La respuesta a los fenómenos catastróficos fue uno de los temas principales del programa cuando la Comisión Forestal Europea de la FAO celebró su 33ª reunión en Zvolen (Eslovaquia), del 23 al 26 de mayo de 2006. Representantes de 22 países miembros consideraron estudios monográficos de Francia, Polonia y Eslovaquia y analizaron las formas en que se podría planificar la reducción de la vulnerabilidad de los bosques a los fenómenos climáticos extremos, los insectos, el fuego, el cambio climático y otras amenazas. Propusieron que el análisis de riesgos sea un componente más importante de los futuros estudios de perspectiva del sector forestal. Varios países han compilado o están compilando información sobre sus experiencias de respuesta a las catástrofes como base para futuras medidas de emergencia.
Observando la fuerte demanda de energía y la subida de los precios de la leña y el carbón vegetal, los delegados consideraron las oportunidades que se presentan a la dendroenergía. Atendiendo a su recomendación, este será un tema del orden del día de la 18ª reunión del Comité Forestal de la FAO en marzo de 2007. Los delegados pidieron que la FAO siguiera recopilando datos e información sobre dendroenergía juntamente con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE).
Se habló también del cambio climático. Se hizo constar la preocupación por las proyecciones de temperatura y los cambios en las precipitaciones en la región y se señaló que es imprescindible afrontar los desafíos y las oportunidades presentados en el Protocolo de Kyoto desde una perspectiva intersectorial. La comisión instó a los países miembros a incluir en los planes forestales nacionales estrategias para mitigar el cambio climático y para adaptarse a él.
En la 17ª reunión de la Comisión Forestal para el Cercano Oriente, los países subrayaron la infravaloración de los productos y servicios de bosques y árboles y la escasa prioridad atribuida a la silvicultura en las políticas nacionales pese a la contribución vital de los bosques a la lucha contra la degradación de la tierra y la desertificación. Los delegados observaron que en muchos países declina la valoración política de la silvicultura y se reducen las administraciones forestales. La comisión recomendó que los países emprendan una evaluación adecuada de los bienes y servicios ofrecidos por bosques y árboles para que sus funciones socioeconómicas y medioambientales sean mejor comprendidas por las autoridades responsables.
Los delegados convinieron en la necesidad urgente de capacitación, lo que incluye educación, investigación y extensión, para que el sector pueda hacer frente a las nuevas necesidades de la sociedad. Además, considerando los fuertes vínculos entre bosques, pastizales y agricultura, los delegados subrayaron la importancia de una ordenación integrada de los recursos.
La comisión reconoció también las deficiencias de los datos por países sobre recursos forestales y arbóreos y la necesidad de mejorar la información básica con apoyo de la FAO y de donantes. En respuesta a las presentaciones que actualmente realiza la FAO sobre las mejores prácticas de plantaciones y de lucha contra incendios, la comisión recomendó que la FAO considere la redacción de un código específico de prácticas para los bosques de las zonas áridas y semiáridas.
Los delegados recomendaron que los países miembros y la FAO traten de plantear cuestiones específicas de cada región en el diálogo internacional, continuando el Proceso de Teherán sobre Países con Cubierta Forestal Reducida.
A la reunión, que tuvo lugar en Larnaca (Chipre), del 5 al 8 de junio de 2006, asistieron 38 representantes de 12 países miembros.
Delegados de 22 países acudieron a la 24ª reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe en Boca Chica (República Dominicana), del 26 al 30 de junio de 2006. Subrayaron el papel de la comisión en apoyo de la ordenación forestal sostenible y de otros objetivos forestales estratégicos mundiales a nivel regional, y pusieron de relieve su potencial para desempeñar un papel más activo en la colaboración y el diálogo entre el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques y los procesos regionales.
La comisión propuso también una participación más activa en las decisiones relativas a la Evaluación de los recursos forestales mundiales (FRA) que hará la FAO en 2010, por ejemplo haciendo que un grupo de expertos regionales participe en la definición de metodologías y criterios para la selección de estudios monográficos. Se pidió el apoyo de la FAO para identificar y movilizar fondos con objeto de reforzar la capacidad técnica de los países para participar en la evaluación. La comisión instó a los países a reforzar las estructuras y actividades de sus programas forestales nacionales y a establecer mecanismos para impulsar el diálogo regional y subregional en el marco de esos programas.
Un seminario especial organizado en colaboración con el Centro Agronómico Tropical de Investigación y de Enseñanza (CATIE), la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) consideró los medios prácticos para conservar la diversidad biológica en los bosques. Además, la FAO copatrocinó dos conferencias regionales antes de la reunión de la comisión, una sobre programas forestales nacionales (el proceso «Puembo II»), organizada conjuntamente con la CCAD, la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, Alemania y Países Bajos; y otra sobre cooperación regional en la lucha contra incendios forestales, en colaboración con la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), The Nature Conservancy el Centro Mundial del Monitoreo de Incendios.
La FAO, junto con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), organiza periódicamente consultas internacionales de expertos para ofrecer orientación técnica para su Evaluación de los recursos forestales mundiales (FRA). La primera consulta se hizo en 1987 y las siguientes tuvieron lugar en 1993, 1996 y 2002. La quinta y más reciente consulta se celebró del 12 al 16 de junio de 2006. Como las anteriores, contó con la hospitalidad del Instituto Finlandés de Investigaciones Forestales (Metla) y tuvo lugar en Kotka (Finlandia), siendo designada como Kotka V. Participaron en total 87 especialistas de 45 países y 17 organizaciones internacionales y regionales.
El objetivo primario de Kotka V era asesorar sobre la próxima evaluación, FRA 2010, a partir de un examen en profundidad de FRA 2005. También se trató de promover la colaboración con otros procesos y organizaciones relativos a los bosques, con miras a compartir los recursos y agilizar la recopilación de informaciones.
Los participantes observaron que la mayor participación de los países y la red de corresponsales nacionales eran factores clave para el éxito de FRA 2005. Los corresponsales nacionales asistentes a la reunión afirmaron que el proceso de recogida de información para FRA ofrece a los países un incentivo para recopilar y analizar datos que son valiosos para los procesos programadores nacionales. En consecuencia, los participantes recomendaron que los informes presentados por los países siguieran siendo la base para FRA, y que se mantuviera y reforzara el sistema de corresponsales nacionales, incluidas las redes regionales. Los expertos propusieron, no obstante, que los datos facilitados por los países se completaran con estudios especiales sobre temas específicos y con un componente de teledetección que suministre información complementaria sobre la distribución espacial de los bosques y sobre la cubierta forestal y la dinámica de cambio en el uso de la tierra a nivel regional y mundial.
Los expertos estimaron que FRA 2010 debería cubrir como mínimo los mismos temas que FRA 2005 y utilizar el mismo marco básico de presentación de informes, a partir de los elementos temáticos de la ordenación forestal sostenible. Mejorando FRA 2005, sugirieron que FRA 2010 debería cubrir también el séptimo elemento temático (marco jurídico, programático e institucional, que no se incluyó en FRA 2005), y propusieron cambios en algunas de las tablas utilizadas para presentar la información. Se recomendó también que FRA 2010 proporcione la información forestal necesaria para evaluar los progresos hacia el objetivo de biodiversidad 2010 fijado por el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
La reunión recomendó desarrollar la colaboración con otras organizaciones forestales, con miras a compartir recursos y conocimientos prácticos y a reducir la carga que la presentación de informes supone para los países. Las organizaciones participantes confirmaron su disposición para aportar información al trabajo de la futura FRA y para indicar sus necesidades específicas con miras a agilizar el proceso informativo.
Se recomendó además la adopción de una estrategia para FRA a más largo plazo, incluyendo un análisis del papel potencial de los informes regionales y las redes regionales, un plan de presentación de informes a largo plazo y opciones para agilizar más el proceso informativo sobre los bosques a nivel internacional. La próxima reunión del Comité de Investigaciones Forestales de la FAO, en marzo de 2007, formulará previsiblemente más orientaciones.
Expertos internacionales reunidos en la Conferencia Internacional sobre Ordenación de los Bosques para la Reducción de la Pobreza, celebrada en la Ciudad de Ho Chi Minh (Viet Nam), del 3 al 6 de octubre de 2006, instaron a las autoridades responsables de los bosques, las organizaciones de desarrollo forestal, los donantes, el sector privado y las comunidades locales a colaborar para que la ordenación de los bosques redunde en beneficio de los pobres.
La conferencia prestó especial atención a la extracción y elaboración de madera, que ofrecen las máximas oportunidades de ingresos en casi todas las zonas forestales. Dar a los pobres derechos y posibilidades de acceso a los valiosos recursos madereros es pues una opción lógica para reducir la pobreza en esas zonas.
Tecnologías nuevas y redescubiertas para la extracción, transporte y elaboración de la madera están realzando la viabilidad económica de la producción maderera en pequeña escala. Las nuevas tendencias en la comercialización de la madera y el desarrollo institucional ofrecen también oportunidades para generar ingresos y medios de vida en las zonas rurales.
En la declaración de la conferencia, los participantes instaron a las autoridades responsables a mejorar los derechos de acceso a los recursos forestales y a simplificar las leyes y reglamentos forestales para facilitar a las poblaciones locales la obtención de beneficios económicos de los bosques mediante operaciones sostenibles en pequeña escala. Al mismo tiempo, instaron a las organizaciones internacionales de desarrollo y a los donantes a favorecer el establecimiento de extensos sistemas de apoyo para empresas madereras en las comunidades rurales. También instaron al sector privado a facilitar las asociaciones con comunidades locales, empresas familiares y asociaciones forestales.
La FAO organizó la conferencia juntamente con la Organización de los Países Bajos para el Desarrollo (SNV), la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), el Departamento de Silvicultura de Viet Nam, el Tropical Forest Trust (TFT), el Centro Regional de Formación Forestal Comunal para Asia y el Pacífico (RECOFTC) y la Comisión Forestal para Asia y el Pacífico (APFC).
A petición del Gobierno de Liberia, la FAO, junto con el Banco Mundial, ayudó a definir la primera política forestal para Liberia, que entró en vigor con la firma de la nueva ley forestal el 4 de octubre de 2006. Esta firma marca el comienzo de una nueva era en la que los bosques se utilizarán en beneficio de la población del país y para aliviar la pobreza.
Entre 1989 y 2003, las rentas forestales se utilizaron para financiar el conflicto armado en Liberia, lo que llevó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a imponer tres años de sanciones sobre las exportaciones madereras de Liberia a partir de julio de 2003. Durante los años de guerra civil, la explotación indiscriminada y el comercio ilegal generalizado de productos forestales, bajo la protección de milicias armadas privadas, destruyeron gran parte de los recursos forestales del país. Cuando los organismos internacionales empezaron a prestar apoyo para una mejor ordenación forestal en junio de 2004, la clase dirigente del país carecía de experiencia, sabía poco de buenas prácticas de gobierno y no tenía capacidad para hacer observar leyes y reglamentos.
La nueva política forestal trata de poner el sector forestal liberiano a la altura de los compromisos y las normas internacionales. Se combinan los usos sociales, conservacionistas y comerciales de los bosques para producir una serie de bienes y servicios que beneficien a todos los liberianos. Se reconoce la importancia de la participación comunitaria en la silvicultura, que anteriormente no existía. Se insiste también en la importancia de la buena administración. El objetivo es ofrecer un acceso más equitativo a los recursos forestales para reducir las posibilidades de conflictos futuros. Se espera que esta política promueva la máxima contribución de los bosques a la renta, el empleo, el comercio y el desarrollo nacional de Liberia.
La FAO trabaja también con numerosas entidades internacionales, por medio de la Iniciativa Forestal de Liberia, para dotar a la Autoridad de Desarrollo Forestal de Liberia –organismo que supervisa la ordenación de los recursos forestales del país– de personal, conocimientos prácticos y medios para recuperar el control de los recursos forestales.
A este respecto, la FAO apoya la recopilación, el análisis y la difusión de informaciones para contribuir a la formulación de políticas y a la buena gobernanza. Dará también formación a los futuros agentes forestales en buenas prácticas de explotación forestal, juntamente con el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. La FAO contribuye también a la redacción de un código nacional de explotación forestal basado en el código modelo de la FAO para África (Código regional de prácticas para la reducción del impacto de la explotación forestal en África occidental y central).
La fauna silvestre es uno de los más valiosos recursos naturales en la Comunidad de Estados Independientes (CEI), con un potencial para generar ingresos y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones rurales, además de contribuir a las economías nacionales. Muchas especies animales de gran interés pueden revalorizarse mediante actividades como la caza sostenible y el ecoturismo, sin perjuicio de su conservación si se administran adecuadamente.
Para promover la ordenación sostenible de la fauna silvestre, la FAO, el Instituto Checo de Investigación sobre los Bosques y la Fauna y el Consejo Internacional para la Conservación de la Caza y la Fauna (CIC) convocaron una reunión de trabajo para los países caucásicos y centroasiáticos de la CEI del 11 al 15 de septiembre de 2006. Funcionarios gubernamentales y representantes de organizaciones no gubernamentales se reunieron en Praga (República Checa), para analizar los principales problemas y cuestiones que se plantean para la fauna silvestre en sus países. En las sesiones de la reunión, los participantes identificaron tres tipos principales de problemas:
Para hacer frente a estos problemas los participantes propusieron posibles soluciones y actividades, y señalaron las personas interesadas que deberían intervenir.
Como conclusión de la reunión, los participantes hicieron un breve esbozo de los proyectos que podrían atender a las necesidades más urgentes y estimular a los responsables nacionales y a la comunidad internacional en favor de posibles programas y proyectos en los países y en la subregión.
La reunión fue financiada por el Gobierno Checo. Más información está disponible en: www.fao.org/forestry/site/35813/en
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