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D. PONENCIAS (continued)

IX

ESPECIES ZOOTECNICAS NATIVAS DE LOS ANDES ALTOS

A. Cardozo

Introducción

La naturaleza de esta Reunión de Expertos de la FAO exige justificar la existencia y el desarrollo de las especies zootécnicas nativas. Esta ponencia ha de referirse a aquellas especies animales cuyo origen, desde la protohistoria, está en las altas cordilleras de los Andes. Su actual desarrollo favorece a las poblaciones humanas asentadas en estos parajes y constituyen componentes sustanciales de su economía y cultura. Estas especies son la llama ( Lama glama, Linneo, 1768), la alpaca ( Lama pacos, Muller, 1776), el cuy ( Cavia porcellus, Linneo) y la chinchilla ( Chinchilla chinchilla, Molina). Su aparición es anterior a la del hombre. Los monumentos arqueológicos, que conservan restos paleontológicos, revelan que las primeras tres especies existieron en estado silvestre y que los primeros hombres las utilizaron: se han encontrado pruebas de ello en las cercanías de los primeros hogares, . La chinchilla escapa a este modelo. Animal silvestre, solo fue explotada después de la llegada de. los españoles; hoy su produccóin se destina a la confección de objetos ornamentales de lujo.

Desde aquellas épocas protohistóricas, los camélidos (llama y alpaca) y el cuy o cuye forman parte de la economía del campesino andino. Su importancia no se vio disminuida por el avasallamiento de las especies introducidas: aún hoy existen regiones donde son los únicos animales que producen bienes directamente consumibles por el hombre.

Son componentes sustanciales de la economía y la cultura del campesino de esas zonas. Este hecho - no reconocido durante buena parte de la dominación española y aún en el período republicano de los países latinoamericanos - constituye el mejor justificativo de su existencia. Su desarrollo ha sido promovido en muchos países, y, actualmente, gobiernos y criadores les prestan particular atención. La promoción y el apoyo a estas especies les están devolviendo la importancia y el valor que en la protohistoria y prehistoria han tenido en los países de los Andes Altos. En muchas áreas, los animales nativos son preponderantes en relación a las especies introducidas.

La llama y la alpaca

a) Repaso histórico

Estos camélidos emigraron a América del Sud a principios del Pleistoceno; su emigración apenas concluyó hace unos 10 000 años. El origen secundario de dispersión es el norte de la República Argentina y el sur de Bolivia, conocimiento basado en los restos paleontológicos encontrados hasta ahora. Los monumentos arqueológicos más remotos hallados en el Perú indican su domesticación y uso posiblemente desde hace 10 000 años. Es probable que también hayan sido domesticados en otras zonas ubicadas entre la República Argentina y el Ecuador.

Como era el único animal mayor del cual el hombre obtenía beneficios, los pueblos primitivos le dedicaron preferente atención. Una atención que llegó a convertirse en su veneración y adoración como deidad. Solo en Bolivia, donde actualmente hay dos millones y medio de camélidos, en tiempos de los pueblos primitivos existía una población diez veces superior. Gracias a ella, los quechuas, antes de la llegada de los españoles, lograron cimentar la expansión de su imperio desde Colombia hasta el centro de Chile y Argentina. Así, el área de dispersión actual cubre esos límites.

El establecimiento del dominio español en América produjo una ruptura de la situación. En primer lugar, las llamas y alpacas fueron reducidas a ecosistemas inaptos, desplazadas por los bovinos y ovinos importados por los españoles. Luego, los cuidados de los pueblos primitivos no fueron continuados y graves epizootias diezmaron los rebaños. Asimismo, las terribles matanzas para obtener carne, cuero y vísceras casi llegaron a extinguirlos. Finalmente, los principios religiosos y la transculturación fueron otros tantos motivos que favórecieron su desaparición.

Durante los primeros años de organización republicana, poco o nada se hizo en los países andinos para, favorecer el restablecimiento de estas especies nativas. Por el contrario: la transculturización fue más intensa y la preferencia por el animal importado impidió su promoción. En el Perú desde el siglo pasado, y en Bolivia en los últimos decenios, se ha conseguido repoblar los rebaños con alguna consistencia. Los gobiernos más recientes están prestando particular atención al desarrollo de la cría de camélidos como instrumento para mejorar las condiciones económicas y sociales de los campesinos.

Actualmente, el proyecto de desarrollo rural más importante de Bolivia está orientado a favorecer la cría de llamas y alpacas.

Cuadro 1. Población estimada de llamas y alpacas

 LlamasAlpacas
Bolivia2 500 000300 000
Perú700 0004 000 000
Ecuador2 000-
Colombia200-
Argentina75 000200
Chile85 000500

Cuadro 2. Producción individual estimada de llamas y alpacas

 LlamasAlpacas
Fibra
 Producción pelo (kg)2.21.5
 Precio de pelo (US$/kg)3.105.50
 Rendimiento (%)6070
 Finura (u)21–2222–28
 Largo anual, (cm)88–15
Carne
 Peso vivo (machos) 2 años8050
 Rendimiento (%)6560
 Relación de la carne/huesos (%)60/4065/35
Indicadores zootécnicos
 Fertilidad (%)50–7050–60
 Mortalidad (adultos)(%)310
 Morbilidad (%)3050
 Saca (%)1214
 Vida útil, (años)1412
 Crías en la vida útil1210

b) Biología

Los camélidos pertenecen al orden de los Artiodactyla. Son animales de ovulación inducida y de reproducción monoestacional. Poseen tres estómagos y una flora ruminal activa que maximiza la utilización de la proteína y de la fibra; la primera es muy escasa en los pastos de su habitat, pero la segunda, en cambio, abunda mucho allí Su período de vida útil es de 14 años y aún más; sin embargo, su fertilidad, bajo el control del hombre, es relativamente baja: llega al 50 por ciento.

Las estaciones experimentales han logrado importantes avances en la aplicación de nuevas modalidades tecnológicas que permiten incrementar el rendimiento económico de estas especies. Se ha logrado aumentar la fertilidad al 90 por ciento, se ha conseguido la esquila anual, se ha mejorado su alimentación y reducido significativamente la mortalidad.

c) Distribución

En el mapa anexo se indica la distribución estimada de las llamas y alpacas en el continente sudamericano. Hacia el norte, los camélidos (llamas) se extienden desde el Parque del Neusa, en las proximidades de Bogotá (Colombia), aunque su significación económica se inicia más al sur, en la provincia de Bolívar, Ecuador, y alcanza su peso mayor en Perú y Bolivia. Las poblaciones del norte de Chile y de la República Argentina carecen de importancia en el orden nacional, pero la tienen en relación a la magra economía del campesino norteño de esos países. Las poblaciones estimadas de llamas y alpacas en los países andinos se consignan en el cuadro 1.

d) Producción

La producción tradicional de los camélidos era múltiple. Proveían sustancialmente lana, carne y cuero. En muchos casos, además, su empleo como medio de transporte y el uso de los excrementos como fuente combustible, eran apreciados y, a veces, prioritarios. Hoy en día, la producción de lana, carne y cuero constituye la mejor fuente de ingresos - en ocasiones, la única - del campesino altoandino.

La producción de fibra, carne y otros indicadores se muestran en el cuadro 2.

e) Situación actual

La situación actual de los camélidos es de franca esperanza en su desarrollo. Existen dos estaciones experimentales dedicadas a la investigación para su mejoramiento, en Patacamaya (Bolivia)., y Raya (Perú). Otras estaciones, además, destinan parcialmente tiempo, espacio y otros recursos a la llama y alpaca; en ellas trabajan profesionales orientados a la investigación y experimentación.

En el Perú se han creado cátedras para enseñar la zootecnica de los camélidos a nivel de educación agrícola superior. En Bolivia, el Instituto Nacional de Fomento Lanero (INFOL) impulsa un proyecto de desarrollo social y de comercialización e industrialización dedicado exclusivamente al pastoreo de alpacas y a la producción de llamas y alpacas, respectivamente. Se dispone de extensas bibliografías y de un centro de documentación que también incluye a los camélidos silvestres. La legislación pasada y reciente contribuye a estimular la conservación y promoción de la producción de estos camélidos.

El cuis, cuy, cuye o curi

a) Repaso histórico

Este roedor es originario de los países del área andina y es relativamente topoloto con excepción de los laboratorios del mundo entero donde se lo cría con fines de investigación y experimentación. La paleontología ha demostrado su existencia antes y despúes del advenimiento del hombre en los Altos Andes, que lo utilizó desde tiempos protohistóricos. Hoy constituye parte de su dieta, de sus costumbres y cultura.

Hasta hace un par de decenios, la crianza del cuis no rebasó la frontera domestica; posteriormente, la investigación demostró que su tamaño no aminora las posibilidades de su empleo. Los resultados de la investigación indujeron al gobierno peruano a fomentar su crianza y utilización para el abastecimiento nacional. Su producción alcanza a 15 mil toneladas métricas anuales, que constituyen un valioso aporte para mitigar la situación crítica de la dieta proteínica en el Perú.En Bolivia, Ecuador y Colombia se utiliza en la alimentación domestica, aunque se ha intensificado su crianza para abastecer pequeños mercados internos.

b) Biología

En el laboratorio, el cuis es un animal poliestrual, con ciclos de 16.5 días. La gestación dura de 67 a 68 días y da a luz 3 o 4 crías en cada parto. La ovulación es espontánea. Su alimentación principal es herbácea y muestra baja eficiencia en la utilización del alimento.

Existen variedades que se producen localmente, como es el caso de los “macabeos” en el Ecuador. Pero, indudablemente, los mayores logros se han obtenido en la Estación Experimental de la Molina, en el Perú. Gracias a ellos, existen tipos y variedades de alto rendimiento económico. Esto contrasta con la crianza rústica del roedor en los hogares rurales. Sin embargo, aún bajo estas condiciones, el cuis representa para el campesino una fuente de proteína y un recurso económico.

c) Distribución

Aunque en varios departamentos de Colombia se conoce, cría y consume el cuis, su producción es más importante en el departamento de Nariño. La universidad de este departamento ha promocionado y estimulado su crianza técnica.

En el Ecuador, la numerosa población de este roedor, combinada con ciertas características ecológicas, ha permitido su desarrollo en algunos centros campesinos. Su mejoramiento es natural debido al interés de los centros campesinos y a la fuerte demanda del mercado.

Pero es en el Perú donde su población es mayor, y mayor el adelanto en su crianza. Además de las condiciones domésticas naturales en las que se ha conservado, se han creado recursos genéticos y tecnología para utilizar el cuis comercial e industrial mente.

En el altiplano boliviano no se ha prestado mayor atención al mejoramiento de la crianza del cuis; ni siquiera existen estimaciones de su población. Sin embargo, se sabe que ésta es importante porque se lo cría en numerosos hogares campesinos, también para abastecer pequeños mercados internos.

Hay, además, poblaciones de cuis en los Altos Andes de Argentina y Chile, aunque la escasez de habitantes de la zona disminuye la importancia de este roedor.

d) Producción

La explotación individual del cuis está orientada esencialmente a la producción de carne. Ocasionalmente, se ha empleado su piel en la artesanía y sus excrementos como fertilizante orgánico.

Se estima que un animal adulto produce 500 gramos de carne limpia.

La chinchilla (Chinchilla chinchilla, Molina)

No existen evidencias históricas sobre la utilización de la chinchilla por los pueblos primitivos de los Andes. Aunque su origen es andino, se mantuvo antiguamente como una especie silvestre: durante la época colonial, y aún después, poco o ningún esfuerzo se hizo para continuar conservando esta especie pilífera. De este modo, se perdió la mejor de las variedades, la chinchilla real, que hoy es una especie extinguida. La chinchilla lanífera fue conservada y criada en Chile. Desde este país se dispersó a otros continentes, y hoy su crianza está más extendida en los Estados Unidos, Europa y el Japón, que en los propios países nativos.

La importancia de la chinchilla ha decaído por dos razones principales: la producción de su piel no contribuye eficazmente al mejoramiento económico del campesino, y su mercado es restringido. Como su piel se cotiza a precios altos que varían según los vaivenes de la moda, su comercio es inseguro. Además, el mercado está manejado por círculos restringidos que impiden la participación de campesinos que ofrecen productos sin elaborar.

Por estas circunstancias no se ha estimulado su producción. Sin embargo, los gobiernos de Bolivia y Perú mantienen pequeños criaderos oficiales con fines de conservación.

X

CAMELIDOS SUDAMERICANOS

C. Novoa M.

Las variables de la altitud imponen un límite a partir del cual la agricultura no es rentable; además, otros factores - pobreza del suelo, pendiente excesiva, escasa disponibilidad de agua, heladas - operan para reducir el área de tierra arable en vastas regiones de países como Perú, Bolivia y Chile principalmente. En tales condiciones, los rebaños constituyen una fuente de alimentos más estable que los cultivos, dado que se ven menos afectados por la adversidad ambiental. Los camélidos sudamericanos - especialmente la alpaca y la llama - merecen ser destacados en este contexto, porque si bien se los encuentra en los pisos altitudinales donde prosperan ovinos y bovinos, su utilización económica puede también llevarse a cabo en extensas praderas de altura donde estos últimos no pueden sobrevivir. Es de interés anotar que incluso en la eventualidad de situaciones climáticas posibles como las sequías, los camélidos han demostrado poseer mayores condiciones de adaptación que las otras especies domésticas. En efecto: la sequía de 1956–57 que afectó severamente al departamento de Puno, Perú, suministría elementos para examinar la diversa resistencia de los animales en tales condiciones; los datos de una hacienda indican que murieron entonces alrededor del 80% de bovinos y caballos, 40% de ovejas y 25% de camélidos (Thomas, 1973). Si tal información es representativa de otras áreas del ecosistema altoandino, la alpaca y la llama constituirían la fuente de alimentos más confiable para la población indígena de esas zonas.

Se estima que, actualmente, los camélidos sudamericanos ocupan un área de alrededor de 5 millones de hectáreas de pastos naturales en las zonas más altas de los Andes del Perú, Bolivia y Chile; aproximadamente 200 000 familias campesinas desarrollan su cría como la única o principal fuente de ingresos. Los camélidos producen fibras valiosas para la industria textil, carnes que suministran la sola proteína de origen animal al poblador altoandino y pieles para la confección de trabajos artesanales.

Taxonomía

La información disponible es confusa y muestra, ante todo, que no existe una clasificación taxonómica de los camélidos universalmente aceptada. Para empezar, el término “auquénidos” se ha venido usando erróneamente. Este se originó como derivativo de Auchenia, denominación genérica que usó Illiger en 1811, citado por Cardozo (1954), para nombrar a las cuatro especies de camélidos sudamericanos existentes. Posteriormente, Ameghino (1877) introdujo el termino Neoauchenia para designar el mismo género; sin embargo, ambos son inapropiados por cuanto Frish (1775), con mucha anterioridad, había descrito por primera vez la llama, dándole la denominación genérica de Lama, y mas tarde, en 1800, George Cuvier usó también idéntica denominación. Por otro lado, el termino Auchenia ya había sido aplicado por Thunberg a un género de insectos en 1789.

Se discute si deben ser considerados rumiantes; si Ruminantia es un orden o un infraorden; si el genero Lama es un único género con 4 especies que constituyen el grupo de camélidos sudamericanos, o se trata de dos géneros: Lama, con 3 especies, y Vicugna, con una especie; por último, si las alpacas, llamas, guanacos y vicuñas son realmente cuatro especies diferentes o simplemente cuatro razas. Al respecto, Vallenas (1970) - en una amplia revisión sobre la sistemática de los camélidos sudamericanos - muestra la complejidad del problema y concluye recomendando la adopción de los siguientes criterios:

1. Adoptar la clasificación de Romer (1968), porque concilia los criterios clasicos y modernos; es como sigue:

Orden:Artiodactyla
Sub-orden:Ruminantia
Infraorden:Tylopoda
Familia:Camelidae

2. En cuanto a la familia Camelidae, única existente en la actualidad, recomienda la división propuesta por Simpson (1945):

Género Camelus con dos especies:

Camelus dromedarius (dromedario)
Camelus bactrianus (camello)

Género Lama con cuatro especies:

Lama glama (llama)
Lama pacos (alpaca)
Lama vicugna (vicuña)
Lama guanicoe (guanaco)

3. Desterrar definitivamente el término “auquénidos”, derivado de Auchenia, por estar demostrado que es erróneo. Por último, para evitar confusión en el uso de la terminología correcta referida a las cuatro especies en conjunto, agregar entre paréntesis y entre comillas el nombre popularizado, o sea Camélidos Sudamericanos (“auquénidos”).

Origen y dispersión

Aunque una teoría considera que el centro de dispersión de los camélidos habría sido la meseta del Collao (Maccagno, 1956), la que goza de mayor respaldo, basada en hallazgos paleontológicos, sostiene que se originaron en América del Norte. Esta última afirma que, a partir de pequeños Artiodactyla, cuyo representante habría sido el Protylopus, habría surgido un representante mis evolucionado, el Poebrotherium del Oligoceno. Posteriormente, la línea de evolución habría continuado a través del Protomeryx del Oligoceno, el Procamelus y Pliauchenia del Mioceno y Plioceno, hasta llegar al Lama y al Camelus de los tiempos modernos. Al finalizar la era terciaria, algunos representantes del Procamelus habrían emigrado al Asia, dando origen al género Camelus; otros habrían pasado a Sudamérica en el Plioceno para dar origen al género Lama. Un amplio análisis ha sido publicado sobre el tema por Cardozo (1975).La evolución que los primeros camélidos llegados a Sudamérica sufrieron, hasta diferenciarse en las cuatro especies que hoy se conocen, esta aún por esclarecerse. Se ha sugerido que la más antigua es la vicuña, que se habría originado en la Auchenia graciles, ya extinguida (Ameghino, 1887); en cambio, Burmeister (1885) considera que la vicuña deriva de una especie llamada Auchenia minuta. Este mismo autor propone que el guanaco desciende de la Auchenia intermedia de la Argentina. Por otro lado, hay autores que opinan que la llama y la alpaca son el resultado de la selección del guanaco o la vicuña, y otros creen que derivan de formas silvestres ya extinguidas.

Población y distribución

En el cuadro 1 se presenta una estimación de la población y distribución de los camélidos sudamericanos. Las llamas y alpacas son especies domesticadas y ya no se las encuentra en estado silvestre. Las primeras se extienden desde la sierra del Ecuador hasta el noroeste argentino; dentro de esta área, su mayor concentración se produce a unos 400 km al norte y al sur del lago Titicaca, pero solamente en elevaciones por encima de los 3 000 m. Las alpacas, en cambio, viven a grandes altitudes, por lo general a más de 4 200 m snm; su centro de distribución actual cubre un radio horizontal de 200 km alrededor del lago Titicaca, y no se las encuentra más al norte de los 11°de la Sierra Central del Perú, ni más allá de los 21° al sur. Se incluye un mapa de la distribución de los camélidos domésticos (figura 1) según Gade (1977).

Cuadro 1. Población estimada y distribución de los camélidos sudamericanos

EspeciePerúBoliviaChileArgentina
Alpaca3 020 000300 00020 000pocas
Llama900 0002 500 00070 000200 000
Vicuña50 0002 000pocaspocas
Guanaco2 000pocos 100 000

La vicuña y el guanaco son especies silvestres. La primera se encuentra principalmente en las altiplanicies del Perú y Bolivia, y la segunda, en la Patagonia argentina. Ambas están amenazadas por el riesgo de extinción y se hallan, por lo tanto, bajo protección oficial en los países mencionados. No obstante, continúan la caza y el comercio ilegales, que constituyen un peligro para la sobrevivencia de dichas especies.

Entre los esfuerzos realizados para protegerlas, merece destacarse el éxito alcanzado en el Perú, con la reserva de vicuñas de Pampa Galeras: de una población inicial de alrededor de 10 000 animales, se ha pasado, en los últimos años, a más de 30 000. Esta experiencia ha probado que la caza indiscriminada es el factor crítico que determina el alejamiento de los animales y atenta contra su sobrevivencia y reproducción. Otra medida que se juzga acertada en el Perú es haber entregado a las diferentes empresas campesinas la responsabilidad del cuidado y protección de las poblaciones de vicuñas que se encuentran en sus ámbitos territoriales.

Descripción de las especies del género Lama

Las cuatro especies son semejantes en estructura, pero difieren en tamaño, pelaje, temperamento y utilidad para el hombre. La llama se utiliza principalmente como bestia de carga; se la usa durante la siembra para transportar semilla de papa y estiércol desde la puna alta a los pisos más bajos donde están las chacras. En estos viajes cortos transportan de 45 a 60 kg (Thomas, 1972). El intercambio entre la puna alta y los pisos inferiores sena imposible sin las llamas, debido a la falta de vías de comunicación. El intercambio regional constituye una estrategia fundamental del poblador de la puna alta, determinante para superar las limitaciones ecológicas (Murra, 1975). En las travesías largas, la carga no excede los 20 kg. El caballo y el asno cargan pesos mayores, pero la llama persiste en vez de aquellos por su superioridad en las altitudes elevadas, tanto en potencial reproductivo como en sobrevivencia. Además, produce carne y fibra y no requiere cuidados especiales, pues es mantenida con el rebano de alpacas. El tamaño de la llama vana, pero usualmente pesa alrededor de 100 kg, mucho más que una alpaca y hasta tres veces más que la vicuña (ver cuadros 2 y 3). El color del vellón de las llamas y alpacas pasa del blanco al negro, incluyendo tonalidades intermedias o combinaciones de uno o mas colores. Existen dos tipos zootécnicos de llama: la Chaku o lanuda, y la ocallao pelada. Una característica peculiar de la llama es la posición normalmente semi-recta de la cola, mientras los otros lamoides la tienen caída contra el trasero.

Cuadro 2. Datos biométricos de algunos camélidos sudamericanos

EspecieSexoAl nacerAl desteteAdultoPerímetro toráxico cm AdultoAltura a la cruz cm Adulto
LlamaM11.1±1.553.0±6.9115.7±22.0113.0±7.0105.0±3.0
 H11.7±1.055.9±5.5101.2±18.0109.0±6.0100.0±5.0
AlpacaM7.0 70.5±6.7  
Suri      
HuacayoM  69.8±8.3  
 H  60.0±5.9  
Ambas variedades y sexos 7.8±1.528.0±1.560.0±15.029.0±5.085.0±6.0

Fuentes: Sumar et al., 1977; Fernández-Baca (1971);Condorena.(1975)

Cuadro 3. Producción de vicuña y sus crucesa

 EDAD
1 año2 anos3 años
 nPCPVLFnPCPVLFnPCPVLF
Vicuña1727.2270.55.3532.7250.05.54538.5325.55.2
Paco Vicuña322.7250.05.0433.2287.55.31238.6416.66.3
Lamo Vicuña--------261.4625.011.0

a Incluye ambos sexos. (PC):peso corporal en kg. (PV):peso de vellón en g. (LF):longitud de fibra en cm medida en costillar izquierdo.
Fuente: Sumar et al., 1974

El vellón de la alpaca es más uniforme, comparado con los producidos por los otros lamoides. Sin embargo, en el vellón de la alpaca se pueden encontrar habitual mente fibras gruesas que forman una capa superior distinta a la inferior, constituida por fibras finas. Esta diferencia es más notoria en los vellones de llama, vicuña y guanaco (Villarroel, 1963). Existen dos variedades o razas de alpaca, que reciben los nombres de Huacayo (o Huacaya) y Suri. La primera es de apariencia más grande y posee un vellón de fibras rizadas semejante al vellón de lana media del corriedale. La Suri produce un vellón resbaladizo y compacto, con fibras lacias que se organizan en mechas onduladas o rulos. Se estima que el tipo Huacaya constituye cerca del 90% de la alpaca producida. Normalmente, hay tipos intermedios debido al cruzamiento, dado que ambas variedades se hallan por lo general en un mismo rebaño.

Los guanacos se parecen mas a las llamas, con la diferencia de que son de color pardo rojizo uniforme. Los animales tiernos suelen cazarse para el comercio de pieles, las mismas que en el mercado se conocen como “chulengo”. La vicuña es la más pequeña de todas las especies y se caracteriza por un mechón de pelos largos que cuelga del encuentro. Este pelo es blanco como el que cubre el pecho y el vientre, contrastando con la parte superior del cuerpo, que es de color café claro.

La glándula mamaria de los camélidos tiene cuatro pezones pequeños. En las alpacas se ha registrado una producción promedio de leche de 200 ml (rango: 15 – 500 ml) durante los primeros meses de lactación (Moro, 1956).Esta leche, según Moro, es similar en olor y sabor a la de la vaca. No existen antecedentes sobre la utilización de la leche de camélidos en la alimentación humana.

Reproducción

Sistemas de apareamiento

En las antiguas haciendas alpaqueras del Perú - hoy, empresas asociativas - se practica un sistema similar al empleado con los ovinos, es decir, se juntan de 300 a 400 hembras con 4–6% de machos por un lapso de dos meses. Las hembras son servidas por primera vez cuando tienen dos años de edad y los machos se emplean a partir de los tres años. En estas condiciones, la tasa de natalidad es sólo alrededor del 50% (Fernández-Baca, 1971), o sea, apenas la mitad de las hembras paren por primera vez cuando tienen tres años de edad; el resto lo hace a los cuatro años o más. Como la gestación dura 342 días en el tipo Huacayo y 345 días en el Suri (San Martín et al., 1968), la parición y el empadre se producen prácticamente en . la misma época, de diciembre a marzo.

Los estudios realizados con la alpaca en los últimos diez años han permitido conocer varios aspectos básicos de su fisiología reproductiva. Así, se sabe que es una especie de ovulación inducida por la cópula (San Martín et al., 1968; Fernández-Baca et al., 1970), estando, en consecuencia, todas las hembras en celo continuo, lo que determina que los machos tengan un trabajo sexual intenso los primeros días de empadre (Fernández-Baca y Novoa, 1968). La hembra exhibe celo inmediatamente después del parto, pero sólo puede concebir a partir de los 10 días del mismo (Sumar et al., 1972). Si se produce la cópula, alrededor del 20% de las hembras no ovulan; en las restantes, al menos el 90% de los óvulos son fertilizados. Sin embargo, un 40% de estos embriones mueren durante el primer mes de vida (Fernández-Baca, 1970; Fernández-Baca et al., 1970 a y b);tanto las hembras que no ovulan, como aquellas que no son fertilizadas y las que pierden el embrión, vuelven a estar en celo, y si son servidas nuevamente tienen posibilidad de concebir.

Por otro lado, se ha demostrado que la asociación continua de machos y hembras por más de 15 días conduce a la inhibición sexual de los primeros (Fernández-Baca et al., 1972). Las hembras apareadas periódicamente con los machos pueden dar cría en cualquier época del año. También se ha determinado que las hembras de un año de edad pueden iniciar con éxito la reproducción (Novoa et al., 1972); para ello es necesario un peso vivo de 40 kg.

La información expuesta revela con claridad que el empadre tipo ovino actualmente practicado no se ajusta a la fisiología reproductiva de la alpaca. Se ha demostrado experimentalmente que dicho método contribuye en gran medida a que los resultados de la natalidad sean pobres (Novoa et al., 1970).

En base a estos registros se diseñó un método de empadre que consiste en usar un total de 6% de machos, el 50% de los cuales inicia el empadre por un lapso de 7 días; a su término, son reemplazados por el 50% restante durante un lapso idéntico. Se continúa alternando a lo largo de 8 semanas, hasta que termina el empadre. Cuando descansan, los machos son alojados en un potrero con pasto abundante. Este procedimiento ha sido utilizado por la Sociedad Agrícola de Interés Social (SAIS) Picotani Ltda - Puno. Los resultados se muestran en el cuadro 4.

Cuadro 4. Efecto del empadre alternado sobre la natalidad en alpacas (SAIS Picotani - 1972)

ClaseEmpadradas№ de Hembras
VacíasParidas
Adultas con cría54050 (10%)486 (90%)
Adultas vacías 1384103 (26.8%) 281 (73.2%) 
Primerizas 2475108 (22.7%)367 (77.3%)
Total1.399265 (18.9%)1 134 (81.1%)

1 Vacías del año anterior
2 De un año de edad

Durante el período 1966–1971, la natalidad registrada sucesivamente en la SAIS Picotani (aproximadamente sobre 2 000 vientres) fue como sigue: 53.1%, 51.2%, 55.4% y 61.0%. Si se comparan estos resultados con los obtenidos en 1972 (cuadro 1), se advierte una marcada ventaja en favor del sistema de empadre alternado. Además, este procedimiento se repitió en el año 1973, con un total de 3 092 vientres, obteniéndose una natalidad del 79%, cifra que supera nuevamente a los antecedentes registrados con el empadre de tipo ovino. Cabe destacar los resultados de la natalidad en las hembras de un año de edad, que concuerdan con lo señalado anteriormente (Novoa et al., 1972) y demuestran la pérdida innecesaria de potencial reproductivo cuando su explotación se inicia recién a los dos años de edad. Actualmente, otras empresas alpaqueras utilizan el empadre alternado.

La clara ventaja del empadre alternado sobre el método tipo ovino radica probablemente en que mantiene activo el interés sexual de los machos, previniendo el agotamiento físico y el efecto negativo de la asociación continua; además, las hembras que retornan al celo, después de una pérdida embrionaria temprana o por otras razones, tienen nuevas oportunidades de ser servidas.

En los rebaños de las comunidades, el empadre de las alpacas es controlado por los pastores (Custred, 1977).Se procura, ante todo, impedir que se repitan los servicios con hembras preñadas, pues existe el riesgo de hacerlas abortar. Por tal razón, los machos de más de tres años y las hembras de mas de dos, son separados de los animales jóvenes y de las preñadas. En el período de apareamiento, hembras y machos son asociados cada 8 días. La tasa de preñez en estas condiciones es usualmente alta, según referencias de varios criadores de las pampas de Cojata-Puno. En cuanto a la llama, se sigue un procedimiento similar al practicado con la alpaca. Mogrovejo (1977) informa que la edad al primer parto fluctúa entre 2.5 y 3 años, con una duración promedio de gestación de 355 días y una tasa de parición del 90%. Por otro lado, Sumar (1977) obtuvo, sobre un total de 64 hembras, tasas de parición del 98% y el 95% durante los años 1976–77 utilizando el sistema de monta continua. Los nacimientos se produjeron durante marzo y abril, y el período promedio de gestación fue de 348 + 9 días.

Estación reproductiva

La literatura sobre la actividad sexual de los lamoides es contradictoria y varía según el área donde las observaciones fueron realizadas. Así, en Argentina, Cabrera y Yépez (1940) informan que la llama se reproduce de noviembre a mayo (verano y comienzos del otoño), el guanaco en noviembre, y la vicuña durante todo el año, pero principalmente de abril a junio. Koford (1957) encontró que la vicuña en Perú se reproduce desde mediados de febrero hasta abril. En el mismo país, la estación sexual de la alpaca se extiende de diciembre a marzo (San Martín et al., 1968). En efecto, en las explotaciones alpaqueras de las comunidades campesinas, donde machos y hembras están juntos todo el año, la parición se circunscribe a la época de lluvias (diciembre–marzo). Sin embargo, como se señaló anteriormente, las alpacas pueden reproducirse en cualquier época del año, cuando machos y hembras se reúnen periódicamente (Fernández-Baca et al., 1972).Es posible que un fenómeno similar se registre en el resto de los camélidos.

Cuadro 5. Distribución de alpacas según tipo de explotación en el Perú

Tipo de explotación№ de cabezas%
Empresas asociativas219 6009
Medianos y pequeños ganaderos170 8007
Comunidades y parcialidades2 049 60084

Fuente: Plan de Desarrollo Pecuario 1977/1980.

Cuadro 6. Composición aproximada de un rebaño de alpacas

Clase%
Hembras de dos años o mas40
Machos reproductores3
Machos y hembras hasta un año de edad16
Capones41
Saca anual aproximada14

Tipos de explotaciones y práctica de manejo

Existen notables diferencias en el grado de organización de las explotaciones. Toda la población de llamas esta en manos de las comunidades campesinas, pero estas sólo explotan el 84% de las alpacas (ver cuadro 5).La proporción de llamas y alpacas en un rebaño cualquiera de comunidad es de 1:2.En estas explotaciones, los animales son mantenidos en un solo rebaño sin distinción de sexo, edad o color, y sin seguir un calendario definido de operaciones de campo.

En las explotaciones de los medianos propietarios y de las empresas asociativas, el ganado es clasificado, al menos, por edad y sexo y se sigue un calendario de actividades más o menos definido, según los lineamientos de la práctica con ovinos. El mediano propietario posee de 500 a 2 000 cabezas y las empresas hasta 30 000. En el cuadro 6 se muestra la estructura aproximada de estos rebaños.

En general existe la tendencia a mantener un numero elevado de capones como productores de fibra; en cambio, la proporción en el hato de hembras en edad reproductiva mayores de dos años es inferior al 40%. Esta débil proporción de madres, combinada con una baja tasa de natalidad y una alta mortalidad de las crías, resulta insuficiente para suministrar los reemplazos de los animales que mueren o tienen que ser eliminados por límite de edad. En estas condiciones resulta imposible practicar la selección según las características reproductivas.

La duración de la vida productiva de la alpaca se estima en unos 10 años,

La mortalidad de las crías en los tres primeros meses de edad llega al 50% y hasta al 60% en ciertos años. Una de las causas más importantes de tales perdidas es la enterotoxemia (Moro, 1971) causada por el Glostridium welchii tipos A y C. La mortalidad anual en animales adultos se aproxima al 4%.

Todo lo expuesto se traduce en una saca anual muy baja, del orden del 10–12%, constituida principalmente por animales viejos.

La esquila se efectúa anualmente en algunas explotaciones y cada dos años en otras, entre octubre y noviembre. En las comunidades, la trasquila comienza en diciembre y puede durar hasta marzo. En general, se esquila al mismo animal cada dos años, por lo que en cada temporada la trasquila es del 50% del rebaño; esto no impide que se hagan cortes anuales. Hay animales cuyos cuartos posteriores y parte del pecho no se esquilan con el objeto de que la fibra crezca durante varios años y adquiera la longitud necesaria para el trenzado de sogas, tejido de costales y de otras prendas que necesitan hilos de fibras largas y resistentes.

Rendimiento

Fibra: En el cuadro 7 se muestran algunos resultados de animales adultos, información limitada porque no toma en cuenta una serie de factores que afectan la producción de dicha característica. En efecto: Velasco et al., (1977), trabajando con datos del peso del vellón de 3 727 crías de 8 a 10 meses de edad acumulados durante varios años, determinaron un promedio de 1.29±0.35 kg; encontraron, además, que esta característica registra diferencias significativas según las razas, las edades, las crías de madres de diferente edad y los sexos. Además, es posible que también existan diferencias atribuibles a la zona, principalmente por la disponibilidad alimenticia que varía de una a otra.

Cuadro 7. Producción de fibra en llamas y alpacas mayores de tres años

 nIntervalo esquilaPeso Vellón lbsLongitud de fibra cmAutor
Llama671 año2.8±1.010.2±2.2Sumar et al., (1977)
Alpaca     
Huacayo801 año4.414.3Condorena (1975)
Suri801 año4.616.4Condorena (1975)

Cuadro 8. Peso vivo y rendimiento de canal en alpacas

nSexoEdad añosPeso vivo kgCarcasa %Autor
130Hembra2–1058.3±9.055.3±3.0Calderón y Fernández B. (1972)
100Macho+ 758.953.9Tapia (1964)
100Hembra+ 754.453.3Tapia (1964)
-Capón+ 2-45.7–61.0Ponce de León (1971)
-Hembra+ 7-49.0–52.6Ponce de León (1971)

Carne: En el cuadro 8 se puede apreciar el rendimiento de canal de las alpacas; nótese que es alto si se lo compara con el de ovinos criados en ambientes similares. Fernández Baca (1961) encontró en ovinos Criollos un rendimiento del 39.5%. El cuello de la alpaca constituye aproximadamente el 8% del rendimiento total de carcasa. Según los datos de Tapia (1964), el rendimiento del charqui entero (carne deshidratada salada) es del 36%, y llega al 18% el rendimiento del charqui deshuesado.



XI

EL CUY Y SU PRODUCCION DE CARNE

M. Zaldívar Abanto

El cuy es un mamífero roedor originario de la zona andina del Perú y Bolivia; pertenece a la familia Caviidae, orden Rodentia, género Cavia y especie Cavia porcellus. El cuy o curi es también llamado cobayo o conejillo de Indias; se lo utiliza como alimento del hombre en algunos países latinoamericanos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, entre otros).

La limitada información con que se cuenta nos impide conocer y analizar la situación de la crianza de cuyes en el marco general de la ganadería. En el Perú se registra un consumo anual de 17 000 tm de carne procedentes del beneficio de más de 67 millones de cuyes (OSEIA, -1978). La población de Colombia se estima en 500 mil animales (Atehortua y Caycedo, 1977), los que producirían una saca anual de 1.5 millones de cuyes, o sea, una producción anual de carne de 390 tm, . En Ecuador y Bolivia se carece de información en la materia.

Como producto alimenticio nativo, el cuy constituye un elemento cultural intrínseco y, por lo tanto, indesligable del proceso histórico de la sociedad andina. En el marco de desarrollo de la sociedad preincaica o incaica, su explotación alcanzóun alto grado de progreso tecnológico. A partir del sigloXVI, y como consecuencia de las nuevas relaciones sociales de producción que se instauraron en América Latina, el cuy fue marginado y, en algunos casos, eliminado de la dieta, a pesar de constituir un elemento importante de la alimentación de vastos sectores sociales de recursos económicos limitados.

En la actualidad, a pesar de que su consumo se circunscribe a ciertas zonas del área andina, se están desplegando grandes esfuerzos para incorporarlo a la dieta de toda la población del país. Ello se debe a que la carne de cuy posee un alto valor nutritivo y su costo de explotación es relativamente bajo, ya que estos animales producen carne a partir de alimentos fibrosos. Otra ventaja adicional de esta especia es su fácil adaptación a diferentes ambientes ecológicos: la crianza del cuy es habitual tanto a nivel del mar como en alturas que superan los 4 000 metros, y tanto en zonas frías como en áreas del trópico húmedo. Estas características - la producción de carne a base de alimentos fibrosos y la adaptación a diferentes ecosistemas - son ampliamente aprovechadas por los campesinos peruanos, quienes vienen desarrollando la crianza del cuy en las zonas más diversas.

En relación a la producción, los cuyes han sido clasificados de acuerdo a su conformación corporal y su pelaje (Zaldívar et al., 1977).Según la conformación corporal, se distinguen dos tipos, el A y el B: el primero presenta formas redondeadas, cabeza corta y temperamento tranquilo; el segundo, formas angulosas, cabeza larga y temperamento nervioso. Los animales del tipo A aventajan en un 30% a los del tipo B, en lo que se refiere al incremento de peso hasta la edad de comercialización.

Por su pelaje han sido clasificados en cuatro tipos - 1, 2, 3, y 4 - según tengan pelo corto, lacio y pegado al cuerpo; pelo corto, lacio y en rosetas; pelo largo y lacio; o pelaje corto y erizado, respectivamente. Los animales tipo 1 y 2 son los que, hasta el momento, presentan las mejores características para la producción de carne; sin embargo, es importante mencionar que los cuyes tipo 4 evaluados últimamente presentan características deseables de precocidad y de infiltración grasa.

Los cuyes tipo 3 son criados básicamente como animales para el hogar, ya que muestran índices de producción inferiores a los otros tipos.

La carne de cuy esta compuesta por un 20.3% de proteínas, 70.6% de humedad, 7.8% de grasa y 0.8% de minerales (Guzmán, 1968), teniendo un rendimiento promedio de carcasa del 65% (Zaldívar et al., 1977). En animales castrados el rendimiento es ligeramente superior (Flores, 1972).

En materia de índices productivos, los presentados en el cuadro 1 comparan los promedios estimados a nivel sub-regional andino con los resultados obtenidos como producto de la investigación, que están siendo corroborados en las granjas comerciales.

Cuadro 1. índices comparativos de producción en cuyes

DescripciónNivel sub-regional andinoNivel de experimentación
№ promedio de crías  
- por hembra mes0.460.90
- por hembra año5.5210.80
№ promedio de partos  
- por hembra año2.004.10
Peso al nacer (g)80130
Peso al destete (g)200350
Peso al beneficio (g)800835
Edad de beneficio (meses)6 a 82 a 3

El análisis de los datos del cuadro 1 permite determinar la productividad de carne potencial de esta especie, mejorando las condiciones de manejo y la calidad de los animales a partir de la población original; una población que, sólo para el Perú y Colombia, se estima en más de 23 millones de cuyes. En el caso del Perú, intensificando el programa de promoción de esta crianza, en un período de 10 años se puede incrementar la producción de 17 000 tm a 34 000 tm anuales de carne de cuy. Este incremento se puede lograr mediante la distribución masiva de reproductores que fijen sus características, ya que tienen un índice de heredabilidad para peso al beneficio de 0.32 - 0.08 (Lavado, 1978). El medio ambiente también influye en forma determinante sobre la productividad del animal, habiéndose encontrado relaciones fenotípicas y ambientales de hasta un 57%, tal como se registra en el cuadro 2.

Cuadro 2. Correlaciones fenotípicas y ambientales obtenidas en cuyes

DescripciónPeso al nacerPeso al destetePeso al beneficio
Peso al nacer---0.520.40
Peso al destete0.45---0.57
Peso al beneficio0.240.49---

Estos resultados ya se están verificando en Colombia: los integrantes de la Empresa Comunitaria La Merced, en el departamento de Nariño, han informado sobre los avances logrados y el grado de mejoramiento obtenido en una primera generación, mediante el cruzamiento de cuyes mejorados., procedentes del Perú, con animales Criollos. Esto puede apreciarse en el cuadro 3.

Cuadro 3. Producción comparativa de cuyes selectos, cruzados y Criollos

CaracterísticasRaza PeruanaCriolloCruzado
№ de crías por parto2.61.5-
Peso al nacer (g)20080160
Peso al destete (g)400200370
Peso a los 3 meses (g)850330600

Fuente: Atehortua y Caycedo, 1977.

La crianza de cuyes en los Andes latinoamericanos se desarrolla básicamente en el marco de un sistema de explotación de tipo familiar; cada familia cría normalmente no más de cien animales. Esta población le permite disponer de carne durante todo el año.

La forma de explotación es muy variada, dependiendo del nivel económico que haya alcanzado la familia campesina. Es así que la crianza se desarrolla en un 90% en el ambiente usado como cocina, con la finalidad de aprovechar la fuente de calor y todos los desperdicios de comida. Algunos campesinos construyen compartimentos para ubicar sus animales, sin tener en cuenta la edad, la clase y el sexo, motivo por el cual se producen rápidas degeneraciones como consecuencia de la fuerte consanguinidad y los servicios muy prematuros en el caso de las hembras. Además, es alto el porcentaje de mortalidad por aplastamiento de las crías, sobre todo de las recién nacidas.

En la actualidad se están desarrollando explotaciones a nivel comercial, con poblaciones que fluctúan entre los 2 000 y 4 000 cuyes, siendo escasas las granjas que operan con más de 10 000 animales. Estas granjas aplican diferentes grados de tecnología; el factor común en todas ellas es el uso de corralitos de crianza que permiten separar los cuyes en grupos de 8 a 10 animales, según edad, clase y sexo. El material usado para su construcción varía de acuerdo al costo y disponibilidad de la zona de operación, pudiendo ser de madera, adobe, ladrillo, malla de alambre, etc.

La comercialización se realiza en pie, principalmente en los mercados feriales, que en la región de la Sierra se realizan regularmente los días sábados y domingos. Pero la generalidad de los campesinos de los Andes del Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador crían el cuy para autoconsumo, y sólo venden el excedente de su producción. En los centros poblados, suelen ofrecerse pequeñas cantidades en mercados y en algunos restaurantes de comida típica. El cuy constituye uno de los potajes principales durante ciertas fiestas de la región; en tales ocasiones, llegan a consumirse de F 000 a 8 000 animales diariamente.

El aspecto sanitario es un factor crítico de la crianza del cuy, emergente del sistema mismo de explotación; los ectoparàsitos y algunas epizootias - especialmente las ocasionadas por salmonela y pasteurela - diezman las poblaciones.


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