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CAPÍTULO 5. CONFERENCIA SOBRE EL SECTOR PESQUERO

¿HASTA QUÉ PUNTO SON IDÓNEAS LAS BIOTECNOLOGÍAS ACTUALMENTE DISPONIBLES PARA EL SECTOR PESQUERO EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO?

5.1 DOCUMENTO DE ANTECEDENTES

5.1.1 Introducción

Las biotecnologías para la pesca y la acuicultura consisten en una variedad de técnicas que ofrecen la posibilidad de aumentar la tasa de crecimiento de las especies cultivadas, mejorar el valor nutritivo de los piensos utilizados en la acuicultura, mejorar la salud de los peces, facilitar el restablecimiento y la protección del medio ambiente, ampliar la variedad de especies acuáticas y mejorar la ordenación y conservación de las especies que viven en libertad. En esta conferencia la atención se centra en las biotecnologías genéticas, y se tratan brevemente tecnologías reproductivas y basadas en bancos de genes, así como la idoneidad de su aplicación en el sector pesquero de los países en desarrollo. Es importante tener presente que en los países en desarrollo el volumen de los productos pesqueros procedentes de la acuicultura, la pesca continental y la pesca marítima es mayor que en que los países desarrollados. La lista de las biotecnologías examinadas no es exhaustiva, pero debería ser suficiente para estimular el debate en la conferencia.

La gran mayoría de los recursos genéticos acuáticos se encuentran en las poblaciones de peces, invertebrados y plantas acuáticas que viven en libertad. FISHSTAT, la base de datos de la FAO sobre estadísticas pesqueras, enumera 1 235 taxones de especies acuáticas comunes que son explotadas por el hombre en las principales pesquerías; los pequeños pescadores capturan varios miles de especies más. También contiene información sobre 440 especies que se cultivan, pero 20 de estos taxones representan por sí solos el 80 por ciento de la producción acuícola mundial. La domesticación de especies acuáticas no ha avanzado en la misma medida que en los sectores agrícola y ganadero. Las biotecnologías genéticas deben utilizarse tanto para facilitar la ulterior domesticación de especies acuáticas como para ayudar a ordenar y conservar los recursos genéticos de las poblaciones que viven en libertad.

5.1.2 Biologías genéticas para el sector pesquero

En este documento de antecedentes se ofrece un resumen de las biotecnologías recientemente elaboradas que podrían utilizarse por vez primera o más ampliamente en el sector pesquero de los países en desarrollo. Entre las biotecnologías que pueden utilizarse en la pesca y la acuicultura se incluyen las que facilitan la ordenación de los recursos genéticos y las que tienen como finalidad el mejoramiento genético.

En el caso de la ordenación de los recursos genéticos, se pueden utilizar marcadores para identificar unidades de ordenación y especies amenazadas con el fin de facilitar la ordenación pesquera y también para contribuir a la ordenación de material de reproducción en programas de repoblación. Estos marcadores pueden ser genes, secuencias de proteínas (es decir, productos de genes) del ADN o la expresión fenotípica de genes (diferentes colores, formas, etc.). En el decenio de 1960, el análisis de proteínas reveló una gran diversidad genética en las poblaciones que viven en libertad. El análisis de proteínas es en la actualidad relativamente rápido y barato, pero requiere el almacenamiento y el transporte en estado de congelación de muestras de tejidos. El análisis del ADN se está convirtiendo en el método preferido, dado que se necesita una pequeña cantidad de tejido, éste puede almacenarse seco o en alcohol y el análisis del ADN revela mucha más variación genética que el análisis de proteínas.

Existen varios tipos de marcadores basados en el ADN, como por ejemplo los polimorfismos de longitud de los fragmentos de restricción (PLFR), los polimorfismos de longitud de los fragmentos ampliados (PLFA), el ADN polimórfico de ampliación aleatoria (APAA) o los microsatélites. Se pueden utilizar estos y otros tipos de marcadores para analizar las frecuencias génicas y la variación genética dentro de diferentes grupos de peces y entre ellos. Estudios realizados aplicando estas tecnologías a poblaciones de peces han revelado niveles altos de variación genética distribuida a lo largo del genoma de los peces.

Las tecnologías de mejoramiento genético abarcan una variedad de técnicas que requieren diferentes grados de conocimientos y recursos. La manipulación de los juegos de cromosomas (es decir, la inducción de la poliploidia) es una técnica reconocida para aumentar el número de juegos de cromosomas (ploidía) en un organismo. Se pueden aplicar a los huevos de los peces choques térmicos, químicos y de presión para producir individuos triploides (con tres juegos de cromosomas) que tengan los rasgos deseables. La reversión sexual y la producción de grupos de peces de un único sexo es también una técnica sencilla que combina el tratamiento hormonal y la manipulación de los juegos de cromosomas.

La hibridación, es decir el apareamiento de grupos genéticamente diferentes de la misma especie (hibridación intraespecífica) o de especies diferentes (hibridación interespecífica), es una técnica actualmente fácil de aplicar debido al mayor conocimiento de la biología reproductiva. Se puede utilizar para combinar rasgos favorables de dos especies diferentes en un solo grupo de peces o para transferir una característica de un grupo a otro. Un problema es que el cruzamiento de híbridos con híbridos da como resultado un grupo no uniforme ni predecible de peces que por lo general no son muy adecuados para su cultivo. Por consiguiente, para producir híbridos es necesario mantener puras las líneas parentales. Estas técnicas de mejoramiento genético se consideran estrategias a breve plazo, en las que las mejoras pueden observarse al cabo de una o dos generaciones.

El cultivo selectivo es una actividad a más largo plazo, en la que las mejoras se acumulan en cada una de las generaciones de la selección. Los marcadores moleculares pueden aumentar la eficacia del cultivo selectivo al facilitar la identificación de los lugares de rasgos cuantitativos (LRC), es decir los genes que controlan caracteres complejos como la tasa de crecimiento y la tolerancia ambiental, y permitir además la utilización de marcadores moleculares para identificar individuos o familias deseables.

La ingeniería genética y la producción de organismos transgénicos son esferas importantes de investigación y desarrollo en la acuicultura. Se trata de una estrategia a plazo medio en la que la obtención y el ensayo de líneas transgénicas estables requieren tiempo. Las grandes dimensiones y el carácter resistente de muchos huevos de peces permiten manipularlos con bastante facilidad y facilitan la transferencia de genes mediante la inyección directa de un gen exógeno o mediante electroporación, con la ayuda de un campo eléctrico.

En las tres secciones siguientes, se examinan brevemente las biotecnologías actualmente disponibles en el contexto de la ordenación pesquera, la acuicultura y la conservación, respectivamente.

5.1.3 Biotecnologías para la ordenación pesquera

Los encargados de la ordenación de recursos, los responsables de la formulación de políticas y la comunidad internacional reconocen cada vez más la importancia que puede tener la aplicación de principios genéticos para la utilización sostenible y la conservación de los recursos acuáticos vivos. Para ser eficaz, la ordenación de la pesca requiere información sobre los recursos pesqueros. Entre los principales elementos de esa información se incluyen los siguientes:

El análisis genético de los recursos permite atender esas necesidades de información. Las frecuencias génicas y genotípicas de los diferentes marcadores pueden proporcionar información, entre otras cosas, sobre la identificación de las especies, la estructura de las poblaciones, la hibridación y el flujo de genes. A menudo, los datos de otras fuentes, como por ejemplo estudios de peces marcados o de caracteres externos de los peces, no permiten obtener esa información o son sumamente difíciles de recopilar en determinadas zonas como grandes sistemas fluviales, llanuras anegadas o zonas marítimas.

La utilización de datos de proteínas y ADN en la ordenación pesquera requiere la recopilación de información genética de referencia (o de antecedentes). Se han utilizado datos genéticos para determinar las diferencias entre subgrupos de salmones del Pacífico noroccidental. Para ello fue preciso analizar cientos de poblaciones de salmón, pero una vez concluido el análisis, se identificaron las poblaciones amenazadas, se estimaron los niveles de migración y se calculó la contribución de las diferentes poblaciones a una pesquería oceánica constituida por una combinación de poblaciones.

Se ha utilizado información de proteínas y ADN para identificar especies amenazadas que o bien se capturan de manera involuntaria o bien se pescan ilegalmente de manera voluntaria. El análisis del ADN de carne de ballena vendida legalmente reveló que muchas muestras procedían de especies protegidas de ballenas y delfines. Las especies de tiburón son a menudo difíciles de identificar porque sólo se ponen a la venta las aletas o la carne; se puede recurrir al análisis del ADN para identificar las especies de las que proviene el tejido, lo que tiene la ventaja adicional de que se pueden estudiar muestras de tejidos secos o poco frescos procedentes de los mercados.

5.1.4 Biotecnologías para la acuicultura

Las biotecnologías genéticas utilizadas en la acuicultura están orientadas sobre todo a aumentar las tasas de crecimiento, pero también se aplican para incrementar la resistencia a las enfermedades o la tolerancia ambiental. Hay varias biotecnologías que pueden aplicarse a las especies acuáticas cultivadas.

El cultivo selectivo, es decir el sistema tradicional de cría, se inició con la carpa común hace varios miles de años. Sin embargo, sólo recientemente se ha aplicado a algunas otras especies de peces comestibles, como el bagre, la trucha y la tilapia. Por consiguiente, muchas especies acuáticas cultivadas son muy similares a las especies afines que viven en libertad. Gracias a programas de cultivo selectivo han obtenido aumentos significativos y constantes del 5 al 20 por ciento por generación en especies como el salmón del Atlántico, el bagre y la tilapia.

La hibridación es una tecnología genética sencilla que se ha vuelto más fácil con la elaboración de técnicas de reproducción artificial, como la utilización de extractos de glándula pituitaria y otras hormonas para iniciar la producción de gametos e inducir el desove (es decir, la deposición de huevos), y la mejor comprensión de los factores ambientales que influyen en la reproducción, como la duración del día, la temperatura o la corriente del agua. Los piscicultores pueden actualmente controlar muchos de los mecanismos naturales de aislamiento reproductivo que desarrollan las especies en libertad.

Estas mejoras de las tecnologías reproductivas han sido también de gran ayuda para los intentos de los acuicultores de domesticar especies acuáticas. Además, al posibilitar la eliminación de las limitaciones naturales y la elección del momento de la reproducción, los piscicultores pueden aparear muchas más especies en las épocas más favorables y contribuir así a garantizar un suministro estable y constante de pescado a los mercados.

Se puede recurrir a la manipulación de los juegos de cromosomas para producir organismos triploides que por lo general no canalizan la energía hacia la reproducción debido a los problemas causados por el desarrollo de los órganos reproductivos. Al principio se pensó que este ahorro de energía daría lugar a un aumento de la tasa de crecimiento, pero al parecer no es así. La ventaja real de los triploides parece residir en su esterilidad funcional. Por ejemplo, las ostras triploides no producen gónadas (es decir, glándulas reproductivas), por lo que pueden comercializarse en épocas del año en que las ostras naturales tienen mal sabor debido a la producción de gametos (es decir, células sexuales como el óvulo o huevo (hembra) y el esperma (macho)).

En la acuicultura, uno de los sexos suele ser más deseable que el otro. Por ejemplo, la hembra del esturión produce caviar, el macho de la tilapia crece más deprisa que la hembra, mientras que las hembras de la trucha y del salmón crecen por lo general más deprisa que los machos. La producción de grupos de peces de un único sexo se beneficia de estas diferencias entre sexos y puede realizarse mediante la manipulación de los gametos y embriones en desarrollo. Esta manipulación puede revestir la forma de desnaturalización (es decir, destrucción) del ADN en los gametos, seguida de la manipulación de los juegos de cromosomas o de la reversión hormonal del sexo y la posterior reproducción. Se puede cambiar el sexo fenotípico de muchas especies acuáticas administrándoles las hormonas adecuadas. Por ejemplo, se puede convertir tilapias genéticamente machos en hembras mediante tratamientos con estrógenos. Cuando estos machos genéticos se aparean con machos normales producen un grupo de tilapias, machos en su totalidad, que crecen más deprisa y tienen menos apareamientos no deseados (los cuales dan lugar al hacinamiento y al retraso del crecimiento) que un grupo de tilapias de ambos sexos. Algunos de los descendientes del grupo formado en su totalidad por machos tendrán dos cromosomas masculinos y podrán utilizarse como reproductores para generaciones posteriores, evitando con ello la utilización de hormonas en el material de reproducción. También puede recurrirse a la hibridación para producir grupos de peces de un único sexo, cuando los mecanismos que determinan el sexo en las líneas parentales son diferentes (por ejemplo, hibridación de tilapia del Nilo y tilapia azul).

Ingeniería genética es un término vago que ha llegado a ser casi sinónimo de transferencia de genes, es decir producción de peces transgénicos u OMG. Esta tecnología avanza rápidamente y en la actualidad es posible transferir genes entre especies genéticamente distanciadas. En los peces, esta transferencia ha estado relacionada normalmente con los genes que producen la hormona del crecimiento y se ha demostrado que aumenta espectacularmente la tasa de crecimiento de la carpa, el bagre, el salmón, la tilapia, el misgurno y la trucha. Se insertó en el salmón un gen procedente de la solla roja que produce una proteína anticongelante, con la esperanza de ampliar la zona de distribución del cultivo de ese pez. El gen no produjo la proteína suficiente para ampliar la zona de distribución del salmón a aguas más frías, pero sí permitió que el salmón siguiera creciendo durante los meses fríos en que el salmón no transgénico no crece. La tecnología transgénica se encuentra actualmente en una fase de investigación y desarrollo. Que sepamos, no hay plantas acuáticas ni animales transgénicos a disposición de los consumidores.

5.1.4.1 Crioconservación

La crioconservación es una técnica basada en las bajas temperaturas cuyo desarrollo ha permitido almacenar gametos durante períodos más o menos largos. En la actualidad, esta técnica sólo puede aplicarse a los gametos masculinos; por lo general, los huevos y embriones no pueden almacenarse de ese modo. La congelación de los gametos permite aumentar la flexibilidad de un pez reproductor, especialmente cuando se crían especies en que los peces de uno y otro sexo maduran o migran en épocas diferentes, cuando la época de la reproducción es muy breve, cuando los reproductores están muy alejados o cuando uno de los sexos es excepcionalmente raro.

5.1.4.2 Salud de los peces

Se están utilizando biotecnologías genéticas para mejorar la salud de los peces mediante la selección convencional para aumentar la resistencia a las enfermedades y mediante la utilización de la investigación molecular de los patógenos con fines de caracterización y diagnóstico. En la actualidad se recurre a tecnologías basadas en el ADN para caracterizar diferentes especies y cepas de patógenos. La caracterización genética de los patógenos puede revelar también información sobre su origen; por ejemplo, el análisis del ADN reveló la presencia de dos cepas del hongo causante de la peste del cangrejo de río en Suecia, una procedente de especies locales y otra originaria de Turquía. Una vez caracterizado el patógeno, se pueden elaborar sondas de ADN para detectar patógenos específicos en el tejido, en animales enteros e incluso en muestras de agua y suelo. Estas técnicas se están utilizando para detectar enfermedades víricas del camarón marino en todo del mundo y patógenos bacterianos y fúngicos de peces en muchas zonas.

También se están elaborando vacunas mediante ingeniería genética para proteger a los peces contra los patógenos. Se ha demostrado recientemente que la inmunización de la trucha arco iris con el gen de una glucoproteína procedente del virus que causa la septicemia hemorrágica vírica induce altos niveles de protección contra el virus. También se está trabajando en la inmunización contra otras enfermedades de carpas, salmones y otros peces con vacunas obtenidas mediante ingeniería genética.

Las nuevas técnicas moleculares son sumamente sensibles y permiten identificar patógenos en peces mucho antes de que aparezcan signos clínicos de la enfermedad. Esto tiene consecuencias para la cuarentena y el comercio de especies acuáticas, que actualmente se rige por las normas de la Organización Mundial del Comercio y la Oficina Internacional de Epizootias. Se puede restringir el comercio en función del estado patológico de un producto o región; la identificación de cantidades minúsculas de un patógeno o de una nueva cepa de un patógeno existente puede modificar o afectar de algún otro modo la estructura del comercio.

5.1.4.3 Sistemas de cultivo

Los sistemas de cultivo de las especies acuáticas son diversos y comprenden desde las piscifactorías a escala industrial hasta los estanques familiares y las pesquerías basadas en el cultivo (repoblación), en países tanto desarrollados como en desarrollo. Con frecuencia, existe una división del proceso de producción en la que el proveedor de crías produce alevines (es decir peces pequeños, especialmente los que tienen menos de un año de edad) o huevos, cuyo crecimiento hasta que los peces alcanzan el tamaño al que pueden comercializarse se realiza en otro lugar. En el caso del salmón, hay con frecuencia un proveedor de crías que explota un criadero cerca de un río, un productor de alevines en un lago de agua dulce y otro grupo que cría los peces en el mar hasta que alcanzan el tamaño apropiado para su comercialización. Los criaderos de camarones marinos en Asia suelen ser pequeñas empresas familiares, mientras que en América Latina esta actividad se realiza a una escala más industrial. La idoneidad de las biotecnologías genéticas varía en función de los sistemas.

5.1.5 Biotecnologías para la conservación

Se pueden utilizar biotecnologías genéticas para reducir los efectos de los peces cultivados sobre las poblaciones que viven en libertad, identificar y ordenar las especies amenazadas y ordenar poblaciones cautivas en acuarios o en programas de recuperación de especies. En varias zonas, es necesario conseguir que los peces cultivados sean triploides, es decir estériles, para reducir sus efectos sobre las poblaciones que viven en libertad en caso de que se escapen de la piscifactoría. Por lo general, la utilización prevista de peces transgénicos incluye también la condición de que sean estériles para reducir las probabilidades de que se mezclen con otros peces. Se puede combinar la manipulación genética con la poliploidización para regenerar especies amenazadas. Esto puede hacerse a partir de esperma congelado, desnaturalizando el ADN de un huevo de una especie afín, fecundando ese huevo con esperma congelado de la especie amenazada y duplicando luego el juego de cromosomas del huevo fecundado.

5.1.6 Algunos factores que deben tenerse en cuenta en el debate

La pregunta principal que se plantea en esta conferencia es la siguiente: ¿hasta qué punto son idóneas actualmente las diferentes biotecnologías para los sectores pesqueros y acuícola de los países en desarrollo?

Al responder a la pregunta sobre la idoneidad han de tomarse en consideración los elementos siguientes:

5.2 DOCUMENTO RESUMIDO

En el documento de antecedentes preparado para esta conferencia se ofreció una breve reseña de algunas de las principales biotecnologías, entre ellas la utilización de marcadores de proteínas o de ADN, la triploidización, la reversión del sexo, la hibridación, el cultivo selectivo, la congelación de gametos masculinos, la modificación genética de los peces y, por último, las tecnologías basadas en el ADN para diagnosticar y caracterizar patógenos de los peces y elaborar vacunas. Estas biotecnologías se examinaron en el contexto de las tres esferas principales: ordenación pesquera, acuicultura y conservación.

Sin embargo, los participantes en la conferencia se centraron en gran medida en una única biotecnología, la utilización de la modificación genética, y en una única esfera, la acuicultura. De los 26 mensajes publicados durante la conferencia, 19 se refirieron exclusivamente a este tema. Aparte de la modificación genética, también hubo un amplio debate sobre la tecnología de la triploidización, pero sólo en el contexto de su aplicación a los peces modificados genéticamente.

En el documento de antecedentes se mencionaron también diversos factores (como los efectos sobre la salud humana, la situación con respecto a los derechos de propiedad intelectual, los costos o la creación de la capacidad necesaria) que podrían influir en la idoneidad de las diferentes biotecnologías. Pero, una vez más, un único factor dominó el debate: el posible riesgo ecológico o impacto ambiental de los peces modificados genéticamente.

En la Sección 5.2.1 del presente documento, se intenta resumir los principales elementos del debate. Se incluyen referencias concretas a los mensajes publicados, en los que se indica el apellido del participante y la fecha de publicación (día/mes del año 2000). Los mensajes pueden consultarse en: www.fao.org/biotech/logs/c4logs.htm. En la Sección 5.2.2 se indican el nombre y país de los participantes que enviaron los mensajes a los que se hace referencia. No se recibieron mensajes de algunos países en desarrollo (Brasil, China y Cuba) que tienen en marcha programas de biotecnología pesquera.

5.2.1 Asuntos debatidos en la conferencia

5.2.1.1 Naturaleza de los peces modificados genéticamente

Hubo discrepancias básicas en cuanto a las diferencias entre los peces que han sido modificados genéticamente y los que no lo han sido. Muir (1/9) sostuvo que los peces modificados genéticamente son muy diferentes porque conservan todas las ventajas de la especie en libertad, al tiempo que el gen transferido (transgén) confiere a cada pez importantes ventajas, como poder desovar en diferentes épocas u ocupar nuevos hábitat. Y, a la inversa, el transgén puede hacer también que los individuos sean menos aptos que los que ejemplares que viven en libertad, al afectar a rasgos como la supervivencia de peces inmaturos (Muir, 30/8). Moav (4/9 y 28/9) sostuvo que las líneas de peces modificados genéticamente son similares a las líneas parentales domesticadas que los han creado y que su superioridad genética en cuanto a rasgos como la tasa de crecimiento o la resistencia a enfermedades es similar a la que podría conseguirse a lo largo de muchos años de reproducción selectiva convencional.

5.2.1.2 Producción de peces modificados genéticamente en los países en desarrollo

En la actualidad no existe una producción comercial de peces modificados genéticamente ni en los países desarrollados ni en el mundo en desarrollo. Sin embargo, Norris (23/8), predijo que en un plazo de cinco años aproximadamente, la producción de peces modificados genéticamente para el consumo humano sería una realidad. Argumentó que había dos razones por las que esto podría suceder en un país en desarrollo como Chile. En primer lugar, Chile es un importante productor de peces cultivados, por lo que representa un posible mercado de gran envergadura para la tecnología. En segundo lugar, la oposición de los consumidores a los OMG en general es mucho menos intensa que en los países desarrollados, observación que hizo también Mair (15/9). Halos (12/9) destacó que en los países en desarrollo con una población densa y creciente, la prioridad es proporcionar a las personas alimentos porque “los pobres no se preocupan de ahorrar para el mañana, ya que temen que, de cualquier forma, el mañana no llegue para ellos”. Mair (15/9) llegó a la conclusión de que, cuando la seguridad alimentaria fuera un problema de primer orden, se concedería menos importancia a las preocupaciones por los efectos de los peces modificados genéticamente sobre el medio ambiente y la salud humana, lo que podría dar lugar a que la utilización de peces modificados genéticamente en la acuicultura se produjera primero en los países en desarrollo que en los desarrollados.

5.2.1.3 Posibles efectos ambientales de los peces modificados genéticamente

Como se mencionó anteriormente, este fue el tema más importante que abordaron los participantes durante la conferencia. Los debates se centraron en cuatro esferas principales:

a) Cultivo de peces modificados genéticamente donde existen especies afines en libertad

Muir (30/8) señaló que, a diferencia de lo que sucede con los animales domesticados, los peces genéticamente modificados domesticados pueden escaparse a un ecosistema en el que hay ejemplares en libertad de la misma especie no modificados genéticamente (un caso hipotético sería, por ejemplo, el de la producción de salmón transgénico en el Océano Atlántico). Sostuvo que esto era un motivo de gran preocupación porque: a) los ejemplares de la especie en libertad formarían probablemente parte integrante del ecosistema y éste podría verse afectado por la alteración de la especie; y b) los ejemplares escapados podrían propagarse cruzándose con miembros de la especie afín en libertad.

A este respecto, Muir (30/8 y 1/9) resumió los resultados de un estudio del que había sido coautor en 1999. En él se examinaban, utilizando un modelo teórico, las posibles consecuencias de que un pequeño número de peces modificados genéticamente se escaparan y aparearan con miembros de una especie afín en libertad. Sus resultados demostraban que, si el transgén aumentaba las posibilidades de éxito en el apareamiento pero reducía la viabilidad de la descendencia transgénica, la población local de peces podría llegar a extinguirse. Halos (31/8) señaló que la introducción de una nueva estirpe de peces o de una estirpe superior cultivada por medios convencionales podría tener las mismas consecuencias en una población de peces en libertad, y que ese fenómeno no era por consiguiente exclusivo de los peces modificados genéticamente. Informó de que esto había sucedido ya con la estirpe autóctona de bagres en Filipinas.

En cuanto a las fugas de peces, tanto Halos (12/9) como Mair (15/9) describieron los problemas, debidos especialmente a los grandes contrastes ambientales, que ocasionaba la aplicación de estrategias de gestión de riesgos en los países en desarrollo. Basándose en su experiencia, Mair (15/9) afirmó: “No es posible garantizar que un pez domesticado no pueda escaparse de unas instalaciones de acuicultura”.

Halos (31/8) alegó que, si un pez modificado genéticamente se apareaba con miembros de una especie afín en libertad, ello podría aumentar la diversidad genética de la población en libertad. Muir (1/9), sin embargo, rechazó esa tesis, afirmando que un pez modificado genéticamente (o una especie exótica de peces no modificados genéticamente) tal vez aumente la diversidad a corto plazo, pero a la larga elimina a los competidores.

b) Cultivo de peces modificados genéticamente donde no existen especies afines en libertad

Moav (4/9) señaló que en su país, Israel, se habían importado carpas de Europa y que la carpa transgénica (con unas tasas más altas de crecimiento) que se había obtenido en Israel no plantearía esos problemas, ya que no había una población autóctona de carpas. Muir (5/9) indicó que la cuestión de la producción de peces modificados genéticamente en regiones donde no existe esa especie en libertad tenía gran importancia y que podían citarse varios otros ejemplos, tales como la producción de tilapia transgénica en Cuba o de salmón del Atlántico transgénico en el Pacífico. En su opinión, iniciativas de este tipo planteaban dos problemas principales:

c) Triploidización

En el contexto de las preocupaciones expresadas acerca de los posibles riesgos ecológicos del apareamiento de peces modificados genéticamente con ejemplares de especies afines en libertad no modificados genéticamente, se planteó la posible aplicación de la triploidización a los peces modificados genéticamente para asegurar su esterilidad (Ibarra, 6/9). Benfey (6/9) señaló que existían tecnologías fiables para obtener peces triploides en el caso de los salmónidos y que era un sistema sencillo de garantizar que no se reprodujesen en caso de que escaparan. También indicó que tal vez las empresas que producían peces transgénicos desearan vender únicamente peces estériles para proteger su inversión.

En teoría, se podía someter a prueba cada uno de los peces modificados genéticamente para asegurarse de que eran triploides antes de distribuirlos, procedimiento que se había aplicado ya en ciertos casos a la carpa herbívora en los Estados Unidos de América (Benfey, 7/9; Kapuscinski, 22/9). Sin embargo, Chevassus (11/9), señaló que era posible realizar pruebas para determinar la triploidía, pero no la esterilidad, y que en algunas especies, aunque no en los salmónidos, un número más o menos grande de individuos triploides podían ser de hecho fecundos. Muir (6/9) alegó también que en realidad es muy difícil cuantificar el éxito de una técnica de esterilización como la triploidización cuando la probabilidad real de fracaso es muy baja (por ejemplo, una entre un millón), porque, para cuantificarla de modo fiable, puede ser necesario someter a prueba un número de peces sumamente grande, superior al normal.

Muir (11/9) señaló también que, aunque los machos triploides sean estériles, podrían aparearse con hembras fecundas de la especie en libertad, entorpeciendo con ello la reproducción de la población de esa especie. Para evitar ese problema, propuso que, además de asegurarse de que los peces modificados genéticamente son triploides, se les someta a una reversión de sexo, de manera que sólo se críen hembras. Mork (11/9) informó de que un Grupo de Trabajo sobre Aplicación de la Genética en la Pesca y la Maricultura, dependiente del Comité de Maricultura del Consejo Internacional para la Exploración del Mar, había examinado la cuestión de la triploidización durante el decenio de 1990. Este trabajo había estado impulsado por el descubrimiento de que algunas ostras del Pacífico (Crassostrea gigas) anteriormente triploides, introducidas en la costa oriental de los Estados Unidos de América, recuperaban la condición diploide. Un informe de 1995 llegaba a la conclusión de que “en la actualidad no existe ninguna técnica de triploidización/esterilización en gran escala cuya eficacia esté garantizada en un 100 por ciento”.

Mair (15/9) señaló que había de hacerse otra salvedad en cuanto a la aplicación de la triploidización en el cultivo de peces modificados genéticamente en los países en desarrollo: “La aplicación de la triploidía a poblaciones explotadas con fines comerciales (principalmente salmónidos y carpas herbívoras) se ha limitado a las especies que suelen reproducirse mediante fecundación artificial e incubación. Rara vez se utiliza la fecundación artificial en la mayoría de las especies más importantes para la acuicultura de los países en desarrollo (a saber, tilapias y carpas), por lo que es muy poco probable que se pueda aplicar la triploidía a escala comercial”.

d) Bioseguridad

Los debates sobre las posibles consecuencias de la fuga de peces modificados genéticamente y la utilización de tecnologías como la triploidización para reducir al mínimo los posibles riesgos sacaron a la luz el tema de la bioseguridad que, definida en forma amplia en relación con los OMG, entraña la evaluación y vigilancia de los efectos del posible flujo de genes, la competitividad y los efectos sobre otros organismos, así como los posibles efectos perjudiciales de los productos sobre la salud de las personas y los animales. Ibarra (6/9) señaló que en el sector pesquero de los países en desarrollo había una falta sustancial de recursos humanos con una formación en materia de genética y que esto podía dar lugar a una situación en la que “biotecnologías potencialmente de alto riesgo se apliquen sin una cuidadosa evaluación”. Norris (23/8) expresó también el temor de que se puedan introducir peces modificados genéticamente en países en desarrollo “sin tomar en consideración siquiera la evaluación del riesgo de esa introducción”. Ashton (25/9) insistió en que, antes de distribuir en países en desarrollo cualquier pez, modificado genéticamente o no, eran necesarios unos protocolos de bioseguridad, unos instrumentos jurídicos y unos procedimientos adecuados en lo concerniente a las obligaciones, así como una estructura clara de responsabilidades con respecto a los daños que su distribución pudiera causar a los países. Del Valle Pignataro (27/9) lamentó que, en el caso de la introducción de especies no autóctonas (modificadas o no genéticamente) en países en desarrollo, no fuera posible establecer unos sistemas rigurosos de reglamentación y vigilancia, debido a factores como la baja prioridad económica o la falta de recursos humanos calificados.

Gjoen (5/9) alegó que era difícil prever todos los riesgos que entrañaban los peces modificados genéticamente, y que se debía dar prioridad al principio de precaución, opinión que fue compartida por Ashton (25/9). En algunos mensajes se subrayó la necesidad de llevar a cabo una evaluación de los riesgos sobre una base científica sólida (Moav, 4/9; Muir, 5/9; Gjoen, 5/9; Moav, 28/9).

5.2.1.4 Utilización de la modificación genética frente a otras alternativas

La modificación genética dominó los debates en la conferencia. Sin embargo, algunos participantes examinaron de hecho otras biotecnologías y otros aspectos de la acuicultura en los países en desarrollo. Doering (25/9) opinó que, con pocas excepciones, los peces cultivados actualmente pertenecen a especies que viven en libertad y que una reproducción selectiva con ayuda de métodos moleculares permitiría obtener enormes beneficios en cuanto a rasgos como la productividad, la tasa de crecimiento o la supervivencia. Sostuvo que, aparte de las preocupaciones que suscitan los posibles efectos sobre el medio ambiente, “los animales acuáticos transgénicos no son sensibles ni rentables en relación con el historial genético de un animal en libertad y los enormes aumentos de productividad que pueden conseguirse mediante una reproducción selectiva intensiva”. Norris (23/8) subrayó también que muchos países en desarrollo estaban “necesitados de ayuda práctica y de asesoramiento para elaborar unas buenas prácticas de reproducción y cría en la acuicultura que beneficiarían enormemente a sus programas”.

Ibarra (6/9) indicó que la mayoría de las biotecnologías genéticas actualmente disponibles son muy apropiadas para los países en desarrollo y que la principal razón de que no se utilicen suficientemente es la “falta de recursos humanos en los sectores pesquero y acuícola con una formación en la utilización adecuada de esas biotecnologías genéticas”.

Doering (25/9) destacó que muchos de los problemas actuales de la acuicultura en los países en desarrollo pueden resolverse con tecnologías sencillas y que “las especies idóneas para su cultivo en los países en desarrollo no tienen por lo general una economía de la producción que justifique muchos insumos de costo elevado como vacunas y piensos larvarios artificiales”. Alegó que las autoridades y los científicos pueden mostrar un excesivo entusiasmo con respecto a las técnicas moleculares, pasando por alto las grandes necesidades de creación de capacidad que implican. Su conclusión fue que “en los países en desarrollo, las inversiones en educación de los agricultores, reducción de las tensiones en los cultivos y mejora de la calidad del agua, así como la domesticación, reportarán mayores beneficios que las inversiones en alta tecnología”.

Ashton (25/9) se mostró partidario de que los países en desarrollo concedieran prioridad a las soluciones locales y de que, antes de introducir cualquier pez, fuese o no modificado genéticamente, se establecieran sistemas de ordenación que garantizaran la protección, el desarrollo y la sostenibilidad de las especies autóctonas. Del Valle Pignataro (27/9) apoyó esta opinión y señaló que debería darse prioridad a la domesticación, el cultivo y el mejoramiento genético (en su caso) de las especies autóctonas de peces que se explotan ya y que gozan de amplia aceptación entre los consumidores de los países en desarrollo. Ofreció un resumen de las actividades relacionadas con los peces marinos que se estaban realizando a ese respecto en México y que en su momento entrañarán la utilización de la reproducción selectiva con biotecnologías de nivel medio.

5.2.2 Nombre y país de los participantes que enviaron los mensajes a los que se hace referencia

Ashton, Glenn. Sudáfrica
Benfey, Tillmann. Canadá
Chevassus, Bernard. Francia
Del Valle Pignataro, Gabriela. México
Doering, Don. Estados Unidos de América
Gjoen, Hans Magnus. Noruega
Halos, Saturnina. Filipinas
Ibarra, Ana. México
Kapuscinski, Anne. Estados Unidos de América
Mair, Graham. Tailandia
Moav, Boaz. Israel
Mork, Jarle. Noruega
Muir, Bill. Estados Unidos de América
Norris, Ashie. Irlanda


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