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Capítulo 35

Mejoramiento de la seguridad alimentaria en el hogar


La seguridad alimentaria se define por lo general como el acceso permanente de todas las personas a los alimentos que necesitan para una vida activa y saludable. La seguridad alimentaria en el hogar, significa a su vez, un acceso suficiente del grupo familiar a los alimentos, en cantidad y calidad adecuados, para satisfacer las necesidades alimentarias de todos sus miembros durante el año. Una familia puede obtener sus alimentos de dos maneras principales: producción alimentaria y compra de alimentos. Ambos requieren recursos o ingresos adecuados. Otros medios menos importantes y comunes para obtener alimentos son las donaciones o las asignaciones caritativas o gubernamentales de alimentos, a través de comidas gratuitas en las escuelas o mediante cupones alimentarios.

En el Capítulo 2, se trató el tema de la falta de producción y seguridad alimentaria como causas subyacentes de la malnutrición. La importancia de la producción de alimentos agrícolas para apuntalar la seguridad alimentaria nacional y local se describió en forma breve. Se ha demostrado la importancia de la seguridad alimentaria a todos los niveles, pero sobre todo en el hogar.

Este Capítulo describe algunas formas de como mejorando la seguridad alimentaria del hogar mejora el estado nutricional o se previene la malnutrición. Como se mencionó en el Capítulo 1, la seguridad alimentaria del niño en forma individual (o de la familia) es uno de los tres ingredientes esenciales para prevenir la malnutrición (junto con la salud y cuidado adecuados). La seguridad alimentaria individual es básica para una buena nutrición, pero no garantiza un buen estado nutricional, pues hay otros factores como enfermedad, alimentación poco frecuente, falta de atención y de apetito que afectan de modo adverso a la nutrición.

Para lograr la seguridad alimentaria se requiere:

El principal determinante subyacente de la inseguridad alimentaria del hogar es la pobreza. Esta situación en Asia, África y América Latina, afecta a una gran parte de los habitantes en áreas urbanas y rurales. Se afirma que no todas las personas pobres se encuentran desnutridas, pero casi todas las personas desnutridas son pobres.

La seguridad alimentaria del hogar en cada país, incluso si el país es seguro alimentariamente, depende en parte de cuánto avanza el país para lograr una mayor equidad en los ingresos, distribución de la tierra y acceso a los servicios. Es posible que las políticas nacionales no sólo ayuden a los agricultores a lograr una mayor producción de alimentos, sino también pueden ayudar a que la población satisfaga sus demandas alimentarias. Aunque la seguridad alimentaria de la familia está sobre todo influida por las acciones a nivel del hogar, los factores y acciones en el ámbito local, nacional e internacional también tienen sus efectos.

FORMAS DE INSEGURIDAD ALIMENTARIA

La inseguridad alimentaria familiar toma formas distintas que exige respuestas o acciones diversas. Los enfoques son distintos, pues dependen de si la inseguridad alimentaria es crónica (con hogares casi siempre escasos de alimentos) o transitoria (resultante de situaciones y circunstancias temporales adversas). La inseguridad alimentaria puede ser estacional; cuando una familia tiene alimentos insuficientes cada año o casi todos los años, pero sólo durante ciertas estaciones.

Las consecuencias de la inseguridad alimentaria del hogar son tan diversas como sus causas. Cuáles de los miembros del hogar son los más afectados, variará algunas veces según la distribución intrafamiliar de los alimentos. De esta manera, dos familias, cada una formada por madre, padre y dos niños pequeños, con similar inseguridad alimentaria moderada pero no grave, pueden responder en forma diferente, con resultados diferentes. La primera familia puede considerar «los niños primero» y a pesar de la falta de alimentos garantizar que los dos niños reciban todos los alimentos necesarios para un crecimiento normal y un buen estado de salud; entonces los adultos pueden desarrollar signos de desnutrición o más probablemente reducirán su gasto energético, al disminuir sus actividades y productividad. En la segunda familia, el padre puede satisfacer primero sus deseos de alimentos y dejar los alimentos restantes para la madre y, de último para los dos niños, quienes reciben menos de los alimentos requeridos. En esta familia los niños mostrarían evidencias de desnutrición. Sin embargo, algunas veces puede ser necesario asegurar el consumo de energía y nutrientes a quien produce los alimentos y gana el salario, a fin de que la familia tenga los alimentos necesarios para sobrevivir.

¿QUIÉNES SE ENCUENTRAN A RIESGO?

Los hogares más pobres son los que probablemente tienen inseguridad alimentaria, o se encuentran en alto riesgo de tenerla. En las áreas rurales puede ser el caso de las familias sin tierra o los que tienen parcelas pequeñas (casi siempre tierra marginal) con respecto al tamaño de la familia, en los que la producción agrícola es insuficiente; aparceros o arrendatarios que reciben muy poco del cultivo que producen; pastores, pescadores, trabajadores forestales y otros que ganan muy poco dinero o producen muy pocos alimentos para las necesidades de sus familias; hogares donde la mujer es la cabeza de la familia, donde la madre tiene muchas responsabilidades en el cuidado de los niños, al igual que en actividades de labranza, y los hogares pobres con un alto porcentaje de dependencia o que tienen pocos o ningún adulto activo debido a la edad, enfermedad, incapacidad u otras causas.

También en las áreas urbanas la mayor parte de la inseguridad alimentaria se presenta en los hogares muy pobres, que incluyen aquéllos donde hay desempleo o subempleo; en hogares donde la cabeza de familia es una mujer soltera, con niños que dependen de ella; personas ancianas que viven solas, personas indigentes y sin hogar; y los que sufren enfermedades crónicas debilitantes o graves incapacidades.

Cada vez más la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) contribuye a la inseguridad alimentaria, algunas veces porque los adultos que ganaban el pan están gravemente enfermos o debido a que niños huérfanos a la edad de 12 años se han convertido en cabeza del hogar y cuidan a los niños más pequeños. Además, donde existe generalmente la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la enfermedad tiene un impacto negativo importante en la producción agrícola, la economía y los servicios de salud.

PROBLEMÁTICA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA FAMILIAR

Hay muchas variables que influyen sobre la seguridad alimentaria del hogar y todas se pueden manejar hasta cierto punto para mejorarla. Sin embargo, hay pocas respuestas fáciles o prescripciones para aliviar la inseguridad alimentaria. Las recomendaciones en general dependen de las circunstancias locales. Las soluciones casi siempre implican participación en el ámbito local y del hogar.

Entre los aspectos que influyen sobre la seguridad alimentaria del hogar se encuentran: el suministro adecuado de alimentos locales; el potencial de cosechas de venta fácil y huertas caseras; suministro de alimentos urbanos versus rurales; precios del productor y consumidor; medios disponibles para mejorar la producción alimentaria; almacenamiento y estabilización de suministros de alimentos; temas de empleo; y trabajo intensivo versus trabajo que ahorre mano de obra. Los ministerios de agricultura y planeación y otras organizaciones deben abordar algunos de estos asuntos en el ámbito nacional.

Otros asuntos de gran importancia para la seguridad alimentaria incluyen el género. ¿Cuál es el papel de los varones y de las mujeres en la sociedad? ¿Hasta qué punto se discrimina a las mujeres? ¿Las mujeres tienen una carga laboral injusta? ¿Quién controla las finanzas del hogar?

La gente tiene formas distintas de enfrentar la inseguridad alimentaria según sus sistemas de ganarse la vida o para suministrar el alimento requerido. Existen diferencias importantes entre los agricultores de subsistencia y los pastores; entre quienes comparten las cosechas y trabajadores urbanos; y entre quienes reciben asistencia social y los que trabajan en la economía informal. Claramente, la urbanización y la migración de las áreas rurales juegan también un papel en la seguridad alimentaria.

La evidencia sobre la inseguridad alimentaria del hogar y sus causas sugiere que en muchas circunstancias se deben iniciar esfuerzos para mejorar la seguridad alimentaria no sólo en el ámbito nacional -el planteamiento clásico- sino a nivel del hogar, o preferiblemente en ambos. Se debe dar énfasis a la planeación de intervenciones comunitarias en el ámbito local y al uso de un enfoque participativo.

Los tres requisitos más importantes de la seguridad alimentaria en el hogar -adecuado suministro local de alimentos, estabilidad en los alimentos disponibles y acceso a los alimentos- se tratan a continuación. Para la seguridad nutricional se debe igualmente tener salud y cuidados adecuados y los alimentos deben suministrar todos los nutrientes necesarios para una buena nutrición.

Disponibilidad de alimentos

Si no hay una cantidad suficiente de alimentos para satisfacer las necesidades alimentarías de una población, entonces habrá inseguridad alimentaria para ciertas personas o algunos hogares. Respecto al suministro de alimentos, se deben considerar varias etapas a lo largo de la cadena alimentaria.

Políticas relacionadas con el suministro de alimentos

Algunas medidas de política relacionadas con el suministro de alimentos:

  • políticas macroeconómicas nacionales y estrategias globales de desarrollo que garanticen la inversión adecuada del sector público y el privado en el campo de la agricultura y la producción alimentaria, que comprenden las muy discutidas políticas de ajuste estructural y una mayor consideración a los temas de equidad, que son necesarios si se tiene como objetivo la seguridad alimentaria de los hogares pobres.

  • políticas agrícolas y comerciales adecuadas que permitan la expansión y diversificación de la producción y disponibilidad de alimentos y productos agrícolas, un balance apropiado entre cultivos alimentarios y de exportación, un suministro adecuado y estable de alimentos, sostenibilidad a la luz de problemas ambientales, empleo suficiente para los campesinos pobres y mejoramiento de la eficiencia y las oportunidades comerciales;

  • políticas que mejoren el acceso a la tierra y a otros recursos importantes para lograr una mayor producción, por ejemplo, créditos, fertilizantes y otros insumos agrícolas.

Para mejorar la seguridad alimentaria en el hogar, se deben promover varios métodos para aumentar la producción agrícola sostenible de alimentos (u otros métodos de adquisición de alimentos). Además, es necesario garantizar una buena cosecha y almacenamiento de los alimentos con las mínimas pérdidas posibles; un sistema efectivo y eficiente de mercadeo; y un buen sistema de proceso y preparación de los alimentos. Todos estos temas se tratan en detalle en muchas publicaciones de las que hemos incluido algunas en la bibliografía.

En el ámbito nacional, el suministro de alimentos también depende en parte, de las decisiones y las acciones que tome el gobierno y el sector privado con respecto a qué y cuántos alimentos se deben importar y exportar, cuándo hacerlo y cómo asignar los recursos. Estas decisiones a su vez dependen de si la producción nacional de alimentos está capacitada para satisfacer las necesidades locales. Si es necesario hacer importaciones, las cantidades y los tipos de alimentos importados dependerán de muchos factores, incluso consideraciones de tipo político, disponibilidad de fondos y divisas extranjeras, políticas comerciales, precios mundiales de los alimentos y quizá disponibilidad de ayuda alimentaria.

A menudo, los economistas y planificadores gubernamentales, al considerar los aspectos del suministro en la seguridad alimentaria, tratan apenas la necesidad de energía suficiente para la población, en términos de cereales y legumbres. Sin embargo, para un buen estado nutricional se debe considerar la producción, el suministro y la disponibilidad de otros alimentos, incluyendo frutas y hortalizas.

Estabilidad de los suministros de alimentos

Un ingrediente necesario de la seguridad alimentaria es contar con un grado razonable de estabilidad en el suministro de los alimentos durante el año y todos los años. Tal estabilidad se puede garantizar de varias maneras, de modo que comprenden:

Acceso a los alimentos

La seguridad alimentaria en el hogar depende del acceso de todos y cada uno de los miembros del hogar a los alimentos que satisfagan de modo permanente sus necesidades nutricionales. Cada hogar necesita contar con los recursos, capacidad y conocimientos para producir y obtener los alimentos que necesita a fin de cubrir las necesidades energéticas y los requerimientos de nutrientes de todos sus miembros. Es importante que los hogares estén capacitados para adquirir cantidades adecuadas de alimentos durante todo el año y todos los años. Los alimentos deben ser aceptables culturalmente.

La adquisición de alimentos adecuados depende de lo que dispone la persona, la familia o el hogar con respecto a los siguientes aspectos:

Existen diferencias obvias en la manera como los habitantes urbanos y los rurales, en general, logran el acceso a suficiente alimento para sí mismos y sus familias. La mayoría de los hogares urbanos casi siempre necesitan ganar lo necesario en dinero para comprar alimentos en cantidad adecuada para satisfacer las necesidades nutricionales de todos los miembros del hogar. Por otro lado, el propietario de tierra rural o el campesino deben contar con bastante tierra, recursos y mano de obra a fin de producir alimentos suficientes para todo el hogar o para venderlos y obtener dinero y así comprar los ingredientes de una dieta adecuada para todos. La familia rural que no cuenta con tierra ni mano de obra, generalmente necesita obtener suficiente dinero para comprar los alimentos, como hace la mayoría de los hogares urbanos. Muchos hogares de agricultores para obtener dinero dependen de oportunidades ajenas a las actividades agrícolas.

En los casos en que existe inseguridad alimentaria en la población urbana y rural, se debe dar atención especial a garantizar que los agricultores reciban una remuneración adecuada por sus productos, y que los sistemas de producción, procesamiento y distribución sean lo más amplios y eficientes; que los salarios mínimos sean adecuados; que los precios de los alimentos básicos y otros alimentos importantes sean razonables, o inclusive subsidiados y que otros bienes esenciales (como vivienda, salud, educación y transporte) estén al alcance de quienes reciben el salario mínimo. Los programas de seguridad social, bienestar social y seguro de desempleo o los que suministran alimentos gratuitos o subsidiados (por ejemplo, mediante cupones alimentarios o alimentación escolar) deberán ayudar a los pobres y a quienes se encuentran en desventaja para tener acceso a los alimentos.

Los hogares de agricultores rurales, con la ayuda de las autoridades, pueden implementar medidas para optimizar la producción de sus tierras y obtener el máximo rendimiento en alimentos y dinero de la producción agrícola. En algunas partes del mundo se están ejecutando políticas de reforma agraria para conceder tierras adecuadas a las familias rurales pobres y la eliminación de cultivos compartidos, lo cual ayudaría a las familias a garantizar la seguridad alimentaria. En muchas regiones, el ganado y los animales de granja son componentes integrales de los sistemas agrícolas y pueden constituir un seguro durante los años en los que las cosechas agrícolas son pobres; tal forma de activo se puede intercambiar por dinero para comprar alimentos. Las familias rurales también pueden recibir ayuda por medio de créditos, alimentos subsidiados, cupones alimentarios o ayuda filantrópica, especialmente en años agrícolas malos.

Se ha observado que en los lugares donde hay escasez de alimentos y hambruna, las familias con dinero y recursos no sufren inanición. Las familias muy pobres cuentan con menores activos y por lo tanto son casi siempre las que padecen mayor inseguridad alimentaria y las más vulnerables a las graves crisis.

EL DERECHO AL AUMENTO: RESPONSABILIDADES

La mejoría continua de la seguridad alimentaria en el hogar depende en general de acciones en los ámbitos local y familiar, como de la participación de los pobres en el mejoramiento de sus propias vidas. Sin embargo, esta idea no debe permitir que quienes están en mejores condiciones, olviden que la nutrición adecuada es un derecho humano fundamental y que la presencia de desnutrición entre tantas personas del mundo es una vergüenza para todos los que la permiten. El mundo se divide en estados y naciones, y cada cual tiene una influencia importante sobre sus propios habitantes. Cada estado tiene la responsabilidad de respetar, proteger y hacer cumplir los derechos humanos, incluso el derecho a una alimentación y a una nutrición adecuadas. Respetar significa que el estado no tome acciones o ejecute políticas que hagan más difícil el suministro de alimentos para satisfacer las necesidades de su población, como en tiempos de crisis o conflictos. Dos ejemplos de protección serían: a) evitar que se restrinja a las personas su capacidad para producir alimentos o para obtener el dinero requerido a fin de comprarlos; y b) establecer normas para garantizar que los consumidores cuenten con un suministro seguro de alimentos. El estado tiene la obligación de dar ayuda a la población vulnerable, con el objeto de que pueda satisfacer sus necesidades alimentarias, incluso en tiempos de problemas o crisis y de velar para que se cumplan las normas del derecho al alimento y a una nutrición adecuada.

SATISFACCIÓN DEL APORTE DE ENERGÍA RECOMENDADO

No se puede dejar de enfatizar que los seres humanos tienen derecho a alimentos suficientes y a un buen estado nutricional. Aun más, una alimentación «suficiente» debe satisfacer no sólo las necesidades energéticas básicas sino también los requerimientos energéticos necesarios para una vida activa y saludable.

Las necesidades dietéticas se han tratado en otros capítulos de esta publicación pero merecen especial atención con respecto a las políticas y programas para mejorar la seguridad alimentaria. A fin de contar con una buena salud y un estado nutricional óptimo, una persona debe consumir suficientes alimentos para cubrir todos los requerimientos o necesidades de nutrientes esenciales. En términos de energía, sin embargo, los alimentos deben ser suficientes para satisfacer no sólo las necesidades básicas, sino además las necesidades energéticas individuales, siempre que esto no lleve a un exceso de consumo y ocasione obesidad. Estas necesidades de energía, es decir, consumo suficiente de calorías para satisfacer los requerimientos básicos y para realizar además las actividades deseables de cada persona, se denominan en la actualidad «aportes deseables».

El concepto de aportes deseables tiene implicaciones importantes en la mejoría de la seguridad alimentaria. Si sólo se consideran los requerimientos o necesidades energéticas, una persona en equilibrio energético, que no presente desnutrición clínica o bajo índice de masa corporal (IMC) o poco peso para la estatura, se podría considerar alimentariamente segura. Sin embargo, esta persona puede estar restringiendo actividades deseadas para conservar energía. Tal persona tiene necesidades energéticas no cubiertas, no cuenta con suficiente energía para satisfacer los aportes recomendados y está en una situación de inseguridad alimentaria.

El equilibrio energético no es un indicador de consumo adecuado de energía. Una persona se puede encontrar en equilibrio energético, en el que el consumo energético es igual al gasto energético, pero puede en realidad estar reduciendo en gran parte sus niveles de actividad para mantenerse en equilibrio. Conscientemente o no, puede escoger entre realizar menor cantidad de trabajo en la granja, reducir las tareas en el hogar, jugar menos con los niños, abstenerse de participar en deportes y disminuir las actividades sociales y comunitarias, para poder descansar más y dormir más. Sin embargo, aunque esté en equilibrio energético, se encuentra en un estado de carencia de energía y, por lo tanto, no tiene seguridad alimentaria; aunque un examen físico pueda indicar que no existe evidencia física de malnutrición o desnutrición.

Existe una diferencia entre las personas pudientes y las pobres que se encuentran en equilibrio energético a través del tiempo. En general, las personas pudientes ajustan su ingesta de energía y alimentos para satisfacer los gastos energéticos, mientras que los muy pobres con carencias alimentarias ajustan sus actividades a su consumo energético (restringen las actividades para conservar la energía). En los casos en que abundan los alimentos, las personas pueden privarse de consumirlos o aumentar el ejercicio para mantener el equilibrio (síndrome del trotador); donde la disponibilidad es deficiente pueden prescindir de actividades para mantener el equilibrio energético.

Hasta ahora se ha hecho muy poca investigación para determinar qué tipo de actividades son las que se restringen, y hasta qué punto, con el fin de mantener el equilibrio energético cuando hay muy poca disponibilidad de alimentos. Se requiere contar con políticas y programas para garantizar que las necesidades energéticas, así como los requerimientos energéticos sean plenamente satisfechos. Es además importante brindar a las mujeres la oportunidad y libertad de controlar su propia fertilidad. Estos son asuntos de gran importancia en toda consideración de seguridad alimentaria.

INDICADORES DE SEGURIDAD ALIMENTARIA EN EL HOGAR

Como ya se mencionó, las necesidades para la seguridad alimentaria del hogar son: suministro suficiente, disponibilidad estable y acceso adecuado a los alimentos. Los indicadores de seguridad alimentaria en el hogar son los relacionados con la producción y suministro de alimentos, por una parte, y la demanda y acceso a los alimentos, por otra. Hay manuales y libros sobre producción agrícola, estudios de nutrición, hojas de balance de alimentos, ingresos de los hogares y otros temas relacionados con indicadores específicos de seguridad alimentaria. A continuación mencionamos brevemente algunos de los más importantes.

Indicadores relacionados con el suministro alimentario:

Indicadores que se relacionan sobre todo con el acceso del hogar a los alimentos:

En muchos países que cuentan con diversa topografía, condiciones agrícolas y población, los indicadores pueden ser específicos para ciertas áreas o grupos particulares de la población.

Se puede ejecutar un sistema de seguimiento nutricional como medio para hacer un seguimiento regular de la situación alimentaria, el funcionamiento del sistema alimentario y algunos otros aspectos del estado nutricional de la población (véase el Capítulo 33). Este sistema entonces, dependerá de los datos recopilados, y brindará indicadores sobre la seguridad alimentaria del hogar. En algunas oportunidades se establece un sistema de seguimiento nutricional como medio para obtener una rápida señal de advertencia que ayude a predecir carencias alimentarias graves y poner en marcha las acciones pertinentes. Algunos países han establecido el seguimiento nutricional como medio para suministrar datos para influir las políticas del gobierno.

MANEJO DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA A NIVEL DEL HOGAR

Con frecuencia los hogares pobres tienen una elasticidad asombrosa y una capacidad impresionante para enfrentar las crisis a corto plazo y sobrevivir con bajos ingresos, y a lo que parece ser una relativa baja disponibilidad de alimentos.

La inseguridad alimentaria transitoria o a corto plazo, es en general el resultado de un trauma que ha golpeado al hogar. Los mecanismos de adecuación que se adopten dependen en parte de la naturaleza de la crisis y en parte de las circunstancias del hogar. Los distintos miembros de la familia pueden responder al choque en formas diferentes. Se ha sugerido que hay cuatro tipos principales de trauma (IFAD/UNICEF, 1992):

Ya sea que los traumas causen una inseguridad alimentaria transitoria, así como cuando se enfrenta una inseguridad alimentaria crónica, las familias toman las acciones pertinentes para garantizar un suministro adecuado de alimentos. Ejemplos de tales acciones:

Los programas innovadores para ayudar a las familias pobres a superar los resultados de los impactos reducirán la inseguridad alimentaria.

ACCIONES GUBERNAMENTALES PARA MEJORAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA FAMILIAR

Cualquier acción que realicen los gobiernos para mejorar los ingresos y reducir la pobreza, puede influir en la seguridad alimentaria; por ejemplo, aumentar la producción agrícola, especialmente por parte de familias rurales pobres; o garantizar precios justos para los productores y los consumidores; y hacer que los servicios sean accesibles a las personas:

Algunos ejemplos sobre acciones gubernamentales más específicas:

Además de estas medidas específicas, los gobiernos necesitan tener una adecuada estrategia de desarrollo que cree condiciones para el crecimiento económico con igualdad. Los programas para alivio de la pobreza deben ser sostenibles. Esta publicación no es el lugar adecuado para discutir sobre cómo los países pobres del hemisferio sur deben obtener un equilibrio entre los objetivos de la política macroeconómica y las necesidades de seguridad alimentaria. Claramente, la tasa de cambio de la moneda en un país, las políticas de importación y exportación de la nación, la tasa de inflación, el déficit del presupuesto y las obligaciones de pago de la deuda externa pueden influir los precios, tasas de desempleo y los ingresos de los pobres. Recientemente se ha discutido sobre programas de ajuste estructural, algunas veces exigido para que los países pobres puedan promover el crecimiento económico. Estos programas han causado graves problemas en los pobres, en general por la reducción de los subsidios a los productores y algunas veces a los consumidores. De gran preocupación también ha sido la reducción en servicios sociales: antes, muchos países del hemisferio sur contaban con educación primaria y secundaria gratuita y servicios de salud gratuitos, incluyendo servicios de consulta ambulatoria y hospitalización, pero alrededor de 1992, con la puesta en marcha del ajuste estructural y algunas veces por otros motivos, las tasas escolares y los cobros por servicios de salud se han transformado en práctica común o inclusive norma. Estos cambios han producido un grave impacto en los pobres, y en algunos casos han empeorado el problema de la inseguridad alimentaria.

En algunos países, sobre todo en Asia y América Latina, el desarrollo económico ha progresado y la creación de riqueza ha generando una reducción de la malnutrición y un descenso de las tasas de mortalidad infantil. Sin embargo, en otros países, particularmente en África, las políticas económicas, junto con graves condiciones socioeconómicas adversas y ecológicas, parecen a veces agravar la malnutrición. Cuando se puede predecir este resultado, los gobiernos necesitan considerar la toma de medidas rápidas para compensar los efectos adversos y disminuir las dificultades para los pobres.

La promoción del desarrollo rural, con un enfoque especial en una reducción sostenida de la pobreza entre los pobres rurales, puede mejorar la seguridad alimentaria. La puesta en marcha de una serie de tecnologías apropiadas e incentivos para los productores, con el fin de aumentar la producción y el empleo en áreas rurales, puede ayudar a reducir la inseguridad alimentaria y la pobreza. Estas estrategias necesitan ser imaginativas e innovadoras, y las hay exitosas que han generado optimismo. Por ejemplo, el crédito es en general, un grave problema para los pobres rurales, pero el Banco Grameen, de Bangladesh, ha concedido miles de créditos a las personas pobres, muchas de ellas mujeres cabeza de hogar. El banco ha logrado un buen nivel de amortización de los créditos y ha ayudado a muchas familias a salir de la pobreza. La extensión agrícola dirigida a los campesinos pobres ha llevado los resultados de los estudios hechos en universidades e instituciones de investigación a los campos de los agricultores pobres. En muchos países ha cambiado la actitud, de manera que el fortalecimiento del liderazgo local y el dar poder a las mujeres son hoy una prioridad en la agenda de muchos de ellos. La participación y el compromiso comunitario crecen con rapidez. Las ONG (organizaciones no gubernamentales) que trabajan con los individuos en el ámbito local, absorben fondos externos que antes eran mal utilizados por importantes agencias gubernamentales o internacionales. Algunas de estas organizaciones en la actualidad promueven proyectos participativos y tratan de dar poder a las mujeres. Los éxitos obtenidos en estas áreas pueden mejorar la seguridad alimentaria del hogar.

La reforma agraria sigue siendo un problema, sobre todo en ciertos países de América Latina y Asia. En varios países, la falta de reforma de la tenencia continúa siendo un factor contra las mujeres y de discriminación social, que abarca las diferencias entre castas y contribuye en forma muy importante a la inseguridad alimentaria. La redistribución de la tierra es todavía una necesidad. Las familias de castas más bajas necesitan contar con acceso pleno a todos los servicios. En ciertos países, como Indonesia, la estrategia de la redistribución de tierras, a menudo en islas subpobladas, puede reducir la inseguridad alimentaria.

El gobierno y el sector privado pueden reducir la pobreza al aumentar las oportunidades de empleo en áreas rurales y urbanas. Deben tener como objetivo mejorar los ingresos de los pobres y además, si es posible, su capacidad para generar ingresos. Algunos gobiernos pueden invertir en obras públicas, especialmente las intensivas en mano de obra, y en programas enfocados a partes del país que presentan altas tasas de pobreza.

En el ámbito local, la movilización de la comunidad es quizá el mejor empeño para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición del hogar. El Capítulo 41 incluye una discusión detallada sobre la movilización social para mejorar la nutrición y brinda un excelente ejemplo, sobre un proyecto realizado en la República Unida de Tanzania, enfocado a mejorar la nutrición mediante mayor seguridad alimentaria (particularmente para los niños), atención, salud y servicios de salud.


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