Internacionalización con consenso entre los países de la necesidad de una política orientada a lograr el manejo y aprovechamiento sostenible de los bosques naturales y plantados. Este movimiento debe ocurrir particularmente en los países más importantes como productor y/o como consumidor. De esta forma se podría lograr que el resto de los países consideren sus políticas internas y las adapten a la internacional. Uno de los factores que debe ser considerado es la visión cortoplacista de las políticas criollas de desarrollo nacional, en donde los resultados deben ser observables durante el período en el poder del partido político de turno.
Crearse con reconocimiento internacional ampliamente manifiesto, de un cuerpo para analizar e identificar los bienes y servicios ofrecidos por los recursos forestales, su valor y su impacto en el desarrollo nacional en los diferentes escenarios. Es decir, los países se pueden agrupar según ciertos escenarios y para cada uno de ellos, identificar el impacto en el desarrollo nacional en cada uno de campos de interés: social, económico, ambiental, etc. De esta forma se ayuda a mejorar la credibilidad del potencial del subsector forestal para participar en los esfuerzos de desarrollo socioeconómico de cada uno de los países.
Identificar y consensuar con la participación de los países participantes en i), de las normas mínimas que deben ser regir el manejo, aprovechamiento y comercio nacional e internacional de los recursos forestales. De esta manera se procura que exista competencia leal entre los países con potencial para producir productos de origen forestal.
Motivar a los organismos bilaterales y multilaterales de asistencia financiera a que faciliten la asistencia necesaria para el desarrollo forestal.
• Favorecer el fortalecimiento de los organismos locales responsables por el desarrollo forestal, mejorando la dotación de los recursos humanos y financieros necesarios para la tarea.
• Reconocer que el desarrollo forestal no es tarea solo del organismo público directamente responsable, sino que es una tarea conjunta entre todos los estamentos del estado y la sociedad civil.
• Desde este punto de vista de responsabilidad compartida, los organismos públicos deben tener una política forestal común que se refleja en sus actividades de extensión, particularmente en aquellos que tienen que ver con el uso del recurso suelo.
• La formulación y ejecución de un plan de desarrollo forestal, es también una función con responsabilidad compartida, en calidad de socios en esta empresa. Los organismos de gobiernos más que todo, cumplen una función de facilitador, dado que quienes definen su éxito o su fracaso, son los privados al adoptarlo y ponerlo en práctica, o no.
Todo lo demás, aunque importante, depende de los puntos anotados en estas dos secciones.