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El mundo forestal

Suben los precios de los productos madereros pero las perspectivas para 1980 son inciertas

La madera aserrada de coníferas a la cabeza de la expansión de los productos forestales
Madera aserrada de coníferas
Maderas de frondosas
Madera para pasta

Según el Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa (CEPE), de las Naciones Unidas, una de las características principales del mercado europeo de productos forestales, desde mediados de 1978, ha sido el notable aumento de los precios de varios productos. Entre estos productos figuran la madera aserrada de coníferas, el contrachapado, muchas frondosas, especialmente el roble y las importadas del sudeste de Asia, y la pasta de madera. Esta subida de precios ha ido acompañada de una mayor actividad en las compras a término por importadores cuyas reservas habían descendido a finales de 1978 a un nivel muy bajo. En varios países importadores, las reservas de productos y materias primas en las serrerías y fábricas de pasta disminuyeron mucho en 1979. Esta disminución de materias primas se debió en parte a las dificultades de suministro ocasionadas por las rigurosas condiciones atmosféricas del invierno y la primavera de 1978-79.

Veintiséis países miembros de la CEPE enviaron representantes a la reunión del Comité celebrada en Ginebra del 15 al 19 de octubre de 1979, en la cual el Japón participó en virtud del Artículo 11 de los estatutos de la Comisión. En la reunión se hallaban representadas seis organizaciones internacionales intergubernamentales y no gubernamentales. El Comité reeligió como presidente al Sr. V. Nemtsov (U.R.S.S.) y como vicepresidentes a los Sres. A. Froncillo (Italia) y D. Hair (Estados Unidos).

Más que a una recuperación del consumo efectivo de Europa ha contribuido a la firmeza del mercado la preocupación de importadores y consumidores de cubrir sus necesidades a término en un momento en que el nivel de sus reservas era bajo en un mercado en alza. No obstante, a finales de 1979 se registró un crecimiento limitado para casi todos los productos de que se ocupa el Comité como se desprende de las estimaciones presentadas por los países. Este crecimiento guarda relación con la expansión económica general en Europa que, aparte de un retroceso temporal, debido a las condiciones del invierno, ha proseguido a un ritmo no muy diferente al de 1978. Algunos países, entre ellos los que se benefician del cambio favorable registrado en las exportaciones de productos forestales, pronostican un mayor crecimiento del producto interno bruto en 1979.

En muchos países europeos, las actividades de la construcción no han vuelto a alcanzar los niveles de los primeros años del decenio 1970. Sin embargo, esta tendencia se ha visto compensada por la importancia cada vez mayor de los trabajos de renovación y mantenimiento, que incluyen trabajos de aficionado, y un mayor porcentaje de casas de una sola planta o unifamiliares. En los Estados Unidos, la construcción de viviendas, después de permanecer a un nivel elevado hasta la primavera de 1979, ha tendido a disminuir últimamente. La economía del país también ha crecido a un ritmo bastante menor en 1979 que en los dos años anteriores, y se pronostica una pequeña disminución en el invierno y primavera de 1979-80 seguida por una recuperación a fines de 1980.

El Comité subrayó la necesidad de tomar en cuenta, en lo que respecta a cada producto, las incertitumbres actuales. En contraste con esta actitud prudente en cuanto a las perspectivas a breve plazo, el Comité estimó que como consecuencia de la situación en el campo de la energía existían a largo plazo elementos positivos para los productos forestales.

La madera aserrada de coníferas a la cabeza de la expansión de los productos forestales

El mercado de productos forestales registró en Europa y América del Norte un crecimiento moderado en 1978 y a principios de 1979, como consecuencia de las tendencias económicas generales prevalentes en dichas regiones.

En el último número del Annual forest products market review (Suplemento N° 1 del Volumen XXXII del Timber Bulletin for Europe, julio de 1979) preparado por la Comisión Económica para Europa (CEPE), de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, se afirma que el mercado de productos forestales presentaba más firmeza pero que los cambios que se han producido en las cotizaciones de divisas influyeron mucho en la posición competitiva de los productores de los diferentes países exportadores y en la corriente comercial de productos forestales.

El nivel de actividad de las industrias de la construcción y del mueble y, en menor grado, la del embalaje, tiene una gran importancia para el consumo de productos forestales. La solidez fundamental de estos sectores era marcadamente diferente. En los Estados Unidos se mantuvo firme, pero en Europa occidental fue más limitada. En la mayoría de los países de Europa occidental se registró una depresión en el sector de la construcción.

La inestabilidad de los mercados de divisas tuvo un doble efecto en el sector de los productos forestales. En primer lugar, se registró una tendencia a una política prudente de compras y de acumulación de existencias. Como los productores también tendieron a reducir sus reservas en 1978, los mercados internacionales se mostraron cada vez más firmes durante el segundo semestre del año, cuando la actividad de compras se reanudó con vigor. En segundo lugar, la mencionada inestabilidad influyó a la vez en la competitividad de los productores de los diferentes países exportadores y en la corriente comercial de productos forestales. Cabe citar como ejemplo la firmeza de las exportaciones de productos forestales canadienses a los mercados mundiales.

Madera aserrada de coníferas

En 1978 el mercado de la madera aserrada de coníferas en Europa (excluida la U.R.S.S.) y en América del Norte se caracterizó por una marcada expansión del comercio y pocos cambios en la producción. Para América del Norte, esto significa que el comercio alcanzó niveles sin precedentes aumentando las exportaciones en un 7% y las importaciones en un 12%. El comercio de la madera aserrada de coníferas en Europa presentó una estructura diferente: las exportaciones aumentaron el 10% y las importaciones el 5.5 %. En cambio, la producción europea registró un aumento moderado en 1977 pero bajó marginalmente en 1978, según datos provisionales. En América del Norte, después de un incremento del 8,5 % en 1977, la producción sólo aumentó ligeramente en 1978.

Estos datos reflejan la política seguida por los principales países exportadores de Europa de reducir sus excesivos niveles anteriores de existencias. Como en el otoño de 1978 las reservas de los países importadores, por lo menos a nivel comercial, eran también bastante reducidas, el resultado fue que durante el año se pasó de una situación de existencias excesivas a una situación de existencias insuficientes. Esto creó una tendencia ascendente en los precios que se estabilizó en el segundo semestre del año.

Se calcula que en Europa el consumo aparente en 1978 aumentó en 1,10 millones de m3, o sea 1,5%, en comparación con 1,22 millones de m3, o 1,7% en 1977. Sin embargo, las importaciones netas de Europa disminuyeron en 0,57 millones de m3 en 1978 con relación a 1977, y la producción también fue de 140000 m3 menos. Por consiguiente, el aumento registrado en el consumo aparente refleja sobre todo la fuerte disminución de las reservas de los exportadores e importadores.

Se calcula que en América del Norte el consumo aparente en 1978 disminuyó en 2,10 millones de m3, o sea 1,9%, es decir mucho menos que en 1977 (+9,34 millones de m3, o sea +9,5%)

Maderas de frondosas

En 1978 el sector de las maderas de frondosas se caracterizó, en general, por una demanda activa, que, en lo que respecta a varios surtidos, sólo se pudo satisfacer con las existencias disponibles a precios en alza. El nivel de actividad bien sostenida de la industria del mueble, lo mismo que el de otros sectores usuarios de madera de frondosas, estimuló el mercado de estas maderas en la zona templada de Europa, especialmente durante el primer semestre de 1978, pero luego, sin embargo, tendió a disminuir el ritmo en el sector del mueble.

Con respecto a las maderas de frondosas tropicales ocurrió lo contrario, ya que la demanda fue en general limitada en la primera mitad de 1978 pero aumentó más tarde, especialmente en los últimos meses del año. La demanda de importación no pudo satisfacerse inmediatamente con las existencias disponibles en la mayoría de los países tropicales exportadores, lo que se tradujo en un reajuste apreciable de los precios de las especies procedentes de Africa occidental y del sudeste de Asia.

En América del Norte, el mercado de maderas de frondosas se mantuvo firme durante todo el año, especialmente en los Estados Unidos. Uno de los elementos de esta firmeza del mercado de los varios surtidos de frondosas se debió a la fuerte demanda de exportación. Esta tendencia se vio estimulada por la depreciación del dólar con respecto a las monedas de varios de los países europeos importadores.

Madera para pasta

A pesar de la mayor demanda, el mercado internacional de la madera para pasta se caracterizó por una intensa competencia, ya que algunos de los principales productores, especialmente los países nórdicos, trataron de recuperar la posición que habían perdido en el mercado y de mejorar su rentabilidad. Esta situación se vio ulteriormente complicada por las fluctuaciones monetarias, que dieron a los exportadores norteamericanos ventajas competitivas. Las ganancias reales en otras monedas distintas del dólar tendieron a disminuir, a pesar de haber aumentado el precio en dólares de la pasta y del papel.


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