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Factores que impulsan el crecimiento agrícola orgánico


Tendencias en el crecimiento del mercado

La mayoría de los analistas que estudian el futuro a largo plazo de la industria orgánica son cautelosos en su optimismo, y pronostican un crecimiento anual de los mercados orgánicos del 20 por ciento a mediano plazo. El mercado de los alimentos orgánicos certificados en 2000 fue de alrededor 16 mil millones de $EE.UU., tomando una medición conservadora del mercado japonés con $300 millones (ver el Cuadro 2).

El cálculo mínimo de la tasa de crecimiento del mercado en los distintos países es diferente en cada caso y alcanza entre un 10 y 25 por ciento. Suponiendo que los cálculos de crecimiento más bajos (10 por ciento para cada país) se mantienen durante diez años, estimularía el mercado global en 61 mil millones de $EE.UU. en términos nominales para el 2010. Esto representaría una participación en el mercado del orden del 3,5 por ciento, considerando sólo un crecimiento del 2 por ciento anual del mercado total de alimentos[163]. De igual manera, las tasas más altas calculadas (entre el 15 y el 30 por ciento), si se sostienen en todos los mercados orgánicos, harían que las ventas minoristas alcancen los 94 mil millones $EE.UU. en el año 2010 con una participación del 5 por ciento en el mercado (ver el Cuadro 4).

Algunos autores especularon que los índices de crecimiento podrían alcanzar el 30 por ciento anual, y efectivamente esto se pudo observar en algunos mercados. Un crecimiento general sostenido del 30 por ciento resultaría en una escala de ventas orgánicas del orden de los 210 mil millones $EE.UU. en el año 2010, o el 11 por ciento del mercado global. Esto no parece probable dado el estado actual del mercado.

Si los altos índices de crecimiento continúan hasta el año 2005 y luego se aplican los estimativos más bajos, las ventas globales en el año 2010 representarían $73 mil millones. La tasa más baja, desde el 2006, tiene una influencia marcada en el cálculo final porque la base es más alta. Estas proyecciones a diez años sirven para ilustrar el tipo de tasa de crecimiento que se necesita para alcanzar ciertos niveles o participación en el mercado. Sin embargo, la conclusión de un crecimiento continuo del mercado no queda descartada.

Estudiando la variación de las proyecciones del año 2010 queda claro que las tasas de crecimiento supuestas hacen una gran diferencia en las ventas a diez años. Si bien las ventas orgánicas han sido inusitadamente rápidas en los últimos años debido al interés suscitado por la seguridad de los alimentos, es probable que los índices de crecimiento sean más bajos en la última parte de la década[164].

Los escándalos y los temores también podrían provocar caídas en la demanda de los alimentos orgánicos en casos de:

fraudes generalizados y repetidos que llevan al descreimiento del consumidor frente a las etiquetas orgánicas;

una amenaza en la seguridad de los alimentos que no dé a los alimentos orgánicos una mayor ventaja por sobre los convencionales (por ejemplo, la salmonella en brotes de alfalfa en los Estados Unidos).

El crecimiento anual de los mercados orgánicos será de alrededor del 20 por ciento a mediano plazo.

Cuadro 4: Cálculos para las ventas minoristas de bebidas y alimentos orgánicos en el 2010

País

Índices de crecimiento anual esperado a mediano plazo (%)

Ventas estimadas en 2010* ($EE.UU.m)

Alemania

10-15

5 706-8 900

Reino Unido

25-30

9 313-13 786

Italia

15-20

4 046-6 192

Francia

15-20

3 034-4 644

Suiza

15-20

1 719-2 631

Dinamarca

10-15

908-1 416

Austria

10-15

648-1 011

Países Bajos

10-20

584-1 393

Suecia

20-25

774-1 164

Resto de Europa

10-15

778-1 214

Subtotal (Europa)

-

27 510 - 42 351

EE.UU.

15-20

32 364 - 49 534

Japón

10-15

778-1 214

Australia

10-15

441-688

Nueva Zelanda

10-15

153-239

Argentina

10-15

52-81

China

10-15

31-49

Taiwan

10-15

26-40

Filipinas

10-15

16-24

Total

15-20**

61 372 - 94 220

* Los cálculos del índice de crecimiento en los estados miembros de la Unión Europea se extraen de ITC, 2001. Donde no está especificado, se supone que los índices de crecimiento oscilan entre un 10 y un 15 por ciento anual. Las estimaciones de ventas para 2010 se basan en esos índices de crecimiento, aplicados sobre el más bajo de los cálculos de ventas del año 2000.

**Promedio ponderado.

Recuadro 5: Agricultura orgánica en India

La definición hindú

«La agricultura orgánica es un sistema de diseño y manejo de cultivo que crea un ecosistema y puede lograr una productividad sostenible sin el uso de insumos externos artificiales como por ejemplo fertilizantes y plaguicidas químicos».

Legislación

La estrategia que el Gobierno de la India utiliza para la agricultura orgánica está cubierta por el Programa Nacional de Producción Orgánica cuyo propósito es promover la producción sostenible, la conservación del medio ambiente, la reducción de la importación y el uso de agroquímicos, la promoción de la exportación y el desarrollo del campesinado. Esta estrategia está promovida por el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Comercio. Sólo se ha elaborado una legislación específica para la exportación de productos orgánicos. Está regulada por la Comunicación Pública Nº 19 (RE-2001)/1997-2002, 11 de junio de 2001 (modificada por la disposición 25 (RE-2001)/1997- 2002, del 2 de julio de 2001).

Apoyo para la agricultura orgánica

Económico: Los agricultores cuentan con un programa de apoyo económico directo, aunque limitado en escala. Como un incentivo para la adopción del cultivo orgánico, se entregan 10 000 rupias (230 $EE.UU. aproximadamente) por ha durante el período de conversión (3 años) y a la finalización del mismo (según corresponda). El costo total para el país será de 3,5 millones de rupias (80 000 $EE.UU.) anuales hasta 2006-2007. El propósito de esta asistencia financiera es compensar las pérdidas, promover la agricultura orgánica, apoyar el desarrollo de infraestructuras (por ejemplo, la compra de maquinarias y equipos y la reconstrucción de edificios rurales), y la realización de estudios de viabilidad y de preparación de lineamientos para la producción orgánica. Existen algunos otros incentivos financieros, por ejemplo deducciones impositivas y condiciones crediticias preferenciales.

Investigación: Aunque el apoyo para la investigación agraria no es específico de la agricultura orgánica, se da respaldo por ejemplo al desarrollo de biofertilizantes y el control biológico de plagas y enfermedades. El esquema para el desarrollo de biofertilizantes incluyó un desembolso de 1,3 millones $EE.UU. entre los años 1998-2002, y un sistema regular de extensión, asistencia técnica y capacitación de los agricultores. También existe en el nivel de las comunidades un programa para la promoción de las granjas y huertas orgánicas autosuficientes. Hasta el momento se han desarrollado 4 granjas modelos que se han ido reproduciendo. En la actualidad, existen 10 granjas que siguen el modelo desarrollado para la producción del arroz joha orgánico y 20 granjas que usan el modelo para la producción orgánica de azúcar de caña en Siphajar, cerca de Guwahati. Existen 10 granjas que producen ananá orgánico en Jumerdhepa cerca de Agartala aplicando otro modelo y unas 20 granjas más que utilizan el cuarto modelo para la producción de fruto de la pasión (maracuyá) orgánico en Mao, cerca de Manipur.

Comercialización: No hay un apoyo regular a la comercialización o a la certificación de los productos orgánicos, aunque, ocasionalmente y en forma particularizada, se puede disponer de ayuda financiera.

Inspección y certificación

India no cuenta con organismos de certificación locales, sin embargo, hay en el país dos organismos internacionales, concretamente IMO India, parte del Instituto de Mercadoecología de Suiza y Skal India, filial de Skal International, de los Países Bajos. ECOCERT International también es un organismo activo en India, pero no tiene filial local. Estos organismos regulan la exportación a la Unión Europea según el artículo 11 de la Regulación UE 2092/91, pero también certifican con normas de los países que no pertenecen a la Unión.

Se ha aprobado un Reglamento Nacional de Acreditación (mayo de 2001) para regular los organismos de certificación.

Los organismos de certificación que ya trabajaban en la India están siendo acreditados con esta herramienta. Las pautas que se aplican siguen las normas de la comisión Codex Alimentarius de la FAO/OMS con respecto a la producción, etiquetado y comercialización de los alimentos producidos de manera orgánica. En la actualidad, la autoridad competente que aprueba la acreditación es el Comité Directivo Nacional para el Cultivo Orgánico, presidido por el Secretario de Comercio del Gobierno de la India, junto con miembros del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, el Ministerio de Agricultura será el Ministerio responsable de elaborar los mecanismos de las normas orgánicas en el curso del tiempo.

El mercado orgánico

En el período 2000-2001 había aproximadamente 41 000 ha de tierras certificadas como orgánicas en India. En la actualidad, los productos orgánicos que se venden en el mercado interno reciben un sobreprecio que oscila entre el 20 y el 30 por ciento por encima de los productos convencionales. Estos alimentos orgánicos en general se venden directamente desde el agricultor o a través de comercios y restaurantes especializados. Como la India no tiene una legislación nacional aplicada a la agricultura orgánica, no hay obligación que los productos con etiqueta orgánica estén certificados, aunque se espera crear un Logo Orgánico nacional para las exportaciones.

Muchos agricultores orgánicos están organizados en asociaciones, por ejemplo la Asociación Manufacturera de Té Orgánico, de Calcuta; el Fondo Delhi para el Desarrollo, con sede central en Nueva Delhi y la Asociación Vidharbha de Agricultura Orgánica, de Hingarh Ghat. Existen otras asociaciones de agricultores pero aún resta que se oficialicen.

La India no importa productos orgánicos, y el mercado de exportaciones se estima que alcanzó unos 700 000 $EE.UU. en 2000-2001. El mercado principal de los productos exportados fue la Unión Europea e incluyó arroz, legumbres, productos de caña de azúcar, nueces, pulpa de frutas, té, café y especias.

Futuros desarrollos

Se están cultivando grandes franjas de tierra con muy poco uso de agroquímicos y los sistemas de producción tradicional que los agricultores adoptan para los cultivos perennes no utilizan, en su gran parte, fertilizantes ni plaguicidas. Aunque los rendimientos de estas zonas son bajos y la producción es en general para la subsistencia, existen grandes posibilidades para la agricultura orgánica. Los estudios realizados en diferentes universidades e instituciones indican que la productividad de estas zonas se podría mejorar con la adopción de técnicas orgánicas, por ejemplo abono orgánico y bioplaguicidas. Recientemente se reguló un paquete de prácticas orgánicas para una serie de cultivos y en el momento se encuentra en etapa de implementación.

Hay una valoración cada vez más marcada por los alimentos cultivados orgánicamente, en especial por el hecho que le agrega a la producción un valor adicional. Sin embargo, existen varios desafíos que la India y su comunidad orgánica deben enfrentar:

es necesario incrementar el conocimiento de los productores, procesadores y consumidores con respecto a la agricultura orgánica y al potencial de sus productos en los mercados interno y de exportación;

los mercados internos necesitan desarrollarse y recibir apoyo, como también es necesario estimular las ONG;

se debe fomentar un enfoque holístico del cultivo orgánico, tanto en el nivel de los agricultores como en los institutos de investigación y en las universidades;

es necesario desarrollar la certificación local y elaborar una base de datos de las granjas orgánicas, como también se debe comenzar y mantener la comercialización de los productos.

Fuente: suministrado a FAO por el Ministerio de Agricultura, India, diciembre de 2001

Demanda de productos

Los factores que afectan la demanda de los productos orgánicos a largo plazo son el crecimiento en los ingresos, los precios relativos, la conciencia ambiental y los choques exógenos (por ejemplo, escándalos por los alimentos).

En algunos países en desarrollo, están surgiendo mercados locales para la agricultura orgánica certificada, en especial a través de comercios especializados localizados en las grandes ciudades. Aunque estos mercados son todavía pequeños, podrían desarrollarse rápidamente. Los mercados orgánicos locales tienden a aumentar con el aumento en los ingresos y con una mayor conciencia ambiental.

La evidencia teórica y empírica indica que la demanda de productos ecológicos está estrechamente relacionada con el nivel en los ingresos una vez que los ingresos nacionales superan los 8 000 $EE.UU. por persona y por año[165]. Esto varía de país a país y según el tipo de problemas (por ejemplo, desde la limpieza en el agua hasta la extinción de la biodiversidad), siendo los contaminantes locales del aire y el agua los primeros en ser atendidos. Los contaminantes globales, por ejemplo los gases invernadero, parecen ser una excepción, pero los contaminantes de la agricultura convencional se encuentran entre los que tienden a reducirse a medida que los países con mayores ingresos imponen regulaciones más estrictas[166]. En la medida que la demanda de alimentos orgánicos mejora el medio ambiente físico y social, el aumento en los niveles de ingreso debería incrementar la participación de los productos orgánicos en el mercado.

Los aumentos más rápidos de los ingresos suceden en áreas donde el mercado orgánico es pequeño o los productos no están certificados. China es un mercado de crecimiento rápido, pero las ventas orgánicas comienzan desde una base baja y en general son superadas por los alimentos «verdes» (es decir, alimentos que se producen con prácticas que reducen el uso de insumos sintéticos).

No todas las pruebas indican que haya una relación entre los ingresos y la demanda de los alimentos orgánicos. Un estudio actitudinal de 1 200 consumidores australianos encontró que el número de personas que consumen alimentos orgánicos tiende a aumentar con el incremento de los salarios, aunque no de manera significativa. Inclusive, el efecto no persistió más allá de las ganancias promedio[167]. Esto contradice la idea de que los productos orgánicos son artículos suntuarios. Los estudios actitudinales tienen sus puntos débiles en cuanto a que es posible que los entrevistados no se comporten como declaran.

En Argentina, el 20 por ciento del valor total de la producción orgánica nacional del año 2000 se vendió en los mercados locales. En el año 2001, la crisis económica redujo el mercado orgánico interno al 7 por ciento. Sin embargo, es interesante notar que esta reducción de los mercados orgánicos internos afectó a los productos animales más caros (aves, carne vacuna, lácteos)[168] pero no al mercado interno de verduras, huevos y miel, que proporcionalmente, aumentó.[169]

Un estudio actitudinal sobre 470 consumidores de Kansas (EE.UU.) encontró que el ingreso, los precios relativos y el tamaño de la familia determinaban las compras orgánicas[170]. La conclusión de los autores fue que si se podían superar ciertos obstáculos de comercialización, sería posible obtener aumentos significativos en las ventas de productos orgánicos en tanto los ingresos aumentan y, lo que es más importante, los precios relativos se mueven a favor de los productos orgánicos.

Es ilustrativo examinar un mercado orgánico maduro y de buen funcionamiento. Dinamarca es un ejemplo de este tipo. El sistema de etiquetado de la agricultura orgánica goza de reconocimiento y de confianza. La mayoría de los productos se venden en supermercados. La oferta es relativamente estable y los sobreprecios son moderados. Un estudio realizado en 2 000 hogares daneses analiza la respuesta que tienen los consumidores frente a los cambios en los precios minoristas[171]. Los cálculos indican que los consumidores son muy sensibles a los cambios que se suceden en los precios orgánicos, especialmente los que afectan a los productos animales. El análisis muestra que si los precios orgánicos caen un 20 por ciento, el mercado orgánico aumentaría de un 10 a un 15 por ciento en el caso de los productos lácteos (ver el Cuadro 5). Esto implica que una reducción del 20 por ciento en los precios obtendría una respuesta por volumen del 50 por ciento.

Los factores que afectan la demanda de los productos orgánicos a largo plazo son: el crecimiento en los ingresos, los precios relativos, la conciencia ambiental y los choques exógenos (por ejemplo, escándalos por los alimentos).

Cuadro 5: Cambios estimados en el mercado orgánico danés a partir de una reducción del 20 por ciento en los precios


Participación en el mercado actual (1997-1998)

Participación en el mercado estimada

Respuesta por volumen


%

%

%

Productos lácteos

10

15

50

Panes y cereales

5

7

40

Carnes

1

2

100

Otros

4

6

50

Fuente: Wier y Smed, 2000.

Si bien hay pocos mercados que compartan las características del de Dinamarca, las implicancias de estos resultados son evidentes. Los costos relativos más bajos al consumidor final estimularán el mercado.

Es difícil analizar o predecir los cambios en los gustos y preferencias, pero esas son probablemente las fuerzas que impulsan el crecimiento actual de la demanda de productos básicos orgánicos. La mayor conciencia del medio ambiente y los temas que conciernen a la seguridad de los alimentos son factores de relevancia. En algunos mercados, el interés por el bienestar de los animales es una fuerza importante. En los últimos años, la preocupación por los organismos modificados genéticamente contribuyó a una mayor concientización, como también sucedió con las enfermedades de animales y las bacterias resistentes a los antibióticos. Si se comprueba que la nueva tecnología implica riesgos para la salud o el medio ambiente, es probable que aumente la demanda de los productos orgánicos. Por otra parte, si estas preocupaciones se calman, el crecimiento actual en la demanda se puede ver reducido.

Oferta de productos

Hay varios factores que limitan la capacidad de aumentar la oferta de los productos orgánicos en respuesta a una demanda cada vez mayor, al menos a corto plazo. Por otra parte, existe una serie de factores que deberían provocar una baja en los costos de producción, y que pueden ser mucho más importantes que los negativos.

Parece razonable esperar que quienes puedan convertirse a la agricultura orgánica será más fácil si lo hacen rápido. A los recién llegados les tomará más tiempo entrar en funcionamiento. El manejo orgánico requiere no solamente una mezcla diferente de insumos y productos sino también una manera nueva de hacer las cosas. El conocimiento de cómo cultivar orgánicamente no está fácilmente disponible, ya que en la mayoría de los países se cuenta con pocos cursos y asesores para capacitar a los interesados. Hasta cierto punto, los agricultores deben aprender mientras trabajan. Aquellos que no tienen esa capacidad encontrarán que la transición es más difícil y cara.

El mayor número de agricultores orgánicos y la comunicación electrónica facilitan que los conocimientos se compartan y se aprenda de los errores de unos y otros. A medida que se extiende el conocimiento de las prácticas orgánicas, se deberían mejorar la eficiencia productiva. La mayor aceptación de los métodos de manejo orgánico también puede conducir a un aumento en las inversiones para desarrollar la investigación agrícola orgánica, intensificando así la productividad.

El período de conversión es costoso debido a los errores de manejo inevitables, pero también por inversiones adicionales, por ejemplo:

puede ser necesario colocar nuevos alambrados para arreglar los campos más pequeños, de modo que los animales se utilicen de manera más estratégica para controlar las malezas;

puede ser necesario construir en la granja silos y/o graneros de almacenamiento;

puede ser necesario rediseñar y construir nuevos albergues para animales y satisfacer distintos tipos de necesidades, como por ejemplo la crianza al aire libre;

en el caso de algunos productos (frutas por ejemplo), el control orgánico de plagas es tan difícil, que podría ser necesario volver a plantar todo el huerto con variedades más resistentes; y

es posible que los agricultores orgánicos necesiten desarrollar nuevas estrategias de comercialización en vez de utilizar los canales de venta establecidos.

Recuadro 6: Agricultura orgánica en China

La agricultura orgánica es de desarrollo relativamente reciente en China. Sólo unos pocos institutos e investigadores han estado comprometidos en actividades relacionadas con la agricultura orgánica y la producción de alimentos orgánicos, e incluso en muy pequeña escala. Unos de estos institutos es la División de Ecosistemas Rurales del Instituto Nanjing y Ciencias del Medio Ambiente, un departamento de la Agencia Estatal de Protección del Medio Ambiente (SEPA)

En 1994, con el fin de promover el desarrollo de los alimentos orgánicos y para proteger el medio ambiente rural de la contaminación, SEPA creó el Centro para el Desarrollo de Alimentos Orgánicos (OFDC). OFDC preparó una serie completa de normas para la producción agrícola orgánica y el procesamiento de alimentos, junto con regulaciones administrativas para el etiquetado de los productos orgánicos. Este organismo es responsable de la inspección, certificación, etiquetado, investigación, educación y capacitación relacionada con los alimentos orgánicos.

Estas normas cubren cultivos, huevos y productos lácteos, apicultura, hongos, productos de brotes y plantas silvestres; procesamiento de productos orgánicos; distribución y ventas; almacenamiento y empaquetado; inspección y auditoría; calidad del aire, del agua y del riego que se usa en la producción; y materiales permitidos y prohibidos en la producción y procesamiento.

En 1995 comenzó un programa formal de certificación nacional, que especificaba los procedimientos que se deben seguir para obtener la certificación orgánica. OFDC también estableció una relación estrecha con la Asociación para la Mejora de los Cultivos Orgánicos (OCIA) de los Estados Unidos, la que creó una sucursal nacional dependiente de OFDC en 1995.

Mercados para los productos orgánicos chinos

El primer producto que se certificó como orgánico fue el té proveniente de la provincia de Zhejiang a comienzos de los 90. Con los años se fueron introduciendo metodologías, inspección y certificación y se comenzó con la capacitación de inspectores a cargo de expertos extranjeros. En 1996 ya estaban participando en la producción y procesamiento de alimentos orgánicos unos 10 000 agricultores y diez procesadores, y se certificaron entre 20 y 30 productos diferentes. Entre ellos figuran poroto de soya, trigo sarraceno, sésamo, semillas de girasol y zapallo, arroz, nueces, té, productos apícolas, hierbas medicinales y leche, y algunos productos procesados, como por ejemplo, jugos de frutas, fideos y bebidas.

En China hay un gran potencial para la producción orgánica, como lo demuestra el caso del té. Los primeros estudios realizados en el condado de Jingxian, en la provincia de Anhui, mostraron que el 80 por ciento de las plantaciones de té estaban ya produciendo té sin usar fertilizantes y plaguicidas químicos, una condición esencial para la producción de té orgánico. Los problemas de plagas se controlan fácilmente por medio de medidas manuales y biológicas y el té que se recoge antes de Qingming (una de las 24 temporadas agrícolas chinas, en general en abril) está libre de plagas. Por lo tanto, no sería difícil realizar la transición a la producción orgánica certificada.

Sin embargo, el mercado interno chino de alimentos orgánicos está por desarrollarse, aunque en la ciudad de Nanjiang se venden algunos productos como por ejemplo miel, té, leche en polvo y arroz. Con el rápido desarrollo económico que se está experimentado en China y con el mayor interés que existe por los temas relacionados con la contaminación de los alimentos, es probable que aumente la demanda de los productos orgánicos. Se estima que en los próximos años el volumen de ventas de los principales productos orgánicos podría aumentar de 1 a 2 por ciento de las ventas totales de alimentos en China. El potencial del mercado interno de alimentos orgánicos es, por lo tanto, enorme.

En 1996 se exportaron alrededor de 1 800 toneladas de productos orgánicos a países de Europa, Japón y Estados Unidos, nueve veces el volumen de las exportaciones de 1994. También aumentó la cantidad de operadores de alimentos orgánicos, de dos que existían en 1993 a cinco en 1996. China es un gran productor agrícola y exporta cantidades considerables de subproductos y productos a los mercados internacionales. Si entre el 5 y el 10 por ciento de estos productos obtienen la certificación orgánica, también tendrán un gran potencial en el mercado internacional.

Problemas y restricciones

El sector orgánico en China está aún en pañales y por lo tanto enfrenta una serie de problemas y restricciones. Entre ellos se incluye la necesidad de:

ampliar el conocimiento y mejorar la educación sobre los temas relacionados con los alimentos orgánicos y la reducción en el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos;

mejorar la estructura del mercado interno de productos orgánicos y el acceso a los mercados orgánicos internacionales. Los mercados internos bien desarrollados serán propicios para mejorar las exportaciones;

aumentar el número de granjas orgánicas y crear bases productivas para una oferta sostenible de productos orgánicos;

aumentar la diversidad de los alimentos orgánicos, en especial los alimentos frescos y los procesados, para satisfacer la variedad de la demanda;

desarrollar técnicas adicionales de producción y procesamiento (por ejemplo, para la salsa de soya y la leche de porotos de soya en polvo).

desarrollar la inspección y certificación de acuerdo con IFOAM, por ejemplo, para aumentar la competitividad global.

China cubre una amplia superficie y tiene una larga historia de agricultura tradicional. Los agricultores han acumulado una rica experiencia y han desarrollado a lo largo de miles de años muchas técnicas agrícolas apropiadas, como por ejemplo, las rotaciones en los cultivos, el mantenimiento de la diversidad agrícola, el mejoramiento de la fertilidad de los suelos y el control de plagas, que probablemente se pueden aplicar fácilmente a las prácticas orgánicas. Por lo tanto, el potencial de la agricultura orgánica en China es enorme.

Fuente: Li Zhengfang, 2002

Todos estos factores elevan los costos de producción. Naturalmente, estas dificultades no son las mismas para todas las empresas. Es relativamente fácil convertir la producción láctea al manejo orgánico en países como Austria, Dinamarca, Finlandia y Suiza, y esto ha llevado a una importante penetración de productos orgánicos en el mercado lácteo de estos países.

Además del conocimiento y la inversión que se requieren durante el período de conversión, existen también requisitos temporales, especialmente en lo que concierne al tiempo necesario para que el suelo responda al nuevo manejo, con las posibles consecuencias de rendimientos más bajos en los primeros años. Asimismo, los productos que se cultivan durante el período de conversión en general no reúnen las condiciones necesarias para los sobreprecios.

Otra limitación es el creciente costo de los insumos a medida que la demanda aumenta. Aunque los agricultores orgánicos prefieren confiar en un sistema cerrado con un mínimo uso de insumos comprados, esto no siempre es posible. Una preocupación es la disponibilidad de semillas o plantas que sean aceptables para el manejo orgánico (por ejemplo, semillas sin OMG, semillas no revestidas con fungicidas o variedades adecuadas de polinización abierta). Otra es la disponibilidad de razas de animales adecuadas. La falta de nutrientes orgánicos suficientes podrían causar problemas en los sistemas de cultivos orgánicos que no se integren con animales o que tengan una producción relativamente intensiva. Las fuentes de nutrientes incluyen el abono animal, los extractos de algas, los cultivos fijadores de nitrógeno, los deshechos de procesamiento de los alimentos y los residuos domésticos transformados en abono. Es posible que deban desarrollarse nuevas tecnologías para poder hacer mejor uso de éstos y otros insumos potenciales. Algunos costos pueden quizá bajar a medida que la demanda aumente y estimule la producción.

En relación con la cría de animales, más específicamente, las normas de producción exigen que la alimentación y el forraje sean orgánicos o permiten excepciones, sólo en una pequeña proporción (menos del 20 por ciento). La disminución gradual en el porcentaje de la alimentación no orgánica aumentará el precio de la orgánica si la oferta no responde a tiempo a la mayor demanda. De acuerdo con el Ministerio de Alimentos, Agricultura y Piscicultura de Dinamarca (1999), la oferta de pollos parrilleros orgánicos está limitada en ese país por la insuficiente disponibilidad de alimentación orgánica. La producción porcina enfrentó las mismas limitaciones. No obstante, hay otros factores que también intervienen en la determinación del precio. El aumento de los precios en la alimentación de los animales significará que algunos agricultores reduzcan la producción, y otros aumenten la producción de alimentos. El sector orgánico danés sugiere que la disminución en la proporción de alimentación no orgánica en los diferentes tipos de granjas desde el 20% al 0 % produce un cambio en los rendimientos, de DKr 3 566 millones (aproximadamente 471 millones de $EE.UU.) a DKr 3 350 millones (aproximadamente 443 millones de $EE.UU.) para el sector en su totalidad, suponiendo que el 20 por ciento de todas las granjas están utilizando técnicas de manejo orgánico[172]. El sector porcino es el más golpeado, con un rendimiento neto nacional que cayó de DKr 2 447 millones (aproximadamente 323 millones de $EE.UU.) a DKr 2 293 millones (aproximadamente 303 millones de $EE.UU.). Los efectos relativos serían claramente más marcados si los niveles de adopción de los métodos orgánicos fueran más altos - al menos en las condiciones actuales de precios de insumos y productos, y el estado de la tecnología. Estos resultados no se pueden generalizar en otros países que tienen una estructura industrial diferente a Dinamarca, o incluso en distintos años.

La agricultura orgánica representa un paradigma diferente a la agricultura convencional[173]. Las técnicas e innovaciones que se aplican en un caso pueden ser difíciles de transferir al otro. Es probable que la mayor investigación en los métodos orgánicos pueda reducir de manera significativa la desventaja en los costos, que actúa como un impedimento para que muchos agricultores se conviertan a la agricultura orgánica.

La mayor demanda de nutrientes y forraje orgánicos tenderá a aumentar los costos en el corto plazo, a medida que la agricultura orgánica se expanda, según cada país e industria particular. La disponibilidad de semillas y razas de animales orgánicas también puede restringir el crecimiento en el corto plazo. Sin embargo, según los niveles de expansión probables para los próximos diez años, no se cree que este tipo de restricciones en la oferta afecten a la mayoría de los mercados. Es probable que diversos factores que tienden a bajar los costos sean de mayor relevancia.

Posiblemente, los costos de abastecimiento de los productos orgánicos al consumidor disminuirán a medida que las economías de escala y la investigación y el desarrollo en la producción y comercialización se vuelvan más eficaces.

Las normas de la agricultura orgánica

Además de los factores subyacentes de la oferta y la demanda, otro aspecto que se debe considerar al analizar el futuro de la agricultura orgánica es el que se refiere a las normas de producción, procesamiento y manipulación, como también al cumplimiento del sistema de garantía orgánica (inspección, certificación y acreditación). El problema del cumplimiento de las requisitos de los diferentes países está desarrollado en el Capítulo 1 (ver Desempeño institucional).

Existe un equilibrio entre la amplitud y la profundidad de las normas. Como sucede con cualquier producto, cuando más exigentes son las normas, más se cumplen las demandas de los consumidores. Sin embargo, las normas de producción más rigurosas limitan el alcance de la oferta orgánica, ya que pueden participar menos agricultores.

Las Comisión Europea está bajo constante presión por parte de la industria alimentaria para que las normas sean más flexibles: El riesgo es que el concepto de agricultura orgánica se diluya. El sector orgánico está en competencia con otras alternativas agrícolas sostenibles, todas llamando la atención del consumidor, y puede salir perdiendo si no satisface sus expectativas.

Las normas requieren acatamiento y la garantía de que se reúnen los requisitos orgánicos. En la actualidad, los mercados orgánicos internacionales (Unión Europea, Japón, Estados Unidos), están sujetos a regulaciones gubernamentales y a condiciones de acceso. Los países desarrollados enfrentan problemas con las numerosas acreditaciones de los organismos de certificación y las complicaciones administrativas. Los países en desarrollo en general requieren que la certificación la extienda un organismo extranjero, que puede ser prohibitivamente caro. Algunos países logran que sus organismos de certificación sean aceptados como equivalentes a los del país importador.

La coordinación y equivalencia de las normas de producción y certificación orgánica puede facilitar el comercio ya que otorga credibilidad a los productos. Ahorra costos y elimina los obstáculos que actualmente impiden la participación de muchos productores en el comercio orgánico internacional, en especial los pequeños agricultores de los países en desarrollo.

Es probable que en los años venideros la evolución de las normas orgánicas y la creación de sistemas de garantía que tengan en cuenta una diversidad de condiciones y necesidades afecten la naturaleza y el volumen del mercado orgánico y su posición en relación con la competencia.

Es probable que en los años venideros la evolución de las normas orgánicas y la creación de sistemas de garantía que tengan en cuenta una diversidad de condiciones y necesidades afecten la naturaleza y el volumen del mercado orgánico y su posición en relación con la competencia.

Participación de los gobiernos

Unión Europea

El papel que desempeñan la mayoría de los gobiernos respecto de la agricultura orgánica ha sido el de reglamentar la certificación y la producción orgánica y el de dar apoyo a los productores. En el año 1997, los fondos que se destinaron a la agricultura orgánica ascendieron a EUR 186 millones, menos del 0,5 por ciento del total de EUR 40,5 miles de millones (40,5 miles de millones $EE.UU.) del presupuesto anual de la Unión Europea destinado a la agricultura[174].

Las políticas de la Agenda 2000 de la Unión Europea contemplaban un aumento en el apoyo para la provisión de servicios ambientales sin colaborar específicamente con la agricultura orgánica[175]. Quizás, lo más importante, fueron los cambios que se introdujeron en la Agenda 2000, por medio de los cuales se les permite a los estados miembro destinar a medidas agroambientales el apoyo directo que les brindaban a las grandes granjas, haciendo recaer en los gobiernos nacionales la responsabilidad de determinar sus resultados ambientales y su apoyo a la agricultura orgánica. Sin embargo, la agricultura orgánica debe competir con otros esquemas agroambientales, dado que los agricultores pueden recibir subsidios del gobierno cuando eligen cumplir con esquemas alternativos tales como el manejo integrado de plagas. No obstante, hay pruebas de que existen mayores subsidios y mayor interés en el apoyo a la agricultura orgánica. Por ejemplo, en el Reino Unido, la ayuda a agricultores que se conviertan a la agricultura orgánica aumentó de 1 millón de £ (1,5 millones de $EE.UU. aproximadamente) en el año 1997 a 18 millones de £ en el año 2001 (28 millones de $EE.UU. aproximadamente)[176].

Un traspaso hacia la agricultura orgánica reduciría los pagos de apoyo que se realizan en la Unión Europea pero aumentarían las inversiones que los gobiernos harían en los estados miembro[177]. La reducción de los pagos de la Unión Europea se debe a que existen menos subsidios para la actividad ganadera que para los cereales y los productores orgánicos tienden a poseer más ganado en sus sistemas. Un cambio hacia los métodos orgánicos muy probablemente originaría una caída en la producción de cereales y una reducción en la necesidad de obtener subsidios de exportación y en los costos de intervención y de almacenamiento[178].

Un estudio detallado del sector agrícola danés, que utilizó datos obtenidos por el Instituto Danés para la Economía Agrícola y Pesquera, evalúa la contribución del apoyo local respecto de los rendimientos brutos conforme a los acuerdos que existían en ese momento[179]. En el año 1996, los subsidios agrícolas que promediaban las DKr 149 000 por granja (17 890 $EE.UU. al tipo de cambio vigente) excedían los rendimientos netos y aportaban el 9 por ciento del rendimiento bruto sobre las granjas convencionales. El autor observa que tanto los contribuyentes como los agricultores habrían tenido una mejor posición económica en ese año si no se les hubiera requerido que produjeran algo antes de percibir el subsidio. Las granjas orgánicas, en promedio, recibieron el subsidio convencional de DKr 124 000 (14 880 $EE.UU.) por granja más un subsidio adicional por dedicarse a la agricultura orgánica de DKr 53 000 (6 360 $EE.UU.) por granja. Los subsidios aportaron el 11 por ciento del rendimiento bruto. Sin embargo, los sobreprecios orgánicos aportaron el 26 por ciento, hecho que indica que los consumidores estaban colaborando con los contribuyentes en la provisión de mercaderías ambientales.

Recuadro 7: Agricultura orgánica en Costa Rica

En los últimos 15 años, un gran número de pequeños agricultores de Costa Rica han hecho la transición a la agricultura orgánica, en gran parte por iniciativa propia. Las razones principales de este cambio han sido los problemas económicos causados por los altos costos de los agroquímicos y su pérdida de efectividad, los aspectos relacionados con la salud, el interés por el medio ambiente y la biodiversidad y una búsqueda de mercados alternativos.

En la actualidad, Costa Rica tiene más de 9 400 hectáreas destinadas a la producción orgánica, que representan casi el 2 por ciento de la superficie total de tierra utilizada para cultivos permanentes y tierra arable. Esto significa más de 4 000 agricultores organizados en 135 organizaciones productivas, que cultivan una serie de productos tales como bananas, plátanos, ananás, mangos, naranjas, caña de azúcar, mora, cacao y café. La mayoría de estos productos se exportan, principalmente a la Unión Europea y a los Estados Unidos.

Razones del éxito del sector orgánico

Conciencia: Varias empresas locales tuvieron éxito al desarrollar la agricultura orgánica, tanto en el mercado local como en los mercados de exportación. Gran parte de este éxito se debe a la participación de los productores locales en diversas ferias internacionales de productos orgánicos, pero también en las ferias locales donde los productores orgánicos venden sus productos directamente a los consumidores, estableciendo así una relación de confianza entre el productor y el consumidor.

Situación legal: Costa Rica elaboró leyes y normas nacionales en el campo de la agricultura orgánica y posee un sistema de inspección y certificación muy organizado. Costa Rica está gestionando la equivalencia con la Regulación de la UE 2092/91 para poder aumentar las exportaciones de los productos orgánicos del país a los países de la Unión Europea.

Inspección y certificación: Las autoridades nacionales de Costa Rica acreditaron tres agencias de certificación; dos son nacionales (ECO-LOGICA y AIMPCOPOP) mientras que la tercera (BCS-OKO Garantie) es alemana.

Promoción: El Ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Directorio de Servicios de Protección Fitosanitaria, supervisa y controla el cumplimiento de las reglas y procedimientos establecidos para el sector. Se crearon tres organismos dentro del MAG para promover la agricultura orgánica:

- el Servicio Fitosanitario Estatal responsable de registrar y controlar las agencias de certificación orgánica;

- la Comisión Nacional de Agricultura Orgánica que actúa como organismo asesor del MAG;

- el Programa Nacional de Agricultura Orgánica que brinda apoyo institucional para la producción y la coordinación de esfuerzos (tanto privados como públicos) y que promueve y fomenta la agricultura orgánica.

Además de estos organismos, la Agencia de Promoción de Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER) desarrolló en los últimos años un programa de asistencia al cultivo orgánico, y ofrece información y capacitación a los productores con vistas a promover los productos orgánicos nacionales en los mercados internacionales.

Aunque la producción orgánica tiene que superar todavía muchos obstáculos, el Gobierno de Costa Rica reconoce que hay un gran potencial en ese área. Se ha comprometido a continuar brindando a los productores orgánicos y al desarrollo de la agricultura orgánica en general toda la asistencia necesaria, no sólo en el ámbito local, sino también en la promoción de mercados de exportación.

Fuente: OMC, 2001

La estrategia de la Unión Europea sobre el desarrollo sostenible reconoce, en forma tácita, el impacto de la Política Agraria Común (CAP) sobre el ambiente (por ejemplo, una disminución en la biodiversidad). La revisión a mediano plazo de la CAP en el año 2002 apuntará a premiar la calidad más que la cantidad de la producción agrícola al incentivar la agricultura orgánica y trasladar los subsidios de apoyo al mercado hacia el desarrollo rural.

En mayo del año 2001 y en marzo del 2002, los Ministros de agricultura europeos se reunieron para discutir acerca de las perspectivas de la agricultura orgánica[180]. Se arribó al compromiso de iniciar un proceso que tienda a lograr el desarrollo de un Plan de Acción Europeo dentro de los próximos dos años, que contenga una estrategia consensuada que cubra todos los aspectos de los alimentos y de la agricultura orgánica en Europa. El Plan de Acción asegurará, entre otros conceptos, que la agricultura orgánica constituye un elemento clave de la reforma de la Política Agraria Común y de los programas ambientales, y que tendrá en cuenta otras iniciativas de políticas (por ejemplo, las negociaciones de ingreso de la CEE, las negociaciones de la OMC). Es muy probable que la instauración de tal Plan de Acción sobre la agricultura orgánica en Europa posea un efecto multiplicador en otros países.

Diversos gobiernos europeos han fijado objetivos para convertir sus tierras agrícolas a tierras de manejo orgánico, con fines no sólo ambientales. Para el año 2005, el objetivo para la conversión al manejo orgánico de la tierra en Dinamarca e Italia es del 10 por ciento, y del 20 por ciento en Suecia. Para el año 2010, los Países Bajos y Noruega apuntan a un 10 por ciento cada uno, Alemania a un 20 por ciento y el Reino Unido a un 30 por ciento. Los países de la Unión Europea que poseen la mayor superficie de tierras agrícolas (Francia y España) poseen índices muy bajos de conversión en la actualidad, a pesar de que España recientemente ha impulsado su conversión orgánica. El hecho de lograr estos objetivos ambiciosos depende de los subsidios gubernamentales y del apoyo del consumidor.

Los objetivos y los subsidios no son uniformes en todos los estados miembro de la Unión Europea, lo que refleja una discrepancia en los objetivos. Las políticas para la agricultura convencional también afectan la agricultura orgánica. Principalmente, el hecho de construir una base consumidora local es de vital importancia para cualquier país que pretenda fomentar la conversión orgánica.

Estados Unidos de América

En los Estados Unidos, casi no ha existido apoyo de subsidios federales para la agricultura orgánica. El Programa de Seguridad de Conservación otorga hasta 50 000 $EE.UU. por año a los agricultores individuales que puedan cumplir con los requisitos ambientales específicos. Si bien los agricultores orgánicos están muy bien posicionados para cumplir con dichos requisitos, muy pocos son lo suficientemente grandes como para recibir esa suma de dinero. Si se tienen en cuenta suposiciones razonables respecto de los pagos promedio (entre 5 000 y 15 000 $EE.UU. por granja por año) y los índices de crecimiento en la cantidad de granjas (entre el 14 y el 17 por ciento por año), la reducción en los costos rondaría entre los 343 y los 1 031 millones $EE.UU. aproximadamente. Como menos del 50 por ciento de los agricultores orgánicos de los Estados Unidos ganan 15 000 $EE.UU. o más por año, los pagos propuestos representan un subsidio considerable[181].

La Ley Agraria de EE.UU. (Farm Bill) del año 2002 incluye fondos destinados para compartir los costos de la certificación orgánica, que cubren el 75 por ciento de los honorarios por inspección y certificación de una operación y hasta 500 $EE.UU. por granja por año. En algunos estados tales como Minnesota, la conversión de tierras ha comenzado a recibir pagos en apoyo a la transición orgánica de hasta 20 $EE.UU. por ha. agrícola y de 10 $EE.UU. por ha de pastizales.

Políticas ambientales

Las políticas agrícolas y ambientales están ligadas. Algunos gobiernos consideran que la agricultura orgánica desempeña un papel específico, que su incidencia negativa con relación al impacto ambiental es menor y que posee mayores servicios ecológicos positivos que la agricultura convencional, pese a que existe una amplia gama de sistemas agrícolas convencionales que tienen impactos ambientales de distintos grados.

De acuerdo con lo mencionado más arriba, en la mayoría de los países, los subsidios gubernamentales para la producción orgánica han evolucionado a partir de los esquemas agroambientales. Los objetivos ambientales continuarán con la tendencia de instar al gobierno a que brinde apoyo a la agricultura orgánica. Por ejemplo, la Federación Orgánica de Australia ha desarrollado un ambicioso plan de cinco años que apunta a aumentar el sector orgánico del 1 al 4 por ciento de la producción agrícola para el año 2006. Sin embargo, el gobierno consideraría el sector entre los sistemas de manejo ambiental en vías de desarrollo en la actualidad, basados en los productos básicos.

Los subsidios gubernamentales para la producción orgánica han evolucionado a partir de los esquemas agroambientales.

La industria orgánica recibiría un mayor impulso si se cobraran las externalidades ambientales asociadas con la agricultura convencional a quienes contribuyen con el problema. Esto ha resultado difícil en la agricultura dado que la fuente de polución con frecuencia está dispersa y depende de una variedad de factores, hecho que dificulta cuantificarla. No obstante, el hecho de cambiar al principio de «el productor paga», significaría que el costo de eliminar la polución de la agricultura pasaría de los contribuyentes a los productores agrícolas. Estos costos probablemente se pasarán a los consumidores, con un impacto favorable en el precio relativo de las mercaderías orgánicas con respecto a las convencionales.

No se ha evaluado aún suficientemente la contribución de la agricultura orgánica a la implementación de acuerdos ambientales internacionales. Sin embargo, existen razones (ver Capítulo N 2) para creer que la agricultura orgánica facilitaría la posibilidad de alcanzar los objetivos ambientales tales como:

los objetivos de la Convención de Diversidad Biológica para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad;

los objetivos del Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático para limitar las emisiones de los gases invernadero y el posible acuerdo acerca del papel de los sumideros para secuestrar carbono;

los objetivos de la Convención para Combatir la Desertización para el desarrollo rural.

La agricultura orgánica también podría contribuir con los objetivos de otras políticas mediante la provisión de alimentos que los consumidores comprueben que son seguros y saludables, reduciendo de esta manera los pagos gubernamentales que se relacionen con el superávit de producción, incentivando el desarrollo regional y aumentando el bienestar animal.

Investigación y desarrollo tecnológico

Hasta el momento los avances e innovaciones en la agricultura orgánica han sido desarrolados por los propios agricultores orgánicos. Parecería ser que la investigación formal de la agricultura orgánica no atrae demasiados subsidios, pese a la envergadura del sector. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América, la agricultura orgánica representó aproximadamente el 1 por ciento de la agricultura en los años 90 mientras que la investigación orgánica representó el 0,1 por ciento de los fondos federales destinados para la investigación agrícola[182].

La mayor parte de la investigación de la agricultura orgánica en Australia, en Europa y en los Estados Unidos se encuentra en el área de la producción agrícola. Es necesario realizar más trabajos en el área de la comercialización. Se conoce muy poco acerca de la reacción de los consumidores respecto de los cambios en los precios u otras características del producto. ¿Cuán rápidamente se reducirían los sobreprecios con la expansión del mercado orgánico? ¿Qué es lo que lleva a un cambio en los gustos o preferencias? ¿Por qué los mercados están creciendo con una velocidad diferente? ¿Cuál es el mejor enfoque para promover el desarrollo del mercado? ¿Cómo se puede hacer para que los mercados operen mejor? De la misma manera, parecería ser que existe muy poco análisis de las políticas más allá de un estudio llevado a cabo por la Comisión Europea[183]. La instauración de un método sistemático para evaluar los gastos de investigación y los beneficios para la agricultura orgánica constituirían un paso importante y útil.

El hecho de impulsar la agricultura orgánica requerirá cambios significativos en la política pública tendiente a apoyar la conversión a los métodos orgánicos junto con inversiones públicas en investigación y extensión (entendiéndose un cambio importante en el comportamiento como consecuencia de actitudes arraigadas en el personal de extensión). Sin lugar a dudas, fuertes intereses creados se opondrán vehementemente a dichos cambios.

Parecería ser que la investigación formal de la agricultura orgánica no atrae demasiados subsidios, pese a la envergadura del sector.

Recuadro 8: Agricultura orgánica e ingeniería genética

Un estudio reciente[184] identificó los cuatro orígenes principales de la presencia adventicia de cultivos obtenidos por medio de la ingeniería genética (IG) a nivel de granja. Estos son: impurezas de las semillas; polinización cruzada; voluntarios (plantas de la temporada anterior y plantas que crecen por medio de semillas que se propagaron); y prácticas de cosecha/almacenamiento (mezcla de granos después de la cosecha). El nivel de presencia adventicia de cultivos obtenidos por medio de IG depende del tipo de cultivo y de granja. La agricultura orgánica posee tolerancia cero con relación a los OGM y cualquier contaminación resultaría en la pérdida del valor de mercado y, por lo tanto, de la viabilidad de la agricultura orgánica. Lo más importante es que la libertad de elección de los agricultores orgánicos y de los consumidores se ve amenazada por la liberación no regulada de OGM.

Contaminación de la agricultura orgánica con IG

Se calcula que la contaminación de los campos orgánicos con productos de la Ingeniería Genética ha producido una pérdida económica (ventas perdidas y precios más bajos) de más de 90 millones de dólares por año en América del Norte.[185] En Canadá, la introducción (en los años 90) de los cultivos de canola obtenidos genéticamente (por ejemplo, la semilla oleaginosa de colza) contaminó todos los cultivos de canola a lo largo de las praderas de Saskatchewan. Los agricultores orgánicos han dejado de cultivar canola con motivo de la preocupación de la contaminación con IG. Los productos orgánicos no pueden contener OGM y, de esa manera se privó a los productores orgánicos de Saskatchewan tanto de una herramienta valiosa en sus rotaciones como de un cultivo de alto rendimiento con un mercado creciente. En el año 1998, comenzaron a llevarse a cabo pruebas de campo limitadas de trigo obtenido mediante IG con el fin de introducirlo como un cultivo comercial en el año 2004. Si bien el trigo constituye un cultivo de autopolinización, existe el peligro de que el polen del trigo obtenido mediante IG se extienda: la contaminación genética del trigo orgánico devastaría el sector orgánico de Saskatchewan. En enero del año 2002, se presentó en la corte un recurso de amparo contra Monsanto y Aventis por parte de dos agricultores orgánicos en representación de todos los agricultores de granos certificados de Saskatchewan, demandando: compensación por daños causados a los agricultores orgánicos certificados como consecuencia de la introducción de la canola obtenida mediante IG en el ambiente rural; una orden judicial para evitar la introducción de trigo obtenido mediante IG[186]. El resultado de este primer caso legal será de gran importancia para las políticas futuras en relación con el impacto de la biotecnología en la agricultura orgánica.

Áreas libres de OGM

En Nueva Zelanda, el Ministerio de Agricultura ha proporcionado un subsidio para el desarrollo de un plan estratégico para la industria orgánica: uno de los cinco temas más importantes que se tratan es el de mantener a Nueva Zelanda libre de la IG. Un estudio llevado a cabo en el año 2001 por el Ministerio del Medio Ambiente sobre los impactos potenciales de las pérdidas controladas y no controladas de OGM en el medio ambiente de Nueva Zelanda informa que el país con imagen «ecológica» proporciona un valor considerable a las exportaciones orgánicas. El gobierno emitió una moratoria para la liberación de OGM en el ambiente hasta octubre del año 2003. Sin embargo, es probable que Nueva Zelanda evalúe las ganancias potenciales del uso controlado de la tecnología de modificación genética en la agricultura convencional frente a las pérdidas potenciales de la agricultura orgánica al perder su condición de libre de IG[187].

Un enfoque pragmático para restablecer la libertad de operar para los agricultores orgánicos y para los transgénicos podría lograrse mediante el establecimiento, por las autoridades locales o centrales, de distritos o enclaves en los que sólo un tipo de sistema agrícola estuviera permitido. En China, las autoridades dedicadas al planeamiento de la Provincia de Yunnan decidieron transformar, en su totalidad, el sistema alimenticio local a producción de alimentos «verdes», con la intención declarada de exportar productos libres de OGM al mercado europeo. En Chile, en el año 2001, se esbozó el proyecto de un plan de la Oficina Regional del

Ministerio de Agricultura y la Comisión Ambiental Nacional proponiendo convertir la industria agrícola total en la región XI del país, a la agricultura orgánica. El objetivo es lograr que los sectores agrícola, ganadero y pesquero del área estén libres de químicos y de OGM en los próximos dos años, a fin de ofrecer a la región una ventaja potencial debido a su aislamiento[188].

El aislamiento espacial de los campos OGM, el manejo de los límites a lo ancho de la región, el establecimiento de zonas libres de OGM para proteger los cultivos orgánicos, y la segregación estricta durante el período de postcosecha constituyen opciones que podrían restablecer la libertad de los productores y de los consumidores para elegir entre los sistemas agrícolas y alimentos específicos.

En la actualidad, se están realizando grandes inversiones en biotecnología, que representa la antítesis de la agricultura orgánica: Mientras la ingeniería genética aísla y reduce los problemas complejos a temas simples e investiga una solución basada en un único factor, la agricultura orgánica se ocupa de toda la granja y de las relaciones intrínsecas entre todos los seres vivos. En la actualidad, la investigación sobre la agricultura orgánica carece aún de los subsidios necesarios.

Por ejemplo, los datos que están disponibles indican que en el año 2001, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos gastó 5 millones de $EE.UU. en la investigación de la agricultura orgánica y 210 millones en la investigación de la biotecnología[189]. Esta disparidad en cuanto a la asignación de recursos para la investigación sería mayor si se consideraran las inversiones privadas destinadas a la biotecnología. Un estudio sobre las granjas orgánicas de los Estados Unidos de América refleja que menos del 0,1 por ciento del total de las tierras de estaciones experimentales de los Estados Unidos está destinado a la investigación orgánica.

Un conocimiento científico más profundo sobre la biotecnología y la percepción de las personas en relación con la seguridad y los beneficios de los organismos modificados genéticamente (OMG) en comparación con los productos orgánicos tendría un impacto significativo en ambos sistemas.

Recientemente, diversos gobiernos aumentaron su apoyo a la investigación de la agricultura orgánica. En los Estados Unidos de América, la Ley Agrícola 2002 otorga 15 millones $EE.UU. destinados a la investigación orgánica específica. En Europa, los fondos que se destinan a la investigación pública varían: El Instituto Francés de la Investigación Agrícola Nacional ha destinado, desde el año 2000, 5,5 millones $EE.UU. por año para su programa de investigación orgánica; en el Reino Unido, se fijó un fondo de investigación por 5 años de 7,9 millones $EE.UU. para atender las demandas locales de alimentos orgánicos. En Nueva Zelanda, el gobierno asignó 45NZ$ millones (21 millones $EE.UU. aproximadamente) por año para la investigación de la agricultura sostenible que beneficiarán a la agricultura orgánica (por ejemplo, el control biológico y los sistemas de reducción de insumos químicos) y 2,6NZ$ millones (1,2 millones $EE.UU. aproximadamente), específicamente para la investigación de la agricultura orgánica[190].

Algunos gobiernos de los países en vías de desarrollo también han comenzado a invertir en la investigación de la agricultura orgánica. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura de la India impulsa a los gobiernos estatales a separar el 50 por ciento de las tierras de las granjas del gobierno para la agricultura orgánica. El Ministerio también sugiere que se preparen y hagan circular entre los estados modelos de agricultura orgánica para su implementación. Se estimula a cada estado para que desarrolle una unidad adecuada para la promoción de la agricultura orgánica. El gobierno de Madhya Pradesh ha tomado la iniciativa al respecto, al reservar para la agricultura orgánica la mitad de sus terrenos cultivables mientras que al mismo tiempo también identifica una villa en cada bloque como una villa de agricultura orgánica[191].


[163] Este cálculo de participación del mercado considera un mercado total de 1 500 mil millones $EE.UU.
[164] Pirzio-Biroli, 2001.
[165] Nimon y Smith, 2001.
[166] La reducción de los gases invernadero de carbono y metano no ha tenido éxito todavía. Se trata de contaminantes globales. El reconocimiento de estos problemas es de reciente data. Un ejemplo contrario es el de las sustancias reductoras de la capa de ozono, para las cuales se han tomado medidas eficaces.
[167] Lockie et al., 2001.
[168] Las ventas de los productos de origen animal cayeron de un 52 por ciento en el año 2000, a un 14 por ciento en el 2001.
[169] Montenegro, 2002.
[170] Burress, Harris y Osland, 2000.
[171] Wier y Smed, 2000.
[172] Wynen, 1998.
[173] Este concepto se trata extensamente en Wynen, 1996.
[174] Leetma, 2001.
[175] Pirzio-Biroli, 2001.
[176] Morley, 2001.
[177] Zanolli y Gambelli, 1999.
[178] Los pagos de intervención son subsidios relacionados con la producción, mientras que los costos de almacenamiento y los subsidios de exportación se relacionan con el superávit exportable.
[179] Wynen, 1998.
[180] Dabbert, 2001.
[181] Lohr, 2001.
[182] Lipson, 1997.
[183] Lampkin et al., 1999.
[184] Joint Research Centre, European Commission, Institute for Prospective Studies, 2002
[185] Soil Association, 2002
[186] Loiselle, 2002
[187] US/FAS, 2002
[188] CONAMA, 2001
[189] Calculado en base a la ley del Departamento de Agricultura de los EE.UU., que requiere se destine el 1 por ciento de los gastos en biotecnología a la investigación de la evaluación del riesgo de la biotecnología.
[190] US/FAS, 2002.
[191] India Organic, 2002.

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