FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 3, junio 1998

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LECHE Y PRODUCTOS LACTEOS


Se pronostica un aumento del 1 por ciento en 1998 para la producción mundial de leche, en continuidad con el constante avance de dicha producción registrado en los últimos años. Pese a los efectos del tiempo seco en la producción de la actual campaña tanto en Australia como en Nueva Zelandia, en ambos países se prevé un aumento de la producción: del 1 por ciento en el caso de Nueva Zelandia, después del aumento récord del 12 por ciento del año pasado, y del 4 por ciento en Australia. En ambos países, el optimismo general respecto al futuro a largo plazo del mercado internacional de productos lácteos, y la mayor rentabilidad de la industria lechera con respecto a otros productos pecuarios, son los motivos principales que explican el aumento de la producción. En Europa oriental, la producción podría crecer en algunos países. Por ejemplo, Polonia, el mayor productor de leche de este grupo de países, debería registrar un aumento del 3 por ciento en la producción lechera en 1998. El número de las vacas está aumentando, tras varios años de disminución, como también debería aumentar el rendimiento por vaca. En los Estados Unidos, se prevé que la producción lechera aumentará sólo marginalmente en 1998, debido a que la relación entre el precio de la leche y el costo de producción es desfavorable y constituye el obstáculo principal para el aumento de la producción. En algunos otros países desarrollados (la CE, el Canadá, el Japón, Noruega, Suiza) la producción está sujeta a políticas restrictivas y, en consecuencia, la producción varía poco de un año para otro. En la CEI, se supone que la producción total de leche seguirá disminuyendo, como consecuencia principalmente del descenso de la producción de los dos principales países productores, la Federación de Rusia y Ucrania. En estos dos países, la producción de muchas de las fincas que antes eran del estado y que representan la mayor parte de la producción lechera, continúa siendo antieconómica. Sin embargo, en algunos de los otros estados miembros de la CEI, tales como Belarús y Uzbekistán, la producción podría aumentar, señalando así el punto final de un proceso constante de disminución de la producción lechera que este grupo de países ha venido experimentando desde el comienzo de los años noventa.

PRODUCCION DE LECHE


1996 1997
estim.
1998
pronóst.

(. . millones de toneladas. . )
TOTAL MUNDIAL 539 547 555
CE 125 125 125
Estados Unidos 70 71 71
India 68 71 74
Fed. de Rusia 36 34 33
Pakistán 20 21 22
Brasil 19 21 22
Ucrania 16 15 14
Polonia 11 12 12
Nueva Zelandia 10 11 12
Australia 9 9 10


FUENTE: FAO

En los países en desarrollo, se supone que la producción lechera continuará aumentando en Asia y América Latina. Si las condiciones del tiempo son normales y aumenta la tasa media de producción, la producción lechera de la India podría aumentar a 74 millones de toneladas en la campaña comercial 1998/99 (abril/marzo), con lo cual la India se convertiría en el mayor país productor mundial de leche (poco más del 50 por ciento de búfala). El crecimiento de la producción lechera de la India se ha visto sostenido por un aumento de la demanda interna, aunque el consumo por habitante todavía es relativamente moderado (65 kg en equivalente en leche por año). Muchos países latinoamericanos deberían registrar un incremento de la producción lechera, como consecuencia principalmente del aumento de la demanda de sus mercados internos. Sin embargo, los productores del cono sur han tenido que hacer frente a lluvias extremadamente intensas - atribuidas al fenómeno meteorológico de El Niño - cuyo beneficio a los pastizales es limitado. Por ejemplo, para finales de marzo, en algunas partes de la Argentina ya se había superado el promedio anual de precipitaciones. En los países latinoamericanos que son también exportadores de productos lácteos, principalmente la Argentina y el Uruguay, es posible que el descenso de los precios internacionales desde el principio del año (véase más abajo) podría contribuir a frenar el crecimiento de la producción. Pese al comienzo lento de la campaña, se señala que las importaciones del Brasil procedentes del Mercosur están marchando bien, y las perspectivas son buenas hasta la actividad lechera del Brasil en primavera (septiembre/octubre).

EXISTENCIAS DE MANTEQUILLA Y LECHE DESNATADA EN POLVO EN LA CE Y LOS EE.UU.


C E Estados Unidos

Mante-quilla Leche desnatada en polvo Mantequilla Leche desnatada en polvo

(. . . miles de toneladas. . . )
abril '96 69 11 0 5
abril '97 58 116 0 0
abril '98 33 137 0 0


FUENTE: USDA, ZMP.
Nota: Al final del mes.

Se prevé que la demanda de queso de los principales países importadores se mantendrá estable en 1998. En el caso de la mantequilla, es posible que las compras de la Federación de Rusia, el principal importador, sean inferiores a las de 1997. Análogamente, la disminución de las compras de leche en polvo por parte del sudeste asiático, tras la crisis económica que ha afectado a varios países de la región, podría provocar un estancamiento, y posi-blemente una disminución, de la demanda mundial de leche en polvo en 1998.

PRECIOS INDICATIVOS DE EXPORTACION DE LOS PRODUCTOS LACTEOS 1/


1997   1998  
  abril feb. marzo abril

( . . dólares EE.UU./ton., f.o.b.. . )
Mantequilla 1 425 1 775 1 675 1 675
Leche desnatada en polvo 1 775 1 575 1 525 1 525
Leche entera en polvo 1 775 1 800 1 725 1 725
Queso (Cheddar) 2 150 2 163 2 113 2 100
Caseína ácida 4 125 4 100 4 100 4 100


1/ Valor equidistante de la escala de precios presentada por la Junta Lechera de Nueva Zelandia.

Los precios de exportación de la mayor parte de los productos lácteos han descendido desde finales de 1997 debido a una disminución de la demanda de importación y, al mismo tiempo, a un aumento de la producción de algunos países exportadores, por ejemplo, Australia, Nueva Zelandia y la Argentina, que ha contribuido a un cierto aumento de los suministros en el mercado mundial. Los productos afectados son la mantequilla, la leche desnatada en polvo y la leche entera en polvo: los precios de la caseína descendieron de forma pronunciada en el primer semestre de 1997, permaneciendo deprimidos desde entonces. El queso constituye una excepción a la tendencia general, ya que sus precios se han mantenido en general estables. Los precios de este producto se han visto sostenidos, en cierta medida, por los compromisos asumidos en el marco de la Ronda Uruguay de limitar las exportaciones subvencionadas. En lo que resta de 1998, se supone que los precios internacionales de los productos lácteos seguirán siendo débiles como consecuencia de la gran cantidad de disponibilidades exportables y de la demanda floja de importación. También es posible que sigan bajando durante el año los precios de la mantequilla y la leche en polvo, mientras que los del queso deberían mantenerse estables.

En abril de 1998 el nivel de las existencias públicas de mantequilla de la CE era semejante al de hace un año, pero inferior al de comienzos de los años noventa, como consecuencia de la fuerte demanda del mercado interno y del significativo aumento de las exportaciones. Análogamente, las existencias públicas de leche desnatada en polvo no aumentaron significativamente con respecto al nivel del año anterior. En los Estados Unidos, prácticamente no han habido existencias públicas de productos lácteos en los últimos años; sin embargo, como consecuencia del aumento de la producción, los precios de la leche desnatada han descendido a niveles suficientemente bajos como para impulsar las compras de la Corporación de Crédito para Productos Básicos, si bien no estaban clasificados como "inventarios disponibles", es decir, como existencias.

En 1995, los altos precios de los productos lácteos en el mercado internacional indujeron a muchos industriales a esperar un período de mayores aumentos, relacionados en parte con la disminución de las subvenciones a la exportación como consecuencia de los compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre Agricultura. En algunos países, el optimismo de 1995 indujo a los agricultores a ampliar la producción - a veces por medio de la compra de tierra a precios que hoy parecen exagerados. En muchos países, cuyos precios están relacionados con los del mercado mundial, la caída de los precios mundiales ha provocado un grave descenso de la rentabilidad. El descenso de los precios mundiales desde finales de 1997 se ha visto compensado en algunos casos por la devaluación de la moneda (por ejemplo, en Nueva Zelandia y Australia), mientras que en otros (la Argentina y el Uruguay) se ha traducido en una caída a pique de los precios al productor. Si los precios se mantienen en los niveles actuales, ello podría limitar el crecimiento de la producción en los países que exportan sin recurrir a subvenciones, aunque esto podría verse compensado en parte por un cierto crecimiento del uso interno en dichos países. Además, cabe esperar que los bajos ingresos acelerarán el proceso de abandono de la industria lechera por parte de los productores menos eficaces, lo que conllevará un aumento de la magnitud media de los rebaños.

Para los países importadores netos de productos lácteos, muchos de los cuales son países en desarrollo, la disminución de los precios mundiales podría implicar la inhibición del crecimiento de sus industrias internas por la competencia de las importaciones. Sin embargo, esto podría ser limitado en los países en desarrollo en los que gran parte de la producción y distribución lecheras tiene lugar fuera del marco del sector oficial de elaboración (que sería el usuario principal de las importaciones). En el caso del sudeste asiático, la fuerte devaluación de las monedas de muchos países con respecto al dólar EE.UU. ha hecho descender los precios internos de la leche (cotizados en dólares) con respecto a los niveles internacionales y, por ende, sus sectores lecheros no deberían resultar perjudicados por la competencia extranjera.


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