FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 5, Noviembre 1998

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YUCA

Disminución de la producción y el consumo mundiales de yuca en 1998

Se pronostica que la producción mundial de yuca en 1998 disminuirá en un 2 por ciento a 161 millones de toneladas (peso en fresco), debido princi-palmente a la disminución de las producciones de Asia y América Latina y el Caribe, que compensarán con creces el incremento marginal previsto en Africa. En Africa, las últimas informaciones indican un au-mento de 1,5 millones de toneladas de la producción, menos del 1 por ciento, hasta alcanzar los 86,5 millo-nes de toneladas. Se estima que aumentarán las co-sechas de Ghana, Kenya, Liberia, Mozambique, Nigeria, Tanzanía, Uganda y Zambia, debido princi-palmente a unas condiciones climáticas favorables que permitieron un aumento de la superficie sembra-da y de los rendimientos. En algunos casos, también las políticas gubernamentales promovieron la pro-ducción, a través de medidas dirigidas a la multipli-cación y difusión en gran escala de material de plan-tación de alto rendimiento y resistente a las enferme-dades, a una sustitución progresiva de las variedades existentes con variedades nuevas, y a la promoción de nuevas aplicaciones agrícolas. Por ejemplo, en Ghana, los proyectos de raíces y tubérculos emprendidos últimamente promueven la introducción de nuevas variedades de yuca más adaptadas a diferentes aplicaciones alimentarias e industriales. En Tanzanía, en el marco del plan agrícola nacional el Gobierno está asignando prioridad a cultivos tales como la yuca y la batata, para cubrir el déficit de alimentos derivado de la deficiente producción de sorgo y mijo. Análogamente, en algunas partes de Uganda se están reemplazando gradualmente las plantaciones de banana y los cultivos de sorgo y mijo con nuevas variedades de yuca de alto rendimiento y resistentes a las plagas. En cambio, se prevén cosechas malas en Benín, el Camerún, el Chad, la República del Congo, y la República Democrática del Congo, debido a las condiciones secas y a las infestaciones del "mosaico vírico de la mandioca" que redujeron las plantaciones y los rendimientos. Los disturbios civiles en la República del Congo y los conflictos internos en Rwanda contribuyeron también a disminuir la producción. Para los otros países de la región no se prevén cambios importantes en la producción de yuca.

En Asia, la producción de yuca en 1998 se pronostica en 45 millones de toneladas, un 5 por ciento menos que en 1997, como consecuencia prin-cipalmente de problemas relacionados con el tiempo. El efecto negativo de las sequías relacionadas con el fenómeno de El Niño, que se manifestó desde mediados de 1997 hasta bien entrado el año 1998, afectó a las plantaciones y a los rendimientos. Entre los principales países productores de la región, la producción de Tailandia se pronostica en 16 millones de toneladas, un 12 por ciento menos que en 1997. También se prevén disminuciones que oscilan entre el 5 y el 20 por ciento en la India, China y Filipinas.

YUCA: PRODUCCION MUNDIAL 1/


1996 1997 1998 prelim.
(. . millones de toneladas . .)
Total mundial 165,3 164,4 161,2
Africa 84,7 85,0 86,5
Congo, Rep. D. 16,8 16,8 16,0
Ghana 7,1 7,1 7,6
Madagascar 2,4 2,4 2,4
Mozambique 4,7 5,3 5,6
Nigeria 31,4 32,1 32,7
Tanzanía 6,0 4,4 4,5
Uganda 2,2 2,3 2,6
Asia 48,8 47,6 45,0
China 3,6 3,6 3,4
Filipinas 6,0 6,0 4,8
India 17,0 15,1 16,1
Indonesia 1,9 2,0 1,9
Tailandia 17,4 18,1 16,0
Viet Nam 2,1 2,0 2,0
América Latina y el Caribe 31,6 31,7 29,5
Brasil 24,6 23,9 21,5
Colombia 1,8 1,8 1,8
Paraguay 2,6 3,1 3,3

FUENTE: FAO
1/ Equivalente en raíces.

En América Latina y el Caribe, la producción de yuca de 1998 se pronostica en 29,5 millones de toneladas, un 7 por ciento menos que en 1997. Como en Asia, la disminución se debió en gran parte al mal tiempo, relacionado con El Niño, imperante en algunos países de la zona ecuatorial así como en el hemisferio sur, que causó cuantiosos daños a los cultivos y pérdidas en los rendimientos. En el Brasil, el segundo mayor productor y elaborador mundial, se prevé que la producción de 1998 descenderá a 21,5 millones de toneladas, un 10 por ciento menos que el año anterior. La producción de yuca se vio gravemente afectada por una sequía prolongada que abarcó 10 estados del nordeste del país, que representan alrededor del 40 por ciento de la producción nacional de yuca, y en los que este cultivo es también un importante alimento básico. Análogamente, en Venezuela la producción de yuca debería llegar, al máximo, a una tercera parte menos que la de 1997. En cambio, se pronostican aumentos moderados para Bolivia, la República Dominicana y el Perú, como consecuencia del aumento de la superficie plantada y de los rendimientos.

En Africa, se supone que el aumento de las cosechas redundará en un aumento del consumo humano de yuca natural y de productos de la yuca (gari, attiéké, foufou, kokonte, etc.) en 1998, como consecuencia en parte del alza de los precios internos de los cereales, a raíz de los altos precios de importación y del trastorno de los sistemas comerciales causado por los disturbios civiles registrados en algunos países. Unas encuestas realizadas últimamente en Ghana, Nigeria y Tanzanía han revelado que las harinas y almidones de yuca se están usando cada vez más como sucedáneos de la harina de trigo importada en la producción de pan, bocadillos, pasteles y pastas, y otros artículos alimenticios. La sustitución de hasta el 20-30 por ciento de harina de trigo en el pan y los productos de panadería ha tenido amplia aceptación por parte de los consumidores, actitud que muestra que este cultivo puede llegar a ser un insumo importante para el sector de alimentos elaborados en muchos países africanos. En Ghana, por ejemplo, la continua tendencia a la urbanización ha determinado un incremento rápido del mercado de alimentos de fácil preparación, tales como pan, galletas, pasteles y tortas. En estos productos, la yuca ha reemplazado a una parte del trigo importado, ya que el alza de los precios y las devaluaciones de la moneda han alentado a los fabricantes de alimentos a buscar sucedáneos locales de la harina de trigo. En Nigeria, el consumo per cápita de la yuca y sus productos debería continuar su tendencia ascendente como consecuencia de las dificultades económicas, la pérdida de poder adquisitivo y el descenso de los ingresos per cápita; factores que han contribuido a mantener el interés por la harina de yuca como sucedáneo del trigo para producir productos competitivos. Asimismo, se estima que en Tanzanía se colmará el déficit de cereales para consumo humano con cultivos no cereales, incluidas la yuca y otras raíces, tales como papas y batatas.

En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe la yuca sigue siendo un alimento básico importante que se elabora en muchas pequeñas y grandes industrias cada vez más sofisticadas. En el Brasil, el almidón de yuca se usa mucho para hacer el pan, y la harina de yuca como plato para acompañar a la carne y a los alimentos marinos. En las regiones meridionales, centrales y occidentales, por ejemplo, se consume prácticamente en todas las familias una comida rápida hecha a base de yuca, el paô de queijo, que es una especie de pan hecho de almidones dulces o desabridos, queso y huevos. Durante los últimos cinco años, el consumo de paô de queijo ha ido en aumento, ya que ha pasado de producto regional a una comida nacional. El almidón de yuca se utiliza también como espesante, un estabilizador en la carne elaborada, como base para los colores y aromas, y en productos alimenticios (queso, bizcochos, helados, chocolates, etc.), productos industriales (papel, cartón, telas, productos farmacéuticos, colas y adhesivos, etc.) y almidones modificados. Aunque estos destinos finales de la yuca puedan haber aumentado, es probable que la disminución de la producción de este año redunde en una reducción de la utilización de la yuca para piensos. El almidón fermentado o desabrido extraído de la yuca se usa en Colombia para preparar bocadillos, pan de queso sin glutén, como el pan de yuca y el pan de bono. La producción de almidón industrial de mediana escala, así como en las plantas de procesamiento, ha crecido en las zonas costeras del país. Asimismo, algunas industrias almidoneras están diversificando actualmente a productos ami-láceos. En el Ecuador, se suele utilizar la harina de yuca para reemplazar a la harina de trigo, e industrialmente en silos para las resinas que se usan en la madera terciada.

En general, se estima que el consumo de yuca en la región asiática se contraerá en 1998, principalmente en Indonesia, la provincia china de Taiwán, la República de Corea, Filipinas y Malasia, donde se concentrará la mayor parte de la disminu-ción. Todos estos países importaron menos cantidad de yuca o no importaron, como consecuencia de la intensificación de la crisis económica y el descenso de la demanda del sector ganadero. En la provincia china de Taiwán, por ejemplo, la contracción de la utilización de trocitos y gránulos de yuca en las raciones de piensos se debe a una disminución de la producción porcina. Lo cual se relaciona con una disminución de la demanda debida a los problemas económicos y a una reestructuración del sector, actualmente en curso, debido a la aparición de varios casos de aftosa en 1997 y a la consiguiente pérdida del mercado japonés. En Tailandia, también se estima que ha habido una contracción de la utilización de la yuca en los alimentos elaborados y los pro-ductos industriales como consecuencia de la escasez de los suministros, el alza de los costos y el descenso de la demanda interna.

En cuanto a los países desarrollados, en la CE la utilización de la yuca como pienso será menor en 1998 que el año anterior, pese a una recuperación de la industria porcina después del brote de peste porcina que había reducido la producción en 1997, particularmente en los Países Bajos, Alemania y Bélgica. Dentro de la CE, España y Portugal aumentaron el empleo de gránulos de yuca para piensos, como consecuencia principalmente de la escasez de los suministros internos de cebada, debida a la reducción de la superficie plantada y a las condiciones desfavorables del tiempo, y de la disminución de las existencias de maíz. Sin embargo, como consecuencia de otra producción de cereales superior a la media obtenida en la CE en conjunto, el aumento de la demanda de alimentos ricos en proteínas y de piensos podría satisfacerse mediante una utilización mayor de cereales forrajeros internos, reduciendo el nivel de los ingredientes no cerealeros, incluida la yuca. En el Japón y China, se prevé que la demanda de trocitos y gránulos aumentará respecto a 1997 debido a una ligera expansión de las piaras en el Japón y a la sustitución de los cereales en los piensos en China.

Disminución del comercio de la yuca en 1998

Según pronósticos provisionales, el comercio mundial de productos de yuca seca en 1998 des-cenderá a 5,8 millones de toneladas (14,5 millones de toneladas en equivalente de raíces), un 10 por ciento menos que la estimación revisada para 1997. Esta disminución se debe principalmente a la reducción de los envíos de trocitos y gránulos para piensos, que representan la mayor parte del comercio internacional de productos de la yuca, tanto a los países de la CE como a otros países. El comercio de almidón y harina destinados al consumo humano y a usos industriales, que representa el 18 por ciento del comercio mundial, debería mantenerse casi sin modificaciones respecto al año pasado.

Se pronostica que las importaciones de la CE en 1998 descenderán en 400 000 toneladas a 3,3 millones de toneladas, un 12 por ciento menos que en 1997, y el nivel más bajo en diez años, debido princi-palmente a la mayor disponibilidad de cereales forra-jeros producidos internamente a precios competitivos. También se prevé un descenso de las importaciones de los países que no pertenecen a la CE. Las compras efectuadas por la República de Corea y Filipinas en los primeros nueve meses de 1998 fueron mucho menores que el año anterior debido a dificultades económicas. En el mismo período, otros importadores tradicionales, tales como Israel, Polonia, la provincia china de Taiwán y Turquía no compraron trocitos ni gránulos. En cambio, las compras del Japón y China fueron superiores a las de 1997.

COMERCIO MUNDIAL DE YUCA 1/


1996 1997 1998 prelim.
(. . millones de toneladas . .)
Exportaciones mundiales 5,8 6,4 5,8
Tailandia 4,6 5,4 4,7
Indonesia 0,4 0,2 0,3
China 2/ 0,4 0,4 0,4
Otros países 0,4 0,4 0,4
Importaciones mundiales 5,8 6,4 5,8
CE 3/ 3,5 3,7 3,3
China 2/ 0,3 0,6 0,7
Japón 0,3 0,3 0,4
Corea, Rep. de 0,6 0,5 0,4
Otros países 1,1 1,3 1,0

FUENTE: FAO
1/ En peso del producto en trocitos y gránulos, incluído el almidón y la harina.
2/ Incluída la provincia de Taiwán.
3/ Excluído el comercio entre los países miembros de la CE.

Entre enero y mediados de septiembre de este año, Tailandia exportó, en total, 2,4 millones de toneladas de trocitos y gránulos y alrededor de 472 000 toneladas de almidón. Dos millones de tone-ladas de trocitos y gránulos fueron a la Comunidad, principalmente a los Países Bajos (en parte para reexpedición), Bélgica, Alemania, Portugal y España. En particular, España compró un 25 por ciento más que en 1997, mientras que Alemania redujo sus com-pras a una cantidad muy pequeña debido a la conti-nua merma de las mezclas de tapioca en las raciones de piensos. Otras 400 000 toneladas de trocitos se expidieron a los países no pertenecientes a la CE, ta-les como China, el Japón, Filipinas y la República de Corea. Las exportaciones de Indonesia deberían au-mentar un poco respecto a 1997, sin superar las 300 000 toneladas, debido a la gran demanda interna.

Los precios de los gránulos de yuca descendie-ron a su nivel más bajo

En los nueve primeros meses de 1998, el precio de importación de los gránulos de yuca, el principal producto comercializado internacionalmen-te, continuaron la tendencia descendente comenza-da en septiembre de 1996, promediando a 103 dóla-res EE.UU., o sea un 6 por ciento menos que en el período correspondiente de 1997. La depresión de los precios se debió a la demanda relativamente dé-bil de las importaciones de trocitos y gránulos de ta-pioca en la CE, debido a la baja de los precios y a la abundancia de cereales forrajeros. En los prime-ros nueve meses de 1998, las cotizaciones de la cebada eran de 144 dólares EE.UU. por tonelada en la CE, o sea un 13 por ciento menos que en el pe-ríodo correspondiente de 1997, mientras que las de los gránulos de soja de la Argentina (c.i.f. Rotterdam) alcanzaron los 174 dólares EE.UU., o sea un 38 por ciento menos que en 1997. Esta evo-lución de los precios hace pensar que los de las mezclas de yuca y soja podrán seguir compitiendo en los mercados europeos con los cereales fo-rrajeros, tales como la cebada y el maíz (véase el cuadro de los precios). Sin embargo, debido al ex-ceso de las precipitaciones caídas durante la cose-cha y a la recolección de plantas inmaduras, las raíces de la yuca Thai se caracterizaron por un con-tenido escaso de almidón en 1998. Aunque las nor-mas de la CE sobre las importaciones especifican la calidad de los gránulos en un nivel mínimo de 60 por ciento de almidón (hasta mediados de los años noventa), más recientemente se han señalado algunas importaciones de gránulos de yuca Thai con un contenido de almidón inferior a ese nivel. Si los gránulos tienen un contenido bajo de almidón, no sólo aumentan los costos para los fabricantes de piensos sino que se crean problemas serios para mantener los niveles nutricionales de las fórmulas de piensos. Se señala que algunos fabricantes de piensos están dispuestos a pagar una prima de hasta 10 dólares EE.UU. por tonelada de gránulos que tienen un 70 por ciento de almidón.

PRECIOS DE LA YUCA, HARINA DE SOJA Y CEBADA EN LA CE


Gránulos
de yuca
1/
Harina
de soja
2
/
Mezcla de
yuca
y
harina de
soja
3/
Cebada
4/
Mezcla
Cebada/yuca
( . . . . . dólares EE.UU/tonelada . . . . ) (rapport)
1990 167 208 175 225 1.29
1991 178 197 186 222 1.19
1992 183 204 187 235 1.26
1993 137 208 151 197 1.30
1994 144 192 154 182 1.18
1995 177 197 181 209 1.15
1996 152 268 175 194 1.11
1997 108 276 142 161 1.13
1998 5/ 103 174 117 144 1.23

FUENTE: FAO, Oil World y Agra Europe.
1/ F.o.b. Rotterdam (barcaza y ferrocarril) incluído un gravamen del 6 por ciento. 2/ Argentina (45/46 por ciento proteínas) c.i.f. Rotterdam. 3/ Mezcla efectuada con un 80 por ciento de gránulos de yuca y un 20 por ciento de harina de soja. 4/ Precio de venta de la cebada en España. 5/ Promedio de enero-septiembre.

Perspectivas de la producción, el comercio y los precios para 1999

Las informaciones provisionales sobre la producción mundial de yuca en 1999 indican alguna recuperación en los principales países de Asia y América Latina, siempre y cuando el efecto de la intensas lluvias relacionadas con La Niña sea limitado. Además, las previsiones de un aumento de los ingresos de exportación derivados de las ventas, con valor añadido, de las harinas de almidón y otros productos podrían, en cierta medida, determinar una expansión de la superficie plantada y una sustitución de los materiales de plantación tradicionales con variedades nuevas de mayor rendimiento y con mayor contenido de almidón. En Africa, la producción podría continuar creciendo debido a las reacciones de los productores al alza de los precios de la yuca, y a la difusión en curso de variedades de alto rendimiento y resistentes a las plagas introducidas últimamente. También podría aumentar la producción en América Latina y el Caribe si mejoran las técnicas.

El volumen del comercio mundial de yuca en 1999 dependerá de varios factores, sobre todo la evolución de los precios de los cereales y de los ali-mentos con alto contenido de proteínas en la CE y de su disponibilidad en los principales países exporta-dores. El incremento, en la CE, de la detracción obli-gatoria de la superficie destinada a cereales el próxi-mo año, del 5 al 10 por ciento, para reducir la produc-ción de cereales, y los gastos de la CE en el sector cerealero, podrían redundar en un alza de los precios internos de los cereales. A su vez esto podría hacer que la yuca sea más competitiva en las raciones de piensos y determinar alguna expansión de la deman-da de importaciones de productos forrajeros alter-nativos, como los trocitos y gránulos de yuca. Los su-ministros exportables podrían verse afectados en par-ticular por las posibles revisiones de las políticas de exportación de Tailandia, actualmente bajo examen, con respecto a la asignación del contingente destina-do al mercado de la CE. La renovación del acuerdo entre Tailandia y la CE para el período 1992-2002 representa otro sector de incertidumbre sobre los contingentes de acceso y los derechos arancelarios.


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