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Desarrollo de las huertas familiares


Selección de opciones. Factores que las influencian

¿Quién toma las decisiones?

Todos los miembros de la familia deben participar de las decisiones concernientes a los cultivos practicados para el consumo familiar o para la venta. La huerta familiar emplea y alimenta la mayoría de los miembros de la familia, por consiguiente, es el conjunto de la misma quien debe decidir sobre las diferentes opciones a que se encuentra confrontado. En las huertas conducidas por las mujeres, la mayor parte de la producción es consumida por éstas y por los niños, en particular, por los más pequeños. Puesto que la huerta tiende a complementar las otras producciones agrícolas y las necesidades familiares, la calidad de las decisiones mejora substancialmente si se tiene en cuenta para ello la totalidad del sistema de producción.

¿Para el consumo o para la venta?

En la elección de los cultivos cuyos productos serán consumidos por la familia, es necesario tener en cuenta las necesidades nutricionales, la cultura y las preferencias tradicionales de la misma. No se puede obligar a las personas a consumir alimentos nutritivos si los mismos no son de su preferencia o de su gusto. Las huertas familiares de subsistencia de carácter mixto y tradicional responden en su concepción a necesidades nutricionales variadas, proporcionando hierbas aromáticas, especias, y sabores adaptados a los gustos de la familia. La producción de un excedente alimentario permite distribuir los riesgos y generar un ingreso comercializable. En todas, aunque en particular en las áreas más remotas, existen oportunidades de mercado para algunos cultivos especiales. Las aves y el ganado, pueden proporcionar buenos ingresos monetarios, tanto a partir del engorde para carne, de los huevos, la leche o de las fibras.

El reemplazo de los productos tradicionales

Se debe ser sumamente prudente cuando se trata de favorecer o remplazar los productos tradicionales o indígenas. Es probable que estos sean el resultado de necesidades históricas que han sido reemplazadas por innovaciones económicamente más convenientes, como la introducción de las chapas de zinc en lugar de las coberturas de palma. La importancia de la utilización de plantas tradicionales puede no ser percibida inmediatamente por un extranjero, sin embargo, estas prácticas están profundamente arraigadas en las preferencias locales. En este sentido, el potencial ofrecido por el turismo no debe ser dejado de lado. Las visitas turísticas en las comunas rurales son actualmente muy populares. Los turistas gustan de descubrir las industrias tradicionales de las aldeas, el artesanado y especialidades como el cultivo de especias, de plantas medicinales, de flores y de plantas ornamentales.

Las selección de los mercados

La selección de los mercados es sumamente importante. Los aspectos relacionados con la comercialización serán estudiados en detalle ulteriormente. Los productos vendidos en los mercados tienen dos procedencias, de una parte, de los excedentes de los cultivos practicados para el consumo familiar, y de otra parte, de cultivos practicados especialmente para su comercialización. Los habitantes de las aldeas y de las comunas rurales constituyen una clientela, a menudo, ignorada, no obstante su fácil acceso.

Con la ayuda de una cadena de comercialización más compleja incluyendo medios de transporte y otros recursos, los agricultores pueden orientar su interés hacia mercados más importantes en los centros urbanos, vecinos o aun más alejados. Esos mercados exigen sistemas de huerta más especializados o un enfoque asociativo tendiente a garantir la calidad, los volúmenes de entrega y la frecuencia del aprovisionamiento.

Procurando recursos suplementarios

La utilización de recursos suplementarios permite aumentar las opciones capaces de mejorar la producción, sin embargo, los agricultores deben ser capaces de poder identificar los recursos a los cuales ellos pueden acceder y que se adapten a sus circunstancias. Actividades exigentes en trabajo, pueden ser realizadas más rápidamente mediante maquinarias, permitiendo, así, aumentar la escala de la huerta y transformarla en una pequeña explotación. La mecanización implica elecciones referentes a las fuentes de energía que deberán utilizarse. Éstas pueden ser sumamente variadas: manuales, solar para el secado de productos transformados en el lugar, biogás producido a partir de la fermentación de los abonos compuestos de la huerta y que puede servir de combustible en la cocina, eólica e hidráulica que pueden accionar molinos, bombas de agua y generadores de electricidad. Las opciones relacionadas con la mecanización dependen de las posibilidades de acceso al material y a la disponibilidad de servicios de formación para los operadores, de piezas de repuesto y de los servicios de mantenimiento y reparación. El acceso a los recursos financieros, como el ahorro, el crédito no institucional o los préstamos bancarios, así como informaciones técnicas y comerciales, amplían las opciones que favorecen el desarrollo de las huertas familiares.

Las limitaciones posibles

Las políticas gubernamentales pueden constituir un obstáculo al potencial de desarrollo de las huertas familiares. Las restricciones concernientes a la utilización de las tierras en la periferia de las ciudades o de tierras que pertenecen al estado, limitan ciertos sistemas de producción o ciertas elecciones de cultivos. Las políticas sanitarias obstaculizan el acceso de los productos de la huerta a los mercados más sofisticados, donde los precios son mas atractivos. Por ejemplo, ciertos países exigen que las hortalizas sean lavadas con agua clorada, lo cual, al dar origen a aguas servidas contaminantes del medio, impide que las mismas puedan ser recicladas en la huerta. La utilización de estiércol y de abono compuesto puede ser fuente de conflictos entre las autoridades encargadas de la planificación y los ribereños. El incremento del cultivo de las huertas familiares, puede tener consecuencias sociales negativas, yendo desde modificaciones ambientales debidas a la intensificación de la explotación, hasta cambios relacionales entre los miembros del hogar. El control de la gestión de la huerta reviste, en sí mismo, un atractivo especial para algunos de sus miembros, en particular, el despertado por los ingresos generados en la venta de los productos. En ciertas regiones de África, los hombres se apropian de la gestión de la huerta y de los ingresos de la venta de sus productos, debido a que las huertas manejadas por las mujeres son más rentables y productivas. Esto no solamente reduce el incentivo monetario de las mismas, si no que como consecuencia reduce la capacidad de la huerta en cumplir con su función nutricional. Para la creación de una huerta familiar, hace falta fuerza de trabajo y recursos, y a veces capital. En el contexto de las zonas rurales de los países en vías de desarrollo, los hogares necesitan competir por los recursos monetarios y otros medios. La minimización del riesgo es de gran importancia en el desarrollo de las huertas familiares. Es fundamental también reducir al mínimo los riesgos medio ambientales. Las huertas familiares que son altamente dependientes de insumos externos a la explotación, como las semillas y los invernaderos en polietileno, corren el riesgo de fracasar si los agricultores no tienen las competencias técnicas para cosechar sus propias semillas o si los proveedores externos desaparecen.

Aumentar la producción en las huertas familiares: ¿Cómo hacerlo?

Enfoque

Las posibilidades de éxito son más elevadas cuando el enfoque es interdisciplinario, al servicio de las personas y capaz de mejorar las tecnologías existentes. Se evita, de esta forma, que los sistemas de producción indígenas sean perturbados por la introducción de "innovaciones más eficaces". Las huertas familiares, así como cualquier otro tipo de pequeñas explotaciones, forman parte de sistemas sociales. Es fundamental pensar el desarrollo de las huertas respondiendo a las necesidades y a la disponibilidad de recursos de la familia, más que a los ideales de los especialistas de la agricultura, de la salud y de la planificación del uso de la tierra.

Modelo: los sistemas de multi-estratos - huerta forestal y acuicultura

En América Central, en Asia sudoriental y en Sri Lanka, las huertas familiares utilizan al máximo el poco espacio disponible. A menudo, en ese tipo de huerta denominado huerta forestal, los cultivos alimenticios y los cultivos comerciales ocupan de manera completa todos los nichos ecológicos disponibles. Esta estructura formada de multi-estratos, permite utilizar de manera optima la luminosidad disponible para el crecimiento de las plantas, minimizando al mismo tiempo el crecimiento de las malezas y manteniendo la fertilidad del suelo. La diversidad de las especies asegura la disponibilidad de productos variados a lo largo del año. Los árboles de copa, como la Sesbania, el tamarindo, el durian y el cocotero producen frutos, nueces y forraje y, aun, al final de su ciclo madera de valor. Los estratos inferiores producen frutos y cultivos comerciales, cumpliendo, además, con la función de actuar de soporte a plantas trepadoras como la vainilla y el pimentero y la de proporcionar sombra y protección a cultivos como el café y las hortalizas más delicadas. A menudo, en la huerta ya existe la posibilidad de contar con espacio adicional. La foto 16, ilustra una mujer indonesia que cultiva sus calabazas sobre el techo del establo, donde dispone fácilmente del abono y goza de la protección de los animales dañinos. Los sistemas de acuicultura pluri-estratificados permiten maximizar la utilización del espacio vertical, de la luz, de la temperatura y de los elementos nutritivos contenidos en los estanques de cría. El aspecto tridimensional del hábitat de un estanque, ofrece una gama amplia de nichos ecológicos, capaces de albergar una gran diversidad de organismos. En China, un estanque bien manejado alberga más de ocho especies de peces y varias plantas acuáticas. Todas ellas, en la medida que no compiten ni por el espacio ni por la temperatura ni por los nutrientes, crecen en optimas condiciones.

Concepción

Una vez que el funcionamiento de los sistemas de producción de las huertas familiares ha sido comprendido correctamente, los agricultores y los promotores del desarrollo pueden proponer mejoramientos, para que la huerta responda mejor a las necesidades de la familia en materia de nutrición y de producción. Entre los mejoramientos posibles, se encuentran, la posibilidad de una mayor diversificación de cultivos, de animales y de peces, prácticas de gestión más eficaces o la apertura de una actividad especial como la cría de ganado o la acuicultura. En este sentido, es fundamental apoyarse sobre los conocimientos indígenas, en particular en lo referente a las plantas locales silvestres - según las estaciones del año, los bosques y otras zonas incultas producen hortalizas de hoja, especias y champiñones - a la lucha contra los insectos y los animales dañinos, así, como a los sistemas de producción mixtos.

FIGURA 16: Sistemas pluri-estratificados: una mujer indonesia cultiva sus calabazas en el techo de un establo. Fuente: C. Landon-Lane


FIGURA 17: Sistemas pluri-estratificados: un vietnamita cultiva calabacines y porotos, los cuales trepan sobre otras hortalizas, plantas aromáticas y otras plantas productoras de raíces. Fuente: C. Landon-Lane


Modelo de huerta casera

Las huertas caseras, comúnmente practicadas en Nepal, en Chile y en tantas otras regiones del mundo, presentan varias ventajas. Debido a su proximidad de la cocina familiar, resulta de suma facilidad regarlas y fertilizarlas con las aguas servidas y los desechos del hogar. Apenas es necesario dar algunos pasos para cosechar las legumbres, las hierbas aromáticas y las especias utilizadas para la preparación de la comida del día. Las huertas caseras, son generalmente instaladas sobre superficies relativamente limitadas y con un costo mínimo o nulo. Los animales domésticos estan aislados gracias a las cercas, sean estas vivas, sean hechas con materiales locales o comprados. Allí, se practica el cultivo intensivo de hortalizas de crecimiento rápido, porotos y otras especies; nuevas sementeras remplazan rápidamente los canteros cosechados. La rotación de diferentes cultivos es una medida de prevención contra las enfermedades, lo cual, además, aumenta los rendimientos. Por ejemplo, las plantas cultivadas por sus raíces como la zanahoria, crecen bien después del cultivo de una hortaliza de hoja como el repollo o col; igualmente una hortaliza de hoja que crece bien después de un cultivo de leguminosas como las judias y frijoles.


FIGURA 18: Una huerta casera en Bután proporciona cotidianamente una alimentación nutritiva. Fuente: C. Landon-Lane


FIGURA 19: Nivelación en pequeña escala: el sistema surjan, en las regiones bajas de Sumatra, comprende canteros sobra elevados para cultivos secos y áreas anegadizas, para la cría de peces, arroz y cosecha de forrajes. Fuente: C. Landon-Lane

Espacio

Para administrar mejor el espacio disponible en una huerta tradicional, generalmente se recurre a una o varias de las medidas siguientes: el reemplazo de ciertos cultivos, el aumento de la densidad de siembra, la introducción de componentes nuevos como la ganadería, o el aumento de los insumos externos, en particular, el agua y los elementos nutritivos. Los sistemas de cultivos múltiples y pluri-estratificados, utilizan eficazmente la luz y el espacio disponibles; por ejemplo, los porotos y las calabazas son cultivados asociados con el maíz y el sorgo, las plantas trepadoras suelen crecer sobre la cobertura de los árboles y las plantas cultivadas por sus raíces se desarrollan bajo los árboles frutales. En las huertas tradicionales, ciertos cultivos, cuando no tienen más demanda en los mercados pueden ser remplazados. Por ejemplo, en las zonas donde las chapas de zinc reemplazan a las palmas para la construcción de techos, se impone el reemplazo de estas últimas por cultivos capaces de proporcionar mayores ingresos.

Ordenamiento

El mejoramiento del ordenamiento de la huerta implica la integración armoniosa de sus distintos aspectos o atributos. De esta manera, es posible lograr un uso eficiente y sustentable de sus estructuras, de los distintos tipos de suelos, del agua y de otros elementos. Uno de las primeras preocupaciones es la protección, especialmente contra las aves y el ganado que circulan libremente. En este sentido, muchas de las huertas exitosas hacen un uso intensivo de los materiales y recursos locales. Los cercos vivos refuerzan los cercos de la huerta; tales como el árbol de múltiple propósito Glricidia sepium, del cual se utilizan también las hojas para la alimentación del ganado o la preparación de abono compuesto y leña. Gracias a la proximidad a casa, la huerta familiar se encuentra bien cercada permitiendo el mejoramiento de la eficiencia del trabajo y los recursos productivos. (Ver el recuadro: Modelo de huerta casera)

FIGURA 20: Permacultura: el sistema de huerta VAC en Viet Nam concebido para el reciclaje de los recursos. El sistema VAC ha sido establecido en los años 70, para ilustrar el concepto de agricultura permanente y sustentable. Muchas de las huertas en los países en vías de desarrollo, son ejemplos tradicionales de ese concepto. Las relaciones ecológicas entre los diferentes componentes de la huerta y del hogar son manejadas en beneficio de las necesidades humanas a través de mancomunar la concepción y la realización. En los sistemas VAC vietnamitas, los desechos y los subproductos son eliminados gracia al reciclaje eficaz, en los subsistemas, de las substancias nutritivas y de la energía: los residuos de la transformación de los productos sirven como forraje, los desechos animales y humanos son transformados en estiércol para el abonado de la huerta. Las plantas acuáticas flotantes son utilizadas en la alimentación de los cerdos, el agua de los estanques es utilizada también para la irrigación, los residuos vegetales sirven como forraje y alimento de los peces y el lodo de la base es utilizado para la preparación de los suelos. Fuente: C. Landon-Lane


FIGURA 21: Permacultura: las técnicas de la agricultura adaptadas a las tierras de ladera (SALT) producen rendimientos elevados en Filipinas. Para establecer una huerta, algunos agricultores no disponen más que de tierras escarpadas, donde los riesgos de erosión y de fracaso son muy elevados. Las técnicas de agricultura en zonas de ladera (SALT) que se inspiran de la agricultura tradicional y de la investigación agronómica moderna, son cada vez más utilizadas en las regiones montañosas del mundo. Estas técnicas, cuyo principal objetivo es de retener la capa arable y de preservar la fertilidad del suelo, consisten en la construcción de terrazas y la siembra en líneas de nivel opuestas a la dirección de la pendiente. En Sumatra, en Indonesia, y en Perú, hileras densas de arbustos fijadores del nitrógeno atmosférico, separan los canteros de hortalizas, mientras que hileras de frutales retienen el suelo durante las lluvias. Los arbustos son podados regularmente para que los cultivos no sean afectados por la falta de luminosidad; sus hojas y ramas son utilizadas para cubrir las camas de siembra, preservando la humedad y proporcionando elementos fertilizantes. Pequeñas trincheras captan y redistribuyen las aguas de escurrimiento o contienen los residuos de los cultivos proporcionando al suelo una suerte de abono compuesto. Las rocas proporcionan calor, los ananaes producen sus frutos y las leguminosas que trepan a lo largo de las paredes de las terrazas fertilizan los suelos. Fuente: C. Landon-Lane

Recursos

Generalmente, las huertas mejor manejadas son las que más aprovechan los recursos locales. El ordenamiento de la huerta permite potenciar la interacción entre los elementos sociales y biológicos. El ganado, vigilado o aislado de las áreas cultivadas mediante cercas, proporciona el estiércol para la fertilización, las cabras pastorean los campos en barbecho y las aves picotean los brotes de malezas y los insectos de plantas resistentes. Las flores y otras plantas exaltan la función social de la huerta y desempeñan un rol de filtro biológico al repeler insectos - como, por ejemplo, la caléndula - o, en cambio, sirven como alimento en pie, la Achira (Canna edulis) es un ejemplo. Es verdad que las tierras anegadizas o con fuerte pendiente no se adaptan bien a la agricultura extensiva, sin embargo ellas pueden ser ordenadas en jardines sustentables mediante técnicas de modificación del relieve del terreno en pequeña escala, como las terrazas, los caballones y cercas vivas. Los desechos del hogar son un recurso precioso para las huertas familiares. La minimización de los desechos del hogar y poscosecha, gracias al reciclaje del agua y de los nutrientes, es el concepto fundamental de las huertas de permacultura, practicados en cooperativas (VAC), en Viet Nam. En estos sistemas, se asocian los cultivos hortícolas, la acuicultura y la cría de ganado.

Herramientas y materiales

En la gran mayoría de las huertas familiares del mundo, se utilizan herramientas manuales. Los hortelanos se sirven generalmente de azadas y layas para la preparación del suelo; rastrillos, horquetas, canastos y carretillas para manipular los materiales y, a veces, de sembradores manuales. En los países en desarrollo, los materiales utilizados en las actividades productivas ligadas a las huertas familiares y a la transformación de la producción, son muy variados y dependen de los recursos disponibles. Ejemplos de materiales más modernos figuran a seguir:

FIGURA 22: En Viet Nam, preparación de abono compuesto sobre la base del uso de los residuos de cosecha, de estiércol y barro y hierbas del fondo del estanque. Fuente: C. Landon-Lane

Recursos de apoyo para las huertas familiares

Insumos, productos y subproductos

FIGURA 23: Un comerciante que lleva mercancías a un mercado de Uganda

Todos los sistemas de explotación agrícola basados en la comercialización de su producción son tributarios de insumos físicos, como las semillas iniciales y las substancias nutritivas corrientes para el restablecimiento de la fertilidad del suelo. Estos insumos deben ser adquiridos indefectiblemente. Mediante una serie de estrategias sustentables, los hortelanos evitan las compras externas a su explotación, utilizan con moderación los recursos de los cuales disponen y reciclan los desechos del hogar y de la propia 36 huerta. Para la producción de las semillas necesarias a la próxima campaña agrícola, dejan florecer algunas plantas para recuperar los granos. Esas variedades naturales no son tan robustas y no proporcionan los mismos beneficios comerciales que las semillas mejoradas comerciales, sin embargo, ellas evitan al hortelano gastar parte de su liquidez monetaria y por consiguiente, depender del mercado en mayor grado. Los hortelanos avisados seleccionan para la producción de semillas las plantas con mayores rendimientos y con características interesantes desde el punto de vista de la calidad comercial. El excedente de producción será vendido en el mercado local. A menudo, en la agricultura intensiva, los insumos más importantes y los más costosos son los fertilizantes y los forrajes. Las plantas fijadores del nitrógeno atmosférico como los porotos y los árboles con funciones múltiples, constituyen un recurso eficaz y rico en micronutrientes al ser utilizados como abono verde o como forraje. La utilización de los deshechos familiares, ya ha sido descrita con anterioridad como una de las características centrales de las huertas familiares. Las huertas domésticas utilizan las aguas usadas y los desechos orgánicos provenientes del hogar y de la explotación, como elementos de base de los abonos orgánicos utilizados en los cultivos de la huerta y del campo. El estiércol es un recurso fundamental utilizado aún hoy en los países desarrollados y especialmente en los países en vías de desarrollo. El impacto medio ambiental aumenta con el proceso de intensificación cultural de la huerta. En las áreas densamente pobladas, donde la intensificación del uso del suelo es el medio privilegiado para alcanzar la seguridad alimentaria, la gestión medio ambiental resulta fundamental. En los casos en que las leyes de protección del ambiente y las prácticas gubernamentales lo permiten, los hortelanos realizan un aporte fundamental a la preservación del medio ambiente, a través de la preparación de abonos compuestos y el reciclado de materiales.

FIGURA 24: Viet Nam: Un promotor de huertas familiares entrenado por la FAO. En Viet Nam, un promotor de huertas familiares entrenado por la FAO, juega un rol de mentor en el seno de las familias más desposeídas de la aldea. Mediante visitas semanales aconseja a las familias sobre las diferentes actividades de la huerta y los asiste a fin de precisar el estado de desarrollo de la misma. A veces, trabaja conjuntamente con el agente sanitario de la comuna, para que las familias puedan ampliar sus conocimientos sobre los aspectos nutricionales relacionados con el crecimiento de los niños y la salud de las madres. También, es común que vaya acompañado por algún agente del servicio de extensión agrícola del distrito. Igualmente, apoya a las familias en sus pedidos de crédito al asistirlas en la planificación de las pequeñas actividades empresariales. Como remuneración de sus actividades recibe el pago de dos dólares estadounidenses por mes, provenientes del fondo gubernamental para la reducción de la pobreza. Este monto le es suficiente para la compra de semillas, fertilizantes y productos para la sanidad animal. Fuente: C. Landon-Lane


FIGURA 25: Un grupo rural de jóvenes vietnamitas ayuda a la construcción de un canal de irrigación que alimenta la huerta comunitaria y el estanque acuícola. Fuente: C. Landon-Lane

Energía

La variedad y la intensidad con que pueden ser practicadas una o varias actividades generadoras de ingresos monetarios en las huertas, dependen de la disponibilidad de energía, micronutrientes y otros insumos. Ciertos recursos son probablemente ya disponibles en el ámbito de la comunidad, como la biomasa proveniente de los residuos de las cosechas o de la transformación de los productos, o la leña recolectada en el lugar a partir de las cercas vivas de la huerta. Las tecnologías que dependen de una fuente de energía renovable, dan cierto grado de independencia a los agricultores; en general son estas las que mejor se adaptan a las pequeñas explotaciones. Las bombas de agua, por ejemplo, pueden ser accionadas por la fuerza de gravedad con la ayuda de un ariete hidráulico, del viento, manualmente por el hombre, por tracción animal o con la ayuda de combustibles.

Las huertas familiares al servicio de la seguridad alimentaria: lecciones aprendidas por los organismos de ayuda

Las huertas familiares que proporcionan los mejores resultados en materia de seguridad alimentaria y de sustentabilidad son aquellas que recurren a los sectores de la salud, de la nutrición y de la agricultura, en el contexto de un enfoque integrado. Demasiado a menudo, estos sectores se encuentran enfrentados entre sí o en franca competencia. La participación de organismos no gubernamentales y comunitarios es igualmente importante. Para que los proyectos de huertas modestas se transformen en empresas regionales eficaces, los gobiernos deben proporcionar el apoyo político básico y otros servicios, por ejemplo los relacionados con la investigación y la extensión agrícolas, las escuelas, los centros sanitarios y el ordenamiento fundiario necesario para facilitar el acceso a la tierra. El concepto básico de las huertas familiares, como estrategia orientada a resolver la crisis alimentaria, se sitúa en las antípodas de las prácticas de ayuda alimentaria de emergencia. La participación de los agricultores es indispensable para lograr la seguridad alimentaria, puesto que este es un asunto que los concierne directamente. No existen dudas de que pueden ser exitosos en la persecución de ese objetivo, siempre que tengan acceso a ciertos recursos en materia de producción y de asesoramiento, o no sean impedidos por disposiciones políticas, como por ejemplo las que les prohíben cultivar porotos sobre espaldares en los balcones de las habitaciones estatales. El apoyo de los organismos externos a las comunidades rurales debería concentrarse en los siguientes aspectos:

  • Hacer participar a las familias y a las comunidades en las actividades de concepción y de planificación de las huertas familiares;

  • Promover tecnologías y el cultivo de especies adaptadas a las necesidades y a los recursos locales, incluyendo informaciones relativas a: costos, riesgo implícito, exigencias en mano de obra, preferencias culturales, aspectos de los mercados y compatibilidad con otros componentes del sistema de producción;

  • Evitar objetivos estrechos o que los mismos le sean impuestos al agricultor, como, por ejemplo aumentar el aporte de vitamina A u otras necesidades en micronutrientes; las familias necesitan de la huerta, básicamente para complementar sus necesidades en energía, proteínas e ingresos monetarios;

  • Apoyarse sobre lo que ya se encuentra localmente disponible - los recursos de producción, los servicios de apoyo y las redes existentes.

Transporte

El acceso a los medios de transporte constituye un elemento fundamental para la viabilidad de las huertas familiares, pues permite recibir los insumos y encaminar la producción hacia los mercados lejanos. En las regiones donde las rutas y los caminos secundarios se encuentran en mal estado o no pueden transitarse de a pie, resultará imposible vender los productos frescos de la huerta sobre mercados distantes. Bajo esas circunstancias los productores prefieren la producción de bienes que no sean perecederos o en su defecto aquellos que pueden ser transformados localmente. En cambio, cuando las rutas y caminos son transitables, los agricultores pueden vender sus productos frescos en los mercados más lejanos, ya sea trasladándose a pie, en transportes colectivos, taxis, motocicletas, carros a tracción humana o animal, dependiendo de las disponibilidades de los mismos y de la cantidad de mercadería a transportar. Otra posibilidad, frecuente en las zonas rurales, es la venta directa en la propia huerta a comerciantes ambulantes quienes compran toda suerte de productos campesinos. Una vez que los productos provenientes de las huertas familiares de una zona alcanzan el precio de los consumidores por su alta calidad, los vendedores ambulantes los visitan regularmente.

FIGURA 26: Técnicas de mercadeo social: un concurso de cocina en una aldea de Bután, promociona productos de nuevos cultivos, asociando demostración culinaria, degustación y entretenimiento. Las técnicas de mercadeo social aplicadas a los productos de la huerta, permiten superar ciertos tabúes y aclarar mal entendidos relacionados con las tradiciones alimentarias. Ciertos productos son objeto de ideas preconcebidas que limitan sus posibilidades de mercado. Por ejemplo, la creencia de que "las frutas son solamente para los niños", o "las hortalizas no deben cocerse en aceite". En las regiones remotas, las poblaciones tienen el hábito de consumir una variedad muy limitada de tipos de alimentos y tienen necesidad de acostumbrarse a los nuevos productos y a los nuevos sabores antes de comprarlos o cultivarlos en su propia huerta. Para ser exitoso en la introducción de un nuevo producto, es útil pedir a cocineros locales preparar platos apetitosos con los nuevos productos y de enseñar a las personas a apreciar sus sabores y como deben confeccionarlos. En los concursos de cocina como el ilustrado en la fotografía, en Bután, toda la comunidad participa creando y degustando recetas novedosas. Fuente: C. Landon-Lane

Programas y redes de apoyo

En la mayor parte de las comunas es factible encontrar agricultores con conocimientos y experiencia de gran utilidad para el resto de la comunidad. Ellos pueden ser utilizados para satisfacer las necesidades de entrenamiento y capacitación, así como de otros aspectos, tanto de agricultores individuales como de miembros de instituciones, tales como agrupamientos de campesinos, grupos de mujeres, o gobiernos locales. La experiencia de los proyectos de desarrollo de huertas familiares, muestra que la selección y el entrenamiento de "maestros hortelanos", como promotores de las huertas familiares en el nivel de la comuna, constituye la mejor forma para asegurar la viabilidad de las huertas y aprovechar los conocimientos indígenas en la planificación del mejoramiento de las mismas.

En ciertos países, el sector publico prové asistencia para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, en particular, relacionadas con las actividades de transformación, la comercialización y los servicios en general. Este tipo de acción gubernamental facilita la comercialización, al ofrecer a los empresarios entrenamiento en la gestión de negocios, en el establecimiento de contratos de grupo para realizar la comercialización y la realización de las actividades de transformación, así, como facilitar el acceso al crédito. Las restricciones presupuestarias del erario público, tan comunes en los países en vías de desarrollo, impiden dedicar mayores recursos para la capacitación formal dirigida a las huertas familiares.

FIGURA 27: Malasia: compra y venta de frutas y hortalizas en el mercado local. Fuente: FAO fotografiado por T. Janssen [PH9818-e[1].htm]

Sin embargo, en parte, este déficit puede ser salvado mediante la utilización de personas con experiencia y conocimientos, pertenecientes a las propias comunidades rurales - por ejemplo, jubilados - para la realización de programas de entrenamientos de carácter informal. En este caso, la información técnica es proporcionada por los servicios departamentales de la agricultura y las agrupaciones de agricultores. En las regiones donde cohabitan diferentes grupos étnicos y donde el analfabetismo representa un problema, el uso de pancartas con gráficos y diseños puede ser un recurso valioso. Existe un buen potencial para que estos recursos informativos sobre tecnologías y mercados, sean aprovechados por los grupos de agricultores, las cooperativas y asociaciones similares.

FIGURA 28: mercados en las pequeñas comunidades ofrecen posibilidades de ingresos. Fuente: FAO fotografiado por P. Cenini

Actualmente, muchos países poseen redes de apoyo especializadas, como los clubes o asociaciones de hortelanos, de productores de frutas, o las federaciones y sindicatos de cultivadores que pueden hacerse cargo de la formación. Estas organizaciones, proporcionan, entre otros, los materiales y facilitan las visitas a las huertas-modelo Los organismos y los grupos de desarrollo comunitario organizados por las comunidades o las administraciones locales, como los grupos de mujeres y los grupos socio-forestales, a menudo ofician de animadores.

Comercialización

Decisiones concernientes a la comercialización

Es la propia familia quien debe decidir qué parte de los productos de la huerta deben servir para el consumo hogareño o para la venta en el mercado, pero es siempre el mercado quien decide qué comprar, cuándo y a qué precio. Los productos cultivados para el autoconsumo no son necesariamente los mismos que demandan las otras familias en época de abundancia. De otra parte, los productos que han sido almacenados en buenas condiciones de conservación pueden ser vendidos a buen precio en épocas de escasez.

Los clientes pueden decidir que ciertos productos en el mercado son de mejor calidad que otros y pagar por ellos un precio superior con respecto a otros que consideran inferiores. En consecuencia, es el mercado, en última instancia, quien determina la elección de los cultivos y los animales que serán destinados a la venta. Los hortelanos, deben seleccionar los mercados a los cuales dirigirán sus productos, en función de su capacidad para satisfacer la demanda de los mismos. Además del tipo de producto y de la calidad, también deben examinar la manera en que implantarán sus productos en el mercado y en qué período del año; los medios de transporte y de entrega son también cruciales.

Información de mercado

FIGURA 29: Una mujer indonesia se especializa en el cultivo de hierbas aromáticas, cuya producción es destinada a un mercado urbano. Para que las hierbas permanezcan limpias, sin manchas y de alta calidad, las cultiva sobre una plancha de bambú sobreelevada. Fuente: C. Landon-Lane

Gracias a la información, las decisiones concernientes a la elección de las actividades productivas, la planificación de la producción, la calidad de los productos y la organización de la distribución, pueden ser grandemente mejoradas. Cuatro tipos de informaciones intervienen en la puesta a punto de las prácticas de producción y de acondicionamiento de los productos después de la cosecha.

Modelo de huerta comercial

Las huertas comerciales son comunes en las regiones con buenas vías de transporte, donde responden a oportunidades de mercado identificadas. Para satisfacer regularmente la demanda, en particular la referida a hortalizas de hoja - ensaladas y otras - o de flores frescas que son productos altamente perecederos, los empresarios deben escalonar las fechas de siembra para garantizar la cosecha cotidianamente o semanalmente, a veces durante todo el año. Las necesidades en mano de obra son más elevadas que en los otros tipos de huerta, sin embargo, las posibilidades de empleo son mayores en virtud de las actividades de poscosecha y no agrícolas como la limpieza, la clasificación y el embalaje de productos así como el transporte y la entrega en los mercados. Algunos de esos mercados tienen como principal eje la producción estacional. En ocasión de días festivos o del año nuevo lunar, los hortelanos del Asia oriental cortan las ramas llenas de brotes de durazneros y de cerezos, especialmente podados a ese efecto y venden kumkuat y arbustos de cítricos con frutos anaranjados vendidos en macetas. Cierto capital inicial es necesario, aunque la contratación de la mano de obra se limita al período que precede la cosecha y durante la misma. Algunos agricultores se especializan en cultivos estacionales como las frutas y las flores de alto valor. Como se trata de productos destinados a los sectores de altos ingresos de los mercados urbanos, la calidad del producto y los sistemas de distribución empleados para su venta, deben responder a los más altos estándares aceptados en este tipo de negocio.

La información colectada permite identificar los mercados para los productos frescos, o los productos procesados. Los cultivos comerciales, como el café o la vainilla, pueden venderse más caros si han sido correctamente procesados y secados, lo cual puede ser realizado por la propia familia, o por contrato con empresas de otra aldea que posean los materiales necesarios para su realización. Los hortelanos hacen sus primeras experiencias de mercadeo en los mercados de su propia comunidad. Una vez que están familiarizados con los mismos y que perciben un ingreso monetario, pueden concebir agrandar sus huertas para aprovisionar mercados más importantes y más distantes.

FIGURA 30: Recipientes realizados en hojas de bananero en un vivero en Laos. Un vivero en Laos utiliza contenedores hechos con hojas de bananero que se pudren una vez plantados los plantines. Fuente: C. Landon-Lane


Modelo de vivero

Los viveros son huertas que producen insumos tales como plántulas, jóvenes árboles u otros cultivos destinados a otras actividades agrícolas o comunitarias. Estas huertas especializadas pueden servir mercados no agrícolas o integrarse en el conjunto de las actividades agrícolas. Durante el invierno, en las zonas de clima templado donde los inviernos son suaves, como en ciertas regiones de China, Argentina y Europa del este, los agricultores cultivan hortalizas en ciertas parcelas sembradas con cereales. Las temperaturas frescas retardan el crecimiento de las plántulas rindiéndolas vulnerables a los roedores y a los efectos de las heladas. Los viveros especializados aprovechan estas necesidades estacionales, satisfaciéndolas mediante la producción de plántulas en potes, sobre planchas o con raíces desnudas. A menudo, los viveros son la mejor respuesta a las necesidades forestales, ya sea que se trate de plantaciones particulares como comunales. A veces, las plántulas de ciertas especies exigen un tratamiento particular para facilitar la germinación - con agua caliente en el caso de las acacias, las cuales son luego plantadas en un lugar sombreado, húmedo y bien protegido, como puede ser algún lugar de la huerta que está bien cercado. Las plántulas crecen mejor en potes de transplante conteniendo una mezcla de mantillo y abono compuesto producido en la huerta. Los materiales de transplante y de embalaje, como las hojas de bananero o de palmera, son producidos habitualmente en la huerta.

Servir al cliente

Uno de los aspectos más significativos de la comercialización exitosa es la importancia otorgada al cliente. Las pequeñas empresas que alcanzan cierto éxito, son aquellas que responden a las necesidades del mercado. En ciertos países, en particular en aquellos que evolucionan de la planificación centralizada a la economía de mercado, los agricultores más exitosos son los que mejor satisfacen a los clientes. Para comercializar los nuevos productos, es necesario ampliar las preferencias locales mediante la adaptación y la promoción del producto. Ciertos clientes desean estar seguros de poder contar con un aprovisionamiento regular. Generalmente, a medida que se eleva el ingreso de los compradores, aumenta su exigencia en la calidad de los productos que adquieren. Para ganar una parte de los mercados más sofisticados, los hortelanos deben ofrecer productos de calidad superior, los cuales, normalmente, requieren el uso de variedades de alta calidad y reproductores de animales mejorados.

Mantenimiento de la oferta

Para mantener de manera regular la oferta de productos hortelanos, capaces de satisfacer las exigencias de la demanda, los agricultores deben comprender muy bien el funcionamiento de la cadena agroalimentaria; desde la producción hasta la transformación, la distribución y la venta. Para garantizar un aprovisionamiento regular, los cultivadores hortícolas renuevan las sementeras a intervalos semanales. Los mercados de transformación de los cultivos comerciales tienen exigencias específicas. Algunos, como aquellos relacionados con el procesamiento de frutas, para satisfacer la demanda de la factoría deben ser capaces de extender el aprovisionamiento a lo largo de extensos periodos. Las usinas procesadoras de café de alta calidad necesitan recibir los frutos frescos el mismo día de la recolección. El embalaje y los medios de transporte varían según la destinación del producto y las especificidades del pedido. Los viveros producen las jóvenes plantas sea con raíces desnudas, en macetas o en tubos; las plantas con raíces desnudas son generalmente árboles y arbustos destinadas al mercado local, para ser plantados durante la estación fresca. Son menos caros y mejor adaptados a ciertos sitios, como tierras de monte, mientras que las plantas en maceta son más fácilmente transportadas y llegan al lugar de destino en mejores condiciones. Esto es particularmente importante en el caso de los viveros que aprovisionan a las empresas de agricultura intensiva a campo, en las cuales los agricultores compran las jóvenes plantas a granel y calibradas para poder adelantarse a la estación. Para tener éxito, los pequeños empresarios deben poder contar con un sistema de aprovisionamiento de insumos confiable y eficaz. Los ganaderos deben poder acceder al aprovisionamiento de forraje y a los servicios y productos veterinarios. Las semillas y otros materiales de multiplicación deben también estar disponibles, ya sea en los comercios de la zona o de otros agricultores capaces de producirlos. Los productores de champiñones, por ejemplo, necesitan poder aprovisionarse regularmente en paja, aserrín de madera y otros materiales para la preparación de las camas de crecimiento.

Riesgo

El riesgo de mercado forma parte del riesgo global presente en la actividad agrícola. El mismo es inherente a las elecciones realizadas y se refleja en las marcadas fluctuaciones, sean anuales o estacionales, de los precios. Los agricultores deben informarse sobre las fluctuaciones cíclicas y estacionales de los precios para poder percibir mejor la rentabilidad y el riesgo implícito en llevar a cabo una actividad determinada. El fracaso de ciertas actividades está ligado a los riesgos asociados a la producción, como la pérdida de cosechas o los cambios en las condiciones del mercado. Los precios pueden revelarse inferiores a las previsiones en razón de una mayor competencia, la importación de productos a precios más competitivos que los nacionales y el aumento de los precios de los insumos agrícolas. La competencia puede tener origen en la producción de otros productores o por la aparición de productos nuevos de substitución.

Los empresarios deben seguir muy de cerca las informaciones sobre los mercados y actuar rápidamente frente a las amenazas que aparezcan. En este sentido, es fundamental que sepan presupuestar sus actividades, teniendo en cuenta distintos escenarios de precios de los insumos y de los productos y observar la rentabilidad que corresponde a cada uno de ellos. Es indispensable evaluar los riesgos de obtener productos dañados y de calidad inferior, sea por razones climáticas, como las intemperies, el ataque de insectos, enfermedades y animales dañinos o por fallas durante la cosecha o en la cadena de distribución, y tomar en cada caso los resguardos necesarios.


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