CFS:2002/2

Índice

RESUMEN

I. ESTADO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA NUTRICIÓN

A. SITUACIÓN ACTUAL
B. SITUACIONES CRÍTICAS DE HAMBRE

II. VIGILANCIA DE OTROS ASPECTOS DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

A. DISPONIBILIDAD Y ESTABILIDAD DE LOS SUMINISTROS
B. ACCESO A LOS SUMINISTROS DISPONIBLES

III. INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

IV. ALGUNAS CUESTIONES FUNDAMENTALES: ALIMENTOS PARA EL DESARROLLO

A. CORRIENTES DE AYUDA ALIMENTARIA
B. HACIA UNA ESTRATEGIA EN DOS NIVELES

CUADRO I DEL ANEXO: Indicadores de la alimentación, la nutrición y la salud

CUADRO II DEL ANEXO: Dependencia y autosuficiencia con respecto a las importaciones de cereales para grupos seleccionados de países

CUADRO III DEL ANEXO: Indicadores del acceso económico

RESUMEN

1. Se examinan brevemente las variaciones en la prevalencia y el número de personas subnutridas, por subregiones, desde 1990-92. Se formulan observaciones sobre las diferencias en las estimaciones correspondientes a los dos trienios más recientes, es decir 1996-98 y 1997-99. También se presentan los resultados de un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la prevalencia del retraso del crecimiento entre niños en edad preescolar, prestando especial atención a las diferencias regionales.

2. Se destacan también las situaciones de hambre más críticas en 2001/2002. De los 29 países que se enfrentaron con emergencias alimentarias en ese año, 16 se encontraban en África, 9 en Asia y 2 en Europa.

3. Se analizan las cuestiones relacionadas con el acceso tanto físico como económico a las existencias. Se presentan y analizan los seis indicadores materiales de la seguridad alimentaria relacionados con los suministros de alimentos. Es evidente que el volumen de las importaciones de alimentos ha aumentado considerablemente tanto en los países en desarrollo como en los PBIDA desde mediados del decenio de 1990. Aunque las importaciones de cereales y productos lácteos disminuyeron a mitad de ese decenio como consecuencia de la notable subida de los precios internacionales, el volumen de las importaciones de ambos grupos de productos básicos se recuperó en los últimos años. Se estima que, después de haber descendido constantemente desde mediados del decenio de 1990, la factura de las importaciones de alimentos en los países en desarrollo aumentó en los dos últimos años más de un 10 por ciento en el curso del año 2000 y casi un 3 por ciento en 2001.

4. Se presentan en forma resumida las perspectivas, evaluadas en un reciente estudio del Banco Mundial, de que las diversas regiones alcancen el objetivo de desarrollo del milenio de reducir a la mitad, para el año 2015, los niveles de pobreza existentes en 1990, con arreglo a diferentes hipótesis de crecimiento. En ese documento se destacan también las posibilidades de crecimiento de la igualdad, calculadas mediante un nuevo método. El estudio del Banco Mundial muestra claramente que las diferencias de ingresos entre los ciudadanos del mundo son enormes y mucho mayores de lo que muestran los indicadores convencionales.

5. A continuación, se ofrece un panorama actualizado de la situación con respecto a la seguridad alimentaria. Se somete a la consideración del Comité la idea de un documento marco en el que se esbocen las estrategias de la FAO para asegurar el acceso a alimentos sanos y nutritivos y se examinen los elementos fundamentales del asesoramiento en materia de políticas, la creación de capacidad y la asistencia técnica, así como las medidas que han de tomarse tanto a nivel nacional como internacional, teniendo en cuenta la creciente importancia de este asunto tanto para los países desarrollados como en desarrollo.

6. En la parte final se examinan dos cuestiones especiales en el contexto de los alimentos para el desarrollo. En 2000/01, los envíos totales de cereales en forma de ayuda alimentaria, tanto en el marco de programas y proyectos como en situaciones de urgencia, ascendieron a 8,5 millones de toneladas (en equivalente en grano), lo que representa un descenso de casi 3 millones de toneladas, o un 24 por ciento, con respecto a 1999/2000, debido en gran medida a la acusada disminución de los envíos a la Federación de Rusia. Esta cifra es considerablemente superior a los 5 millones de toneladas previstos en el Convenio sobre la Ayuda Alimentaria de 1999. Más de la mitad de ese volumen se utilizó para hacer frente a situaciones de urgencia.

7. Por último se ponen de relieve dos recientes proyectos piloto que podrían contribuir a crear una sinergia entre la acción directa contra el hambre y las medidas para estimular el sector agrícola y rural como parte de una estrategia en dos niveles. Se aboga por la creación de la "máxima sinergia" proporcionando, siempre que sea posible, redes de seguridad basadas en alimentos de producción local, de manera que se logre un aumento de las oportunidades de mercado, la producción agrícola y el empleo al tiempo que se proporcionen alimentos a quienes los necesitan.

I. ESTADO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA NUTRICIÓN

A. SITUACIÓN ACTUAL

8. La estimación más reciente de la FAO cifra el número de personas subnutridas en el mundo en 815 millones en el período 1997-99¹. Este total comprendía 777 millones de personas en los países en desarrollo, 27 millones en los países en transición y 11 millones en los países industrializados.

9. En lo que respecta a los países en desarrollo, las cifras más recientes representan un descenso de 39 millones de personas desde 1990-92 (período de referencia utilizado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación). Esto implica una reducción anual de 6 millones de personas como promedio. Pero, si se quiere conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir a la mitad el número de personas subnutridas en los países en desarrollo para el año 2015, es necesario un descenso anual de 22 millones de personas como promedio, cifra muy superior al nivel alcanzado en los años inmediatamente posteriores a la Cumbre.

10. Los progresos globales realizados en la disminución del número de personas subnutridas en el mundo en desarrollo entre 1990-92 y 1997-99 oculta además tendencias muy diferentes en los distintos países. Algunos países han hecho progresos notables, mientras que otros han avanzado más lentamente o permanecen en la misma situación. Sin embargo, hay otros más que han sufrido retrocesos, en la mayoría de los casos moderados, pero en ocasiones graves. En total, sólo 32 de los 99 países en desarrollo comprendidos en esta evaluación² registraron un descenso del número de personas subnutridas entre 1990-92 y 1997-99. La reducción total lograda por este grupo ascendió a 116 millones de personas, frente al incremento total de 77 millones de personas registrado en los países en los que el número de personas subnutridas aumentó de hecho. Teniendo en cuenta que el primer grupo comprende a varios grandes países, como China, Indonesia y Tailandia en Asia y Nigeria en África, la reducción total conseguida es superior al aumento total observado en el segundo grupo de países, numéricamente mayor. Esto explica la reducción neta de 39 millones de personas.

11. Si se considera el número de personas subnutridas como proporción de la población total de un país, y no en cifras absolutas, la situación es algo diferente. La proporción disminuyó de hecho en la mayoría (58) de los países en desarrollo. Sin embargo, no hay que interpretar este resultado de manera excesivamente optimista, ya que en 18 de esos países la reducción coincidió con un aumento en cifras absolutas. El descenso de la proporción de personas subnutridas en esos países no ha sido suficiente para compensar los efectos del crecimiento demográfico. El aumento rápido y continuo del número de personas que han de ser alimentadas dificulta aún más la consecución del objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

12. Siempre que las demás condiciones no cambien, las variaciones en el número de personas subnutridas en un país serán proporcionales al tamaño de su población: cuanto mayor sea la población, mayor será el aumento o el descenso que pueda esperarse. Pero la población constituye también un factor de confusión en las estadísticas sobre la subnutrición. Mientras que un aumento de la proporción de personas subnutridas implica un aumento en cifras absolutas, una disminución de la proporción no implica necesariamente un descenso en cifras absolutas. Por ejemplo, una alta tasa de crecimiento demográfico puede dar lugar a un aumento en cifras absolutas. Por consiguiente, las variaciones en la proporción de personas subnutridas constituyen un indicador de los resultados que es independiente de la influencia del crecimiento demográfico.

13. A nivel regional, el Cuadro 1 muestra que el África subsahariana, que cuenta con el porcentaje más alto de personas subnutridas, realizó pocos progresos en la redución de la prevalencia de la subnutrición entre1990-92 y 1997-99. En ese mismo período, la prevalencia de la subnutrición en la región del Cercano Oriente y el norte de África aumentó de hecho en un uno por ciento. Por el contrario, la región del Asia oriental y sudoriental realizó progresos notables, reduciendo casi a la mitad la prevalencia del hambre en menos de un decenio, mientras que el Asia meridional redujo esta prevalencia en un dos por ciento. La situación en América Latina y el Caribe ha sido bastante constante en los siete últimos años. Sin embargo, hay que señalar que las condiciones en esta región son considerablemente mejores que en otras.

14. Por lo que respecta a la variación interanual, podemos observar que el Asia meridional registró una inversión en la tendencia descendente de la prevalencia de personas subnutridas de un uno por ciento, mientras que en el África subsahariana y en América Latina y el Caribe no hubo variaciones entre los períodos de 1996-98 y 1997-1999. En el Asia oriental y sudoriental la prevalencia se redujo en forma significativa, pasando de un 13 a un 10 por ciento, mientras que en el Cercano Oriente y el norte de África se registró también una reducción positiva de un uno por ciento. Por lo que respecta al conjunto de los países en desarrollo, se observó una reducción de un uno por ciento en la prevalencia de la la subnutrición, que pasó del 18 por ciento en 1996-98 al 17 por ciento en 1997-99.

Cuadro 1: Porcentaje de la población subnutrida en las regiones en desarrollo

Fuente: SOFI, 2001

15. En el Cuadro 1 del Anexo se ofrece la información más reciente sobre cinco indicadores básicos seleccionados por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial para vigilar los resultados de la alimentación y la nutrición relacionados con los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (porcentaje de la población subnutrida, suministro de energía alimentaria (SEA) medio per cápita, esperanza de vida al nacer, mortalidad entre niños menores de cinco años y proporción de niños menores de cinco años con insuficiencia ponderal) para cada país en desarrollo o en transición. Con la excepción del SEA, estos indicadores figuran también entre los seleccionados para vigilar los progresos en la consecución de los objetivos de desarrollo del milenio con respecto a la reducción de la extrema pobreza y el hambre. Sin embargo, para informar sobre el estado de la nutrición, este documento utiliza otro indicador de la malnutrición infantil, a saber el de la prevalencia del retraso del crecimiento entre niños menores de cinco años, sobre la cual se dispone de datos mejores

16. Aunque existen muchas encuestas sobre la malnutrición infantil, la falta de comparabilidad entre ellas ha dificultado el seguimiento de las tendencias a nivel regional y mundial. Para remediar esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha analizado recientemente 241 encuestas nacionales representativas, ha obtenido resultados comparables con respecto a la baja estatura para la edad (retraso del crecimiento) y ha estimado las tendencias regionales y mundiales de 1980 a 2005³.

17. Los resultados (véase el Cuadro 2) indican que la prevalencia del retraso del crecimiento ha disminuido progresivamente en los países en desarrollo, pasando del 47 por ciento en 1980 al 33 por ciento en 2000. Esto equivale a un descenso total de más de 40 millones de personas, hasta un total estimado en 180 millones en el año 2000, a pesar del aumento de la población durante ese mismo período. Los datos indican que el 70 por ciento de los niños con retraso del crecimiento viven en Asia, el 26 por ciento en África y el 4 por ciento aproximadamente en América Latina y el Caribe.

Cuadro 2. Prevalencia del retraso del crecimiento en niños en edad preescolar, por regiones, y número total de niños con retraso del crecimiento en los países en desarrollo y desarrollados durante el período 1980-2005 (%)

Fuente: Bulletin of the World Health Organization, 2000, 78(10).

*: (incluye a Irán, además de Bangladesh, Bhután, la India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka).

18. Los progresos han sido desiguales. El África oriental es la única subregión en la que se observa un incremento en la prevalencia media del retraso del crecimiento (0,08 por ciento al año). Todas las demás subregiones registraron descensos comprendidos entre el 0,06 y el 0,98 por ciento al año. El Asia sudoriental, el Asia centromeridional y América del Sur obtuvieron resultados especialmente satisfactorios. Por el contrario, el norte de África y el Caribe realizaron progresos modestos, mientras que en América occidental y central se observaron muy pocas mejoras.

B. SITUACIONES CRÍTICAS DE HAMBRE

19. Aunque las perspectivas generales del suministro de alimentos en 2002 son más favorables que en los dos últimos años, millones de personas siguen necesitando asistencia alimentaria de urgencia en los países en desarrollo, debido a catástrofes naturales y de origen humano. En el África oriental, la situación general del suministro de alimentos ha mejorado considerablemente en comparación con el año anterior. Sin embargo, cerca de 11 millones de personas afectadas por la sequía y/o conflictos en la subregión dependen todavía de la asistencia alimentaria. En el África austral, las perspectivas de las cosechas de cereales de 2002 son inciertas, a causa de los episodios de sequía que se registran en algunos lugares. Han surgido situaciones graves de escasez de alimentos en Malawi, Zambia y Zimbabwe, donde se necesita con urgencia asistencia alimentaria. En el África occidental, las perspectivas alimentarias son en general satisfactorias, con la excepción de Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde las personas desplazadas dentro de sus países y los refugiados continúan necesitando asistencia alimentaria.

20. En Asia, la República Popular Democrática de Corea seguirá necesitando asistencia alimentaria en 2002 para cubrir las necesidades mínimas de alimentos del país, a pesar de una notable recuperación de la producción de cereales en 2001. En Mongolia, el rigor del actual invierno plantea una grave amenaza para la situación alimentaria ya delicada de miles de familias de pastores, que habían perdido animales en los dos inviernos anteriores. La situación alimentaria en Afganistán sigue siendo grave, a pesar de la calma relativa y de la mejora en la entrega de la asistencia alimentaria. La asistencia del PMA llega en la actualidad a 6,6 millones de personas. La grave situación alimentaria en la Ribera Occidental y la Faja de Gaza es también motivo de especial preocupación.

21. En América central, a pesar de las buenas cosechas de la segunda campaña, la situación del suministro de alimentos sigue siendo difícil en El Salvador y en partes de Guatemala. La sequía afectó gravemente a la subregión en 2001, dañando las cosechas de la primera campaña. La comunidad internacional continúa proporcionando asistencia alimentaria. En América del Sur, las lluvias excesivas e inundaciones en Argentina, las peores que se recuerdan, causaron graves daños a las cosechas de trigo y maíz.

22. Los primeros datos sobre los cereales de invierono de 2002 en la CE indican una importante recuperación de la superficie sembrada de trigo, después de la reducción registrada el último año. En los países de Europa central y oriental, las condiciones meteorológicas del invierno han sido en general satisfactorias. En la Federación de Rusia, la producción total de cereales aumentó en 20 millones de toneladas en 2001 en comparación con el año anterior. Sin embargo, los disturbios civiles y las operaciones militares en Chechenia siguen alterando las actividades agrícolas. La comunidad internacional continúa proporcionando asistencia alimentaria a personas desplazadas en el interior de sus países y a otros grupos vulnerables de la población.

23. En las islas Cook, la tormenta tropical "Trina" afectó negativamente a la situación del suministro de alimentos. Algunas de las islas están amenazadas por una infestación de la dañina mosca de las frutas . La isla de Tonga fue azotada por la tormenta tropical "Waka", que causó cuantiosos daños en viviendas, infraestructuras y cosechas. El Gobierno ha solicitado asistencia de la comunidad internacional.

Cuadro 3: Países que se enfrentaban con emergencias alimentarias al comienzo del período 2001/2002 y razones principales

Fuente: FAO/SMIA - Perspectivas alimentarias Nº 1 - febrero de 2002 p. 3

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1 FAO (2001), El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, Roma.

² Este análisis excluye a Etiopía y Eritrea, que a comienzo del decenio de 1990 no eran países independientes. También excluye a nueve países en desarrollo en los que menos del 2,5 por ciento de la población estaba subnutrida en 1990-92.

3 M. de Onis, C. Monteiro, J. Akré y G. Clugston (1993) The worldwide magnitude of protein-energy malnutrition: an overview from the WHO Global Database on Child Growth, Ginebra. Se analizaron de manera uniforme datos intersectoriales de 241 encuestas nacionales representativas para obtener resultados comparables con respecto a la baja estatura para la edad (retraso del crecimiento). Se aplicó un modelo a varios niveles para estimar las tendencias regionales y mundiales de 1980 a 2005. Los datos disponibles sobre esas prevalencias se basan en encuestas que abarcan el 94 por ciento de la población total de niños menores de cinco años en América Latina, el 90 por ciento en Asia, el 77 por ciento en África y el 66 por ciento en Oceanía.