Aunque es probable una contracción de las existencias mundiales de cereales, la disminución se vería en gran parte limitada a las existencias de trigo y cebada, y es probable que sea significativamente menor de lo previsto, debido a las perspectivas mejoradas de la producción en algunas regiones. El pronóstico relativo a las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminan en el 2000 ha aumentado a 323 millones de toneladas, 8 millones de toneladas más que el informe anterior, pero todavía 13 millones de toneladas, o sea el 4 por ciento, menos que su nivel inicial. Según los pronósticos actuales, la relación entre las existencias mundiales de cereales y la utilización tendencial en el 2000/2001 será del 16,9 por ciento, lo que indica una pequeña mejora respecto al último informe y un acercamiento al margen de 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera como el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. La moderada reposición de las existencias registrada en los últimos años en los principales países expor-tadores, que constituyen un importante amortigua-dor contra cualquier déficit de producción mundial, debería también representar por lo menos el 45 por ciento del total mundial, porcentaje cercano al del año anterior y significativamente superior al nivel medio registrado en los años más recientes.
La fuerte disminución de las existencias de trigo es la razón
principal de la mayor parte de la contracción prevista en las existencias
mundiales de cereales. Las existencias mundiales de trigo para las campañas
agrícolas nacionales que terminan en el 2000 se cifran actualmente en
cerca de 132 millo-nes de toneladas, volumen inferior en 11 millones de toneladas,
o sea el 8 por ciento, a los niveles de apertura, pero superior en alrededor
de 9 millones de toneladas a lo que se había previsto anterior-mente,
debido a una mejora de las perspectivas de la producción en algunos de
los principales países productores. La mayor parte de la disminución
de las existencias de trigo prevista para este año de-bería producirse
en Asia y Europa. En Asia, el saldo total señala una reducción
de las existencias de tri-go de alrededor de 4 millones de toneladas. Se pre-vé
que la producción menguada a causa de la se-quía en algunos países
como la República Islámica del Irán, Siria y Turquía
determinará una gran dismi-nución de sus inventarios, mientras
que la dismi-nución pronosticada en 8 millones de toneladas de la producción
de China podría también dar lugar a una gran disminución
de sus existencias finales.
Según los pronósticos, en Europa las exis-tencias de trigo disminuirán
en alrededor de 5 millo-nes de toneladas con respecto a los niveles de apertura.
En la Federación de Rusia, debido a la drástica disminución
de la producción del año pasa-do y a la probabilidad de que también
este año la cosecha sea mala, se pronostica que los inventarios de trigo
descenderán a niveles bajos de alrededor de 3 millones de toneladas,
1 millón de toneladas menos que el año pasado. También
se prevé que la probable disminución de la producción de
Bulgaria y Hungría se traducirá en una disminución de las
exis-tencias, pese a la posibilidad de que disminuyan las exportaciones. En
la CE, la merma de la producción combinada con unas perspectivas de aumento
de las exportaciones debería dar lugar a una disminu-ción de 2,5
millones de toneladas de las existencias finales. Sin embargo, las existencias
de trigo son todavía relativamente abundantes y podrían llegar
a ser una carga financiera, particularmente en lo que se refiere a los costos
de intervención de los almacenamientos, si los precios mundiales siguen
siendo inferiores a los precios de intervención de la CE. En otras regiones,
se prevé una disminución de las existencias finales en Africa,
especialmente en Marruecos y Sudáfrica, debido principalmente a la merma
de la producción. En cambio, se supone que la mayoría de los países
de la región de América Latina y el Caribe terminarán sus
respectivas campañas comerciales sin variaciones importantes en sus existencias
remanentes.
Según los pronósticos, las existencias mundiales de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en el 2000 alcanzarán los 137 millones de toneladas, 4 millones de toneladas menos que sus altos niveles iniciales y 3 millones de toneladas menos de lo referido en el informe de junio. En cuanto a los cereales secundarios tomados individualmente, la disminu-ción pronosticada de las existencias mundiales de cebada y centeno podría compensar el aumento previsto de los inventarios mundiales de maíz. El agotamiento de las existencias mundiales de cebada, previsto en alrededor de 6 millones de toneladas para situarse en cerca de 24 millones de toneladas, se debería principalmente a la dis-minución de las existencias de la CE, Marruecos, Turquía y la Federación de Rusia. En la CE, se prevé que dos años de disminución consecutiva de la producción y un repunte de las exportaciones de cebada y centeno determinarán una reducción de 7 millones de toneladas, o sea el 33 por ciento, de las existencias de cereales secundarios, lo que supondría también una significativa disminución de las existencias de intervención. Aunque la sequía sería la causa principal de la probable disminución de las existencias de cebada en Marruecos y Turquía, también las malas perspectivas para la producción de la Federación de Rusia podrían llevar las existencias finales de cereales secundarios de ese país a un nivel bajo de menos de 1 millón de toneladas, de los cuales se calcula que la cebada representa sólo la mitad. En cambio, se supone que los remanentes mundiales de maíz aumentarán en alrededor de 5 millones de toneladas con respecto a sus altos niveles iniciales para situarse en alrededor de 94 millones de toneladas, lo que representa alrededor de dos terceras partes de la reserva mundial total de cereales secundarios. La mayor parte de la reposición debería producirse en los Estados Unidos, mientras que una recuperación de la producción del Brasil podría también dar lugar a un aumento de las existencias finales en dicho país.
| Años agrícolas que finalizan en: | |||
| 1998 | 1999 estim. | 2000 pronóst. | |
| (. . . millones de toneladas . . .) | |||
| Trigo | 137,6 | 142,5 | 131,8 |
| Cereales secundarios | 137,4 | 140,9 | 136,6 |
| Arroz (elabor.) | 54,9 | 52,9 | 54,5 |
| TOTAL | 329,8 | 336,4 | 322,9 |
| del cual: | |||
| Principales exportadores | 128,6 | 153,9 | 145,8 |
| Otros países | 201,2 | 182,5 | 177,1 |
La FAO pronostica provisionalmente un au-mento del 3 por ciento de las existencias mundiales de arroz al final de las campañas comerciales del año 2000, a 54,5 millones de toneladas, debido principalmente a una producción mundial prevista en un nivel sin precedentes, con grandes aumentos en los Estados Unidos, la India y el Brasil. Las exis-tencias arroceras para las campañas comerciales que terminan en 1999 se mantienen casi inalteradas respecto al informe anterior, pero el nivel de las existencias mundiales sería todavía inferior en alrededor de 2 millones de toneladas a los niveles iniciales. La mayor parte de la disminución de las existencias en las campañas comerciales que terminan en 1999 corresponden al Japón y China (Continental). La política del Japón relativa a la limitación de la producción interna tiene por objeto ir reduciendo con el tiempo las existencias nacionales. La disminución prevista de las existencias de China se atribuye a problemas de suministro interno relacionados con las inundaciones que afectaron al país en 1998/99. La disminución de las existencias remanentes de China no debería hacer subir los precios internacionales ya que se ve compensada por una contracción del 17 por ciento de la demanda mundial de importaciones, y la existencia de grandes cantidades de suministros exportables en muchos de los otros grandes exportadores.