Las perspectivas para la oferta y la demanda de cereales han cambiado
relativamente poco desde el último informe de junio. Según
la última información sobre las cosechas de cereales de 1996,
se sigue señalando una recuperación de la producción
mundial tras la cosecha fuertemente menguada del año pasado, pero
la situación mundial de la oferta y la demanda seguirá siendo
difícil en 1996/97. Tomando como base muchas estimaciones de cosechas
ya recogidas y, por lo tanto más seguras, y la situación de
las que todavía no se han recolectado, y suponiendo un tiempo normal
hasta el final de las cosechas, el último pronóstico de la
FAO relativo a la producción mundial de cereales de 1996 se cifra
en 1 821 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), volumen superior
en un 5,2 por ciento al de 1995 y cercano a la tendencia. Con este nivel
de producción mundial total de cereales se podrían satisfacer
las necesidades de consumo previstas para 1996/97 y reponer en parte las
existencias de cerea-les. Sin embargo, tras la fuerte disminución
registrada en la campaña anterior, las reservas de cereales
seguirían muy por debajo de los niveles mínimos de seguridad.
Por consiguiente, los precios de la mayoría de los cereales, que ahora
han bajado considera-blemente respecto de los altos niveles alcanzados en
abril y mayo, deberían mantenerse relativamente firmes en
comparación con los años anteriores. Lo que, unido a las escasas
disponibilidades de ayuda alimentaria en cereales previstas para 1996/97,
seguirá constituyendo una amenaza para la seguridad alimentaria de
muchos de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos
(PBIDA), particularmente los que dependen de las importaciones para satisfacer
una gran parte de sus necesidades alimentarias.
PRODUCCION, SUMINISTROS, COMERCIO Y EXISTENCIAS MUNDIALES DE CEREALES
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1994/95 | 1995/96 estim. | 1996/97 pronóst. |
|
(. . millones de toneladas . .) | ||
Producción 1/ | 1 779 | 1 730 | 1 821 |
Trigo | 527 | 545 | 571 |
Cereales |
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secundarios | 891 | 813 | 875 |
Arroz (elabor.) | 362 | 372 | 375 2/ |
Suministros 3/ | 2 118 | 2 042 | 2 087 |
Utilización | 1 803 | 1 778 | 1 805 |
Comercio 4/ | 204 | 201 | 186 |
Existencias finales 5/ | 312 | 266 | 277 |
FUENTE: FAO
1/ Los datos corresponden al año civil indicado en primer lugar. Incluye
el arroz elaborado
2/ Pronóstico provisional.
3/ Producción y existencias iniciales.
4/ Base julio/junio para el trigo y cereales secundarios y año civil
para el arroz.
5/ No indican la diferencia entre los suministros y la utilización
debido a los distintos años comerciales de cada país.
En muchos países del Africa y en
otras partes del mundo la situación de los suministros de alimentos sigue
siendo grave. En el Africa oriental, se señalan graves dificultades en
las zonas tradicionalmente deficitarias de alimentos del Sudán, y en
Burundi la situación ha empeorado. En el Africa austral, pese a una notable
recuperación de la cosecha de cereales secundarios de este año,
algunos países siguen necesitando una ayuda alimentaria considerable,
particularmente Angola, Lesotho y Mozambique. En el Africa occidental, la agricultura
de Liberia sigue viéndose impedida por los disturbios civiles, por lo
que el país sigue necesitando ayuda alimentaria. En Asia, la producción
interna de alimentos sigue limitada en el Afganistán debido a los efectos
de los disturbios civiles. Gran parte de la población se ha desplazado
debido a la inseguridad y sigue necesitando ayuda internacional para los próximos
meses, lo mismo que los indigentes y repatriados. Las inundaciones, provocadas
por segundo año consecutivo en la República Popular Democrática
de Corea, han empeorado el problema alimentario. En Sri Lanka, la sequía
redujo notablemente la producción arrocera de 1995/96, lo cual puede
hacer subir los precios y crear una situación alimentaria difícil
desde este momento hasta la recolección de la cosecha principal de arroz,
que tendrá lugar a principios del próximo año. En Mongolia,
los incendios de primavera registrados a principios del año han causado
daños considerables a la agricultura, y es probable que empeore la ya
difícil situación de los suministros de alimentos. En el Iraq,
la situación alimentaria y nutricional sigue siendo difícil. En
Europa, los refugiados y las personas afectadas por la guerra siguen necesitando
ayuda alimentaria de urgencia en Bosnia y Herzegovina. En Armenia, las perspectivas
para la cosecha de cereales de 1996 son desfavorables y se necesitará
ayuda internacional para satisfacer las necesidades de importación de
cereales. La situación de los suministros de alimentos sigue siendo difícil
también en Azerbaiyán, Georgia y Tayikistán, donde se seguirá
necesitando asistencia internacional para la importación de los cereales
necesarios.
Como ya se ha señalado, la FAO pronostica ahora la producción
mundial de cereales de 1996 en 1 821 millones de toneladas (incluido el arroz
elaborado), volumen ligeramente inferior al pronóstico anterior de
junio, pero aún así superior en un 5,2 por ciento a la
estimación revisada de la producción de 1995. Las últimas
indicaciones confirman las previsiones anteriores de un aumento notable de
la producción mundial de trigo y cereales secundarios, mientras que
se pronostican pocos cambios para el arroz respecto a 1995. Sin embargo,
aunque ya han terminado algunas cosechas de 1996 y las estimaciones de la
producción son más firmes, todavía no se recogido las
principales cosechas de trigo del hemisferio sur, las de cereales secundarios
del hemisferio norte, y la cosecha principal de arroz de Asia. Por consiguiente,
de producirse cambios importantes en las condiciones atmosféricas
de los próximos meses, dicho pronóstico podría estar
sujeto a revisiones.
El último pronóstico de la FAO relativo a la producción
mundial de trigo de 1996 es de 571 500 000 toneladas, volumen prácticamente
inalterado respecto al pronóstico anterior, y superior en un 4,8 por
ciento aproximadamente a la estimación revisada de la producción
de 1995. Aunque se han hecho revisiones a la baja a las estimaciones de la
producción de trigo de varios países de Asia y Europa, ello
se ha visto compensado por el aumento de los pronósticos relativos
a la buena cosecha de trigo de primavera que se está recogiendo en
América del Norte, y a las cosechas principales del hemisferio sur
que, según se informa, se están desarrollando en condiciones
en general muy favorables. Por lo que se refiere a los cereales secundarios,
el pronóstico de la FAO se ha rebajado en 8 millones de toneladas
desde el informe anterior pero, situado en 875 millones de toneladas,
seguiría siendo superior en un 7,6 por ciento a la menguada
producción de 1995. La última revisión a la baja se
debe principalmente a una disminución de la estimación oficial
de la producción de cereales secundarios de los Estados Unidos y del
pronóstico relativo a la producción de la CEI. La FAO pronostica
ahora la producción arrocera de 1996 en 375 millones de toneladas
de arroz elaborado (558 millones de toneladas de arroz cáscara), volumen
prácticamente inalterado respecto a los pronósticos provisionales
anteriores y marginalmente superior a la buena cosecha del año pasado.
A partir de principios de junio, las lluvias monzónicas se han ido
desplazando hasta cubrir la mayor parte de Asia, lo que favoreció
la siembra y el desarrollo de la cosecha principal de arroz. Sin embargo,
unos fuertes temporales y tifones castigaron algunas zonas en agosto,
particularmente en el sur del Mar de la China, y es posible que hayan perjudicado
las perspectivas de las cosechas en esos lugares. La producción de
la cosecha mundial de arroz de 1996 sigue dependiendo mucho de las condiciones
del tiempo en los meses venideros.
El pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de cereales de
1996/97 es de 186 millones de toneladas, 15 millones de toneladas menos que
el volumen de las importaciones calculadas en 1995/96. Se prevé que
la mayor parte de esta fuerte contracción del comercio mundial se
producirá en el trigo y los cereales secundarios pero, según
indicios provisionales, también disminuirá ligeramente el comercio
de arroz en 1997. Los pronósticos relativos a las importaciones mundiales
de trigo y harina de trigo (en equivalente de grano) en 1996/97 se han revisado
a 85 millones de toneladas, 6 millones de toneladas menos que la estimación
revisada de las importaciones de 1995/96, y el volumen más pequeño
en más de un decenio, debido principalmente al aumento de las cosechas
de muchos países importadores como consecuencia del incremento de
la superficie sembrada y las condiciones favorables del tiempo. El comercio
mundial de cereales secundarios de 1996/97 se cifra en 82 millones de toneladas,
unos 8 millones de toneladas menos que la estimación revisada del
volumen comercializado el año anterior, debido a una disminución
registrada tanto en los países desarrollados como en los países
en desarrollo. Con respecto al arroz, la FAO pronostica que en 1997 el comercio
mundial disminuirá marginalmente respecto del nivel de 1996, cifrado
ahora en 18 900 000 toneladas. Sin embargo, este pronóstico es
todavía muy provisional, ya que aún no se ha recogido la mayor
parte de las cosechas de 1996.
El pronóstico actual relativo al consumo mun-dial de cereales en 1996/97
es de 1 805 millones de toneladas, lo que representa un incremento de 27
millones de toneladas, o sea el 1,5 por ciento, respecto al año pasado,
aunque todavía un consumo algo infe-rior a la tendencia. Gran parte
del incremento pronosti-cado debería producirse en los países
en desarrollo que, en conjunto, podrían aumentar la utilización
de cereales, principalmente para el consumo humano, en 18 millones de toneladas,
o sea el 1,7 por ciento. Es probable que el aumento mayor se registre en
Asia y Africa, debido especialmente a una producción mejor de las
cosechas de 1996 en algunos países de esas regiones. En los países
desarrollados, la utilización de piensos debería aumentar en
casi 7 millones de tone-ladas, debido principalmente a una recuperación
pre-vista en los Estados Unidos, donde había descendido de forma
pronunciada en 1995 a causa, principalmen-te, de los altos precios de los
cereales secundarios.
Los precios internacionales del trigo han des-cendido de forma pronunciada
desde el último informe de junio. Los indicios de un incremento de
la produc-ción de trigo de primavera de los Estados Unidos, las
perspectivas favorables para otras cosechas del he-misferio norte recogidos
posteriormente, y el aumento de las cosechas del hemisferio sur, han aliviado
consi-derablemente la presión sobre el mercado desde finales de julio.
Para finales de agosto, el precio no-minal del trigo Nº2 (fob) de los
Estados Unidos había disminuido en cerca de 50 dólares EE.UU.
por tonela-da respecto al precio de hace tres meses, a 192 dóla-res
EE.UU. por tonelada, precio cercano al correspon-diente del año anterior.
Los precios del maíz se mantu-vieron firmes en junio y alcanzaron
un nuevo nivel má-ximo el 11 de julio en el que el precio del maíz
Nº2 de los Estados Unidos llegó a 221 dólares EE.UU. por
to-nelada. Sin embargo, las cotizaciones se debilitaron considerablemente
durante la segunda quincena de agosto, debido principalmente a una
disminución de las ventas de los Estados Unidos a algunos de los
principales compradores de Asia. Para finales de agosto, el precio del maíz
Nº2 de los Estados Unidos retrocedió a 166 dólares EE.UU.
por tonelada, superior todavía en unos 36 dólares EE.UU. por
tonelada a los precios de hace un año. Después de subir en
junio y julio, los precios internacionales del arroz se debilitaron en general
en agosto. El mercado reaccionó a las noti-cias de que el Japón
podría no cumplir su compromiso de importar arroz en el tiempo previsto,
y una cierta presión al alza debida a la preocupación por las
inun-daciones registradas en China tuvo poca duración. El índice
de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982-84=100)
promedió en 135 puntos en agos-to, 4 menos que el mes anterior. Los
precios del arroz de calidad inferior fueron los que más bajaron,
ya que prácticamente todos los grandes exportadores bajaron
considerablemente los precios del arroz quebrado.
Se prevé que en 1996/97 se detendrá la constante disminución
de remanentes mundiales de cereales que se fue registrando en los últimos
años, y se pronostica una recuperación moderada de las existencias.
La FAO pronostica ahora las existencias mundiales de cereales de cierre de
las campañas agrícolas que terminan en 1997 en 277 millones
de toneladas, 11 millones de toneladas, o sea el 4,1 por ciento, más
que sus niveles de apertura. Sin embargo, la relación entre los remanentes
de fin de temporada de 1996/97 y la utilización tendencial en 1997/98,
situada en cerca del 15 por ciento, sería todavía muy inferior
al margen del 17-18 por ciento que la secretaría de la FAO considera
el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial.
Además, se pronostica que las existencias de los países en
desarrollo descenderán al nivel más bajo de los últimos
siete años. La mayor parte de la recuperación de las existencias
mundiales de cereales en 1996/97 debería producirse en los cereales
secundarios de los grandes países exportadores, principalmente como
consecuencia de una recuperación de la cosecha de maíz de los
Estados Unidos. También se prevé un aumento de las existencias
de trigo, pero su nivel seguirá siendo bajo, mientras que, según
previsiones provisionales, las existencias mundiales de arroz disminuirán
por cuarto año consecutivo.
Como ya se mencionó, aún en el caso de que se produjera el
moderado aumento de las reservas mundiales de cereales pronosticado para
1996/97, la relación entre las existencias y la utilización
seguiría siendo inferior a los niveles de seguridad, y la situación
de la seguridad alimentaria mundial seguiría siendo difícil
durante otro año más. Como ya ha comenzado la recolección
en las principales zonas productoras, va disminuyendo la probabilidad de
un empeoramiento importante de las perspectivas para las cosechas de 1996.
No obstante, algunas cosechas de trigo y cereales secundarios de exportadores
importantes, y la mayor parte de la cosecha mundial de arroz, se recogerán
en los próximos meses. En el caso de que debido al mal tiempo se produjera
una reducción, aunque relativamente pequeña, de las estimaciones
de la producción, o aumentara repentinamente la demanda de importaciones
a causa de la difícil situación de las existencias, los precios
del mercado internacional podrían aumentar y modificar las perspectivas
para la seguridad alimentaria mundial. Aun suponiendo que no hubiera cambios
en la situación pronosticada actualmente, para reponer las existencias
de cereales a un nivel que garantice la seguridad alimentaria mundial y reduzca
la inestabilidad del mercado habrá que esperar, por lo menos, un año
más, y la producción de 1997 tendrá que aumentar
notablemente. A esta altura del año, la atención ya se dirige
a la siembra de las principales cosechas de invierno del hemisferio norte
que se recogerán en 1997. Por consiguiente, en los meses venideros
se tendrá que seguir de cerca la situación, con respecto no
sólo al resultado definitivo de las cosechas de 1996 sino también
a las perspectivas de las cosechas de 1997.