CFS:2001/2-Sup.1


 

COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

27º período de sesiones

Roma, 28 de mayo - 1º de junio de 2001

LA META DE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE LA ALIMENTACIÓN Y LAS METAS PARA EL DESARROLLO EN EL MILENIO

Índice



I. LA META Y EL OBJETIVO DE LA CMA

1. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, a la que asistieron 185 países más la Comunidad Europea, prometió alcanzar una meta medible y controlable de "... erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015". La Cumbre Mundial sobre la Alimentación hizo especial hincapié en el seguimiento de los progresos hacia el logro de ese objetivo, especificando, en el Objetivo 7.3 del Plan de Acción de la CMA, las disposiciones para el proceso de seguimiento y presentación de informes. A tal efecto, la Secretaría de la FAO ha propuesto, y el CSA ha aprobado, la utilización del número y la proporción de personas subnutridas como indicadores apropiados.

II. METAS PARA EL DESARROLLO EN EL MILENIO

2. El último decenio del siglo XX estuvo jalonado por una serie de Cumbres y Conferencias referentes a metas para el desarrollo. Una característica distintiva de muchos de tales actos fue la adopción de objetivos claramente definidos y con plazos concretos. La Cumbre del Milenio, celebrada en Nueva York en septiembre de 2000, aprobó una Declaración del Milenio en la que, entre otras cosas, se reúnen estos varios objetivos en un programa de desarrollo. En dicha Declaración, el objetivo de la CMA se refleja en la sección sobre "El desarrollo y la erradicación de la pobreza". La FAO ayudará al Secretario General de las Naciones Unidas en la preparación de sus informes anuales sobre el seguimiento de la Declaración del Milenio, facilitando información sobre los progresos en el logro de los objetivos de la CMA y del Milenio.

3. A comienzos de 1996, el Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe titulado "Shaping the Twenty-First Century: The Contribution of Development Cooperation", en el que se elegían siete objetivos para el desarrollo tomados de acuerdos y resoluciones de las Conferencias organizadas por las Naciones Unidas en la primera mitad del decenio de 1990. Como dicho informe es anterior a la celebración de Habitat II (junio de 1996) y de la CMA (septiembre de 1996), los resultados de estas reuniones no se incluyen entre sus objetivos.

4. Los siete objetivos de la OCDE se convirtieron después en la base del informe reciente titulado "A Better World For All: Progress Towards the International Development Goals"1, que las Naciones Unidas, la OCDE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial presentaron en junio de 2000 a una reunión de los países del G8 celebrada el 22 de julio de 2000 en Okinawa, Japón. Se ha elaborado una lista de 21 indicadores para el seguimiento de estos siete objetivos, entre los que figura uno sobre la malnutrición infantil. Sin embargo, como el objetivo de la Cumbre no se había incluido en el informe original, no figura en la lista ningún indicador relativo al número de personas subnutridas.

III. LA IMPORTANCIA DE LA ERRADICACIÓN DEL HAMBRE EN LA LUCHA CONTRA LA POBREZA

5. Hay justificaciones convincentes para considerar la reducción del hambre como un objetivo específico, las cuales se presentan en el documento CSA:2001/Inf.6 - Reforzar la voluntad política para combatir el hambre. Se resumen a continuación algunas de las justificaciones tomadas de dicho documento:

IV. INDICADORES PARA MEDIR LOS PROGRESOS

6. Se ha propuesto que podría utilizarse la proporción de los niños con insuficiencia ponderal (que figura ya en la lista de 21 indicadores) como medida indirecta del hambre, en el entendimiento de que es representativa del estado nutricional de toda la población. Aunque la información sobre los niños con insuficiencia ponderal es un indicador útil, no es un indicador suficiente del estado nutricional de toda una sociedad. Si se debieran orientar las políticas y programas a atender ese grupo destinatario, existiría el riesgo de que no se afrontaran las causas principales de la insuficiencia ponderal generalizada entre los niños. Existe el riesgo de que, con este método, se trate el síntoma y no la causa principal del problema. La causa principal de la prevalencia generalizada de la insuficiencia ponderal entre los niños menores de cinco años suele ser la inseguridad alimentaria de los hogares y la ingestión insuficiente de alimentos por parte de las madres. Por consiguiente, el problema de la insuficiencia ponderal de los niños no puede afrontarse eficazmente y de forma sostenible si no se atacan las causas de la pobreza y la subnutrición en los hogares. Las medidas orientadas específicamente a afrontar el problema de la insuficiencia ponderal de los niños menores de cinco años pueden dar resultados duraderos solamente si se adoptan como parte de un conjunto de medidas para mejorar los ingresos y la seguridad alimentaria de los hogares, que redunden en el bienestar de las madres y de todo el hogar.

7. La FAO ha elaborado una medida de la subnutrición, práctica y fácil de usar, que se basa en la distribución del suministro de energía alimentaria dentro de la población de un país. Esta medida se utiliza para calcular anualmente el número y la proporción de personas subnutridas, y los resultados se comunican como promedio móvil al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial y se incluyen en la publicación anual de la FAO: El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI).

8. La medida de la subnutrición elaborada por la FAO se ha implantado ya y se está utilizando para seguir los progresos en el logro del objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Sería también un indicador sumamente útil para seguir los progresos en la reducción de la pobreza, especialmente en su forma extrema del hambre y la carencia de alimentos, y podría incluirse sin ningún costo adicional en la lista de Indicadores de los Objetivos para el Desarrollo en el Milenio.

9. Existen algunas diferencias de opinión entre los especialistas respecto de la utilización de las estimaciones de la FAO sobre el número de personas subnutridas en lugar de la antropometría, especialmente teniendo en cuenta que ambas miden dos aspectos diferentes del mismo problema de un estado nutricional deficiente. Sin embargo, aunque la estimación de la FAO tiene sus limitaciones, ofrece la enorme ventaja de que se calcula cada año de forma coherente para todos los países.

10. La mayoría de los expertos propugnan la utilización de ambas basadas tanto en la alimentación como en la antropometría. El Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI) sobre el SICIAV (en el que participan más de 25 organizaciones internacionales, bilaterales y no gubernamentales) ha definido en su labor la subnutrición como una "ingestión de alimentos que es insuficiente para satisfacer las necesidades de energía alimentaria en forma continua", habiéndose adoptado la medida de la FAO.

V. RECOMENDACIÓN

11. La pobreza extrema es un fenómeno multidimensional y el hambre es su manifestación más extrema. La erradicación del hambre es el medio para erradicar otros aspectos de la pobreza. Por consiguiente, es preciso centrarse de modo específico en el hambre dentro de las iniciativas más amplias para la reducción de la pobreza. Asimismo, es necesario seguir de cerca la consecución de los objetivos de la CMA y del Milenio en relación con el hambre, juntamente con los demás objetivos del Milenio. Puede que el Comité desee reconocer la importancia del número de personas subnutridas como indicador fundamental para la vigilancia del hambre y la pobreza, y pedir a los Estados Miembros que incluyan este indicador en sus actividades nacionales e internacionales relacionadas con el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y de la Cumbre del Milenio.

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1 IMF/OCDE/UN/World Bank: A Better World for All - Progress towards the International Development Goals, Paris, 2000.