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Hacia el logro de los compromisos de la Cumbre

Medidas de lucha contra el hambre

El Brasil se propone eliminar el hambre

El Gobierno del Brasil ha manifestado que la lucha contra el hambre es su más alta prioridad. El Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva tomó posesión en enero, prometiendo erradicar el hambre antes de que termine su mandato cuatrienal.

El Brasil es un importante exportador de productos agrícolas y carne, pero más de 40 millones de sus 170 millones de habitantes viven con menos de 1 dólar EE.UU. al día. El hambre es mayor en las zonas rurales del nordeste del país, pero su incidencia está aumentando rápidamente en las ciudades.

Para reducir el hambre rápida y permanentemente, el Gobierno ha adoptado una estrategia de dos vertientes. El Projeto Fome Zero (Proyecto Hambre Cero) combina intervenciones de emergencia para llenar los platos de los hambrientos con iniciativas orientadas a aumentar la aptitud para el empleo, reducir la pobreza y estimular la producción alimentaria.

A fin de proporcionar socorro inmediato a las familias más necesitadas, el Proyecto expide tarjetas electrónicas de dinero efectivo para atender las necesidades de compra de alimentos. Los brasileños hambrientos se beneficiarán también de programas para proporcionar comidas gratuitas o a precio reducido en las escuelas, los lugares de trabajo y restaurantes populares. A fin de no fomentar la dependencia, el derecho a la asistencia alimentaria se vincula a la participación en programas de alfabetización y capacitación.

La estrategia a largo plazo del Proyecto Hambre Cero es atacar las causas del hambre en su raíz: pobreza, desempleo y carencia de tierras. El Proyecto comprende medidas para aumentar el salario mínimo, acelerar la reforma agraria y proporcionar un ingreso mínimo a los hogares necesitados con niños en edad escolar.

El Proyecto se propone reducir la pobreza y el hambre en las zonas rurales utilizando el aumento de la demanda creado por las redes de seguridad para estimular el aumento de la producción de las explotaciones agrícolas de tamaño pequeño o medio. El Proyecto incluye iniciativas para mejorar el acceso de las familias de agricultores a servicios de crédito, seguros y extensión.

El Proyecto Hambre Cero se ha puesto en marcha rápidamente. Para finales de mayo, decenas de miles de familias de 181 municipios afectados por la sequía reci-bían asignaciones mensuales para comprar alimentos y se habían construido más de 10 000 tanques de agua para reducir al mínimo los efectos de la sequía.

El Proyecto Hambre Cero está bajo la inspección de un Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria, que se compone de representantes de entidades oficiales y de organizaciones de la sociedad civil. El Proyecto cuenta con un enorme apoyo público, y una gran parte de su impulso procede de organizaciones no gubernamentales, del sector privado y de personas individuales que quieren ayudar a librar al Brasil del hambre.

Viet Nam hace rápidos progresos

Un programa de erradicación del hambre iniciado a nivel provincial en 1992 y ampliado a todo el país en 1996 ha ayudado a Viet Nam a hacer rápidos progresos hacia su objetivo declarado de garantizar la seguridad alimentaria de los hogares.

Estimulado por el rápido crecimiento económico y las inversiones en la agricultura y el desarrollo rural, Viet Nam ha logrado reducir considerablemente la proporción de la población subnutrida durante el decenio de 1990 (véase el gráfico). El Programa interdisciplinario de erradicación del hambre y reducción de la pobreza desempeñó un importante papel para lograr ese progreso y garantizar que las comunidades pobres y aisladas no se quedaran atrás.

En general, el hambre y la pobreza han disminuido espectacularmente en las zonas rurales, mientras que la producción agrícola ha aumentado vertiginosamente. Sin embargo, las tasas de pobreza siguen siendo casi dos veces más altas en el campo (11,2 por ciento) que en las ciudades (6 por ciento). En algunas zonas montañosas y comunidades de minorías étnicas, más de la mitad de la población sigue viviendo en la pobreza.

El programa de erradicación del hambre se dirige a las comunidades más pobres, con una serie de servicios, entre ellos el acceso al crédito, la extensión y la capacitación, el empleo y la educación nutricional. Además, ha invertido cada año 60 000 dólares EE.UU. como promedio en cada uno de los más de 2 000 municipios, contratando a habitantes de la zona para mejorar carreteras, puentes, instalaciones de riego, escuelas y otros elementos de infraestructura. El programa se propone eliminar el hambre crónica para 2005 y reducir la pobreza a menos del 5 por ciento para 2010.

Túnez da ejemplo de solidaridad

En 1992, el Presidente Zine El Abidine Ben Ali de Túnez visitó zonas remotas del país y comprobó personalmente que las comunidades pobres carecían de carreteras, electricidad, agua y otra infraestructura básica. En menos de un año, Túnez promulgó leyes para establecer un Fondo de solidaridad nacional. Un decenio más tarde, ese fondo ha distribuido casi 450 millones de dólares EE.UU. a 1 327 comunidades pobres y aisladas y se ha convertido en un modelo para los esfuerzos internacionales por erradicar la pobreza.

El Fondo recibe recursos de muchas fuentes, que incluyen personas individuales, empresas, el Gobierno y organizaciones nacionales e internacionales. Esos recursos se utilizan exclusivamente para proyectos en zonas que carecen de medios para garantizar las condiciones mínimas para una vida decente. Los residentes de las comunidades ayudan a fijar las prioridades, planificar los proyectos y seleccionar los beneficiarios.

Durante sus primeros ocho años, el Fondo ayudó a llevar la electricidad a 72 000 hogares, proporcionó agua potable a 81 000 hogares y ayudó a construir más de 30 000 viviendas y 122 centros de atención de salud. Los proyectos del Fondo ayudaron también a iniciar casi 60 000 pequeños proyectos generadores de ingresos y crearon más de 17 000 puestos de trabajo.

Inspirada por el éxito del Fondo de solidaridad nacional de Túnez, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo aprobó unánimemente la creación de un fondo mundial para reforzar la lucha contra la pobreza. En diciembre de 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que pedía el establecimiento efectivo e inmediato del Fondo de solidaridad mundial. El Fondo acepta contribuciones voluntarias de organizaciones públicas y privadas y de particulares y es administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Adelanto de directrices sobre el derecho a la alimentación

El Grupo de Trabajo Intergubernamental establecido por el Consejo de la FAO y encargado de elaborar directrices voluntarias para la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada celebró su primera reunión en marzo de 2003. La FAO presta servicios de secretaría al Grupo, que trabaja en estrecha colaboración con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Participaron en la reunión representantes de 87 países. La mayoría de los miembros confirmaron el interés de sus países por disponer de directrices que sirvieran de instrumento práctico para hacer efectivo el derecho a la alimentación. Los representantes de la sociedad civil y de organizaciones internacionales subrayaron también la urgente necesidad de esas directrices.

La Mesa de siete miembros del Grupo ha preparado un primer proyecto de directrices voluntarias, para su presentación al Grupo de Trabajo en su segunda reunión de septiembre de 2003. El Grupo ha recibido el mandato de elaborar las directrices antes del período de sesiones de octubre de 2004 del Comité de Seguridad Alimentaria (CSA).

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