Décimo Congreso Forestal Mundial: 17-26 de septiembre de 1991, París
El primer Congreso Forestal Mundial se celebró en 1926; la serie se reanudó después de acabada la segunda guerra mundial y desde entonces el congreso se reúne aproximadamente cada seis años. Los congresos son una oportunidad única para que todos los miembros de la profesión y de la industria forestales discutan en pie de igualdad todos los asuntos de interés común. El objetivo fundamental de un congreso forestal mundial es facilitar el intercambio de puntos de vista y de experiencias, para promover el conocimiento y la comprensión de todo lo que haya de nuevo en materia forestal, y recomendar cómo aplicar esas novedades en los ámbitos regional o mundial.
La aceleración del ritmo de los acontecimientos en todo el mundo y, en particular, en el sector forestal, imprimió creciente importancia - en cuanto a complejidad y participación - a los más recientes. Al Cuarto Congreso Forestal Mundial (Dehra-Dun, India, 1954) asistieron 362 expertos forestales de 47 países. Los participantes en el Octavo Congreso (Yakarta, Indonesia, 1978), fueron más de 2 000, de 104 países. Se espera que al de París asistan al menos 3 000 personas.
El Décimo Congreso Forestal Mundial abordará desafíos y oportunidades sin precedentes. Nunca estuvieron en mayor peligro los recursos forestales del mundo. La FAO ha calculado que mientras se desenvuelvan las sesiones del Congreso - diez días habrán desaparecido 500 000 ha de bosque tropical. Pero, al mismo tiempo, cabe decir que nunca fue mayor la preocupación de expertos, legisladores y público en general por el porvenir de los recursos forestales. En París, bajo el lema «El bosque, patrimonio del futuro», se tratará de conciliar la conservación del bosque con la necesidad de explotarlo con una prudencia que asegure su desarrollo sostenido actual y futuro. Esa preocupación general repercute en todos los aspectos de las actividades forestales, como lo demuestran los seis sectores en que se han agrupado los temas que se debatirán:
· el bosque, patrimonio protector;
· protección y conservación del patrimonio forestal;
· el árbol y el bosque en la ordenación del territorio;
· gestión del patrimonio forestal;
· el bosque, patrimonio económico.
· instituciones y políticas.
Agrupados en los seis sectores mencionados, el Congreso ofrece un programa de 25 temas y no menos de 104 tópicos. Con el fin de que los participantes puedan prepararse bien para tan gigantesca misión, los organizadores se han comprometido a distribuir por anticipado toda la documentación del Congreso.
Además de dedicar siete días completos a asambleas generales, sesiones plenarias y reuniones técnicas, se organizará una serie de reuniones secundarias, excursiones, exposiciones y demostraciones. Cabe señalar: un día - el 21 de septiembre de excursión a los bosques fiscales en Normandía; otro día completo el 25 de septiembre - dedicado a proyectar películas sobre temas forestales, y una exposición internacional sobre bosques y maderas, abierta durante todo el Congreso. Terminado el Congreso, se harán viajes de estudio por Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza y el Reino Unido, en Europa; Côte d'Ivoire, Gabón y Níger, en Africa, y la Guayana Francesa, en América Latina. La obra del Gobierno anfitrión y del Comité de Organización, que dedicaron años a la planificación y la preparación de este acontecimiento, merece reconocimiento.
Al igual que con ocasión de los anteriores congresos, este número de Unasylva, que precede inmediatamente a la inauguración, está dedicado a algunos de los principales problemas relativos a la materia forestal. En una entrevista, el Director General de la FAO, E. Saouma, comenta la situación de los bosques en el mundo y pone de relieve las actividades forestales prioritarias de la Organización en el presente decenio. Respecto de la asistencia a los países miembros, M.K. Muthoo, Director del Servicio de Operaciones Forestales, describe la reciente evolución del programa de campo; M.R. Montalembert, Jefe del Servicio de Planificación e Instituciones Forestales, analiza algunas de las razones por las cuales es necesario modificar la política forestal en el decenio de 1990. J. Sayer, de la Unión Mundial para la Conservación (UICN) expone los puntos de vista de las organizaciones no gubernamentales sobre la conservación y protección de los bosques tropicales húmedos. La creciente atención de la prensa por los bosques, aunque bien intencionada, ha dado lugar a que se difundan malentendidos. L. Hamilton, del Centro Este-Oeste, aclara ocho aspectos de la situación forestal que aparecen con frecuencia bajo grandes titulares. Finalmente, J. Gadant, Secretario General del Comité de Organización del Décimo Congreso Forestal Mundial expone la situación de los bosques franceses, telón de fondo del Congreso. Con este número se incluye una separata sobre estadísticas forestales.
Las funciones del Congreso Forestal Mundial son las de asesorar, y no tienen carácter ejecutivo. La aplicación de las recomendaciones compete sólo a quienes están dirigidas: gobiernos, organizaciones internacionales, instituciones de investigación, propietarios o explotadores de bosques, etc. No obstante, incumbe a todos los participantes presentarse al Congreso con miras amplias y dispuestos a aceptar y a proponer opiniones e iniciativas. Sólo si se armonizan los esfuerzos individuales será posible conservar el patrimonio forestal en un marco de verdadera colaboración internacional.
