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Fuentes de los datos

DATOS PROCEDENTES DE CENSOS DEMOGRÁFICOS Y ENCUESTAS SOBRE FUERZA DE TRABAJO

La información relativa a la fuerza de trabajo que se presenta en los Cuadros 2, 3 y 4 se basa en datos sobre la población activa recopilados mediante censos demográficos y encuestas sobre fuerza de trabajo. Estas son, de hecho las fuentes de información más adecuadas sobre mano de obra y empleo en general y sobre las diferencias en la participación de la fuerza de trabajo en actividades agrícolas y no agrícolas. Sin embargo, es evidente que, como resultado de los problemas de medición (que se examinan en el Recuadro 1 del Anexo 1), puede que estas fuentes subestimen la magnitud de la participación de la mujer en las labores agrícolas. En consecuencia, deberá tratarse de mejorar las técnicas de medición con el fin de cuantificar con más exactitud el alcance de la participación de la mujer en las actividades agrícolas. Además, mediante una nueva tabulación de los resultados, deberá obtenerse de estas fuentes detalles más precisos sobre las diferentes categorías de mano de obra agrícola, así como sobre las horas trabajadas (incluidas las diferencias por razón de género).

DATOS PROCEDENTES DE CENSOS AGROPECUARIOS

Los censos y encuestas agropecuarios suelen centrarse en las características básicas de la agricultura en relación con las tecnologías de producción y la utilización de la tierra. El Programa del Censo Agropecuario Mundial de la FAO para el año 2000 (CAM 2000) ha hecho hincapié en varios temas que pueden proporcionar información estructural relacionada con el género sobre actividades agrícolas. El Programa recomienda que se lleve a cabo una tabulación cruzada de gran alcance, por sexo del titular de la unidad de explotación, para los siguientes temas:

Los datos estructurales de carácter general antes indicados pueden proporcionar no sólo más información sobre la situación económica de los titulares de las unidades de explotación por sexo, sino también un mejor conocimiento de las prácticas agrícolas para averiguar si la eficiencia y productividad están relacionadas con el sexo del titular. Sin embargo, cuando se utilicen esos datos ha de recordarse que los censos agropecuarios se realizan por lo general utilizando las explotaciones agropecuarias como unidad de recuento, de manera que los datos susodichos se refieren tanto al titular como a los miembros de su hogar. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de los importantes aspectos que pueden analizarse con esos datos:

Sin embargo, a fin de que la información recopilada sea útil tanto para los usuarios como para los analistas, es necesario que se tabule y se presente de manera que queden de manifiesto las cuestiones de género.

DATOS PROCEDENTES DE ENCUESTAS POR HOGARES

Dado que la productividad de la tierra, y la medida en que puede reportar ingresos a sus titulares, es limitada, son necesarias otras fuentes (no agrícolas) de ingresos para mejorar la situación de la mujer trabajadora. Por lo general, los censos y encuestas agropecuarios no recogen datos generales sobre las actividades no agrícolas de los hogares agrícolas. Por ese motivo, las encuestas por hogares son fundamentales para abordar esas cuestiones en relación con el desarrollo agrícola y rural. La mayor parte de los datos normalmente necesarios para los programas correspondientes se recogen a través de encuestas por hogares sobre los ingresos y gastos. Esa información incluye detalles de los ingresos y gastos clasificados en función del sexo y la actividad económica del jefe del hogar. Sin embargo, es preciso llevar a cabo tabulaciones especiales. Una nueva tabulación de los datos puede ofrecer detalles para la compilación de cuentas del sector agrícola clasificadas por el sexo del jefe del hogar. Estos datos pueden utilizarse para estudiar y comparar el comportamiento económico de los hogares agrícolas. No obstante, también sería posible, con sujeción al interés de los encargados de formular políticas, realizar tabulaciones cruzadas como las que se indican a continuación para estudiar diversas distribuciones relacionadas con la situación económica:

PRODUCCIÓN E INGRESOS AGRÍCOLAS POR SEXO

De los censos y encuestas nacionales existentes no es posible obtener una información fidedigna sobre la contribución del hombre y la mujer a la producción y el consumo, ni tampoco sobre la generación de ingresos en la agricultura, debido en gran medida a que la unidad utilizada para recopilar datos sobre producción y consumo no es la persona sino la explotación o el hogar. Para obtener información de ese tipo, son necesarias encuestas sobre el empleo del tiempo, que posibiliten estrategias de doble medición de las variables de producción y consumo, en unidades de tiempo y de valor, tanto para las personas como para los hogares. Los métodos de recopilación de datos y medición basados en el empleo del tiempo permiten también abordar cuestiones relativas a la productividad de las personas y los hogares. De este modo, cuando se añaden datos sobre el empleo del tiempo a los datos sobre la producción material de una persona u hogar, resulta posible determinar si una disminución del tiempo empleado corresponde a una disminución de la cantidad o calidad de la producción de la persona u hogar en cuestión, o si la disminución del tiempo indica que la productividad de esa persona u hogar ha aumentado. También se dispone de varios métodos de valoración monetaria del trabajo doméstico para realizar mediciones aproximativas (es decir, en orden de magnitud) de los ingresos obtenidos por trabajadores agrícolas y domésticos de diversas actividades domésticas y agrícolas ordinarias. De hecho, en la agricultura estas actividades están a menudo dispersas en el espacio y el tiempo, lo que crea dificultades para registrarlas de manera sistemática3. Estas dificultades pueden resolverse mediante una combinación de métodos antropológicos y estadísticos de recopilación de datos que proporcionan indicadores cualitativos además de los indicadores cuantitativos y los métodos de análisis (FAO, 1996).


3 Para un examen más detallado de estas cuestiones, véase FAO, 1978.

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