FAO/SMIA - Perspectivas Alimentarias No. 1, Febrero 2001 p. 10

Previous PageTable


 Of ContentsNext


 Page


CARNE Y PRODUCTOS CÁRNICOS

 

Después de haber registrado obtenido sólidas ganancias en 1999, los precios internacionales de la carne no mostraron una orientación decisiva en 2000. La escalada de los precios de los cerdos durante la primera parte de 2000, causada por la disminución de los suministros en los principales países exportadores, dio un impulso al alza de los precios, pero el nivel inesperadamente alto de los sacrificios de ganado, especialmente en los Estados Unidos, redujo los movimientos alcistas de los precios tanto de la carne de vacuno como de la carne de aves de corral durante la última parte del año. En los movimientos lentos de los precios influyó también la limitada expansión de la demanda mundial de importaciones, ya que el crecimiento del comercio internacional de carne fue muy inferior a los fuertes aumentos registrados en 1999. El co-mercio mundial de carne en 2000 se calcula en 17 millones de toneladas, volumen superior en menos de un 2 por ciento al de 1999.

La economía mundial de la carne en 2000 se caracterizó por una desaceleración del crecimiento de la producción, el aumento de los trastornos del mercado y la desviación del comercio en el segundo semestre de 2000 a causa de brotes de enferme-dades en los animales de los principales países ex-portadores. En la competitividad de los expor-tadores influyeron también las amplias fluctuaciones de los tipos de cambio y la disminución de la ayuda alimentaria y de las subvenciones a las exportaciones. Entre los brotes de enfermedades de animales cabe mencionar la fiebre aftosa en Asia así como en los principales mercados de exportación de América del Sur y Africa austral, la fiebre del Valle de Rift en Africa oriental y el Cercano Oriente, la fiebre porcina en el Reino Unido y el virus Nipah en Malasia. En Europa volvieron a surgir al final de 2000 las preocupaciones por la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) ante las pruebas cada vez mayores descubiertas en los países miembros de la CE anteriormente conside-rados exentos de la enfermedad.

Por consiguiente, la producción mundial de carne aumentó menos del 2 por ciento a 232,8 millones de toneladas, y los países en desarrollo aumentaron ulteriormente su cuota a un 55 por ciento del total. Los aumentos más fuertes se dieron en Asia y América del Sur, impulsados en parte por los precios bajos de los piensos y por un crecimiento económico más fuerte que estimuló la demanda de productos pecuarios. Se estima que en las dos regiones el consumo de carne per cápita ha aumentado un 2 por ciento a 26,7 kg y 66,8 kg, respectivamente. En total, el consumo per cápita de carne en los países en desarrollo subió un 2 por ciento a cerca de 28 kg, mientras que en las regiones desarrolladas disminuyó cerca del 2 por ciento a 78 kg.

Carne de bovino

Las previsiones sobre la reposición de la cabaña y la disminución de la producción en el sector ganadero de los principales países productores y exportadores no se concretizaron en 2000 y la producción mundial aumentó a 59,6 millones de toneladas, 1 por ciento más que en 1999. La mayor parte de los aumentos se registró en los países en desarrollo, particularmente los de Asia y América del Sur. En las regiones desarrolladas el crecimiento disminuyó en un 1 por ciento, ya que en la CE las matanzas se redujeron como efecto de la incertidumbre causada por la crisis de la EEB, y en los países de la CEI la industria continuó disminuyendo como en el último decenio. A pesar de los brotes de fiebre aftosa registrados a mediados de año en América del Sur, más de la mitad del aumento de la producción mundial en 2000 se realizó en esa región, con aumentos en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. Los altos precios de la carne fomentaron las matanzas en China, mientras que en Indonesia el aumento de las importaciones de animales vivos de Australia para la alimentación contribuyó a un incremento de casi el 7 por ciento de la producción. Los ganaderos de la República de Corea redujeron el número de cabezas de ganado y la producción debido a un brote de fiebre aftosa y a las perspectivas de liberalización del mercado en 2001. La producción mexicana creció lentamente debido a una sequía prolongada, la baja rentabilidad, los préstamos morosos y la restricción del crédito. En Africa, la producción de carne de vacuno aumentó en los principales países productores de Egipto y Sudáfrica, mientras que en el Cuerno de Africa y en algunas regiones del Cercano Oriente las preci-pitaciones irregulares provocaron grandes pérdidas de ganado debido a la sequía y a enfermedades infecciosas. En las regiones desarrolladas, unos niveles muy elevados de matanzas de vaquillonas en los Estados Unidos impulsaron la producción, mientras que la producción de Australia y Canadá se vio sostenida por el aumento de los pesos en canal que compensó con creces la disminución del número de sacrificios.

Los trastornos del mercado relacionados con las enfermedades jugaron en la última parte del año un papel importante para mantener el volumen del co-mercio de la carne bovina inalterado en 5,5 millones de toneladas en 2000. También contribuyeron a ate-nuar el crecimiento del comercio la ausencia de pro gramas de ayuda alimentaria y el uso limitado de subvenciones a la exportación por parte de la CE. Debido a esto, las entregas a la Federación de Rusia disminuyeron en particular en un 60 por cien-to en 2000. Pero las importaciones de otros países crecieron de forma pronunciada, especialmente en Japón, México, y los Estados Unidos, mercados que representan más del 50 por ciento de las importa-ciones mundiales. El brote de fiebre aftosa registra-do a mediados de año en el Japón no tuvo efectos importantes en la demanda de importaciones. En los Estados Unidos, el mayor mercado mundial de importaciones, el aumento de los precios de la car-ne de calidad para elaboración hizo crecer las im-portaciones en un 8 por ciento. Entre tanto, los en-víos a México experimentaron un aumento de dos dígitos a pesar de la aplicación de derechos com-pensatorios para la carne de los Estados Unidos. Las exportaciones sudamericanas, que iban aumen-tando de año en año, disminuyeron al final de 2000 como consecuencia de los brotes de fiebre aftosa en los principales países exportadores de la región, como Brasil, Argentina y el Uruguay. Otros trastor-nos en las exportaciones de la región derivaron de la fuerte disminución de la demanda de carne de bovino en Europa debido a los problemas relacio-nados con la EEB. También se produjeron trastor-nos en el comercio de algunas partes de Africa don-de los flujos comerciales tanto de animales vivos como de carne se vieron impedidos por los brotes de enfermedades regionales. Habiendo disminuido en un 40 por ciento los envíos de la CE debido a los aumentos de los precios a principios de año, a los bajos niveles de las subvenciones, y a las preocu-paciones acerca de la EEB al final del año, las exportaciones de Australia, Canadá y Nueva Zelandia alcanzaron niveles sin precedentes esti-muladas por el debilitamiento de las monedas.

Precios internacionales de la carne

  Indices de la FAO de
precios internaciona-
les de la carne
Promedio de precios internacionales de la carne
Pollo 1/ Cerdo 2/ Vaca 3/ Cordero 4/
(. 1990-92=100 .) (. . . . . . dólares EE.UU./tonelada . . . . . .)
1994 103 921 2 659 2 384 2 975
1995 100 922 2 470 1 947 2 621
1996 96 978 2 733 1 741 3 295
1997 93 843 2 724 1 880 3 393
1998 84 760 2 121 1 754 2 750
1999 86 602 2 073 1 894 2 610
2000 89 5/ 5916/ 2 089 6/ 1 957 2 619

Fuente: FAO
1
/ Pollo en trozos, valor unitario de exportación de Estados Unidos.
2
/ Carne de cerdo congelada, valor unitario de exportación de Estados Unidos.
3/ Carne de vaca manufacturada, precios cif de Australia a los Estados Unidos.
4/ Cordero entero en canal, congelado, Nueva Zelandia, precios al por mayor en Londres.
5/ Estimación.
6/ Enero-noviembre.

Producción mundial de carne

  1999 2000 2001 estim.
 

(...millones de toneladeas...)

TOTAL MUNDIAL 228,9 232,8 237,5
Carne de ave 64,9 66,6 68,5
Carne de cerdo 89,8 91,2 93,5
Carne bovina 59,0 59,6 59,9
Carne ovina y caprina 11,2 11,4 11,5
Otras carnes 4,0 4,0 4,1
PAISES EN DESARROLLO 123,8 128,0 132,2
Carne de ave 33,3 34,7 35,7
Carne de cerdo 51,6 53,5 55,6
Carne bovina 28,6 29,5 30,2
Carne ovina y caprina 7,9 8,0 8,2
Otras carnes 2,4 2,4 2,4
PAISES DESARROLLADOS 105,1 104,7 105,3
Carne de ave 31,6 31,9 32,8
Carne de cerdo 38,3 37,7 38,0
Carne bovina 30,4 30,2 29,7
Carne ovina y caprina 3,3 3,3 3,3
Otras carnes 1,6 1,6 1,6

Fuente: FAO Nota: Los totales se han calculado a partir de datos no redondea- dos.

Carne de cerdo

Las disminuciones de la producción debidas a los precios en las principales regiones exportadoras de Europa y América del Norte limitaron los aumentos de la producción mundial en 2000 a 1,5 por ciento. Sin embargo, los aumentos de casi un 4 por ciento en los países en desarrollo elevaron la producción de la carne de cerdo a unos 91,2 millones de toneladas en 2000, siendo China, el mayor productor mundial, el país que registró la mayor parte del in-cremento. Los bajos precios de los piensos en China y un aumento del 10 por ciento de los precios de los cerdos en comparación con 1999, mantuvie-ron márgenes favorables para los productores y au-mentaron la producción un 4 por ciento a 41,6 millo-nes de toneladas. Análogamente, las industrias de la Provincia china de Taiwán y de Filipinas respon-dieron favorablemente al aumento de los precios aumentando las matanzas, mientras que en la Re-pública de Corea el apoyo del Gobierno a la indus-tria porcina afectada por la fiebre aftosa mantuvo la producción. Las regiones desarrolladas experimen-taron una disminución del 2 por ciento tanto de la producción como del consumo per cápita en 2000, ya que en los países de Europa oriental y la CEI los productores redujeron la producción debido a los altos costos de los piensos que alentaron la ma-tanza de animales livianos. Además, las industrias cada vez más concentradas en los Estados Unidos y la CE, que juntas aportan el 30 por ciento de la producción mundial y más de la mitad de las exportaciones mundiales, respondieron finalmente a los bajos precios al final de 1998 y 1999 reduciendo los partos, disminuyendo la producción en un 2 y 1 por ciento, respectivamente. Sin embargo, el au-mento de la capacidad de faenamiento de cerdos impulsó la producción de Canadá en un 7 por ciento.

El sólido crecimiento de las exportaciones de carne de cerdo registrado a lo largo de un decenio se vio perturbado en 2000 con la disminución del 2 por ciento de los envíos a 3,2 millones de toneladas. La eliminación de la mayor parte de las subvenciones a las exportaciones de carne de cerdo de la CE, com-binada con la recuperación de los precios internos, dio como resultado que los compradores de la Federación de Rusia redujeran las compras en un 43 por ciento. Entre tanto, el crecimiento de la de-manda de importaciones asiáticas disminuyó apre-ciablemente del 32 por ciento en 1999 al 3 por cien-to en 2000. El brote de fiebre aftosa registrado a mediados de año en la República de Corea, ante-riormente un importante exportador e importador de carne de cerdo, dio lugar a una oferta interna exce-dente y a una disminución del 18 por ciento de las importaciones. Pero un apoyo al sector vino del Japón y Malasia. La recuperación de la demanda sudamericana determinó fuertes aumentos de las importaciones mientras que, en México, los dere-chos antidumping aplicados a los cerdos vivos de los Estados Unidos estimularon un aumento del 16 por ciento de las importaciones de carne de cerdo. La disminución de la producción en los Estados Unidos determinó un aumento de casi 23 por ciento de las importaciones en 2000, suministrados princi-palmente por una industria canadiense en rápida expansión. En efecto, Canadá llegó a ser en 2000 el mayor exportador mundial de carne de cerdo, debi-do al aumento de la producción y favorecido por la devaluación del dólar canadiense frente al dólar de los Estados Unidos. Los envíos de los Estados Uni-dos, aunque aumentaron durante el curso del año debido al incremento de la demanda del Japón y México, no deberían recuperarse hasta el nivel del año pasado a causa de la demanda floja de la Federación de Rusia.

Carne de aves de corral

El fuerte crecimiento de la producción en los países en desarrollo, particularmente Brasil, China y otros países asiáticos, está impulsando un incremento del 3 por ciento estimativamente de la producción mun-dial de carne de aves de corral a 66,6 millones de toneladas en 2000. Aunque más de tres cuartas partes de los aumentos de la producción y del con-sumo se realizaron en los países en desarrollo, su consumo medio anual per cápita de 7,6 kg por per-sona es considerablemente inferior al de las regio-nes desarrolladas cuya media anual es de 23,3 kg por persona. El incremento más fuerte de la pro-ducción regional (5 por ciento) debería tener lugar en América del Sur, donde unos aumentos fuertes registrados en Brasil, Chile y el Perú han compen-sado la merma de la producción en Argentina y Venezuela debida a la recesión. Ahora bien, la ren-tabilidad de las industrias del Brasil se vio compri-mida al final de 2000 por el aumento de los precios de los piensos, agravado por las preocupaciones acerca de la utilización de maíz importado genéti-camente modificado. En Asia, la recuperación eco-nómica y los márgenes favorables están determi-nando fuertes aumentos de la producción, particu-larmente en Indonesia, Viet Nam, Tailandia y Malasia. En China, el segundo productor mundial en orden de importancia, se prevé que los aumentos de la producción anual disminuirán a sólo 3 por ciento, frente a la media registrada en el decenio (15 por ciento), situándose la producción en 11,6 millones de toneladas. A diferencia del fuerte au-mento observado en las regiones en desarrollo, en los países desarrollados el aumento se redujo al 1 por ciento en 2000. La producción récord de carne ha ejercido una presión a la baja sobre los precios de las aves de corral en los Estados Unidos, redu-ciendo la producción de pollos que, según estima-ciones, ha aumentado sólo un 2,2 por ciento. Entre tanto, el crecimiento lento de las exportaciones de la CE y los precios débiles de principios de año de-terminaron una disminución del 1 por ciento de la producción en 2000. Según las estimaciones, la producción de la Federación de Rusia y de los paí-ses de Europa oriental ha aumentado ligeramente. Sin embargo, el aumento de los costos de los pien-sos determinados por la sequía impide la rentabi-lidad de la industria.

La recuperación económica de Asia y de la Federación de Rusia, combinada con los bajos precios de las aves de corral, determinaron un aumento del comercio estimado en un 7 por ciento a 6,1 millones de toneladas (excluidos los trasbordos). La esta-bilización de la economía de la Federación de Rusia y la disminución de los aranceles de la carne de pollo parrillero en 2000 provocaron un aumento de las importaciones estimado en un 10 por ciento de ese mercado, que en 1997 fue el mayor importador mundial de carne. Las fuertes compras asiáticas se debieron a China, la República de Corea y Singapur. La sequía registrada en algunos países del Cercano Oriente, como la República Islámica del Irán y el Yemen, provocó una reducción de los suministros de carne y un aumento de las importa-ciones. Los envíos a Angola continúan registrando un aumento fuerte, así como las entregas a México que aumentaron significativamente debido a que el crecimiento de la producción interna se vio limitado por un brote de la enfermedad Newcastle en la pri-mavera. En cambio, la aplicación por parte de Argentina de un sistema de precios mínimos para las importaciones brasileñas determinó una dismi-nución de los volúmenes de las importaciones en 2000. La fuerte competencia entre los exportadores caracterizó al comercio internacional de aves de corral en 2000, dado que el aumento del 16 por ciento de los envíos brasileños limitó los envíos eu-ropeos, destinados particularmente al Oriente Me-dio. La reciente eliminación de las restricciones im-puestas por China a las importaciones brasileñas, debidas a las preocupaciones por la enfermedad de Newcastle, sostuvo las exportaciones de fin de año, lo mismo que los precios competitivos del Brasil de-rivados del debilitamiento de su moneda. Se estima que las exportaciones de los Estados Unidos au-mentaron un 8 por ciento, gracias a la fuerte de-manda de la Federación de Rusia, México y Ca-nadá, mientras que los envíos de Tailandia aumen-taron un 10 por ciento debido a la fuerte de-manda de sus mercados tradicionales, Japón y la CE.

Oveja/cordero

La producción y consumo mundiales de carne ovina aumentó del 1,4 por ciento en 2000 a 11,4 millones de toneladas. La producción de las regiones desarrolladas creció marginalmente en 2000, ya que los aumentos registrados en Australia y Nueva Zelandia, los dos exportadores mayores, se vieron compensados por las disminuciones registradas en la Federación de Rusia, los países de Europa oriental y los Estados Unidos. La mayor parte de los aumentos de la producción en 2000 se produjo en los países en desarrollo, lo que determinó un aumento del consumo per cápita actualmente situado en 1,8 kg. En cambio, el consumo medio per cápita de los países desarrollados disminuyó un 2 por ciento a 2,3 kg en 2000. Recuperándose de la sequía del año pasado, la producción de Argentina y Uruguay aumentó del 5-6 por ciento, mientras que los altos precios en México impulsaron un aumento de la producción. El crecimiento de la producción en Asia disminuyó, ya que la India, la República Islámica del Irán y Turquía registraron aumentos inferiores al 1 por ciento. También disminuyó el crecimiento de la producción china, al debilitarse los precios nacionales medios de la carne de oveja y cabra; sin embargo, la firmeza del mercado de la lana está determinando aumentos en el inventario de las ovejas del norte del país. La irregularidad de las precipitaciones y los altos precios de los piensos en el Sudán, el mayor productor de Africa, combinados con la prohibición impuesta por los países de la península arábiga a las importaciones de animales vivos a raíz de las enfermedades, están impulsando la liquidación de la cabaña sudanesa, e induciendo una disminución de tres cuartas partes de los precios y los ingresos.

El mercado mundial de carne ovina registró un fuer-te aumento del comercio en 2000, estimándose los envíos en 775 000 toneladas, lo que representa un aumento de casi 12 por ciento con respecto al año anterior. Los aumentos principales de las importa-ciones se registraron en la CE, Sudáfrica y los Esta-dos Unidos, pese a la imposición de contingentes arancelarios (CA) en este último país. Uruguay ha aprovechado los altos precios del cordero de los Es-tados Unidos para cuadruplicar las exportaciones a ese mercado. Entre tanto, se fortaleció la demanda de carneros del Cercano Oriente, lo que causó un aumento de las importaciones tanto de carne como de animales vivos, principalmente de Australia y Nueva Zelandia, donde los precios competitivos de-rivaron del aumento de las ventas y el debilitamien-to de las monedas. Los envíos de animales de algu-nos países africanos siguen limitados debido a las prohibiciones relacionadas con el brote de la fiebre del Valle de Rift.

Perspectivas para la carne en 2001

Es probable que el crecimiento lento de los sumi-nistros de carne siga caracterizando el mercado mundial de la carne en 2001, previéndose un au-mento del 2 por ciento de la producción mundial a 237,4 millones de toneladas. Es probable que los aumentos de la producción se concentren en los sectores de la carne de cerdo y de aves de corral de América del Norte así como de los países en de-sarrollo de ingresos medianos de Asia y América del Sur. La recuperación del sector de la carne de vacuno se verá impedida por la progresiva repo-sición de la cabaña y las preocupaciones de los consumidores por la EEB. Una gran incertidumbre obnubila las perspectivas para el sector de la carne de la CE ya que disminuye su consumo, crecen las existencias de intervención y las perspectivas para los sacrificios de ganado en 2001 dependen de los resultados de las pruebas efectuadas en animales de más de 30 meses. Los desplazamientos de los precios de fin de año en favor de la carne de cerdo y de las aves de corral deberían contribuir a impulsar la producción en esos sectores.

Exportaciones mundiales de carne 1/

  1999 2000 2001
pronóst.
  ( . . miles de toneladas . . )
TOTAL MUNDIAL 16 744 16 978 17 138
Carne de ave 2/ 7 009 7 213 7 364
Carne de cerdo 3 304 3 227 3 275
Carne bovina 5 483 5 498 5 442
Carne ovina      
y caprina 695 775 790
Otras carnes 252 266 266
 
Fuente: FAO Nota: Los totales se calculan a partir de datos no redondeados.
1/ Incluídas la carne (fresca, refrigerada, congelada preparada y enlatada), equivalente del peso en canal; excluídos los envíos de las reses vivas, las menudencias y el comercio intracomunitario de la CE.
2/ Incluye los productos transbordadores de China, Hong Kong RAE y los Países Bálticos.

Los aumentos del comercio de la carne se prevén en torno al 2 por ciento, como a los del año pasado pero muy inferiores a la media anual del 5 por ciento de los últimos cinco años. En Asia, puede que la disminución del crecimiento se deba a la daja en la demanda de importaciones de carne de cerdo en la República de Corea y a la gran cantidad de existencias de carne de vacuno congelada tanto en este mercado como en el Japón. Limitados por unos aumentos exiguos de las disponibilidades, los envíos de carne de las regiones desarrolladas disminuirán ligeramente, ya que los aumentos en las expediciones norteamericanas de carne de cerdo y de aves de corral no compensan la disminución de las exportaciones de carne de vacuno de la CE. La contención del brote de fiebre aftosa en algunas partes de América del Sur debería dar lugar a una reanudación de las ventas de carne de vacuno en 2001, pero las perspectivas para el comercio de los diversos tipos de carne y la evolución de los precios de cada uno, tanto en la CE como a nivel mundial, dependen en parte de la reacción de los consu-midores ante los problemas de la EEB.

Entre las políticas que podrían influir en las perspectivas del comercio en los próximos años figuran dos recientes reglamentaciones de la OMC: una sobre la estructura de la comercialización de la carne de vacuno en la República de Corea, y la otra sobre los contingentes arancelarios aplicados a la carne de cordero de los Estados Unidos. Se prevé que la República de Corea, en respuesta a un fallo sobre la incompatibilidad de sus reglamentaciones internas sobre la importación, distribución y ventas al por menor de la carne de vacuno importada, introducirá reformas importantes en sus regímenes de importación y distribución de carne de vacuno que coincidirán con la liberalización del mercado coreano de la carne de vacuno en 2001. Entre tanto, se descubrió que las restricciones de los contingentes arancelarios de los Estados Unidos aplicados a las importaciones del cordero de Nueva Zelandia y Australia, ejecutadas en julio de 1999, violaban las normas de salvaguardia de la OMC. Pero es posible que los Estados Unidos apelen de esta decisión. En Europa, la "opción doble cero" entre la CE y la mayoría de los países de Europa oriental entró en vigor el 1 de julio de 2000. Esta disposición deja margen para un aumento de los flujos del comercio bilateral, especialmente para los productos de carne de cerdo, mediante contingen-tes mayores y aranceles contingentarios nulos, y eli-mina el recurso a las subvenciones a la exportación entre los países participantes.


La EEB: una preocupación mundial

Una gran incertidumbre obnubila las perspectivas para el sector de la carne de la CE, al haberse descubierto a fines de 2000 casos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en países miembros de la CE anteriormente considerados exentos de la enfermedad. La Comisión Europea ha establecido algunas medidas relacionadas con la EEB que incluyen la prohibición temporal del uso de la harina de la carne con hueso para piensos, el examen obligatorio de los animales sacrificados de más de 30 meses de edad, y la compra y destrucción de todo el ganado que resulta con un test positivo.

Al final de enero de 2001, la FAO insistió en que todos los países del mundo debían preocuparse por la "enfermedad de la vaca loca" y adoptar medidas para reducir y prevenir los riesgos. Entre las medidas pueden indicarse la aplicación de una vigilancia eficaz de la EEB en el ganado y de controles de las industrias de los piensos y de la carne. Lo cual en este momento comporta: pruebas de laboratorio con muestras tomadas de ganado sacrificado, eliminación de los animales muertos, y elaboración mejorada de los despojos y subproductos. Como medida inmediata, los países que han comprado animales y harina de carne con hueso a socios comerciales infectados de EEB deberían examinar la posibilidad de prohibir, como medida cautelar, la alimentación de rumiantes (ganado, ovejas, cabras) con harina de carne con hueso, o de reducir el riesgo de infección para todos los animales.

En el sitio web de la FAO se puede obtener más información al respecto:

http://www.fao.org/livestock/AGAP/FRG/Feedsafety/fs2.htm.


Previous PageTable Of ContentsNext


    Page