CEREALES SECUNDARIOS

PRODUCCIÓN

Cuadro 4. Producción de cereales secundarios (millones de toneladas)

Aumenta la producción mundial de cereales secundarios de 2005 gracias a los resultados mejores obtenidos de la cosecha en los Estados Unidos

Después de haber retrocedido en septiembre, el pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales secundarios se ha aumentado casi en un 13 por ciento a 970,6 millones de toneladas, pero sigue estando por debajo del nivel sin precedentes del año pasado. La mayor parte del incremento se debe a una importante revisión al alza efectuada para los Estados Unidos, tras unos resultados mejores de lo previsto alcanzados en las últimas fases de la cosecha de maíz.

En el Lejano Oriente asiático, se pronostica que la producción total de los cereales secundarios de 2005 será marginalmente mayor que el nivel excelente alcanzado el año pasado. En China, se han terminado de recoger las cosechas principales. La producción total de los cereales secundarios del país se estima ahora en 139 millones de toneladas, 1,4 millones de toneladas menos que el buen nivel de 2004, debido a un retorno a los rendimientos medios tras los excelentes niveles alcanzados el año anterior. La recolección está muy avanzada en la India, donde la producción total de 2005 se pronostica en 34 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que el año pasado, debido a un incremento de la superficie plantada.

En el Cercano Oriente asiático, igual que en el caso del trigo, se ha recogido en 2005 una excelente cosecha de cereales secundarios gracias a unas condiciones atmosféricas favorables y a un aumento de la superficie dedicada a la cebada, el cultivo principal. En Siria, el Iraq y el Afganistán se registraron incrementos importantes. En muchas partes ya se han plantado los cultivos de 2006 en condiciones generalmente favorables. En Turquía, el clima más seco registrado a principios de noviembre tras un período de humedad favoreció la siembra, al igual que la llegada de las primeras lluvias de la temporada en las partes nordoccidentales de la República Islámica del Irán, anteriormente demasiado secas.

En los países de la CEI asiática, la producción total de los cereales secundarios de 2005 se estima en 4,7 millones de toneladas, alrededor de 400 000 toneladas más que el año anterior.

En África del Norte, la recolección de las cosechas de cereales secundarios de invierno de 2005 estaba prácticamente terminada a mediados de noviembre. La producción total se pronostica en alrededor de 9,9 millones de toneladas, aproximadamente un 22 por ciento menos que la cosecha de 2004 debido a una reducción de la superficie plantada en la mayoría de los países como consecuencia del tiempo seco. En Egipto, el mayor productor, se pronostica oficialmente que la cosecha de maíz disminuirá a 6,2 millones de toneladas, debido a una reducción del 6 por ciento de la superficie plantada. Ha comenzado la siembra de la cosecha de cereales secundarios de invierno (principalmente cebada) que se recogerá en 2006, y las perspectivas son en general satisfactorias. Algunas lluvias estacionales recibidas desde mediados de octubre han mejorado el nivel de humedad del suelo para la siembra y el arraigo de los cultivos tras unas condiciones atmosféricas anteriores muy secas.

En el África occidental, la recolección de los cereales ya está muy avanzada. La producción total de los cereales secundarios de 2005 en los nueve países sahelianos se estima en un nivel sin precedentes de 13 380 000 toneladas, aproximadamente un 35 por ciento más que la cosecha del año pasado. En todos los países, salvo Cabo Verde, se prevén producciones superiores a la media. También se prevé un aumento de la producción en la mayoría de los países costeros del Golfo de Guinea. En Nigeria, el mayor productor, se estima oficialmente que la producción de cereales secundarios ha aumentado más del 42 por ciento en comparación con la cosecha afectada por la sequía del año pasado.

En África central, ha comenzado la recolección de los cereales secundarios de 2005. En el Camerún, las perspectivas son favorables, gracias a unas lluvias abundantes y generalizadas, y a pesar de los informes que señalan rachas secas localizadas en la zona saheliana septentrional. En cambio, la persistencia de una situación de inseguridad continúa afectando a la producción de alimentos en la República Centroafricana.

En el África oriental, los cereales secundarios de la temporada principal de 2005 se han terminado de recoger en las partes meridionales de la subregión, pero en el norte recién se ha comenzado. La producción total de la subregión en 2005 se pronostica en alrededor de 22,8 millones de toneladas, cerca de un 6 por ciento más que el año pasado y un volumen superior a la media de los últimos cinco años. En Kenya, la cosecha de maíz de las “lluvias largas” se estima en alrededor de 2,5 millones de toneladas, un 20 por ciento más que la media. Análogamente en Tanzania, la producción de cereales secundarios de 2005 se estima en un nivel muy superior a la media de 4,3 millones de toneladas, mientras que en Uganda se pronostica una producción en torno al nivel medio. En cambio, en Somalia, la cosecha de la temporada principal “ge” de 2005, recogida hasta septiembre, se estimó en apenas 115 000 toneladas, alrededor de un 37 por ciento menos que la media posterior a la guerra. La merma se debe a unas malas precipitaciones recibidas en las principales zonas productoras del sur de Somalia. En Eritrea y Etiopía las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios son favorables gracias a unas buenas lluvias recibidas en los últimos meses, y se prevé que en Eritrea la producción se recupere con respecto al nivel reducido del año pasado y que en Etiopía sea superior a la media. En el Sudán, los pronósticos más recientes apuntan a una cosecha mejor que la del año pasado, de nivel reducido.

En el África austral, la cosecha de cereales secundarios de 2005 recogida hace unos meses se estimó en 19 millones de toneladas, muy superior al nivel medio de los últimos cinco años, debido principalmente a la cosecha de maíz sin precedentes de Sudáfrica, que compensó con creces la reducida cosecha obtenida en la mayoría de los otros países. Se han comenzado a sembrar los cultivos de la temporada principal que se cosecharán en 2006, pero la marcha de las actividades se ha visto impedida en algunas partes debido al retraso de las lluvias. También son inciertas las perspectivas iniciales para los cereales secundarios de 2006 debido a los informes sobre las intenciones de siembra en Sudáfrica que indicaban (a finales de octubre) una fuerte reducción de la superficie plantada en atención a la escasa humedad del suelo y a los bajos precios del maíz. Es probable, sin embargo, que el aumento de los precios registrado en noviembre, particularmente para el maíz blanco que ahora es más alto que hace un año, modifique las intenciones de los agricultores. La incertidumbre rodea también a Zimbabwe, donde los problemas relativos a los suministros de insumos, así como la hiperinflación, podrían limitar gravemente la producción.

 

En América Central y el Caribe, ha comenzado en México la recolección de la cosecha principal de maíz de verano de 2005 (principalmente de secano). Los pronósticos oficiales indican una producción de aproximadamente 16 millones de toneladas, semejante a la muy buena producción obtenida el año pasado durante la misma campaña. La siembra de la cosecha de maíz de invierno de 2006 ha comenzado últimamente en los estados nordoccidentales de Sonora y Baja California Sur. En otras partes de la región está por comenzar la recolección de las cosechas de cereales secundarios de la segunda temporada de 2005. Las lluvias torrenciales debidas a la temporada de huracanes intensos han perjudicado a los cultivos en zonas localizadas. Pero en la mayoría de los países de la subregión las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal, recogidas hace unos meses, fueron satisfactorias. En total, se pronostica que las producciones de 2005 aumentarán en Nicaragua, Honduras y El Salvador pero disminuirán en Guatemala, donde los efectos de las lluvias excesivas caídas en los últimos meses han sido más graves.

En América del Sur, se estima que la producción total de cereales secundarios de 2005 ha disminuido un 4 por ciento, debido fundamentalmente a la fuerte merma de la producción del Brasil como consecuencia de unas rachas secas prolongadas que afectaron a las zonas productoras del sur. La siembra de la cosecha de maíz de 2006 está muy avanzada en los principales países productores del sur. Las perspectivas iniciales son variadas. En Argentina, las operaciones de siembra se han visto impedidas por la escasa humedad del suelo, y los informes sobre las intenciones de siembra apuntan a una superficie de 3 millones de hectáreas de maíz, alrededor de un 9 por ciento menos que los años anteriores. También se prevé una disminución de la superficie sembrada con sorgo. En el Brasil, se pronostica que la superficie plantada y los rendimientos se recuperarán considerablemente respecto del nivel del año pasado, con un aumento del 6 y 12 por ciento respectivamente, y se prevé provisionalmente que la producción anual aumente a más de 40 millones de toneladas. En Chile, fuentes oficiales estiman que la superficie sembrada con maíz disminuirá alrededor del 10 por ciento como consecuencia de los bajos precios vigentes en 2005 que indujeron a destinar la tierra a cultivos más rentables, como la cebada o las hortalizas.

En América del Norte, las condiciones siguieron siendo mayormente favorables para la maduración y la recolección de las cosechas de maíz sembradas más tardíamente en los Estados Unidos, y la estimación de la producción se ha revisado ligeramente al alza desde el último informe a 280 millones de toneladas, muy por encima de la media de los últimos cinco años pero todavía alrededor de 20 millones de toneladas por debajo del volumen sin precedentes del año pasado. En Canadá, la producción de cereales secundarios de 2005 se estima ahora oficialmente en 24,8 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al previsto anteriormente e inferior al buen nivel del año pasado aunque todavía superior a la media de los últimos cinco años. Ya se preveía alguna merma en la producción a causa de la reducción de la superficie plantada, pero también los rendimientos resultaron peores de lo previsto. Además, el mal tiempo imperante este año durante el período de la recolección ha dado lugar a cosechas de calidad inferior.

En Europa, ya se ha recogido la mayor parte de los cereales secundarios de 2005 y la mayoría de las cosechas principales de cereales secundarios de invierno (cebada y centeno) se ha plantado en condiciones favorables en las partes septentrionales y orientales de la región. En la UE, la estimación de la producción total de cereales secundarios se mantiene prácticamente sin alteraciones desde septiembre en 130 millones de toneladas, casi un 15 por ciento menos que el nivel sin precedentes del año pasado y un volumen inferior a la media de los últimos cinco años. Como consecuencia de la reducción de la superficie plantada y de los rendimientos, descendió la producción de todos los cereales principales. En los países balcánicos, se estima que la producción de cereales secundarios de 2005 haya descendido de forma pronunciada con respecto al nivel excelente alcanzado el año anterior. Las precipitaciones excesivas caídas en el verano tuvieron efectos negativos en la cebada y en otros cultivos de grano pequeño, y aunque el exceso de humedad no resultó perjudicial para el maíz de verano, se ha señalado que la superficie sembrada y los rendimientos han estado muy por debajo del año anterior. En los países de la CEI europea, en los que falta por recoger solamente la última cosecha de maíz de verano en algunas partes, se confirma que también este año ha disminuido la producción total de cereales secundarios de 2005. Los cereales de invierno de 2006 ya están en la fase de latencia en el norte de la Federación de Rusia y entrando en esa fase en el sur y en Ucrania.

En Australia, ha comenzado la recolección de los cereales de invierno de 2005. Las perspectivas para la producción continuaron mejorando en los dos últimos meses gracias a las abundantes precipitaciones recibidas en la mayor parte de la principal zona productora. La producción de cebada, el principal cereal secundario de invierno, se pronostica ahora en 8,4 millones de toneladas, alrededor de 2 millones de toneladas más que el año pasado y por encima del nivel medio, resultado que antes había parecido muy improbable dado el comienzo excepcionalmente seco de la temporada.

COMERCIO

Pocos cambios en el volumen del comercio en comparación con la temporada anterior

Las perspectivas para el comercio mundial de cereales secundarios en 2005/06 han cambiado poco desde el informe anterior de septiembre. Situado en 105 millones de toneladas en 2005/06, el comercio mundial de cereales secundarios sería ligeramente superior a la estimación revisada para 2004/05 y superior en 500 000 toneladas a lo que se había previsto anteriormente. Para los países en desarrollo como grupo, las importaciones totales de cereales secundarios se pronostican en 73 millones de toneladas, 1,2 millones de toneladas más que en 2004/05, mientras que las importaciones totales de los países desarrollados se cifran en 32 millones de toneladas, volumen prácticamente inalterado con respecto a la temporada anterior. Considerando los cereales secundarios individualmente, el comercio del maíz se pronostica en 78 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que en 2004/05. Se estima que el comercio mundial de centeno disminuirá, pero en el caso de otros cereales secundarios importantes se prevé que el comercio se mantenga mayormente sin modificaciones con respecto a la temporada anterior.

En Asia, se pronostica una disminución de las importaciones a 57,6 millones de toneladas, 1 millón de toneladas menos que en 2004/05. El descenso se debe principalmente a una reducción de las compras de cebada de Siria, a causa del aumento de su producción interna, y a la disminución de las compras de maíz de Indonesia, a causa también del aumento de su producción interna, así como de una moderada disminución de la demanda de piensos como consecuencia de la gripe aviar y los altos precios del combustible. Según los pronósticos, la mayoría de los otros países de la región importarán tantos cereales secundarios como en 2004/05, con una demanda de cereales forrajeros que seguirá siendo excepcionalmente fuerte en Arabia Saudita y la República Islámica del Irán pero más atenuada en el Japón.

En África, se pronostica que en 2005/06 las importaciones totales aumentarán casi 1 millón de toneladas con respecto a la temporada anterior, situándose en 16,5 millones de toneladas. Se prevé un aumento de las compras de cereales secundarios de algunos países del África del Norte debido principalmente a una mengua de su producción de cebada. También se prevén más importaciones en el África subsahariana, para colmar los graves déficit que existen en algunos países. En Zambia y Zimbabwe, se pronostica que las importaciones de maíz aumentarán cerca de 200 000 y 260 000 toneladas, respectivamente. En Zambia, el gobierno prorrogó el plazo de las importaciones exentas de impuestos hasta marzo de 2006 para facilitar la actividad importadora, pero a finales de noviembre declaró el país en estado de desastre alimentario a causa de un grave déficit de alimentos y formuló un llamamiento pidiendo la asistencia inmediata de los donantes. Según los pronósticos, las importaciones de maíz de Malawi, país afectado por la sequía, se cuadruplicarán con creces hasta alcanzar casi las 800 000 toneladas. A mediados de octubre, el gobierno de Malawi pidió asistencia externa declarando este año como un año de desastre nacional ya que una grave crisis alimentaria está afectando a millones de personas en el país. Se señala que para principios de noviembre los donantes y el gobierno habían movilizado 214 000 toneladas de maíz y 18 000 toneladas de legumbres. Paralelamente, el Programa Mundial de Alimentos lanzó un llamamiento pidiendo una ayuda de 88 millones de dólares EE.UU. para Malawi, de los cuales se habían recibido a mediados de noviembre solamente 28 millones de dólares EE.UU.

En América Central, se señala en México la existencia de una fuerte demanda interna tanto de maíz amarillo como de maíz blanco. En el marco de cambios de política efectuados últimamente, en octubre México anunció la emisión de licencias de importación de hasta 300 000 toneladas de maíz blanco para el segundo semestre de 2005 (en virtud del plan de contingentes arancelarios de ALCAN 2004-2007 para el maíz). De entre los países de América del Sur, se pronostican más importaciones de maíz del Brasil como consecuencia de una producción interna menguada a causa de la sequía, la escasez de existencias y una fuerte demanda de las industrias porcina y avícola (para las reexportaciones), y el rápido crecimiento del consumo interno de carne.

En Europa, se pronostica que las importaciones de la mayoría de los países se mantendrán en el nivel de la temporada anterior. En la UE, sin embargo, se prevé que las importaciones de maíz aumenten como consecuencia de una fuerte merma de su producción. Es probable que el aumento sea mucho menor de lo que hubiera debido ser dada la disminución de la producción. Ello se debe a la gran abundancia de trigo barato y a una posible contracción de la producción avícola debida a la reacción de los consumidores ante la gripe aviar que podría reducir la demanda de cereales secundarios.

Con respecto a las exportaciones, se pronostica que los Estados Unidos aumentarán de forma pronunciada las exportaciones de maíz a causa de la abundancia de sus suministros exportables y la menor competencia que se registra en los mercados mundiales debido a las disponibilidades menores procedentes de Brasil y China. Según los pronósticos, las exportaciones de maíz de China disminuirán a 4,5 millones de toneladas, un 20 por ciento menos que en la campaña anterior debido a una escasez mucho mayor de suministros internos. Sin embargo, dado que las preocupaciones concitadas por la gripe aviar fue ganando terreno en las últimas semanas (especialmente después de la primera víctima humana señalada a mediados de noviembre), podría disminuir la demanda interna de piensos del sector avícola y dar lugar a una mayor cuantía de suministros exportables de lo que se prevé actualmente. Una cosecha excelente de maíz y una fuerte demanda regional están impulsando las exportaciones de Sudáfrica hasta el nivel más alto desde mediados del decenio del noventa. Se prevén mayores ventas de cebada de Australia, Canadá, y la UE durante la presente temporada, lo que compensará la disminución de las exportaciones previstas para Bulgaria y Ucrania. Sin embargo, se prevé que los envíos de centeno de la UE disminuyan considerablemente dado el ritmo lento que han tenido las ventas hasta ahora.

 

UTILIZACIÓN

La contracción del uso de piensos impide el crecimiento de la utilización de cereales secundarios

Tras la fuerte revisión al alza (de 12 millones de toneladas) efectuada este mes a las estimaciones de la producción mundial de cereales secundarios, también ha aumentado el pronóstico relativo a la utilización mundial de cereales secundarios en 2005/06, si bien no en la misma medida (sino en alrededor de 5 millones de toneladas). La utilización total de cereales secundarios en 2005/06 se cifra ahora en 982 millones de toneladas, sólo un 0,5 por ciento más que en 2004/05, lo que se compara con el aumento del 3 por ciento registrado en la campaña anterior. Ello se debe principalmente a la fuerte disminución prevista en la utilización de piensos, que marca también la primera reducción de esa envergadura desde 2002/03. Según pronósticos actuales, la utilización total de cereales secundarios forrajeros disminuirá a 619 millones de toneladas, un 2 por ciento menos que en la campaña anterior. Las disminuciones mayores se prevén en los Estados Unidos, la UE y algunos países de la CEI, debido en parte a la merma de su producción y en parte a su abundancia de suministros de trigo forrajero. Al mismo tiempo, las crecientes incertidumbres acerca de los efectos de las epizootias, en particular la reciente difusión de la gripe aviar en Europa, hace particularmente difícil prever la demanda de piensos. Las primeras señales indican aumentos limitados en la producción avícola, ya que los consumidores están reduciendo el consumo de huevos y pollos. Si se prolongaran los cambios registrados en el consumo de carne, en los meses venideros disminuirían la producción avícola y la demanda de piensos.

 

En cambio, actualmente se pronostica un crecimiento excepcional de alrededor de 5 por ciento para el consumo humano de cereales secundarios en 2005/06. Esta fuerte expansión prevista deriva principalmente de una probable recuperación de alrededor de 5 millones de toneladas, o sea un 17 por ciento, del consumo humano de maíz y mijo en el África occidental tras las fuertes disminuciones registradas en 2004/05 por la grave sequía del año pasado. También se pronostica para la presente campaña una notable expansión del uso industrial de cereales secundarios, debida principalmente al aumento de los precios del combustible que ha impulsado la demanda de otras fuentes de energía como el etanol producido a base de maíz. Mientras en muchos otros países del mundo hay señales más claras de inversiones fuertes destinadas al establecimiento y la expansión de fábricas de etanol, actualmente son los Estados Unidos los que están colocados a la vanguardia de la producción de etanol a base de maíz. Se prevé que en 2005/06 los Estados Unidos destinarán hasta 40 millones de toneladas de maíz a la producción de etanol, lo que equivale a la cantidad de maíz que el conjunto de los 25 países miembros de la UE utilizarán para la producción de piensos.

EXISTENCIAS

Disminuyen las existencias de cereales secundarios

Por primera vez desde el comienzo de la actual campaña comercial, se ha aumentado el pronóstico de la FAO sobre las existencias mundiales de cereales secundarios, para tener en cuenta principalmente el aumento de las estimaciones de la producción para 2005 y la disminución de la utilización de piensos. Las existencias mundiales de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en 2006 se cifran actualmente en 181 millones de toneladas, 9 millones de toneladas más que el informe anterior, pero hasta 12 millones de toneladas, o sea cerca de un 6 por ciento, menos que su nivel de apertura. Habida cuenta de las estimaciones más recientes, las existencias de los principales exportadores podrían descender al final de las campañas de 2006 a 88 millones de toneladas, cerca de 4 millones de toneladas menos que los altos niveles de apertura. Dos años de cosechas de maíz sin precedentes en los Estados Unidos determinarán probablemente el volumen máximo de las existencias finales de los Estados Unidos. Sin embargo, el incremento de aproximadamente 5 millones de toneladas en las existencias de cereales secundarios de los Estados Unidos no sería suficiente para compensar la fuerte disminución prevista en la UE, donde, debido al descenso de este año de la producción de todos los principales cereales secundarios (sobre todo maíz y cebada), se prevé que las existencias finales se reduzcan por lo menos en 7 millones de toneladas en comparación con los niveles de apertura.

 

En otras partes, se prevé que la merma de la producción de este año en los países afectados por la sequía en África del Norte se traduzca en una fuerte disminución de sus existencias. Análogamente, en el África austral se prevé una reducción de las existencias en 2005/06 en algunos países que obtuvieron una cosecha reducida en 2005. Según las proyecciones, sin embargo, la mayoría de las otras naciones africanas, sobre todo del África occidental que hasta hace muy poco sufrieron una grave falta de alimentos, repondrán sus existencias como consecuencia de unas perspectivas mejoradas para la producción. En Asia, se prevé que disminuyan nuevamente las existencias en China, aunque la disminución sería relativamente pequeña y las existencias remanentes siguen siendo abundantes. Sin embargo, es posible que los brotes de la gripe aviar reduzcan la demanda de piensos en China así como en otros países asiáticos afectados, lo cual podría redundar en un volumen de existencias mayor de lo que se prevé actualmente. En otras regiones, se pronostica para la presente campaña una fuerte disminución de las existencias de maíz en Brasil y de maíz y cebada en Bulgaria, Rumania y Ucrania, a causa principalmente del volumen menor de su producción interna.

PRECIOS

Las ventas fuertes hicieron subir los precios de los cereales forrajeros, pero las posibilidades de aumentos ulteriores son limitadas

En lo que va de la presente campaña, los precios internacionales del maíz se han beneficiado de la escasez de suministros exportables en China y el Brasil, unida a la fuerte demanda registrada en algunos países del África austral. Los precios del maíz blanco y amarillo de Sudáfrica se han visto también sostenidos por preocupaciones de orden meteorológico y el debilitamiento del rand frente al dólar estadounidense en los últimos meses. La aceleración de las ventas en las últimas semanas tras la reanudación de las exportaciones desde los puertos del Golfo de los Estados Unidos afectados por el huracán contribuyó a sostener los precios del maíz y sorgo estadounidenses.

Desde septiembre, los precios de exportación de los Estados Unidos han ido fluctuando a pesar de las presiones de la cosecha y de la abundancia de suministros de trigo forrajero. En noviembre, el precio de exportación del maíz de los Estados Unidos (Amarillo No. 2 de los Estados Unidos) alcanzó un promedio de 97 dólares EE.UU. por tonelada, 3 dólares EE.UU. más que el año pasado. Sin embargo, es improbable que siga aumentando ya que los mercados están esperando la llegada de la segunda cosecha mayor de los Estados Unidos en un momento en el que el fortalecimiento del dólar estadounidense ya está ejerciendo una presión sobre las ventas. En el mercado de futuros, los valores de la Bolsa de Chicago para marzo de 2006 han bajado desde septiembre 5 dólares EE.UU., situándose en torno a los 81 dólares EE.UU. por tonelada. Cabría esperar que las preocupaciones acerca de la difusión de la gripe aviar en China y, posiblemente, también en Europa, ejercieran una mayor presión a la baja sobre los precios de los cereales secundarios en los meses venideros.