COAG/01/5


 

COMITÉ DE AGRICULTURA

16º período de sesiones

Roma, 26-30 de marzo de 2001, Sala Roja

VARIABILIDAD Y CAMBIO DEL CLIMA:
UN DESAFÍO PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA SOSTENIBLE

Tema 5 del programa provisional

Índice



I. INTRODUCCIÓN

1. El clima fluctúa naturalmente en todas las escalas temporales, desde entre días y años (variabilidad propiamente dicha) hasta entre decenios y siglos (cambio climático). La FAO tiene una experiencia considerable en problemas relacionados con la primera, que es la causa principal de la variabilidad de la producción agrícola de un año a otro. Sin embargo, tiene menos experiencia en el sector del cambio climático y necesita fortalecerse para afrontar muchos de los nuevos desafíos y oportunidades que surgen en las negociaciones internacionales sobre este tema. Como se considera ahora la agricultura como parte de la solución al problema del cambio climático, existe incluso la posibilidad de que se llegue a disponer de nuevos recursos para el sector agrícola a nivel nacional para el desarrollo rural sostenible en general, por medio de los Mecanismos de Kyoto durante las negociaciones sobre el clima. Dado que el clima afecta a casi todos los sectores de la agricultura, deberá elaborarse un programa adecuado y coordinado sobre el clima para apoyar las actividades de la FAO. Dicho programa deberá centrarse en la formulación de políticas, obtención de datos, creación de capacidad y colaboración con la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) y el Grupo intergubernamental de expertos sobre cambios climáticos (IPCC). Deberán reforzarse también varios sectores de renovada importancia en el contexto del cambio climático, tales como la absorción del carbono, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sustitución de los combustibles fósiles por biocombustibles y, en general, la mejora de la capacidad de recuperación de la agricultura a la variabilidad y cambio climáticos.

2. En este documento se expone la pertinencia de la intervención de la FAO en cuestiones climáticas a la luz de las muchas interacciones entre el clima y la agricultura (3 a 9) y la seguridad alimentaria en distintas escalas y horizontes temporales (10 a 15). En los párrafos siguientes (16 a 20) se resumen las actividades de la FAO relacionadas con el clima, y se analizan después la CMCC y el Protocolo de Kyoto (PK) a fin de identificar las disposiciones más pertinentes a la labor de la FAO (21 a 25). En las secciones restantes se evalúa la función potencial de la FAO en las actuales negociaciones internacionales sobre el clima (26 a 38); se examinan las nuevas obligaciones potenciales (27 a 29) y los sectores con renovadas motivaciones (30 a 32); y se identifican sectores en que se necesita un fortalecimiento (33 a 38) y para los cuales se solicita la orientación del COAG (39).

II. PERTINENCIA DEL CLIMA EN RELACIÓN CON LA AGRICULTURA

A. NEGOCIACIONES INTERNACIONALES SOBRE EL CLIMA Y
LA PARTICIPACIÓN DE LA FAO

3. Reconociendo el problema del potencial cambio climático mundial, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) establecieron el Grupo intergubernamental de expertos sobre cambios climáticos (IPCC) en 1988. Durante el mismo año, la FAO creó un Grupo interdepartamental de trabajo sobre el cambio climático en relación con la seguridad alimentaria.

4. En 1995 el IPCC estableció que existía un efecto discernible de los seres humanos sobre el clima1, mediante la emisión de gases de invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos nitrosos (NOx), que juntos son la causa de la mayor parte del efecto de calentamiento. Hay acuerdo general en que alrededor de la cuarta parte del principal gas de invernadero (CO2) se deriva de fuentes agrícolas (cambios en el uso de la tierra, desforestación y quema de biomasa). El CH4 representa una parte menor del efecto de calentamiento, pero la mayor parte de él procede también de fuentes agrícolas, como rumiantes domésticos, incendios forestales, cultivo de arroz en tierras húmedas y productos de residuos. El laboreo convencional y la utilización convencional de fertilizantes constituyen juntos la fuente del 70% de NOx. En conjunto, las fuentes agrícolas son responsables de un 30% del calentamiento mundial.

5. En 1996, varias organizaciones de las Naciones Unidas, incluida la FAO, establecieron el Comité Interinstitucional de Acción para el Clima (IACCA) para coordinar sus actividades climáticas en la aplicación del Programa  21. El Consejo de la FAO, en su 111º período de sesiones, apoyó unánimemente la asociación de la FAO a esta iniciativa.

6. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), organizada por la FAO en 1996 y, en particular, el Plan de Acción de la CMA (PACMA) subrayó que la base de recursos para la alimentación, la agricultura, la pesca y la silvicultura se hallaba bajo presión y amenazada por problemas como la desertificación, desforestación, sobrepesca, pérdida de biodiversidad, utilización ineficiente del agua y cambio climático. El cambio climático, por sí mismo, puede acentuar la variabilidad del clima, que continúa siendo uno de los principales factores de la inestabilidad de la producción alimentaria de un año para otro. La variabilidad climática incluye la alteración de las frecuencias de fenómenos extremos.

7. Con el fin de afrontar las amenazas ambientales a la seguridad alimentaria, el PACMA alentaba a los gobiernos a tener en cuenta los efectos previstos de la variabilidad climática natural y el cambio climático en las precipitaciones y temperaturas, al elaborar sus políticas agrarias y de aprovechamiento de la tierra.

8. El PACMA pedía también la aplicación rápida de la CMCC de 1992, que entró en vigor en marzo de 1994. El objetivo principal de la CMCC es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera en un nivel que impida la interferencia antropógena peligrosa en el sistema climático.

9. En 1997 se completó de la CMCC con el Protocolo de Kyoto (PK), que se espera en general que entre en vigor entorno a 2002. Los acuerdos comprometen a la mayoría de los países2 del Anexo I a reducciones cuantificadas de sus emisiones de gases de invernadero por debajo de los valores de 1990, durante el primer período del compromiso (2008-2012). Los países en desarrollo no están actualmente vinculados por ningún objetivo de reducción, pero el PK prevé varios mecanismos (los Mecanismos de Kyoto) que fomentarán el desarrollo sostenible mediante la colaboración entre países desarrollados y en desarrollo.

B. EFECTOS DEL CLIMA EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

10. Son muchas las interacciones entre la variabilidad y cambio climáticos y la agricultura. La agricultura sufre los efectos de las inclemencias del clima y, a su vez, contribuye a aumentar la variabilidad y cambio climáticos, directa e indirectamente, mediante la emisión de gases de invernadero, el trastorno de los ciclos naturales de muchos elementos y el agua por medio de la degradación de las tierras y la desforestación, etc. Además de considerar los aspectos técnicos y científicos, la comunidad internacional está adoptando ahora medidas, sobre todo en las esferas de política, legales e institucionales, que comprometerán a los países a adoptar nuevas prácticas y leyes que afectarán a los sectores agrícola y forestal.

11. Como las pautas de la variabilidad climática se modifican sólo gradualmente, el cambio climático puede verificarse durante cierto tiempo sin que se note. La variabilidad climática, en cuanto tal, no es necesariamente peligrosa; los problemas se derivan de fenómenos extremos y de la incertidumbre relacionada con la dificultad de pronosticar el tiempo con más de una semana de antelación.

12. Los efectos de la variabilidad climática en todas las formas de producción agrícola son bien conocidos. Según el nivel de desarrollo y las influencias tecnológicas sobre los rendimientos, se puede asignar a la irregularidad atmosférica del 10% al 100% de la variabilidad de la producción en períodos cortos. Las pérdidas relacionadas con la variabilidad de base del clima son notablemente superiores a las debidas a catástrofes espectaculares, pero localizadas, de origen atmosférico, como los ciclones e inundaciones.

13. Los efectos posibles del cambio climático son todavía objeto de debate en la comunidad científica. Dejando de lado los impactos hipotéticos, se describen los siguientes cambios mundiales como "de muy probables a prácticamente ciertos3" desde ahora hasta 2100 (los valores locales pueden ser notablemente mayores o menores que las cifras medias):

14. Los efectos potenciales del cambio climático en la producción agrícola dependerán no sólo del clima en cuanto tal, sino también de la dinámica interna de los sistemas agrícolas, especialmente de su capacidad de adaptarse a los cambios. En palabras de Reilly (1996), la conclusión más sólida que surge de los estudios es que el cambio climático tiene el potencial de cambiar notablemente la productividad4 ... En comparación con los efectos mundiales, los efectos en las plantas y animales son relativamente fáciles de evaluar:

15. Los efectos mundiales del cambio climático en la producción alimentaria y la seguridad alimentaria pueden ser:

C. RESEÑA DE LAS ACTIVIDADES DE LA FAO RELACIONADAS CON EL CLIMA

16. Los trabajos oficiales relacionados con el clima comenzaron en 1968 cuando la FAO, la OMM y la UNESCO establecieron un Grupo Mixto sobre Biometeorología Agrícola, al que más tarde se unió el PNUMA. Después de la Conferencia de Estocolmo de 1972 sobre el Medio Ambiente Humano y de la Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974, la FAO emprendió dos actividades con un importante componente climático: el Proyecto de zonas agroecológicas (coordinado por la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas) para estimar el potencial de producción alimentaria de los países en desarrollo, y el Sistema Mundial de Información y Alerta sobre la Alimentación y la Agricultura, para vigilar continuamente las perspectivas de las cosechas y la situación alimentaria en todo el mundo y alertar a la comunidad internacional sobre la inminencia de graves situaciones de escasez de alimentos. Ambas actividades han conducido al desarrollo de bases de datos sobre el clima y métodos para evaluar el impacto del clima en la agricultura (Servicio del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, SDRN), para la planificación (Dirección de Fomento de Tierras y Aguas, AGL) y para fines de seguimiento (Dirección de Productos Básicos y Comercio, ESC).

17. El Grupo Interdepartamental de Trabajo sobre el Cambio Climático en relación con la Seguridad Alimentaria, establecido en 1988 (párrafo (3) supra) está presidido actualmente por el Director de la Dirección de Productos Forestales (FOP), mientras que el SDRN se encarga de la secretaría. Todos los Departamentos técnicos y la Oficina Jurídica participan en el Grupo.

18. Se han producido varios documentos relacionados directa o indirectamente con el clima y el cambio climático, en particular los documentos expositivos de la FAO sobre el cambio climático, que se distribuyeron en las principales reuniones, como la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Segunda Conferencia Mundial sobre el Clima, la CNUMAD, la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y varias reuniones internacionales como la Conferencia de las Partes en la CMCC.

19. La FAO ha participado normalmente en las actividades de la Comisión de Meteorología Agrícola de la OMM (CMAg). Ha organizado también y ha participado en varios foros y conferencias internacionales centrados en cuestiones de cambio climático y desarrollo sostenible, tales como las reuniones del IPCC, el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico de la CMCC (CMCC/SBSTA) y, en particular, en sus reuniones recientes (junio de 2000) donde se examinaron los informes especiales sobre uso de tierras, cambios en el uso de la tierra y actividad forestal (SRLULUCF).

20. Además de estas actividades, encaminadas principalmente a ayudar a los planificadores gubernamentales, la labor de la FAO se ha centrado también en (1) mejorar los conocimientos sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático (la Consulta de Expertos de 1990 sobre silvicultura y cambio climático, la Reunión de Expertos de 1993 sobre cambio climático mundial y producción agrícola, y la Consulta de expertos de 1993 sobre biocombustibles para el desarrollo sostenible), y (2) mejorar la capacidad de los agricultores para reducir los riesgos o utilizar de forma óptima los recursos climáticos (precipitaciones, luz solar, etc.) mediante una mejor comprensión de su variabilidad. Más recientemente, la Organización ha examinado también las relaciones complejas entre la degradación de las tierras, la absorción del carbono y la biodiversidad, en una reunión conjunta de expertos FAO/FIDA (1999), ha preparado documentos sobre El Protocolo de Kyoto y el Mecanismo para un Desarrollo Limpio – Nuevas Posibilidades para el Sector Forestal de América Latina y el Caribe - (1999), y sobre el cambio climático y el sector forestal: posibles respuestas jurídicas y sus repercusiones (2000) y, en una reunión de expertos (septiembre 2000), ha evaluado la pertinencia para los países en desarrollo de la verificación de las existencias e intercambios de carbono a nivel de países. La Organización copatrocinó el Taller de expertos sobre retención del carbono, agricultura sostenible y mitigación de la pobreza, en la OMM (Ginebra) en agosto-septiembre de 2000.

III. LAS NEGOCIACIONES INTERNACIONALES SOBRE EL CLIMA Y LA FAO

A. DISPOSICIONES DE LA CMCC Y DEL PROTOCOLO DE KYOTO PERTINENTES PARA LA LABOR DE LA FAO

21. Aunque la CMCC menciona sólo brevemente la agricultura y la actividad forestal, el Protocolo de Kyoto trata expresamente el tema y hace especial hincapié en prácticas de ordenación sostenible y en la promoción de modalidades agrícolas sostenibles a la luz de las consideraciones del cambio climático. Los cambios en la utilización de la tierra, la fermentación entérica, el aprovechamiento del estiércol, el cultivo del arroz, los suelos agrícolas, la quema prescrita de sabanas y la quema en el campo de residuos agrícolas se citan como fuentes de gases de invernadero que los países deberán tener en cuenta en sus informes sobre fuentes antropógenas y sumideros a la Conferencia de las Partes en la CMCC.

22. Varios artículos de PK son especialmente pertinentes para la comunidad agrícola y los Miembros de la FAO. Incluyen secciones sobre forestación, deforestación y reforestación (Artículo 3.3), así como otras fuentes y sumideros, incluyendo el almacenamiento en el suelo y la biomasa (Artículo 3.4) y su estimación (Artículo 5). Son también especialmente pertinentes los permisos canjeables (Artículo 6)5, la presentación de informes anuales (Artículo 7), los mecanismos de examen y control (Artículo 8), las metodologías mejoradas para evaluar las emisiones y sumideros (Artículo 10) y especialmente el mecanismo para un desarrollo limpio (MDL) que se describe en el Artículo 12.

23. El Artículo 10 compromete a los países a formular programas nacionales y regionales para mejorar la cooperación científica, los programas de enseñanza y capacitación, los inventarios de emisiones y sumideros y la mitigación, así como el potencial de adaptación. En el Artículo 11 se establecen disposiciones para que las Partes desarrolladas ayuden a las que se hallan en desarrollo. Se incluyen entre ellas, en particular, compromisos de presentación de informes y transferencia de tecnología (Artículo 4 de la CMCC).

24. La doble finalidad del MDL es ayudar a las Partes en desarrollo a alcanzar el desarrollo sostenible y, a las partes desarrolladas, a lograr el cumplimiento de los compromisos de limitaciones y reducción de emisiones. El MDL permitirá a las Partes del Anexo I y a las Partes no incluidas en el Anexo I ejecutar conjuntamente proyectos que tengan por resultado reducciones certificadas de las emisiones. Este mecanismo complementa el enfoque de permisos canjeables entre las Partes en el Anexo I. Aunque se están debatiendo todavía los detalles de la aplicación del MDL, en particular en lo que respecta a la sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles y a la posibilidad de admitir como sumideros los almacenamientos de carbono en el suelo, es preciso evaluar atentamente su potencial como mecanismo para el desarrollo sostenible.

25. En el PK se insiste claramente en la participación activa de las organizaciones internacionales en los problemas internacionales del clima. La CMCC enumera varias categorías de países que necesitarán asistencia específica, especialmente: los pequeños estados insulares, los países con zonas costeras bajas, los países con zonas áridas y semiáridas, zonas con cobertura forestal y zonas expuestas al deterioro forestal, los países con zonas expuestas a catástrofes naturales, los países con zonas expuestas a la sequía y la desertificación y los países con zonas de ecosistemas frágiles, incluidos los ecosistemas montañosos.

B. FUNCIÓN POTENCIAL DE LA FAO EN EL ÁMBITO DE LA CONVENCIÓN MARCO SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

26. La FAO y sus miembros se enfrentan con varios desafíos que se derivan directa o indirectamente de las actuales negociaciones sobre el clima. Tales son (1) las nuevas obligaciones (compromisos), (2) nuevas oportunidades vinculadas con el hecho de que el carbono se ha convertido ahora en un nuevo "producto básico" que se ha de vigilar, cuantificar y, en algunos casos, gestionar de forma diferente que en el pasado, (3) una renovada justificación para varias actividades en las que la Organización participa y que la comunidad del cambio climático solicita, y (4) algunos sectores que es preciso fortalecer. En el ámbito del PK, las Partes tienen que formular, aplicar, publicar y actualizar periódicamente programas nacionales y, en su caso, regionales que contengan medidas para mitigar el cambio climático y facilitar la adaptación al cambio climático en los sectores de la energía, el transporte y la industria, así como en los de la agricultura y la actividad forestal.

Nuevas obligaciones

  27. Inventarios de fuentes y sumideros: la CMCC exige a todos los signatarios que realicen inventarios detallados de fuentes antropógenas de gases de invernadero (estrictamente los gases de invernadero no regulados por el Protocolo de Montreal). El PK es más específico en cuanto que establece que los países se comprometen a variaciones verificables de carbono almacenado, incluidas las derivadas de cambios en el uso de la tierra y la silvicultura y que son directamente pertinentes para la comunidad agrícola. Las estadísticas de la FAO, en general, aunque no incluyen detalles suficientes para muchos de los nuevos compromisos de presentación de informes, como la distribución del carbono en proyectos de secuestro o emisiones de gases de invernadero por tipo de actividad, sí ofrecen un útil punto de referencia y una perspectiva histórica de la que carecen otros datos. Habrá que reexaminar las estadísticas de la FAO, en particular a la luz de los nuevos compromisos de presentación de informes y rendición de cuentas nacionales sobre el carbono.

28 La mitigación de las emisiones de gases de invernadero de la agricultura es en gran medida compatible con un "enfoque sin perdedores" (o situación en la que todos salen ganando), ya que la mayoría de las emisiones del sector agrícola indican una agricultura ineficiente y a veces insostenible. Tales emisiones constituyen pérdidas para los agricultores y hay posibilidades de reducirlas notablemente en muchos casos.

Nuevas oportunidades

29. Las comunidades agrícolas y forestales han realizado muchas actividades para incrementar la sostenibilidad de los sistemas de producción. Tales actividades, que se enumeran a continuación, podrán reunir ahora los requisitos para uno de los Mecanismos de Kyoto y, como tales, conseguir créditos de carbono, lo que hará aumentar los ingresos de los agricultores o atraerá inversiones que beneficien el desarrollo sostenible y a la población en general. Deberá prestarse también la debida atención a las funciones ecológicas/de ecosistema del carbono, al evaluar el ámbito y la pertinencia de las actividades relacionadas con el carbono en la agricultura.

30. Tales actividades son:

Renovadas motivaciones

31. El Sistema Mundial de Observación Terrestre (SMOT) fue establecido conjuntamente por la FAO, CIUC, PNUMA, UNESCO y OMM en 1996 para ofrecer a los responsables de las políticas, los gestores de los recursos y la comunidad de la investigación los datos a largo plazo que necesitan para detectar el cambio mundial y evaluar la capacidad de los ecosistemas terrestres para apoyar el desarrollo sostenible. La Secretaría del SMOT está situada en la FAO. Una de sus esferas prioritarias es el cambio climático, y el SMOT está dirigiendo ahora el desarrollo de una iniciativa de observación del carbono terrestre (TCOI) con el fin de ayudar a los países en la evaluación y seguimiento de las fuentes y sumideros de carbono en los sectores agrícola y rural de sus países, mediante la recopilación sistemática de datos relacionados con el carbono utilizando observaciones sobre el terreno y por satélite. La TCOI tiene la finalidad de colmar el vacío de datos e información sobre el ciclo del carbono terrestre y crear series de datos sobre el carbono compatibles a nivel mundial que pueden llegar a ser necesarias en el ámbito de la CMCC. Ambas actividades colman un vacío en las necesidades de datos de la CMCC.

32. La FAO recopila y mantiene una amplia gama de datos, que son directamente pertinentes no sólo para el problema del cambio climático en general, sino también para las necesidades (información) operacionales más inmediatas de los países con arreglo a la CMCC. A diferencia de las estadísticas agrícolas nacionales y subnacionales arriba mencionadas, estos datos están en general georeferenciados. Incluyen:

33. Bioenergía y sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles. La sustitución del carbono procedente de combustibles fósiles por biocombustibles y otras formas renovables de energía es uno de los medios más sostenibles para reducir las emisiones de dióxido de carbono. El cambio climático mundial y la comprobación del potencial de energía de biomasa como sustitutiva de los posibles fósiles han hecho que se centre renovada atención en la función energética de la agricultura. Actualmente la biomasa es la principal fuente de energía en muchos países en desarrollo y proporciona alrededor del 15% de la energía mundial, pero se podría aumentar notablemente este nivel con la moderna tecnología de conversión. Gran parte de esa energía procede de varios tipos de residuos agrícolas y forestales, si bien en el futuro se prevé que la fuente principal esté constituida por distintos tipos de cultivos y plantaciones destinados a la producción de energía. Desde comienzos de los años noventa, se ha manifestado un interés creciente en la biomasa para la energía en la mayoría de los escenarios sobre energía que indican la biomasa como una importante fuente potencial en el siglo XXI. El aumento previsto podría tener efectos importantes en la mitigación de las emisiones de CO2, el secuestro del carbono y la creación de empleo para muchos agricultores en zonas rurales lejanas.

Sectores que es preciso fortalecer

34. La FAO no tiene actualmente un programa claro sobre el cambio climático, aunque los Departamentos AG, ES, FO, TC y SD llevan decenios realizando trabajos sobre cuestiones de variabilidad climática. Se ha abordado caso por caso el nuevo hincapié sobre el cambio climático, pero se adolece de la falta de un programa coordinado que incluya la variabilidad y el cambio climáticos, y permita a la Organización ser más proactiva en todos los niveles, desde la escena internacional hasta la explotación agrícola individual.

35. La creación de capacidad ocupa un lugar importante en el programa de todas las reuniones y foros de negociación internacionales sobre el clima, desde la Conferencia de las Partes de la CMCC. La FAO no tiene actualmente capacidad para responder a las solicitudes procedentes de la comunidad internacional y nacional interesada en el clima. La FAO tiene experiencia en la preparación de programas de capacitación y en el desarrollo y difusión de técnicas apropiadas que pueden utilizarse para mejorar la capacidad para abordar cuestiones del cambio climático de los responsables de las decisiones, los expertos nacionales responsables de la información sobre cuestiones del carbono y el personal agrario en todos los niveles. La FAO podría desempeñar también una función más activa para asegurar que las cuestiones de la variabilidad y cambio climáticos se incluyan debidamente en los programas de estudios de las instituciones de formación agronómica en todos los niveles.

36. Se necesitarán más investigaciones sobre la elaboración de medidas para la adaptación al cambio climático, la aplicación de los conocimientos existentes y la evaluación sistemática de los efectos previstos del cambio climático en la agricultura. Esto incluye la prevención, protección, evaluación del impacto y rehabilitación en caso de fenómenos climáticos extremos, así como la reducción de los efectos de la sequía y desertificación, especialmente en África. Gran parte de la labor de la FAO se deriva directamente de la necesidad de adaptar las prácticas de los agricultores a condiciones adversas y contribuir a estabilizar y posiblemente incrementar la producción en un entorno muy variable. Por ello, responde directamente a las preocupaciones de la CMCC. Una opción importante es la agricultura de respuesta (serie de técnicas para elevar al máximo la adopción de decisiones en la explotación agrícola mediante un seguimiento estrecho de las condiciones de crecimiento de los cultivos, en particular las meteorológicas, y la elaboración de modelos sobre el efecto combinado del medio ambiente y la ordenación), modernizada mediante la utilización de las técnicas actuales de observación desde satélite y sobre el terreno y de transmisión de datos. Otras opciones inmediatas son la utilización mejor de los pronósticos sobre el tiempo y el clima; la detección temprana de enfermedades epizoóticas basada en imágenes de satélite y la predicción climática, mejores pronósticos de cultivos y mejores prácticas de explotación agrícola.

37. Formulación de políticas: La FAO debería fortalecer su capacidad para ayudar a los países a tener en cuenta las consideraciones de cambio climático en la formulación de sus políticas nacionales, no sólo en el sector ambiental, sino también en la elaboración más amplia de políticas socioeconómicas. Esto incluye el fomento de políticas que creen incentivos para que los usuarios de la tierra limiten las emisiones o para que produzcan sumideros, así como el desarrollo de la bioenergía y el ajuste del contexto institucional y jurídico para mejorar la adaptación de los sistemas de producción a la variabilidad y cambio climáticos. Cuando sea necesario, la FAO debería hallarse en condiciones de ayudar en la formulación y armonización de políticas regionales.

38. La FAO debería desarrollar una colaboración más estrecha y sistemática con la secretaría de la CMCC y con el IPCC en relación con varias cuestiones, empezando por la cuestión decisiva de las definiciones que es extremadamente importante en el marco jurídico internacional. La Organización tiene que asegurar también que se tengan debidamente en cuenta las necesidades de la comunidad agrícola en las negociaciones internacionales, y que las medidas y políticas que se adopten sean realistas, viables y equitativas. La FAO debería alentar también sinergias y colaboración en el sector agrícola entre la CMCC y el IPCC y otros convenios ambientales, en particular los relativos a la desertificación y a la biodiversidad.

39. La FAO debería desempeñar una función activa en varios aspectos de la recopilación, verificación, normalización y difusión de los datos necesarios para la aplicación de la CMCC. Esto incluye específicamente la formulación de métodos de estadísticas agrarias compatibles con los requisitos de presentación de informe de la CMCC, la evaluación de los recursos forestales, el seguimiento del carbono del suelo, los inventarios de emisiones de gases de invernadero, el Sistema Mundial de Observación Terrestre (SMOT) y especialmente la iniciativa de observación del carbono terrestre (TCOI).

IV. ASPECTOS EN QUE LA FAO NECESITA LA ORIENTACIÓN DEL COAG

40. Se pide la orientación del COAG sobre la forma de promover y aprovechar el hecho de que la agricultura constituye una de las soluciones a las preocupaciones actuales por el cambio climático. Esto incluye aspectos tanto técnicos como institucionales que son pertinentes para la mayoría de los Departamentos de la FAO. En particular, se solicita orientación sobre las siguientes cuestiones y propuestas que tienen repercusiones directas en las actividades actuales y futuras de la FAO en este sector:


1. Houghton, J.T., L.G. Meira-Filho, B.A. Callander, N. Harris, A. Kattenberg and K. Maskell (Editors), 1995. Climate Change 1995, the science of climate change. Cambridge University Press, 572 pp.

2. El Anexo I a laCMCC incluye principalmente países desarrollados y países que se hallan en proceso de transición a la economía de mercado, los cuales se indican con un * en la lista siguienteAlemania, Australia, Austria, Belarús*, Bélgica, Bulgaria*, Canadá, Comunidad Europea, Croacia*, Dinamarca, Eslovaquia*, Eslovenia*, España, Estados Unidos de América, Estonia*, Federación de Rusia*, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría*, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Letonia*, Liechtenstein, Lituania*, Luxemburgo, Mónaco, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos, Polonia*, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, República Checa*, Rumania*, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania

3. Mahlman, J.D., 1997. Uncertainties in projections of human-caused climate warning. Science, 278:1416-1417.

4. Reilly, J., 1996. Climate Change, Global Agriculture and regional vulnerability, pp 237-265 in Bazzaz, F., and W. Sombroek (Eds.), Global climate change and agricultural production. Direct and indirect effects of changing hydrological, pedological and plant physiological processes. FAO and John Wiley & Sons, 345 pp.

5. La expresión "permisos canjeables" no aparece en el PK. Según el Artículo 6 toda Parte incluida en el Anexo I podrá transferir a cualquiera otra de esas Partes, o adquirir de ella, las unidades de reducción de emisiones...