Según las actuales previsiones, el comercio mundial de cereales de 1995/96 alcanzará los 201 millones de toneladas, volumen marginalmente superior al de 1994/95 y semejante al pronóstico anterior de febrero. Mientras las importaciones mundiales de trigo y cereales secundarios aumentarán este año según las previsiones, el comercio de arroz probablemente será menor que el año anterior. En base a estos pronósticos, las importaciones totales de cereales de los países en desarrollo serían de alrededor de 144 millones de toneladas, ligeramente más que en 1994/95 y nuevamente un nivel sin precedentes. Situadas en 57 millones de toneladas, las importaciones totales de cereales de los países desarrollados serían marginalmente superiores a las del año anterior que habían constituido el volumen más bajo en más de dos decenios.
Este mes el pronóstico relativo al comercio internacional de trigo y harina de trigo (en equivalente de trigo) en 1995/96 (julio/junio) se ha aumentado en 500 000 toneladas a 95,5 millones de toneladas, una expansión de unos 2 millones de toneladas en comparación con el volumen de importaciones del año pasado. Aunque la revisión al alza de este mes es relativamente pequeña, es importante porque constituye una evidencia de que el volumen del comercio de este año es algo mayor pese al alza de los precios del trigo. Tras la revisión al alza de este mes del pronóstico relativo a las importaciones de trigo blando y duro de la CE y de las importaciones ligeramente superiores de Polonia, se prevé actualmente que en 1995/96 las importaciones totales de los países desarrollados alcanzarán los 21 millones de toneladas, casi un millón de toneladas más que el año pasado y también ligeramente más que el último informe.
En comparación con el año pasado, se pronostica que en 1995/96 las importaciones totales de trigo de los países en desarrollo aumentarán en alrededor de un millón de toneladas a 74 millones de toneladas. El aumento mayor se producirá en China, donde el pronóstico relativo a las importaciones de este año ha vuelto a aumentarse en un millón de toneladas, cifrándose actualmente en 13 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas más que las importaciones calculadas en 1994/95. En China, la gran demanda y el aumento de los precios internos ya han determinado compras de alrededor de 12 millones de toneladas de trigo y el millón de toneladas restante se comprará antes que termine la campaña. Por otro lado, los pronósticos relativos a las importaciones de trigo de Argelia, Egipto y Nigeria se han ajustado ahora, debido principalmente al ritmo lento de las importaciones realizadas hasta el momento.
Desde el informe anterior, el pronóstico para las exportaciones de este año de los Estados Unidos se ha aumentado en 2 millones de toneladas a 35 millones de toneladas, es decir unos 3 millones de toneladas más que en 1994/95. Pese a la detección de tizón en el sudoeste de los Estados Unidos a comienzos de marzo, que determinó una suspensión transitoria de los envíos a unas 21 destinaciones, el aumento de las compras de China y la escasez de suministros en casi todos los principales exportadores han colocado los envíos de los Estados Unidos cerca de niveles sin precedentes en lo que va del año. Tras una fuerte recuperación de la producción, los envíos de Australia deberían aumentar en casi un 60 por ciento respecto a los volúmenes reducidos por la sequía del año pasado. En cambio, las exportaciones del Canadá son menores que las del año pasado en alrededor de un 30 por ciento debido a una disminución de las existencias, la terminación de las subvenciones del ferrocarril federal (desde agosto de 1995), y el aumento del consumo interno. Asimismo, una política más restrictiva en materia de exportaciones adoptada este año por la CE debería determinar una gran disminución de los envíos respecto a 1994/95. Según las últimas estimaciones oficiales, entre julio de 1995 y marzo de 1996 la Comisión de la CE aprobó la exportación de sólo 5,2 millones de toneladas de trigo blando comercial, frente a 6,2 millones de toneladas en el mismo período del año pasado. Además, las exportaciones de harina de trigo y de trigo duro se han visto también drásticamente reducidas hasta la fecha. También se pronostica que los envíos de trigo desde Argentina serán mucho menores este año debido principalmente a la sequía, que menguó la cosecha de 1995. En otras partes, Hungría, la India y Rumania deberían exportar considerablemente más debido a las mayores cosechas obtenidas mientras que las exportaciones de Turquía y Arabia Saudita se verían considerablemente limitadas por la disminución de las existencias.
SITUACION GENERAL DE LAS IMPORTACIONES MUNDIALES DE CEREALES
| Trigo | Cereales secundarios | Arroz (elaborado) | Total | |||||
| 1994/95 | 1995/96 | 1994/95 | 1995/96 | 1995 | 1996 | 1994/95 | 1995/96 | |
| ( . . . . . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . . . . . . . . ) | ||||||||
| Asia | 45,5 | 46,2 | 53,0 | 53,5 | 12,4 | 8,8 | 110,9 | 108,5 |
| Africa | 19,8 | 19,1 | 9,5 | 10,6 | 3,2 | 3,6 | 32,5 | 33,3 |
| América Central | 4,4 | 4,4 | 7,7 | 8,0 | 1,2 | 1,4 | 13,3 | 13,8 |
| América del Sur | 11,3 | 11,1 | 5,1 | 4,7 | 1,3 | 1,7 | 17,7 | 17,5 |
| América del Norte | 2,4 | 2,2 | 3,8 | 3,9 | 0,5 | 0,5 | 6,7 | 6,6 |
| Europa | 4,1 | 5,3 | 6,9 | 5,8 | 1,2 | 1,2 | 12,2 | 12,4 |
| CEI | 5,1 | 5,7 | 0,7 | 0,5 | 0,2 | 0,2 | 6,0 | 6,4 |
| Oceanía | 0,5 | 0,5 | 0,4 | 0,2 | 0,3 | 0,3 | 1,2 | 1,0 |
| TOTAL MUNDIAL | 93,1 | 95,5 | 87,1 | 88,0 | 20,3 | 17,8 1/ | 200,5 | 201,3 |
| Países en desarrollo | 73,3 | 74,5 | 52,4 | 54,7 | 17,7 | 14,8 | 143,5 | 144,0 |
| Países desarrollados | 19,8 | 20,9 | 34,7 | 33,3 | 2,6 | 3,0 | 57,1 | 57,3 |
Como en el pronóstico anterior, las importaciones mundiales de cereales secundarios en 1995/96 (julio/junio) deberían alcanzar los 88 millones de toneladas, un millón de toneladas, o sea poco más de un 1 por ciento, más que el volumen estimado en 1994/95. En este nivel, el incremento previsto de las importaciones de los países en desarrollo se vería contrarrestado con creces por la disminución de las importaciones de los países desarrollados.
Se prevé que las importaciones totales de cereales secundarios de los países en desarrollo alcanzarán los 55 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que el volumen calculado el año pasado. El pronóstico relativo a las importaciones totales de cereales secundarios de los países en desarrollo de Asia se ha aumentado en más de 500 000 toneladas a 34 millones de toneladas, es decir 1,5 millones de toneladas más que en 1994/95. Se pronostica que Filipinas importará 800 000 toneladas, frente a las 300 000 toneladas previstas anterior-mente. Las importaciones adicionales de maíz se deberían principalmente a una mala cosecha y a la fuerte demanda interna de piensos. En Africa, actualmente se pronostica que las importaciones totales de los países en desarrollo aumentará en casi 500 000 toneladas respecto al año pasado, acercándose en 1995/96 a los 9,5 millones de toneladas. Este pronóstico es inferior en alrededor de un millón de toneladas a lo previsto anteriormente ya que las compras efectuadas por Argelia y Egipto han sido más lentas de lo previsto. En América Latina, se pronostica que en 1995/96 las importaciones totales de cereales secundarios se mantendrán cercanas a las del año pasado, en 12,7 millones de toneladas. Mien-tras se pronostica que este año México comprará una cantidad ligeramente mayor de cereales secundarios para compensar la menguada producción, las importaciones de algunos países de América del Sur serán menores que el año pasado, especialmente en Brasil, debido a unas cosechas superiores a lo normal.
El pronóstico de la FAO relativo a las importa-ciones de cereales secundarios de los países desa-rrollados en 1995/96 es de 33 millones de toneladas, unos 1,5 millones de toneladas, o sea alrededor de un 4 por ciento, menos que las importaciones calculadas en 1994/95. Según los pronósticos, las compras del Japón, el mayor importador de cereales secundarios del mundo, descenderán en 1,2 millones de toneladas, o sea un 6 por ciento, a 19,8 millones de toneladas. La mayor parte de la disminución afectaría al maíz ya que la demanda del sector forrajero interno ha descendido respecto al año pasado debido principalmente a un au-mento de las importaciones de carne. Las importacio-nes de Polonia deberían disminuir en 500 000 tonela-das respecto al año pasado a 350 000 toneladas, debi-do principalmente a una fuerte recuperación de la pro-ducción de cebada. Por otra parte, la CE podría impor-tar más cereales secundarios de lo que se había pre-visto anteriormente, unos 4 millones de toneladas, frente a los 3,4 millones de toneladas señalados en fe-brero. En otras partes, debido a la sequía del año pa-sado Sudáfrica, normalmente un exportador de maíz, debería comprar un millón de toneladas de este pro-ducto, unas 600 000 toneladas más que en 1994/95.
La característica principal del comercio de exportaciones de este año ha sido la fuerte dismi-nución de las existencias mundiales de cereales secundarios, causada principalmente por el descenso de la producción de maíz en los Estados Unidos. En consecuencia, ha sido necesaria una notable disminución de las existencias, y los precios internacionales de todos los principales cereales secundarios, particularmente maíz y cebada, han subido a niveles sin precedentes en más de 15 años. En los Estados Unidos, la escasez de este año ha obligado a los usuarios internos a competir cada vez más con los compradores internacionales. En consecuencia, y pese a un descenso de la producción, las importaciones de los Estados Unidos deberían aumentar a más de 61 millones de toneladas, 4 millones de toneladas más que el año pasado. En este nivel, las exportaciones de los Estados Unidos representarían cerca de un 70 por ciento del mercado mundial, o sea un porcentaje mucho mayor que en 1989/90 en el que los envíos totales de los Estados Unidos alcanzaron un volumen récord de 69 millones de toneladas.
Ha sido necesario aumentar las exportaciones de los Estados Unidos para compensar las limitadas existencias de cereales secundarios de este año de casi todos los exportadores, salvo Australia. La casi ausencia de China y Sudáfrica del mercado de exportación este año, combinada con la disminución de los envíos de Argentina, Canadá y la CE, ha determinado en el primer semestre una demanda superior a la media del maíz de los Estados Unidos. Otro factor importante ha sido el alza de los precios internacionales del trigo que ha impulsado a comprar mucho más maíz en lugar de trigo de calidad inferior, como fue el caso de la República de Corea.
El pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de arroz en 1996 se ha rebajado en 0,3 millones de toneladas a 17,8 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas menos que el volumen récord comercializado en 1995. La revisión a la baja se debió en gran parte a una considerable disminución del pronóstico relativo a las importaciones de Bangladesh a raíz de una producción de arroz Aman mayor de la prevista y de unas mejores perspectivas para la cosecha Boro. Las nuevas estimaciones oficiales sobre la cosecha Aman indicaban que los daños a las cosechas de las zonas de tierras bajas causados por las inundaciones se vieron compensados por los mejores rendimientos obtenidos en las zonas de montaña a causa del aumento de humedad del suelo. Además, la prohibición de exportar fertilizantes debería mejorar las perspectivas de una buena cosecha Boro. En 1995, la producción de la cosecha Boro que ha sido el factor principal de la expansión de la producción arrocera del país se vio limitada a causa de la falta de fertilizantes. En otras partes de Asia, se han verificado algunos cambios respecto al pronóstico anterior relativo al comercio de importación de arroz. Es probable que tanto China como Indonesia, importantes compradores en 1995, disminuyan este año sus importaciones a causa de la recuperación de la producción arrocera en 1995. En cambio, el pronóstico relativo a las importaciones del Brasil se ha aumentado debido a que probablemente sea escasa la cosecha de los meses venideros.
Los tradicionales países exportadores, especialmente Tailandia, los Estados Unidos y Viet Nam, exportarían menos este año, principalmente a causa de la disminución de las existencias ya que los tres países experimentaron una reducción de sus cosechas en 1995, pero también debido a una menor demanda internacional. Al 27 de marzo de 1996, las exportaciones arroceras de Tailandia totalizaban 1,37 millones de toneladas, 400 000 toneladas, o sea un 20 por ciento, menos que los envíos efectuados en el mismo período del año pasado. En los Estados Unidos, las ventas de exportación a principios de 1996 han sido también menores que en el mismo período de 1995. Los envíos de Viet Nam han ido aumentando ligeramente en los últimos meses a medida que iba llegando al mercado la cosecha de invierno y primavera. La mayor parte de los suministros son del Delta de Mekong donde las plantaciones han superado tanto el objetivo como la superficie del año pasado. Sin embargo, todavía no se ve claro qué cantidad de producción estará disponible para el mercado internacional, ya que en el norte, las tierras centrales y el Delta del Río Rojo, el arroz de invierno-primavera se ha retrasado por el tiempo anormalmente frío. En el Delta del Río Rojo, las plantaciones arroceras de invierno-primavera se han retrasado respecto al mismo período del año pasado y están también por debajo del objetivo establecido para este año.
Según los pronósticos, la India, que en 1995 fue el segundo exportador mundial de arroz, en 1996 exportará unos 2,5 millones de toneladas de arroz frente a 3,8 millones de toneladas enviadas el año an-terior. Los problemas logísticos siguen siendo una limitación importante a las actividades de exportación del país. Las existencias arroceras del país siguen siendo abundantes, pero algo menos que el año anterior a causa de una ligera disminución de la producción y el descenso de las reservas de arroz. Hasta mediados de enero, la compra de arroz por parte del Gobierno totalizaba sólo 5,7 millones de toneladas frente a los 9 millones de toneladas del año anterior. Tanto Punjab como Haryana, los estados productores excedentarios y exportadores de arroz del norte, han obtenido una cosecha más reducida en 1995.