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IV. EVOLUCIÓN DE LAS POLÍTICAS DEL SECTOR CÁRNICO

Durante el período de 1998 a 2000, algunos países redujeron la intervención gubernamental en el sector cárnico y ampliaron a la vez el acceso a los mercados. Sin embargo, los bajos precios registrados durante el período examinado han puesto de relieve la tendencia de los países a aumentar el apoyo comercial a los sectores cárnicos, en especial en las regiones desarrolladas. Dicho apoyo se concretó en planes de sostenimiento de precios y programas de red de seguridad de los ingresos. Algunos gobiernos también aumentaron su nivel de dependencia de las medidas de política comercial con el fin de restringir el acceso al mercado para mantener el apoyo a los productores nacionales. Además del aumento repentino de los aranceles, se han aplicado en mayor medida los derechos compensatorios y los contingentes arancelarios y se han asignado mayores recursos a las cláusulas de salvaguardia especial del ARUA.

Asimismo, la incidencia recurrente de las enfermedades de los animales ha llevado a los países a imponer prohibiciones a la importación y requisitos sanitarios más estrictos, así como otras barreras técnicas como por ejemplo requisitos de etiquetado y planes de rastreabilidad de animales. Los brotes de enfermedades epizoóticas en los países en desarrollo también han llevado a que se preste un mayor apoyo al sector ganadero, tanto para la lucha contra tales enfermedades y su erradicación como para promover la capacidad de los países en desarrollo exportadores para cumplir con las restricciones técnicas más estrictas impuestas por los países desarrollados. Los bajos precios y los brotes de enfermedades de los animales han ejercido también cierta presión sobre los acuerdos comerciales regionales mientras los países luchaban por lograr una mayor competitividad comercial dentro de la región.

POLÍTICAS DE PRODUCCIÓN

En el período de 1998 a 2000 prosiguieron los avances en la reestructuración y privatización del sector ganadero en muchos países en desarrollo, tal como lo demuestra la tendencia general hacia una reducción de la participación de los gobiernos en los mercados del ganado y la carne. No obstante, en muchos países desarrollados y países con economías en fase de transición, dicha tendencia se interrumpió a medida que los bajos precios del ganado y los brotes de las enfermedades de los animales llevaron a los gobiernos a prestar mayor apoyo comercial a los productores e incrementar los gastos para la lucha contra tales enfermedades. Se prestó apoyo mediante distintos mecanismos, incluidos pagos directos más elevados, la prestación de asistencia de emergencia para catástrofes y programas gubernamentales de adquisición.

Durante este período prosiguió la tendencia al abandono de las medidas de sostenimiento de los precios a favor de los pagos directos a los ganaderos y productores de carne, en especial en Europa occidental. Un claro ejemplo de ello lo constituyen las medidas de reforma del sector de la carne vacuna aplicadas por la Comunidad Europea (CE) en virtud del Programa 2000, en julio de 2000 (véanse el Cuadro IV-1 y el Recuadro IV-1). En otros países de Europa occidental, la transición a una forma de apoyo directo a los ingresos ha ido acompañada de la concesión de primas por cabezas de ganado y del establecimiento de requisitos relativos a la densidad de la cabaña ganadera; estas medidas, a su vez, han permitido avanzar hacia un sistema más extensivo de producción animal. Entre los países que están adoptando en medida creciente los pagos directos al productor figura Islandia, donde los pagos directos para la carne ovina se basan en un sistema de derechos históricos que ha hecho subir los pagos en 7,2 por ciento en 1999. En Noruega, las ganancias de los productores de carne ovina aumentaron gracias al aumento del 11 por ciento del precio de sostenimiento de este producto, que se registró en 1999, y también se redujeron en un tercio los impuestos a la comercialización correspondientes. Mientras tanto, se introdujo un nuevo pago compensatorio regional para las aves de corral y se incrementaron a la vez las primas por cabezas de animales para muchas especies, sobre todo rumiantes.

Cuadro IV-1: Apoyo de la CE al sector de la carne vacuna







2000 1/

2000/2001

2001/2002

A partir de 2002/2003

Euro/tonelada

PRECIO DE INTERVENCIÓN 4/5/




Anunciado


3475

3242

3013

n.d.

Efectivo (84%) 2/


2919

2723

2531

1560 5/

Red de protección (78%) 3/


2711

2529

2350

n.d.







AYUDA AL ALMACENAMIENTO 6/


Precio básico


n.d.

n.d.

n.d.

2224







PRIMAS 7/




1999

2000

2001

A partir de 2002



Euro/cabeza

Prima especial 8/






Becerros


n.d.

205

270

285



135

160

185

150


Nivel total, máximo de la CE Nivel nacional (máximo)

n.d.

45

85

135

Novillos

Nivel total máximo

n.d.

244

272

420


CE, animales de 9 meses

108.7

122

136

210


CE, animales de 19 meses

108.7

122

136

210

Prima a la vaca nodriza 8/




Nivel total máximo

n.d.

205

220

230


CE

145

155

170

180


Nivel nacional

n.d.

50

50

50

Prima por sacrificio 9/



Adulto (<8 meses)

n.d.

27

53

80


Terneros (>7 meses)

n.d.

17

33

50

n.d. no disponible
1/Desde el 1° de enero al 30 de junio de 2000
2/Deben cumplirse dos condiciones separadas: los precios de mercado de la UE deben ser inferiores al 84% de los precios de intervención, y los precios dentro de un Estado miembro deben ser inferiores al 80% del precio de intervención.
3/Deben cumplirse dos condiciones separadas: los precios de mercado de la UE deben ser inferiores al 78% de los precios de intervención, y los precios dentro de un Estado miembro deben ser inferiores al 60% del precio de intervención.
4/Los procedimientos de intervención arriba indicados dejarán de existir a partir del 1° de julio de 2002, al ser sustituidos por un plan de ayuda al sistema de almacenamiento privado.
5/Sólo el recurso a la compra de intervención después del 30 de junio de 2002 recaerá en el marco de las condiciones comerciales extremas.
6/A partir del 1° de julio de 2002, la ayuda al sistema de almacenamiento privado se concederá solamente en caso de que se cumplan determinadas condiciones comerciales.
7/El derecho a recibir una prima está sujeto a límites máximos nacionales y por explotación
8/El pago de las primas especiales y por vaca nodriza está sujeto a un a combinación máxima de dos unidades pecuarias por hectárea y año. En caso de que la densidad no supere 1,4 unidades pecuarias por hectárea y los animales se alimenten en pastizales, se otorgará una prima adicional de 100 euros por cabeza de ganado.
9/Se trata de un nuevo programa introducido en el año 2000. Los pagos adicionales a un Estado miembro pueden efectuarse en concepto de primas por cabeza de ganado o por superficie. Tales pagos no pueden superar 210 euros por cabeza de ganado en 2000, 280 euros en 2001 y 350 euros en 2002.

Recuadro IV-1

REFORMAS EN MATERIA DE POLÍTICAS EN EL RÉGIMEN DE LA CARNE VACUNA DE LA CE

Las reformas del sector de la carne vacuna de la CE, en el marco del Programa 2000 de enero de 2000, siguieron la tendencia de sustituir las ayudas a los precios por pagos directos. Las características principales de la reforma son la reducción de las ayudas a los precios de la carne vacuna en un plazo de tres años, con una compensación en forma de pagos directos o primas más elevados, en el marco de los programas existentes, y el establecimiento de dos nuevas primas por sacrificio (Cuadro IV-1). Estas políticas relativas a la carne vacuna están destinadas a evitar la acumulación de los excedentes previstos a partir de la eliminación de las directrices restrictivas en materia de sacrificio de animales por encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Sin embargo, desde cuando se aplicaron las reformas, los brotes de EEB en aquellos estados que antes estaban libres de la enfermedad han llevado a que se preste mayor apoyo a la industria de la carne vacuna.

Los precios de intervención de la carne vacuna, es decir, los precios a los cuales el Gobierno emprende la operación de compra de apoyo, se recortarían en 20 por ciento en tres años, a partir del 1° de julio de 2000. La compra de intervención está sujeta a un límite anual de 350 000 toneladas en el ámbito de toda la CE. Al cabo de este período, la ayuda a los servicios privados de almacenamiento constituirá la principal medida de intervención en el mercado, y la Comisión otorgará subvenciones a los comerciantes privados para sus gastos de almacenamiento cuando los precios medios del mercado interno caigan por debajo de 2 291 euros por tonelada (2 455 dólares EE.UU.). No obstante, seguirá siendo posible efectuar compras adicionales en la red de seguridad de los ingresos, cuando los precios de los becerros/novillos bajen a 1 560 euros por tonelada (1 404 dólares EE.UU.).

Para indemnizar a los productores por la eventual baja de los precios de mercado, se aumentaron las primas vigentes y se introdujeron dos primas nuevas por sacrificio, para el ganado adulto y los terneros. Estos nuevos pagos se efecuarían directamente a los agricultores, a la presentación de una prueba del sacrificio o de la exportación a un país fuera de la CE, pero estarían sujetas a topes nacionales. En el marco de los programas en curso, la prima especial para la carne vacuna (que sólo se paga para animales machos o razas de bovinos para carne) y la prima por vaca nodriza (que se paga anualmente por las vacas de razas para carne mantenidas para criar a los terneros) se incrementaría en tres escalones anuales, a partir de 2000. El número máximo de animales para los cuales un productor puede reclamar un pago adicional corresponde a una densidad de la cabaña ganadera de dos unidades pecuarias por hectárea forrajera lo cual, junto con el aumento de las primas, impulsa una producción animal extensiva. Además, la financiación de los Estados miembros para ayudas directas al sector se ha incrementado con el fin de permitir la flexibilidad necesaria para compensar las diferencias regionales en las prácticas de producción.

Como medida previa a la aplicación de la nueva política, la CE redujo gradualmente las existencias de intervención desde el nivel máximo de 1996-1997 debido a la EEB, con un descenso estimado en casi el 30 por ciento en los desembolsos de esta partida presupuestaria (Cuadro IV-2). Estos ahorros fueron anulados en parte por los mayores gastos efectuados en concepto de pagos directos a los productores. Los gastos adicionales se contrajeron para respaldar el sector ganadero de la CE, al permitir, a fines de 1998, que la carne de cerdo tuviera acceso al plan de almacenamiento privado, en respuesta a los bajos precios del ganado porcino; sin embargo, dicho acceso se interrumpió al final de 1999. El descenso previsto en los gastos presupuestarios de la CE para las existencias de intervención fue anulado al final de 2000 por la emergencia provocada por la EEB en los países que anteriormente se consideraban libres de esta enfermedad.

En respuesta a la crisis de la EEB, la Comisión Europea ha ejecutado dos planes destinados a respaldar el sector de la carne vacuna. El primero, en funcionamiento desde el 30 de junio de 2001, es el plan de “compra para fines de destrucción” y está dirigido a indemnizar a los productores por los animales de más de 30 meses de edad a los que no se somete a ensayo en el matadero para detectar la EEB. El segundo, que se aplica a partir del 1° de julio de 2001, asegura que todos los animales de más de 30 meses de edad se sometan a ensayo para detectar la EEB en el matadero y permite a los Estados miembros almacenar carne procedente de esos animales por medio de un sistema de licitación. La Comunidad financiará el 70 por ciento del precio de la carne comprada en virtud de dicho plan, mientras que los Estados miembros financiarán el 30 por ciento restante.

Los ajuste estructurales siguen caracterizando a los sectores ganaderos de Europa oriental y los Bálticos, y la perspectiva de adhesión a la CE ha dado lugar a un movimiento general tendente a reducir la participación del Gobierno en los sectores ganadero y cárnico y a armonizar a la vez las reglamentaciones nacionales con las de la CE. Sin embargo, el apoyo global al sector ganadero, en especial al sector de la carne porcina, aumentó en 1999 y 2000 en respuesta a los bajos precios de la carne, debido en parte al derrumbe del mercado de exportación tradicional de la región, es decir, el mercado de la Federación de Rusia. La República Checa aumentó el apoyo a los precios de mercado de la carne de cerdo, pero redujo el apoyo al sector vacuno al centrar las subvenciones en el fomento de sistemas de producción extensiva. En Polonia, el Gobierno procuró mantener los precios mediante la compra y la venta sucesiva de 123 000 toneladas de carne de cerdo para la exportación; tales intervenciones prosiguieron hasta el mes de junio de 2000. En Hungría, los criadores de ganado porcino y los mataderos recibieron apoyo adicional del Gobierno mediante pagos directos en concepto de primas de calidad, pagos de compras de intervención y cancelaciones de intereses para fines de inversión. En Lituania, en 1999 se pagó un subsidio, con cargo al Fondo de apoyo rural, por cada cerdo vendido; en contraposición a ello, se redujo el apoyo al sector del ganado vacuno. Desde el comienzo de 2000 las subvenciones para el ganado han ido reduciéndose hasta eliminarse definitivamente el 4 de abril de 2000. En Eslovaquia y Rumania, la mayor parte del apoyo a los productores agrícolas se centró en los sectores ganaderos, ya que los ganaderos de estos países recibían más del 70 por ciento de las transferencias totales. En Chipre, en 1999, se introdujo un plan de emergencia temporal para estabilizar los precios de la carne de cerdo. El plan preveía la concesión de subvenciones a la exportación de carne de cerdo para un determinado número de animales por un total de 450 000 libras chipriotas (230 000 dólares EE.UU.) pagadas en concepto de subvenciones a los criadores de ganado porcino por medio de la Asociación de Criadores de Cerdos.

En Asia, el Gobierno del Japón ha bajado lentamente los precios de sostenimiento del ganado; en 1999-2000 el precio mínimo de la escala de estabilización de precios de carne de cerdo se redujo en 2,6 por ciento, mientras la mayor parte de los precios administrados de los terneros se congelaron en los niveles de 1998. A finales de 1999, sin embargo, se estableció un programa de almacenamiento de la carne de cerdo dirigido a sostener los precios al por mayor. El Gobierno, que mantenía un plan de pagos compensatorios destinados a los terneros para engordar, en 2000 amplió la cobertura del mismo hasta incluir dos tipos de razas separadas: razas lecheras (para carne vacuna) y razas cruzadas (Wagyu-Holstein). De manera análoga, en junio de 2000, la República de Corea introdujo un nuevo programa de producción de carne vacuna de calidad que sustituyó la anterior prima por sacrificio de varios won/quintal con un pago de 100 000-150 000 won (83-125 dólares EE.UU.) por cada becerro Hanwoo que se esterilizara. Además, para impulsar la no comercialización de las vacas, el Gobierno otorgó a los agricultores 200 000 won (167 dólares EE.UU.) por cabeza para las vacas que dieran a luz su tercero/cuarto ternero y 300 000 won (250 dólares EE.UU.) por cabeza para las vacas que ya hubiesen dado a luz cinco terneros por lo menos. La financiación estaba a cargo en igual medida de los gobiernos centrales y regionales. Además, en 2000 se estableció un programa de estabilización que preveía la concesión de pagos compensatorios en apoyo de la cría de terneros, cuyo límite superior era de 200 000 won por ternero (170 dólares EE.UU.). Dicho límite se subió a 250 000 won (208 dólares EE.UU.) en enero de 2001. Los agricultores que deseaban participar en el plan tenían que pagar un impuesto de 10 000 won por ternero (8,3 dólares EE.UU.).

En América del Norte, los bajos precios de los productos llevaron a la prestación de un apoyo legislativo complementario al sector agrícola mediante la prestación de socorro de urgencia y para casos de catástrofe. En el Canadá, en 1998, se introdujo un Programa de asistencia en casos de catástrofe para los ingresos agrícolas (AIDA). Este programa de dos años, que originariamente contaba con una financiación nacional de 606 millones de dólares EE.UU., estaba a disposición de aquellos agricultores cuyo margen agrícola bruto cayese por debajo de un determinado nivel. En los Estados Unidos, los ganaderos se beneficiaron de la legislación vigente para financiar un programa complementario de urgencia multianual de 5 900-8 700 millones de dólares EE.UU. De esta cifra, se autorizó la utilización de unos 500 millones de dólares EE.UU. para un programa de indemnización ganadera y asistencia al ganado en casos de urgencia, es decir, un plan de asistencia de costos compartidos para los ganaderos que habían perdido su producción de pienso en catástrofes naturales. Mientras tanto, en el marco del programa de pagos para la cría de cerdos de tamaño pequeño se gastaron 150 millones de dólares EE.UU. con el fin de proporcionar 10 dólares EE.UU. por cerdo comercializado a los productores que no hubiesen vendido más de 2 500 cerdos durante la segunda mitad de 1998. Los pagos se limitaron a un máximo de 500 cerdos o bien de 5 000 dólares EE.UU. por productor. Además, se asignaron 80 millones de dólares EE.UU. a un fondo especial utilizado para la eliminación de los animales infectados por la enfermedad del cerdo y la seudo-rabia. Entre tanto, se proporcionaron indemnizaciones a la industria estadounidense de carne de cordero, por un valor total de 130 millones de dólares EE.UU., en respuesta a los daños implícitos causados por el aumento de las importaciones. En mayo de 2000, el USDA comenzó a tomar en consideración la propuesta de financiar por un valor de hasta 4 millones de dólares EE.UU. unos proyectos competitivos de comercialización y promoción destinados a incrementar las ventas de cordero estadounidense.

En 2000, en muchos países aumentó el apoyo al sector ganadero debido a los brotes de enfermedades de los animales. Estos brotes se propagaron por los países de Asia, África, América Latina y Europa, y muchos países contrajeron gastos considerables para luchar contra estas enfermedades y erradicarlas. Entre ellas figuraban la fiebre aftosa (FA), la peste porcina africana, la peste porcina clásica, el virus Nipan, la fiebre del Valle del Rift y la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). El respaldó no se limitó a aquellos países donde se habían propagado las enfermedades, sino que se extendió también a otros países en los que se habían adoptado medidas precautorias a fin reducir al mínimo los riesgos de enfermedad, sobre todo en relación con la EEB y la FA.

En la CE, desde cuando reapareció la EEB a finales de 2000, la Comisión Europea adoptó varias medidas relacionadas con esta enfermedad que preveían la prohibición temporal de alimentar a los animales con piensos fabricados a partir de harinas de carne y huesos, el ensayo obligatorio del ganado sacrificado con más de 30 meses de edad, y la compra y destrucción de todos losa animales que resultaran positivos al ensayos. Otros gastos para la CE derivarán de los planes destinados a apoyar el sector tras indemnizar a los productores por la matanza de ganado vacuno que no se haya sometido a ensayo para detectar la EEB (Cuadro IV-2).

El Gobierno de la República de Corea extendió el apoyo a las industrias ganaderas a raíz de la crisis de FA que se produjo en marzo de 2000. Se asignaron 476 600 millones de won (433 millones de dólares EE.UU., aproximadamente) para mitigar los efectos de la enfermedad sobre la industria. La financiación de alrededor de 440 000 millones de won (365 millones de dólares EE.UU.) que se obtuvo del Fondo de fomento ganadero se utilizó de la manera siguiente:

En el Japón, cuatro casos de FA, en abril de 2000, llevaron a la eliminación selectiva de 740 cabezas de ganado y al pago de unos 332 millones de yen en concepto de indemnización a los productores por el ganado perdido. Además, se adoptaron medidas de vigilancia serológica respecto de 28 114 explotaciones agrícolas y 52 994 animales, y se reformó a la vez la Ley sobre Lucha contra las Enfermedades Infecciosas del Ganado, de modo que se promoviera la adopción de medidas de inspección más cabales.

Otros países no directamente afectados por brotes de enfermedades han adoptado medidas encaminadas a reducir al mínimo, en particular, el riesgo de EEB y FA. Por ejemplo, Bulgaria ejecutó programas especiales de ensayo del ganado expuesto a riesgo de contagio de EEB. Comportarán gastos adicionales las medidas tomadas para someter a seguimiento la recogida y eliminación de los materiales de alto riesgo con el fin de impedir la propagación de la EEB, aumentar la vigilancia de los animales vivos, someter a ensayo el ganado importado, prohibir el uso de harinas a base de huesos y carne, y adoptar otras medidas de control veterinario interno y en frontera, así como restricciones relativas a las importaciones de ganado, carne y piensos de países de la CE.

Cuadro IV-2: Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícolas, gastos en concepto de ganado y carne



1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2000 1/

Millones de euros 4/

CARNE TOTAL

6095

6610

8730

10292

7936

6892

6702

8012

Reintegros por exportaciones

2181

2051

1787

1642

926

963

996

719

Intervención 2/

3914

4559

6943

8650

7010

5929

5706

7293

CARNE VACUNA

3532

4091

6796

6675

5160

4578

4539

6245

Reintegros por exportaciones

1708

1761

1559

1499

774

595

661

572

Intervención 2/

1824

2330

5237

5176

4386

3983

3878

5673

De los cuales:









Almacenamiento privado y público

-209

-215

620

749

145

-37

-83

237

Primas por vaca nodriza

955

1126

1632

1522

1653

1658

1628

1838

Primas especiales por carne vacuna

657

957

1407

1238

1341

1297

1299

1619

Primas por extensificación

389

438

507

569

706

714

715

757

Primas por sacrificio

n.d.

n.d.

n.d.

n.d.

n.d.

n.d

n.d.

716

Otros

32

24

1071

1098

541

351

319

506

CARNE DE OVINOS

1933

2204

1682

1425

1534

1894

1736

1620

Almacenamiento privado

2

0

2

0

0

3

4

1

Primas por ovejas y cabras

1628

1781

1321

1067

1171

1536

1365

1251

Primas por zona

303

423

360

359

364

356

369

369

Otros

n.d.

n.d.

-1

-1

-1

-1

-2

-1

CARNE DE CERDO

416

143

125

479

239

327

354

88

Reintegros por exportaciones

259

118

101

72

75

275

262

88

Almacenamiento privado

22

18

18

n.d.

n.d.

46

92

0

Apoyo excepcional a los mercados

135

7

6

407

164

6

0

0










CARNE DE AVES

214

172

127

71

77

93

73

59

Reintegros por exportaciones

214

172

127

71

77

93

73

59

1/Presupuestado (Presupuesto complementario y modificatorio no.1/2001)
2/Todos los gastos que no sean reintegros por exportaciones
3/Antes de 1999, el presupuesto era en ECU.
Fuente: Comisión Europea

Muchos países han adoptado medidas tendentes a incrementar la productividad del sector ganadero mediante la mejora genética del ganado, las prácticas de manejo y la infraestructura. Turquía anunció un proyecto revisado de fomento del ganado, al que asignó unos 70 millones de dólares EE.UU., que empezaría en 2000. Indonesia, en sus esfuerzos por ayudar a los agricultores a mejorar las razas de ganado, en 2000 importó 110 cabezas que se utilizarían en la aplicación de la tecnología de inseminación artificial y trasplante de embriones. En diciembre de 2000, el Gobierno vietnamita aprobó un nuevo proyecto de mejora de los sistemas de zootecnia en el país. En 2000, se propusieron a nivel nacional 24 proyectos que se centrarían en la investigación y generación de nuevas razas de animales. China ha estipulado contratos de préstamo con el Banco Mundial por casi 200 millones de dólares EE.UU. en apoyo de un proyecto de infraestructura para el ganado que abarca cuatro provincias en Asia oriental y central y en cuyo ámbito se hace hincapié en satisfacer la demanda creciente de carne vacuna de calidad. Además de los nuevos lotes de piensos e instalaciones de elaboración, el proyecto efectuará muchos gastos en la mejora de la cabaña vacuna, en especial mediante el uso de material genético importado, es decir, animales, semen y embriones.

POLÍTICAS RELATIVAS AL CONSUMO Y LA COMERCIALIZACIÓN

Las crecientes preocupaciones por el tema de la inocuidad de los alimentos y las enfermedades epizoóticas han acentuado la tendencia de los países a aplicar leyes encaminadas a mejorar las normas de calidad de la carne. Muchos países procedieron a la aplicación de reglamentos en materia de inocuidad de los alimentos y aumentaron los requisitos de etiquetado para asegurar que las normas de calidad de los alimentos fuesen más estrictas. En numerosos países en desarrollo este proceso fue acompañado de la elaboración de normas sobre animales vivos y clasificación de la carne, la mejora de los sistemas de certificación de la salud animal, la ampliación de los reglamentos de las industrias cárnicas locales y el establecimiento de unas normas veterinarias y sanitarias más rígidas. Además, los nuevos sistemas de identificación y registro de animales, ya establecidos y en funcionamiento, se ampliaron gracias a los planes de rastreabilidad que originariamente se habían establecido en respuesta a las necesidades de los importadores y que más tarde, según se reconoció ampliamente, resultaron ser provechosos para la lucha contra los brotes de enfermedades de los animales.

En Etiopía, la Junta de ganado y comercialización ha elaborado normas sobre animales vivos y clasificación de la carne. Mientras tanto, en la región de África oriental las preocupaciones por las graves sequías y enfermedades de los animales han llevado a establecer un sistema común de certificación de la salud animal. Este sistema de certificación dirigido a mejorar la salud animal también facilitará con el tiempo la circulación del ganado a través de Kenya, Etiopía y Somalia que, según se prevé, firmarán un protocolo para la libre circulación de los animales y productos ganaderos entre las fronteras. En 2000 Sudáfrica aprobó una Ley sobre Identificación de Animales, mientras que en Botswana, en enero de 2000, se institucionalizaba un sistema de identificación de animales por microplaquetas de computadora. En Lituania, un decreto del Ministro de Agricultura de 1999 establecía normas de clasificación para las canales de ganado vacuno y porcino. Entre tanto, en el país también se establecía un sistema de rastreabilidad y en 2000 se introdujeron pasaportes para animales. En junio de 2000, Turquía declaró que aplicaría una reglamentación por la cual todos los rumiantes de tamaño grande deberían tener un certificado de identificación y una chapa en la oreja. Muchos países de Europa oriental, incluida la República Checa, han procedido a adoptar un nuevo sistema de identificación y registro de animales compatible con el de la CE. En julio de 2000, la Junta de inspección de alimentos del Canadá enmendó el reglamento sobre clasificación de las canales de ganado y aves a fin de permitir aplicar las denominaciones establecidas según la clasificación canadiense a las canales de vacuno importadas. Gracias a esta enmienda, tales denominaciones pudieron aplicarse del mismo modo tanto a los productos nacionales como a los importados y fue posible armonizar las normas canadienses y estadounidenses sobre clasificación para la importación de ganado vacuno y canales. Además, para el final de 2000 se había establecido un sistema obligatorio de fijación de chapas de identificación en el ganado vacuno.

Muchos países, para fortalecer el sistema de rastreabilidad y responder a las preocupaciones en materia de inocuidad de los alimentos están aplicando reglamentos sobre el etiquetado. En la CE, al 1° de septiembre de 2000, los Estados miembros tenían que indicar en las etiquetas de los productos de carne de vacuno el país donde se había sacrificado el animal, el país donde se había cortado y deshuesado y el código de referencia del animal. Al 1° de enero de 2002, las etiquetas tendrán que indicar el país de nacimiento del animal y dónde se habrá engordado y sacrificado. En las etiquetas de los productos procedentes de terceros países deberá figurar la indicación “carne de vacuno procedente de fuera de la CE” y el nombre del país donde se habrá sacrificado el animal. Mientras tanto, en Suiza la nueva normativa sobre etiquetado que se aplica desde enero de 2000 exige que si se importan al país carne y huevos frescos producidos por métodos que no están permitidos en Suiza, ello se indique en la etiqueta del producto en cuestión. En particular, en la etiqueta de los productos cárnicos debe indicarse claramente si se han utilizado hormonas o estimuladores del crecimiento antibacterianos.

Los gobiernos también aplican legislaciones que prevén una ampliación de la normativa relativa a las industrias cárnicas locales. En Hong Kong (región administrativa especial de China), se prevé que la ampliación de la normativa relativa a las industrias cárnicas locales, realizada en el marco del nuevo Departamento de Alimentación Animal e Higiene Ambiental, impulsará el crecimiento del comercio. En muchos países de Europa central y oriental y países bálticos, los gobierno financian inversiones en mataderos e instalaciones de elaboración, en parte con cargo al Programa de ajuste estructural y desarrollo rural y agrícola de la CE (SAPARD). En Lituania, a los mataderos y las empresas cárnicas que quieran aplicar las normas veterinarias y sanitarias de la CE, se les prestará asistencia estatal con cargo al programa SAPARD. Además el Gobierno, al 12 de julio de 2000, había aplicado una nueva ley por la que se establecían normas alimentarias.

A pesar de la ampliación de las legislaciones gubernamentales para responder a las preocupaciones acerca de la inocuidad de los alimentos, durante este período, sobre todo en los países en desarrollo, ha proseguido la tendencia hacia una mayor privatización de los mataderos y las instalaciones de elaboración, así como de los servicios veterinarios. Esto es particularmente cierto en África; por ejemplo, en la República Centroafricana se la elaborado un plan agrícola por el cual se privatizarán los servicios veterinarios y otros servicios, mientras que en Rwanda y Burkina Faso se está adoptando una legislación análoga. En Turquía, se está privatizando la Junta para la carne y el pescado y ya se han privatizado parte de sus instalaciones de elaboración para la carne y el pescado. Mientras tanto, hacia el final de 1999 proseguía el proceso de desreglamentación de los órganos estatutarios, y la Junta de las industrias de carne de cerdo de Nueva Zelandia interrumpía todas las actividades de cría y venta de cerdos.

OTRAS POLÍTICAS NACIONALES CONEXAS

La preocupación que suscitan las repercusiones negativas en el medio ambiente derivadas de una producción ganadera intensiva ha llevado a la adopción de medidas de reducción de algunas prácticas. La Estrategia de ordenación del medio ambiente para el ganado porcino, introducida en el Canadá en 1997, fue sustituida a principios de 2000 por la Iniciativa ambiental para el ganado, un programa de un año que asignaba un millón de dólares EE.UU. a la investigación y el desarrollo, la evaluación y la transferencia de tecnología a la industria ganadera, y 300 000 dólares EE.UU. a la evaluación de los posibles sistemas de certificación ambiental para la industria del ganado porcino. En la Provincia china de Taiwán, se impuso un plan de ordenación sostenible de cuatro años, que contenía las disposiciones siguientes: después del 31 de diciembre de 2000, en las normas sobre descarga de aguas procedentes de explotaciones de ganado porcino con más de 20 cerdos se aplicarían límites estrictos para las cuencas hidrográficas de los ríos utilizados como fuentes de agua potable.

En Lituania, se han adoptado nuevos principios sobre gestión de abonos naturales similares a los principios establecidos en la CE que, combinados con la reglamentación sobre densidad animal y con el programa de certificación ecológica de las explotaciones agrícolas, promueven un sistema de producción animal más extensiva. El Gobierno de los Países Bajos ha elaborado un sistema para reducir el excedente de abono natural del país, llamado “sistema de análisis de minerales” o MINAS. A todos los agricultores se les pedirá que participen en el programa que comenzará en 2001. Además, el programa permite a los agricultores que crían cerdos y aves vender sus explotaciones al Gobierno. En noviembre de 2000, cuando se concluyeron las primeras negociaciones del programa de adquisición, el Gobierno compró varias explotaciones que producían el equivalente de 2,7 millones de toneladas de fosfatos. El precio medio pagado a los agricultores fue de 84 euros por metro cuadrado (76 dólares EE.UU.), con un volumen total disponible para compras de 305 millones de euros (294 millones de dólares EE.UU.).

Los países están introduciendo en medida creciente leyes que establecen normas sobre el bienestar de los animales y regulan el uso de los animales en la investigación. La mayor parte de estas reglamentaciones se promulgan en países desarrollados; sin embargo, también algunos países en desarrollo planifican aplicar una legislación análoga para asegurar la conformidad con las normas de los países desarrollados. En Nueva Zelandia, en noviembre de 1999 se introdujo una Ley sobre Productos Animales en cuya Parte 4 se estipulaba el establecimiento de unas normas sobre bienestar de los animales que todo producto de origen animal destinado al comercio debía acatar. En enero de 2000 entró en vigor una nueva Ley sobre Productos Animales que establecía normas sobre el bienestar de los animales, regulaba el uso de los animales en la investigación y establecía un Comité asesor nacional de ética en materia de animales. En Botswana, se ha aprobado un proyecto de ley para asegurar la conformidad con la reglamentación de la CE sobre bienestar de los animales.

POLÍTICAS COMERCIALES INTERNACIONALES

Medidas relativas a la importación

El Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura (ARUA) negoció bajas de los aranceles, ayudas internas y subvenciones a la exportación. No obstante, en el período 1998-2000, los mercados de la carne experimentaron una serie de aumentos repentinos de los aranceles, un mayor número de casos de antidumping y la imposición de derechos compensatorios, y se recurrió más a las cláusulas de salvaguardia del ARUA. En la mayoría de los casos, estos cambios de política se efectuaron para proteger a los productores nacionales en momentos en que los precios de la carne eran muy bajos; pero no se violaron las obligaciones contraídas en virtud del Acuerdo, especialmente por lo que respecta a los niveles de los derechos arancelarios consolidados. Por otra parte, las restricciones sanitarias y fitosanitarias al acceso a los mercados se debieron a la proliferación de los brotes de enfermedades epizoóticas en todo el mundo en el año 2000.

En muchos países de Europa central y oriental se instituyeron en 1999 una serie de aumentos arancelarios debidos a la baja de los precios del cerdo y la mayor circulación de productos subvencionados de la CE en esos mercados. En la República Eslovaca, a partir del 1° de junio de 1999 se empezó a aplicar un nuevo derecho sobre la importación de carne del 7 por ciento, que pasó a un 5 por ciento desde el 1° de enero de 2000, y se eliminó a finales de 2000. Eslovaquia impuso asimismo contingentes de importación respecto de los cerdos procedentes de la República Checa entre los meses de mayo y noviembre de 1999. Acogiéndose a la cláusula de salvaguardia agrícola especial del ARUA, Polonia aplicó en 1999 aranceles adicionales a la carne de cerdo y a la de aves. A las importaciones fuera de contingente se les aplicó otro gravamen más. Además, en el primer trimestre de 1999 se interrumpieron los aranceles preferenciales para la importación de carne de cerdo y de aves procedente de algunos países del ALCEC[31] y, a mediados de 1999, los aranceles de importación de carne de cerdo se subieron a los niveles máximos consolidados establecidos en el ARUA. Rumania aplicó un derecho de salvaguardia del 45 por ciento para las importaciones de cerdos y aves (que suelen situarse en un 15 por ciento) de Hungría, medida que caducó el 2 de julio de 2000. En mayo de 1999, Suiza recurrió a la cláusula de salvaguardia agrícola especial del ARUA y aumentó los aranceles para la importación de carne de cerdo.

En Viet Nam, el Gobierno incrementó en 1999 el derecho preferencial de importación con respecto a las importaciones de carne de cerdo del 20 al 30 por ciento, lo cual reflejó la política de protección del sector porcino local. India convino en 2000 en abrir su mercado a la carne de aves importada, y sustituyó su exigencia de un permiso de importación por la imposición de un arancel del 100 por ciento. Desde agosto de 1999, India ha prohibido las importaciones de ganado en pie, búfalos, ovejas y cabras de países de los que se haya notificado incidencia de enfermedades derivadas de la encefalopatía espongiforme transmisible. Los Estados Unidos y el Canadá, bajo los auspicios del comité sobre SFS de la OMC, pusieron en duda el fundamento científico de esta notificación. En abril de 2000, China, para salvaguardar los canales comerciales oficiales, emitió un reglamento sobre precios mínimos de importación de carne de aves, que pasaron en octubre de 2000 de un arancel ad valorem a un derecho específico (basado en el peso).

Se ha notificado que la República Dominicana ha exigido que todas las importaciones de carne fueran aprobadas por el Secretario de Agricultura, en tanto que se aprobó legislación tendente a aumentar los derechos de importación de los productos cárnicos del 25 por ciento a la tarifa consolidada máxima permitida por el Acuerdo sobre la Agricultura, esto es, el 40 por ciento. Se incrementó la protección del sector de la carne en El Salvador mediante un aumento de los aranceles de los productos cárnicos; se informa de que los derechos de la carne bovina se aumentaron del 15 al 40 por ciento, al igual que los de la carne de cerdo y las salchichas. Del mismo modo, en Suriname, los aranceles de la carne de pollo sufrieron un aumento del 10 al 20 por ciento. En Argentina se aplicaron precios mínimos de importación para la carne de pollo procedente del Brasil a partir de julio de 2000, debido a un caso de antidumping presentado por la cámara local de elaboradores de carne de aves. El contingente anterior de pollos enteros brasileños (no partes) fue sustituido por precios mínimos de importación de 0,92 a 0,98 dólares EE.UU./kilogramo. Por su parte, en octubre de 1999, el gabinete de Jamaica aprobó un plan de enmienda de la Ley sobre el Impuesto del Timbre de modo que se aplicaran derechos totales del 86 por ciento a los cortes delanteros y recortes de carne vacuna fresca, picada y deshuesada, en sustitución del arancel del 40 por ciento que se aplicaba anteriormente.

Durante el período en examen aumentó el uso de derechos compensatorios como medio de restringir el comercio. En Sudáfrica, a partir de julio de 2000, el Gobierno impuso pagos antidumping provisionales a las importaciones de cuartos de pollo procedentes de los Estados Unidos, de 2,25 rand a 7,25 rand por kg (316 a 1 020 dólares EE.UU. por tonelada). Esta carga se impuso por encima del derecho de importación de 316 dólares por tonelada. Los actuales derechos ad valorem equivalentes van de un 70 a un 150 por ciento. México tomó otras medidas antidumping en octubre de 1999 e impuso derechos compensatorios respecto de las importaciones de cerdos vivos estadounidenses para matadero. El Gobierno mexicano adoptó una decisión final en el caso de antidumping contra los exportadores estadounidenses de carne vacuna y menudos comestibles de carne vacuna en abril de 2000, según la cual se imponía una serie de complejos derechos de importación específicos a la mayor parte de las piezas y cortes de carne vacuna, con distintos derechos compensatorios, según el tipo de producto y el exportador estadounidense de que se tratase. No obstante, el fallo final suprimió los anteriores derechos aplicables a la lengua, el hígado y otros menudos comestibles. En 1999, los Estados Unidos, tras imponer derechos compensatorios al ganado en pie procedente del Canadá, revocaron la decisión y eliminaron los derechos en vista de que los resultados de una investigación realizada no brindaron justificación alguna para la decisión anterior. Asimismo, en 1999, el Gobierno de los Estados Unidos impuso medidas de salvaguardia respecto de las importaciones de cordero.[32] Se impuso un contingente arancelario de 31 851 toneladas (en equivalente en peso del producto), con un arancel del 9 por ciento aplicable a las importaciones dentro del contingente, y del 40 por ciento por lo que respecta a las importaciones fuera del contingente. El contingente se incrementó en 857 toneladas en 2000, y los aranceles se redujeron al 6 por ciento respecto de las importaciones dentro del contingente y al 32 por ciento en lo que hace a los derechos fuera del contingente. Entre tanto, la CE, pese al fallo del grupo de la OMC de 1999 en cuanto a que la prohibición de importaciones de carne vacuna con tratamiento hormonal no tenía fundamento científico, ha mantenido las restricciones a las importaciones, y los Estados Unidos y el Canadá impusieron derechos de retorsión.

Se aplicaron otras medidas que también afectaron al acceso a los mercados. Por ejemplo, Filipinas estableció el 19 de mayo de 2000 nuevos requisitos de inspección de la carne respecto de la carne importada, lo cual generó retrasos en la expedición de las licencias de importación de todas las carnes que ingresaban a dicho país. En Nigeria, si bien se levantó la prohibición de la importación de aves en el año 2000, los derechos de tales importaciones se aumentaron del 55 al 75 por ciento.

Se aplicaron otras medidas que también afectaron al acceso a los mercados. Por ejemplo, Filipinas estableció el 19 de mayo de 2000 nuevos requisitos de inspección de la carne respecto de la carne importada, lo cual generó retrasos en la expedición de las licencias de importación de todas las carnes que ingresaban a dicho país. En Nigeria, si bien se levantó la prohibición de la importación de aves en el año 2000, los derechos de tales importaciones se aumentaron del 55 al 75 por ciento.

No obstante, también se adoptaron medidas destinadas a aumentar las posibilidades de acceso a los mercados. A título ilustrativo, en octubre de 2000, Hungría abrió oficialmente un contingente especial libre de gravámenes para 50 toneladas de carne vacuna de América del Norte de gran calidad, que podría ampliarse a 200 toneladas en 2001. Por su parte, a mediados de 2000, Letonia levantó sus restricciones a las importaciones, que consistían en un derecho aduanero mínimo de 0,5 lati/kg (1 000 dólares EE.UU./ton). Se compensará a la industria subvencionando el sector de cría de cerdos mediante la financiación de un millón de lati (600 000 dólares EE.UU.). En América Latina, Guatemala incrementó a partir de febrero de 2001 su contingente arancelario respecto de la carne de aves de 7 000 toneladas a 39 452 toneladas, en tanto que reducía sus aranceles dentro del contingente y sus derechos fuera de contingente (el 15 y el 45 por ciento, respectivamente) al 5 por ciento. Además, a fines de 2000 Argentina levantó una prohibición que estaba imponiendo, por razones sanitarias, a las importaciones de cerdo fresco con hueso de los Estados Unidos para su posterior elaboración. Sin embargo, esto vino aparejado con un aumento de los derechos del cerdo deshuesado congelado al 35 por ciento (el límite arancelario consolidado máximo en virtud del ARUA), del 13 por ciento que se venía imponiendo a todo tipo de cerdo, salvo las grasas y el tocino, que se tasaban con un derecho del 9 por ciento.

En Asia, Turquía finalizó una prohibición de importación de tres años respecto del ganado reproductor en agosto de 2000, pero sólo respecto de granjas que criaran por lo menos 100 cabezas. No obstante, la prohibición se ha mantenido para la carne y el ganado de matadero. Por su parte, el 1° de enero de 2001, la República de Corea ha liberalizado sus mercados de ganado y productos y ha sustituido el sistema anterior de contingentes por aranceles que irán disminuyendo durante los próximos tres años. Es posible que una menor participación del Gobierno en el mercado vaya acompañado de un cambio de las prácticas minoristas como resultado de un fallo del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC de 2000, según el cual un sistema de distribución minorista de carne vacuna separado violaba las obligaciones del ARUA. La Provincia china de Taiwán amplió el acceso a los mercados de productos cárnicos a raíz de acuerdos bilaterales previos a la adhesión a la OMC concertados con varios países. El acuerdo, convenido originariamente sólo con los Estados Unidos, se amplió a partir del 1° de julio de 1999, de modo que se estableciera un contingente mundial de 1 160 toneladas de tripa de cerdo, 2 500 toneladas de menudos de cerdo, 10 000 toneladas de menudos de vaca y 19 163 toneladas de pollo. En Bahrein se eliminaron en 2000 los derechos de importación respecto de la carne bovina y ovina. En Nepal, los derechos de importación para los productos cárnicos ahora se reembolsan si los productos de valor añadido se exportan dentro de un plazo de seis meses desde la importación del producto básico correspondiente.

Medidas en el sector de la exportación

El período 1998-2000 marcó un drástico aumento, que fue seguido de bajas, del uso de subvenciones a la exportación, principalmente por parte de la CE, aunque también de otros exportadores de carne menos importantes. Los bajos precios que registró el cerdo a fines de 1998 y la restricción de las compras de Rusia hicieron que la CE aumentara la cantidad de productos de carne de cerdo exportados en régimen de subvención. Además, la disposición de refinanciamiento prevista en el ARUA - que permite arrastrar las partes no utilizadas de las obligaciones en materia de subvenciones del año anterior (hasta julio de 2000) - facilitó el embarque de la CE de otras 200 000 toneladas de productos de carne de cerdo subvencionados, por encima de los niveles autorizados por el ARUA en el año OMC 1998-1999 (julio - junio). El aumento de precios en los distintos países de la CE y la debilidad del euro, cuando se dudaba acerca de la adhesión al límite de las exportaciones subvencionadas del ARUA, hicieron que la Comisión de la CE redujera los reintegros por exportaciones respecto de la carne de cerdo y la vacuna en 2000 (Recuadro IV-1). No obstante, al desatarse la crisis de la EEB a fines del año 2000, que produjo una paralización de las exportaciones de carne vacuna y precios astronómicos, aumentaron los niveles de reembolsos de las exportaciones.

En los Estados Unidos, continuaron las subvenciones a la exportación de la carne de aves, tras el reinicio del programa en mayo de 1998 y, tanto en el ejercicio económico de 1999 (octubre - septiembre) como en el de 2000 (aproximadamente el 1 por ciento del total de las exportaciones), se embarcaron cerca de 2 500 toneladas. Se gastaron alrededor de tres millones de dólares EE.UU. para subvencionar las exportaciones de aves en 1999 y 2000, en tanto que las subvenciones unitarias se estimaron en unos 650 dólares EE.UU. por tonelada. Se brindó más apoyo a la exportación de carne de los Estados Unidos mediante una mayor financiación para el programa de garantía del crédito GSM-102. La financiación del GSM-102 alienta a los países importadores a que amplíen sus compras de ganado y carne de los Estados Unidos. En 2000, la República Checa no subvencionó la exportación de cerdo mediante el Fondo estatal de regulación del mercado. Esto se contrapone a los 1,6 millones de dólares EE.UU. empleados para exportar 3 400 toneladas de carne de cerdo en 1999. En Polonia, el Gobierno, por conducto de la Autoridad de Comercialización Agrícola (AMA), subvencionó las exportaciones de 128 000 toneladas de carne de cerdo en 1999. Entre tanto, el Gobierno de Hungría se excedió en sus gastos presupuestarios en concepto de subvenciones a la exportación de carne para 1999, y ya en el mes de junio había empleado toda la asignación del año 2000.

La Asociación de Exportadores de Aves del Brasil y el Organismo brasileño de promoción de las exportaciones (APEX) pusieron en práctica en 2000 un nuevo programa de comercialización de las exportaciones evaluado en 4,5 millones de reales (2,5 millones de dólares EE.UU.) con el fin de promover las exportaciones de pollos de asar brasileños.

Arreglos comerciales bilaterales y multilaterales

En el período en examen se concertaron numerosos acuerdos comerciales bilaterales y regionales a fin de mejorar los intercambios comerciales. Entre estos acuerdos se contaron los Acuerdos doble cero entre la CE y los países que aspiraban a la adhesión (véase el Recuadro IV-2),[33] los acuerdos bilaterales entre China y otros países que reconocían los sistemas nacionales de inspección de carnes, y el fortalecimiento de los acuerdos comerciales regionales.

Recuadro IV-2

LOS ACUERDOS DOBLE CERO

En Europa, los acuerdos “doble cero” han entrado en vigor el 1° de julio de 2000. Se trata de una disposición que permite un mayor intercambio comercial bilateral, especialmente por lo que respecta a los productos del cerdo, mediante contingentes más elevados y aranceles cero dentro del contingente, y elimina el uso de subvenciones a la exportación entre los países participantes. Esta iniciativa, negociada por la CE con cada uno de los países aspirantes de Europa central y oriental*, forma parte de la estrategia de la CE de preparación de los países aspirantes para su adhesión. El acuerdo consiste en lo siguiente:

  • Se hacen efectivos nuevos contingentes para la importación, con derechos cero, calculados según los embarques reales declarados en los últimos tres años. Estos contingentes aumentarán anualmente durante los próximos años.
  • Se eliminan los derechos dentro del contingente para los productos procedentes de Europa central y oriental y destinados a la CE. De la misma forma se eliminan los derechos de los productos de la CE destinados a Europa central y oriental.
  • Se eliminan las subvenciones a los productos cárnicos exportados a los países de Europa central y oriental.

* Los diez países de Europa central y oriental son: Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumania.

El fortalecimiento de los acuerdos comerciales regionales ha producido algunos cambios de política regionales, que afectan el acceso a los mercados y también la competitividad comparativa de las industrias ganaderas de los distintos países. Por ejemplo, desde enero de 2000, la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA) ha impuesto un arancel externo común a los productos importados que ingresen a los ocho Estados miembros, a saber, Senegal, Burkina Faso, Benin, Togo, Malí, Níger, Guinea Bissau y Côte d’Ivoire. Los aranceles van del 0 al 20 por ciento; a la carne se la carga con un derecho del 20 por ciento, y a los animales en pie tan sólo con el 5 por ciento. Para promover los objetivos de establecer un mercado común, se tiende asimismo a armonizar los impuestos sobre el valor añadido (IVA) en todos los Estados miembros en torno a una tasa fija del 20 por ciento para los productos e insumos agrícolas. En algunos casos, estos aranceles e IVA son más altos que los vigentes en los distintos países; los Gobiernos están tratando de compensar a los productores eximiéndoles del pago del IVA sobre los insumos agrícolas.

Se han firmado otros acuerdos bilaterales sobre equivalencia de los requisitos de inspección veterinaria de modo de facilitar el comercio. En virtud de estos acuerdos, los requisitos de las inspecciones veterinarias pueden diferir de un país a otro y los distintos países tienen el derecho de establecer su propio nivel de protección de la salud pública. Hasta la fecha, la CE ha concertado acuerdos de equivalencia veterinaria con Canadá, la República Checa y Nueva Zelandia, y se están manteniendo debates al respecto con Australia, Argentina, Uruguay y Chile. Por su parte, el Servicio de Inspección de Carne del Brasil ha puesto en vigor nuevos procedimientos de registro de plantas de carne extranjeras para exportación a ese país.

En abril de 2000, los Estados Unidos y China firmaron un acuerdo bilateral en virtud del cual los chinos reconocían la certificación de la carne estadounidense respecto de la carne vacuna y la de aves, lo cual hizo posibles las importaciones a China de todas las plantas aprobadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Este acuerdo permitía vender exportaciones de carne vacuna y de aves de los Estados Unidos por las vías ordinarias minoristas y mayoristas. El 15 de agosto de 2000, China y Dinamarca firmaron un acuerdo relativo a cuestiones veterinarias que permitía exportar directamente cerdo danés a China. China y Canadá firmaron un Protocolo relativo al cerdo cuyo resultado debía ser un mayor acceso del Canadá al mercado chino, en tanto que se aprobó que las plantas de carne canadienses realizaran exportaciones a China. Entre tanto, en 2001 entró en vigor el acuerdo comercial sobre agricultura concertado entre Suiza y la CE, el cual abarcaba las carnes especiales.

Si bien durante el período en examen se produjo cierto fortalecimiento de los vínculos comerciales regionales, se han comprobado asimismo mayores conflictos en el marco de los acuerdos comerciales regionales existentes. Concretamente, los países del MERCOSUR se han enfrentado con dificultades a raíz de la conmoción financiera que llevó a perspectivas macroeconómicas divergentes. Este factor, unido a la baja de precios y a la competencia entre las industrias ganaderas en los mercados extrarregionales, llevó a ciertos conflictos comerciales en relación con los productos cárnicos, como por ejemplo, el caso de los derechos compensatorios aplicados al pollo brasileño destinado a la Argentina. Además, los problemas que se plantearon en la región para contener los brotes de enfermedades de los animales han agravado la tensión que ya se hacía sentir en ella. Los bajos precios del ganado han ejercido asimismo presión en las industrias cárnicas del bloque comercial del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), como se desprende del mayor número de casos de derechos compensatorios y de antidumping en relación con el ganado y los productos cárnicos (véase la sección sobre el comercio).

CONCLUSIONES Y CUESTIONES PLANTEADAS

En el período en examen, algunos países redujeron la intervención del Gobierno en los sectores del ganado y las carnes y ampliaron el acceso al mercado. No obstante, en un período caracterizado por los bajos precios de la carne y la proliferación de brotes de enfermedades de los animales en todo el mundo, se observaron las siguientes novedades normativas:


[31] Los miembros del ALCEC son: Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia, la República Checa y Rumania.
[32] A fines de 2000 se demostró que estas restricciones violaban las reglas de salvaguardia del ARUA. Si bien los Estados Unidos apelaron de todas formas esta decisión, el Órgano de Apelación de la OMC, que dio a conocer sus resultados el 1° de mayo de 2001, no confirmó la apelación
[33] Esta iniciativa, que entró en vigencia el 1° de julio de 2000, permite un mayor intercambio comercial, especialmente respecto de los productos del cerdo, mediante contingentes más elevados y aranceles cero dentro del contingente, en tanto que elimina el uso de las subvenciones a la exportación entre los países participantes


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