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APÉNDICE D

Declaración inaugural del representante
del Director General de la FAO

Distinguidos delegados y observadores, excelentísimos señores, señoras y señores:

Tengo el privilegio de darles la bienvenida, en nombre del Director General de la FAO, a la séptima reunión del Subcomité sobre Comercio Pesquero del Comité de Pesca. Es ésta la tercera vez que el Subcomité se reúne en Bremen y, como en ocasiones anteriores, ha sido posible celebrar la reunión gracias a la amable y generosa invitación del Senado de la Libre y Hanseática Ciudad de Bremen. La FAO agradece esta invitación y generosidad, ya que permiten a la Organización responder a la exigencia cada vez mayor de que la FAO desempeñe su función de foro para consultas internacionales y para compartir la experiencia en relación con cuestiones técnicas del comercio internacional de pescado y productos pesqueros.

La globalización entraña actualmente gran importancia y ocupa un lugar destacado en el debate público sobre todo en el ámbito comercial, y el comercio internacional de productos pesqueros no es una excepción. Todos sabemos que algunos miran a la globalización y a sus consecuencias con profunda preocupación, otros la perciben como una oportunidad para asegurar un futuro mejor. La verdad es que no puede ser las dos cosas a la vez. De ahí que la globalización presente oportunidades y riesgos y exija por tanto una actuación meditada, en el sentido de que las industrias pesqueras y acuícolas del mundo deben tener en cuenta la evolución de la situación, limitando al mismo tiempo, los riesgos, si no pueden eliminarse completamente. Una posible traslación de oportunidades y riesgos a la realidad del comercio internacional de productos pesqueros podría ser la creación de un mercado pesquero mundial como oportunidad y, como riesgo, una distribución desfavorable de los beneficios que deriven de tal mercado mundial. La realidad de los riesgos y las oportunidades del comercio internacional podría reflejarse claramente en la creación de un auténtico mercado pesquero mundial, pero ello podría comportar el riesgo de una distribución desfavorable de los beneficios que puedan derivar de tal mercado mundial. En el curso de esta reunión tendrán ustedes la oportunidad de compartir sus experiencias a este respecto. Si bien esta situación suscite un cierto desasosiego, el dilema podrá superarse si aclaramos nuestras ideas y decidimos si queremos o no conservar los recursos pesqueros y que el comercio contribuya a este objetivo. Ciertamente lo tendremos que hacer si queremos aplicar medidas comerciales para conservar los recursos pesqueros.

La investigación científica indica que, no obstante la internacionalización de la producción y elaboración de alimentos así como de los hábitos alimentarios, existen en los mercados mundiales nichos regionales que mantienen su importancia, y a veces puede parecer que esta regionalización puede obstaculizar el proceso de globalización. Evidentemente, depende de su fuerza en el mercado, y de las preferencias de los productores y consumidores para que el nicho de mercado regional pueda competir plenamente con las fuerzas más bien potentes de la globalización.

Lo que deseo expresar aquí es que no debemos ignorar las realidades (preferencias) regionales o nacionales al debatir los efectos positivos y negativos de la globalización. No obstante, el proceso de globalización caracteriza al mundo de hoy y, según el Papa Juan Pablo II, es una oportunidad para permitir a la humanidad llegar a ser una sola familia, basada en los valores de justicia, equidad y solidaridad, con el fin de aprovechar las oportunidades prometedoras. Para que ello se realice, es necesario ampliar el concepto de prosperidad más allá de la estrecha perspectiva utilitaria. El Papa invita a todos los interesados a "...reconocer la urgencia de la necesidad de asegurar que las prácticas económicas y las políticas correspondientes tengan por finalidad el bien de todas las personas..." En palabras de la Comisión de las Comunidades Europeas el "...objetivo debe ser hacer que la globalización sea compatible con el interés común de la sociedad". Parece que por efecto de una corriente de pensamiento análoga, el lema del último decenio del último siglo "Comercio no ayuda" está siendo sustituido por un enfoque más integral que se refleja en la nueva expresión "Comercio y ayuda" proclamada por la UNCTAD X el mes pasado.

En cuanto a la FAO, puedo decir que esperamos que prosiga la globalización y liberalización del comercio, en particular el alimentario y agrícola. La FAO tiene como cometido ayudar a crear un mundo con seguridad alimentaria para las generaciones presentes y futuras, y una de las estrategias aplicadas comprende el fortalecimiento de los marcos normativos y reglamentarios para los sectores alimentario, agrícola, pesquero y forestal, y de manera específica instrumentos internacionales relativos al "...intercambio equitativo de productos agrícolas, pesqueros y forestales". Uno de estos instrumentos es el Código de Conducta para la Pesca Responsable, cuya aplicación se solicitó con urgencia en la reunión de Ministros encargados de la Pesca en marzo de 1999. Otra manifestación de la FAO después del 23º período de sesiones del COFI, de la cual puede tomar nota el Subcomité, fue la Reunión Ministerial sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, grupo de países para los cuales la pesca constituye una base de recursos naturales importante.

Durante esta reunión, ustedes tendrán la tarea de analizar la situación y las perspectivas de la evolución de la participación de los países en desarrollo en el comercio internacional de productos pesqueros y examinar la posibilidad de mejorar la cooperación internacional en este sector. Debatirán aspectos del comercio pesquero responsable relacionados con el Código de Conducta y, como he mencionado más arriba, las cuestiones de la globalización y sus repercusiones para el comercio pesquero internacional y la seguridad alimentaria. En el programa propuesto se prevé un debate sobre la aplicación de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio y las cuestiones posiblemente relacionadas con las futuras negociaciones comerciales multilaterales. Digo "posiblemente" porque todavía no se conocen ni el programa ni las modalidades de la Ronda del Milenio. Todos somos conscientes de esto.

En su calidad de organismo internacional de productos básicos para los productos pesqueros reconocido por el Fondo Común para los Productos Básicos, se invita al Subcomité a examinar sus proyectos financiados por el Fondo Común y proponer nuevos proyectos para su preparación. Por último, tendrán la oportunidad de formular observaciones sobre los aspectos de la aplicación del Marco Estratégico de la FAO relacionados con el comercio que he citado hace unos momentos.

El informe de esta reunión se presentará al Comité de Pesca en su 24º período de sesiones, cuya celebración está programada en Roma para los días 26 de febrero - 2 de marzo de 2001.

Señoras y señores:

Como ustedes saben, el Director General se interesa personalmente de forma especial por la labor de este Subcomité y, como ya les informé en la anterior reunión, ha asignado máxima prioridad a la asistencia técnica que los Miembros de la FAO puedan necesitar para la aplicación de los acuerdos de la Ronda Uruguay, así como a las necesidades de ayuda en relación con las futuras negociaciones. Este programa, al frente del cual está la Dirección de Productos Básicos y Comercio, está en marcha. Sin embargo, hasta el momento la cobertura de las cuestiones relativas al comercio pesquero ha sido limitada debido a dificultades financieras. Confiamos en que la realización de nuevas actividades, que tenemos intención de llevar a cabo por medio de los servicios nacionales de comercialización de pescado, permita llenar algunas de las lagunas que quedaron en el Programa general de capacitación al que me he referido.

Antes de concluir, deseo recordarles que han transcurrido veinte años desde la publicación del informe de la Comisión Independiente sobre Problemas Internacionales del Desarrollo presidida por Willy Brandt, "Norte-Sur: Un programa para la supervivencia". En él se reconocía la importancia de la pesca y la acuicultura y la necesidad de reformar las normas del comercio internacional. Algunas de las recomendaciones ya se han aplicado, por ejemplo la creación de la Organización Mundial del Comercio. Con el Código de Conducta para la Pesca Responsable disponemos de los medios necesarios de cooperación internacional para la conservación y ordenación de los recursos pesqueros. En estos veinte años hemos sido testigos de cambios importantes, algunos de ellos fundamentales, en el panorama mundial; sin embargo, no han sido tan fundamentales que hayan permitido atender la solicitud de la Comisión Brandt de establecer la unidad entre el Este y Oeste, el Norte y el Sur, para superar el problema que entonces se señaló al decir que "las perspectivas para el futuro son alarmantes". Espero y deseo que tengan éxito contribuyendo con una aportación, por pequeña que pueda parecer. Siempre será una aportación esencial.

Deseo concluir transmitiéndole los mejores deseos del Director General y los míos personales de que esta reunión sea fructífera y sirva para mejorar y salvaguardar el comercio internacional actual y futuro de los productos pesqueros.

Muchas gracias.

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