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La gestión ciudadana y la conservación de los bosques

Clio Capitanachi Moreno 1


RESUMEN

La deforestación en México disminuye anualmente 1.2 % de la superficie forestal total. Históricamente las políticas y estrategias de desarrollo forestal de México han ignorado los aspectos ambientales y sociales.

Se reconoce que las ciudades, pueden tener un papel estratégico en la atención de la problemática ambiental, mediante la educación ambiental y la construcción de ciudadanía. En términos de políticas públicas, este cambio de perspectiva podría ser fundamental.

En este contexto se presenta una estrategia de actuación para incidir en la transformación de los procesos de planeación urbana. Articulando las propuestas técnicas generadas, con la gestión pública y social urbana.

A partir del año 1998 y hasta la fecha, con financiamiento externo, se desarrolló en el Instituto de Ecología A.C. una metodología basada en la delimitación de "unidades ambientales urbanas". Se aplicó al estudio de caso de la ciudad de Xalapa, Ver., ciudad media, capital del estado de Veracruz, México.

Derivado de ello se cuenta con una base de datos urbano ambientales georeferenciada a partir de la base catastral Xalapa, la que permitió apoyar el desarrollo de un modelo de Sistema de Áreas Verdes Urbanas, basado en la planificación por cuencas hidrológicas, cuya instrumentación, aún pendiente, posibilitaría una base para ordenar el crecimiento urbano en ciudades medias.

Los resultados se publicaron en un libro, revistas científicas y prensa, y desde hace dos años, se participa activamente en una organización civil: la Asociación de Ciudadanos por el Agua, del estado de Veracruz, A.C. Así se ha iniciado un proceso de sensibilización, hacia la sustentabilidad, de los actores locales de la gestión urbana, pública y social.


INTRODUCCIÓN

A pesar del reconocimiento gubernamental de que los bosques, las selvas y las áreas con vegetación natural representan, para el país y la comunidad mundial, gran importancia: biológica, ambiental, social y comercial (Comisión Nacional Forestal 2002), en el país la deforestación alcanza alrededor de 600,000 ha anuales, las que representan el 1.2 % de la cubierta forestal (Ortega-Escalona s/f), aunque esta tendencia está disminuyendo (Comisión Nacional Forestal op cit) Asimismo el 64 % de las tierras agropecuarias y forestales ha sido dañado por la erosión y otros procesos de degradación, y 20 millones de hectáreas de suelo han perdido entre el 40 y el 60 % de su capacidad para retener agua (Comisión Nacional del Agua 2001).

Esta situación sin embargo, no ha promovido hasta ahora un modelo de uso del suelo que incorpore una visión de desarrollo regional que vaya más allá de la consideración de la dotación natural de recursos en el territorio

Así se han transformado paisajes silvestres y recursos naturales renovables y no renovables, de manera drástica. La degradación ecológica y socio ambiental: pérdida de la fertilidad de los suelos, marginación social, desnutrición, pobreza y miseria extrema, los que han sido resultado de las prácticas inadecuadas de uso del suelo, que dependen de patrones tecnológicos de gran impacto negativo y de un modelo depredador de crecimiento, que permiten maximizar ganancias económicas en el corto plazo, revirtiendo sus costos sobre los sistemas naturales y sociales (Leff 1994). Ejemplo de estos procesos degradantes ha sido el crecimiento urbano desordenado. Caracterizado por una ocupación irregular de la periferia urbana, la que hasta antes de la década de los 40s, se constituía por zonas de cultivos y bosques, la que además había funcionado como barrera a la expansión física de la ciudad (Cunill-Grau 1995).

Es necesario también señalar que el deterioro y la pérdida patrimonial de los recursos forestales e hídricos principalmente, son la causa de un mayor impacto e incidencia de desastres en México. El daño económico que provoca esta pérdida es muy superior al costo de su prevención, sobre todo en relación a los asentamientos humanos (Comisión Nacional del Agua op cit).

En la región latinoamericana, la segunda del mundo en cuanto a frecuencia de desastres al año, los riesgos parecen estar aumentando, según una tendencia mundial iniciada en 1992 (Keipi 2000).

Por ello la problemática hasta aquí descrita resulta, desde un enfoque integral, de urgente atención ya que todo indica que las externalidades negativas originadas por la degradación ambiental urbana: pobreza, degradación ambiental, vulnerabilidad y riesgos, constituirá el más importante obstáculo a la integración de los países de la región al proceso de globalización de la economía mundial (Neyra 1996).

Históricamente se han promovido desde el Estado diversas estrategias para ordenar y controlar el crecimiento urbano, sin embargo han resultado insuficientes y desarticuladas, ya que han disociado los objetivos estratégicos de la planificación de su realidad urbana, debido, sobre todo, a un entendimiento insuficiente de los procesos involucrados (Aguilar 2000). El ordenamiento del territorio ha adolecido de falta de metodologías integradas donde el enfoque ambiental esté presente (Capitanachi, Utrera y Smith 2000), como base del desarrollo económico de las ciudades y sus regiones.

Por todo ello es necesario reconocer que las condiciones para alcanzar la sustentabilidad se apoyan, no en una futura transformación radical de la sociedad, sino en un laborioso y complejo proceso a abordar en distintos frentes, de manera simultánea y con distintos tiempos (Tudela 1996).

Para apoyar los procesos de transformación necesarios en este contexto, la comunidad académica y los medios de comunicación tienen un lugar destacado en la preparación de un modelo alternativo para los asentamientos urbanos, que propicie un proceso democrático de consulta y debates con los distintos actores sociales (Neyra op cit). A partir de reconocer la extraordinaria fuerza de los aspectos inmateriales, anclados en el carácter cultural de la urbanización y del desarrollo en general. Ya que finalmente, el objeto del desarrollo urbano es la gente, no las cosas, ni siquiera la "obra pública" que con frecuencia acapara la atención de la administración. Lo más valioso, lo que más sentido tiene desarrollar, es la organización colectiva de la mente humana y su capacidad para proyectarse en la realidad. (Tudela op cit).

Es por estas razones que la transición hacia el desarrollo sustentable exige un trabajo de organización del imaginario colectivo, que en la actualidad, en México, aparece disperso, desarticulado, y sobre todo, contradictorio (Tudela op cit).

Definir lo que se desea que permanezca, lo que se desea transformar, los límites y las modalidades de la transformación: he aquí el enfoque central de los proyectos que se presentan.

ÁREA DE ESTUDIO

A partir de este marco de referencia, nuestro grupo de trabajo ha desarrollado una estrategia para incidir propositivamente en el ordenamiento del crecimiento urbano en ciudades medias, teniendo como estudio de caso la ciudad de Xalapa, Ver.

Esta ciudad es la capital del estado de Veracruz, la entidad federativa del país en donde se ubican el mayor número de cuencas hidrológicas, aportando el 31 % del caudal nacional (Comisión Nacional del Agua op cit)

Además, Veracruz se ubica entre los primeros ocho estados de la república con la tasa de deforestación más alta, y a pesar de que posee el área agrícola cultivada más grande y ha experimentado un desarrollo industrial basado en el petróleo, ocupa el tercer lugar en cuanto a diversidad de especies en el país, de las cuales 40 son endémicas de la entidad, y se localizan en áreas con un grado de perturbación del 75 % (Comisión Nacional Forestal op cit)

La entidad veracruzana posee el mayor número de ciudades medias, diez en total, de las cuales ocho son zonas conurbadas. Todas ellas localizadas cerca de ríos y arroyos, que sufren diversos grados de contaminación, ya que se utilizan como canales de las descargas urbanas y en algunos casos, de las industriales.

Por otra parte, se observa en el estado como en todo el territorio nacional, una disminución en el crecimiento poblacional urbano.

Como en el caso de la ciudad de Xalapa, donde su área urbana, en los últimos diez años, ha seguido creciendo de la misma manera que en la década anterior, a pesar de que su densidad de población pasó de 126 a 80 habitantes/ha (Capitanachi 2000.), extendiéndose este crecimiento en su mayoría sobre zonas no aptas para uso urbano, ya sea por sus condiciones topográficas o por su alto valor ecológico y/o productivo (Boege y Rodríguez 1992) Provocando una ocupación extensiva del territorio.

La ciudad de Xalapa, desde el siglo XIX, conforma con las ciudades de Córdoba, Veracruz y Orizaba, el sistema de ciudades en la región central del estado. En esta región, en función del régimen pluviométrico y temperaturas, ligados a la altitud, se encuentra una gran variedad de flora. Es posible reconocer hasta 20 pisos altitudinales de vegetación, de la costa a la montaña, circunstancia que no existe en otros lugares del país. Esta distribución ecoclimática se encuentra considerablemente perturbada por el desarrollo de la agricultura y la ganadería (Marchal y Palma 1985)

Ha sido desde la Época Colonial, lugar de descanso de la ruta México-Veracruz, sin embargo nunca se ha beneficiado de un enfoque de desarrollo regional que permita el despliegue de sus potencialidades económicas. Hoy es una ciudad dedicada a los servicios, con una población que posee uno de los mayores niveles educativos del país. Sin embargo su economía totalmente dependiente del exterior y de las decisiones centralistas, han impedido que este capital educativo sea aplicado para elevar la calidad de vida que por otra parte es una de las más homogéneas, aunque con bajos niveles de ingreso (H. Ayuntamiento Municipal de Xalapa-Enríquez 1995-1997)

MATERIALES Y MÉTODOS

El proyecto general consideró tres grandes etapas:

En la primera se estableció un desarrollo metodológico para la comprensión integrada del ambiente urbano identificando el estado actual de sus componentes y sus interrelaciones significativas, expresados en "unidades ambientales urbanas" (Capitanachi et al 2000).

Este desarrollo metodológico se validó en la aplicación a un estudio de caso: la ciudad de Xalapa, Veracruz (Ver Figuras 1 y 2: Diagrama de Flujo Metodológico).

Como herramienta para el análisis integrado se identificaron las relaciones significativas en el sistema ambiental urbano expresadas en los conceptos:

En la segunda etapa, se diseñó una estructura de base de datos urbano ambientales vinculada a un Sistema de Información Geográfica, para dotar, a los diferentes actores sociales urbanos, de datos confiables, actualizados, homogéneos y sistematizados, con el fin de facilitar un enfoque sistémico e integrado en el proceso de gestión del desarrollo urbano.

Por ultimo, en la tercera etapa, se definió un instrumento estratégico para el ordenamiento del crecimiento urbano en ciudades medias y la elevación de la calidad ambiental urbana: un Sistema de Áreas Verdes Urbanas. (Ver Figura 3: Visión de Conjunto del Proceso).

La elección de este ámbito de actuación, el verde urbano, se fundamentó en la comprobación de la permanencia histórica del uso del suelo en las áreas destinadas a parques y jardines, gracias a la creciente conciencia ambiental entre los ciudadanos de todos los estratos sociales (Merino 1995), lo que orientó a pensar que las áreas verdes urbanas, además de su ampliamente reconocido valor intrínseco para el mejoramiento ambiental (Capitanachi op. cit.), poseen un gran potencial estratégico con reconocimiento social, para el ordenamiento del crecimiento urbano.

RESULTADOS

Se analizó el espacio físico urbano desde una perspectiva sistémica, a partir del concepto de "unidad ambiental urbana", y de la descripción y análisis integrado de los subsistemas natural, urbano y social y sus componentes. Ya que para el análisis del sistema ambiental urbano el aporte más relevante es el derivado de la identificación de las relaciones significativas entre sociedad y naturaleza materializadas en el espacio físico urbano.

La determinación de estas unidades constituye la base para el desarrollo de un proceso de planificación urbana orientado ambientalmente. El cual tiene, entre otras, las siguientes ventajas:

DISCUSIÓN

Para lograr la adecuada transferencia de los resultados alcanzados se considera de la mayor importancia el establecimiento de un marco jurídico normativo para asegurar la salvaguarda definitiva de las áreas verdes que por sus características se consideraron relevantes, y que se encuentran dentro y en la periferia del área urbana y ocupan aproximadamente 5300 ha.

La selección de este tema se consideró de importancia crucial para avanzar en un proceso hacia la sustentabilidad, ya que el Sistema de áreas verdes urbanas se puede constituir en un proyecto emblemático para la ciudad, que permita alcanzar el compromiso público de los actores sociales involucrados en la gestión urbana y ambiental: el ordenamiento del suelo urbano, el rescate de cuerpos de agua, la protección del bosque urbano, el manejo de desechos, la atención de grupos marginados, la educación ambiental, la participación comunitaria, la conservación del patrimonio, la agricultura urbana, etc.

Proveería, entre otras cuestiones, las condiciones para un tejido urbano equilibrado y diverso, policéntrico, sin rupturas violentas entre la ciudad y su periferia, acercando la naturaleza al espacio urbano, aminorando los impactos negativos de la urbanización en el confort ambiental y la calidad de vida y elevando sustantivamente la calidad estética del paisaje urbano (Selem1989).

Simultáneamente a estos desarrollos de investigación, y con el fin de asegurar las condiciones para la gestión social de los resultados obtenidos, se ha venido participando desde su constitución oficial con una organización civil, la Asociación de Ciudadanos por el Agua del estado de Veracruz, A.C. - ProAGUA. Cuya Misión es: Incidir activamente en el proceso de construcción de una cultura alternativa del agua enfocada a la solución integral de los problemas del hábitat y al mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Con el fin de desarrollar su misión, ProAGUA ha realizado campañas de sensibilización comunitaria sobre el valor y la importancia estratégica del agua y los bosques.

Participando con ProAGUA, otras asociaciones civiles y apoyados por los medios masivos de comunicación, hemos defendido exitosamente (Meza 2002) la permanencia del uso del suelo en un vivero antiguo, que forma parte del Sistema de áreas verdes urbanas propuesto para la ciudad de Xalapa, y al cual el gobierno local pretendía transformar a un uso no compatible con su función.

Esta experiencia nos ha impulsado a iniciar un proceso de gestión de recursos que nos permita desarrollar proyectos demostrativos (educativos) para la gestión ambiental del bosque urbano.

Por último me parece importante mencionar que la Asociación de Ciudadanos por el Agua del estado de Veracruz, A.C. - ProAGUA, ha recibido este año, del gobierno del estado de Veracruz y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Premio Anual a la Promoción de una Cultura Ecológica.

CONCLUSIÓN

Alcanzar una mayor racionalidad ambiental en el hábitat más transformado: la ciudad, constituye una tarea compleja y de gran diversidad, donde los recursos disponibles localmente deberán ser aprovechados y potenciados por la comunidad urbana. Emerge como un proyecto social con una racionalidad alternativa.

Si bien el bienestar depende de factores supraestructurales, existen también factores locales controlables en gran medida por acciones locales. La participación de los habitantes en los procesos de toma de decisiones sobre el territorio facilita la construcción de ciudadanía: facilita el proceso de transformación de los habitantes urbanos a ciudadanos.

Con la aplicación de esta estrategia metodológica se espera:

Es necesario señalar que, a nivel de la administración pública, este planteamiento exige adoptar soluciones precisas y decididas, aunque sean a contracorriente y contra el mercado, además de requerir un sólido consenso ciudadano. Los gobiernos municipales mexicanos poseen hoy las facultades jurídicas para llevarlo a cabo.

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