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Preparación de este documento

El Departamento de Pesca de la FAO lleva 50 años trabajando en el sector de la seguridad de los pescadores, y durante este período se han registrado cambios políticos, sociales, económicos y tecnológicos que han influido mucho en la industria pesquera. Tales cambios han ejercido inexorablemente una mayor presión sobre los recursos ícticos. Por esta razón, los gobiernos han reconocido que deben conocer mejor la situación de sus pesquerías, aplicar políticas eficaces para impedir el agotamiento de los recursos y el desperdicio de insumos pesqueros, y para facilitar cada vez más la rehabilitación de las poblaciones. Aunque la medida y eficacia de las medidas de ordenación pesquera aplicadas en todo el mundo varían ampliamente, se tiende a interesarse más de la conservación a largo plazo y la utilización sostenible de los recursos ícticos que del bienestar de quienes los pescan.

En cambio, para las administraciones marítimas la seguridad de los navegantes constituye una de las principales preocupaciones. Frecuentemente tienen dificultades para afrontar debidamente los aspectos de seguridad de la industria pesquera debido a que la naturaleza de las operaciones de pesca es tan diferente de las actividades de manipulación y transporte de cargamentos que realiza la marina mercante. Los barcos de pesca quedan excluidos de la mayoría de las disposiciones de los convenios internacionales sobre transporte marítimo y, hasta la fecha, no hay ningún instrumento internacional vigente que trate de la seguridad de los barcos pesqueros o de la capacitación de sus tripulaciones. Aunque la formulación y aplicación de reglamentos tienen una importancia primordial en materia de seguridad, también desempeñan una función importante la compilación y análisis de datos, la capacitación y educación, la ordenación pesquera y, quizás más que nada, las actitudes y relaciones de todas las partes interesadas.

La Dirección de Industrias Pesqueras de la FAO encargó este informe con el fin de proporcionar un examen mundial actualizado de la situación de la seguridad de los pescadores y ofrecer una evaluación de las oportunidades, limitaciones y prioridades para la acción, tanto por parte de la FAO como de las administraciones nacionales.


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