Comercialización de Pescado
en las Montañas del Norte de Vietnam
Raymon van Anrooy
División de Política Pesquera y Planeación (FIPP)
Departamento de Pesquerías FAO
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Introducción
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP) se unen para apoyar al gobierno vietnamita para alcanzar la seguridad alimentaria y alivio de la pobreza en las tres provincias de las Montañas del Norte (Hoa Binh, Lai Chau and Son La) en Vietnam mediante el desarrollo de la acuicultura. Desde 1999 el proyecto VIE/98/009/NEX "Desarrollo de la Acuicultura en las tierras altas del Norte" ha promovido la acuicultura entre los pobres y la población de minoría étnica vulnerable en las tres provincias. El proyecto, que hace uso de varios métodos de extensión participativa, ha entrenado a más de 5,000 granjeros en los últimos años con técnicas de cultivo simples.
Se puede decir que el enfoque tomado del desarrollo de la acuicultura ha resultado en una historia real de éxito. Muchos de los granjeros pobres que se iniciaron en la acuicultura produjeron más que suficiente pescado para cubrir las necesidades de consumo familiar, garantizando gran parte del total de proteína requerida. A tal punto que, ahora, la mayoría de los granjeros hasta puede comercializar parte de su producción. En general, venden entre 30 y 70% de su producción acuícola. Las especies cultivadas a menudo son las siguientes, en orden de importancia: carpa herbívora, carpa común, carpas de la India, carpa cabezona, carpa plateada, tilapia y especies de Colossoma. El desarrollo de la acuicultura continúa de manera estable, con más granjeros iniciándose e incrementando la producción con aquéllos ya establecidos año tras año. Por lo que se consideró necesario analizar el mercado local de pescado. Este documento brinda un resumen de algunos resultados del estudio de comercialización de pescado realizado en el último cuatrimestre del 2001.
Agricultura–Características de la producción acuícola
La mayoría de granjeros en las provincias montañosas del norte son pobres y la tierra accesible al cultivo es limitada. Sus cultivos más importantes son el arroz, yuca y maíz. Además, cuentan generalmente con animales de granja pequeños (pollos, patos y puercos) y en algunos casos, uno o dos búfalos. La pesca ha sido una actividad tradicional en los campos de arroz de forma extensiva, previniendo el escape de peces que han entrado a los campos de arroz como alevines con el flujo de agua. Aunque este tipo de cultivo de peces contribuye a la diversificación de las actividades de cultivo y previene la dispersión de los granjeros, la producción de pescado es muy baja y su consumo no prioritario en la dieta familiar. La activa promoción de la acuicultura incluye el enfoque sobre condiciones específicas en montaña y sobre métodos de producción simple, causaron que muchos granjeros excavaran estanques al lado de sus cabañas y compraran alevines para sembrar en dichos estanques y en los campos de arroz. Inicialmente la adquisición de los peces se topó con las limitantes de las grandes distancias hasta las provincias vecinas y los problemas del costo del transporte. Actualmente, intermediarios y laboratorios se encargan que la compra de alevines sea posible en los lugares más apartados y a precios razonables.
De las especies cultivadas, la carpa herbívora es, hasta la fecha, una de las más solicitadas en las áreas montañosas por su bajo costo en los insumos empleados en el proceso de producción y alto rendimiento así como por el bajo costo de los alevines. Es de resaltar que el alimento de estos peces se produce en las mismas granjas, y esta actividad no requiere de mayor atención por parte de los integrantes de una familia. En general siembran una mezcla de especies en sus estanques y campos de arroz haciendo un mejor uso del agua disponible y dispersando los riesgos del cultivo. Por lo que el único inconveniente que queda por cuidar tiene que ver con la prevención de sus enfermedades (v. gr. mancha roja).
Además de los alevines, el nivel de compra de insumos utilizados en el proceso de producción de peces tanto en estanques como en campos de arroz es muy bajo. Difícilmente se usa cualquier químico o medicamento, y el alimento se deriva de la propia tierra de los granjeros. Para la compra de alevines se puede obtener rédito con una tasa de interés que fluctúan entre 0.5–0.8% por mes en la Unión de Mujeres de Vietnam, que trabaja ampliamente con fondos del proyecto, y el Banco de Vietnam para la Agricultura y Desarrollo Rural (VBARD).
Características de comercialización
Según los estudios realizados, sólo se consume parte del pescado cultivado por las familias entrevistadas. La decisión de qué pescado debe ser comercializado y cuál consumido en casa depende, generalmente, del precio del mercado de pescado y/o la facilidad de captura. Las especies más caras (v.gr. carpa común, carpa herbívora) son las dedicadas a la venta, mientras que, la tilapia y la carpa plateada, son comúnmente de consumo familiar y, en consecuencia, no son muy vistas en el mercado. No obstante, las carpas indias, como la carpa mrigal y rohu, son consideradas muy sabrosas por lo que, aunque también son muy valoradas en el mercado, tienden a ser consumidas en los hogares acuícolas, esto a pesar de que los precios de mercado son comparables con los de la carpa herbívora debido a las grandes tallas del pescado.
Los métodos de cultivo son variados: los acuicultores de las montañas usan varios esquemas de cosecha; las granjas de cultivo en estanques generalmente usan múltiples sistemas (entre cuatro y siete), con cosechas grandes relativamente hacia el final del ciclo de cultivo. Los granjeros de peces en arrozales y en jaulas de cultivo (carpa herbívora) comúnmente cosechan una vez por año, y a menudo aseguran el uso de intermediarios para la comercialización de sus productos. Son varias las razones para no comercializar:
- Tiempo:
las múltiples actividades que tiene que atender el acuicultor en su granja, aparte de su campo de arroz (la colecta de alimento, la preparación del estanque, el manejo de estanque, etc.) limitan su capacidad comercializadora. Además de que ello es visto como una pérdida de tiempo.
- Trabajo:
A menudo la fuerza de trabajo de las familias es muy pequeña como para que una o más personas se dediquen a la comercialización. Además, muchos granjeros desconfían emplear a fuereños por temor a ser engañados.
- Precios de mercado local y ganancia de comercialización:
De vez en cuando los granjeros verifican precios de sus productos en el mercado local. Por ejemplo, la carpa herbívora y carpa común generalmente oscilan entre 1.00 y 1.30 dólares por kilo, mientras que la tilapia cuesta entre 0.70 y 0.80 dólares por kilo. Sin embargo, los granjeros están conscientes de que el precio final se incrementa en alrededor de 0.12 dólares por kilo en los días anteriores a los días festivos por lo que, junto con granjeros vecinos, negocian la ganancia del intermediario/comerciante, la cual ronda los 0.08 y 0.20 dólares por kilo, lo que constituye un 10 a 20% del precio final al consumidor. Como los precios localmente no muestran mucha fluctuación en el año, los acuerdos son respetados entre granjeros e intermediarios.
- Mantener vivos a los peces:
en general los granjeros no saben cómo mantener vivos a los peces durante su transporte y venta al mercado.
- Medios de transporte:
como el mercado local algunas veces no absorbe toda la oferta de pescado, se requieren de medios de transporte ya que los granjeros no tienen acceso a su propia transportación (v.gr. bicicleta, motocicleta o auto), o éste no existe en las áreas remotas montañosas o es muy costoso.
- Crédito y pagos directos:
los intermediarios siempre pagan la cantidad acordada a los granjeros después de la adquisición del pescado, lo que implica que éstos tengan dinero en efectivo por su producto un día después de la cosecha. En contraste, entre 20 y 70% de los clientes en el mercado compran el pescado a crédito y generalmente pagan al final del mes, al recibir su salario, esto incrementa el tiempo entre la entrega del producto y el recibo de pago. Además, algunos clientes renegocian su deuda por lo que los intermediarios/comerciantes se enfrentan a dificultades para obtener sus ganancias.
- Habilidad de comercialización:
la falta de experiencia en la comercialización, habilidad de negociación y comunicación impide su desarrollo de comercio, lo que se traduce en miedo de obtener menores precios de su producto lo que impide despegar alguna iniciativa al respecto.
- Precio de alevines:
algunos intermediarios ofrecen alevines a un precio de laboratorio/criadero para ciertos granjeros a quienes pretenden comprar su producción. Ello garantiza la venta del producto a dicho intermediario. El costo de los alevines es a menudo deducido del pago de la cosecha.
- Incertidumbre:
muchos de los granjeros pertenecen a la etnia Mung, Mhuong or Tai, mientras que los comerciantes con quienes pactan pertenecen a la etnia Kinh, por lo que se genera cierta incertidumbre por el lenguaje, las reglas y las regulaciones del mercado.
Los peces son generalmente llevados vivos al mercado, se mantienen en cubetas y contenedores de diferentes materiales para agua. Los comerciantes (quienes son generalmente mujeres) mantienen los peces vivos proveyendo oxígeno mediante la adición de agua con bolsas de plástico o sólo con el movimiento de la mano. Esto último les causa problemas en la piel (piel débil e infecciones) pero a falta de electricidad o bombas de aire, no existe otra opción. Las facilidades necesarias de mercado para vender peces vivos, como la limpieza del agua y refugio del sol y lluvia no están disponibles, y el espacio asignado a ellos para llevar a cabo su negocio nunca es todo lo higiénico que se desea. Además, no existe un sistema de drenaje para disponer del desperdicio de pescado producido, por lo que, sangre y escamas ensucian el lugar continuamente. El impuesto del mercado, que es generalmente entre 0.10 y 0.20 dólares por día, no es usado por las autoridades para mejorar las condiciones de infraestructura.
Demanda del consumidor y tendencias
El consumo de peces dulceacuícolas en las tres provincias montañosas del norte se ha incrementado rápidamente en comparación con otros productos que contienen proteína, como el puerco y el pollo. Esto en contraste con los productos de pescado marino seco (y en menor medida, también productos pesqueros congelados), que han ganado lentamente un espacio en los patrones de consumo locales, y por lo cual se observa que la demanda ahora se ha estabilizado. La población de las montañas ve un incremento en el acceso a productos de pescado fresco como una oportunidad para traer más variedad en su dieta, en la cual el puerco y pollo fueron las fuentes de proteína principales. Además, las enfermedades derivadas de la carne de cerdo fiebre aftosa asustó a mucha gente de consumirla y preferir al pescado, incentivados por los medios masivos de información.
El incremento actual en disponibilidad de productos frescos (vivos) que aseguran ser de buena calidad es muy apreciado por lo consumidores, quienes se han vuelto más exigentes con las especies de peces, precio o talla del producto. Actualmente, la carpa herbívora viva de 1.5 – 2.0 kg es la más preferida. Los clientes en el mercado generalmente demandan trozos de peces grandes sin cabeza, mientras que los peces pequeños son descamados y desvicerados para facilitar su venta. El fin de semana es el mejor periodo para la venta de pescado, lo que también indica su mayor consumo.
Se espera generalmente que el incremento actual en el productos de subsistencia afectarán directamente la demanda de productos frescos de la acuicultura en un sentido positivo, y que la construcción de una planta hidroeléctrica y la presa que cubrirá parte de dos de las tres provincias potenciará la demanda aun más en los próximos cinco años. Lo último a causa de la necesidad de más de 30,000 trabajadores para la construcción de la presa.
Considerando lo anterior, se puede concluir que la acuicultura tiene un futuro brillante en las montañas del norte de Vietnam. Los peces dulceacuícolas se han convertido en un producto arraigado entre la población tradicionalmente consumidora de carne roja. La situación en el incremento de productos de subsistencia de la población urbana en la montaña y el relativo incremento en el poder adquisitivo lleva a potenciar la venta de pescado de entre 20 y 100% por año. Los acuicultores en las áreas rurales son los beneficiarios directos de esta tendencia y están mostrando, por el momento, una importante mejora en su estilo de vida.