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Delimitation of community lands in Mozambique:
a participatory training process

This article summarizes a training process that was implemented to elaborate and test a methodology framework for the delimitation of local community lands in Mozambique. The activity was developed under Project GCP/MOZ/059/NET: Support to the Development and Implementation of a National Land Programme. The project began with FAO cooperating with the Government of Mozambique on the revision of the Land Law. This was completed, as far as the legal aspect is concerned, with the drafting of the Technical Annex to the Regulations of the Law, signed in December 1999.

Mozambique's new Land Law (Law 19/97) ensures land rights when a community identifies areas of land use and management and areas of other natural resources. The Technical Annex lists the stages in the methodology framework to be used to delimit community lands. The conception of this methodology framework for the delimitation of community lands was based on a process that involved technical experts and decision-makers from government and non-governmental institutions and the communities themselves.

D�limitation des terres communautaires au Mozambique: un processus de formation participative

Cet article pr�sente la synth�se d'un processus de formation mis en oeuvre afin d'�laborer et de mettre � l'essai un cadre m�thodologique pour la d�limitation des terres des communaut�s locales au Mozambique. Cette activit� s'est d�roul�e dans le cadre du projet GCP/MOZ/059/NET, Soutien au d�veloppement et � la mise en œuvre d'un programme national foncier. Le projet a pris naissance dans le cadre de la coop�ration entre la FAO et le Gouvernement du Mozambique pour la r�vision de la loi fonci�re qui a abouti, pour sa dimension juridique, � la pr�paration de l'Annexe technique aux r�glements d'application de la Loi, sign�e en d�cembre 1999.

La nouvelle Loi fonci�re (Loi 19/97) du Mozambique garantit les droits territoriaux l� o� une communaut� identifie les espaces d'utilisation et de gestion des terres et des autres ressources naturelles qui y existent. L'Annexe technique comprend les diff�rentes �tapes du cadre m�thodologique qui doivent �tre appliqu�es pour d�limiter les terres communautaires. La conception du cadre m�thodologique pour la d�limitation des terres communautaires a �t� le fruit d'un processus auquel ont particip� des experts techniques et des d�cideurs d'institutions gouvernementales et non gouvernementales, ainsi que les communaut�s elles-m�mes.

Delimitaci�n de tierras de las comunidades en Mozambique:
un proceso de capacitaci�n participativa

S. Madureira

Sevy Madureira es ge�grafa-soci�loga.
Consultora GCP/MOZ/059/NET

Este art�culo presenta la s�ntesis de un proceso de capacitaci�n implementado para elaborar y probar un marco metodol�gico para la delimitaci�n de tierras de las comunidades locales en Mozambique. Esta actividad fue desarrollada en el �mbito del Proyecto GCP/MOZ/059/NET - Apoyo al desarrollo e implementaci�n de un Programa nacional de tierras. El proyecto comenz� a trav�s de la cooperaci�n de la FAO con el Gobierno de Mozambique para la revisi�n de la Ley de Tierras, que fue concluida en lo que se refiere a su aspecto legal con la elaboraci�n del Anexo T�cnico a los reglamentos de la Ley, firmado en diciembre de 1999.

La nueva Ley de Tierras (Ley 19/97) asegura los derechos territoriales mediante los cuales una comunidad identifica los espacios de uso y gesti�n de la tierra y de otros recursos naturales. El Anexo T�cnico incluye los pasos del Marco Metodol�gico que debe ser utilizado para la delimitaci�n de las tierras de las comunidades. Para la concepci�n de este marco metodol�gico para la delimitaci�n de tierras de las comunidades se instal� un proceso donde participaron t�cnicos y dirigentes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales y las propias comunidades.

UNA REFLEXI�N SOBRE EL PROCESO DE CAPACITACI�N

Partiendo del presupuesto de que la nueva Ley de Tierras trata la cuesti�n de la delimitaci�n con la participaci�n de las comunidades, la construcci�n de una metodolog�a para tal fin no podr�a omitir principios que materializasen una participaci�n efectiva. �Qu� se entiende por capacitaci�n participativa? Mejor dicho, �Podr� existir capacitaci�n sin participaci�n?

Aunque se pueda afirmar que no, en la praxis de procesos cognitivos tradicionales la capacitaci�n tiene como dise�o una v�a emisora y otra receptora del conocimiento. En el caso del dominio e implementaci�n de tecnolog�as, la asistencia t�cnica tradicional es un modelo donde los espacios est�n bien definidos, por un lado el saber de los t�cnicos y por el otro la recepci�n pasiva de los campesinos, y no siempre hay una coherencia con las prioridades efectivamente requeridas.

De igual forma, se verifican los procesos tradicionales de demarcaci�n de tierras, donde el proceso cultural de apropiaci�n del espacio por las comunidades no es considerado, quedando �stas al margen de la decisi�n de las instituciones responsables por esta actividad y, que en general, a�sla a las comunidades de los espacios concedidos a privados.

Asegurar los derechos de las comunidades sobre su territorio es sin duda uno de los avances de la nueva Ley, sin embargo, el distanciamiento de �stas de las oportunidades de desarrollo o tambi�n de la perspectiva de una equidad social y econ�mica que las aproxime a una realidad que garantice una reproducci�n digna y sostenible, requieren una pr�ctica m�s all� de una delimitaci�n reconocida oficialmente.

Para corroborar una Ley, que abre espacio para la consolidaci�n cultural del concepto de comunidad local y su participaci�n en la delimitaci�n de sus tierras, se dise�� una propuesta amplia en el aspecto que definiese a qui�n y c�mo capacitar y, ampliando los l�mites del objetivo central, que la delimitaci�n abriese caminos para el desarrollo.

Para tal fin, es necesario el conocimiento de las potencialidades y la valoraci�n de los otros recursos naturales all� existentes y de qu� forma �stos son actualmente utilizados y administrados por la poblaci�n.

Se defini� entonces que el marco metodol�gico a probar partir�a de la aplicaci�n de los principios de un diagn�stico rural participativo, teniendo como meta la delimitaci�n de las tierras de las comunidades.

El reconocimiento de las personas que son objeto del diagn�stico, d�nde est�n y cu�les son sus perspectivas de crecimiento en funci�n de la cantidad y diversidad de recursos naturales, permite una nivelaci�n interna. Al final del diagn�stico participativo, no s�lo se materializa la seguridad de permanencia y control del territorio a trav�s de la delimitaci�n sino tambi�n un nuevo saber y una nueva identidad.

En el m�todo participativo, el proceso de recolecci�n de las informaciones para conocer el perfil hist�rico de la comunidad, la forma de ocupaci�n del espacio y su organizaci�n para uso y gesti�n de los recursos disponibles suponen la participaci�n de los t�cnicos como facilitadores. Esta labor va desde la conducci�n de reuniones iniciales hasta la elaboraci�n de mapas participativos, matrices y diagramas, m�s all� de la indicaci�n de los l�mites territoriales por la misma comunidad. Para los t�cnicos, es una forma diferenciada de relacionarse con la comunidad y de ejercer su funci�n. Se evidenci� as� un nuevo aprendizaje que requiri� un proceso de capacitaci�n espec�fico.

En el momento en que las organizaciones iniciaron su trabajo de sensibilizaci�n, se comprendi� que esta experiencia piloto era nueva para la comunidad. El m�todo adoptado para implementar la delimitaci�n, el diagn�stico rural participativo supone que la comunidad, en varios de sus segmentos internos, sea el principal actor del proceso. El m�todo participativo, la construcci�n de matrices y diagramas con las informaciones dadas por la misma comunidad, considerando a los t�cnicos como facilitadores, es uno de los momentos de aprendizaje. Para las instituciones que participaron de este proceso, se abri� un nuevo horizonte con la pr�ctica de una actividad desarrollada a trav�s de una acci�n compartida, o sea una coparticipaci�n efectiva.

Pasos para estructurar la propuesta de capacitaci�n y el contenido de los cursos

La diversidad cultural del pa�s indic� la necesidad de un primer recorrido por las provincias con varios objetivos:

Dise�o de una propuesta de capacitaci�n

La definici�n de la estructura program�tica de los cursos y todos los requisitos necesarios para �stos, con especificidades relativas a enfoques culturales de las tres principales regiones del pa�s se realiz� en un segundo momento.

El conocimiento generado en el primer momento, indic� un dise�o estructurado en dos etapas. La primera, de nivelaci�n conceptual e iniciaci�n al m�todo del diagn�stico rural participativo1, con el siguiente contenido:

1. El contexto pol�tico

El tema de apertura ofrece un panorama de la actual posici�n del Gobierno con respecto a un Programa nacional de tierras que busca promover el crecimiento econ�mico y la eliminaci�n de la pobreza a trav�s de la inversi�n privada.

Se retom� el objetivo principal de la pol�tica nacional de tierras, aprobada por el Gobierno en 1995, que define: �Asegurar los diversos derechos del pueblo mozambique�o sobre la tierra y otros recursos naturales, como tambi�n promover la nueva inversi�n y el uso sostenible y equitativo de estos recursos.�

Se discutieron los tipos de �derechos diversos� y su aplicaci�n; la promoci�n de nueva inversi�n; el uso sostenible y el uso equitativo.

2. La legislaci�n de tierras

Este asunto que debe ser presentado preferiblemente por un especialista en legislaci�n, atraviesa la estructura del curso. Se examina la Ley de Tierras (Ley 19/97) y los instrumentos para su implementaci�n, destacando los siguientes puntos:

Tambi�n fueron discutidos los temas centrales del reglamento de la Ley de Tierras que describe detalladamente las tierras de dominio p�blico, el derecho de uso y aprovechamiento, el proceso de petici�n de un t�tulo, sus requisitos y la fiscalizaci�n del uso por el Estado. El Anexo T�cnico contiene los pasos del proceso de delimitaci�n de tierras ocupadas por las comunidades locales (los nacionales de buena fe), as� como la demarcaci�n en el contexto de emisi�n de nuevos t�tulos de uso y aprovechamiento para individuos y colectividades.

3. La delimitaci�n como estrategia de desarrollo

Reflexi�n sobre la necesidad de delimitar una vez que ya existe el derecho. Se busca esclarecer el proceso de delimitar para entender d�nde existe el derecho.

Se abordan las perspectivas que pueden surgir cuando una comunidad elige tener un territorio con l�mites cerrados o l�mites abiertos.

Se asegura el derecho; la nueva Ley entrega un capital que da a las comunidades la oportunidad de establecer coparticipaciones con inversores. Estas coparticipaciones y el desarrollo son los resultados finales e ideales del proceso y de la delimitaci�n de tierras.

4. La base t�cnica de la delimitaci�n

Para poder registrar el derecho de una comunidad local en el catastro nacional es necesario:

Para identificar la ocupaci�n habitual se ha de llevar a cabo:

5. Identificar a la comunidad local

Se abord� este tema a trav�s del an�lisis de la organizaci�n social, considerando la gesti�n de las tierras y la promoci�n del desarrollo y de las instituciones y territorios de gesti�n.

Seg�n la Ley de Tierras, la �comunidad local� es el conjunto de familias que explotan y administran sus tierras seg�n las normas y pr�cticas habituales, utilizando una misma estructura como instituci�n de gesti�n.

6. M�todo de trabajo: el diagn�stico rural participativo

Es indispensable hacer un diagn�stico para conocer una realidad. El diagn�stico rural participativo fue elegido por su rapidez en la recolecci�n de informaci�n y porque involucra a la poblaci�n como la principal fuente de informaciones, porque sus miembros son los actores principales del proceso.

Luego se desarrollan, a trav�s de varias t�cnicas de trabajo en grupo, los principios que orientan el diagn�stico rural participativo, o sea:

Con relaci�n al perfil del equipo, se enfatiz� que el equipo t�cnico deb�a tener tareas y responsabilidades bien definidas y comprendidas por todos, aunque cada individuo dentro de su especialidad pudiese tratar los temas con los que ten�a m�s afinidad. Un equipo interdisciplinario consigue analizar con m�s consistencia
una realidad adoptando una visi�n sist�mica.

7. Los pasos del proceso de delimitaci�n

Los aspectos pertinentes a la sensibilizaci�n conforman el proceso anterior al diagn�stico y cumplen varios objetivos para llegar a un acercamiento que garantice la participaci�n de la comunidad

La sensibilizaci�n debe contribuir a la credibilidad del proceso, a la confianza en el trabajo y a un resultado eficaz del diagn�stico.

Relaci�n de las comunidades donde se realizaron los procesos de delimitaci�n

Regi�n

Provincia

Distrito

Comunidad

Norte

Cabo Delgado

Chiure

01. 25 de Setembro

 

Cabo Delgado

Mecufi

02. Muaria

 

Niassa

Lago

03. Chuanga

 

Niassa

D. Nga�ma

04. Nga�ma

 

Niassa

Majune

05. Muaquia

 

Nampula

Nampula

06. Momola

 

Nampula

Meconta

07. Nipuro

 

Zamb�zia

Maganja da Costa

08. Nante

 

Zamb�zia

Guru�

09. Mapuagina

Centro

Tete

Ang�nia

10. Chide

 

Tete

Macanga

11. Bau�

 

Manica

Manica

12. U.P. Penhalonga

 

Manica

Manica

13. Pindanyanga

 

Manica

Manica

14. Gomorematede

 

Manica

Manica

15. Chazuca

 

Manica

Manica

16. 23 de Fevereiro

 

Sofala

Gorongosa

17. Canda

 

Sofala

Buzi

18. Estaquinha

Sur

Inhambane

Vilanculos

19. Pambarra

 

Inhambane

Funhalouro

20. Tome

 

Gaza

Chokw�

21. Lionde Sede

 

Gaza

Xai-Xai

22. Nhacutse

 

Gaza

Macia

23. Chichango Mangol

 

Maputo

Matutuine

24. Mamole

 

Maputo

Magude

25. Mahel

 

Maputo

Manhin�a

26. Pateque

 

Maputo

Matutuine

27. Massoane

Identificar a la comunidad y sus tierras; (aplicaci�n del diagn�stico participativo).

El diagn�stico rural participativo es un proceso complejo que involucra una serie de entidades y personas, intereses diferentes, log�stica, problemas de comunicaci�n, etc., lo que indica la prudencia de una buena preparaci�n para garantizar resultados positivos. Durante la preparaci�n se focalizan los siguientes puntos:

Se inicia luego una serie de ejercicios para la aplicaci�n de la metodolog�a que comprenden:

Para la elaboraci�n de un esbozo y de su memoria descriptiva es necesario completar informaci�n, validar la informaci�n con vecinos, transferir la informaci�n al mapa topogr�fico y establecer georreferencias.

Tomando la informaci�n, se discuti� c�mo completarla, c�mo asegurar la participaci�n de los vecinos para validar la identificaci�n de los l�mites entre dos comunidades. Tambi�n se hicieron ejercicios para la elaboraci�n del esbozo y de la memoria descriptiva.

La devoluci�n. Este aspecto fue abordado mediante la discusi�n sobre la diferencia entre la restituci�n final y la devoluci�n.

Mientras la restituci�n final se hizo a la comunidad, la devoluci�n se efectu� con la presencia de representaciones de las comunidades vecinas para su validaci�n. La devoluci�n se hace despu�s de la elaboraci�n del esbozo y de la memoria descriptiva efectuada por el equipo, se rellena un formulario del Anexo T�cnico, que debe ser firmado por la comunidad directamente interesada, las comunidades vecinas, el administrador del distrito o su representante, el equipo de trabajo y el t�cnico de catastro.

Registrar los derechos. Finalmente, se present� la documentaci�n al Catastro Nacional para registrarla a trav�s de los Servicios Provinciales de Geograf�a y Catastro (SPGC).

Dos meses m�s tarde, el SPGC emiti� un certificado a la comunidad, probando que el proceso de delimitaci�n fue concluido de manera satisfactoria y reconociendo los derechos de la comunidad sobre el territorio identificado.

Los facilitadores. Participaron como facilitadores de los contenidos los tres consultores internacionales2 que dise�aron la propuesta de capacitaci�n y otros consultores nacionales3 que trabajaron sobre temas espec�ficos como la legislaci�n de tierras, la organizaci�n social.

La segunda etapa se desarroll� con la aplicaci�n pr�ctica de la metodolog�a a trav�s de experiencias piloto en las comunidades indicadas por instituciones a nivel de las provincias.

El soporte de esa etapa es la aplicaci�n del diagn�stico rural participativo para llegar a la delimitaci�n a partir de la identificaci�n de los l�mites por la comunidad y con la participaci�n de la representaci�n de las comunidades vecinas, validar los puntos de contacto entre dos comunidades en zonas donde no hay l�mites naturales visibles o representados en el mapa topogr�fico.

Los pasos del diagn�stico rural participativo fueron ampliamente discutidos en dos seminarios nacionales por un grupo t�cnico nacional que acompa�� todo el proceso hasta su inclusi�n en el Anexo T�cnico.

La conclusi�n de los cursos regionales hizo visible la necesidad de ampliar la experiencia de esta capacitaci�n dentro de las provincias, de modo que la metodolog�a fuese replicada en beneficio de un conjunto mayor de t�cnicos.

En base a esta demanda fue formulada una propuesta para dos cursos de formaci�n de formadores en la metodolog�a de delimitaci�n de tierras de las comunidades. Los participantes fueron seleccionados entre los t�cnicos ya capacitados en cursos regionales y en experiencias piloto.

El contenido del curso de formadores tuvo como fundamento el contenido de los cursos anteriores y los instrumentos pedag�gicos para los nuevos formadores.

Se dise�aron a continuaci�n dos instrumentos de apoyo, tanto para los t�cnicos ya capacitados en la metodolog�a como para los formadores.

El primero es un �Manual para delimitaci�n de las tierras de las comunidades� que ense�a c�mo hacer la delimitaci�n seg�n las fases del Anexo T�cnico; comprende adem�s un manual del curso, con toda la estructura pedag�gica necesaria para actuar como formador.

El segundo instrumento de apoyo es un video que muestra la aplicaci�n de la pr�ctica de un diagn�stico rural participativo en una de las comunidades y tiene como objetivo ilustrar qu� es posible hacer.

Resultados alcanzados. En un per�odo de menos de dos a�os los resultados alcanzados por el Proyecto fueron tres cursos regionales con experiencias piloto; dos seminarios nacionales para la presentaci�n de las experiencias piloto y dos cursos de formaci�n de capacitadores.

Se lleg� a un resultado concreto de 230 t�cnicos capacitados en la metodolog�a de delimitaci�n de las tierras de las comunidades, 38 t�cnicos capacitados como formadores de la metodolog�a, 27 comunidades involucradas directamente en el proceso de delimitaci�n, adem�s de la sensibilizaci�n de las comunidades vecinas que participaron en la etapa de confrontaci�n de los l�mites y presentaci�n de los resultados del diagn�stico rural participativo.

Esfuerzos generados. La participaci�n intersectorial ampliada a nivel del gobierno central y provincial4.

Inclusi�n de la Sociedad Civil5.

Acci�n compartida entre ONG6 y �rganos oficiales.

Cooperaci�n ampliada de organismos internacionales que apoyan la Ley de Tierras.

Qu� signific� este proceso de capacitaci�n participativa. Se destaca la importancia de haber realizado un trabajo con un esfuerzo conjunto, donde se incorporaron los subsidios del equipo nacional responsable del Proyecto y de los dem�s t�cnicos que fueron involucrados en varias etapas. Este esfuerzo fue verificado desde la implementaci�n de los cursos regionales con las respectivas pr�cticas de delimitaci�n a la participaci�n de un grupo de trabajo formado por miembros del Secretariado T�cnico de la Comisi�n de Tierras que acompa�aron y participaron en la elaboraci�n del Anexo T�cnico y en los seminarios regionales, y finalmente, a los participantes de los cursos y a la poblaci�n de las comunidades involucradas, fue en efecto un esfuerzo conjunto.

Aunque la mayor�a de las experiencias de delimitaci�n est� en proceso de
finalizaci�n, existe hoy una capacidad t�cnica instalada a nivel de todas las provincias, en condiciones de implementar esta actividad a trav�s de una metodolog�a que fue ampliamente probada y convalidada por los actores antes mencionados, en el aparato del Estado, en las ONG y en las comunidades.

CONCLUSI�N

A pesar de todos los esfuerzos y resultados generados, se considera que �ste no es un proceso concluido. Es evidente que, aunque el marco metodol�gico haya sido probado, validado e incorporado en el Anexo T�cnico de la Ley de Tierras, todav�a faltan otros elementos que deben ser aprendidos por las comunidades y por el propio equipo del aparato del Estado, principalmente en las Provincias donde est� instalado el proceso de delimitaci�n.

Con esta experiencia se llev� a la pr�ctica un proyecto de capacitaci�n participativa construido desde la elaboraci�n del marco metodol�gico hasta su aplicaci�n por un colectivo, que aqu� se ha llamado �proceso ampliado de conocimientos�.

BIBLIOGRAF�A

Tanner, C.; De Wit, P.; Sevy Madureira. Manual de Curso de Delimita��o de Terras das Comunidades Locais. Maputo, 2000. (En publicaci�n).


1 El contenido de los cursos que se presentaron en forma resumida fueron desarrollados para la elaboraci�n de dos manuales mencionados en la bibliograf�a.

2 Christopher Tanner; Paul De Wit; Sevy Madureira.

3 Respectivamente, Concei��o Quadros; Orlando Nhancale; Vitorino Come.

4 El apoyo al Proyecto, se dio tanto a nivel central como a nivel provincial a trav�s de DINAGECA-Dire��o Nacional de Geografia e Cadastro; y MINADER-Minist�rio da Agricultura e Desenvolvimento Rural, junto a los SPGC-Servi�os Provinciais de Geografia e Cadastro; SPER-Servi�os Provinciais de Extens�o Rural; y DPFFB-Divis�o Provincial e Floresta e Fauna Bravia.

5CT-Campanha de Terras.

6Entre las ONG figuran: ORAM; World Vision; FOS; Helvetas.

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