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ESTUDIO ESPECIAL: CARACTERÍSTICAS ACTUALES Y POTENCIAL FUTURO DE LOS DESEMBARQUES PROCEDENTES DE LA PESCA MARINA1


Tendencias de los desembarques
Situación de los recursos marinos mundiales
Conclusiones


Según las primeras estimaciones de la producción pesquera mundial, facilitadas por la FAO en 19452, el total de las capturas marinas era de 39 000 millones de libras (17,7 millones de toneladas); de ellas 37 000 millones de libras correspondían a desembarques comerciales y el resto a actividades de subsistencia y recreativas. Yaentonces, una tercera parte del total de los desembarques se destinaban a la transformación en harina y aceite de pescado. En aquella época, sólo las pesquerías del Pacífico septentrional y el Atlántico norte estaban suficientemente desarrolladas, y esas zonas representaban, respectivamente, el 47 y el 46 por ciento del total de las capturas comerciales, mientras que a la parte meridional de esos océanos correspondía sólo el 1 por ciento, en ambos casos, y al océano Indico un 5 por ciento. En ese mismo informe se señalaba que había considerables posibilidades de expansión de la pesca, sobre todo en las aguas situadas frente a América Central, Perú y Chile, en el Caribe, y en aguas de Africa occidental y de Australia, Nueva Zelandia, las islas del Pacífico sur y las Indias orientales. No obstante, se reconocía que algunas poblaciones estaban ya sobreexplotadas y se exponía el temor de que los beneficios de la recuperación de las poblaciones en aguas europeas durante la segunda guerra mundial pudieran perderse una vez que se reanudara la actividad pesquera normal. Se hacía hincapié en la necesidad de una conservación de las pesquerías basada en pruebas científicas, en particular a escala regional, y se recomendaba que la FAO promoviera la recopilación de datos básicos sobre la pesca y el análisis de los mismos.

En los 50 años transcurridos desde la preparación de ese informe, las pesquerías se han desarrollado rápidamente y, en consecuencia, los recursos sin explotar son ahora pocos y cada vez es mayor el número de recursos sobreexplotados. La puesta en práctica de una ordenación eficaz ha resultado ser mucho más difícil de lo que podrían haber previsto los autores del informe de la FAO en 1945.

La primera estimación del potencial de la producción mundial, basada en el análisis de los desembarques en el pasado, fue efectuada en la FAO por J. Gulland3 en 1971. Desde entonces no se ha llevado a cabo ningún otro análisis de esta naturaleza y, dado que el citado estudio se basó en estadísticas correspondientes a 1953-68 (menos de la mitad del período de tiempo actualmente disponible), conviene revisar las estimaciones del potencial de producción teniendo en cuenta las principales novedades ocurridas desde entonces. Durante el período examinado por Gulland, los desembarques aumentaron a un ritmo aproximado del 6 por ciento anual (Figura 18), y se estimaba que el potencial de las especies marinas tradicionalmente explotadas era de aproximadamente 100 millones de toneladas anuales. Esta valoración del potencial de pesca estaba en consonancia con las estimaciones efectuadas anteriormente por varios otros autores4. De hecho, la tasa de crecimiento de la producción marina observada por Gulland disminuyó al poco tiempo, aunque se mantuvo cierto ritmo de crecimiento, y a pesar del desarrollo de las pesquerías basadas en las especies no tradicionales, la producción pesquera marina sólo ha alcanzado hasta ahora un volumen de aproximadamente 90 millones de toneladas, de las que 84 millones corresponden a las pesquerías de captura.

En este estudio se presenta un análisis inicial de las tendencias de los recursos marinos tal como aparecen descritas en las estadísticas de producción pesquera de la FAO correspondientes al período 1950-945, durante el cual la producción de pescado, crustáceos y moluscos ascendió desde 18 millones de toneladas a 90 millones de toneladas.

Tendencias de los desembarques

Contribuciones relativas de las especies pelágicas y demersales

La producción de especies ícticas marinas ha ascendido desde aproximadamente 14 millones de toneladas en 1950 a unos 73 millones de toneladas en 1994, el 10 por ciento de los cuales es de peces marinos no especificados, que normalmente se desembarcan sin clasificar y parte de los cuales se destina a la reducción a aceite o harina. La proporción, en peso, del total de los desembarques de especies marinas que corresponde a peces pelágicos ha ascendido desde aproximadamente el 50 por ciento en 1950 a más del 60 por ciento en 1994. La producción de especies pelágicas ha aumentado de forma ininterrumpida, aunque ha habido grandes oscilaciones provocadas por las variaciones naturales de productividad de los recursos así como por los altibajos de las estrategias de pesca. En lo que respecta al valor, la producción pelágica es menos importante que la producción demersal, pero su importancia relativa ha aumentado con el tiempo y en 1993 la producción pelágica representó aproximadamente el 40 por ciento del valor total de los desembarques de la pesca marina, frente al 50 por ciento en el caso de las especies demersales y el 10 por ciento en el de otras especies marinas no especificadas. La producción demersal acusó una tendencia creciente hasta mediados del decenio de 1970, y en general se ha estabilizado, con algunas oscilaciones, desde entonces. La producción de especies no especificadas ha continuado aumentando durante todo el período considerado, pero este aumento no ha quedado reflejado en los datos.

Si bien las especies explotadas por las pesquerías pelágicas suman un total de 186, el 50 por ciento del total medio de desembarques pelágicos en 1950-1994 está representado sólo por siete especies principales (anchoveta, arenque del Atlántico, sardina japonesa, sardina chilena, estornino, capelán y jurel chileno), que explican una gran parte de la variación global de los desembarques (Figura 19). Si se excluyen algunas de las especies principales sometidas a grandes fluctuaciones, se observa un aumento gradual y continuo del total de desembarques de las 180 especies pelágicas restantes.

En la Figura 20 se observa la tendencia mundial de los desembarques de especies demersales marinas. Si se excluyen las dos especies principales, el colín de Alaska y el bacalao del Atlántico, los desembarques de las 403 partidas restantes revelan una tendencia hacia el aumento hasta los primeros años setenta, seguida por una situación estable desde entonces.

El examen del coeficiente entre los desembarques de especies pelágicas (pequeñas y grandes) y demersales entre 1950 y 1994 en cada uno de los océanos y en el mar Mediterráneo (Figura 21) revela lo siguiente:

· En el océano Atlántico, las especies pelágicas representan por término medio la mitad de los desembarques de especies marinas, y esta proporción se ha mantenido estable desde 1954, a pesar de las variaciones de los desembarques de arenque en los mares de Noruega y del Norte, de la sardina en Namibia y de pequeñas especies pelágicas en el Africa occidental.

· En el océano Pacífico, las especies pelágicas representan por término medio aproximadamente el 59 por ciento del total de los desembarques, pero esta proporción ha fluctuado debido a las oscilaciones de algunos recursos pelágicos, como la anchoveta del Perú y la sardina chilena, así como de algunos recursos demersales, por ejemplo el colín de Alaska.

· En el mar Mediterráneo, las especies pelágicas son predominantes en los desembarques, y su proporción aumentó de forma constante a partir de los años sesenta antes de disminuir en los últimos años ochenta. La progresión tuvo lugar en forma sostenida, quizá debido a un cambio en el ecosistema debido a la eutrofización y agotamiento progresivo de los depredadores6. Si bien el enriquecimiento en nutrientes podría resultar beneficioso para toda la producción pesquera, ya que aumentaría la productividad, es posible que haya dificultado en algunas zonas el desarrollo de las poblaciones pesqueras demersales ya sometidas a presión por las actividades pesqueras. La fuerte disminución del coeficiente entre especies pelágicas y demersales durante los años noventa es consecuencia del hundimiento de las pesquerías y recursos pelágicos del mar Negro sometidos a presiones ambientales y a sobrepesca.

· En el océano Indico, las especies pelágicas representan menos de la mitad de todos los desembarques, lo que indica una relativa deficiencia de la producción pelágica en comparación con otros océanos7. Se ha señalado la falta de desarrollo de las pesquerías de pequeñas especies pelágicas en el océano Indico occidental, fenómeno que se ha puesto en relación con la extrema fortaleza y turbulencia del sistema de corrientes ascendentes de ese océano combinado con una advección de altura sumamente dinámica, factores muy desfavorables a la supervivencia de las pequeñas especies pelágicas.

Pesquerías demersales

La tendencia subyacente de la producción demersal mundial, a diferencia de la observada en las especies pelágicas, no ha reflejado un aumento desde los primeros años setenta. Ello enmascara el hecho de que hay diferencias regionales en el desarrollo de las pesquerías y en las poblaciones que están totalmente explotadas o sobreexplotadas. En el Cuadro 3 puede observarse la secuencia de fechas de los desembarques máximos de especies demersales en series cronológicas ajustadas para cada región de la FAO. La secuencia de puntos máximos corresponde generalmente a la que cabría deducir de un conocimiento del desarrollo de las pesquerías mundiales. Los desembarques alcanzaron un punto máximo primero en el Atlántico (entre los últimos años sesenta y primeros setenta), luego en el Pacífico (entre mitad de los años setenta y últimos ochenta) y, finalmente, en el océano Indico (en los primeros años noventa).En el caso del Mediterráneo, uno de los sistemas marinos más antiguos y más intensamente explotados, se observa que muchos de sus recursos se han declarado sobreexplotados desde hace decenios, aunque la producción continúa aumentado con lentitud, probablemente debido a la eutrofización, si se exceptúa el mar Negro, donde la contaminación, la introducción de especies y la sobrepesca han provocado un hundimiento general de los recursos y de las pesquerías8.

Figura 18 Producción pesquera marina desde 1950, con indicación de datos de la evaluación de la FAO de 1971 y datos disponibles desde entonces

Figura 19 Desembarques mundiales de las principales especies pelágicas marinas y totales

Figura 20 Desembarques mundiales de las principales especies demersales marinas y total

Figura 21 Relación entre los desembarques de peces pelágicos y demersales por océanos

En la columna final del Cuadro 3 se observa que, en dos tercios de las zonas, los desembarques actuales son menores que los desembarques máximos históricos. En el 30 por ciento de las zonas, los desembarques están todavía aumentando. Si se exceptúa el Antártico, donde los recursos han sido explorados, desarrollados y sobreexplotados y las capturas se han limitado ahora como consecuencia de medidas de ordenación, los principales descensos son los observados en el Atlántico sudoriental y noroccidental, donde los desembarques han disminuido más de un 60 por ciento en los dos últimos decenios. Las reducciones en otras zonas han sido mucho menos pronunciadas o no ha habido tal disminución; las áreas del Pacífico presentan descensos de menos del 20 por ciento y los desembarques del océano Indico y el Mediterráneo están todavía en aumento. Aunque los cambios ambientales han contribuido sin duda de forma decisiva a provocar algunos descensos (por ejemplo, en el Atlántico noroccidental) la sobrepesca ha sido un factor importante en la mayor parte de los casos.

CUADRO 3

Comparación entre los desembarques máximos y desembarques recientes (1991) de especies ícticas demersales (promedio móvil quinquenal)

Area de pesca

Desembarques recientes
(miles de t)

Desembarques máximos
(miles de t)

Año de desembarques máximos

Desembarques recientes/máximos

Atlántico noroccidental

1 007

2 588

1967

0,39

Antártico

28

189

1971

0,15

Atlántico sudoriental

312

962

1972

0,32

Atlántico centro-occidental

162

181

1974

0,89

Atlántico centro-oriental

320

481

1974

0,67

Pacífico centro-oriental

76

93

1975

0,81

Atlántico nororiental

4 575

5 745

1976

0,80

Pacífico noroccidental

5 661

6 940

1987

0,82

Pacífico nororiental

2 337

2 556

1988

0,91

Atlántico sudoccidental

967

1 000

1989

0,97

Pacífico sudoccidental

498

498

1990

1,00

Pacífico sudoriental

459

508

1990

0,90

Mediterráneo

284

284

1991

1,00

Océano Indico occidental

822

822

1991

1,00

Océano Indico oriental

379

379

1991

1,00

Pacífico centro-occidental

833

833

1991

1,00

Total

18 720

24 059


0,78

La diferencia entre el volumen máximo de desembarques y el actual debe interpretarse con cautela. Los máximos de la producción ajustada son un reflejo del rendimiento medio a largo plazo que el conjunto de especies de una determinada área puede llegar a producir de forma sostenible en el futuro, con una ordenación adecuada. No obstante, en el caso de las poblaciones demersales sensibles a la fluctuación decenal de las condiciones climáticas (cambios de régimen), las capturas máximas resultantes de situaciones ambientales favorables transitorias pueden tener poca relación con el rendimiento medio a largo plazo. No obstante, el procedimiento de ajuste aplicado a los datos brutos debería haber reducido el posible impacto de los citados problemas. En consecuencia, la diferencia entre la suma de los desembarques máximos y los actuales (línea final del Cuadro 3), que asciende a aproximadamente 5 millones de toneladas, puede representar una estimación del posible beneficio conseguido con una mejor ordenación de las especies demersales, suponiendo que la disminución de las especies es reversible. Las tendencias históricas son también resultado de cambios ambientales y de interacciones biológicas, y los descensos pueden deberse en algunos casos a situaciones potencialmente irreversibles creadas por las actividades de pesca y los cambios climáticos en el ecosistema explotado.

Recursos marinos sobreexplotados

La FAO prepara exámenes periódicos sobre la situación de los recursos pesqueros mundiales. En el correspondiente a las pesquerías marinas9 se clasifican las principales especies capturadas en cada una de las grandes áreas de pesca de acuerdo con su nivel de explotación (situación desconocida, insuficientemente explotada, moderadamente explotada, totalmente explotada, sobreexplotada, agotada o en recuperación), en los casos en que ha sido objeto de una evaluación oficial. Aquí se tienen en cuenta todos los recursos marinos clasificados en esa publicación como sobreexplotados o agotados en 1992. Los desembarques agregados por área de pesca de todos esos recursos (exceptuado el atún) son los que pueden verse en la Figura 22: el total de estas poblaciones acusó un descenso de la producción desde más de 14 millones de toneladas en 1985 a aproximadamente 10 millones de toneladas en 1992 y 8 millones de toneladas en 1994. La zona del Pacífico sudoriental (que en la figura ocupa la parte superior) contiene sólo una especie, la sardina chilena, que no se explotó prácticamente hasta 1973. La exclusión de este elemento revela que el descenso comenzó en realidad hace 20 años, y que la mayor parte del mismo se puede atribuir a las zonas del Atlántico nororiental, noroccidental y sudoriental. Esta tendencia prolongada al descenso se manifiesta también en el caso de los desembarques de algunos túnidos, que se clasifican como sobreexplotados, en particular el atún blanco del Atlántico, que ha acusado una tendencia descendente desde mitad de los años sesenta, y el atún del sur, que ha registrado un descenso más reciente pero más pronunciado, debido a la limitación de las capturas impuesta por las medidas de ordenación en respuesta al descenso de las poblaciones.

Muchos de los recursos clasificados como sobre explotados en 1992 han mostrado rendimientos decrecientes en los 20 últimos años. En total, estos recursos producen ahora 6 millones de toneladas menos que en 1985 y un volumen prácticamente semejante al de mitad de los años sesenta, en que el esfuerzo de pesca era sin duda mucho menor que el actual. No obstante, el descenso conjunto de 6 millones de toneladas que se observa en la figura enmascara los sucesivos descensos de los distintos recursos y la compensación debida al aumento de la explotación. La suma de las diferencias entre los desembarques máximos históricos observados en las series cronológicas (ajustadas) del componente de cada zona y los desembarques recientes asciende a unos 9 millones de toneladas. Si en estas zonas se pudieran recuperar los niveles máximos históricos, cabría prever un aumento de 9 millones de toneladas en los desembarques.

Recursos altamente migratorios y transzonales

Los recursos altamente migratorios y transzonales han sido objeto de intensa atención internacional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces cuyos territorios se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas y las poblaciones de peces altamente migratorios (Nueva York, 1993-95), en que se aprobó un instrumento internacional jurídicamente obligatorio sobre una mejor ordenación de esos recursos. Los desembarques de especies altamente migratorias enumerados en el Anexo 1 de la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982 pueden verse en la Figura 23, y revelan un aumento de los desembarques, que pasaron desde unas 700 000 toneladas en 1950 a unos 4,5 millones de toneladas en 1994. Los aumentos han sido especialmente rápidos a partir de 1970. En los últimos años, más de la mitad del total de los desembarques de especies altamente migratorias ha correspondido a solo dos especies, el listado y el rabil. El listado se clasifica como especie insuficiente o moderadamente explotada en el Atlántico, el Indico y el Pacífico, y por ello es probable que las capturas aumenten de nuevo en el futuro próximo. Por el contrario, el rabil está totalmente explotado en las actuales áreas de pesca de los océanos Atlántico e Indico y en el Pacífico oriental, y moderadamente explotado en el Pacífico central y occidental por lo que, si no se descubren nuevas áreas o subpoblaciones, no es probable que se pueda mantener a la larga un aumento notable de las capturas.

Figura 22 Desembarques por área de pesca de todos los recursos clasificados como sobreexplotados o agotados en 1992

Figura 23 Desembarques de peces altamente migratorios, por especies

La FAO realizó la primera enumeración de los recursos ícticos que desbordan la separación entre zonas económicas exclusivas y alta mar10. Teniendo en cuenta la falta de resolución geográfica de los datos sobre desembarque y la escasa información sobre la identidad de las poblaciones, fue necesario especificar estas poblaciones transzonales por especies y grandes áreas de pesca de la FAO. En la Figura 24 pueden verse los desembarques de estos recursos transzonales desglosados por grandes áreas de pesca desde 195011. Los desembarques de poblaciones transzonales subieron desde menos de 2 millones de toneladas en 1950 a casi 14 millones de toneladas en 1989 y posteriormente descendieron a 12 millones de toneladas. La composición de los desembarques por área ha cambiado notablemente durante todo el período. El Atlántico noroccidental aportó la mayor parte de los desembarques de las poblaciones transzonales hasta mitad de los años sesenta, pero la importancia de esta región disminuyó al descender las poblaciones de bacalao del Atlántico, mientras que creció la aportación del Pacífico noroccidental y nororiental, debido a los desembarques de colín de Alaska. El descenso de los desembarques totales desde 1989 se debe a la menor contribución de esta última especie.

Situación de los recursos marinos mundiales

En esta sección se evalúa la situación de los recursos mundiales, desglosada por océanos y principales tipos de recurso, partiendo de los modelos por muestreo. En la siguiente sección, se describen brevemente estos modelos. Finalmente, se exponen los resultados.

Modelo de desarrollo pesquero generalizado

El proceso de desarrollo de una pesquería descrita en función de los cambios en los desembarques a lo largo del tiempo, caracterizados con frecuencia por altibajos, ha sido descrito por numerosos autores12. Este proceso se presenta esquemáticamente en la Figura 25 y distingue cuatro fases en una pesquería no desarrollada I), en desarrollo (II), madura (III) y senescente (IV).

Cuando se dispone de una serie cronológica lo bastante larga y se han producido cambios notables en los desembarques, pueden buscarse las correspondencias entre los segmentos de la serie cronológica y las fases del modelo de desarrollo para disponer de una orientación sobre la fase histórica y presente de desarrollo de la pesquería. El total de los desembarques de varias poblaciones que son objeto de un conjunto de actividades pesqueras puede continuar aumentando a pesar de situaciones locales de sobrepesca, siempre que el proceso de aumento mediante la expansión a nuevas zonas y recursos compense con creces el proceso de disminución debido a la sobrepesca. Por consiguiente el nivel más alto de desembarques observado en una pesquería madura representa una especie de rendimiento medio compuesto a largo plazo de numerosas especies, que no es igual a la suma de los rendimientos máximos sostenibles teóricos de los distintos recursos, independientemente de que éstos representen diferentes especies en una zona dada o incluso diferentes zonas con numerosas especies en una determinada región u océano. No se debe tratar de deducir el rendimiento máximo sostenible de ningún recurso acuático, y es imposible deducir los rendimientos máximos sostenibles de todos los componentes de un conjunto de especies en una zona dada. Cuando una “metapesquería” abarca muchas áreas, es posible mejorar el rendimiento medio a largo plazo mediante mejoras introducidas en las pesquerías de cada zona.

Figura 24 Desembarques de poblaciones transzonales por principales áreas de pesca

En la Figura 25 se observa el cambio teórico del rendimiento y la tasa relativa de aumento de éste durante el proceso de desarrollo. La tasa relativa de aumento, que varía significativamente en la medida en que la pesquería se aproxima al rendimiento máximo a largo plazo, o bien lo alcanza e incluso lo supera, presenta un interés especial y se ha utilizado para poder disponer de una evaluación aproximada de la situación de los recursos marinos, tanto en cifras globales como por océanos. Esta tasa es de cero en la fase anterior al desarrollo (fase I), y aumenta rápidamente (fases I-II) en la medida en que comienza a desarrollarse la pesquería. Luego disminuye durante la fase de crecimiento constante de la pesquería (fase II) y desciende a cero de nuevo cuando la pesquería alcanza su producción máxima (fase III). Después de la fase III, la capacidad de pesca puede desarrollarse también, lo que agrava todavía más al agotamiento, y la tasa relativa de aumento puede resultar negativa en la medida en que avanza la sobrepesca. En realidad, esta presentación queda enmascarada por fluctuaciones naturales así como por problemas relacionados con los datos. No obstante, la tendencia del descenso de la tasa relativa de aumento durante las fases II y III se utiliza aquí para estimar cuándo se ha alcanzado el potencial total y cuál es el rendimiento potencial correspondiente.

Situación de los principales grupos de recursos

Las combinaciones entre las distintas áreas y las 200 especies principales que se utilizan en el análisis, denominadas en adelante recursos, se han seleccionado en función de los desembarques medios durante todo el período de tiempo considerado. Estos 200 recursos principales representan el 77 por ciento de la producción pesquera marina mundial; se han agrupado por análisis de conglomerados, de acuerdo con la forma de las tendencias de los desembarques, independientemente de la escala de los mismos. En el Cuadro 4 se resumen las características y los perfiles de las tendencias de los desembarques (desembarques medios estandarizados con curvas ajustadas) de cuatro ejemplos de los grupos de recursos identificados a través del análisis por conglomerados (estos son sólo cuatro de los doce grupos utilizados en el análisis). Los perfiles identificados pueden considerarse como parte del modelo global de desarrollo de las pesquerías descrito anteriormente y reflejan algunas de las distintas fases I a IV.

En la Figura 26 puede verse el total de los desembarques agregados (no estandarizados) por agrupación de recursos, junto con los de otro 23 por ciento de desembarques pesqueros marinos no incluidos en los 200 más importantes y, por ello, excluidos del análisis (designados como «otros»). El total de la producción marina, aparentemente en continuo crecimiento, es resultado del desarrollo y declive secuencial de las pesquerías en lo que respecta a varios grupos de recursos:

· En los años cincuenta y sesenta: grupo 1n, integrado por el bacalao del Atlántico (Atlántico nororiental) y el jurel del Pacífico (Pacífico centro-oriental);

· En los años sesenta: grupo 4p, integrado por la anchoveta (Pacífico sudoriental), merluza del Cabo (Atlántico sudoriental), eglefino (Atlántico nororiental), arenque del Atlántico, merluza norteamericana, caballa del Atlántico y platija canadiense (Atlántico noroccidental), merlán y solla europea (Atlántico nororiental) y jurel de Cunene (Atlántico sudoriental);

· En los años setenta: grupo 2p, integrado por el capelán, caballa del Atlántico, carbonero, faneca noruega (Atlántico nororiental), estornino (Pacífico noroccidental), anchoa del Africa austral (Atlántico sudoriental), jureles y caballas y sardinelas (Atlántico centro-oriental) y sardinela aceitera (océano Indico occidental);

· En los años ochenta: grupo 6p, integrado por la sardina japonesa, pez lima (Pacífico noroccidental), sardina chilena (Pacífico sudoriental), bacaladilla y gallinetas del Atlántico (Atlántico nororiental), sardina Monterrey (Pacífico centrooccidental), carbonero (Atlántico noroccidental), jurel y espadín (Mediterráneo);

· En los años noventa: grupo 1p, integrado por el jurel chileno (Pacífico sudoriental), listado, caballas del Indo-Pacífico, rabil, (Pacífico centro-occidental), bacalao del Pacífico, macarelas (Pacífico noroccidental), bacalao del Pacífico (Pacífico nororiental), corviñones, corvinas (océano Indico occidental), sardinela atlántica (Atlántico centrooriental) y listado (océano Indico occidental).

En cada grupo de recursos se ha trazado una curva ajustada a la serie de desembarques estandarizados medios. Cada curva se ha dividido luego en segmentos correspondientes a diferentes fases del modelo generalizado (Figura 25) y al número de recursos en cada una de las fases de desarrollo de la pesquería calculadas para cada año. En la Figura 27 puede observase la pauta global de cambio en la composición de las fases, y el proceso de intensificación de las pesquerías desde 1945 y sus consecuencias en lo que respecta a la reserva de recursos. Se pone de manifiesto la proporción de recursos mundiales que están sometidos a un proceso de descenso de la productividad (fase senescente), así como su aumento en el tiempo. El constante aumento del volumen total de la producción pesquera da una idea engañosa de la situación de los recursos pesqueros mundiales (observación formulada por la FAO)13. Debería formularse una observación semejante sobre los cambios del total de los desembarques agregados a nivel nacional, que se utiliza para justificar un desarrollo todavía mayor.

Figura 25 Modelo de desarrollo pesquero generalizado

CUADRO 4

Perfiles de las tendencias de los desembarques de cuatro grupos aglomerados de recursos y fases correspondientes de desarrollo de una pesquería

Fases

Desembarques estandarizados medios y curva ajustada

Principales especies de la agrupación de recursos*

Sin desarrollo (I)
En desarrollo (II)


Jurel chileno
Listado
Caballa de la India
Rabil
Bacalao del Pacífico
Macarelas
Bacalao del Pacífico
Corvinas y corviñones
Sardinela atlántica
Listado

Pacífico sudoriental
Pacífico centro-occidental
Pacífico centro-occidental
Pacífico centro-occidental
Pacífico noroccidental
Pacífico noroccidental
Pacífico nororiental
Océano Indico occidental
Atlántico centro-oriental
Océano Indico occidental

En desarrollo (II)
Madura (III)


Colín de Alaska
Colín de Alaska
Lacha escamuda
Lazones
Sardina europea
Jurel del Cabo
Merluza argentina
Sardina europea
Estornino
Rabil

Pacífico noroccidental
Pacífico nororiental
Atlántico centro-occidental
Atlántico nororiental
Atlántico centro-oriental
Atlántico sudoriental
Atlántico sudoccidental
Mediterráneo
Pacífico sudoriental
Pacífico centro-oriental

En desarrollo (II)
Madura (III)
Senescente (IV)


Bacalao atlántico
Arenque del Pacífico
Verrugato de Manchuria
Mielga del Atlántico
Lagarto
Atún blanco
Jurel y caballa
Perro del norte
Atún del sur

Atlántico noroccidental
Pacífico noroccidental
Pacífico noroccidental
Atlántico nororiental
Pacífico noroccidental
Atlántico nororiental
Mediterráneo
Atlántico nororiental
Océano Indico oriental

En desarrollo (II)
Madura (III)
Senescente (IV)
En desarrollo (II)


Sardina de Africa austral
Gallinetas del Atlántico
Verrugato de Manchuria
Gallineta del Pacífico
Atún blanco
Bonito del Pacífico oriental
Anchoa europea
Melva y melvera
Locha roja

Atlántico sudoriental
Atlántico noroccidental
Pacífico noroccidental
Pacífico nororiental
Pacífico noroccidental
Pacífico sudoriental
Atlántico nororiental
Pacífico noroccidental
Atlántico noroccidental

* Sólo se enumeran algunos de los principales recursos de cada grupo.

Figura 26 Composición de los desembarques totales de peces marinos por grupos de recursos

Los resultados observados en 1994 (últimos datos disponibles en la Figura 27) indican que aproximadamente el 35 por ciento de los 200 principales recursos pesqueros son senescentes (es decir, muestran rendimientos decrecientes), aproximadamente un 25 por ciento son maduros (es decir, se han mantenido en un nivel elevado de explotación), el 40 por ciento están todavía en desarrollo y un 0 por ciento se encuentra en un nivel bajo de explotación. Ello indica que aproximadamente el 60 por ciento de los principales recursos pesqueros mundiales se encuentran en una fase madura o senescente y, dado que son pocos los países que han establecido un control eficaz de la capacidad de pesca, estos recursos necesitan medidas de ordenación para frenar el aumento de la capacidad de pesca o rehabilitar los recursos dañados. En el citado documento de la FAO se llega a una conclusión similar: el 44 por ciento de las poblaciones sobre las que se disponía de evaluaciones oficiales se encontraban entre intensa y totalmente explotadas, el 16 por ciento estaban sobreexplotadas, el 6 por ciento agotadas y el 3 por ciento en fase de lenta recuperación, lo que significaba que el 69 por ciento de las poblaciones conocidas necesitaban intervenciones urgentes de ordenación14. En ese mismo estudio, en el que se utilizaba un modelo de producción mundial con estimaciones de la capacidad mundial, se llegaba a la conclusión de que las especies demersales de alto valor estaban sobreexplotadas y se requería una reducción de al menos el 30 por ciento del esfuerzo de pesca para reconstruir los recursos.

Situación de los recursos, por océanos

En un estudio sobre la situación de las pesquerías mundiales, la FAO señalaba que la tasa relativa anual de aumento de los desembarques mundiales registrados había disminuido de forma significativa desde 1950 y se estaba aproximando a cero, lo que significaba que se estaba llegando a un punto próximo a la producción máxima de los recursos marinos convencionales mundiales en los regímenes de explotación vigentes y que las capturas medias de los últimos años eran muy cercanas al nivel máximo15. Ese mismo análisis se repite a continuación a escala mundial y por océanos.

En función del análisis del total de los desembarques marinos (Figura 28), la producción máxima prevista de las pesquerías marinas mundiales con el actual régimen global de pesca (caracterizado generalmente por las tallas pequeñas en la primera captura y un volumen significativo de descartes) corresponde a 82 millones de toneladas, valor próximo a los desembarques medios de 1990-94, de 83 millones de toneladas. Esta estimación global aproximativa del potencial mundial de los recursos convencionales con el régimen actual de explotación, de la que se desprende que el mundo habría alcanzado en estas fechas prácticamente la totalidad de su potencial, es un resultado agregado compuesto que oculta la sobrepesca en una multitud de poblaciones de zonas muy diversas, puesta de manifiesto durante medio siglo. Con el fin de reducir este efecto y así poner de manifiesto las diferencias existentes en la tasa y cronología del desarrollo, así como su potencial, se ha emprendido un análisis por separado de cada océano.

Figura 27 Porcentaje de los principales recursos de peces marinos en las distintas fases de desarrollo

Las series cronológicas de desembarques en los océanos Atlántico, Pacífico e Indico, así como en el mar Mediterráneo (incluido el mar Negro), se han elaborado de la misma manera que los desembarques totales marinos mundiales, y en la Figura 28 pueden observarse las correspondientes líneas en las que se indican los descensos de la tasa relativa de aumento. Aquí se citan únicamente las conclusiones principales; pueden consultarse otros documentos para obtener una información más detallada16.

Las estimaciones del potencial de la producción marina mundial obtenidas a partir de ambos análisis se basaron en los desembarques totales marinos mundiales de un potencial de 82 millones de toneladas. Además se sumaron las estimaciones efectuadas para cada océano (de un potencial de 100 millones de toneladas).

La estimación agregada de 82 millones de toneladas se refiere al presente régimen de pesca. La diferencia entre el potencial agregado y la suma de los potenciales de los distintos océanos, que asciende a 18 millones de toneladas, procede fundamentalmente del desarrollo de las pesquerías en el océano Indico.

Para analizar la distribución del potencial pesquero dentro de los océanos, se efectuó el mismo análisis en un nivel inferior de agregación, considerando el total de desembarques en cada una de las 16 grandes áreas de pesca de la FAO. Las correspondencias estadísticas, que suelen ser mucho menores que en los totales de los océanos, indican un potencial global de 125 millones de toneladas, suponiendo que cada una de las áreas se pueda mejorar por separado. Si se comparan, área por área, los desembarques medios de los cinco últimos años y la producción potencial estimada de acuerdo con este último análisis, y teniendo en cuenta el grado subjetivo de fiabilidad de cada estimación, en comparación con la situación actual (es decir, un volumen de desembarques de aproximadamente 83 millones de toneladas) se podrían dar los siguientes resultados:

· sería posible conseguir un aumento de 10 millones de toneladas (es decir, un potencial total de 93 millones de toneladas), de las cuales 4 millones de toneladas corresponderían a la ordenación de poblaciones sobrepescadas en el océano Atlántico y otro tanto en el Pacífico, y 2 millones de toneladas de la ordenación de las pesquerías en el océano Indico;

· es menos cierto un aumento adicional de 17 millones de toneladas (es decir, un potencial total de 110 millones de toneladas), correspondientes a 2 y 1 millón de toneladas mediante la ordenación de las especies sobreexplotadas en los océanos Atlántico y Pacífico, respectivamente, y 14 millones de toneladas gracias al desarrollo del océano Pacífico;

· es muy incierto un aumento adicional de 15 millones de toneladas (es decir, un potencial total de 125 millones de toneladas), debido al desarrollo de las pesquerías en el océano Indico.

Figura 28 Tendencias en la tasa relativa de aumento de las capturas, por océanos

Estos aumentos potenciales hipotéticos, en particular los de 110 y 125 millones de toneladas, deben considerarse con cautela, ya que algunas evaluaciones regionales (océano Indico, Mediterráneo y Pacífico sudoriental) no son fiables y se necesitan nuevos análisis para confirmar o rechazar los resultados preliminares.

Comparación entre los potenciales de los océanos

Con el fin de investigar los potenciales estimados por océano se comparó la producción potencial estimada por unidad de plataforma en los océanos Atlántico, Pacífico e Indico y en el mar Mediterráneo y el mar Negro. Para estimar la superficie de plataforma (entre 0 y 200 metros de profundidad) y la superficie total se utilizó el sistema de información geográfica. En la Figura 29 aparecen las relaciones entre el potencial de los océanos y la superficie de la plataforma en los dos conjuntos de datos. Los resultados son coherentes, aunque sólo hay cuatro puntos que representan los datos en cada relación (el total mundial de los distintos gráficos no es independiente).

Conclusiones

Potencial de las pesquerías

El examen de la situación actual de las pesquerías mundiales coincide con el último examen de la FAO sobre la situación de las pesquerías marinas en el mundo pero, difiere algo en lo que respecta al potencial de las mismas.

En este análisis se ha descrito la dinámica de las pesquerías en relación con los 200 principales recursos pesqueros marinos del mundo y se ha demostrado el rápido aumento de la presión pesquera. De los resultados se desprende que en 1994 aproximadamente el 35 por ciento de estos recursos se encontraban en fase senescente (con desembarques decrecientes), un 25 por ciento más estaba en la fase madura con un alto nivel de explotación, y un 40 por ciento estaba todavía en desarrollo, mientras que ninguno de ellos se encontraba todavía sin desarrollar17. Ha habido un aumento gradual del número estimado de poblaciones que requieren medidas de ordenación, que en 1950 eran prácticamente cero y en 1994 superaban el 60 por ciento. Se necesitan medidas eficaces para controlar y reducir la capacidad y el esfuerzo de pesca.

En 1994 la FAO18 llegó a una conclusión semejante tomando como base la información tradicional sobre evaluación de poblaciones. Partiendo de un modelo de producción mundial, con estimaciones de la capacidad como medida de la presión de pesca, se estableció que las especies demersales de elevado valor estaban sobreexplotadas y que para la recuperación de esos recursos se necesitaba una reducción de al menos el 30 por ciento del esfuerzo de pesca.

El océano Indico es el que tiene las pesquerías menos desarrolladas, no obstante, los recursos costeros de este océano están sometidos a fuerte presión y necesitan una ordenación eficaz, aun cuando pueda haber posibilidades de expansión más lejos de la costa. Aunque la posibilidad de ampliar las pesquerías de altura del océano Indico ha sido examinada por los países costeros de esa zona, en particular la India, Indonesia, Malasia y Tailandia, todavía no se dispone de una prueba convincente de la existencia de tales recursos. crustáceos

Los posibles beneficios que podrían obtenerse mediante la ordenación o desarrollo dependen del nivel de agregación del análisis. Cuanto más agregados son los datos utilizados en los análisis, menor es el potencial estimado de aumento. Es un resultado previsible, ya que sólo una desagregación de las series cronológicas por región y población puede revelar las diversas situaciones de explotación insuficiente o excesiva que se dan simultáneamente en todas las zonas. Este análisis de los recursos regionales representa sólo un pequeño avance en cuanto a la desagregación a nivel de poblaciones.

En el Cuadro 5 se resumen los factores que pueden tener repercusiones en la evaluación de los recursos o en las perspectivas de las pesquerías. Parece razonable rechazar la evaluación del potencial de las pesquerías marinas mundiales basado en la serie cronológica del total de desembarques mundiales, de la que se desprende una estimación de 82 millones de toneladas. La razón es que algunos análisis más detallados han demostrado lo contrario.

El análisis de los recursos marinos sobreexplotados ha revelado pérdidas históricas (de unos 9 millones de toneladas) debido a la sobrepesca, que podrían recuperarse con medidas de ordenación. Ello confirma el análisis de los recursos ícticos demersales (pérdidas de 5 millones de toneladas) y de las poblaciones transzonales (pérdidas de 2 millones de toneladas), aunque hay una superposición en la composición de esas clasificaciones. La cifra global de 9 millones de toneladas como consecuencia de las mejoras introducidas en la ordenación de los recursos sobreexplotados puede considerarse como una cifra mínima, suponiendo que la degradación de los recursos es irreversible.

De la evaluación de los grupos de recursos se deduce que las pesquerías correspondientes al 40 por ciento de los grandes recursos pesqueros marinos están todavía en desarrollo. Los análisis de la tasa relativa de aumento de los desembarques demuestran que en el 56 por ciento de esas zonas se ha superado ya el punto en que la tasa de aumento es igual a cero, mientras que en el 37 por ciento continúa todavía el crecimiento. En algunos lugares y en el caso de ciertos recursos es todavía posible un aumento de los desembarques, aun cuando se desconoce la magnitud de ese aumento.

La producción de la maricultura se incluye en los datos utilizados en las evaluaciones mundiales y regionales. Su influencia en las proyecciones sobre las especies de peces marinos es insignificante (no se incluyen en el análisis los peces diadromos, como el salmón), pero es importante en el caso de los y los moluscos. Las grandes diferencias entre regiones en lo que respecta a la importancia de la acuicultura (enmascaradas en el análisis mundial) puede explicar algunas de las diferencias entre las diferencias mundiales y regionales.

Es realista prever un aumento de 10 millones de toneladas (es decir, un potencial marino de 93 millones de toneladas) tomando como base las estimaciones más fiables del potencial desglosado por grandes áreas de pesca. Esta conclusión es compatible con un posible aumento de 9 millones de toneladas en los desembarques con respecto del nivel actual mediante la ordenación de las pesquerías (basada en la reducción de los desembarques de los recursos sobreexplotados, especies ícticas demersales y poblaciones transzonales) más un volumen desconocido como consecuencia de un desarrollo ulterior (también en el océano Indico) en las pesquerías que están todavía en desarrollo. Dado que muchas de las pesquerías en desarrollo y en declive están basadas en poblaciones que están aumentando o disminuyendo como consecuencia de los cambios ambientales o del ecosistema, más que de la pesca, es prudente rechazar las estimaciones más elevadas del potencial de la pesca marina.

Repercusiones para la ordenación y el desarrollo

Sería posible recuperar los recursos que se encuentran actualmente por debajo de sus niveles máximos históricos de producción, reduciendo el esfuerzo de pesca y, en la mayor parte de los casos, mejorando al mismo tiempo el rendimiento por recluta. Ello se puede conseguir aumentando significativamente la edad en la primera captura, prohibiendo la explotación de ejemplares jóvenes, aumentando la luz de las mallas y cerrando temporal o permanentemente las áreas de concentración de peces jóvenes. Las experiencias de Chipre y Filipinas19 han demostrado que en los trópicos es posible conseguir en 18 meses aumentos de la producción sostenible del orden del 100 por ciento. Experiencias más recientes relacionadas con la protección de ejemplares jóvenes en Marruecos (cefalópodos, mediante el cierre de zonas-áreas) y Noruega (con medidas esporádicas de cierre de algunas zonas) han producido también mejoras en las tasas de captura, lo que indica que en las zonas más templadas se pueden obtener también beneficios a corto plazo. Una ordenación eficaz puede llevar sin duda a aumentos del rendimiento a largo plazo. Así se ha comprobado en el caso de la población de bacalao del Artico nororiental, en los mares de Noruega y Barents que, a diferencia de la mayor parte de las otras poblaciones de bacalao del Atlántico, ha registrado una recuperación en la biomasa de las poblaciones de desove, que se encontraban anteriormente agotadas y ahora han alcanzado niveles no observados desde los años cincuenta gracias a una importante reducción durante los últimos años ochenta, de la mortalidad asociada a las actividades de pesca20.

Figura 29 Relación entre el potencial de pesca oceánico y en las plataformas, para dos estimaciones

Las posibles mejoras como consecuencia de la reducción de las capturas incidentales no deseadas representan un importante problema, y al mismo tiempo, una gran oportunidad. Cada año se descartan 27 millones de toneladas de pescado21, que en algunos casos son especies de bajo valor comercial pero en otros se trata en gran parte de ejemplares jóvenes. Estos 27 millones de toneladas forman parte de las capturas pero no de los desembarques, y no se incluyen en los datos utilizados en este estudio. No obstante, deben tenerse en cuenta en las actividades de ordenación. Si se suman a los desembarques actuales, el resultado es un volumen de capturas marinas mundiales de más de 110 millones de toneladas. Los beneficios resultantes de una reducción de las capturas incidentales no deseadas, en particular una mayor supervivencia de ejemplares jóvenes, pueden ser muy significativos.

La producción podría aumentar también como consecuencia de una nueva expansión de las pesquerías en el caso de los recursos que están aumentando su contribución a los desembarques mundiales (aproximadamente el 40 por ciento de los grandes recursos pesqueros se clasifican en desarrollo en el presente estudio, mientras que en 1994 la FAO22 estimaba esa proporción en el 32 por ciento). Los desembarques están aumentando a ritmo constante pero no es posible disponer de una estimación fiable de ese potencial.

Cabe determinar si a escala mundial mejorarán los rendimientos asociados tanto a los depredadores demersales como a las presas pelágicas. El grupo pelágico contiene un número significativo de depredadores, entre los cuales figuran los grandes túnidos y las especies semejantes a los túnidos. El grupo demersal contiene varias pequeñas especies que son presa de los depredadores, y los huevos y larvas de los peces demersales, durante sus primeras fases pelágicas, son presa de las pequeñas especies pelágicas. Las consecuencias de estas interacciones no son fáciles de prever, por lo que es imposible determinar hasta qué punto el saldo actual en lo que respecta a la abundancia (y potencial) de las especies pelágicas y demersales es consecuencia de la relativa sobrepesca de demersales y el consiguiente descenso de la presión sobre las especies pelágicas. Tampoco es posible determinar en qué medida la rehabilitación de las especies demersales sobreexplotadas influirá en la supervivencia y potencial de las especies pelágicas. Hasta ahora no se ha abordado el problema de la rehabilitación de los recursos a escala regional, que continúa siendo, junto con el de las variaciones a medio plazo de las pequeñas especies pelágicas, una de las cuestiones principales de la ordenación de las pesquerías en el siglo XXI.

Si bien la significación estadística de los análisis más detallados presentados en este texto es insuficiente, es posible conseguir un aumento de la producción pesquera de al menos 10 millones de toneladas, además de nuevos aumentos de los desembarques de magnitud desconocida, gracias al desarrollo de las pesquerías, así como de la maricultura. En 1995 la FAO23 indicaba que podrían obtenerse 20 millones más de toneladas de desembarques. Es posible conseguir este aumento si se rehabilitan los recursos degradados, se explotan más los recursos insuficientemente aprovechados, siempre que se evite la sobrepesca de éstos y de los recursos que han alcanzado ya el nivel más alto de explotación sostenible, y se reducen los descartes y los desperdicios.

CUADRO 5

Resumen de los análisis, conclusiones y diagnósticos

Tipo de análisis

Conclusiones

Diagnósticos

TENDENCIAS DE LOS PECES DEMERSALES

Descenso general

Producción estable desde los años setenta

Sobrepesca oculta

Suma de los desembarques
máximos menos los presentes

Aumentos en el 31 por ciento de las áreas de la FAO

En gran parte debidos a la sobrepesca


Descensos en el 67 por ciento de las áreas de la FAO

Posible aumento desconocido


Menos 5 millones de toneladas

Se ignora si el aumento se podrá conseguir con medidas de ordenación

TENDENCIAS DE LOS RECURSOS MARINOS SOBRE EXPLOTADOS

Descenso general

Menos 6 millones de toneladas desde 1985

Sobrepesca

Suma de los desembarques
máximos menos los actuales

Menos 9 millones de toneladas en conjunto

Sobrepesca

TENDENCIAS DE LOS RECURSOS ALTAMENTE MIGRATORIOS Y TRANSZONALES

Altamente migratorios

Todavía en aumento

Sobrepesca en algunos casos

Transzonales

Menos 2 millones de toneladas desde 1989

En especial sobrepesca del colín de Alaska

TENDENCIAS DE LOS 200 RECURSOS ICTICOS PRINCIPALES

que representan el 77 por ciento de los desembarques mundiales de especies marinas

35 por ciento de los recursos, sobreexplotados
25 por ciento de los recursos, totalmente explotados
40 por ciento de los recursos todavía en desarrollo

El 60 por ciento necesita medidas urgentes de ordenación

TENDENCIAS, POR OCEANOS

POSIBLE PRODUCCION ADICIONAL

Atlántico

Totalmente explotado en 1980
(21,1 millones de toneladas)

Ningún aumento ulterior

Pacífico

Totalmente explotado en 1990
(54,1 millones de toneladas)

Aumento insignificante (+1,1 millones de toneladas) mediante actividades de desarrollo

Indico

En desarrollo (5,4 por ciento al año, (aproximadamente 23,1 millones de toneladas)

Aumento considerable (+16,1 millones de toneladas) mediante actividades de desarrollo, por verificar

Mar Mediterráneo y mar Negro

En desarrollo (2,6 por ciento al año, 2,1 millones de toneladas)

Aumento mediante la eutrofización (probabilidad desconocida)

Tres estimaciones del potencial marino mundial:




Océanos de todo el mundo

Totalmente explotados en 1996
(82,1 millones de toneladas)

Nuevo aumento, improbable


Suma de los océanos

En desarrollo
(100,1 millones de toneladas)

Aumento considerable (+17,1 millones de toneladas), condicionado a la fiabilidad de la estimación sobre el océano Indico principalmente, mediante desarrollo


Suma de las áreas

En desarrollo
(125,1 millones de toneladas)

Aumento muy considerable (+42,1 millones de toneladas), principalmente con medidas de ordenación y desarrollo; muy inseguro


Notas

1 El presente estudio está tomado de FAO. 1996. Chronicles of marine fishery landings (1950-1994): trend analysis and fisheries potential. FAO Fisheries Technical Paper No. 359, por R.J.R. Grainger y S.M. García. Roma.

2 FAO. 1945. Five technical reports on food and agriculture: fisheries. Informe del Comité Técnico de Pesca, presentado a la Comisión Interina de las Naciones Unidas sobre Alimentación y Agricultura, Washington, D.C.

3 Gulland, J.A., ed. 1971. The fish resources of the ocean. Fishing News (Books) Ltd. 255 págs. CIEM 1995. Informes del Comité Asesor sobre Ordenación Pesquera del CIEM, 1994. ICES Coop. Res. Rep. No. 210.

4 Moiseev, P.A. 1971. The living resources of the world ocean. Israel Program for Scientific Translations, Jerusalén. 334 págs.

5 FAO. 1995. Producción pesquera mundial 1950-1993. Suplemento del Vol. 76 del Anuario estadístico de pesca 1993. Capturas y desembarques. Roma. 44 págs.

6 Caddy, J.F., Refk, R. y Do-Chi, T. 1995. Productivity estimates for the Mediterranean: evidence of accelerating ecological change. Ocean and Coastal Management, 26(1): 1-18.

7 Bakun, A., Roy, C. y Lluch-Cota, S. Coastal upwelling and other ecosystem processes controlling ecosystem productivity and fish production in the western Indian Ocean. En: K. Sherman y N. Cyr, eds. Status and future of the large marine ecosystems of the Indian Ocean. Oxford, Reino Unido, Blackwell Scientific.

8 Caddy, Refk y Do-Chi, op. cit., nota 6.

9 FAO. 1995. Review of the state of the world fishery resources: marine fisheries. FAO Fisheries Circular No. 884. Roma. 105 págs.

10 FAO. 1995. Examen de la situación mundial de las especies altamente migratorias y las poblaciones transzonales. FAO: Documento técnico de pesca, No 337. Roma. 80 págs.

11 Estos recursos se consideran «transzonales» durante todo el período considerado (1950-94) por razones prácticas y desde una perspectiva histórica, aun cuando, desde el punto de vista jurídico, muchos de ellos fueran recursos de alta mar antes de la extensión de las jurisdicciones nacionales, sobre todo después de 1970.

12 Caddy, J.F. y Gulland, J.A. 1983. Historical patterns of fish stocks. Marine Policy, 7: 267-278; Caddy, J.F. 1984. An alternative to equilibrium theory for management of fisheries. En: FAO Fisheries Report No. 289, Supp. 2. Roma. 214 págs; y Welcomme, R.L. 1995. Status and trends of global inland fisheries. En: N.B. Armantrout y R.J. Wolotra, eds. Conditions of the world’s aquatic habitats. Proceedings of the World Fisheries Congress, Theme 1, págs 122-138. Oxford & IBH Publishing Co.

13 FAO. 1994. Current situation, trends and prospects in world capture fisheries. Documento presentado por S.M. García y C. Newton en la Conference on Fisheries Management: Global Trends. Seattle, Washington, Estados Unidos, 14-16 de junio de 1994.

14 Ibid.

15 Ibid.

16 Ibid.

17 Estas cifras se refieren a los recursos convencionales, ya que no hay ninguna serie cronológica de datos que permita analizar la situación de los recursos no convencionales, como el krill, las especies mesopelágicas y muchos calamares oceánicos que por lo general se consideran insuficientemente explotados.

18 FAO, op. cit., nota 3.

19 García, S.M. 1986. Seasonal trawl bans can be very successful in heavily fished areas: the Cyprus effect. Fishbyte, abril de 1986: 7-12.

20 CIEM. op.cit., nota 3.

21 FAO. 1994. A global assessment y fisheries by-catch and dis cards. FAO Fisheries Technical Paper No. 339. Roma. 233 págs.

22 FAO, op. cit., nota 13.

23 FAO. 1995. El estado mundial de la pesca y la acuicultura. Roma. 57 págs.

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