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Funciones de servicio de los sistemas de agroforestería

J. Beer 1, C.A. Harvey, M. Ibrahim, J.M. Harmand, E. Somarriba y F. Jiménez


Resumen

Este artículo presenta un breve panorama acerca de las principales funciones de servicios medioambientales provistos por los sistemas de agroforestería (SAF).

Estas funciones de servicios complementan los productos que los SAF proveen (para uso comercial y doméstico); por ejemplo, leña, madera para construcción frutos, pero los agricultores rara vez son recompensados por ellos. Se necesita más investigación en las posibles transacciones entre las diferentes funciones de servicio y los efectos negativos en los tradicionales productos/usos de los SAF cuando se aumenta el componente arbóreo de los sistemas agrícolas; por ejemplo, incrementar en la mayor medida posible la retención de carbono con monocultivos de árboles de alta densidad tendrá efectos negativos en la conservación de la diversidad biológica y podría eliminar la fuente de complementos alimentarios, fibras, medicamentos, etc. utilizados por las familias rurales. Los métodos para gestionar incentivos financieros, como recompensas para los agricultores que proveen estos servicios mediante la adopción/mejora de los SAF, con el objeto de hacer más eficaz el uso de la tierra, también deben ser desarrollados y verificados en diferentes marcos socioeconómicos. Una restricción importante a los SAF es la falta de análisis económicos que incluyan la evaluación de estas funciones de servicio.


Introducción

El estudio formal y la promoción de los sistemas de agroforestería (SAF), un método de ordenación de la tierra utilizado desde tiempos inmemoriales tanto en el mundo "viejo" como "nuevo" (ver referencias a los antiguos griegos y otros autores en Robinson, 1985) comenzaron a fines de la década de los años 70 (De las Salas, 1979; Steppier y Nair, 1987). Inicialmente la atención se centraba en la descripción, las ventajas y desventajas posibles biológicas y socioeconómicas y en el inventario de los SAF tradicionales, principalmente en los trópicos (Budowski, 1982; Nair, 1989). Esto se continuó con evaluaciones de los SAF ya existentes y nuevos y con más recientes estudios sobre las interacciones entre las especies componentes con vistas a mejorar la ordenación y la rentabilidad (o riesgo reducido) (Schroth y Sinclair, 2003). Al final de la década de los 90, una mayor preocupación internacional acerca de los temas medioambientales condujo a nuevos tratados (por ejemplo, el Protocolo de Kyoto) y a prestar atención a las funciones del servicio medioambiental de usos alternativos de la tierra. Rápidamente se reconoció que los SAF presentan muchas ventajas con respecto a los monocultivos en términos de una creciente demanda por una agricultura multifuncional y que los SAF proveen importantes servicios ambientales. Otros potenciales reconocidos de los SAF incluyen valores estéticos (por ejemplo, parques en las ciudades y sabanas arbóreas), separación de zonas protegidas y ecoturismo agrícola (por ejemplo, excursiones guiadas a los SAF de cacao nativo en Costa Rica y Belice).

El pago de incentivos a los agricultores cuya utilización de la tierra protege los recursos naturales y, por tanto, provee un servicio a la comunidad local, nacional y mundial es una nueva opción que podría contribuir a la viabilidad financiera de las explotaciones agrícolas. El título de este congreso "Bosques, fuentes de vida" ofrece una oportunidad para destacar y revisar este importante centro de atención en los programas de los SAF; es decir, la cuantificación y evaluación de las funciones de servicio de cultivos de árboles y/o sistemas de producción árbol/animal. Las principales funciones de servicio de los SAF considerados en este documento son la conservación del suelo, la conservación de la calidad del agua, la retención de carbono (cambios climáticos) y la conservación de la diversidad biológica.

Cómo los SAF pueden reducir la erosión del suelo y mantener su fertilidad

Los conceptos de mejora de suelo por medio de los árboles en los SAF han sido estudiados por Young (1989) y por Buresh y Tian (1998), entre otros autores. La mejora del suelo en los SAF está vinculada al crecimiento de árboles que fijen el nitrógeno o árboles y arbustos de raíces profundas que aumenten la disponibilidad de nitrógeno por medio de la fijación biológica, el reciclado de nutrientes de la planta desde la profundidad (especialmente en zonas secas) y la formación de materia orgánica para el suelo (Beer, 1988; Rao et al., 1998).

La investigación formal de los SAF (especialmente en África) inicialmente se centró en los modos de mantener la fertilidad del suelo en los sistemas de recolección anual utilizando especies de arbustos leguminosos; por ejemplo, en parques SAF (Charreau y Vidal, 1965), en sistemas de cultivo en hileras (Kang y Reynolds, 1989) y en barbechos de árboles mejorados. Se ha realizado menos investigación en cultivos en hilera de los SAF de "barrera"(a lo largo del contorno de las pendientes), aunque la utilización de franjas de pasto y otras especies inusuales para atrapar sedimentos y nutrientes, escurrimientos lentos y aumento de infiltración han sido ampliamente promovidos por organizaciones no gubernamentales en América Central y Asia. Aunque muchos de estos estudios de los SAF dieron resultados promisorios en el sitio o en los ensayos de investigadores en explotaciones agrícolas ordenadas, para los parámetros de productividad y fertilidad del suelo, la adopción de los sistemas de cultivos en hilera fue una desilusión por el complejo trabajo y el requisito de tierras; en algunos casos por la falta de productos de uso comercial o doméstico del componente árbol/arbusto y el largo tiempo requerido para mostrar cambios positivos (Carter, 1995).

Los barbechos de árboles plantados son una solución potencial para la fertilidad declinante del suelo debido a los períodos acortados de barbecho en las zonas donde aún se practica la corta y quema (Anderson y Sinclair, 1993); Harmand y Njiti, 1998; Ganry et al., 2001). La disponibilidad del nitrógeno, determinada por el nitrógeno del suelo inorgánico o mineralización por nitrógeno aeróbico a profundidad de 0 a 20 cm y los rendimientos de cultivos pueden ser significativamente más altos después de una rotación de árboles fijadores de nitrógeno que después del barbecho de otras especies de árboles o pastos (Harmand y Balle, 2001). En lo relativo a los barbechos herbáceos (leguminosos o no leguminosos), una mayor acumulación de material orgánico y almacenamiento de nutrientes en la biomasa, la densidad aumentada de raíces así como también la mayor extensión vertical de las raíces de los árboles ayudan a mantener las existencias de nutrientes reduciendo las pérdidas por filtración o tomando nutrientes de las capas profundas. Szott y Palm (1996) informaron que, en comparación con los barbechos herbáceos leguminosos, los barbechos de árboles leguminosos aumentaron en gran medida las existencias de fósforo, potasio, calcio y magnesio en la biomasa, hojarasca y cationes intercambiables / fósforo disponible (suelo; 0-45 cm). Estos autores sugirieron que los árboles leguminosos de crecimiento rápido pueden acelerar la reposición de las existencias de nitrógeno, fósforo y potasio en la capa de cultivo pero no pueden reponer completamente las existencias de calcio y magnesio.

Los beneficios de los árboles umbrosos de cultivo perenne (por ejemplo, café y cacao) incluyen erosión reducida del suelo por cuanto la hojarasca natural cae o los residuos de la poda cubren el suelo y reducen el impacto de las gotas de agua, mejoran la estructura del suelo, aumentan el contenido de nitrógeno del suelo y favorecen la retención de nutrientes (Beer et al,. 1998; Fassbender et al., 1991).

Aunque los análisis económicos de todos los sistemas mencionados se hallan disponibles (por ejemplo, Sullivan et al,. 1992), no toman en cuenta todos los beneficios de corto y largo plazo por incluir a los árboles, tales como mejoras o mantenimiento de la fertilidad del suelo, ni el posible impacto de la rentabilidad de los incentivos por las funciones de servicios.

Cómo los SAF pueden contribuir a mantener la cantidad y calidad del agua

El potencial de los SAF para ayudar a asegurar el aprovisionamiento de agua (cantidad y calidad) es la función de servicio menos estudiada. Los árboles en los SAF ejercen influencia sobre el ciclo del agua aumentando la lluvia y la interceptación de nubes (con posibles efectos negativos y positivos) la transpiración y retención del agua en el suelo, la reducción del escurrimiento y el aumento de la filtración. Por ejemplo, Bharati et al.,.(2002) informaron que la filtración en las zonas cultivadas con maíz y soja, o bajo pasturas, era cinco veces menos que bajo franjas ribereñas cultivadas con una variedad de especies de árboles y plantas, sugiriendo que éstas tenían un mucho más alto potencial para evitar que el escurrimiento de la superficie (con sustancias contaminantes) alcanzara los cursos de agua. Además, los árboles en los SAF pueden reciclar los nutrientes de un modo conservador evitando su pérdida por medio de la filtración del nutriente (Imbach et al., 1989). Por ello, los SAF pueden reducir la contaminación del agua de suelo por los nitratos y otras sustancias perjudiciales al medio y a la salud humana. Como resultado del menor escurrimiento y filtración las micro cuencas hidrográficas con cubierta forestal o SAF que cubren un alto porcentaje de la superficie del suelo producen agua de alta calidad (Stadtmüller, 1994).

Una serie de estudios en Costa Rica ha ilustrado algunas de estas interacciones. Por ejemplo, la interceptación de la lluvia fue 16 y 7.5% en las plantaciones de café (Coffea arabica) asociadas con la Erythrina poeppigiana regularmente podada (555 árboles/ha) o la Cordia alliodora no podada (135 árboles/ha), respectivamente (Jiménez, 1986). Las pérdidas de nitratos por filtrado fueron más altas de plantaciones sin sombra de café que de aquellas con árboles umbrosos en zonas donde los altos rendimientos de café se habían logrado por medio de grandes agregados de nitrógeno a partir de fertilizantes químicos (Babbar y Zak, 1995) probablemente por la más alta transpiración en los SAF (Ávila, 2003). En este país, la legislación reconoce los servicios medioambientales así como aquellos de tierras boscosas, pero, una vez más, se necesitan análisis económicos que tomen en cuenta los beneficios ambientales a mediano y largo plazo para determinar el verdadero valor de los SAF.

Cómo pueden los SAF retener carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Los SAF altamente productivos, incluso los sistemas silvopastoriles, pueden tener una importante función en la retención de carbono en los suelos y en la biomasa de madera (en superficie y subterránea. Por ejemplo, en América Latina, la ordenación tradicional del ganado involucra monocultivos de pastos que se degradan después de aproximadamente cinco años de establecimiento, liberando importantes cantidades de carbono a la atmósfera. Veldkamp (1994) estimó que la liberación acumulada neta de bióxido de carbono de pastos de baja productividad (Axonopus compresus) variaba de 31.5 (suelo Humitropept) a 60.5 Mg C/ha (Hapludand) en los primeros 20 años después del desbroce forestal. Los sistemas silvopastoriles bien ordenados pueden mejorar la productividad total (Bustamanate et al,. 1998; Bolivar et al,. 1999) mientras retienen carbono (López et al,. 1999); Andrade, 1999), un beneficio económico potencial adicional para los productores de ganado. El carbono total en los sistemas silvopastoriles varió entre 68 -204 t/ha con la mayor parte del carbono almacenado en el suelo, mientras que los incrementos anuales de carbono variaron entre 1.8 a 5.2 t/ha.

La cantidad de carbono fijado en los sistemas silvopastoriles es afectada por las especies árbol/arbusto, la densidad y distribución espacial de los árboles y la tolerancia de sombra de las especies herbáceas (Nyberg y Hogberg, 1995); Jackson y Ash, 1998). En las pendientes de los Andes Ecuatorianos, el carbono total del suelo aumentó de 7.9% bajo la pastura abierta Setaria sphacelata a 11.4% bajo las bóvedas de la Inga sp., pero no se observaron diferencias bajo la Psidum guajava. Los suelos bajo la Inga contenían un adicional de 20 Mg C/ha en los 15 cm superiores comparado con la pastura abierta (Rhoades et al., 1998)

Se han realizado pocos estudios para determinar el modo cómo los pagos por el carbono retenido afectarán el ingreso en la finca y los cambios en el uso de la tierra de los establecimientos ganaderos (Ruiz, 2002). Un análisis ex ante mostró que los agricultores pueden aumentar sus ingresos por más del 10% cuando el 20% de la pastura de monocultivo de pasto se transforma en sistemas silvopastoriles (por ejemplo, los bancos de forraje y los árboles dispersos en la pastura) y el bosque secundario. Este análisis económico, realizado en fincas ganaderas de doble propósito, sugirió que el ingreso potencial en bruto generado por el carbono almacenado en los troncos de los árboles era de 253 dólares estadounidenses por año para finca de 70 ha (precio del carbono 7 dólares estadounidenses 7/t) (Pomareda, 1999). Los incentivos para que los agricultores adopten sistemas silvopastoriles que almacenen más carbono y eviten la degradación de los pastos se están desarrollando y verificando en Colombia, Costa Rica y Nicaragua (un proyecto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial [FMAM] coordinado por Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), pero se necesita mucho más trabajo para entender el potencial completo de este enfoque.

Cómo los SAF pueden contribuir al mantenimiento y ordenación de la diversidad biológica en el paisaje agrícola

Los SAF también pueden desempeñar una función importante en la conservación de la diversidad biológica dentro de los paisajes deforestados y fragmentados suministrando hábitats y recursos para las especies de animales y plantas, manteniendo la conexión del paisaje (y, de tal modo, facilitando el movimiento de animales, semillas y polen), haciendo las condiciones de vida del paisaje menos duras para los habitantes del bosque reduciendo la frecuencia e intensidad de los incendios, potencialmente diminuyendo los efectos colindantes sobre los fragmentos restantes y aportando zonas de amortiguación a las zonas protegidas (Schroth et al., En prensa). Los SAF no pueden proveer los mismos nichos y hábitats de los bosques originales y jamás deberían ser promovidos como una herramienta de conservación a expensas de la conservación natural del bosque. Sin embargo, sí ofrecen una importante herramienta complementaria para la conservación y deberían tomarse en cuenta en los esfuerzos para una conservación del paisaje amplio que proteja a los fragmentos forestales restantes y promueva el mantenimiento de la cubierta arbórea en las explotaciones agrícolas en las zonas que rodean las zonas protegidas o que las conectan, por ejemplo en el Corredor Biológico de Centroamérica.

El grado en el cual los SAF pueden servir a los esfuerzos de conservación depende de una variedad de factores, incluyendo el diseño y origen de los SAF (particularmente su diversidad florística y estructural), su permanencia en el paisaje, su ubicación relativa al hábitat natural restante y el grado de conexión dentro del hábitat, así como también su ordenación y uso, particularmente el descabezado, uso de herbicidas y pesticidas, aprovechamiento de los productos madereros y no madereros e incorporación de ganado, cabras, etc. En realidad, cuanto más diverso es el SAF, más baja es su intensidad de ordenación y más cercano se encuentra al hábitat intacto y mayor su habilidad para conservar las especies nativas de plantas y animales. Ciertos SAF que imitan estrechamente los ecosistemas naturales (por ejemplo, jardines de hogares, así como también SAF de café y cacao rústicos) provee una variedad de nichos y recursos que toleran una alta diversidad de plantas y animales, aunque usualmente menos que la de un bosque intacto (Perfecto et al., 1996; Rice y Greenberg, 2000). Sin embargo, aun los SAF con bajas densidades de árboles y baja diversidad de especies pueden ayudar a mantener la conexión biótica (Harvey et al., En prensa).

Igualmente importante es la actitud de la población local hacia la conservación de la diversidad biológica y los beneficios (productos, servicios) o pérdidas resultantes (daños al cultivo o depredaciones, pérdida de animales) que a su vez causan que los pobladores favorezcan o desalienten las plantas y animales nativos. Cuando la intensidad de caza es alta, es improbable que las poblaciones de las especies de animales de caza dentro del SAF sean viables sin tomar en cuenta si existe un hábitat apropiado disponible.

Mientras que las publicaciones sobre la diversidad biológica en los SAF están en constante aumento, todavía perduran importantes cuestiones acerca de la viabilidad a largo plazo de las poblaciones de animales y plantas en los SAF y qué le sucederá a estas poblaciones si el paisaje circundante es objeto de continua deforestación. La mayoría de los estudios a la fecha han seguido o inventariado la diversidad biológica en los paisajes que aún retienen alguna cubierta forestal, se han centrado en la taxonomía y se han realizado en pequeñas escalas temporal y espacial. Se necesitan estudios de taxonomía múltiple, de escalas múltiples y a largo plazo antes de que se conozca el verdadero valor de los SAF para la conservación.

A pesar de estas limitaciones en nuestro conocimiento actual, ya existe suficiente evidencia de que los SAF ofrecen más esperanza para la conservación de las especies de plantas y animales que los cultivos de monocultivos que normalmente reemplazan. Este hallazgo ha guiado a interesantes nuevas iniciativas para usar SAF como herramientas para la conservación en paisajes ya deforestados y fragmentados. Muchas de estas iniciativas incluyen ya sea el pago directo a los agricultores por la conservación de la diversidad biológica (por ejemplo, el proyecto FMAM conducido por CATIE; pago por servicios medioambientales para SAF en Costa Rica) o la certificación de productos que derivan de estos SAF como amistosos para la diversidad biológica y la ecología (por ejemplo, el café amistoso para los pájaros) [Smithsonian Migratory Bird Center, 1999]).

Conclusiones

Las funciones de servicio provistas por los SAF, tales como conservación del suelo, retención del carbono, calidad del agua y conservación de la diversidad biológica están ganando la atención de los investigadores, planificadores y políticos, pero como estos beneficios se acumulan en el largo/mediano plazo no son tangibles para los agricultores y/o los beneficiarios se encuentran más allá del límite de las fincas, la conservación/adaptación de los SAF puede limitarse gravemente. La introducción/promoción de los árboles en las explotaciones agrícolas también presenta muchas desventajas desde el punto de vista del agricultor, no siendo menor la competencia entre los cultivos existentes y los pastos. Se requieren mecanismos para recompensar a los agricultores por todos los productos y servicios que pueden proveer para alentar el uso de los SAF.

Aunque ya hay disponibles algunos resultados en los servicios medioambientales de SAF seleccionados en sitios seleccionados, claramente se necesita más investigación sobre las transacciones potenciales entre los diferentes servicios involucrados y en la evaluación y mecanismos financieros para beneficiar directamente a los agricultores que suministran estos servicios. Como las mujeres y los niños son a menudo los principales beneficiarios de los productos de los SAF tradicionales (por ejemplo, complementos alimentarios, fibras, medicamentos) también se necesita evaluar las posibles repercusiones negativas por la intensificación de la utilización de especies particulares de árboles (por ejemplo, producción de madera para construcción). Para lograr la utilización óptima de la tierra, se van a necesitar complejos estudios integradores que se centren en los posibles cambios en todos los productos potenciales y funciones de servicio cuando se aumente el componente arbóreo de los sistemas agrícolas. Sin duda, se tendrá que usar un proceso conceptual y otros modelos para lograr este objetivo. También se necesitan sólidos estudios de base referencial, seguimiento y evaluación para validar y demostrar a los diferentes niveles de nuestras sociedades las repercusiones positivas de los SAF en la sostenibilidad ecológica y financiera a largo plazo de estos sistemas de múltiples funciones de producción agrícola.

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1 Apartado 44 CATIE, Turrialba, Costa Rica. [email protected] .Departamento de Agricultura y Agroforestería, Centro de Educación Superior e Investigación sobre Agricultura Tropical (CATIE), Turrialba, Costa Rica.