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Los bosques y el empleo

K. Theophile

En este articulo se examina la relación entre los bosques y el empleo. Su finalidad no es hacer un análisis exhaustivo del empleo que generan las actividades forestales ni sopesar los pros y centras ambientales del desarrollo forestal en relación con sus efectos sobre el empleo. Antes bien, es una breve exposición sobre el empleo directo e indirecto que generan las actividades forestales.

Karin Theophile es analista de políticas en el Programa de actividades forestales internacionales del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Washington, D C.

Las industrias forestales generan un mayor número de empleos que otros sectores industriales

El empleo tiene una importancia decisiva para el desarrollo económico. Tanto las naciones ricas como las pobres aplican políticas y programas encaminados a conseguir el pleno empleo y evitar los peligros que engendra un índice elevado de desempleo. También es evidente el beneficio que el aumento del empleo en un país reporta a otras naciones. Cuando los interlocutores comerciales alcanzan una situación próxima al pleno empleo, sus economías se desarrollan y el comercio con las naciones más ricas puede favorecer el crecimiento en las más pobres. Por ejemplo, la cuarta parte de la economía de los Estados Unidos depende del comercio exterior y en los últimos años las exportaciones han sido el motor que ha impulsado el crecimiento económico (The Economist, 1995). Es evidente, por lo tanto, que el desarrollo económico y el empleo que existe en otras naciones influyen en la economía de los Estados Unidos y en su índice de empleo. Esto es lo que significa estar integrado en la economía mundial.

Los bosques y las industrias forestales son elementos fundamentales del desarrollo, porque influyen en la vida de las personas, a las que les ofrecen beneficios sociales y económicos. Las políticas se formulan, cada vez más, para maximizar los beneficios económicos y aumentar el empleo que producen los bosques y la industria forestal.

A diferencia de otros sectores industriales, las industrias forestales son una fuente importante de empleo, particularmente si se incluyen los puestos de trabajo que generan las actividades de esparcimiento, los productos forestales no madereros y el sector informal en pequeña escala. Las industrias forestales aportan ingresos a las poblaciones locales, valiosos en un momento en que la mecanización y la intensificación del aprovechamiento de la tierra están reduciendo el empleo agrícola (Laarman y Sedjo, 1992). Por otra parte, algunas actividades forestales son complementarias de las labores de la agricultura, ya que se realizan en los momentos de menor intensidad de las faenas agrícolas, y algunas técnicas agrícolas son fácilmente transferibles a las actividades forestales y a la elaboración de la madera.

Las actividades de las pequeñas empresas forestales, particularmente las no madereras, aunque no tan bien documentadas como las de la industria maderera, suponen una contribución económica importante, proporcionan oportunidades de empleo rural y permiten diversificar la economía local. La explotación de determinados productos forestales no madereros (por ejemplo, la extracción del caucho en el Brasil) es una actividad industrial, pero en general se trata de actividades en pequeña escala por las inversiones, los ingresos que generan, la envergadura y la creación de empleo. En los países en desarrollo, las pequeñas empresas del sector informal crean una gran parte del empleo existente. En los países industrializados, entre ellos los Estados Unidos, es cada vez mayor el número de empresarios que recoleccionan hongos y plantas medicinales o que cobran a los cazadores, ecoturistas y científicos que quieren acceder a sus tierras.

EMPLEOS TRADICIONALES BASADOS EN LA EXPLOTACION DE MADERA

El empleo generado en un determinado sector depende de la demanda del consumidor (del tipo de productos que desean y pueden sufragar los consumidores) y de otros factores socioeconómicos como la distribución de la riqueza, la edad media de la población y la importancia de las exportaciones en la economía nacional. Las tendencias de la demanda de la madera aserrada son muy diferentes en los países en desarrollo y en el mundo industrializado. En los países industrializados, los años 19651985 fueron un período de contracción de la tasa de crecimiento anual del consumo de madera aserrada (utilizada para estructuras y para la construcción de viviendas), que sin embargo aumentó en los países en desarrollo. Ello se debe a que en estos últimos existen menos materiales sustitutivos de la madera aserrada, al rápido crecimiento demográfico y a las necesidades en materia de construcción (Laarman y Sedjo, 1992). En cambio, la demanda de paneles a base de madera y de los productos de pasta y papel creció mucho más lentamente en los países en desarrollo que en los desarrollados. También es menor el consumo en términos absolutos: Africa, los países en desarrollo de Asia y las regiones más pobres de América Latina y de la cuenca del Caribe consumen en promedio de tres a diez kilogramos anuales per cápita de papel y cartón, comprado con los 300 kg per cápita de los Estados Unidos. En los países más ricos es mayor el porcentaje de la población que trabaja con productos con un alto nivel de acabado, como la pasta y papel; en cambio, la elaboración de los productos de la madera genera más empleos en los países en desarrollo.

El uso final más común de la madera determina el tipo de empleos que genera el sector forestal en un país. En los países en desarrollo, el 90 por ciento de la producción de madera en rollo se destina al consumo interno y una gran proporción, casi el 80 por ciento, se utiliza como combustible (FAO, 1990). Esto tiene consecuencias de gran importancia para el empleo, porque la mayor parte de los puestos de trabajo que dependen de la recolección y comercialización de la leña se generan en mercados rurales dispersos que operan en el sector informal. Por ello, las numerosas personas empleadas en estas actividades no figuran en las estadísticas oficiales.

Las pequeñas empresas forestales tienen gran importancia para el empleo rural

La conveniencia de fomentar la industria forestal en los países en desarrollo suscita una fuerte controversia. Las voces críticas afirman que fomentar la industria maderera por el empleo y los beneficios económicos que reporta a la nación pobre es un planteamiento equivocado, pues en la mayor parte de los países en desarrollo, el empleo atribuible directamente a la industria forestal del sector estructurado no llega normalmente al 1 por ciento del total (Repetto y Gillis, 1988). Además, las oportunidades generadas por la industria forestal en los países en desarrollo son aprovechadas por mano de obra emigrante o urbana cualificada, lo cual reduce los beneficios que recibe la población local. Esto es particularmente cierto en el caso de la gran industria que utiliza alta tecnología. Por otra parte, aunque el impacto de las grandes industrias en la zona rural circundante sea limitado, puede tener importancia para la creación de empleo en otros sectores industriales relacionados.

PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS Y ACTIVIDADES DE ESPARCIMIENTO EN LA NATURALEZA

La aportación de los bosques y de las industrias forestales a la economía y al empleo suele centrarse en la explotación y elaboración de la madera, porque se estima que, entre los diferentes usos de las tierras forestales, es éste el que produce mayor rendimiento económico. Esta interpretación se ha puesto en cuestión, porque existen otros posibles usos, en especial los productos forestales no madereros y los usos no extractivos de los bosques, como el turismo en la naturaleza. Muchas de estas actividades son intensivas en mano de obra y generan empleos a tiempo completo y estacionales. Además, los ingresos procedentes de la exportación de productos forestales no madereros, en rápido crecimiento, indican que esta esfera tiene un gran potencial en cuanto al crecimiento del empleo. Por ejemplo, en las zonas costeras del noroeste del Pacífico, en los Estados Unidos y en el Canadá, las actividades de recolección y elaboración de plantas para la industria floral se valoraron en casi 130 millones de dólares en 1989, con 10000 empleos estacionales y permanentes (Brooks, 1993).

Las oportunidades de empleo en los sectores de la pasta y el papel se concentran en los países industrializados

Los productos forestales no madereros tienen más importancia en los países en desarrollo que en los países industrializados, porque en aquellos hay una mayor concentración de población en zonas rurales que dependen directamente de los bosques. Generalmente, los países en desarrollo ofrecen menos oportunidades de empleo rural no agrícola. Muchos de esos países son conscientes de la importancia de los productos forestales no madereros para la creación de empleo y están desarrollando la capacidad de elaboración y fabricación de esas industrias. En conjunto, los productos forestales no madereros tienen una gran incidencia en el empleo de esos países y probablemente su importancia será cada vez mayor (véase el artículo de Tewari y Campbell, pág. 26).

Además de los productos forestales no madereros, también el turismo en la naturaleza crea ingresos y empleo en muchos países. En los Estados Unidos, las actividades de esparcimiento figuran entre las más importantes de las tierras forestales y generan sumas de dinero considerables en forma de ingresos y empleo. La naturaleza es también una fuente importante de ingresos en muchos países en desarrollo (Laarman y Gregersen, 1994). Las cifras de ingresos del turismo forestal indican que esta industria intensiva en mano de obra podría crear un gran número de puestos de trabajo en los países en desarrollo (véase el artículo de Colvin, pág. 32). Sin embargo, se cuestiona la sostenibilidad de los productos forestales no madereros y del ecoturismo.

El empleo forestal en los Estados Unidos

En 1990, las actividades forestales generaron en los Estados Unidos más de 1.9 millones de empleos directos cifra que representa aproximadamente el 1,4 por ciento de la población empleada en todos los sectores y que aporta 14000 millones de dólares en concepto de honorarios y salarios (American Forest & Paper Association. 1995).

En la mayor parte de las regiones del país, la industria de la madera y de otros productos de la madera ocupa uno de los tres primeros lugares por la creación de empleo neto (Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 1990). Esta situación varía considerablemente según las distintas regiones, en función de la extensión de las tierras forestales y del grado de desarrollo alcanzado por otras industrias.

A causa del aumento de la demanda de productos de pasta y papel (que contrasta con la disminución de la demanda de madera aserrada y de paneles a base de madera) estas industrias acumulan casi el 30 por ciento de los empleos generados por la industria de la madera. Esto se explica por la envergadura de las operaciones y el número de empresas del sector más que por la intensidad relativa de la fuerza de trabajo. En comparación con otras industrias de la madera, la de la pasta y papel es intensiva en capital y ofrece una mayor proporción de puestos de trabajo muy cualificados. pero un menor número de empleos (Contreras-Hermosilla y Gregersen, 1991).

EL EFECTO MULTIPLICADOR

Las estadísticas oficiales sobre el empleo en la industria de la madera no incluyen los que generan las industrias de elaboración, que necesitan mucha mano de obra. Estos empleos se incluyen en las estadísticas correspondientes a otras actividades manufactureras no relacionadas con la madera, como el acero, y eso hace difícil desglosar el empleo que existe en la industria de la madera. Es indudable, sin embargo, que las industrias de la madera tienen un importante efecto multiplicador. Por cada puesto de trabajo relacionado directamente con la industria privada de la madera, se crean otros puestos de trabajo en otras industrias conexas, como el transporte y la comercialización. Se estima que por cada diez personas empleadas directamente en una de las grandes empresas forestales modernas, se crean ocho empleos en otros sectores relacionados (Contreras-Hermosilla y Gregersen, 1991). Esto supone que además de los 1,9 millones de empleos directos creados por el sector forestal privado en los Estados Unidos, existen 1,5 millones que no suelen contabilizarse. lo que equivale a unos 3.5 millones de personas más, cerca del 2,5 por ciento de la fuerza de trabajo de los Estados Unidos que no trabaja en el sector público. Si se contabiliza el empleo a nivel federal, las cifras son ano más elevadas. Según un análisis realizado por el Servicio Forestal sobre el empleo privado y público en su conjunto, el Sistema Forestal Nacional genera 3,1 millones de empleos. 2.7 millones de ellos en actividades de esparcimiento y 98200 en el sector de la madera. El efecto multiplicador también se puede estimar en dólares.

El mismo análisis atribuía al Sistema Forestal Nacional 123000 millones de dólares. casi el 2 por ciento del producto interno bruto (Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 1995).

Otro factor que lleva a subestimar el empleo en el sector forestal es que en algunos casos los ingresos y el empleo generados por actividades en pequeña escala, particularmente en aquellas empresas que se basan en el intercambio en efectivo o en el trueque, no están incluidos en los datos oficiales. En muchos países en desarrollo, estas actividades son una parte importante del total.

Desde el punto de vista del fortalecimiento de la economía nacional, la intensidad de creación de empleo de las industrias forestales adquiere una mayor significación cuando se compara con la de otras industrias. Globalmente, la intensidad relativa es mayor que en muchas otras industrias lo que indica que las inversiones que se destinan la industria forestal son generadoras de empleo.

EL SECTOR INFORMAL

El examen del empleo en el sector forestal no estaría completo si no se hiciera mención del sector informal. Las empresas de este sector proveen muchos más puestos de trabajo que otros tipos de empresas. Un extenso estudio realizado por la FAO revela que las empresas forestales figuran en lugar destacado en el mundo de la pequeña empresa y que en muchos países en desarrollo constituyen el porcentaje más alto de las pequeñas empresas rurales. En estos países, el sector informal genera incluso más empleos que las grandes industrias madereras tradicionales (FAO, 1990). Un estudio sobre el sector de la elaboración de la madera en Lima, Perú, realizado en 1984, señalaba que el sector informal generaba cuatro veces más empleo que la industria del mueble de la economía estructurada y dos veces más que las industrias madereras nacionales de todo el país. En los períodos de crisis económica de 1965-1969 y 19801984, el empleo disminuyó en el sector estructurado, pero aumentó en el sector informal.

En Jamaica, el 34,8 por ciento de todas las pequeñas industrias son forestales (FAO, 1990). También es importante el número de personas que trabaja en la artesanía; solamente en la India se estima en más de 2 millones las que están empleadas a tiempo completo en la producción artesanal (Pye, 1988). En el Nepal, la cifra es el 13 por ciento de la fuerza total de trabajo.

CONCLUSION

Un objetivo general de la política del sector público es aumentar el empleo como elemento fundamental desde el punto de vista de la productividad, la tasa de crecimiento económico y la estabilidad social de la nación. El pleno empleo permite aumentar los ingresos del Estado porque distribuye la carga fiscal sobre el mayor número posible de contribuyentes. A la inversa, el desempleo es muchas veces el punto de partida de un ciclo de pobreza que se autoperpetúa y que aumenta la necesidad de que el Estado facilite los servicios básicos a la población pobre (Mansfield, 1989).

Muchas de las actividades silvícolas son intensivas en mano de obra, gracias a lo cual mantienen las oportunidades de empleo rural y permiten diversificar las economías locales. En conjunto, estas actividades, tanto a pequeña escala como a escala industrial, favorecen la economía y el empleo de las naciones que poseen un patrimonio forestal. La industria basada en los principios de la ordenación forestal sostenible es una razón poderosa para canalizar hacia ella un volumen mayor de inversiones.

Las actividades de esparcimiento que tienen lagar en el ámbito forestal tienen cada vez más importancia desde el punto de vista del empleo

No obstante, no se reconoce suficientemente la importancia real del sector forestal en la generación de empleo. Ello se debe a la falta de atención a esta cuestión en las estadísticas, que por lo general sólo se ocupan de la producción y comercio de madera y productos industriales. La información sobre el empleo es muy escasa y raras voces fiable, completa y actualizada. La falta de atención a la vertiente social de las actividades del sector influye fuertemente en su credibilidad entre los dirigentes políticos y los responsables de adoptar las decisiones, que son quienes se encargan de distribuir los recursos y las inversiones. La imagen del sector forestal en cuanto a la contribución de las actividades de conservación y utilización no es muy favorable. El vínculo entre ambas sólo es percibido claramente por las personas informadas del propio sector forestal. :Es necesario analizar de forma más sistemática la influencia de las actividades forestales en el empleo, con un doble objetivo: informar a los responsables de las políticas y al público sobre la importancia del sector, y maximizar la generación de empleo dentro del propio sector.

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