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La responsabilidad social de la empresa en el sector forestal

R. Panwar y E. Hansen

Rajat Panwar es Profesor auxiliar de Responsabilidad empresarial y social, Departamento de Administración de Empresas y Economía, Northland College, Ashland, Wisconsin (Estados Unidos de América).
Eric Hansen es Profesor de Mercadeo de productos forestales, Departamento de Ciencias de la Madera e Ingeniería, Escuela de Ciencias Forestales, Universidad del Estado de Oregón, Corvallis, Oregón (Estados Unidos de América).

Las prácticas de responsabilidad social de la empresa deberían incidir en las cuestiones de sostenibilidad, que son importantes para las partes interesadas locales, y plantearse de preferencia a nivel local.

Las expectativas que la sociedad cifra en las empresas como instituciones socialmente responsables han aumentado y se han ido modificando a lo largo del tiempo. No es nueva la idea de que la actividad empresarial conlleva algún tipo de responsabilidad social; sin embargo, durante el pasado decenio la responsabilidad social de la empresa (RSE) ha sido objeto de una cada vez mayor atención, debido, en cierta medida, a los escándalos vinculados al desfase entre el juicio de la propia empresa acerca de sus responsabilidades y el juicio concomitante que respecto a estas últimas emite la sociedad. Otro factor que explica la intensa atención prestada a la RSE ha sido el advenimiento de la mundialización, un fenómeno en virtud de cual las corporaciones globales se conectan con comunidades locales en distintos lugares del mundo y que tiene consecuencias sociales considerables.

El concepto que las sociedades se forjan acerca de la RSE varía según cuál sea el contexto socioeconómico. En un extremo se encuentran unas sociedades –por lo general dotadas de un nivel de desarrollo económico elevado y de una tradición democrática robusta– que confían en que los negocios pueden representar un vehículo para el desarrollo sostenible. En el otro extremo están las sociedades –frecuentemente menos económicamente desarrolladas– que esperan que los negocios constituyan una actividad de índole puramente económica que, además de desempeñar otras funciones, proporciona empleos. Las expectativas societales respecto a las responsabilidades de la empresa se amplían conforme la sociedad atraviesa las distintas etapas de su desarrollo económico y su población persigue cada vez más satisfacer no solo sus necesidades de crecimiento físico sino también social y personal.

Los marcos normativos que se construyen en torno a las organizaciones empresariales y a las expectativas que la sociedad pone en las empresas están unidos, pero no de manera unívoca. En algunos países, las modalidades de percepción societal están conformadas por el cuerpo normativo; mientras que en otros son las expectativas societales las que configuran el marco normativo. Análogamente, difieren mucho de una sociedad a otra los requisitos jurídicos con que deben cumplir las empresas. Estas diferencias pueden conducir a las empresas multinacionales a trasladar sus operaciones a lugares donde imperan unas normativas medioambientales y sociales menos exigentes, fenómeno que se conoce como «huida industrial» o «carrera de abaratamiento».

No existe una definición única de RSE comúnmente aceptada. La formulada por el Consejo empresarial mundial de desarrollo sostenible (2000) incorpora algunos elementos del concepto de desarrollo sostenible y reza: «el compromiso prolongado de las empresas de observar un comportamiento ético y de contribuir al desarrollo económico, mejorando al mismo tiempo la calidad de la vida de la fuerza de trabajo y la de sus familias, así como la de la comunidad local y de la sociedad en general». Esta definición, que ha sido objeto de asentimiento creciente desde la Cumbre para la Tierra de Río de Janeiro, ha orientado el mundo hacia un mandato centrado en el desarrollo sostenible. Las definiciones de RSE propuestas por las empresas reflejan una pauta similar. Stora Enso (2008), una de las mayores empresas de productos forestales, sostiene por ejemplo que los principios en los que basa su responsabilidad social comprenden «los derechos humanos, los derechos laborales, las prácticas empresariales éticas, las comunicaciones y la participación de la comunidad».

En una economía globalizada, las empresas son objeto de expectativas de alcance mundial, y un concepto tan amplio y reconocido como el de desarrollo sostenible encaja bien con las responsabilidades económicas, sociales y medioambientales de las empresas globales. En consecuencia, las entidades comerciales deberían esforzarse por armonizar los mencionados sectores de sus responsabilidades para llegar a un enfoque de referencia triple de la RSE (Elkington, 1997). Un tal enfoque tiene amplia aplicación a través del mundo ya que se alinea con el concepto de desarrollo sostenible. Tan común se ha vuelto la asociación de la RSE con el desarrollo sostenible que la presentación de informes sobre la RSE suele llamarse «notificación de sostenibilidad».

En este artículo se presenta una metodología de gestión de problemas que puede ayudar a las empresas del sector de los productos madereros a manejar mejor sus responsabilidades sociales.

Los costos que supone la RSE explican que las empresas más pequeñas de países en desarrollo se ocupen con menos premura de algunas cuestiones como la seguridad de los trabajadores (fabricación de muebles, Nueva Delhi, India)
D. STALLCOP

LA RSE EN EL SECTOR DE LOS PRODUCTOS MADEREROS

No solo difieren las expectativas sociales respecto a la empresa de un país y de una cultura a otros, sino también de una industria a otra. La Iniciativa Mundial para la Presentación de Informes (véase www.globalreporting.org) incluye, por consiguiente, en su Marco para la Presentación de Informes, algunos suplementos destinados a atender las necesidades específicas de distintos sectores. Falta sin embargo un suplemento para el sector forestal.

Como la madera procede de los bosques, y el público considera generalmente los bosques como sitios naturales que deberían permanecer relativamente libres de alteraciones ocasionadas por el hombre, las operaciones realizadas por el sector de los productos madereros han sido objeto de una más profusa vigilancia pública que las operaciones llevadas a cabo por otras industrias extractivas (Bhambri y Sonnenfield, 1988; Nasi, Nasi y Zyglidopoulos, 1997). La certificación forestal y el ecoetiquetado son dos dispositivos importantes que garantizan que la madera haya de provenir de bosques que han sido ordenados con arreglo a las normas de sotenibilidad; la RSE podría, empero, tener un alcance aún mayor.

Sesenta y una de las cien empresas principales de productos forestales del mundo han presentado, según se notifica, informes de sostenibilidad (PricewaterhouseCoopers, 2007), y esa proporción va en aumento. Cabe notar que la mayor parte de los indicadores sociales (salud e inocuidad) y medioambientales (emisiones aéreas) utilizados en dichos informes ya forman parte de los requisitos legislativos; y en cuanto tales, no evidencian que los compromisos empresariales hayan caído fuera del ámbito jurídico en lo que se refiere a la ayuda que las empresas proporcionan a la sociedad o al ambiente.

Además, la mayor parte de las empresas que publican informes de sostenibilidad tienen su sede en países desarrollados. Si bien en los países en desarrollo los aspectos sociales y medioambientales relacionados con las actividades forestales han sido objeto de mucha atención, la información fácilmente disponible acerca del desempeño social y medioambiental de los fabricantes de productos forestales es menos abundante en esos países.

Asimismo, la literatura sobre casuística de RSE es más abundante en el caso de las grandes empresas que en el de las pequeñas. Por ejemplo, las grandes papeleras indias, como Ballarpur Industries y Star Papers, hacen hincapié en sus cometidos de responsabilidad social, pero la situación de RSE en los millares de aserraderos pequeños del país no ha sido aún en general sometida a examen. Los costos de la RSE determinan que las grandes empresas puedan llevar a cabo más frecuentemente las actuaciones de RSE que las pequeñas, y que estas últimas apliquen con menor premura, por ejemplo, las medidas de seguridad y cumplan más imperfectamente con la reglamentación medioambiental.

Se podría argumentar que las distintas sociedades pueden llegar a satisfacer los requisitos de la sostenibilidad recorriendo caminos diferentes (Kennedy, 2007). Por lo demás, los programas y normas de RSE deberían definirse sobre todo en el plano local. Si no se presta la debida consideración al contexto local, los buenos propósitos que puedan animar ciertos programas podrían ser percibidos como una simple manifestación de retórica empresarial. Con el propósito de ilustrar las diferentes necesidades de RSE en distintas sociedades, Panwar y Hansen (2007) presentaron conjuntos de módulos diferenciados de cuestiones económicas, sociales y medioambientales que, en opinión de sujetos interesados en los Estados Unidos de América y en la India, deberían ser objeto de examen por parte de los fabricantes de productos forestales de esos países.

Puesto que, según se ha descrito más arriba, las expectativas societales y el marco normativo empresarial están vinculados, en países en los que la reglamentación es más estricta (y las exigencias de cumplimiento son mayores) algunas de las cuestiones apuntadas en los módulos podrían considerarse parte no integrante de una cartera de RSE. Por ejemplo, las condiciones laborales y de seguridad del trabajador no se consideran cuestiones importantes desde el punto de vista de la responsabilidad social en las empresas de productos forestales de los Estados Unidos de América, mientras que dichas condiciones podrían sí ser importantes en el contexto de otras sociedades en las que el trabajo está menos normado o la reglamentación de control del cumplimiento es más débil. El trabajo infantil puede constituir un asunto litigioso en los países en desarrollo; aunque la legislación persigue acabar con el trabajo infantil, una empresa socialmente responsable podría ir más lejos y proporcionar por ejemplo a los niños capacitación para desarrollar sus habilidades u oportunidades de acceder a la enseñanza escolar.

EL CAMINO HACIA DELANTE: LA GESTIÓN DE PROBLEMAS y LAS EMPRESAS DE PRODUCTOS FORESTALES

La empresa deseosa de adoptar los principios de la responsabilidad social debe elegir entre diversos métodos y enfoques; por ejemplo, la gestión de las partes interesadas (concentrándose en los grupos que se ven afectados por las decisiones de la empresa o en los grupos que podrían condicionar las decisiones de la empresa), el rendimiento social de la empresa (concentrándose en los resultados) y la gestión de los problemas (concentrándose en las cuestiones de responsabilidad en vez de en los grupos).

El planteamiento de los problemas es la primera etapa de la gestión de problemas, y puede llevarse a cabo mediante entrevistas a los interesados para determinar los asuntos que ellos consideran importantes y dignos de ser tomados en cuenta por los cuadros directivos. Con el objeto de afinar el listado de los problemas que se genera a través de las entrevistas y perfeccionar el método, Panwar (2008) ha propuesto una segunda etapa consistente en un proceso de Delphi, en el que un grupo de participantes neutrales e informados responde a preguntas y formula repetidamente comentarios y sugerencias controlados hasta llegar a un acuerdo. Una lista concisa de problemas será útil para las empresas que prefieran poner en ejecución el protocolo de responsabilidad social por etapas sucesivas breves. Para las que ya han emprendido el protocolo y estén listas para hacer mayores inversiones, una lista más dilatada será más apropiada.

Este enfoque ha sido adoptado últimamente en un proyecto, realizado en la Universidad del Estado de Oregón en los Estados Unidos de América, para elaborar un conjunto de cuestiones que deben ser tratadas por las empresas de productos forestales que buscan ostentar un comportamiento socialmente responsable. Panwar (2008) entrevistó a 13 interesados principales entre los que se contaban representantes de organizaciones no gubernamentales que operan en el sector forestal, oficiales de gobierno del Servicio Forestal federal, políticos, representantes de asociaciones de la industria y oficiales de extensión universitarios que mantienen relaciones constantes con el sector forestal. Se plantearon un total de 12 cuestiones sociales y 20 cuestiones medioambientales. Para llegar a formular una lista concisa, se realizaron dos rondas Delphi, en las que intervinieron cuerpos docentes de diferentes universidades estadounidenses competentes en negocios forestales. Al cabo de la segunda ronda, se llegó a un consenso respecto a seis cuestiones sociales y seis cuestiones medioambientales que deben ser tratadas por las industrias estadounidenses de productos forestales socialmente responsables (véase el recuadro).

Este enfoque podría ser utilizado en otros países, con algunas modificaciones. El proceso de gestión de problemas puede ayudar a las empresas a elaborar programas de responsabilidad social cronológica y contextualmente pertinentes. Al mismo tiempo, la legitimidad de los programas quedaría asegurada, ya que éstos se habrían basado en las expectativas societales y no en negociaciones entre partes interesadas poderosas, como sucede por lo general en el enfoque de gestión común.

Cuestiones para las industrias de productos forestales socialmente responsables de los Estados Unidos de América, planteadas mediante un proceso de gestión de problemas

Cuestiones sociales
• Estimular la comprobación pública de las prácticas de ordenación de tierras y del medio ambiente
• Realizar inversiones en las comunidades que viven en los alrededores
• Promover consumos responsables entre los consumidores
• Detener la disminución del empleo en el sector
• Entablar relaciones con las comunidades que viven en los alrededores
• Realzar la imagen pública de la industria

Cuestiones medioambientales
• Promover prácticas forestales sostenibles
• Incrementar el uso de los recursos renovables
• Adoptar políticas de compras racionales desde el punto de vista medioambiental
• Mitigar el calentamiento mundial
• Reducir el consumo energético general
• Mejorar la gestión de los desechos

EL FUTURO DE LA RSE EN EL SECTOR FORESTAL

Las sociedades se relacionan de diferentes formas con la naturaleza, y la comercialización de los recursos forestales ha tenido ya repercusiones enormes en la relación que muchas comunidades forestales mantienen con aquélla. Es por consiguiente esencial que los protocolos de RSE se basen en las aportaciones de las partes interesadas locales y no en una reglamentación introducida desde fuera. Ingenieros forestales, ingenieros comerciales, sociólogos y antropólogos podrían contribuir a diseñar programas de RSE idóneos para distintos contextos locales. Tales programas revisten gran importancia para los sectores basados en la naturaleza, tales como el de la silvicultura y el de los productos forestales, que son determinantes para los medios de vida de muchas sociedades. Las normas relativas a la RSE deben evitar las soluciones que valen como horma universal. Los autores proponen a este efecto formular un suplemento que acoja los productos forestales en el Marco de la Iniciativa Mundial para la Presentación de Informes y sea un medio para la inclusión de consideraciones nacionales específicas.

En combinación con la ordenación forestal sostenible, la RSE encierra el potencial de permitir a las empresas mejorar la situación de los bosques del mundo y las sociedades humanas. No obstante, los conceptos y normas importados se pueden transformar en mera retórica y servir tan sólo para reforzar la imagen de una empresa en el seno de la sociedad, aniquilando por ende la promesa de que la RSE pueda garantizar la sostenibilidad. Gracias a un enfoque local, la RSE puede convertirse en un instrumento genuino para ayudar a las empresas a definir su función social.

Bibliografía

Bhambri, A. y Sonnenfield, J. 1988. Organization structure and corporate social performance: a field study in two contrasting industries. Academy of Management Journal, 31 (3): 642–662.

Consejo empresarial mundial de desarrollo sostenible.
2000. Corporate social responsibility – meeting changing expectations. Ginebra, Suiza. Disponible en: www.wbcsd.org/DocRoot/hbdf19Txhmk3kDxBQDWW/CSRmeeting.pdf

Elkington, J.
1997. Cannibals with forks: the triple bottom line of 21st century business. Oxford, Reino Unido, Capstone.

Kennedy, D.
2007. Sustainability. Science, 315(5812): 573.

Nasi, J., Nasi, S. y
Zyglidopoulos, S. 1997. The evolution of corporate social responsiveness: an exploratory study of Finnish and Canadian forestry companies. Business and Society, 36(3): 296–321.

Panwar, R.
2008. Corporate social responsibility in the forest products industry: an issues management approach. Disertación doctoral, Universidad del Estado de Oregón. Disponible en: ir.library.oregonstate.edu/dspace/bitstream/1957/8940/1/CSR-Forestindustries.pdf

Panwar, R. y Hansen,
E. 2007. The standardization puzzle: an issue management approach to understand corporate responsibility standards for the forest products industry. Forest Products Journal, 57(12): 86–91.

PricewaterhouseCoopers.
2007. Growth: global forest, paper y packaging industry survey. 2007 edition: Survey of 2006 results. Disponible en: www.pwc.com/fppsurvey07

Stora Enso.
2008. Sustainability glossary. Disponible en: www.storaenso.com/links/glossary/sustainability-glossary/Pages/sustainability-glossary.aspx


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