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Capítulo 39. Australia y Nueva Zelandia


Figura 39-1. Australia y Nueva Zelandia: mapa de la cubierta forestal

1. Australia

2. Nueva Zelandia

Australia y Nueva Zelandia (Figura 39-1)[51] figuran entre los países que cuentan con menor densidad de población y esta falta de presión poblacional constituye uno de los elementos que caracterizan el sector forestal en esta subregión. Australia, el sexto país más grande del mundo, cuenta con 154.5 millones de hectáreas de bosque que abarcan el 20.1 por ciento de la superficie de la tierra del país. La cubierta forestal en Nueva Zelandia asciende a 7.9 millones de hectáreas, es decir el 29.7 por ciento del área de la tierra.

Los bosques naturales en Nueva Zelandia comprenden principalmente bosques lluviosos templados fríos que se extienden a lo largo de buena parte del costado occidental y de Isla Sur, así como a través de los ejes montañosos de Isla Norte. En las áreas situadas en el extremo norte se verifica una transición gradual hacia bosques lluviosos templados cálidos. Las plantaciones forestales se encuentran diseminadas en todo el país, pero la concentración más fuerte de plantaciones (cerca de un tercio del área total) se sitúa en la meseta volcánica de la parte central de Isla Norte (FAO 1997a).

Los bosques y tierras boscosas de Australia, en general, forman una amplia media luna que rodea la zona costera del país, extendiéndose desde la meseta de Kimberley, en el norte, hasta Perth, en el suroeste, y adentrándose hasta 700 km. en el interior. La cubierta de copa cerrada se verifica en las zonas costeras relativamente estrechas, sobre todo en trechos situados a lo largo de los litorales este y sudeste (incluyendo Tasmania), y el lejano suroeste de Australia occidental. Estos trechos de bosque cerrado se encuentran, por lo general, rodeados de áreas más grandes de bosques abiertos (principalmente bosques de eucaliptos.). Hacia el interior, en donde las precipitaciones anuales promedio comienzan a disminuir por debajo de 900 mm, los bosques abiertos dan lugar a tierras boscosas de eucaliptos, que a su vez son remplazados por matorrales de acacias en áreas en donde las precipitaciones anuales descienden por debajo de 400 mm (Bureau of Rural Sciences 2000).

RECURSOS FORESTALES

Australia y Nueva Zelandia forman parte de los componentes templado y boreal del proceso FRA 2000. En Australia, los datos de campo de índole forestal son recolectados por los estados y territorios de manera individual, y luego son compilados en el ámbito nacional por el grupo del Inventario forestal nacional en la Oficina de Ciencias Rurales. La compilación de datos de inventario es un proceso continuo que culmina en la publicación periódica de los conjuntos de datos del Inventario forestal nacional y de componentes tales como el Inventario nacional de plantaciones y el Banco de datos de la cubierta forestal nacional. En Nueva Zelandia, se publica anualmente una Descripción de los bosques exóticos nacionales a fin de proporcionar los últimos datos de inventario sobre plantaciones. En 2000 se publicó una base de datos SIG acerca de la cubierta de la tierra, basada en imágenes de satélite y acerca de la diferenciación de las áreas de bosques naturales y de las plantaciones forestales. Sin embargo desde el decenio de 1950 no se ha llevado a cabo un inventario forestal exhaustivo sobre los bosques naturales. Actualmente se está trabajando para ejecutar un sistema de vigilancia del carbono para los bosques naturales, los matorrales y los suelos. Cuando el sistema esté funcionando plenamente, éste suministrará estadísticas actualizadas y exhaustivas acerca de muchos parámetros que forman parte de los inventarios forestales tradicionales de los bosques naturales de Nueva Zelandia.

Tabla 39-1. Australia y Nueva Zelandia: recursos forestales y manejo

País/área

Área de la tierra

Área de bosque en 2000

Cambio del área 1990-2000 (área total de bosques)

Volumen y biomasa por encima del suelo (área total de bosques)

Bosque bayo a plan de manejo

Bosques naturales

Plantaciones forestales

Área total bosques

000 ha

000 ha

000 ha

000 ha

%

ha/capita

000 ha/año

%

M3/ha

T/ha

000 ha

%

Australia

768 230

153 143

1 396

154 539

20.1

8.3

-282

-0.2

55

57

154 539

100

Nueva Zelandia

26 799

6 404

1 542

7 946

29.7

2.1

39

0.5

125

217

6 912

87

Total Australia y Nueva Zelandia

795029

159547

2938

162485

20.4

7.2

-243

-0.1

58

65

-

-

Total Oceanía

849096

194775

2848

197623

23.3

6.6

-365

-0.2

55

64

-

-

TOTAL MUNDO

13063900

3682722

186733

3869455

29.6

0.6

-9391

-0.2

100

109

-

-

Fuente: Apéndice 3, Tablas 3, 4, 6, 7 y 9.

Las plantaciones forestales de Nueva Zelandia abarcan más de 1.5 millones de hectáreas (Tabla 39-1) en los cuales el Pinus radiata constituye cerca del 90 por ciento de las plantaciones, y el Pseudotsuga menziesii y el Eucalyptus spp. dan cuenta de la mayor parte restante. En los sitios favorables y bien manejados, el Pinus radiata alcanza tasas de crecimiento excepcionales, con incrementos anuales medios (IAM) que a menudo se aproximan a 24 m3 por hectárea, al año. Los bosques naturales abarcan 6.4 millones de hectáreas y pueden dividirse, a grandes rasgos, en dos tipos principales: bosques de haya, en donde predominan cuatro especies de Nothofagus spp. ("falsa haya"); y bosques de coníferas y latifoliadas que comprenden una asociación compleja de especies, con una cubierta de copa típica que comprende Podocarpus totara, Dacrydium cupressinum y Agathis australis. En general, los bosques lluviosos de las tierras bajas de Nueva Zelandia tienen una cubierta de árboles alta (entre 20 y35 m) y un subpiso denso, mientras que en altitudes mayores, la cubierta de árboles va decreciendo paulatinamente (entre 5 y 15 m) apareciendo más densa (con Nothofagus solandri var. cliffortiodes, que constituye la especie primaria). De manera que los bosques de Nueva Zelandia tienen un promedio relativamente alto de biomasa por hectárea (217 toneladas por hectárea) (Crowe 1992).

El área de plantaciones de Australia abarca cerca de 1.4 millones de hectáreas, de las cuales más del 70 por ciento consiste en especies de maderas suaves. Pinus radiata es la especie que abarca mayor área, mientras que el Eucalyptus spp. comprende casi toda el área de plantaciones de frondosas. El Pinus radiata que se cultiva en Australia alcanza por lo general un incremento anual medio de aproximadamente 20 m3 por hectárea al año, mientras que el incremento anual medio del Eucalyptus spp., en general, se sitúa en el rango de 12 a 19 m3 por hectárea, al año.

Figura 39-2. Australia y Nueva Zelandia: área de bosque natural y plantaciones forestales en 2000 y variaciones netas del área entre 1990 y 2000

Los tipos de bosque natural que predominan en Australia se caracterizan como bosques de Eucalyptus spp. y bosques de Acacia spp. El primer tipo abarca mayor área y comprende el 80 por ciento de la cubierta forestal de Australia. La mayor parte de los bosques de Eucalyptus spp. tiene un "tipo de tierra boscosa" con una cubierta de copa relativamente abierta (de 20 a 50 por ciento de la cubierta de copa), siendo el resto clasificado como bosque mojado o bosque esclerófilo. (Florence 1996). Los bosques de Acacia spp. crecen en todo el país, abarcando cerca de 12 millones de hectáreas y predominan generalmente en áreas en donde la precipitación anual se sitúa por debajo de 500 mm. En la extensión más árida de su rango, la densidad de los árboles decrece, dando paso a tierras boscosas de Acacia spp. de poca altura. La baja densidad de estos tipos de bosque predominantes se refleja en las estimaciones relativamente bajas que se hacen de la biomasa de bosque por hectárea (Tabla 39-1). Los bosques lluviosos tropicales de Australia se extienden a lo largo de las costas de la tierra de Arnhem y de la península de Cabo York, así como a lo largo del litoral este de Queensland septentrional. En Queensland del sur los bosques del litoral se caracterizan mejor como bosques lluviosos templados cálidos, mientras que más al sur, a través de la región costera de Nuevo Gales del Sur, Victoria y Tasmania, crecen los bosques lluviosos templados frescos. Otros tipos de bosque importantes comprenden aquellos que se caracterizan por una predominancia de Melaleuca spp., Casuarina spp., por un lado, y de Callitris spp., por el otro, mientras que los manglares crecen en muchas áreas del litoral (Bureau of Rural Sciences 2000).

Los cambios que se verificaron en las áreas de bosque de Australia y de Nueva Zelandia durante el período comprendido entre 1990 y 2000, son relativamente pequeños, si se les coloca en el contexto mundial. Durante este período Australia registró una deforestación de 282 000 ha anuales, mientras que Nueva Zelandia registró una ganancia neta promedio de área de bosque de 39 000 ha anuales (Tabla 39-1,Figura 39-2). La pérdida neta de bosque de 243 000 ha anuales que se registró en la subregión constituye sólo el 2.6 por ciento de la deforestación mundial. La disminución de área de bosque que se registró en Australia se debe, en parte, al mejoramiento de los métodos de evaluación forestal. El clima generalmente seco de Australia hace que el país sea susceptible a los incendios forestales, y que áreas considerables de bosque y tierras boscosas ardan cada año.

En 1994, por ejemplo, graves incendios ocurrieron en Nueva Gales del Sur, consumiendo 800 000 ha de bosques y tierras boscosas. En Nueva Zelandia, el aumento considerable de las plantaciones compensan ampliamente la modesta disminución que se verificó en las áreas de bosques naturales (buena parte de la cual se debió a una evaluación más precisa, y no tanto a la desaparición física de los bosques) (Emergency Management Australia 2000).

MANEJO Y USO DE LOS BOSQUES

Tanto Australia como Nueva Zelandia proporcionan información que abarca el ámbito nacional, en materia de área de bosques sujeta a planes de manejo, según la definición utilizada por los países industrializados, de bosque sujeto a un plan formal o informal aplicado de manera regular por espacio de un período de tiempo suficientemente largo (cinco años o más) incluyendo las áreas en donde se decidió no ejecutar ningún plan de manejo. Los informes de Australia señalan que todos los bosques se encuentran sujetos a planes de manejo, mientras que en Nueva Zelandia, la cifra proporcionada se limitaba a los bosques manejados principalmente con el fin de suministrar madera, y no para fines de conservación o protección, los cuales a abarcaban el 87 por ciento del área total de bosques. Para la subregión en su conjunto, se informó que aproximadamente 161 millones de hectáreas, o sea el 99 por ciento del área total de bosques, está sujeta a planes de manejo formales o informales.

La base de la planificación del manejo forestal en Australia es un sistema de Acuerdos forestales regionales que se negocian entre el Gobierno del Commonwealth y los gobiernos estaduales, a fin de proporcionar un patrón para el manejo a largo plazo y utilizar los bosques en una región en particular. Los Acuerdos forestales regionales tienen una duración de 20 años y están destinados a: establecer una sistema de reservas de bosque de categoría mundial en Australia; proporcionar certeza a la hora de elaborar planes para las industrias y las comunidades regionales; y garantizar un manejo sostenible, desde el punto de vista ecológico, de los bosques nacionales. Los Acuerdos forestales regionales se aplican a las áreas de bosque productivas desde el punto de vista comercial, las cuales predominan en el país. Otras áreas de bosque están sujetas a una variedad de requisitos de planificación y manejo, así como de reglamentos de índole estadual. (Commonwealth of Australia 2000).

Más del 90 por ciento de las plantaciones forestales de Nueva Zelandia son de propiedad privada y virtualmente todas las plantaciones son manejadas con el fin de producir madera para uso comercial. No existen requisitos legislativos estrictos que regulen el manejo de las plantaciones en el marco de planes formales de manejo, aunque la vasta mayoría se encuentra sujeta a planes detallados. Todos los bosques están sujetos a los requisitos de la Ley de Manejo de Recursos de 1991, la cual regula las actividades de uso de la tierra y bajo la cual muchas operaciones de índole forestal (en particular modo la extracción y la siembra) requieren de la aprobación, a través de un Consentimiento de Recursos, proporcionado por el gobierno local. Una gran mayoría (el 77 por ciento) de los bosques naturales en Nueva Zelandia son de propiedad del Gobierno y son manejados como áreas protegidas por el Departamento de Conservación. Todos estos bosques se encuentran sujetos a planes de manejo para la conservación. La ley de Bosques de 1949 fue enmendada en 1992 con el fin de exigir que las áreas de bosque natural de propiedad privada, sujetas a la explotación comercial, fueran manejadas d acuerdo a planes de manejo forestal sostenible aprobados por el Gobierno. (Environment Australia 1997).

Tanto Australia como Nueva Zelandia se encuentran fuertemente comprometidas con los principios del manejo forestal sostenible. El compromiso de Australia con el manejo sostenible se encuentra expresado formalmente en la Declaración de la Política Forestal Nacional de 1992, destinada al manejo sostenible de todos sus bosques para las generaciones futuras, ya sea que estos se encuentren en las reservas o en las plantaciones forestales o bosques destinados a la producción, o que sean de propiedad pública o privada. La realización de los Acuerdos forestales regionales constituye la iniciativa clave para concretizar este compromiso. Otras iniciativas comprenden: el desarrollo de un estándar forestal australiano, como un medio de certificar las prácticas de manejo forestal en el país; así como el desarrollo de un marco de trabajo para elaborar criterios e indicadores de manejo forestal de índole local. En Nueva Zelandia el compromiso con el manejo forestal sostenible y con el uso sostenible de los recursos se enmarca en la Ley de Manejo Forestal de 1991 y las enmiendas a la Ley de Bosques de 1949. Entre las medidas voluntarias destinadas a mejorar la protección y el manejo sostenible de los recursos forestales de Nueva Zelandia figura el Código de Práctica Forestal de Nueva Zelandia y el Acuerdo Forestal de Nueva Zelandia de 1991. Varios bosques del país han obtenido la certificación del Consejo de Protección Forestal, y actualmente se encuentra en vías de realización una iniciativa para desarrollar un proceso de certificación nacional coherente con los estándares internacionales. Ambos países participan activamente en los principales foros y procesos internacionales destinados a lograr el desarrollo forestal sostenible.

La producción de madera en rollo industrial en Nueva Zelandia se concentra en las plantaciones forestales, las cuales suministran más del 99 por ciento de la cosecha anual del país. Nueva Zelandia produce un volumen considerable de madera, que sobrepasa sus necesidades, razón por la cual cerca del 60 por ciento de la producción actual se exporta de una forma u otra. Vastas áreas de plantaciones se aproximan al grado de madurez y se calcula que la cosecha anual de Nueva Zelandia aumentará notablemente, pasando de 18 millones de metros cúbicos, a más de 30 millones de metros cúbicos en 2010. Australia también cuenta con áreas considerables de plantaciones forestales maduras y se espera que el país se convertirá en exportador neto de productos forestales en el curso de próximo decenio. Actualmente, la cosecha de madera anual de Australia asciende a cerca de 21 millones de metros cúbicos, los cuales se encuentran distribuidos de madera homogénea entre madera de coníferas y de frondosas.

El uso doméstico de leña en Australia y Nueva Zelandia es considerable, pero éste no es objeto de vigilancia regular en ninguno de los dos países. Una estimación (FAO 1997) sugiere que el consumo actual de leña en la subregión es de cerca 3.5 millones de metros cúbicos. La leña no constituye una fuerte importante de producción eléctrica en ninguno de los dos países, aunque existen ejemplos de productos derivados de la madera que están siendo utilizados para generar electricidad en particular modo, las plantas industriales.

Tanto Australia como Nueva Zelandia desarrollaron redes extensas de áreas protegidas. La red terrestre de áreas protegidas en Australia abarca actualmente cerca del 8 por ciento de la superficie de la tierra. Aún más recientemente, la firma de Acuerdos forestales regionales condujo a un fuerte impulso de los bosques en áreas protegidas. En la actualidad, cerca del 42 por ciento de la tierra sujeta a Acuerdos forestales regionales se sitúa en reservas para la conservación. En Nueva Zelandia, el Departamento de Conservación (DOC) se encarga de administrar las áreas protegidas de propiedad estatal; éste departamento engloba cerca de 5 millones de hectáreas (el 77 por ciento) de los bosques naturales. Otras 70 000 ha de bosques naturales de propiedad privada cuentan con el reconocimiento formal de área protegida a través de una serie de acuerdos y pactos (Environment Australia 1997; Commonwealth Forests Taskforce 2000).

CONCLUSIONES Y TEMAS

Las fechas proporcionadas por Australia y Nueva Zelandia a FRA 2000 son tanto confiables como indicativas de que estos países cuentan con sistemas bien desarrollados de vigilancia y de realización de inventarios. Los sistemas utilizados para recolectar información y datos relativos a las plantaciones forestales en cada país figuran entre los más exhaustivos del mundo. Los sistemas para realizar inventarios forestales están menos desarrollados, pero ambos países están cumpliendo esfuerzos considerables para mejorar sus datos y en los próximos años se verá que estos cuentan con sistemas comparables a los de los países líderes en el sector forestal.

Ambos países se encuentran en buena posición para cumplir con los compromisos que requiere el manejo forestal sostenible. En cuanto países desarrollados desde el punto de vista económico, que cuentan con pocas presiones poblacionales y de uso de la tierra, ambos tienen las capacidades físicas y financieras, así como la voluntad política hasta ahora expresada, para alcanzar un alto grado de desempeño en el manejo forestal. Estas capacidades se reflejan en la existencia de proporciones relativamente altas de bosques ubicados en áreas formalmente protegidas, y en el establecimiento de grandes extensiones de plantaciones forestales, como medio de reducción de las presiones industriales sobre los bosques naturales, así como en el progreso considerable que ha alcanzado la ejecución de mecanismos de apoyo al desarrollo forestal sostenible.

Los temas forestales claves que requieren atención en Australia se refieren principalmente a la necesidad de lograr un equilibrio aceptable entre las dimensiones económica, social y ambiental del sector forestal. Los Acuerdos forestales regionales constituyen un mecanismo para alcanzar este equilibrio, al menos en lo que concierne el logro de acuerdos entre el Gobierno del Commonwealth y los gobiernos estaduales; sin embargo, existe una disparidad considerable, en sentido más amplio, entre las percepciones de los distintos actores acerca del relieve que deberían tener a los objetivos de conservación de la naturaleza, en comparación con los objetivos de desarrollo económico. Una dimensión aparte la constituyen los aspectos sociales del sector forestal y, en particular modo, la manera en que los derechos y aspiraciones de índole forestal de los pueblos aborígenes de los habitantes del estrecho de Torres pueden reconciliarse con los marcos nacional y regional de manejo sostenible del bosque.

Los principales cambios que enfrenta el sector forestal de Nueva Zelandia residen en dos esferas distintas. En los bosques naturales sigue existiendo una tensión perceptible entre los puntos de vista conservacionista y de manejo multiuso. En años recientes, se ha verificado una tendencia a reducir la ya modesta actividad forestal industrial en los bosques naturales. Al mismo tiempo, esto ha eliminado un componente importante de la capacidad que los bosques naturales tienen de generar ingresos para el mejoramiento del manejo forestal. Los administradores de los bosques naturales, en consecuencia, dependen cada vez más de la financiación directa por parte del Gobierno para llevar a cabo un manejo eficaz, y en algunas áreas esta ha sido insuficiente para proporcionar una protección adecuada contra especies animales introducidas, sobre todo el ciervo rojo y la zarigueya australiana de cola de cepillo. En las plantaciones forestales de Nueva Zelandia, los temas principales se refieren a los desafíos de comercializar rápida y eficazmente la creciente oferta de madera. Lo cual conlleva el desarrollo de una capacidad de procesamiento de valor agregado considerable y la apertura de nuevos mercados de exportación, pero también garantizar que la madera que producen las plantaciones satisfaga las expectativas de un mercado con conciencia ambiental, por ejemplo, a través del desarrollo de un sistema de certificación aceptado internacionalmente, así como un continuo mejoramiento del manejo forestal de las plantaciones.

BIBLIOGRAFÍA

Bureau of Rural Sciences. 2000. Forest information. Agriculture, Fisheries and Forestry - Australia. www.affa.gov.au/docs/rural_science/nfi/forestinfo/info.html

Commonwealth Forests Taskforce. 2000. The CAR reserve system. RFA Forest news - Agosto de 2000. Commonwealth de Australia.

Commonwealth of Australia. 2000. Regional Forest Agreements. www.rfa.gov.au/

Crowe, A. 1992. Which native tree? Auckland, Nueva Zelandia, Penguin Books.

Emergency Management Australia. 2000. Wildfire prevention in Australia. United Nations 2000 World Disaster Reduction Campaign. www.unisdr.org/unisdr/infokitaustra.htm

Environment Australia. 1997. National reserve system - terrestrial and marine protected areas in Australia. Canberra, Department of Environment and Heritage.www.ea.gov.au/parks/nrs/protarea/paaust/index.html

FAO. 1997a. In-depth country study - New Zealand, by C. Brown. Asia Pacific Forestry Sector Outlook Study. Working Paper No. 5. Roma. www.fao.org/forestry

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Florence, R.G. 1996. Ecology and silviculture of eucalypt forests. Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO).

Nueva Zelandia. Ministry of Agriculture and Forestry (MAF). 1997. Indigenous forestry sustainable management - a guide to plans and permits. Wellington, Nueva Zelandia. www.maf.govt.nz/MAFnet/sectors/forestry/indig/httoc.htm

Nueva Zelandia. MAF. 2000. National exotic forest description: national and regional wood supply forecasts 2000. Wellington, Nueva Zelandia.


[51] Para obtener mayores detalles por país, consulte www.fao.org/forestry

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