Página precedente Indice Página siguiente


1.5. LOS PARIENTES SALVAJES DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS

Hacia fines de este siglo, no menos de 100 especies de animales salvajes pueden enfrentarse a la extinción. La proporción de especies consideradas en esta previsión varía según los países de 0 por ciento en Santo Tomé y Príncipe a 52 por ciento en Francia (OCDE, 1989). Algunas de estas especies salvajes en vía de desaparición podrían potencialmente contribuir a la producción alimentaria y agrícola para la humanidad aportando una diversidad adicional a la contenida en las razas domésticas descritas en la segunda parte. Por esta razón ellas son tenidas en cuenta en el Programa Global de FAO para la Administración de los Recursos Genéticos de los Animales de Granja. El inminente riesgo en que se encuentran los recursos correspondientes a los animales domésticos, así como los de sus parientes salvajes, no ha sido debidamente percibido ni dimensionado. Sin embargo, en 1980, una reunión conjunta FAO/UNEP que se llevó a cabo en Roma sobre los recursos genéticos animales "urgía a los gobiernos a dar todo su apoyo a las vías y medios para conservar las poblaciones viables de especies animales salvajes, incluidas las aves, que son los ancestros o los parientes próximos de las especies domésticas". Con tal objetivo, la reunión recomendaba que la FAO y la UNEP "ampliaran sus programas para sostener la puesta en marcha y el funcionamiento de parques nacionales y reservas". Una prolongación de esta reunión fue la publicación de una lista comprendiendo más de 35 especies de mamíferos y de aves que están emparentados con las especies domésticas.

Existen acciones en curso con el objetivo de conservar la diversidad genética asociada tanto al ganado doméstico como a las especies salvajes emparentadas con él. La Convención sobre la Diversidad Biológica, convertida en ley internacional en Diciembre 1993, está dirigida especialmente hacia la agricultura y la utilización sostenible de la biodiversidad. La FAO ha recibido de sus miembros el mandato de concebir y de realizar un programa para el manejo de los recursos genéticos animales del mundo y para la conservación de la diversidad de los animales domésticos, incluidos sus parientes salvajes. En este contexto, "conservación" significa la suma de acciones llevadas a cabo para el manejo de los recursos genéticos animales, de tal suerte que estos recursos, sean utilizados y desarrollados lo mejor posible para satisfacer las necesidades inmediatas y a corto plazo de alimentación y de la agricultura, y que la diversidad que ellas representan quede disponible para satisfacer las necesidades del largo plazo.

La comunidad botánica ha reconocido desde hace largo tiempo la importancia de la preservación y utilización de los recursos genéticos vegetales salvajes, pero su equivalente, la conservación del material genético de animales salvajes, ha quedado muy retrasada. El Instituto Internacional para los

Recursos Genéticos Vegetales (IPGRI) con el apoyo concreto de varios centros internacionales de investigación agronómica, coordina la colecta de especímenes salvajes y emprende investigaciones sobre estos. Estas iniciativas de investigación han producido mejoras de producción y resistencia a las enfermedades y las plagas. Para los animales, sin embargo, no existe una organización del mismo tipo aunque el IPGRI sea ahora responsable, junto al Instituto Internacional para los Recursos Genéticos Vegetales (IARC), de los aspectos de vigilancia relacionados con todos los recursos genéticos utilizados para la alimentación y la agricultura. Además, otro centro internacional, el Instituto Internacional de Investigación Ganadera (ILRI), creado en 1995 por la fusión del Centro Internacional para la Ganadería para el África (ILCA/CIPEA) y del Laboratorio Internacional sobre las Enfermedades del Ganado (ILRAD), introducirá una componente importante sobre los recursos genéticos animales en sus programas de investigación. El ILRI ha igualmente recibido el mandato de realizar el estudio completo de ciertas especies animales domésticas. Actualmente hay muy pocos ejemplos del uso sistemático de material genético de animales salvajes para mejorar el ganado doméstico moderno. A raíz de esto, el potencial de estos recursos salvajes permanece subestimado.

En un mundo en el cual se estima que hay 250000 bocas suplementarias a ser alimentadas cada día, serán indispensables numerosas modificaciones en nuestros sistemas de producción de alimentos, aún en un futuro próximo. Por ejemplo, la mayoría de la carne consumida por el hombre es producida todavía por animales en pasturas o alimentados a base de forrajes. Los cálculos que muestran que se requieren 3 kg de granos para producir 0.5 kg de carne bovina, 1.8 kg para producir 0.5 kg de cerdo y un poco más de 0.7 kg de grano para producir 0.5 kg de peces de criadero, merece una reflección. Con la disminución de la producción mundial de granos desde 1984 (BROWN y col., 1993), el crecimiento de la producción de carne por el ganado tradicional también ha aminorado. Entre 1950 y 1987 la producción mundial de carne se ha cuadruplicado, elevando la cantidad disponible por persona de 18 kg aproximadamente, a un poco más de 32 kg. Desde 1987, sin embrago, esta cantidad no se ha modificado.

Detrás de este estancamiento global, se observa una declinación neta de la producción de bovinos y de ovinos, reflejo probable de la incapacidad de las pasturas sobreutilizadas de soportar más bovinos u ovinos (BROWN y col., 1993). Por el contrario, ha sido demostrado que 22 cobayos "no mejorados", alimentados principalmente con deshechos domésticos y mantenidos en instalaciones precarias, son suficientes para producir proteínas para una familia de seis personas durante un año. A esto hay que agregar que ya existen cobayos "mejorados" por medio de selección que llegan a pesar entre 0.5 a 1.8 kg. Esto permite especular sobre lo que podría ser el potencial de producción de carne de algunos otros roedores de alta fecundidad presentes en América del Sur a partir del momento en que los mismos lleguen a atraer la atención de los genetistas.

En octubre de 1992, el Proyecto de Desarrollo de Animales en Pueblos de Ouagadougou, en Burkina Faso, organizó un Taller sobre el desarrollo de la cría de la pintada (Numida meleagris) como productor semidoméstico de carne y de huevos en las regiones secas del oeste de África. Cuando se sabe que más de 73 millones de pintadas (55 millones solamente en Nigeria) son cuidadas por los criadores de estos países secos, se comprende la importancia de dicho Taller. Es atrayendo la atención de los responsables de los servicios de vulgarización y de los propios criadores sobre estas especies salvajes, que podrá sobrevivir y producir en zonas que no son aptas para el ganado convencional, que su valor será reconocido y que se proveerá un incentivo para su conservación. Si se quiere evitar un conflicto desastroso entre un número siempre creciente de seres humanos y la productividad natural del planeta, no es posible permitirse ignorar el potencial genético de las especies emparentadas con el ganado y en vía de rápida desaparición, ni el recurso, actualmente totalmente inexplotado, que representan los animales salvajes.

Los ancestros salvajes enumerados en la Tercera Parte comprenden a aquellos considerados como las contrapartes en estado libre, de las principales especies de ganado a nivel mundial - bovino, ovino, cabra, caballo, asno, cerdo, camélidos - y a las especies avícolas. Al lado de estos animales domésticos se encuentran, desde hace mucho tiempo, otras especies que se encuentran a la hora actual en grados variables de domesticación. Esto concierne a varias especies de cérvidos, al bovino dalmizclero, al elefante de África y de Asia, a los osos, los roedores y los conejos.

Los parientes salvajes de las gallinas, patos y pavos domésticos son considerados como los próximos candidatos a la domesticación como el avestruz, el emu y el ñandú. El gato de algalia o civeta, apreciado por su producción de almizcle, ha igualmente entrado en esta lista ya que el desarrollo de sistemas mejorados de crianza conducirá eventualmente a su domesticación. La domesticación inminente de varios grupos de reptiles importantes por su carne y su piel también es discutida. Estas especies salvajes o en curso de domesticación aportan una contribución suficiente a la producción agrícola y alimentaria como para merecer no ser ignoradas en el manejo mundial de la biodiversidad.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente