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IX. ESTADO ACTUAL DE LA INFORMACION SOBRE PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS (Marisela Zamora, Juan Manuel Torres, Consultor FAO)

1. Importancia socioeconómica de los PFNM

1.1. Introducción

Además de la madera, los bosques producen bienes y servicios adicionales, mismos que sólo ocasionalmente se consideran para valorar a este recurso. Dentro de estos bienes se encuentran la fauna silvestre, el forraje, los comestibles, los materiales de construcción, plantas medicinales, tierra de monte, resinas, gomas y leña combustible entre otros; muchos de los cuales son usados diariamente por los mismos habitantes del bosque, mientras que algunos otros son vendidos, generalmente en un mercado no totalmente diferenciado y temporal, hacia economías locales o regionales. El valor económico de estos bienes, frecuentemente referidos como no maderables, es sólo una parte del valor del bosque, ya que este recurso produce adicionalmente otros beneficios tales como los servicios ambientales (captura de agua, protección al suelo, captura de carbono, etc.) y la biodiversidad entre otros.

Los productos forestales no maderables revisten importancia porque representan una importante fuente de ingreso y empleo para varias comunidades, sobre todo aquellas en áreas muy marginadas. Otro aspecto relevante sobre el aprovechamiento de estos productos es el hecho de que México es un país con un gran acervo cultural, fruto de la presencia de 52 etnias, mismas que son depositarias de un amplio conocimiento tradicional sobre su entorno y la apropiación de los recursos naturales para satisfacer sus necesidades primarias de alimento, salud, vivienda y vestido.

En general existe poca información sistematizada sobre la cuantía, valor, los procesos de producción (manejo y conservación), comercialización e industrialización de estos productos. Lo anterior, aunado a la temporalidad y variabilidad de su producción y mercados, generan un vacío de información que favorezca su conservación y el desarrollo de sus mercados.

1.2. Características de la producción de PFNM

En México se utilizan alrededor de 1,000 productos no maderables (hojas, frutos, gomas, ceras, fibras, tierra, hongos, cortezas, entre otros), los cuales se obtienen de un gran número de especies distribuidas en los diferentes ecosistemas presentes en el territorio nacional (Figura 1.1). Se han identificado aproximadamente 5,000 taxa de plantas útiles y 215 especies de hongos, cifras conservadoras si se considera que en México existen alrededor de 30,000 especies de fanerógamas y de 120,000 a 140,000 especies de hongos (Rzedowski, 1992, Guzmán, 1995).

Fuente: Tejeda et al., 1998

Figura 1.1. Distribución de Especies con usos no maderables por tipo de vegetación.

Los PFNM más comunes dentro del mercado son aproximadamente 70, con una producción promedio anual de 68,000 Ton (Tejeda et al., 1998), aunque esta cifra solo considera aquellos productos que están sujetos a un control oficial, ya que existe un volumen muy grande que se comercializa sin control oficial o se usa en el autoconsumo.

La producción nacional de PFNM medida en toneladas de producción ha venido a la baja en años recientes. Solo la tierra de monte ha mantenido su nivel promedio de producción. La expectativa es que esta tendencia se mantenga a la baja debido a la reducción de los mercados de los principales productos (Figura 1.2).

Por su parte los precios de los PFNM más importantes han tenido un comportamiento errático. Algunos claramente han reducido su precio como lo es la Tierra de Monte, gomas y comestibles; otros han mostrado precios constantes como las ceras, mientras que solo las fibras y resinas han registrado un pequeño incremento en el periodo 1995-1998 (Figura 1.3). El valor de la producción de PFNM se muestra en la Figura 1.4. La tendencia general es hacia la baja tanto por reducción de precios reales como por reducción del volumen de producción.

Figura 1.3. Tendencia de los precios reales de PFNM (Base =1996)

Figura 1.4. Tendencia del valor de la producción de PFNM (Base =1996)

1.2.1. PFNM en bosques de clima templado

La producción de los PFNM de clima templado se ubica a lo largo de las serranías más importantes de México como son la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental, el Eje Neovolcánico, la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Chiapas. Los estados que sobresalen por su producción son el Estado de México, Michoacán, Oaxaca, Jalisco y Guerrero.

Los principales productos no maderables que se pueden obtener del bosque templado son: resinas, exudados, aceites esenciales, tierra de monte, hongos, musgo, heno y doradilla, especies ornamentales y medicinales, cortezas, colorantes y taninos, follaje, flores, frutos y semillas, raíces y rizomas, árboles de navidad, conos y semillas forestales y leña.

No obstante el potencial que presentan los PFNM, la mayoría de ellos se obtiene de especies que crecen de manera silvestre en el bosque, aunque algunas de ellas se encuentran como escapadas de los huertos familiares. Algunas más, (muy pocas) son toleradas, fomentadas, cultivadas o se encuentran en proceso de domesticación (v.g. Jaltomata procumbens y Crataegus pubescens), lo que significa que los recolectores conocen la fenología de las especies, su forma de propagación así como algunos aspectos de su manejo.

Esta actividad moviliza a varios miles de personas involucradas tanto en la recolección, beneficio, industrialización y comercialización, como en el autoconsumo de los mismos. La mayoría de las especies se emplean en autoconsumo y se recogen generalmente cuando se requieren; sin embargo algunas de ellas se recolectan por pedido o para venta en mercados usualmente con largas cadenas de comercialización.

En un estudio auspiciado por el Banco Mundial3 se detectaron 1293 especies provenientes de bosques templados, de los estados de Chihuahua, Durango, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, las cuales presentan algún uso; éstas pertenecen a 171 familias, 131 de las cuales son plantas y 40 pertenecen al reino fungi, con 1108 y 185 especies respectivamente; 15 de estas familias, representan el 55.4% de las especies; entre estas resaltan las compuestas (207 especies) y las gramíneas (151 especies). Las especies que destacan por su importancia son (Pinus spp.) con aproximadamente 10 especies, los hongos comestibles (aproximadamente 200 especies), el nogal (Juglans regius), la hoja de laurel (Litsea glausencens), el musgo (Thuidium robustum, Polytrichum juniperinum), el heno (Tillandsia spp.), la vara perlilla (Simphoricarpus microphyllum), la raíz de zacatón (Muhlenbergia macroura), la doradilla (Selaginella lepidophylla), los quelites (Chenopodium spp.), el sauce (Salix spp.) y el taxcal (Juniperus deppeana), entre otros.

Los usos más frecuentes son el medicinal, el forrajero y el comestible con 54.7%, 27.3% y 26.1% de las especies respectivamente. Resaltan además las especies con uso decorativo con 12.1% de las especies (Figura 1.6). El 35.3% de las especies presentan dos o más usos (457 especies), siendo las que presentan solo dos usos las más frecuentes (219 especies), seguido de las que tienen tres opciones de empleo (139 especies).

Figura 1.6. Número de especies por tipo de uso de los productos forestales no maderables de bosques templados

Hacia 1995 este ecosistema presentó la mayor producción de productos forestales no maderables, con un aporte del 55% de la producción no maderable con una derrama económica estimada en 42 millones de pesos (Base=1995).

1.2.2. PFNM en bosques de clima tropical

La producción de productos forestales no maderables de clima tropical y subtropical se distribuye a lo largo de los declives de las Sierras Madre Oriental y Occidental, Cuencas del Balsas y del Papaloapan, Istmo de Tehuantepec, Chiapas y Península de Yucatán. Se estima que toda el área de distribución cubre una superficie de 26.4 Millones de ha, mismas que representan el 13.4% del territorio nacional (Tejeda et al., 1998).

La producción de PFNM de clima tropical ocupó en 1995 el tercer lugar en producción no maderable, con 5,479 toneladas (13 % de la producción nacional) que representan una derrama económica de 16.5 Millones de pesos (20 % del total nacional). Esta producción se ha mantenido prácticamente constante. Hacia el año 1999 la producción sólo se ha reducido en 8%.

Las especies que sobresalen por su mayor uso para la producción de PFNM de clima tropical son palma camedor (Chamaedorea tepejilote, Chamaedorea spp.), chicozapote (Manilkara zapota), palma real (Scheelea liebmannu), palma de sombrero (Sabal sp., Brahea dulcis), Otate (Arthrostylidium pittierl), pimienta gorda (Pimenta dioica), barbasco (Dioscorea alata, Dioscorea spp.), malanga de montaña (Xanthosoma robustum), cuatecomate (Crescentia alata), guarumbo (Cecropia obtusifolia), nanche (Byrsonima crassifolia), cuachalalate (Anphyterigium adstringens), pochote (Ceiba aesculifolia), guaje (Leucaena spp.), y querengue (Vitex mollis).

La diversidad de especies en clima tropical es mayor que en cualesquiera de los demás ecosistemas, de aquí que la cantidad de productos no maderables recolectados es aún mayor; aunque, por lo regular son de autoconsumo a nivel muy local y rara vez a nivel regional. La Figura 1.7 muestra la distribución de la producción de las especies más importantes que producen PFNM.

Figura 1.7. Especies de clima tropical que producen PFNM.

1.2.3. PFNM en zonas áridas y semiáridas

La producción de productos forestales no maderables de clima árido y semiárido se distribuye en el altiplano mexicano, incluyendo los estados de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Durango, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, así como Sonora y la Península de Baja California. La producción en menor escala se concentra en los estados de México, Oaxaca, Puebla, Hidalgo, y Tamaulipas. Se estima que toda el área de distribución cubre una superficie de 58.5 millones de ha, mismas que representan el 30% del territorio nacional (Tejeda et al., 1998).

En 1995 la producción de PFNM de clima árido y semiárido ocupó el segundo lugar en producción no maderable con 13,342 Ton (29%) y una derrama económica estimada en 24 millones de pesos (32% del total nacional). La participación de estos productos dentro del total de PFNM se ha reducido notablemente en los últimos 5 años, ya que la participación en 1999 fue tan solo del 23 %. Gran parte del problema se atribuye a la enorme cantidad de sustitutos (principalmente sintéticos) que han reducido notablemente tanto la demanda como el precio de la mayoría de los PFNM de estas regiones.

El aprovechamiento de los recursos no maderables en las zonas áridas y semiáridas se concentra en especies como la candelilla (Euphorbia antisiphyllitica), la lechugilla (Agave lechugilla), orégano (Lippia spp.), nopal (Opuntia spp.), palmilla (Nolina spp.), numerosas cactáceas (Pereskiopsis spp., Hylocereus spp. Mammillaria spp., Lophophora williamsii, etc.), magueyes (Agave spp.), pinón (Pinus cembroides), gobernadora, (Larrea tridentata), jojoba (Simmondsia chinensis), el palo fierro (Olneya tesota) la yuca (Yucca carnerosana, Fuca sp.), el sotol (Dasilyrion sp.), la damiana (Turnera diffusa), la zarzaparrilla (Smilax spp.), el mezquite (Prosopis juliflora) y el cortadillo (Nolina cespitifera). Por su volumen de producción las especies que sobresalen son: la lechuguilla, la palmilla y la yuca. La figura 1.8 muestra las proporciones de producción de las principales especies para el año 1995.

Fuente: Tejeda et al., 1998.

Figura1.8. Especies de clima árido y semiárido que producen PFNM.

1.3. Aprovechamiento de los PFNM

La amplia variedad de PFNM involucra diversas formas de aprovechamiento, diferentes tipos de productores; así como procesos de beneficio o industrialización variados. De aquí que el número de productos no maderables bajo aprovechamiento supera, con mucho, a la cantidad de especies involucradas. Esto implica que partes de una especie pueden producir productos diferentes e incluso cada uno de éstos puede tener diferentes usos.

El aprovechamiento puede involucrar solo una parte de una planta, que puede ser la raíz, el tallo, hojas, flores, frutos, corteza o algún exudado. En la mayoría de los casos el aprovechamiento es terminal, esto es, aunque solo se disponga de una parte de la planta la forma de recolecta o la importancia de la parte cosechada imposibilita a que la planta sobreviva. En otros casos se siguen procedimientos de recolecta en los que incluso se pone en riesgo la capacidad reproductiva de la planta en el largo plazo, ya sea porque se destruye o altera el hábitat o microhábitat de la especie, o bien, porque el aprovechamiento es tan intensivo que elimina a los individuos en una superficie considerable.

Varios estudios muestran que los aprovechamientos de PFNM proporcionan las utilidades más bajas por unidad de área dentro del bosque (Negreros et al. 2000). De aquí que estos ingresos son rara vez suficientes para mantener los requerimientos de subsistencia de los propietarios o recolectores. Esta condición obliga a los recolectores a sobreexplotar el inventario, buscar nuevas actividades, o bien manipular el bosque para obtener mejores utilidades. La mayor parte de los aprovechamientos no toman en consideración prácticas de recolecta que promuevan regeneración o protección de la especie, o estimación de cosechas sustentables. La ausencia de estas actividades se debe al desconocimiento de tales prácticas y la evidente falta de planeación en las actividades de recolecta.

En algunos PFNM y para algunas regiones existe una "moda" de uso de algún recurso en particular, frecuentemente ligada a un exceso de demanda que se hace evidente con un trabajo más intensivo de acopiadores o la intervención de grandes empresas comercializadoras. Así por ejemplo, la demanda de algún producto puede elevarse drásticamente debido ya sea a un ciclo económico o bien producto de algún descubrimiento de uso de la especie. Esta demanda eleva rápidamente los niveles de cosecha en zonas con presencia de la especie, con la consecuente sobrexplotación del recurso y el beneficio temporal de los propietarios y recolectores.

1.4. Industrialización de los PFNM

El beneficio de los PFNM es muy rudimentario para la mayoría de los productos. Los productos de uso doméstico (zacates, varas), medicinales o comestibles generalmente tienen un beneficio casero. Los productores trasladan las partes de plantas a los centros de acopio o, a sus residencias, donde se realiza el beneficio que generalmente consiste en la limpieza del producto; ocasionalmente se realizan actividades como secado, extracción (semillas, corteza, entre otros) o conservación.

Algunos productos que requieren un proceso más elaborado o bien donde es indispensable alguna inversión para realizar el beneficio. Ejemplos de estos productos son la resina y las ceras derivadas de varias especies. Para ello usualmente los recolectores trasladan el producto a los centros de acopio o industrialización. La infraestructura industrial de los PFNM, se concentra básicamente en cinco productos; a saber: resina de pino, lechuguilla, palmilla, orégano y candelilla; con una capacidad instalada de 118,700 toneladas (Tejeda et al., 1998). El cuadro 1.1 muestra un resumen de los centros de acopio con registro en el país.

Cuadro 1.1. Infraestructura industrial para el beneficio o industrialización de no maderables

Producto

N° de industrias

Ubicaci6n

Capacidad instalada (Tn)

Resina de pino

19

Michoacán, Jalisco

83,000

Lechuguilla

3

Coahuila. y Nuevo León

23,000

Palmilla

4

Baja California

7,600

Orégano

7

Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí

2,600

Candelilla

2

Coahuila y Nuevo León

2,500

Fuente: Tejeda et al., 1998

1.5. Regulación

El aprovechamiento de las especies y productos más importantes está regulado a través de 12 Normas Oficiales Mexicanas. Adicionalmente, existe un acuerdo de la Secretaría de Salud que limita el uso de algunos productos no maderables usados en la elaboración de tés y otras infusiones. Las normas recomiendan algunos procedimientos de recolecta que minimizan los impactos tanto al hábitat como a la especie. Sin embargo, no existe ningún mecanismo de supervisión de actividades de recolecta o cosecha, o bien algún mecanismo de monitoreo e inspección que identifique regiones o productores que realizan prácticas de recolecta o cosecha no sustentables.

Las nuevas reformas a la Ley Forestal homogeneizan la regulación sobre el aprovechamiento para considerar solo un aviso de aprovechamiento. Sin embargo, los avisos carecen de control por parte de la autoridad y el monitoreo del recurso queda desprotegido dentro de este marco jurídico. Reconociendo un error en este sentido el nuevo reglamento a la ley forestal trata de regular el contenido del aviso y su entrega, llegando al grado de confundirlo con un autorización4. Lo anterior provoca el incumplimiento de las disposiciones. Adicionalmente, se pierden los controles sobre la legal procedencia del recurso y sobreregulando otros aspectos que hacen inviable el solo hecho de realizar el aviso.

Además de los problemas de exceso de regulación, la normatividad relacionada con PFNM tiene un problema de sobreposición de procedimientos y requisitos impuestos por la Ley de Vida Silvestre. En este sentido la sobreposición genera confusión (incluso en la autoridad) y desincentiva el cumplimiento de la Ley.

1.6. Mercados actuales y potenciales

El mercado actual de PFNM se concentra en productos con mercados muy cerrados y específicos. La tierra de monte, resinas y ceras han sido tradicionalmente productos de alta demanda con mercados definidos, misma que no ha crecido debido a la enorme cantidad de productos importados y sustitutos. Por su parte, los productos comestibles y medicinales con mercados estacionales y muy variables han elevado su demanda y se espera que ésta siga creciendo.

Para la gran mayoría de los productos con mercados bien definidos las cadenas de comercialización son muy claras. Existe un recolector o grupo de recolectores que realizan la producción primaria (recolecta); la mayor parte de esta producción se concentra con acopiadores (generalmente fijos) y éstos usualmente realizan un beneficio inicial o bien una clasificación. Finalmente, el producto es trasladado a los centros de industrialización o beneficio final. El diferencial de precios dentro de esta cadena es muy grande y la mayor utilidad generalmente se obtiene en los últimos eslabones de la cadena.

La expectativa de ampliación de estos mercados es limitada, no solo por la enorme presión que ejerce el comercio internacional y la comunidad ambientalista sobre la sobreexplotación de estos recursos, sin porque muchos de los productos han venido en desuso y ha crecido el uso de productos sintéticos de mayor calidad y homogeneidad.

Por su parte, para el grupo (la mayoría) de productos donde no hay un mercado definido, como lo es la materia prima para los productos artesanales, la mayoría de los comestibles, forrajeros, medicinales, pesticidas, decorativos y de rituales o religiosos, la oferta es muy estacional y la demanda sigue esta tendencia. Por razones obvias, los precios de los productos bajan en la época de mayor disponibilidad del producto y suben antes o después de este periodo. En este caso es muy común que existan acopiadores volantes, mismos que visitan varias comunidades en busca de los productos. Para algunos productos el productor vende directamente en los mercados regionales donde los mismos mercaderes actúan como acopiadores, sobre todo de aquellos productos escasos o que requieren algún beneficio adicional.

La expectativa de ampliación del mercado de estos productos es grande, sobre todo porque i) no se han explorado usos regionales adicionales que podrían a través de prospección tecnificada brindar nuevos productos y usos ii) en regiones marginadas los productos sustitutos son inaccesibles y no hay una cultura para su uso iii) el movimiento ambientalista ha promovido el uso de algunos de estos productos y existe la posibilidad de crear un mercado verde que premie a los productores que sigan prácticas sustentables de recolecta.

2. Servicios de los bosques en el país

Los servicios ambientales son todo aquel conjunto de condiciones y procesos naturales (incluyendo las especies y los genes) que la sociedad puede utilizar y que ofrecen las áreas naturales por su simple existencia. Dentro de este conjunto de servicios se pueden señalar la existencia de biodiversidad, el mantenimiento de germoplasma con uso potencial para el beneficio humano, el mantenimiento de valores estéticos y filosóficos, la estabilidad climática, la contribución a ciclos básicos (agua, carbono y otros nutrientes) y la conservación de suelos entre otros. Para el caso particular de recursos forestales la producción de tales servicios está determinada por las características de las áreas naturales y su entorno socioeconómico.

Debido a una enorme cantidad de factores, la producción de servicios ambientales se ve día a día amenazada por el uso de prácticas no sustentables de manejo de recursos forestales. Una de las principales distorsiones que impiden que se generen señales a favor de la conservación de los recursos naturales y con ello una producción sostenida de servicios ambientales es que tales servicios frecuentemente no tienen mercado, es decir, no existe un precio que refleje cuánto cuesta mantenerlos o cuántos beneficios generan, razón por la cual la sociedad actúa como si no costara nada destruirlos y como si existieran en cantidades ilimitadas. Ello provoca que haya una sobreutilización de los bienes y servicios derivados de las áreas naturales que sí tienen mercado, dando por resultado un eventual agotamiento de estas áreas y la consecuente reducción en la producción de servicios ambientales.

A continuación se muestra una breve caracterización de la situación actual de diferentes servicios ambientales en México, a saber: pastoreo, captura de agua o desempeño hidráulico, biodiversidad, captura de carbono, y valores estéticos y recreación. Para cada caso se analizan tres elementos: estimación del potencial de los servicios, caracterización de la estructura actual del mercado y una reseña de algunos ejemplos de estimación del valor de los servicios. Cabe señalar que la mayor parte de esta información se obtuvo de trabajos de investigación muy aislados, así como opiniones de especialistas.

2.1. Pastoreo

El pastoreo en bosques y selvas es un servicio de amplio uso en zonas rurales. Se estima que aproximadamente el 65% de la superficie forestal arbolada se dedica a labores de pastoreo., en donde sobresale el pastoreo de ganado bovino, ovino y caprino.

El pastoreo se realiza regularmente en forma trashumante y siguiendo rutas tradicionales. En otras ocasiones, el pastoreo se realiza en áreas más o menos definidas dentro del bosque, mismas que se limitan por condiciones naturales del terreno o suplementos alimenticios para el ganado. Usualmente esta actividad se realiza en forma desordenada y bajo un sistema poco eficiente de producción ganadera. Es común que las zonas de pastoreo dentro del bosque se consideren zonas de acceso abierto, de aquí que se tiene poco control sobre la carga de pastoreo con los consecuentes daños no sólo a la densidad de plantas, sino a la composición de las especies.

2.1.1 Potencial de pastoreo en áreas arboladas

No existen estimaciones sobre la cantidad de ganado que pasta en bosques y selvas, sin embargo, esta actividad es muy frecuente en zonas de alta densidad de población e incluso en zonas apartadas. Los inventarios ganaderos se obtienen por muestreo, de aquí que las estimaciones sobre inventario que pasta en zonas forestales es muy limitada.

Existe información sobre los coeficientes de agostadero regionales, mismos que consideran áreas arboladas y no arboladas. Estos coeficientes son publicados por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (COTECOCA, 1994; SAGAR 1998). Sin embargo, existen muy pocos trabajos relacionados con la productividad forrajera de áreas forestales (Aguirre, 1996; Cavazos, 1997) y estos se reducen a meros ejercicios regionales.

2.1.2 Valor potencial del pastoreo en áreas arboladas

El valor de la actividad de pastoreo ha sido estimado en varios trabajos también a nivel regional (Toledo, 1990), sin embargo, no hay un intento por valorar el servicio a nivel país. Torres y Flores (2001) muestran una estimación de los precios sombra de cambiar un terreno forestal a un uso ganadero. Se muestra que a nivel nacional el uso ganadero es aproximadamente 3-4 veces más alto que el uso forestal. Guerra (1996) en un estudio para el estado de México comprobó que la opción de usar la tierra para pastoreo en lugar de darle como uso principal la producción maderable es mas rentable cuando las tasas de crecimiento del bosque están por debajo del 3.5% anual.

2.1.3 Tendencias del pastoreo en áreas arboladas

Dado que el precio sombra del uso ganadero es mayor a aquel de uso forestal, las áreas arboladas seguirán siendo utilizadas fuertemente para la producción de forraje. Cabe señalar que muchas áreas están siendo sobre cargadas y su productividad se ha visto reducida en la producción de forraje, como en la producción de madera y la regeneración de arbolado.

Otro problema importante es que no existen derechos de propiedad definidos para las áreas de pastoreo, lo que hace que estas áreas sean consideradas de acceso abierto y en la mayoría de los casos sean sobrepastoreadas.

2.2. Captura de carbono

Se estima que México emite alrededor de 3.70 toneladas de CO2 por habitante, cifra que se encuentra 4.02 toneladas por debajo del promedio mundial (Carabias y Tudela, 2000). Alrededor de dos tercios de este volumen corresponden a los diversos procesos de combustión en los sectores energético, industrial, de transporte y de servicios. El resto, cerca de un tercio, se origina en los procesos de deforestación, cambio de uso de suelo y quema de leña. Masera (1997), estima que alrededor de 20 millones de personas usan la leña en este país como principal energético, de aquí que la quema de leña para uso doméstico todavía siga siendo un elemento importante en la producción de CO2.

A partir de la convención sobre medio ambiente de las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992, se reconoció que la solución al problema ambiental está mas allá de los esfuerzos y capacidades de un solo país, sobre todo por la producción de un enorme número de externalidades. Bajo este contexto los mecanismos de implementación conjunta y los mecanismos de desarrollo limpio constituyen una estrategia para satisfacer los compromisos de reducción de niveles de gases de invernadero.

Los bosques y selvas capturan, almacenan y liberan carbono como resultado de los procesos fotosintéticos, de respiración y de degradación de materia seca. El saldo es una captura neta positiva cuyo monto depende del manejo que se le dé a la cobertura vegetal, así como de la edad, distribución de tamaños, estructura y composición de ésta. Este servicio ambiental que proveen bosques o selvas como secuestradores de carbono (sumideros) permite equilibrar la concentración de este elemento, misma que se ve incrementada debido a las emisiones producto de la actividad humana.

2.2.1 Potencial de captura de carbono

En un análisis preliminar, Bellón et al. (1993) asumieron que manteniendo las áreas naturales protegidas, realizando un manejo forestal sustentable en las áreas comerciales, reforestando las áreas forestales degradadas se podía llegar a niveles de captura de carbono de las áreas forestales del orden de 3,500 a 5,400 millones de toneladas de carbono en un periodo de 100 años, lo que equivale a una captura anual, bajo este escenario hipotético de 35-54 millones de toneladas de carbono por año. La estimación de Bellón et al.,(1993) se basa en los supuestos y estimaciones que se muestran en el Cuadro 2.1

Otros autores han identificado el potencial de captura de carbono para México, considerando tanto el potencial de absorción como el depósito (inventario) de carbono que el país posee. El Cuadro 2.2 resume algunas de estas estimaciones. En este cuadro cabe resaltar la estimación de Adger et al. (1995) en la cual se proyecta la pérdida de carbono debida a cambios de uso del suelo, ya sea convirtiendo el área forestal a un cultivo agrícola o bien convirtiéndola a un agostadero.

Cuadro 2.1 Potencial de absorción de carbono en el sector forestal en un periodo de 100 años.

Opción

Superficie Potencial

(millones ha)

Absorción de Carbono (Ton C /ha)

Absorción Total Acumulada

(Millones Ton C)

Conservación

     

Areas naturales protegidas

6.0

40-130

500-600

Manejo forestal comercial

18.7

40-130

1500-2300

Protección forestal

0.06/año

(neto)

2.4-8.4 Millones de Ton C / año

Na

Estufas eficientes de leña

Na

1-3 Millones de Ton C / año

50-300

Reforestación

     

Reforestación áreas degradadas

16.6

50-150

1300-1800

Plantaciones comerciales

1.6-3.0

50-120

200-400

Total

42.7-44.3

 

3500-5400

Fuente: Bellón et al. (1993)

Cuadro 2.2 Estimaciones de captura de carbono

Tipo Forestal

Condición

Captura

(Ton C/ha)

Referencia

Bosque de coníferas

Bosque Caducifolio

Selva alta

Selva baja y mediana

Pérdida de carbono por cambio de uso del suelo

Pastizal Agricultura

168.4 167.1

I. 31.5

      A. 163.5

92.5 91.25

Adger et al. (1995)

Areas Naturales Protegidas

Bosque comercial

Areas reforestadas

Plantaciones comerciales

Estimación para un periodo de 100 años

40-130

40-130

50-150

50-120

Masera, (1995)

Cerco vivo

Plantación forestal

Sistema taungya

Acahual enriquecido

Bosque de pino-encino en partes altas (Chiapas)

Periodo de 150 años

39

121

124

124

Gus Hellier (ECCM)

Cerco vivo

Plantación con árbol de sombra

Sistema taungya

Acahual enriquecido

Bosque de transición; zona cafetalera (Chiapas) Periodo de 150 años

92

116

277

277

Gus Hellier (ECCM)

Fuente: Resumen obtenido de las referencias citadas.

2.2.2 Valor potencial de la captura de carbono

Existen estimaciones sobre el valor de los depósitos de carbono en los bosques y selvas del país, así como de las pérdidas por cambio de uso del suelo. Tales estimaciones se muestran en los Cuadro 2.3 y 2.4 respectivamente.

Cuadro 2.3 Pérdidas por cambio de suelo por hectárea

TIPO DE BOSQUE

 

Cambio de uso del suelo (USD$)

 

Agostadero

Agricultura

Templado caducifolio

693

643

Tropical caducifolio

1887

1863

Templado conífero

3436

3410

Tropical siempreverde

3633

3337

Fuente: CSERGE, 1993

Cuadro 2.4 Estimaciones del valor de los depósitos de carbono en los bosques y selvas (USD$/ha).

Bosque templado caducifolio

Bosque tropical caducifolio

Bosque templado

Bosque tropical siempre verde

600

1,800

3,000

3,600

Fuente: Muñoz, 1994

El mercado de carbono capturado en bosques y selvas se denomina en dólares por tonelada de carbono capturado. El valor económico de cada tonelada de carbono depende de los costos marginales del cambio climático, lo cual es muy difícil de estimar. Nordhaus (1992) sugiere un costo marginal de US$5 / Ton de C, mientras que Frankhauser (1995) estima este costo en US$20 / Ton de C debido a riesgos derivados del cambio climático, tasas de descuento y otros.

Dada la dificultad de estimar el valor de cada unidad de carbono por el lado de la demanda, este valor se ha establecido de varias formas, usualmente a través de los costos asociados al desarrollo de los proyectos. El Cuadro 2.5 resume algunas estimaciones del mercado de unidad de carbono fijado de acuerdo información recabada de diversos proyectos a nivel nacional e internacional.

Cuadro 2.5. Valor de cada unidad de carbono fijado

Concepto de Valoración

Valor US$/Ton C

Tipo de Proyecto

Referencia

Costo de Oportunidad Global

20

Conservación

Adger, et al. (1995)

Valor del proyecto

1.9-2.89

7.6-10.52

Conservación

Reforestación

Rojas (1999)

Negociación

8-12

Proyectos varios (agroforestales, reforestación)

Fondo Bio-climático

Proto-Carbon Credits

12

Proyectos varios

 

Fuente: Elaboración propia con datos derivados de las fuentes citadas.

El valor de cada unidad de carbono puede variar dependiendo del tipo de proyecto de captura el carbono. De esta forma, proyectos en los cuales existen sólo costos de conservación y no se incluyen costos iniciales (como sería el caso de los proyectos de reforestación) tienen un valor menor que aquellos en los que los costos iniciales son altos. En ambos casos (conservación o reforestación), el valor de cada unidad de carbono está muy ligado al costo de producirla. Dixon et al. (1993) evaluaron los costos de operación del establecimiento de proyectos forestales en nueve países, concluyendo que tales costos varían entre US$1-30 / Ton de C. Por su parte, Montoya et al. (1995), estimaron que los costos de los proyectos de captura de carbono para el sur de México varían entre US$ 3-11 / Ton de C.

De Jong et al. (1996) evaluaron la rentabilidad de varias alternativas forestales y agroforestales de producción de carbono en México. Ellos encontraron que los sistemas de cercos vivos, sombras de cafetos, plantaciones enriquecimiento de acahuales y tangya son alternativas económica y técnicamente eficientes. Sin embargo, sobre Río (2000) encontró que los costos de oportunidad de los terrenos usados en el proyecto Scolel-Té es muy alta, lo que hace que los proyectos no sean rentables financieramente.

2.2.3. Tendencias del servicio captura de carbono

El potencial de captura de carbono esta ligado al potencial de formación de biomasa. De aquí que las regiones donde son factibles altos rendimientos de biomasa son las regiones de mayor potencial de captura de carbono. Para México estas áreas están localizadas a lo largo de las llanuras costeras y en el sur y sureste del país, donde se registran los mayores rendimientos de biomasa. En este contexto los mejores lugares para ubicar proyectos de captura de carbono son aquellos que tienen el mayor potencial para el desarrollo de plantaciones de alto rendimiento.

Masera et al. (1995), sugieren que los sistemas agroforestales son los sistemas más prometedores para los proyectos de captura de carbono, dado que proporcionan alternativas de producción que combinan la producción de satisfactores con la producción de servicios ambientales. Otros autores como De Jong et al. (1995) señalan que las prácticas de cultivo como cercas vivas, cortinas rompevientos, sombras de árboles, y enriquecimiento de acahuales, entre otros, también pueden representar extraordinarias alternativas de proyectos de captura de carbono.

Trexler y Haugen (1995) estimaron que en México existen alrededor de 4.6 Millones de hectáreas con potencial para diferentes alternativas de cultivo forestal o agroforestal con alta producción de carbono, cuyo potencial de captura varía entre 33.3 - 113.4 Millones de toneladas de carbono. En su opinión, adicionalmente existen alrededor de 1 Millón de hectáreas potenciales para el desarrollo de plantaciones forestales, área con un potencial de captura entre 30.7-85.5 Millones de Toneladas. Aún más, ellos estiman que existen en el país alrededor de 30 millones de hectáreas de áreas arboladas con regeneración natural con potencial de captura entre 1038-3090 Millones de Toneladas de carbono.

Otras alternativas para conservar bancos de carbono y evitar que regresen a la atmósfera es impidiendo la deforestación. Trexler y Haugen (1995) estiman que alrededor de 6.1 Millones de hectáreas de bosques y selvas (con un potencial de captura de 348.3-714.9 Millones de Toneladas) se podrían salvar de perderse antes del año 2040 si se toman medidas adecuadas de manejo silvícola que diversifique los bienes y servicios que se obtienen del bosque.

En la actualidad no se puede reconocer un mercado de captura de carbono plenamente formado, dado que la mayor cantidad de las transacciones se han realizado como arreglos directos entre gobiernos u organizaciones no gubernamentales y los proveedores del servicio ambiental.

2.3. Biodiversidad

La biodiversidad en general y la preservación de especies en particular, son temas de moda en la agenda ambiental. La principal preocupación es la acelerada tasa a la cual se pierden especies. Sin embargo, la creciente demanda por bienes o servicios sobre una base finita de recursos naturales implica que la conservación de biodiversidad debe realizarse considerando evaluaciones alternativas entre la producción de bienes y servicios y la conservación de alguna o algunas especies en particular. En este sentido resulta de interés identificar el papel de la biodiversidad como factor en la sustentabilidad del medio ambiente y de una población humana en específico.

2.3.1 Potencial de la biodiversidad como servicio ambiental

"En el mundo existen más de 170 países, pero sólo 12 de ellos son considerados como megadiversos. México es uno de estos países que en conjunto albergan entre el 60 y el 70% de la biodiversidad total del planeta (Mittermeier y Goettsch, 1992). Esta gran diversidad biológica se debe principalmente a la compleja topografía, la variedad de climas y la conexión de dos zonas biogeográficas (neártica y neotropical) en el territorio mexicano que en conjunto forman un variado mosaico de condiciones ambientales" (CONABIO, 2000). Las áreas tropicales y de bosque son las zonas donde se encuentra gran parte de la riqueza de diversidad genética (calculada en el 10% del total mundial) que existe en México.

Existe mucha controversia cuando se trata de evaluar la contribución de la biodiversidad al medio ambiente, así por ejemplo evaluar la contribución de alguna especie a la biodiversidad, implica evaluar su unicidad genética y económica, así como su contribución al desarrollo y sobrevivencia de otras especies (componentes eco-sistémcos), y al desarrollo de ciclos básicos.

Dada esta complejidad, algunos autores señalan que resulta muy difícil, con el conocimiento ambiental de hoy en día, saber precisamente cuáles podrían ser los servicios ambientales de la biodiversidad como tal. ¿Qué tanto los servicios ambientales dependen de la biodiversidad o cuáles son los servicios ambientales proporcionados por este componente de los recursos naturales? Loa et al. (1996) señalan que los servicios ambientales que proporciona la biodiversidad son la degradación de desechos orgánicos, la formación de suelo y control de la erosión, fijación de nitrógeno, incremento de los recursos alimenticios de cosechas y su producción, control biológico de plagas, polinización de plantas, productos farmacéuticos y naturistas, turismo de bajo impacto (ecoturismo), captura de CO2 y varios más. En la presente caracterización se considerará que los servicios ambientales que proporciona la biodiversidad son: Bioprospección, Conservación y Fauna Cinegética; en ambos casos resalta el valor de opción de las especies.

El Cuadro 2.6 muestra el potencial que tiene las plantas medicinales en México para proporcionar sustancias farmacologicamente activas. Derivado de esta información el servicio de la biodiversidad se estima en el valor de 35 especies amenazadas y alrededor de 40 (1% de las especies actualmente conocidas) especies que puedan tener potencial para el desarrollo de sustancias activas utilizables en la agricultura, ganadería, silvicultura, industria o el hogar.

A pesar de que se han registrado alrededor de 4,000 especies con uso medicinal, en la mayoría de los casos hace falta una validación científica de sus atributos curativos. Del 37.5 al 44.1% de esas plantas provienen de bosques de pino y encino y el resto de del bosque tropical. De las diez especies más consumidas a nivel nacional, siete se llegan a encontrar en los bosques templados. Las familias de especies más utilizadas son las compuestas y labiadas y en menor medida, las leguminosas, euforbiaceas y rosáceas, entre otras (Cordero, 1996).

Cuadro 2.6. Estimación de especies medicinales en México.

Especies medicinales

No.

Identificadas y registradas

4000

Validadas farmacológicamente y clínicamente

250

Empleadas por la población mexicana

3500-4000

Utilizadas regularmente (sin procesar)

1500

Utilizadas intensivamente (sin procesar, mezcladas o procesadas)

250

Silvestres que se recolectan (90% aproximadamente)

3600

Cultivadas en huerto familiar o de manera comercial

370

Amenazadas

35

Fuente: Huerta, 1997.

Pearce y Puroshothaman (1992), estimaron el potencial de especies que pueden ser utilizadas para fines farmacéuticos. El modelo de estimación considera el número total de especies en el bosque y la probabilidad de encontrar una especie con potencial farmacológico. Adger et al. (1995) aplicaron este modelo a México y encontraron que el número total de especies potenciales que se pueden encontrar en una superficie equivalente a toda la superficie de bosque tropical es de 2.5.

La conservación de especies es un aspecto de suma relevancia, no sólo desde el punto de vista de Bioprospección sino de la sola existencia de la especie, ya no para beneficio del hombre sino del ambiente en general. En este sentido el servicio ambiental es la conservación de especies que pueden perderse por el uso de estrategias de manejo no sustentables o por cambios de uso del suelo. El Cuadro 2.7 muestra una relación de especies y subespecies de plantas con estatus definido en la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-ECOL-1994).

Cuadro 2.7 Número de especies y subespecies de plantas y animales incluidos en la Norma Oficial mexicana (NOM-059-ECOL-1994)

   

Peligro

Extinción

 

Amenazadas

 

Raras

 

Protección

Especial

 

Total

Grupo

E

Total

E

Total

E

Total

E

Total

E

Total

Hongos

 

10

 

13

 

30

 

7

 

60

Plantas

66

122

170

123

219

403

11

42

466

890

Invertebrados

11

21

 

11

   

1

19

12

51

Peces

49

59

51

61

15

20

   

115

140

Anfibios

6

7

35

42

96

134

14

16

151

199

Reptiles

3

16

71

111

224

308

14

42

312

477

Aves

22

56

30

122

7

144

 

17

62

339

Mamíferos

13

45

86

118

44

91

3

11

143

265

Total

170

336

443

801

605

1130

43

154

1261

2421

E: Especies endémicas.

La explotación de especies de fauna silvestre se agrupa en 4 rubros de interés: i) la actividad cinegética, ii) los ranchos cinegéticos o criaderos extensivos, iii) la explotación de mascotas y iv) el aprovechamiento de aves canoras y de ornato.

La actividad cinegética se concentra en pocas especies. De acuerdo al número de permisos expedidos y el monto de los pagos realizados por concepto de derechos de caza, las especies de fauna silvestre con mayor interés cinegético se reduce a algunos mamíferos y ciertas aves, destacando los casos del venado cola blanca, borrego cimarrón, venado bura, gato montés, coyote, diversas especies de conejos y liebres, así como varias especies de patos, gansos y palomas, destacando el pato golondrino, pato boludo, cerceta de alas azules, cerceta de alas verdes, cerceta canela, pato bocón, pato pinto, tepalcate, ganso frente blanca, ganso canadiense, ganso nevado, branta negra, paloma de alas blancas, huilota y codornices (INE, 2000).

Respecto a la población de cazadores, se estima que existen alrededor de 30,000 cazadores registrados en México (nacionales e internacionales), población apenas perceptible considerando el potencial. Se estima que la cacería ilegal y de subsistencia se realiza por aproximadamente el doble o triple de los cazadores legalmente organizados, sin embargo los ejemplares abatidos son muy diferentes a aquellos de la cacería legal. En este caso destacan especies como jabalí, armadillo, tepezcuintle, rana, tortuga, temazate, mono, iguana, conejo, tapir, hocofaisán, tlacuache, coatí, martucha, zorrillo y diversas aves, entre otras (INE, 2000).

La alternativa de producción cinegética en criaderos extensivos ha resultado en una alternativa rentable, especialmente para áreas de bajo coeficiente de agostadero y altos costos de comercialización. Esta alternativa se ha convertido en una salida productiva de los ranchos ganaderos, quienes por las condiciones del mercado de carne en E.U.A., así como por las ineficiencias de la ganadería extensiva tradicional han tenido que quebrar. La estrategia en este caso ha sido favorecer el establecimiento de residencias, normalmente para turismo de primera clase y bajo el esquema de “turismo rural” ligadas al interés por las actividades cinegéticas.

Se estima que existen alrededor de 485 ranchos cinegéticos (criaderos extensivos) autorizados en el país, de los cuales, el 90 por ciento se concentra en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, un 8 por ciento se encuentra en Sonora, Baja California y San Luis Potosí, y el 2 por ciento restante en otras entidades federativas. La superficie bajo programas de manejo a cargo de sus propietarios abarca 2.8 millones de hectáreas. El 90 por ciento del total de estos criaderos cuenta con autorización expresa para operar con propósitos de reproducción, repoblamiento y aprovechamiento cinegético de especies tales como: venado cola blanca y texano, jabalí de collar, así como codorniz común y escamosa. Aproximadamente sólo el 3 por ciento de los criaderos extensivos está autorizado para operar con fauna exótica (INE, 2000).

Otro aprovechamiento de fauna silvestre de amplia importancia es aquel relacionado con las mascotas. En este caso se usan algunas especies nativas que pueden sustituir el importante mercado de la introducción de las especies exóticas de interés actual. Este mercado se encuentra menos controlado y no hay información al respecto.

Una fuente adicional de demanda de fauna silvestre es aquella relacionada con las aves canoras y de ornato, la cual da empleo a alrededor 3,400 familias distribuidas en aproximadamente 26 estados de la República. De acuerdo con el calendario de captura, transporte y aprovechamiento de aves canoras y de ornato, solo está permitida la venta de alrededor de 72 especies de aves y se excluye o prohibe la venta de aves rapaces diurnas y nocturnas, la de loros y guacamayas, así como la de otras especies amenazadas (INE, 2000).

2.3.2 Valor potencial de la biodiversidad

Ha sido hasta hace poco tiempo que se ha puesto interés en estimar el valor económico de la biodiversidad que da la posibilidad de brindar más descubrimientos. Se estima que una en cada 333 plantas “descubiertas” tendrá un valor para la industria farmacéutica. La posibilidad de ganancias está en proporción con el nivel de la inversión y el riesgo; evidentemente los costos se reducen en la medida que haya acceso al conocimiento tradicional y (b) la posibilidad de patentes. (Mendelsohn y Balick, 1995). Pearce y Puroshothaman (1992) desarrollaron un modelo que estima el valor de opción como una función del número de especies en riesgo, el número de medicamentos basados en especies de plantas y el número de hectáreas que probablemente contengan plantas medicinales. Este modelo se aplicó a México (CSERGE, 1993) asumiendo que existen alrededor de 5 mil especies de plantas en los bosques tropicales (bosques con potencial de plantas medicinales) y que existe una probabilidad de identificar una especie de valor entre 0.0001 - 0.001. Además se consideraron tasas de regalía en función de las características de la protección de patentes en el país (5%) y tasas de apropiación (capacidad institucional de desarrollar la droga) variables. El modelo proporcionó los resultados que se muestran en el Cuadro 2.8.

Entre los compradores potenciales para servicios de biodiversidad se incluyen los que producen y comercializan productos agrícolas y farmacéuticos. Claro, al no estar obligados a comprar la oportunidad de Bioprospección inicial, los atractivos de la “bio-piratría” seducen.

Durante el año de 1995, la cacería deportiva generó alrededor de 127.5 millones de pesos para el conjunto de los 120 organizadores cinegéticos registrados, hoteles, restaurantes, guías y armeros, adicionales a los casi 10.0 millones de pesos que correspondieron a pagos por derechos de caza (INE, 2000).

Cuadro 2.8. Valores farmacéuticos de cuasi-opción de los bosques de México.

Grado de Biodiversidad

 

Valor para el bosque húmedo tropical

Valor de todos lo bosques

 

(USD$/ha/año)

Millones USD$/año

Millones USD$/año

Bajo

1

5

26

Medio

6

66

332

Alto

90

875

4646

Supuestos: 5 Mil especies es el menor número estimado de especies en el bosque tropical. Area forestal: 9.7 millones de ha para bosque tropical; 51.5 millones de ha para todos los bosques. Probabilidad de identificar una especie de valor es de 0.0005, tasa de regalía= 0.05

Límite inferior: tasa de apropiación= 0.01 Valor de la droga=USD$ 0.39 millones / año

Límite medio: tasa de apropiación=0.5 Valor de la droga=USD$1,000 millones /año

Límite superior: tasa de apropiación=1.0 Valor de la droga=USD$7,000 millones /año

Fuente: CSERGE, 1993.

Por su parte, el aprovechamiento de aves canoras y de ornato beneficia económicamente a 563 capturadores registrados, generalmente campesinos, a transportistas y a vendedores ambulantes que las colocan principalmente en centros urbanos. Atendiendo a la estructura del número y monto de los permisos pagados para realizar esta actividad, se aprecia que la venta ambulante es la vía regular de distribución final de las aves, superando por mucho a la venta establecida y a la venta mayorista. En total, durante la temporada 1994-1995, esta actividad generó cerca de 200 mil pesos por concepto de pagos de permisos de captura, transporte y diferentes tipos de venta. La venta de aves se estima fue de 17 millones de pesos (INE, 2000).

2.3.3. Tendencias del uso de la biodiversidad

El movimiento ambientalista sin duda promoverá el uso de una mayor cantidad de productos naturales. Ello abre un espacio para el uso de la biodiversidad en un mercado más amplio, así como el aumento del valor que la sociedad le brinde a este servicio.

El desarrollo de los ranchos cinegéticos ha surgido como un producto alterno de los ranchos pecuarios del norte del país. En estos ranchos, se requiere de grandes extensiones para el mantenimiento del ganado, lo que propicia la disponibilidad de espacio, alimento y protección para la coexistencia de la actividad productiva con la fauna silvestre. De esta forma, los ranchos ganaderos sirven como un área de protección y fomento de fauna silvestre en la que si los elementos físicos son propiamente manejados (carga de agostaderos, manejo de hatos y control de hábitats) da por resultado una actividad altamente productiva.

2.4. Captura de agua o desempeño hidráulico

La captura de agua o desempeño hidráulico es el servicio ambiental que producen las áreas arboladas al impedir el rápido escurrimiento del agua de lluvia precipitada, propiciando la infiltración de agua que alimenta los mantos acuíferos y alargando la duración del ciclo del agua. Adicionalmente, la producción eficiente de este servicio tiene efectos no solo en mejorar la disponibilidad de agua, sino que además prolonga la vida útil de las obras de infraestructura, conserva suelos y ayuda a mitigar los riesgos de desastres por inundaciones y derrumbes.

La demanda potencial para el servicio es enorme ya que México es un país con un fuerte problema de distribución de agua. Se estima que casi el 70% del agua se destina al uso agrícola, principalmente en el norte del país donde se acentúa la escasez del líquido. Por el contrario en el sur del país la disponibilidad de agua mejora notablemente. El agua para uso urbano es escasa en la mayor parte de las grandes ciudades y en la mayoría de éstas se recibe por el sistema de tandeos.

La cosecha de agua de mantos acuíferos es muy intensa en algunas regiones, sobre todo aquellas localizadas en áreas áridas o semiáridas con distritos de riego. Se estima que en 20 entidades federativas existe una sobre explotación de alrededor de 205 Millones de metros cúbicos por año.

2.4.1. Potencial de captura de agua como servicio ambiental

El potencial de infiltración de agua de un área arbolada depende de una gran cantidad de factores tales como: la cantidad y distribución de la precipitación, el tipo de suelo, las características del mantillo, el tipo de vegetación y geomorfología del área entre otros. Esto indica que la estimación de captura de agua debe realizarse para áreas específicas y con información muy fina sobre la mayor parte de las variables arriba señaladas.

En México existen pocos trabajos sobre estimaciones de captura de agua en zonas arboladas. Dentro de los trabajo pioneros en esta área se encuentra el trabajo de Martínez y Fernández (1983) y todo el conjunto de modelos de escurrimiento a partir del modelo lluvia-escurrimiento desarrollado por del CENAPRED (Domínguez, et al., 1996).

La captura de agua de áreas arboladas en el país se estima en 48,028.840 Millones de metros cúbicos al año. Casi las tres cuartas partes de este volumen se estima se capturan en áreas tropicales y solo la cuarta parte en áreas templadas. Observe que la captura de agua no solo depende de la cuantía de las zonas arboladas y de las condiciones en que éstas se encuentren, sino también de disponibilidad de lluvia y de las características de suelo. Evidentemente mientras mayor sea la diferencia entre el volumen infiltrado y el volumen usado, el valor del agua será más bajo, debido a que se convierte en un recurso más escaso.

2.4.2. Valor del servio de captura de agua

El precio del agua esta definido por el gobierno en función del valor agregado que se le pueda dar al agua así como su disponibilidad. Para ello el país se ha dividido en zonas de disponibilidad de agua y para cada una de ellas existe un precio por metro cúbico. De aquí que el usuario del agua no paga en realidad incluso su costo de distribución.

El valor potencial del servicio depende de la región y de las condiciones socioeconómicas del área. Regularmente en áreas de abundante precipitación el valor será menor que en aquellas áreas donde ésta es escasa. De aquí que una estimación del valor del servicio requiere una análisis por área geográfica en donde se puedan identificar los agentes productores y los beneficiados con el servicio.

2.4.3. Tendencias del servio de captura de agua

El reconocimiento del concepto de desempeño hidráulico se ha reflejado en iniciativas de programas de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), más recientemente en la Comisión Nacional del Agua, la Comisión Nacional de Zonas Aridas, y otras. Tales programas han surgido del reclamo de los productores forestales por una retribución de los usuarios del agua a lo que ellos llaman “producción de agua”. Esta demanda ha tenido lugar en las organizaciones campesinas forestales de Chihuahua y Durango, que reclaman el reconocimiento de su contribución a la producción agrícola de los distritos de riego de Sinaloa, Sonora y la Laguna.

Con la promulgación de la Ley de Aguas Nacionales de 1992, se introdujo la figura de los “consejos de cuenca”, como instancias multi-sectoriales con injerencia a nivel local, mismos que están comisionados al cuidado de las cuencas y los sistemas hidráulicos. El papel de estos consejos en el desarrollo de mercados de agua es primordial, dado que dentro de la unidad física de producción de agua (cuenca) se identifican a los productores, compradores y las características del producto. De aquí que dentro de una misma unidad se puedan fijar los agentes del mercado y el tipo de producto. De aquí que el precio del producto se pueda definir por las disponibilidades de pago o siguiendo la metodología tradicional de la Comisión Nacional del Agua.

A pesar de que ha habido el interés por formar un mercado de agua en aquellas regiones donde los productores con altos costos de oportunidad están plenamente identificados y donde es evidente la existencia de un beneficiario con disponibilidad y posibilidad de pago, no ha sido posible reducir los costos de transacción a fin de reunir a los agentes de mercado en una negociación.

2.5. Valores escénicos y recreación

El turismo es una de las actividades de mayor importancia en la economía del país. Sin embargo, mucho del turismo se concentra en las áreas urbanas y sobre todo las áreas de recreo cerca y a lo largo de las playas. Se estima que la actividad turística crece a un ritmo del 4.8% anual (SECTUR, 1999), aporta casi el 4.5% del PIB nacional y emplea casi el 12.5% de la población económicamente activa del país.

El turismo en áreas naturales no ha sido cuantificado. Sin embargo la Secretaría de Turismo estima un alto porcentaje de turismo de excursionismo, mismo que desafortunadamente muestra el menor gasto en el país (promedio de US$21.5/día)

Adger et al. (1995), dividieron al turismo en áreas naturales de recreo en dos tipos: el turismo multipropósito y el ecoturismo. El primero es aquel turismo que visita áreas recreativas como parte de un viaje con otros propósitos, mientras que el ecoturismo es aquel que viaja específicamente a disfrutar áreas naturales. Sin duda el más importante es el ecoturismo y de éste el modelo de ecoturismo que resulta ser una estrategia de desarrollo de servicio ambiental, es aquel en que los productores forestales reinvierten una parte de los ingresos en la conservación de la belleza escénica que es el motivo del turismo.

2.5.1. Potencial de uso de valores escénicos y recreación

La definición de áreas de belleza escénica depende de una enorme cantidad de factores tanto del área (disponibilidad de bellezas naturales, diversidad biológica, acceso, clima, etc.) como de las facilidades que se brinden a los turistas y de la difusión que haya sobre la zona de ecoturismo.

Resulta difícil dividir el ecoturismo realizado en áreas protegidas o áreas de reserva de aquel ecoturismo de multipropósito. Adger et al. (1995), sugieren que la distinción puede realizarse en función de la proximidad de áreas de descanso o infraestructura de comunicaciones y demás servicios. De cualquier forma, la estimación del potencial debe realizarse a partir del análisis de los registros de visitas o bien de encuestas.

Adger et al. (1995), estimaron un potencial de visitas a áreas de ecoturísticas de 20,000 visitas al año con un promedio de estancia de 10 días y un gasto por día de US$70.00 diarios. Por su parte, el ecoturismo multipropósito es más amplio y variado. Adger et al. (1995), estimaron que el número total de visitantes a parques nacionales y reservas de la biosfera oscila entre 5.19 - 6.13 millones de visitantes al año, con un excedente del consumidor de aproximadamente US$3.20.

La actividad turística no solo produce ingresos a las familias por concepto de admisiones, sino que además generan una serie de encadenamientos en diferentes actividades productivas que fomentan el desarrollo comunitario y la diversificación de la actividad económica. En este sentido este tipo de actividades promueven el desarrollo de la comunidad sin discriminar a aquellos miembros de la comunidad que no cuentan con terrenos que brinden servicios ambientales.

Bray (1998) considera que la incursión del turismo al nivel y de la manera en que ya se encuentra no garantiza la sustentabilidad ni ambiental ni económica. Señala que sigue habiendo una degradación del bosque; que además las tarifas turísticas son relativamente bajas respecto del mercado y que es notoria la falta de interés por parte de los campesinos (guías o vendedores de comida) para el desarrollo de estas actividades.

2.5.2. Valor del servicio de valores escénicos y recreación

Considerando las tendencias de número de visitantes al país y las mismas proporciones de visitantes que Adger et al. (1995), se estima que para el año 2000 el número potencial de ecoturistas es de 30,200, con un gasto promedio entre US$20.60 - 22.10 diarios (de acuerdo a las estadísticas de Secretaría Turismo (1999). Si se considera un número similar de ecoturistas de multipropósito a aquel estimado por Adger et al. (1995), se estima que el beneficio potencial de los servicios de ecoturismo que pueden obtenerse de los bosques de México varía entre US$30.6-33.6 millones al año. Sin embargo esta estimación requiere una mejor precisión sobre las estadísticas de número de visitantes y gasto.

2.5.3. Tendencias del servicio de valores escénicos y recreación

La posibilidad de fomentar actividades de ecoturismo en México es enorme, sobre todo aquel que pueda ofrecerse por parte de organizaciones y comunidades campesinas. Sin embargo, el desarrollo de la actividad requiere una enorme inversión, tanto en difusión, como en el desarrollo de facilidades mínimas para los ecoturistas. En este sentido un aspecto de relevancia es la seguridad de las áreas, la disponibilidad de guías y la higiene de las facilidades.

Algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han desarrollado instrumentos que permiten la conservación a través del fomento de actividades productivas en áreas con potencial recreativo. Entre estos instrumentos se encuentra el denominado “servidumbre ecológica”.

3. Análisis de la información sobre los PFNM

3.1. Marco legal

El artículo noveno de la ley Forestal actual señala que la Entidad Gubernamental encargada de la actividad forestal debe reunir la información de inventario de recursos forestales (incluye los no maderables) y los servicios ambientales.

En lo referente a la accesibilidad de información el ARTICULO 19 BIS 10 de la Ley Forestal señala que " El derecho a la información en materia forestal, se regirá por las disposiciones contenidas en el capítulo II del Título Quinto de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en lo aplicable", mismo que establece la "integración del Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales".

Las Normas Oficiales Mexicanas que norman el aprovechamiento de los principales productos no maderables estableces que las notificaciones de aprovechamiento deberán contener:

i. Título que acredite el derecho legal de propiedad o posesión respecto del terreno o terrenos objeto de la notificación o, en su caso, el documento que acredite el derecho para realizar actividades de aprovechamiento;

ii. Nombre y número de inscripción del responsable técnico en el Registro Forestal Nacional;

iii. Nombre y ubicación del predio, incluyendo un plano o croquis de localización;

iv. Superficie, especies y cantidad estimada en toneladas por aprovechar anualmente, incluyendo sus nombres comunes y científicos;

v. Descripción de los criterios para la determinación de la madurez de cosecha y reproductiva, así como las técnicas de aprovechamiento de cada especie, dentro del marco de los criterios y especificaciones que se establecen en la presente Norma;

vi. La definición y justificación del periodo de recuperación al que quedarán sujetas las áreas intervenidas, de acuerdo a las características de reproducción y desarrollo de las especies bajo aprovechamiento;

vii. Medidas de protección a las especies de fauna silvestre;

viii. Medidas de protección a las especies de flora y fauna silvestres con estatus;

ix. Medidas para prevenir y controlar incendios, plagas y enfermedades forestales y otros agentes de contingencia; y

x. Medidas de prevención y mitigación de impactos ambientales negativos que pudiera ocasionar el aprovechamiento, durante sus distintas etapas de ejecución, así como en caso de suspensión o terminación anticipada.

3.2. Descripción de la información recolectada

3.2.1. Información recolectada por organismos gubernamentales

La autoridad forestal actualmente recolecta muy poca información sobre los PFNM. Esta información se reduce al contenido de los avisos de aprovechamiento que los prestadores de servicio técnico integran para “legalizar” el aprovechamiento de algún producto. Aunque las Normas Oficiales Mexicanas son muy precisas acerca de la información que debe contener un aviso (información precisada en la sección anterior), éstos son muy variables en cuanto a contenido y regularmente solo presentan una breve descripción del área bajo aprovechamiento, una caracterización de la especie que se aprovecha y una estimación de los volúmenes de cosecha, misma que usualmente no se estima bajo algún criterio de sustentabilidad o incluso, en algunas ocasiones no se basa en algún método intensivo de muestreo.

En lo que respecta a servicios ambientales la información recolectada también se limita a aquella contenida en los “programas de manejo forestal”. Sin embargo, estos programas no reportan cantidades de servicios ambientales y solo se limitan a señalar aquellas prácticas que se realizarán en el curso del aprovechamiento a fin de mitigar impactos ambientales que puedan perjudicar la producción de servicios ambientales.

La información de estos avisos de aprovechamiento y de los programas de manejo se puede considerar como la información base, misma que es concentrada en los archivos de cada delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en cada entidad federativa. En la mayoría de los casos toda la información vertida en los “avisos de aprovechamiento” no es sistematizada y concentrada. La única información que se concentra es aquella relacionada con el volumen del aprovechamiento5 señalado en el aviso, volúmenes que usualmente no corresponden a los volúmenes realmente cosechados.

En lo que respecta a servicios ambientales no existe ningún mecanismo de integración de información. Las delegaciones de la Secretaría prácticamente no contabilizan la producción de servicios ambientales; aunque existen intentos por cuantificar tales servicios con aspiraciones a poder diversificar las estrategias productivas para algunas regiones6.

La información sobre PFNM que concentra la autoridad sigue un formato diseñado alrededor de 1992. En este formato los PFNM se clasifican en: resinas, gomas, ceras, rizomas, tierra de monte y otros. A partir de 1993 la clasificación ha desagregado algunos productos como por ejemplo los hongos, particularmente el hongo blanco (Tricholoma magnivelare), y las palmas7. Sin embargo, el concentrado de información a nivel nacional todavía no reporta estos aprovechamientos.

Para cada especie o producto cada delegación de la Secretaría integra (al menos) la siguiente información que se deriva de los avisos de aprovechamiento:

Nombre científico de la especie.

Nombre común de la especie.

Productor: Nombre del producto que se aprovecha. Esta clasificación sigue el catálogo presentado en el párrafo anterior.

Precio: Precio del producto en el mercado más cercano. Vale la pena señalar que esta información la integra una “dependencia” diferente a aquella que integra la información sobre volúmenes 8. Adicionalmente, vale la pena señalar que la información es muy variable en virtud a que el precio del producto varía de acuerdo a la temporada, cercanía o lejanía de los mercados, demanda regional y calidad.

Toneladas

aprovechadas: Producción estimada en el aprovechamiento

Superficie bajo

aprovechamiento: Es la superficie sobre la cual se realiza la recolecta o aprovechamiento de los PFNM.

Anualidad: Se refiere al año en el cual se hace el aprovechamiento.

Paraje: Localidad donde se realiza el aprovechamiento.

Densidad: Se refiere a la densidad de la especie o especies que están siendo aprovechadas. Esta variable originalmente tuvo la intención de evaluar la forma en la que cambia la densidad por efecto del aprovechamiento como estrategia de evaluación de los impactos del mismo. Sin embargo una estimación real de la densidad requiere alguna estrategia de muestreo para la especie en particular, algo que requiere tiempo, dinero y esfuerzo que usualmente no están disponibles; razón por la cual esta variable regularmente no se reporta.

El Proyecto de Conservación y Manejo Forestal Sustentable (PROCYMAF) con un financiamiento del Banco Mundial inició un programa de integración de información sobre PFNM. El programa considera desarrollar una base de datos sobre estos productos en la que se concentra una enorme cantidad de variables sobre cada una de las especies, tales como sus características botánicas y fitoquímica, usos, de hábitat, manejo, reproducción, aprovechamiento, comercialización e incluso acerca de los productores dedicados a la recolecta de estas especies9. La base de datos tiene como objetivos no solo sistematizar la información, sino difundir la más relevante a través de la creación de catálogos e informes sobre potencial de distribución y mercado de los principales PFNM, misma que se ha hecho accesible a través de Internet (PROCYMAF, 2000).

3.2.2. Información producto de investigación

En lo referente a la parte técnica y científica de los productos forestales no maderables el acervo de conocimientos es muy heterogéneo, tanto cualitativa como cuantitativamente; al respecto sobresalen los trabajos sobre especies que han sido aprovechadas de manera tradicional y que su mercado se ha mantenido por largo tiempo.

Investigadores de diversas Instituciones de investigación y enseñanza superior han estudiado a las plantas útiles en general, a través de estudios ecológicos, etnobiológicos, fisiológicos, de inventario, etc. Dichos trabajos incluyen aspectos de tipo taxonómico, de distribución, conocimiento tradicional, reproductivo y caracterización de hábitat; así como métodos de manejo de las poblaciones silvestres relativos a intensidad y épocas de corta así como técnicas de extracción.

Sin embargo, los conocimientos generados por esos grupos de investigación carecen de los canales de difusión adecuados y oportunos que favorezcan su aplicación en las áreas productoras, ya que por lo regular su divulgación se restringe a la propia comunidad científica. En este contexto, sobresalen los siguientes productos: resina, barbasco, candelilla, lechuguilla, orégano, palma camedor, chicle, damiana, jojoba, y hule; así mismo, se conocen datos sobre alrededor de 600 especies de plantas medicinales, cuyas poblaciones silvestres están fuertemente impactadas por la extracción irrestricta que se ha hecho de sus individuos en diversas regiones del país.

Los hongos comestibles son un caso en el cual resalta la falta de conocimiento que sobre ellos tienen la mayoría de los responsables del control y seguimiento de su aprovechamiento; aunque es conveniente señalar con relación al potencial productivo de sus poblaciones silvestres, pocos son los registros formales que existen, aún en las instituciones de investigación.

Las investigaciones de tipo etnobiológico han cobrado auge durante los últimos diez años, sobre todo en las instituciones de enseñanza superior. En general se ha trabajado con grupos étnicos diversos por lo que a la fecha existen numerosos trabajos sobre la apropiación de los recursos naturales y su importancia en el contexto cultural de grupos como los maya, otomies, nahuas, tarahumaras, mixtecos, tarascos, purepechas, tzotziles, huastecos, totonacos y zapotecos, entre otros.

La investigación del manejo de las poblaciones naturales de los recursos no maderables se ha enfocado a los productos con mayor importancia económica tal es el caso del orégano, la jojoba, la candelilla, la lechuguilla, palo de arco, damiana, vara Blanca, el barbasco, la palma, la palmilla, los hongos comestibles, la tierra de monte, la resina, entre otros.

Los estudios han permitido determinar épocas de recolecta, intensidades de corta; así mismo se han realizado trabajos ecológicos pare caracterizar el hábitat de cada una de las especies de interés, estudios de productividad en condiciones naturales (hongos), elaboración de calendarios fenológicos, selección de ecotipos y técnicas de propagación in situ.

3.3. Concentrado y análisis de la información recolectada

La estrategia a través de la cual se concentra la información es muy simple; cada delegación de la SEMARNAT llena un formato (regularmente diseñado por la misma Secretaría a nivel central y que ha cambiado varias veces a lo largo del tiempo) donde se resumen los volúmenes (evaluadas en peso de la cosecha) de aprovechamiento por producto que se han considerado en los “avisos de aprovechamiento”. Por tanto, estos formatos resumen la información en el ámbito estatal del aprovechamiento de PFNM clasificados por tipo de producto y especie o grupo de especies.

Los formatos son enviados a las oficinas centrales de la Secretaría, donde son procesados y se realiza la integración final a nivel nacional; que vale la pena señalar, únicamente integra los productos de acuerdo a la clasificación antes citada. El análisis se limita a sumar los volúmenes de aprovechamiento por producto, concentrar la información de precios de mercado e identificar las superficies sujetas a aprovechamiento de PFNM.

La información sobre producción de PFNM a nivel nacional se recolecta mensualmente (a excepción de la información de precios) como parte de los informes de cada delegación estatal de la Secretaría. La disponibilidad de nuevas estrategias de comunicación (sistemas de intranet e internet) entre las oficinas centrales de la Secretaría y sus delegaciones estatales han hecho más fluida la comunicación y actualización de la información. El concentrado de información se da a conocer a través de los Anuarios de Producción Forestal que publica la misma Secretaría. Cabe señalar que el “Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática” (INEGI) tiene el atributo legal (a través de la Ley de Metrología) para coordinar la integración de información de producción a nivel nacional. Por esta razón el INEGI también difunde la información de PFNM, misma que se obtiene de la misma Secretaría.

Los reportes tanto de la Secretaría como de INEGI señalan los volúmenes de producción, el valor de la producción y los precios promedio de mercado. El reporte se hace por entidad federativa y de acuerdo a la clasificación de PFNM. Sin duda esta información es limitada para realizar análisis profundos sobre la producción de PFNM; sin embargo existen algunos intentos por resumir mucha de la información adicional que se concentra en la Secretaría, como los reportes de Tejeda et al. (1998) y SEMARNAP (1996).

La integración de información sobre PFNM desarrollada por el PROCYMAF, ha dado como resultado no solo la base de datos sino fichas técnicas de 1293 especies de clima templado, alrededor de 700 especies de clima tropical y un poco más de 400 especies de regiones áridas y semiáridas.

3.4. Uso de la información y tendencias de su manejo

Desafortunadamente la cantidad y calidad de información sobre aprovechamiento de PFNM y servicios ambientales no es de mucha utilidad para realizar análisis más finos que puedan servir a los tomadores de decisiones para integrar estrategias de manejo, conservación, producción y mercado de PFNM y servicios ambientales. La información es solo usada para identificar tendencias de la producción y valor de la misma.

Dado que el aviso de aprovechamiento es solo una acción de buena fe por parte del productor, es de esperarse que la información sobre producción de PFNM es solo una buena aproximación a la tendencia de la producción y por ningún motivo refleja la producción real de PFNM.

En lo que respecta a la información difundida por PROCYMAF sobre catálogos de especies y productos, así como mercado y distribución, parece haber tenido un enorme impacto en usuarios de PFNM, productores, comerciantes e investigadores, ya que la sistematización de información disponible ha permitido identificar potencialidades de productos a usar y producir, áreas de producción, mecanismos de producción y esquemas de organización, así como áreas donde es necesaria más información.

La estimación sobre las tendencia de manejo de información sobre producción de PFNM y servicios ambientales no es muy halagadora. Seguramente la falta de calidad y cantidad de información permanecerán en el corto plazo. Un cambio en esta tendencia requiere no solo un cambio legal en la normatividad relacionada con los avisos de aprovechamiento, sino una mejor sistematización de la información y una estrategia para monitorear la producción real de PFNM.

En lo que se refiere a la información que integrará las bases de datos sobre diversidad de PFNM la tendencia es más prometedora. Existen propuestas para continuar con la integración, sistematización y difusión de la información por parte de varias Instituciones y dependencias que, hasta hace dos años trabajaban de forma separada. Muy probablemente en un futuro cercano los esfuerzos de CONABIO, SEMARNAT y otras instituciones de investigación darán como resultado una base de datos que integre toda la información disponible de una forma sistemática.

3.5. Importancia de la información para el país

La importancia de la información sobre PFNM se puede agrupar en los siguientes rubros:

Conservación: La disponibilidad de información permitirá diseñar estrategias de uso sustentable de los PFNM, distribución y conservación de biodiversidad.

Social: El mejor conocimiento sobre los usos de la biodiversidad puede mejorar los niveles de vida a través de la Bioprospección, usos medicinales tradicionales, comestibles y otras alternativas de uso de PFNM.

Económica: Los PFNM son una importante fuente de empleo e ingreso en áreas marginadas, de aquí que un mejor conocimiento de los potenciales de producción y mercado podrían brindar alternativas productivas que eleven los niveles de bienestar de estos estratos de población.

4. Recomendaciones para fortalecer un sistema de información nacional sobre PFNM

4.1. Problemática de las instituciones nacionales para la recolección, análisis y difusión de la información sobre PFNM

Los problemas que enfrentan las instituciones nacionales para la recolección, análisis y difusión de información se pueden resumir en:

Falta de una política sobre recolección, difusión y mantenimiento de información relacionada con PFNM: A pesar de que existe una disposición legal sobre el mantenimiento de información relacionada con biodiversidad, no ha existido ni presupuesto, ni una entidad gubernamental coordinadora de un esfuerzo de estandarización, diseño de bases de datos y mecanismos de recolecta, análisis y difusión de información.

Marco Legal: La estructura legal relacionada con los PFNM esta indefinida en lo que respecta tanto a la autoridad gubernamental encargada de los PFNM como a los mecanismos de control de los aprovechamientos.

Derechos de propiedad: El aprovechamiento de los PFNM regularmente se realiza en terrenos de uso común, o en terrenos donde el propietario no está interesado en la producción no maderable. Esto hace que no exista un control estricto sobre la recolecta de PFNM o un incentivo para reportar los avisos de aprovechamiento.

Estándares de información: Asumiendo que todos los productores realizan apropiadamente sus avisos de aprovechamiento todavía existirá un problema, que es la enorme variedad de formas en que se realizan estos avisos debido a que no existen estándares de calificación de las variables que se solicitan en tales avisos. Así mismo, no existen estándares sobre la codificación, análisis e integración de la información, lo que complica aún más el problema de contar con información de buena calidad.

Falta de un mercado diferenciado: Los productos de recolecta pueden tener una enorme variación en cuanto a su calidad, lo cual complica las estadísticas sobre los mismos. Aún más, no existen mercados diferenciados que premien la labor de los productores que cumplen con la normatividad o con prácticas de manejo o aprovechamiento sostenible de PFNM. Esto último desmota a los productores que si lo hacen y que por la misma razón tienen costos de aprovechamiento superiores.

4.2. Necesidades institucionales para reforzar la recolección, análisis y difusión de la información sobre PFNM

Con base en la problemática señalada en la sección anterior, se pueden considerar como principales necesidades institucionales:

Modificación del marco legal sobre PFNM: Esto implica aclarar el papel de las diferentes instituciones gubernamentales en lo referente al monitoreo y supervisón de la producción de PFNM, así como el manejo de información relacionada y la política sobre uso de ésta.

Modificación de la estructura institucional: Es necesario integrar las áreas relacionadas con el monitoreo y evaluación de las actividades de recolecta de PFNM.

Asignación de presupuesto: Tradicionalmente las actividades de producción de PFNM han contado con muy bajo presupuesto, de aquí que todo lo relacionado con su monitoreo y recolección de información ha sido igualmente desfavorecido. Esta reasignación de presupuesto debe incluir el presupuesto destinado a las áreas gubernamentales encargadas del acopio, análisis, integración y difusión de la información.

Plan estratégico: Es necesario el diseño de un plan estratégico que identifique las vías más apropiadas para el acopio de información, su sistematización, análisis y difusión.

4.3. Recomendaciones para mejorar la recolección, análisis y difusión de la información sobre PFNM

Dentro de las recomendaciones más importantes se pueden citar:

Desarrollo de Criterios e Indicadores: Es importante definir un conjunto de Criterios e Indicadores de Prácticas de Aprovechamiento Sustentable de PFNM. Tales criterios formarán el nuevo conjunto de variables que deberán integrarse a los "avisos de aprovechamiento" y serán parte fundamental del conjunto de variables que la autoridad requiere para evaluar las prácticas de manejo.

Estandarización de variables: Es necesario identificar cuál es el conjunto de variables que deben evaluarse en diferentes condiciones espacio-temporales para desarrollar un monitoreo adecuado de los PFNM. Igualmente, será necesario estandarizar aquellas variables que caracterizan a especies o productos, sus formas de aprovechamiento, comercialización, usos, manejo e industrialización.

Capacitación de los funcionarios encargados de la integración, análisis y difusión de información: Esta capacitación podrá realizarse formalmente con cursos o talleres, o bien con la distribución de manuales de operación, o el diseño de bases de datos electrónicas, capaces de validar la información que se captura.

Definición de derechos de propiedad: Es muy importante que en área de uso común haya una definición de derechos de propiedad de las áreas de recolecta de PFNM, en favor de aquellos que se beneficien del manejo sustentable de tales áreas.

Estrategias de promoción de mercados: Deberá promoverse el desarrollo de mercados que puedan diferenciar calidades de producto y productores que utilicen prácticas de aprovechamiento sustentables; así como la promoción de mecanismos de evaluación y monitoreo que sean transparentes.

9 El diseño de la base de datos ha promovido la integración del trabajo de algunas institutciones relacionadas como la Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad, Universidades y Centros de Investigación.

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