahagoni7,840Islas Vírgenes (St. Croix)
Swietenia humilis1,540Guerrero, México
S. macrophylla x S. mahagoni2,880Islas Vírgenes (St. Croix)
S. humilis x S. mahagoni1,960Islas Vírgenes (St. Croix)
S. humilis x S. macrophylla2,360Guanacaste, Costa Rica

Los datos de las Islas Vírgenes provienen de plantaciones.

Patiño et al (1983) reportan los valores mínimo, máximo y promedio para el número de semillas por kilogramo para S. macrophylla, S. humilis y Cedrela odorata, que pueden apreciarse a continuación.

Tabla 2. NÚMERO DE SEMILLAS POR KILOGRAMO PARA ESPECIES DE SWIETENIA Y CEDRELA EN MÉXICO (PATIÑO ET AL, 1983)

EspecieNúmero mínimo/kgNúmero máximo/kgMedia/kg
Swietenia macrophylla  1,400  2,300  1,850
Swietenia humilis  1,470  1,740  1,600
Cedrela odorata20,86068.87048,850

A su vez, Navarro (1995) señala que para S. macrophylla se pueden obtener desde 1300 hasta 2000 semillas por kilo y desde 40 a 60 semillas viables por fruto. El autor también comenta que las semillas de S. macrophylla se pueden conservar por un año o más en cámaras de refrigeración y por algunos meses al aire libre.


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