Un correcto manipuleo y procesado de la semilla de acacia antes del almacenamiento es esencial. La semilla que viene del campo raramente está en condiciones para su almacenamiento inmediato; generalmente es necesario secarla, extraerla de las vainas y luego limpiarla. Es importante asegurar que estas prácticas no dañen la semilla, que los lotes de semilla no sean accidentalmente mezclados y que se conserve la identificación de cada lote de semilla. Dado que cada etapa requiere una supervisión atenta, se prefiere que los elementos para el secado, extracción, limpieza y almacenamiento sean coneentrados y que el personal responsable supervise cada operación.
Las prácticas de proceso varían según las especies y los objetivos. Para las colecciones en pequeña escala para la investigación, por ejemplo, no es normalmente práctico el uso de máquinas sofisticadas desarrolladas para el procesado de colecciones a granel. La secuencia normal de las operaciones en la extracción y limpieza es la siguiente:
Al momento de llegar el material cosechado al depósito, éste deberá ser inmediatamente inspeccionado para constatar sus condiciones. Las vainas húmedas y fermentadas deben ser desparramadas para el secado y requieren un tratamiento con fungicidas para detener ulterior deterioramiento. La remoción de ramas, ramitas y otras impurezas grandes facilitará el secado y su posterior limpieza (Figura 17).
Figura 17. Limpieza preliminar a mano y un tamizado burdo antes de la trilla mecánica.
La manera más directa de secar el material cosechado es de exponerlo al sol y al viento extendiendo una capa delgada del mismo sobre hojas en el suelo, o sobre hojas, tamices o plataformas elevadas que mejoran la circulación del aire (Figura 18). Esta práctica es ideal en los ambientes cálidos sin lluvias de la zona árida. Si hay fuertes rocíos el material debe ser cubierto o embolsado durante la noche. Alguien debe quedar siempre al alcance para proteger y dar vuelta regularmente la cosecha para facilitar el secado de los estratos inferiores. Cuando el clima es menos confiable pueden necesitarse instalaciones como ser techados, invernáculos o aún salas de secado especialmente diseñadas. En estos casos es esencial la buena circulación del aire. Pueden surgir problemas cuando las hormigas o los roedores comen la semilla; los insecticidas rociados, venenos o cebos pueden ayudar. Los animales domésticos o salvajes desparraman la semilla (perros, aves, etc.) o en el caso de espectadores interesados, éstos pueden mezclar los lotes de semilla sin darse cuenta.
Figura 18. Secado del material sobre un soporte temporario
El tiempo necesario para el secado natural depende de una cantidad de factores inclusive las especies, el grado de madurez del fruto y las condiciones del tiempo. Cuando se cosechan las vainas y semillas de acacia en el estado casi seco, maduro (por ejemplo, cuando las vainas se están ya abriendo y liberando las semillas con su envoltura ya obscura) hay pocos problemas y el secado final es rápido. Las vainas “verdes”, sin embargo, tienen un alto contenido de humedad y pueden fermentar. En este caso las vainas deben ser secadas a moderada temperatura con una buena ventilación.
El secado rápido, artificial de las vainas resulta especialmente conveniente en época de clima lluvioso o húmedo. Un programa de secado común es el tratamiento con una temperatura de 45°C durante un período máximo de 48 a 72 horas (Bowen 1981). En las especies en las cuales una gran proporción de semillas quedan o incluidas en la vaina (por ejemplo, A. nilotica, A. aneura) o fuertemente ligadas a la misma por el funícolo (por ejemplo, A. mangium) aún después de largos períodos de secado natural, un leve tratamiento al calor artificial de 40–45°C durante 24 horas puede provocar quebrantamientos en la vaina que facilitan el proceso de la extracción (Bowen 1981).
Hay una amplia gama de equipos de secado disponibles, desde pequeñas estufas hasta los grandes hornos de secado de semilla (Boland et al 1980). Para pequeñas parcelas de semillas puede usarse un horno de corriente forzada. Los grandes hornos son caros para su implantación y funcionamiento y se justifican sólo si deben procesarse grandes cantidades de semillas a granel.
Después del secado, la semilla debe ser separada de la vaina sin afectar la viabilidad de la semilla. El grado de facilidad de la extracción depende de la especie, del estado de madurez de la vaina y del equipo disponible. Con algunas especies, el simple agitado del material seco liberará toda la semilla de las vainas. En el caso de otras especies las semillas quedan aprisionadas en fracciones de la vaina o quedan tan fuertemente ligadas a las vainas que debe aplicarse una acción enérgica especial para liberarlas.
Las semillas de muchas acacias pueden extraerse de las vainas secas golpeándolas con un trillo o varilla delgada (Figura 19), rompiendo las vainas entre dos lonas pisoteándolas o, en el caso de pequeñas muestras, simplemente rompiendo las vainas a mano. En el caso de vainas muy duras pueden requerirse acciones más fuertes tales como el golpear las vainas secas con un mazo o martillo de madera pesado.
Figura 19. Cosecha de A. aneura batida con varillas delgadas
Puesto que la trilla manual puede tomar mucho tiempo y requerir mucha mano de obra, es a menudo conveniente usar máquinas operadas sea a mano que a motor para facilitar esta operación. Hay en plaza una vasta gama de equipos para la trilla de las cosechas agrícolas de granos; algunas de ellas pueden adaptarse para la extracción de las semillas de acacia. La tolerancia de las semillas de acacia al trillado depende de la especie. La máquina debe ser cuidadosamente ensayada para determinar los perjuicios que pueden producirse en cada lote de semilla antes de someter al tratamiento la parcela total de semillas. A continuación se indican algunos ejemplos de máquinas empleadas en Australia para extraer la semilla de acacia:
Ridgway (1978) analiza la fabricación y el comportamiento del modelo manual de la trilladora “Resilient Tapered”. Con su actual perfeccionamiento la máquina es fabricada por Alf. Hannaford y Co. Ltda., Woodville, Australia del Sur, bajo licencia.
La máquina ha trillado con buenos resultados muestras para investigación de A. aneura y A. victoriae y, según los fabricantes, se emplea ampliamente para procesar cosechas de granos en países donde la mano de obra es fácilmente disponible. La máquina es sencilla, con pocas piezas, relativamente barata para adquirir y funcionar, y se limpia con facilidad. Es, sin embargo, lenta y requiere mucha mano de obra cuando se tratan grandes cantidades de semilla.
Figura 20 (a). La trilladora “Resilient Tapered” - modelo manual; fabricada por Alf. Hannaford y Co. Ltda., Woodville, Australia.
Figura 20 (b). La trilladora “Resilient Tapered” - modelo manual; fabricada por Alf. Hannaford y Co. Ltda., Woodville, Australia.
El colocar las vainas secas en un tambor rotativo o mezcladora de cemento con varios pesos grandes sueltos (por ejemplo, piedras, bolsas de arena) que al ser zarandeados, rompen las vainas y facilitan la liberación de semillas, es a veces una práctica efectiva de extracción. Esta técnica es sencilla, pero es lenta y su efectividad difiere con las especies.
Para una cantidad de acacias de Australia ha dado buenos resultados la trilladora alimentada por embudo según diseños de CSIRO (Figura 21).
El motor eléctrico de la máquina hace dar vuelta un eje metálico que lleva, dentro de una cámara, cuatro lonjas reemplazables de goba batidoras. Las vainas caen desde el embudo alimentador superior y son forzadas entre y a través de un tamiz especial intercambiable de cobre en la base interna de la cámara, especialmente diseñada de perfil cóncavo; se concluye de esta manera la operación de la trilla y la producción cae en un envase, donde el operador puede examinar el resultado del tratamiento. Para obtener una separación completa de la semilla de su vaina, puede ser necesario pasar de nuevo el material empleando un tamiz diferente, lo que se puede hacer en forma muy sencilla. El diseño de la trilladora permite la limpieza fácil de todas sus piezas, evitándose así cualquier contaminación entre los lotes de semillas.
Figura 21 (a). Trilladora batidora CSIRO 15cm: volcando el material en la tolva.
Figura 21 (b). Trilladora batidora CSIRO 15cm : vista de los componentes esenciales.
Figura 21 (c). Trilladora batidora CSIRO 15cm : vista de los componentes esenciales.
Figura 21 (d). Trilladora batidora CSIRO 15cm : material que ha sido trillado y que está listo para limpiar.
Trilladoras dentadas a tambor (Figura 22), mezcladoras y moledoras son ejemplos de otros equipos que han sido empleados con buenos resultados en la trilla de vainas de acacia. Estos diseños tienden a actuar en forma más severa sobre la semilla en su pasaje, de lo que sucede con las máquinas descritas anteriormente y se recomienda hacer pruebas preliminares para determinar el grado de daño sobre la semilla antes de su aplicación general para cada cosecha determinada.
Figura 22 (a). Trilladora “Peg Drum” (tambor dentado): abierto para la limpieza; en el fondo, material para la extracción.
Figura 22 (b). Trilladora “Peg Drum” (tambor dentado) : ingresando el material en la trilladora.
La semilla que viene directamente del campo o del proceso de su extracción requiere generalmente una limpieza final completa antes de ser almacenada. La finalidad de la limpieza es la de separar las semillas enteras de las impurezas (inclusive las semillas vacías) y obtener así un lote de semilla homogéneo de gran viabilidad. No siempre es posible o necesaria la limpieza completa del lote de semilla. El nivel de limpieza que se acepta es por lo general un compromiso entre el tiempo, el esfuerzo y la pérdida de semilla viable. Puede también depender de las exigencias de la cuarentena vegetal.
La limpieza mecánica generalmente hace uso del tamizado, de la ventilación, de la flotación o de una combinación de estas prácticas.
El cernido escalonado a través de una serie de tamices de diferentes cribas puede ofrecer un alto grado de limpieza con muchos lotes de semilla de acacia. Esta prática ha sido mecanizada con tamices vibrantes de máquinas como la “Vac-A-Way Gravity Screen” (Figura 23). Se presentan problemas cuando hay un elevado contenido de impurezas de tamaño similar al de la semilla viable. En este cass puede ser necesaria una combinación de métodos para obtener resultados aceptables.
Figura 23. Tamiz por gravedad “Vac-A-Way”
En muchas partes del mundo se aplica bastante el aventado en la limpieza de granos y otras semillas. Se usa el viento o una corriente de aire para separar el material liviano (paráfisis) del remanente más pesado (por ejemplo, la semilla completa). En su aplicación más sumaria, la semilla sucia puede ser sencillamente tirada al aire durante un día ventoso. Los varios componentes del lote de semillas se separan, reteniéndose las partes deseadas. Este principio ha sido perfeccionado en las máquinas limpiadoras de semillas a las que se puede referir comúnmente como “aventadores”. Muchas máquinas limpiadoras de semilla emplean la combinación entre aventado y tamizado. Las cribas se usan para separar las partes más grandes y las más pequeñas, mientras que las fracciones intermedias que contienen las semillas se aventan.
Para limpiar la semilla de acacia, CSIRO ha usado con buenos resultados un aventador de fabricación austríaca llamado “Kurt Pelz Saatmeister Mark 2” (Figura 24).
Figura 24. Limpieza del material trillado de acacia con el “Kurt Pelz Saatmeister Mark 2”.
Como se indica en la fotografía anterior, la máquina se compone de tres compartimientos. Un embudo agitado automáticamente alimenta el material que debe ser limpiado verticalmente hacia abajo dentro del primer compartimiento. El material más pesado y la semilla caen normalmente derecho hacia abajo dentro del balde. En el segundo y tercer compartimiento están ubicadas unas ventanas de succión controlables que extraen el material liviano a medida que la semilla sucia viene alimentada en el primer compartimiento. Ajustando las aperturas es posible controlar la fracción de material liviano que se separa.
El aventador “South Dakota” (Figura 25) es útil para limpiar pequeños lotes de semilla de acacia. La máquina se compone de un tubo transparente por el que circula una corriente de aire hacia arriba. Esta corriente vertical separa las partículas más livianas que son interceptadas por deflectores cerca de la extremidad superior del tubo. Ajustando con cuidado la corriente hacia arriba, se retendrá solamente la fracción deseada más pesada.
Figura 25. El aventador “South Dakota” para limpiar la semilla.
La flotación en agua es un tratamiento final efectivo para eliminar las impurezas pequeñas. El método depende sobre las diferencias de densidad por las cuales las semillas sanas caen al fondo del baño de agua y el material más liviano, inclusive las semillas vanas, flotan sobre la superficie. Después de eliminar las impurezas, se drena el agua y se seca bien la semilla antes de ser almacenada.
La separación del funículo antes del almacenamiento y de la distribución puede ser deseable por razones de cuarentena y por los posibles efectos negativos en la germinación (Bowen 1981). Los métodos normales de extracción y limpieza mecánica se encargan generalmente de hacerlo, pero en algunos casos se requieren tratamientos especiales. Por lo general para remover el funículo es suficiente agitar estas semillas entre dos hojas o esteras acanaladas de goma seguido por su tamizado.
