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3. ALGUNAS POBLACIONES TRANSZONALES

En la presente sección se estudiarán las poblaciones transzonales, desglosadas por subregiones. Desde el comienzo, conviene indicar que no siempre son claras las diferencias biológicas entre las dos categorías legales (es decir, las poblaciones altamente migratorias y las transzonales). En la sección anterior se ha observado frecuentemente que muchas de las especies que se encuentran en alta mar podrían incluirse en uno u otro grupo. Los cefalópodos oceánicos requieren especial atención en este sentido. Su distribución en todo el océano y su caráter oceánico los convierte en uno de los mejores ejemplos de recursos de alta mar (Mapas 9 y 10 a,b). Los calamares neríticos (Loligo spp., Illex spp. y Todarodes spp.) realizan migraciones de varios centenares de kilómetros (Caddy, 1989), normalmente a lo largo de la costa, en las plataformas profundas y taludes, pero desbordan fácilmente la línea de demarcación cuando se extienden más allá de las 200 millas. La estructura de las poblaciones y las pautas de migración de los calamares oceánicos son mucho menos conocidas pero, dado su breve ciclo vital (los calamares son especies esencialmente anuales), se puede deducir con toda probabilidad que las migraciones son de alcance limitao, posiblemente como las de los calamares neríticos. En el presente documento, y mientras no se disponga de información más precisa sobre sus migraciones, los calamares oceánicos (Ommastrephidae) podrían considerarse como poblaciones que, si bien no sonexclusivamente de altura, tienen un componente significiativo de alta mar. De los diez géneros de esta familia, seis forman la base de algunas pesquerías y la familia representa la mitad de las capturas mundiales de cefalópodos. Se subdivide en tres subfamilias. Dos de ellas son esencialmente neríticas (Illicinae y Todarodinae) y una más oceánica (Ommastrephinae).

Puede verse un análisis más completo del potencial de los calamares oceánicos en García y Majkowski (1992), del que se ha tomado la siguiente información. Los ejemplares jóvenes de calamares oceánicos son explotados fundamentalmente mediante redes fijas y redes de cerco en la plataforma, mientras que los adultos son más bien capturados por las embarcaciones calamareras (en el pasado, con grandes redes pelágicas de deriva) sobre todo el Pacífico septentrional y el Atlántico sudoccidental. Las capturas de calamares pasaron de 745 000 t en los primeros años 70 a unos 2 millones de toneladas en los últimos 80 y primeros 90. Las capturas de calamares oceánicos (Ommastrephidae) han oscilado entre 250 000 y 460 000 t durante el mismo período.

Aunque la información sobre los calamares neríticos ha mejorado desde el primer estudio sobre el potencial de los recursos mundiales realizado por la FAO (Gulland, 1971), la información sobre los calamares oceánicos fuera del Pacífico continúa siendo muy escasa, aun en el caso de las Ommastrephidae. Según cálculos muy aproximativos (Gulland, 1971), el potencial de los calamares oceánicos sería de “varios millones de toneladas pero por debajo de los 100 millones de toneladas”. En el cuadro 7 (tomado de García y Majkowski, 1992) se resume la situación de las principales especies y regiones oceánicas.

La mayor parte de estas cifras deben considerarse con cautela, pero en conjunto revelan que hay un gran potencial si se puede fomentar la pesca en forma económica. La situación de estos recursos no es muy bien conocida. El Symplectoteuthis oualaniensis delPacífico centro-oriental está muy poco explotado y la población del océano Indico está probablemente virgen. La población de Dosidicus gigas en el océano Pacífico sudoccidental debe estar muy poco explotada y las poblaciones de Mesonychoteuthis hamiltoni y Gonatopsis borealis están también vírgenes. En la sección 3.1. puede verse la situación del Ommastrephes bartrami.

Mapa 9

Mapa 9: Distribución de los calamares neríticos (tomado de Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)

Mapa 10

Mapa 10a: Distribución de los calamares oceánicos (tomado de Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)

Mapa 10b

Mapa 10b: Distribución de los calamares oceánicos (continuado) (tomado de Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)

Cuadro 7
Océanos y especiesPotencial (toneladas)
PACÍFICO SEPTENTRIONAL 
Ommastrephes bartrami380 0001
Ommastrephes borealijaponica130 0001
Symplectoteuthis oualaniensis100 0002
Gonatopsis borealis6 0001
TOTAL Ommastrephidae500 0003
TOTAL Calamares5 000 000–50 000 0003
PACÍFICO SUR 
Dosidicus gigas (California)300 0004
Dosidicus gigas (Total Sur)1 000 000–1 500 0004
INDICO 
Symplectoteuthis oualaniensis2 000 0005
ATLANTICO 
Ommastrephes pteropus1 600 000–2 500 0006
MARES AUSTRALES 
Mesonychoteuthis hamiltoni1 000 000–1 500 0007
TODOS LOS OCEANOS< 100 000 0008
 90 000 0007

1) Okutani, 1977;
2) Voss,1973;
3) Jefferts, 1986;
4) Roper et al., 1984;
5) Zuev y Gutsal, 1990;
6) Zuev et al., 1990;
7) Klumov ly Yukhov, 1975;
8) Gulland, 1971.

3.1. Pacífico noroccidental

En esta región la plataforma es una de las más extensas de todos los océanos y sus recursos figuran entre los más ricos del mundo.

El colín de Alaska (Theragra chalcogramma) tiene amplia distribución en el Pacífico septentrional (Mar de Bering, Mar de Okhotsk) y es un buen ejemplo de lo que podría considerarse como una importante población transzonal. Su estructura no es bien conocida y podría haber doce poblaciones en la región del Pacíficol occidental (Chikuni, 1985). Se trata de un animal pelágico o semipelágico en sus cinco primeros años de vida, que luego se va convirtiendo en un recurso demersal cuando madura sexualmente. El total de las capturas aumentó de forma constante en el Pacífico septentrional pasando de 300 000 t en los años 50 a aproximadamente 4 millonoes de toneladas en los primeros 70 y 6,7 millones en los últimos años (Cuadro 1). Se trata del mayor volumen de una sola especie en el Pacífico septentrional (con la exceptión reciente de la sardina). Esta población ha sido explotada por los Estados Unidos, la antigua Unión Soviética, China, Japón, República de Corea y Polonia. En los últimos años 80, aproximadamente el 25-30 por ciento de los desembarques del Mar de Bering procedían de la zona conocida con el nombre de Donut Hole, pequeñol enclave situado en alta mar (Mapa 11). El Peanut Hole es un enclave semejante, pero en ell Mar de Okhotsk. Este recurso se considera plenamente explotado a escala mulndial (Chikuni, 1985). Lal situación de la población del Pacífico nororiental es satisfactoria, con una biomasa de 8,8 millones de toneladas (Arnason yl Trodsen, 1989). La ordenación de este recurso en las aguas internacionales del Mar de Bering (Donut Hose y Peanut Hole) ha suscitado numerosas controversias. La biomasa del Mar de Bering, estimada en 13 millones de toneladas, ha disminido al parecer a un ritmoanual del 10 por ciento (Shapiro, 1990) y las tasas de captura han sido excesivas. Otro problema se relaciona con el posible efecto de una mayor explotación del colín que constituye el alimento de los mamíferos marinos (cetáceos, leones marinos de Steller). Puende decirse que estas poblaciones fueron saqueadas. Las caputras en el Donut Hole han bajadode 1 millón de toneladas en los últimos años 80 a 22 000 ten 1992. En agosto de 1992, los Estados Unidos, Rusia, Japón, Polonia, República de Corea y China han aprobado una moratoria de las capturas después de que hubiera desaparecido, al parecer, la mayor parte de la biomasa (Munro, 1993).

Mapa 11

Mapa 11: El Donut Hole, en el mar de Béring (Pacífico septentrional)

Las pesquerías en la pota saltadora (Ommastrephes bartrami) comenzaron con unas capturas de 14 000 t en 1974, tras la situación de sobrepesca del Todarodes en el Mar del Japón en los años 60 (Osako y Murata, 1983) y la búsqueda de nuevos caladeros en alta mar, a raíz del establecimiento de las ZEE en los primeros años 70. Esta pesquería se extendió aguas adentro entre 1974 y 1980 llegando a los 170°E, y oscila estacionalmente entre los 39°N y los 49°N (Jefferts, 1986). La pesca con redes de deriva comenzó en 1978 en aguas próximas al Japón y se extendió rápidamente por el centro del Pacífico septentrional entre los 170°E y los 160°O. En 1986 sólo el Japón capturaba ya aproximadamente 150 000 t y se estimaba que las embarcaciones de Corea y Taiwán efectuaban un volumen semejante de capturas (Beamish y McFarlane, 1989). El total de las capturas sería por lo tanto del orden de las 300 000 t, cifra próxima al potencial total estimado. Esta pesquería fue regulada por el Japón tras los conflictos surgidos en 1979 entre la pesca con calamareras y con redes de enmalle, quedando estas últimas confinadas a las aguas que se encontraban a más de 100 km de la costa. La ordenación de esta pesquería incluye limitaciones de las capturas incidentales, pero los conflictos internacionales con las pesquerías del salmón y el atún son intensos y difíciles de resolver en ausencia de un organismo internacional con competencias sobre todas las especies afectadas. Jefferts (1986) opina que estas poblaciones han estado totalmente explotadas desde 1978. Jefferts (1986) menciona también que la población de Ommastrephes bartrami del Pacífico noroccidental puede haber estado plenamente explotada desde 1978. Beamish y McFarlane (1989) consideran que el total estimado de capturas de esta especie en el Pacífico septentrional, del orden de 300 000 t, se encontraba próximo al potencial total estimado. Por lo tanto, este recurso puede estar plenamente explotado en el Pacífico septentrional.

Otras especies que podrían ser también transzonales en la plataforma y talud del Pacífico septentrional son los cefalópodos (Onychoteuthys borealjaponica y Gonatopsis borealis), la gallineta del Océano Pacífico (Sebastes alutus) ya sobrepescada en los años 60 (Chikuni, 1985), el Pentaceros richardsoni y el alfonsino besugo (Beryx splendens).

3.2 Pacífico nororiental

En el Pacífico nororiental, el chicharro ojotón (Trachurus picturatus symmetricus) se encuentra a todo lo largo de la costa de América del Norte y su presencia aguas adentro es bien conocida. Hay una pesquería costera del T. picturatus symmetricus frente a California y esta especie se captura también frente a México. Constituye una captura incidental de la pesca a la cacea del salmón de América del Norte, pero se desecha en el mar. Finalmente, es explotada por las flotas extranjeras de arrastre que se dedican a la captura de bacaladilla del Pacífico en alta mar (MacCall et al., 1980). Los desembarques han presentado considerables variaciones, oscilando entre 10 000 y 73 000 t desde los años 40, en relación con la situación de la pesquería de la sardina. Bajaron desde 28 000 t por término medio en 1975–79 a unas 10 000 t en los últimos años 80. Esta especie se encuentra también mar adentro, más allá de la zona de las 200 millas frente a los Estados Unidos y el Canadá.

La biomasa de la población en desove de T. picturatus symmetricus sel ha estimado al menos en 1,5 millonoes de t(MacCall et al., 1980) El potencial no se conoce con precisión y puede oscilar entre 50 000 y 290 000 toneladas cortas.

3.3 Pacífico sudoccidental

Se han encontrado en esta área dos tipos de recursos transzonales. Por un lado, las zonas continentales (Australia) y las grandes islas (Nueva Zelandia) tienen plataformas de extensión suficiente para poder presentar los convencionales problemas de las poblaciones transzonales. Por el otro, los pequeños oaíses insulares tienen una extensión diminuta de plataforma en medio de un inmenso ecosistema oceánico, y gran parte de sus recursos son oceánicos y se museven entre las ZEE y alta mar.

El reloj anaranjado (Hoplostethus atlanticus) se encuentra len las zonal profoundas del talud en la mayor parte de los océanos pero sólo hay pesquerías orientadas a este recurso en Australia y Nueva Zelandia. Esta especie puede vivir hasta cien años y madura entre los 20 y 25 años de edad. Debido a ello y a la lógical lentitud de su crecimiento, las tasas máximas de captura sostenible son entre el 1 y el 5 por ciento de la biomasa virgen. Las actuales tasas de captura son más elevadas en la mayor parte de los lugares, lo que significa que se trata de pesquerías insostenibles. La explotación de estas especies comenzó en los primeros años 80 en Nueva Zelandia y se extendió a Australia en 1986. Los pescadores buscan las grandes concentraciones de poblaciones en desove que se encuentran en zonas muy localizadas. Como esta especie tiende a concentrarse en grandes bancos para el desove, las elevadas tasas locales de captura pueden ocultar un descendimiento general de las poblaciones, que sólo se haría patente cuando estuviera ya próximo el colapso de esta población. Una peculiaridad del reloj anaranjado es que, debido a la edad en que alcanza la madurez y a su longevidad, los efectos de la excesiva presión de pesca continuarán influyendo en esta población entre 20 y 25 años después. El agotamiento de esta especie parece obvio, pero las capturas han continuado aumentado conforme se han ido descubriendo nuevos caladeros. La extensión de la Challenger Plateau de Nueva Zelandia, más allá de las 200 millas, da origen a una población transzonal (Mapa 12). Esta especie es explotada por Australia, Japón, Rusia, República de Corea y Noruega. Tanto la biomasa como la tasa de captura han disminuido rápidamente en los últimos años (Meltzer, 1992) y se estima que la actual biomasa es un 20 por ciento de la original. Ello es demostración de una sobrepesca muy por encima del nivel correspondiente al rendimiento máximo sostenible y, en los dos últimos años, el total de las capturas admisibles ha tenido que reducirse de 12 000 a 1 900 t, mientras que Nueva Zelandia controla las capturas de flotas extranjeras fuera de la zona sometida a su jurisdicción.

Dada la lentitud en la renovación de estas pesquerías, puede existir la tentación de recurrir a la “pesca por rachas”18 por razones económicas. Se requieren prácticas de ordenación muy prudentes para conseguir la conservación y producción estable de este tipo de recursos.
18 Rapido agotamiento de los recursos durante un breve perfodo de tiempo, seguido de otro más largo en que se prohibirfa la pesca pera permitir la recuperación de las poblaciones

Mapa 12

Mapa 12: Challenger Plateau, en el Pacífico sudoccidental

Aunque las capturas realizadas en las concentraciones de poblaciones de reloj anaranjado en desove están prácticamente libres de capturas incidentales, al menos un grupo de especies se captura de forma significativa en esta pesquería, las Oreosomatidae (Allocyttus verrucosus, A. niger, Neocyttus rhomboidalis, Pseudocyttus maculatus), de las que Australia y Nueva Zelandia capturan unas 20 000 t. Hasta hace muy poco, estas especies se desechaban pero en los últimos años los pescadores han tratado de conservarlas e incluso de capturarlas deliberadamente. Alcanzan profundidades de más de 1 000 m y pueden representar otra población transzonal de importancia desconocida en esta zona.

Los recursos oceánicos transzonales de los pequeños países de la zona son fundamentalmente túnidos y especies afines (por ejemplo,elcarite estriado(Scomberomorus commerson), los calamares y los tiburones oceánicos, pesce vol;adores y dorados, de los que ya se ha hablado más arriba. Conviene recordar también que los pequeños cetáceos, anuque no se consideran en el presente documento, representan también un posible recurso transzonal. Dada la relativa importancia de los recursos oceánicos en la economía insular, para conseguir una sostenibilidad a largo plazo denería ponerse en marcha un sistema de ordenación regional19 que tenga en cuenta toda la zona de distribución de los recursos.
19 Este sistema debería garantizar el control de la mortalidad total de las especies como consecuencia de la pesca, bein en términos de capturas admisibles o de tamaño de las flotas, y servir de foro para la negociación de las asignaciones nacionales

3.4 Pacífico sudoriental

Una población importante y escasamente explotada de Ommastrephidae, el potón del Pacífico (Dosidicus gigas), se encuentra en el Pacífico suboriental, desde California hasta la punta meridional de América Latina (Mapa 9). Esta población con rendimiento de hasta 19 000 t., parece estar en gran parte sin explotar y actualmente se captura deliberadamente en las ZEE de México (Golfo de California) y Perú, así como fuera de la ZEE peruana.

El jurel chileno (Thachurus picturatus murphyi) desove en toda la extensión oceánica comprendida entre Nueva Zealandia y Chile y parcece ser capaz de completar todo su ciclo vital en la convergencia del Pacífico meridional, sin necesidad de penetar en la zona nertítica (Bayley, 1989). La estructura poblacional y la posible subdivision de sus especies son todavía motivo de discusión (Parrish, 1989). En la costa de América Latina, esta especie se encuentra fundamentalmente frente a Perú y Chile entre 1°30'N y 58°S y puede extender su destribución más hacia el norte durante algunos períodos de condiciones climáticas anómalas (El Niño). Su distribución puede llegar hasta 900 millas mar adentro, según la distribución de las larveas, cubriendo una extensión de 1.7 millones de km2 (Mathisen y Tsukayama, 1986).

En los dos últimos decenios esta especie ha protagonizado uno de los mayores aumentos de las capturas mundiales de peces, que pasaron de unas 170 000 t en 1970–74 a 3,8 millones de t en 1990. Esta pesquería se desarrolló frente a Chile y Perú después del hundimiento de la anchoa, gracias en parte al aumento de la superficie acupada por esta población y su biomasa (Tsukayama y Santander, 1987). Al final de los años 70, la antigua Unión Soviética buscando nuevos caladeros fuera de las ZEE y se desarrolló una pesquería con un rendimiento de 500 000 a 600 000 t/año, primero a lo large y en exterior de las ZEE de Perú y Chile. Después de 1985 esta pesquería se extendió hacia el oeste a lo largo de la deriva occidental entre 39° y 45° Sur llegando hasta los 80–120° Oeste y quizá más allá, con desplazamientos estacionales siguiendo la oscilación de la convergencia subtropical del Pacífico meridional (Parrish, 1989), y las capturas de la flota de la antigua Union Soviética llegaron a 1,1 millón de toneladas en 1989 y 1990. Hay también una pesquería activa protagonizada por Chile y el Perú

La mortalidad total de T. picturatus murphyi, estimada a partir de las curvas de capturas en Perú y Chile, oscila entre 0.57 y 0.90 valor bastante elevado para una especie tan longeva (10–15 años). En 1983, las tasas de explotación calcudas a partir del coeficiente entre capturas y biomasa acústica (8,9 millones de t) en la ZEE del Perú y Chile fueron del orden del 16 al 25 por ciento, la que indica que este recurso estaba intensamente explotado (al menos a escala local). No obstante, estos valores deben considerarse con precaución, ya que los datos utilizados no se referían a la totalidad de los recursos ni de las extracciones (Mathisen y Tsukayama, 1986). No se conoce la situación del conjunto de esta población en el Pacífico Sur.

3.5 Atlántico noroccidental

Las poblaciones transzonales aquí consideradas son las que desbordan los límites de las ZEE de Canadá, Groenlandia y la CEE y las poblaciones exclusivamente capruradas por Estados ribereños pero que penetran en aguas internacionales más allá del límite de las 200 millas. Estas poblaciones son evaluadas por la Organizació de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO), de la que son miembros todos los Estados ribereños con execpción de los Estados ?Unidos y una gran proporción de los países que pescan en aguas distances cuyas flotas faenan más allá de las 200 millas de la costa. La mayor parte de las pesquerías importantes son demersales y, en buena medida, tienen como principal objetivo el bacalao, aunque se capturan incidentalmente diversos peces de fondo.

La mayor parte de las poblaciones demersales de esta zona se encuentran bajo la jurisdicción de los países ribereños si se exceptúan dos pequeños lugares, la “nariz” y la “cola” de la región conocida con el nombre de Grandes Bancos, que se extiende más allá del límite de las 200 millas, y Flemish Cap (Mapa 13). Las especies que se encuentran en esta plataforma transzonal son el bacalao del Atlántico (Gadus morhua), la platija americana (Hippoglossoides platessoides), la gallineta dorada (Sebastes marinus), el mendo (Glyptocephalus cynoglossus), el halibut (Hippoglossus hippoglossus), el fletán negro (Reinhardtius hippoglossoides), la limanda (Pleuronectes ferruginaeus) y los granaderos (Macrouridae). Otros recursos transzonales de esta zona son la caballa del Atlántico (Scomber scombrus) y los calamares neríticos (Loligo pealei e Illex illeceabrosus).

Mapa 13

Mapa 13: La “cola” y la “nariz” de los Grandes Bancos (Atlántico noroccidental)

Los Estados ribereños del Atlántico noroccidental redujeron fuertemente o por completo las actividades de pesca en aguas distantes realizadas en sus ZEE en los años 70 y, con excepción de las poblaciones en la punta de Grandes Bancos y Flemish Cap, así como de aquellas sobre las que han solicitado asesoramiento los Estado ribereños, la ordenación de las 200 millas de las plataformas en la parte que da la mar se ha llevado a cabo bajo los auspicios de la NAFO. Esta organización ha tratdo de mantener el nivel de las poblaciones o seguir una estrategia de reconstrucción de las mismas capturando las poblaciones agotadas por debajo del nivel correspondiente al rendimiento máximo sos tenible (fRMS). Es probablemente correcto decir que todas las poblaciones transzonales de pesca de fondo en esta zona son capturadas cuando menos en el nivel fRMS y que la NAFO reconoce que las “poblaciones de peces de fondo… se encuentran ahora, por lo general, en la peor situación de todos los tiempos”. Se han puesto en práctica contingentes restrictivos para la captura del bacalao, platija americana, gallineta y otras poblaciones de peces de fondo gravemente agotadas (NAFO, 1992).

Las causas del fuerte descenso reciente de los recursos de bacalao en los Grandes Bancos, que ha provocado el nivel más bajo de biomasa conocido hasta la fecha, son varias: fluctuaciones de reclutamiento asociadas a los cambios climáticos, aumento de la depredación de ejemplares jóvenes de bacalao por unas poblaciones cada vez mayores de focas de Groenlandia, reducción de un alimento importante del bacalao (el capelán), desacuerdo sobre los objetivos de ordenación entre los países que participan en esta pesquería, insuficiente declaración de los desembarques y capturas por los países no miembros de la NAFO y consiguiente incertidumbre de las previsiones científicas.

La producción en las zonas septentrionales del Atlántico noroccidental está condicionada por el medio ambiente. Ya se ha señalado su sobre el bacalao. Hay también pruebas de que el descenso de la población de platija americana se debe no a la sobrepesca sino a los cambios de la temperatura ambiente. Es un hecho bien conocido que la abundancia y capturas de caballa y bacalao son más altas en las zonas septentrionales cuando las aguas marinas son más templadas, lo que influye en el reparto de estas poblaciones, no sólo entre los Estados ribereños adyacentes sino entre ellos y las pesquerías de alta mar.

La disminución de las poblaciones transzonales de peces de fondo en Flemish Cap y en la narizy la cola de los Grandes Bancos, ha suscitado numerosas controversias sobre la necesidad de aumentar la eficia de las comisiones pesqueras internacionales y de aclarar los intereses de los Estados ribereños en la regulación de las pesquerías basadas en la parte de las poblaciones transzonales que se encuentran más allá de sus ZEE. Aunque la superficie que se encuentra fuera de la zona de las 200 millas canadiense es relativamente pequeña, una parte mucho más significativa de esta población puede encontrarse, por efecto de la migración, en esos lugares durante determinados períodos del año. Este caso ilustra también las dificultades con que se encuentran las comisiones que carecen de medios independientes para evitar la parcialidad de las informaciones estadísticas y de las actividades de supervisión de los paíse participantes, sobre todo cuando dichas informaciones tienen consecuencias directas sobre los contingentes asignados al año siguiente. La inercia de los mecanismos de asignación de contigentes es palpable, particularmente en un período en que la disminución de la abundancia no se reflejó claramente en todas las evaluaciones. La consecuencia del descenso de las poblaciones en las comunidades costeras, que se hizo patente en 1992, ha sido el cierre de las pesquerías domésticas decretado por el Gobierno canadiense, seguido de un conjunto de medidas de indemnización para ayudar a los pescadores de una provincia con alto desempleo y pocas alternativas laborales.

A continuación se presenta un breve resumen de la situación actual de estas poblaciones:

Bacalao del Atlántico. El total de las capturas de esta población de bacalao del Atlántico noroccidental, anteriormente muy abundante, creció rápidamente después de 1959 ya que las flotas de aguas distantes explotaron intensamente las concentraciones de esta población que se producen durante el desove y antes de él; el nivel máximo de capturas se alcanzó en 1968 (800 000 t), y luego se registró un descenso constante hasta 1978. Las capturas costeras disminuyeron también, bajando de 160 000 t a 35 000 t en 1974. En 1992 la pesquería nacional canadiense del bacalao se suspendió por la desastrosa situación de esta población, y al parecer algunos países que pescan fuera de las 200 millas se han comportado también voluntariamente con bastante moderación. Estudios recientes del bacalao del Atlántico septentrional han demostrado que la abundancia y distribución de esta población varía según las condiciones climáticas: el bacalao fue menos abundante en la parte septentrional de su zona de distribución durante “la pequeña era glacial” en los siglos XI a XIII: por el contrario, la mezcla de poblaciones de Islandia y Canadá nororiental, aunque no generalizada, demuestra que estas poblaciones no están genéticamente aisladas. Ello puede tener repercusiones para los acuerdos de reparto a largo plazo.

Gallineta dorada. Esta especie, de gran longevidad, se encuentra en la plataforma y el talud del Atlántico noroccidental. Es de lento crecimiento y su resistencia es escasa frente a una actividad pesquera sin restricciones. La mayor parte de las poblaciones se agotaron durante el período de explotación internacional que precedió a la ampliación de las jurisdicciones, y sólo recientemente se ha observado cierta recuperación en el caso de las poblaciones (dentro de las ZEE) con las que se ha llevado a cabo una política de recuperación a largo plazo. Las poblaciones transzonales están agotadas y debería realizarse un esfuerzo de reconstrucción de las mismas.

Peces planos. La platija americana se encuentra en los Grandes Bancos y es capturada generalmente junto con el eglefino en la pesquería mixta de arrastre del bacalao. En los últimos años, las poblaciones septentrionales de eglefino del Atlántico occidental han sido poco abundantes. Ello se debe en parte (en lo que respecta a los peces planos) a su alta vulnerabilidad a la pesca, así como a su lento crecimiento y pequeña dimensión. En las capturas con arrastre en la zona de los Grandes Bancos ha habido un nivel significativo de descartes de peces planos pequeños. Otros peces planos, como el halibut, son ahora relativamente poco frecuentes y no son objeto de una pesquería dirigida. Se encuentra en aguas algo más templadas que el fletán negro, especie de aguas frías y profundas que ha sido objeto de pesquerías reguladas en los últimos años.

Varias especies de aguas profundas se encuentran en zonas del talud en torno al Atlántico septentrional y son capturadas por arrastreros especializados. Las únicas especies que revisten actualmente importancia son los granaderos (Macrouridae).

Capelán. Se trata de una pequeña especie pelágica que desova en aguas costeras y cuya presencia se ha registrado en los Grandes Bancos, donde desempeña un papel importante en la dieta del bacalao y los mamíferos marinos. Los sondeos acústicos son muy importantes en la evaluación de estas y otras poblaciones pelágicas, dado que, como ocurre con otras pequeñas especies pelágicas que habitan en cardúmenes, las capturas comerciales no constituyen un índice preciso de la magnitud de las poblaciones. Esta especie no es importante en cuanto población transzonal pero se menciona aquí porque algunos informes científicos recientes han aconsejado que no se realicen fuertes capturas en las zonas de desove próximas a las aguas costeras por el efecto que ello podreía tenere sobre los desoves futureos y sobre las poblaciones de bacalao que se alimentan de ellas. Ello demuestra la relación entre ordenación de las poblaciones depredadoras transzonales y otras poblaciones de presa más nacionales.

Caballa del Atlántico. Las poblaciones de Scomber scombrus del Atlántico noroccidental se incluyen en una sola unidad de ordenación, a pesar de la existencia de dos zonas de desove en el Golfo de San Lorenzo y entre Cape Cod y CDabo Hatteras;ambos grupos invernan en el Golfo de Maine y más al sur, y parte de la población puede traspasar el límite de las 200 millas durante la migración. Anteriormente fueron objeto de una pesquería intensiva por parte de Estados no riberenos, que capturaron un máximo de 430 000 t en 1973. Esta pesquería fue detenida en 1977-78 al ampliarse la jurisdicción de los Esstados Unidos y el Canadá; y ahora la mayor parate de las capturas se producen dentro de las ZEE.

Calamares. Los calamares neríticos son accesibles a las pesquerías situadas en las plataformas profundas y taludes y, por lo tanto, podriían incluirse entre los recursos transzonales. El calamar pálido (Loligo pealei) desova en aguas costeras, depositando los huevos en el fondo de las zonas de plataforma y luego migra aguas adentro para invernar. Su abundancia, cuantificada por sondeos de investigación realizados en el período de 1968-87 alcanzaron sus valores más bajos en los últimos anos 70. La mayor parte de las capturas se obtienen en las ZEE y su contribució a las poblaciones transzonales de la zona parece mínima. La pota (Illex illecebrosus) desova en aguas profundas en el borde de la plataforma, donde puede ser ocapturada por los barcos que pescan en alta mar, y leugo se desplaza hacia el norte para adentrarse en aguas de la oplataforma con el fin de alimentarse. El volumen de esta ipoblación parece estar relacionado con factores climaticos, al menos tanto como con la actividad pesquera, y dichos factores pueden influir también tanto en las migraciones norete-sur (con fdrecuencia muy amplias) como en los movimientos de aguas costeras hacia alta mar. El máximo de las capturas de Illex se alcanzó en los últimos años 70 (90 000- 180 000 t). A partir de entonces las capturas han disminuido considerablemente (5 000-20 000 t en los años 80) y la población está al menos plenamente explotada.

3.6 Atlántico nororiental20

Esta superficie es competencia del CIEM en lo que respecta al asesoramiento sobre investigación y ordenación, mientras que las actividades propiamente de ordenación corresponden a la Comisión de Pesquerías del Atlántico Noreoriental (CPANE) y a la CEE. El Atlántico nororiental tiene solamente tres zonas, no muy amplias, de alta mar: una extensión pequeña sobre la plataforma continental profunda del Mar de Barents y dos más al sur en aguas oceánicas más profundas del Mar de Noruega y el Atlántico septentrional (Mapa 14).
20 Informacióm procedente de ICES, 1992

Mapa 14

Mapa 14: Zonas de alta omar en el Atlántico nororiental

La bacaladilla (Micromesistius poutassou) es uno de los principales recursos transzonales. Se distribuye en la totalidad de muchas ZEE y en zonas de alta mar durante su ciclo vital; desova en primavera en el borde de la plataforma al oeste de Bretana e Irlanda, trasladándose hacia el norte entre Noruega e Islandia, para alimentarse e invernar. Esta pesquereía se estableció plenamente en 1977 y sus desembarques alcanzaron un máximo en 1979-80, con más de un millón de toneladas. Las cdapturas han disminuido posteriormente, bajando a 356 000 t en 1991. Esta población fue objeto de intensa sobrepesca en los ultimos anos 80. Desde 1986, la mortalidad debida a actividades pesquereas ha disminuido y ahora se encuentra en niveles próximos a la mortalidad natural. Esta población está en aumento y se considera que desde el punto de vista biológico no se encuentra en situación de peligro.

La gallineta nórdica21 (Sebastes mentella) es también un importante recurso transzonal. La gallineta nórdica se encuentra fundamentalmente en alta mar pero se adentra también en la ZEE de Islandia y Groenlandia. Esta pesquería comenzó en 1982 con una población virgen y los desembarques pasaron de 60 000 t en 1982 a 105 000 t en 1986, para descender posteriormente a 38 000 t en 1989 y 23 000 t en 1991. No se conoce la razón de esta caida. La biomasa puede tener un volumen aproximado de 800 000 t y no se ha realizado ninguna evaluación cientifica sobre la situación actual de la población.

Las poblaciones demeresales transzonales de bacalao del Atlántico (Gadus morhua), eglefino (Melanogrammus aeglefinus) y fletán negro (Reinhardtius hippoglossoides) se encuentran, juntamente con las de gallineta (en el Mar de Barents) pero las capturas, en opinión der los cientificos, son insisgnificantes a pesar de algunas noticias aparecidas en la prensa sobre una pesca intensiva.

Entre las poblaciones transzonales pelágicas se encuentra el arenque (Clupea harengus). Esta especie desova tradicionalmente en la costa occidental de Noruega, se alimenta durante el verano al noreste de Islandia y transcurre el invierno al este de Islandia y norte de las Islas Feroe. Estos habitos parecen haber cambiado en los últimos anos 60 y la especie transcurre ahora la mayor parte del ano dentro de la zona noruega. Esta población se está recuperando de su tradicional agotamiento. Está creciendo de forma progresiva debido a un reclutamiento abundante. La biomasa actual se encuentra por debajo del nivel mínimo biológicamente seguro de 2,5 millones de t, y la población está dominada por la clase de un solo año (1983). Las capturas y la mortalidad derivada de la pesca se mantendrán bajas hasta que se establezca una biomasa más considerable.

Hay estadísticas independientes sobre las capturas de estas poblaciones en las ZEE y en alta mar, aun cuando la fiabilidad de los datos sobre alta mar es poco segura y estas poblaciones son evaluadas por los grupos de trabajo del CIEM como unidades desde el punto de vista de la ordenación, teniendo en cuenta los datos presentados sobre el conjunto de toda la población.

3.7 Mediterráneo

Los países costeros mediterraneos no han ampliado sus ZEE a las 200 millas y la mayor parte de ellos tienen todavía un limite de 12 millas. Las plataformas mediterráneas son por lo genereal muy estrechas y, por consiguiente, hay muy pocas poblaciones transzonales demeresales. No obstante, en dos de ellas se han presentado problemas relacionados con poblaciones transzonales: el Golfo de León y el Golfo de Gabes. En estos dos lugares, la plataforma se extiende más allá del limite de las 12 millas y, por ello, sus recursos son accesibles a otros (por ejemplo, pescadores espanoles en el Golfo de León y pescadores italianos y griegos en el Golfo de Gabes). Estos recursos corresponden a agrupaciones de peces del talud y de la plataforma profunda, entre los que las especies más buscadas son la merluza y la gamba. El Consejo General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) tiene autoridad para abordar este problema en su integridad y así lo ha hecho en el caso del Golfo de León.
21 Conviene recordar que al parecer existen dos poblaciones diferentes de Sebastes mentella, la gallineta de aguas profundas, en las ZEE, y la gallinetea oceanica en alta mar

Se encuentran recursos transzonales de pequeñas especies pelágicas como las sardinas en el Mar de Alborán o el jurel en el Mediterraneo central y, muy probablemente, en todas las aguas situadas más allá de las 12 millas.

3.8 Atlántico centro-oriental

La plataforma continental correspondiente a esta zona es bastante estrecha y la mayor parte de las capturas se producen dentro de las 200 millas, incluidas las pequenas especies pelágicas como la sardina, la caballa y el jurel. Aparte de los tunidos y especies afines y, quizá, los tiburones oceánicos, sólo se sabe de una especie, el jurel de altura (Trachurus picturatus), que emigre entre la costa del Sahara y los montes submarinos de esas latitudes, llegando quizá hasta Cabo Verde. Esta posible población transzonal pelágica es explotada por flotas de Europa oriental y por los países ribereños, pero no se distingue entre sus capturas y las de otras especies más nerícas de jurel ( T.trachurus y T.trecae). No se sabe nada de su potencial ni situación.

3.9 Atlántico centro-occidental

En las Antillas Menores, las especies que se encuentran dentro y fuera de las ZEE y realizan migraciones a través del archipiélago son los peces voladores (Hirundicthys affinis y Cypselerus cyanopterus) y los dorados (Coryphaena spp.), el peto (Acantocybium spp.), el atú aleta negra (Thunnus atlanticus), el reabil (T.albacares), el atún blanco (T. alalunga) y el listado (Katsuwonus pelamis) asi como el pez vela del Atlántico (Istiophorus atlanticus), el marlín blanco (Tetrapturus albidus) y la aguja azul del Atlántico (Makaira nigricans), el carite lucio (Scomberomorus cavalla) y los tiburones oceánicos (Prionace glauca, Carcharhinus longimanus y Isurus oxyrinchus) (Mahon, 1987).

Según Joseph (1987), las especies migratorias de la region del Caribe fueron el objetivo directo de algunas pesquerias japonesas en los últimos anos 50 y en los 60, y los Estados del Caribe Oriental sufrieron el agotamiento de estas poblaciones (en particular, túnidos y grandes especies afines) sin compartir ninguno de los beneficios. La Republica de Corea, Taiwan (Prov. de China) y Venezuela iniciaron también sus actividades en los anos 70 llegando a dominar estas pesquerías en los 80.

La situación es semejante a la descrita en el Pacifico Sur, y el establecimiento de las ZEE ha mejorado el control de los Estados riberenos sobre el acceso a los recursos, pero continua el problema de la asignacion de recursos y la ordenacion global. Puede verse una buena compilacion de las pautas de migració de los recursos pelágicos de esta región en Mahon (1987).

3.10 Atlántico sudoccidental

En el atlántico sudoccidental pueden encontrarse imporetantes especies transzonales, que se dan tanto dentro de las zonas sometidas a la jurisdicción nacional como en las regiones adyacentes de alta mar. Este es uno de los pocos lugares del mundo donde la plataforma continental y el talud llegan mucho más allá del limite de las 200 millas y por consiguiente las principales poblaciones transzonales son predominantemente demersales. Hay muy poca información sobre la distribución de las especies pelágicas neriticas en esta zona. Son mucho menos abundantes y, si se excluyen las especies altamente migratorias, no hay noticias de ninguna actividad considerable de pesca de altura de estas especies en la región.

En la parte meridional del área estadistica 41 de la FAO entre 41°50'S y 48°00'S, la plataforma y el talud patagónicos tienen una superficie total aproximada de 12 323 millas cuadradas, que se extienden más allá del límite de las 200 millas (Mapa 15). En esta área se encuentran muchas poblaciones demersales importantes stanto en las aguas jurisdiccionales como en la alta mar adyacente. Se estudian a continuació.

Mapa 15

Mapa 15: La plataforma patagónica, en el Atlántico sudoccidental

Una proporción considerable de la población total de pota argentina (Illex argentinus) se encuentra en la zona correspondiente a la plataforma y talud patagónicos, más allá del límite de las 200 millas. Se estima que entre el 11 y el 35 por ciento de la biomasa total de esta población está concentrada en esa zona, que es también un importante caladero de esta especie. El calamar (Loligo spp.) se encuentra también tanto dentro del límite de las 200 millas como más allá de él. En el pasado entre el 2 y el 12 por ciento de la biomasa total de calamar se encontraba en esta zona, más allá del límite de las 200 millas. El total de las capturas de estos dos grupos de especies aumentó considerablemente, pasando de unas 100 000 t/año en los primeros años 80 a 744 000 y 750 000 t en 1987 y 1989, para luego caer a 550 000 t en 1990. No hay estimaciones actuales sobre la proporción capturada más allá del límite de las 200 millas, pero en el pasado (1981) hasta el 74 por ciento del total de las capturas de pota argentina aparecian registradas como si se hubieran capturado más allá de las 200 millas. Esas poblaciones son explotadas fundamentalmente por flotas de altura de la República de Corea, antigua Unión Soviética, Japón, Taiwán (Prov. de China) y Espana. Tanto las poblaciones de pota argentina como de calamar están plena o excesivamente explotadas en la plataforma patagónica. La pota festoneada (Martialia hyadesi de la familia Ommastrephidae) es también explotada actualmente, al parecer, en la plataforma patagónica y zonas circundantes, pero no hay ninguna información detallada al respecto. Puede obtenerse mayor información sobre la distribución, abundancia y explotación de estas poblaciones en Otero et al. (1982), FAO (1983) y Csirke (1987).

Las merluzas (Merluccius hubbsi y M. polylepis) son las poblaciones de peces demersales del Atlántico sudoccidental. La merluza argentina (M. hubbsi) tiene una distribución más costera y es muy abundante, encontróndose raramente más allá del límite de las 200 millas. La merluza patagónica (M. polylepis) es menos abundante y se encuentra en el talud patagónico y en la parte exterior de la plataforma continental, sobre todo en torno a las Islas Malvinas. Debido a la superposición en la distribución y la dificultad de distinguir entre las dos especies mediante simple inspección, tanto la merluza patagónica como la merluza común capturadas en alta mar suelen registrarse normalmente bajo el apartado general de merluza (Merluccius spp.). Es muy probable que la merluza patagónica sea la que predomina en las capturas en la plataforma exterior y el talud más allá de las 200 millas. Varios estudios realizados en el pasado permiten pensar que entre el 2 y el 6 por ciento del total de la biomasa estimada de estas dos poblaciones se encuentra sobre la plataforma y el talud más allá de las 200 millas, donde son capturadas por las flotas de altura. Estas dos poblaciones tienen un total de capturas proximo a las 425 000 t/año. Son explotadas fundamentalmente por flotas de Argentina y Uruguay que operan sobre todo en zonas costeras, frente a la cuenca del Río de la Plata y en la plataforma patagónica septentrional; son también capturadas por flotas españolas y japonesas de altura que faenan más al sur y más lejos de la costa, en torno a las Islas Malvinas y en la plataforma patagónica exterior. Se considera que estas poblaciones están plenamente explotadas y, dada su distribución, no es probable que las operaciones pesqueras realizadas más allá del límite de las 200 millas puedan tener efectos apreciables en la abundancia general y total de capturas de estas especies.

La polaca (Micromesistius australis) se encuentra distribuida fundamentalmente en la plataforma continental y el talud al sur de los 38°S, incluido Burdwood Bank. Se estima que entre el 1 y el 12 por ciento del total de la biomasa de esta población se encuentra en la zona de la plataforma y el talud patagónicos más allá de las 200 millas, donde es explotada por las flotas de altura. En 1990, el total de las capturas de esta especie era de 194 000 t, en su mayoría realizadas por flotas de altura de Polonia, la antigua Unión Soviética y el Japón. No hay estimaciones actuales sobre la proporción capturada más allá del límite de las 200 millas, pero en el pasado (1981) hasta el 70 por ciento del total de las capturas de esta especie tuvo lugar en la zona situada más allá de las 200 millas. Se considera que esta población está entre suficiente y moderadamente explotada.

El granadero (Macrourus spp.) se encuentra también distribuido en la parte meridional de la plataforma y talud patagónicos, y entre el 11 y el 58 por ciento de su biomasa total se encontraría, según las informaciones disponibles, más allá de las 200 millas. Esta población ha sustentado un total de capturas de 20 000 a 50 000 t/año, la mayor parte de ellas en el borde exterior de la plataforma y talud patagónicos y por acción de flotas de la antigua Unión Soviética. No hay ninguna información sobre la proporción capturada más allá de las 200 millas en los últimos anos. Se consideera que esta población está moderadamente explotada.

Se ha senalado también la presencia de otras poblaciones demersales que desbordan el límite de las 200 millas: congribadejo rosado (Genypterus blacodes), astromerluza negra (Dissostichus eleginoides), bacalao criollo (Salilota australis), merluza de cola (Macruronus magellanicus), granadero (Macrourus whitsoni), trama jaspeada (Notothenia rossii), tramas (Notothenia spp.), tiburones y rayas y calamar común (Loligo spp.). Se estima que aproximadamente entre el 1 y el 16 por ciento de su biomasa se encuentra fuera del límite de las ZEE. Estas poblaciones arrojan un total de 20 000-50 000 t/año y son explotadas por flotas argentinas y flotas de altura procedentes de la antigua Unión Soviética y de Polonia. No hay información sobre la proporción de estas especies capturadas fuera de las ZEE en los últimos años. En términos generales, se considera que estas poblaciones están moderadamente explotadas.

3.11 Atlántico sudoriental

La plataforma de esta parte de Africa es estrecha y todas las capturas registradas proceden de las ZEE. No se ha señalado ningún conflicto relativo a poblaciones transzonales. No es probable que se encuentren grandes recursos transzonales demersales en esta región, aunque podría haber grandes y pequeñas especies pelágicas. Un candidato probable a la inclusión entre los recursos transzonales es el jurel del Cabo. Aunque no se ha descrito ningún jurel oceánico en esta zona, Wysokinski (1986) señala que se observan concentraciones de Trachurus trachurus en la plataforma pero también en profundidades de hasta 3 500 m. Los desembarques de esta especie alcanzaron más de 600 000 t en los primeros años 80, pero las capturas registradas procedían fundamentalmente de dentro de la zona de las 200 millas. Otros posibles candidatos serían la japuta (Brama spp.), de la que se han capturado aproximadamente entre 1 000 y 4 000 t, y algunas peces linterna (como la Lampanyctodes hectoris), cuyas capturas en 1973 sumaron 40 000 t. La posible existencia de considerables poblaciones transzonales en esta región es, por lo tanto, puramente hipotética y dichas poblaciones representarían, en todo caso, una proporción muy pequeña de los desembarques y del valor económico de las pesquerías de la región.


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