FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 4, Septiembre 1998

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PESCADOS Y PRODUCTOS PESQUEROS


RESUMEN

Las estimaciones provisionales cifran la pro-ducción pesquera mundial de 1997 en 122 millones de toneladas, volumen prácticamente inalterado res-pecto al nivel récord de 1996. Un aumento grande re-gistrado en China, el productor de pescado más gran-de del mundo, debería verse compensado en su mayor parte por la disminución de las capturas en Améri-ca del Sur debido a los efectos negativos de El Niño. La contribución de la acuicultura a la producción pes-quera mundial continúa creciendo, pero las tasas de crecimiento del cultivo de camarones se están estabilizando.

El valor de las exportaciones internacionales de productos pesqueros aumentaron ligeramente a unos 56 500 millones de dólares EE.UU. en 1996, pese a la disminución del volumen de comercio, debido a que los precios en general habían subido. En 1997, a los países desarrollados correspondió al-rededor del 85 por ciento del valor de las importacio-nes totales de pescado. Japón fue nuevamente el im-portador mayor de productos pesqueros, con el 30 por ciento del total mundial. Los Estados Unidos, ade-más de ser el tercer exportador mundial de pescados y productos pesqueros, fue también el segundo im-portador más grande. La CE aumentó ulteriormente su dependencia de las importaciones para el suministro de pescado.

El camarón continúa siendo el principal producto pesquero que se comercializa internacio-nalmente, con una participación del 20 por ciento del mercado de pescados y productos pesqueros en valor. Al principio de 1998, el mercado del camarón se había visto muy afectado por la crisis financiera asiática. En el Japón, normalmente un importador importante, la debilidad del yen y la difícil situación económica redujeron apreciablemente la demanda de importaciones de camarón. Ante la debilidad de los precios del mercado japonés, los principales países exportadores buscaron otros mercados para colocar sus productos. Aunque el mercado europeo carecía de suministros suficientes en el primer trimestre de 1998 y los precios eran altos, los Estados Unidos re-sultaron ser el mercado alternativo más conveniente para los exportadores. La economía sólida del país impulsó la demanda de importaciones y mantuvieron precios altos durante varios meses. La oferta de ca-marones cultivados debería aumentar en los meses venideros, ya que la industria acuícola estará en plena actividad en la mayoría de las zonas. Pero la oferta de camarones de agua fría disminuirá lige-ramente respecto a los niveles del año pasado. Los precios del camarón tropical deberían seguir bajando, ya que es improbable que el mercado japonés se recupere en un futuro próximo.

A principios de 1998, el mercado japonés del camarón siguió afectado por la difícil situación econó-mica. La demanda de los consumidores disminuyó mucho y, en consecuencia, también las importacio-nes. Los importadores compraron cantidades peque-ñas de camarones en el primer semestre, en espera de que los precios bajaran algo durante los meses de verano. Los movimientos de los productos son muy lentos, de ahí que los reelaboradores y las institucio-nes usuarias están a la espera, pues la demanda de los consumidores finales sigue siendo escasa.

En cambio, el mercado del camarón en los Estados Unidos sigue atrayendo mucho a los exportadores, debido a los precios altos de todos los tipos de camarones y a la demanda fuerte. En el primer trimestre de 1998, las importaciones de los Estados Unidos alcanzaron un nivel récord de 67 200 toneladas, 20 por ciento más que en el mismo período de 1997; y el consumo alcanzó las 75 000 toneladas, el nivel más alto desde 1993. Prácticamen-te todos los principales países proveedores de los Estados Unidos registraron un aumento de las exportaciones, siendo Tailandia y el Ecuador los que acusaron los aumentos mayores (23 y 34 por ciento, respectivamente). Se supone que la situación econó-mica de los Estados Unidos continuará impulsando la demanda fuerte de camarones en lo que queda del año, de suerte que ahora se pronostica un consumo récord en 1998. Desde junio, los precios del camarón han empezado a debilitarse algo en los Estados Unidos con respecto a los niveles máximos alcanza-dos al principio del año. Los precios del camarón grande se siguen cotizando a 1 dólar EE.UU. más por kilogramo que hace un año, pero se prevé que baja-rán dentro de poco. Los precios del tigre negro me-diano ya han descendido a los niveles de mediados de 1997. La baja de los precios se debe a la difícil situación por la que atraviesa el mercado japonés y a la previsión de una gran cantidad de suministros en los meses venideros.

PRODUCCION MUNDIAL DE PESCADO


1995 1996 1997 prelim.

(. . millones de toneladas . .)
China 28,4 32,0 35,0
Perú 8,9 9,5 7,8
Chile 7,6 6,9 6,1
Japón 6,8 6,8 6,7
Estados Unidos 5,6 5,4 5,5
India 4,9 5,3 5,5
Indonesia 4,1 4,4 4,6
Fed. de Rusia 4,4 4,7 4,7
Otros países 46,6 46,0 46,1
TOTAL 117,3 121,0 122,0


FUENTE: FAO

Con respecto al mercado europeo del cama-rón, los primeros meses del año se caracterizaron por el aumento fuerte de los precios. En las últimas se-manas, sin embargo, los precios se han debilitado y los comerciantes están previendo precios más bajos en los meses venideros. En cuanto al mercado de los Estados Unidos, la razón principal para la disminución de los precios es la depresión del mercado japonés, unida al aumento de la producción que se prevé en las principales zonas productoras de camarones.

Todo hace pensar que la situación floja que caracteriza actualmente al mercado japonés de camarones continuará en los próximos meses. La mejora de los suministros en los países asiáticos podría causar un debilitamiento general de los precios del tigre negro, así como se prevé también una disminución de los precios en otros mercados, tales como Europa y los Estados Unidos.

El atún es el segundo producto pesquero más comercializado, que representa alrededor del 11 por ciento del comercio internacional de pescados y productos pesqueros. Una mejora de las capturas de bonitos de altura registrado en el segundo trimestre de este año ha dado lugar a un debilitamiento de los precios del mercado mundial. En Bangkok, el precio de los bonitos de altura ha descendido a alrededor de 1 050 dólares EE.UU. por tonelada con respecto a los 1 200 dólares EE.UU. por tonelada de comienzos del año. Se prevé que la oferta de ese producto seguirá siendo fuerte en el mercado, de ahí que proba-blemente los precios seguirán bajando. Las capturas del atún de aleta amarilla siguen siendo escasas, pero los precios descendieron algo hacia mediados del año, debido a las ventas fuertes realizadas por las compañías mexicanas. Se supone que la captura de atún en 1998 superará el nivel bajo de 1997.

Las capturas de bonitos de altura fueron relativamente buenas en el segundo trimestre de 1998, mientras que se redujo la proporción del atún grande de aleta amarilla respecto a la captura total. En junio, la proporción del atún de aleta amarilla de tamaño grande en la captura del oceáno Indico se redujo al 10 por ciento, lo que disminuyó la oferta. La demanda de este producto es particularmente fuerte en las fábricas de conservas europeas, especial-mente de Italia. Las embarcaciones francesas dejaron de comprar en junio debido a la escasez general. El Pacífico occidental ya no puede proveer grandes cantidades de atún de aleta amarilla, ya que la proporción de estas especies en los embarques generales ha disminuido al 8-9 por ciento. En cambio, en México se está recuperando como proveedor del atún de aleta amarilla a Europa, así como la República de Corea y la provincia Cina de Taiwán. En junio, el atún de aleta amarilla mexicano se estaba vendiendo a 1 750 dólares EE.UU. por tonelada, nivel semejante al de mediados de 1997.

Ultimamente el mercado japonés de atún fresco ha estado muy débil debido a las grandes ofertas de atún común del Japón y de la provincia China de Taiwán. Normalmente, la actividad comercial es lenta en los meses calurosos de junio y julio. Lo mismo que otros productos pesqueros importados, el mercado del atún se ha visto afectado también por las condiciones económicas generales del país.

La situación de las ventas del atún envasado en los Estados Unidos es estable, pero se prevé que se debilitarán en octubre, como suele ocurrir normalmente en esta temporada. Hasta el 8 de junio, se habían importado en Estados Unidos 61 800 toneladas de atún envasado, 8 por ciento más que en el mismo período del año pasado, con lo que se superó el contingente de 1998 en un 100 por ciento. Tailandia continúa siendo el país que más exporta al mercado de los Estados Unidos (19 400 toneladas en el primer trimestre de 1998). Filipinas registró un nivel muy alto de exportaciones de atún envasado al mercado de los Estados Unidos, habiendo exportado entre enero y marzo 13 800 toneladas, seguida de Indonesia con 5 000 toneladas. Los precios del atún envasado han aumentado en los Estados Unidos hasta 22 dólares EE.UU. por caja, lo que representa un aumento de 1 dólar por caja respecto al precio de hace un año. La actual disminución de los precios de las materias primas podría dar lugar en los meses venideros a una disminución de los precios del atún envasado en el mercado de los Estados Unidos.

Tras varios años de problemas y contratiem-pos - cierre de importantes fábricas de conservas - la industria tailandesa del atún envasado se ha recuperado. Las exportaciones a los Estados Unidos, tradicionalmente el mercado más grande, casi se han normalizado, y se han abierto nuevos mercados, tales como Egipto, Argentina y Arabia Saudita.

Las capturas de atún de aleta amarilla fueron decepcionantes en casi todas las zonas en los primeros meses del año. No obstante, el mercado parece que se está recuperando ya que están llegando ahora algunas ofertas de la zona del Pacífico oriental y se prevé que los precios pagados por el atún de aleta amarilla en las fábricas de conservas de Europa irán descendiendo lentamente con respecto al alto nivel actual de 2 000 dólares EE.UU. por tonelada (procedente del oceáno Indico). El efecto de la corriente de El Niño provocó una disminución de las capturas de atún en América del Sur, y las fábricas de lomos de atún tuvieron que importar materia prima para enviar a Europa. Todo hace pensar que el efecto de El Niño en la pesca de atún disminuirá dentro de poco, y que el mercado se normalizará en los meses venideros.

Aunque las capturas de atún en la zona del Pacífico occidental se han recuperado ligeramente, las de los oceános Atlántico e Indico son todavía escasas. Los precios del atún envasado debería mantenerse en su nivel actual pero es probable que empiecen a bajar después de octubre al disminuir la demanda.

Los peces de fondo representan alrededor del 10 por ciento del comercio mundial de pescados y productos pesqueros. Algunas de las especies más importantes han sido hasta ahora objeto de una política deficiente en materia de gestión de los recursos y sus suministros están disminuyendo. Como consecuencia de la poca oferta de peces de fondo, los precios han aumentado y se ha fortalecido la demanda de productos marinos alternativos. En algunos de los países asiáticos la crisis económica ha alentado al consumidor a preferir productos más baratos.

La captura total de la merluza argentina al-canzó en 1997 casi las 600 000 toneladas, volumen superior en más del 60 por ciento al contingente por tercer año consecutivo. Debido a la fuerte presión de la pesca, el Uruguay y la Argentina están experimen-tando también problemas dentro de su zona pesque-ra común. Al parecer las autoridades argentinas es-tán imponiendo diferentes medidas técnicas para pro-teger la merluza, a saber: el cierre de las zonas de pesca y la imposición de restricciones más severas en especial a los barcos rastreadores y límites más rigurosos a la pesca del camarón. Queda aún por verse si esas medidas son suficientes para mantener las capturas totales dentro del límite del contingente.

Debido al fenómeno de El Niño, la merluza estuvo prácticamente ausente de las aguas peruanas en la última parte de 1997 y a principios de este año. Al mismo tiempo, hubo considerables problemas por la gran cantidad de capturas de merluzas y en conse-cuencia se cerraron algunas zonas. Ahora bien, como la corriente de El Niño ha empezado a ceder, las capturas se están normalizando.

A causa de una falta de acuerdos entre Noruega y la Federación de Rusia por los que se permita a las embarcaciones noruegas de investigación penetrar en las ZEE rusas, los datos científicos referentes a la situación de las existencias de bacalao son incompletos. En consecuencia, la situación de las reservas de bacalao en el mar de Barents es muy incierta, aunque no hay duda de que han disminuído espectacularmente en los últimos años debido a la gran presión pesquera, al aumento del canibalismo y al escaso crecimiento individual.

Los exportadores hoki de Nueva Zelandia están experimentando una fuerte demanda de sus productos que pueden reemplazar a otras especies de pescados blancos que están escaseando. Los precios de mercado han mejorado y los exportadores de Nueva Zelandia se benefician del debilitamiento del dólar neozelandés.

El probable que los precios del mercado mundial se mantengan relativamente altos también a largo plazo. Se prevé una ulterior reducción de los abadejos de Alaska, aunque algo menor de lo que se había previsto al principio. Además, los recursos de bacalao del mar de Barents están bajo una fuerte pre-sión, y es probable que bajen los suministros prove-nientes de esa zona. También hay una sobreexplota-ción de la merluza argentina, de suerte que se prevé una disminución de dicho producto en el mercado.

Los cefalópodos representan alrededor del 4 por ciento del comercio internacional de pescados y productos pesqueros, y Japón es el principal mercado de cefalópodos de todo el mundo. Lo mismo que en el caso del camarón, la difícil situación económica del Japón ha tenido grandes repercusiones en los pre-cios mundiales de los cefalópodos. La demanda débil del pulpo dio lugar a una baja de los precios hasta el punto de que su pesca resultara en general antieco-nómica. Lo mismo dígase de la jibia. Es probable que los comerciantes europeos se beneficien de estos su-cesos, ya que debido a la debilidad del mercado japo-nés el mercado europeo contará con una mayor can-tidad de cefalópodos a su disposición. A diferencia de otros cefalópodos, los precios del calamar illex están subiendo ya que la oferta excesiva del año pasado fue absorbida por el mercado y hasta ahora la captu-ra llegó a las dos terceras partes del nivel de 1997.

Los precios del pulpo en Las Palmas están bajando, debido a que la demanda de los comprado-res japoneses es muy débil a causa de la difícil situa-ción económica de su país. Las principales razones de esto consisten en que los precios del pulpo habían llegado a niveles excepcionalmente altos en 1997 que desalentaron a los consumidores. Desde principios de mayo, el precio del pulpo grande (2,0 - 2,3 kg.) en el Japón ha descendido de 7 dólares EE.UU. por kilo-gramo a menos de 5 dólares EE.UU. por kilogramo, pero la demanda sigue siendo muy débil.

En los cinco primeros meses de 1998 - prácticamente todo el período de pesca - las capturas de calamares illex totalizaron 85 000 toneladas, frente a las 140 000 toneladas obtenidas en el mismo período del año anterior. Esta captura decepcionante se debió a la muy baja producción obtenida en mayo, que normalmente es un mes de producción máxima. En consecuencia, el mercado del calamar en Japón y Europa probablemente se normalizará en los meses venideros, y todo hace pensar que los precios se recuperarán a niveles normales después de los niveles bajos registrados en 1997. En cambio, las capturas de loligo fueron mejores en 1998 que en los años anteriores. En los primeros cinco meses del año, se recogieron 32 800 toneladas en las zonas de las islas Falkland/Malvinas, el doble de la cifra correspondiente a 1997. Esto podría dar lugar a una mejora de la oferta en el mercado europeo, de lo cual se beneficiarán en particular los comerciantes y elaboradores italianos.

Se supone que la oferta de todas las especies principales de cefalópodos será muy limitada en los últimos meses del año. La captura de pulpos serán muy inferiores a las cifras de 1997, pero los precios deberían disminuir más todavía. La pesca del calamar illex del Atlántico sudoccidental prácticamente ha terminado, con una captura inferior en alrededor de un 40 por ciento a la producción de 1997. Se prevé que los precios seguirán aumentando pero la difícil situación del mercado japonés limitará su aumento. También será limitada la captura de jibias pero habrá una mayor oferta en el mercado europeo, donde los precios son más favorables que los ofrecidos por los compradores japoneses.


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