COAG/2003/9


COMITÉ DE AGRICULTURA

17º período de sesiones

Roma, 31 de marzo – 4 de abril de 2003

La Biosecurity1 en la alimentación y la agricultura

Tema 9 del programa provisional

Índice



I. ANTECEDENTES

1. El gran incremento del volumen de productos alimenticios y agrícolas con que se comercia a nivel internacional, el incremento de la variedad de productos importados y el creciente número de países de los que proceden dichas importaciones están planteando desafíos a los sistemas de certificación de las exportaciones y de regulación nacional. Asimismo, el aumento de los desplazamientos está propiciando la propagación de plagas, enfermedades y otros peligros a una mayor velocidad y en el pasado. Los órganos nacionales encargados de velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias, fitosanitarias y zoosanitarias están intentando mejorar su coordinación para proteger mejor la vida y salud humana, animal y vegetal sin crear barreras técnicas innecesarias al comercio.

2. La FAO utiliza el término Biosecurity1 en relación con las medidas sanitarias, fitosanitarias y zoosanitarias aplicadas a los sistemas de regulación de la alimentación y la agricultura. La FAO utiliza el término como sinónimo de “Biosecurity en la alimentación y la agricultura”. La Biosecurity es un concepto relativamente nuevo y se trata de un término que está evolucionando dado que su utilización varía según los países y los distintos grupos de especialistas lo usan de distintas formas. Para la FAO, la Biosecurity representa en términos generales el proceso y objetivo de gestión de los riesgos biológicos vinculados a la alimentación y la agricultura de forma global2.

3. Es necesario medir la Biosecurity en la agricultura:

      1. Para proteger los sistemas de producción agrícola y quienes dependen de los mismos: los productores y otras personas que dependen de la agricultura pueden ver sus medios de vida destruidos por plagas y enfermedades de los animales y plantas o por daños causados al medio ambiente, v.g.r. por especies invasivas exóticas.
      2. Para proteger la salud humana y la confianza del consumidor en los productos agrícolas: la medida de la Biosecurity es esencial para proteger a los consumidores –en particular, los grupos vulnerables– que pueden verse expuestos a graves riesgos para la salud, que la Biosecurity pretende prevenir.
      3. Para proteger el medio ambiente y promover la producción sostenible: la sensibilización del público en materia ambiental y la dependencia del hombre respecto a la diversidad biológica han conducido a numerosos compromisos para lograr un desarrollo sostenible, cuyo cumplimiento requerirá un planteamiento eficaz de la Biosecurity.

4. La Biosecurity constituye un enfoque estratégico e integrado que engloba los marcos reguladores y normativos (incluyendo instrumentos y actividades) que analizan y gestionan los riesgos en los sectores de la inocuidad de los alimentos, la vida y la sanidad animal y vegetal, incluidos los riesgos ambientales conexos. La Biosecurity abarca la introducción de plagas de las plantas, plagas y enfermedades de los animales, zoonosis, la introducción y liberación de organismos modificados genéticamente (OMG) y sus productos, y la introducción y gestión de especies y genotipos exóticos invasivos. La Biosecurity es un concepto global que tiene una importancia directa para la sostenibilidad de la agricultura, la inocuidad de los alimentos, así como la protección del medio ambiente, incluida la diversidad biológica.

5. Las cuestiones que abarca la Biosecurity se han tratado tradicionalmente desde una perspectiva sectorial mediante leyes sobre inocuidad de los alimentos y reglamentos relativos a los plaguicidas y la cuarentena de animales y plantas. Tradicionalmente, la aplicación de dichas leyes y reglamentos también ha sido sectorial. Las cuestiones emergentes en materia de bioinocuidad3 y el control de la introducción y gestión de especies exóticas invasivas en el medio ambiente implica la necesidad de abordar un número creciente de cuestiones, lo que se traduce en sistemas reguladores costosos que requieren grandes inversiones y gastos ordinarios (infraestructura y recursos humanos).

6. En los últimos años, se ha venido reconociendo de forma creciente la importancia de la Biosecurity en relación con la protección del medio ambiente. En algunos países, se está ampliando el ámbito de los programas en materia de Biosecurity a los ecosistemas naturales, incluidos los ecosistemas forestales y marinos. El papel de las instituciones tradicionales relacionadas con la Biosecurity se está ampliando, más allá de la producción agrícola, la salud pública y el medio ambiente. Aunque algunas de estas cuestiones puedan situarse al margen de las competencias básicas de la FAO, deben abordarse cuando se establecen sistemas sostenibles de Biosecurity nacional. Un factor importante, perteneciente al ámbito de competencias de la FAO, que debe tenerse en cuenta es la mayor atención prestada al impacto medioambiental de las prácticas agrícolas, incluido un mayor examen de los métodos de control de las enfermedades y plagas de animales y plantas.

7. Los países con economías pequeñas y capacidad limitada no pueden aplicar enfoques sectoriales tradicionales pues éstos suelen estar mal adaptados a sus medios y circunstancias. Cada vez se reconoce más que un enfoque más integrado será beneficioso para la Biosecurity. En particular, los países en desarrollo y los países con economía en transición se beneficiarán de una cooperación más estrecha entre las instituciones encargadas de hacer efectiva la Biosecurity y racionalizar las infraestructuras, en caso oportuno. En distintos países, se han elaborado modelos de racionalización de las funciones reguladoras entre los sectores con vistas a mejorar la efectividad y la eficacia. Por ejemplo, Nueva Zelanda dispone de una Ley de Biosecurity desde 1993 y de un Ministro y un Consejo de Biosecurity desde 1999. En Belice, la inocuidad de los alimentos, la cuarentena de animales y plantas y las cuestiones ambientales competen a una autoridad única, la Autoridad de Sanidad Agropecuaria de Belice.

8. El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) de la Organización Mundial del Comercio contempla medidas sanitarias y fitosanitarias en relación con el comercio internacional. La Comisión del Codex Alimentarius (Codex), la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) dictan normas internacionales sobre inocuidad de los alimentos, sanidad vegetal y sanidad animal, respectivamente.

9. Otro instrumento importante (que aún no ha entrado en vigor) es el Protocolo de Cartagena, que se aplica al movimiento transfronterizo, el tránsito, la manipulación y la utilización de los organismos vivos modificados genéticamente (OMG). Se han elaborado directrices sobre la gestión de especies exóticas invasivas en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

10. Este conjunto de acuerdos, organizaciones y programas internacionales forman parte de un marco internacional flexible para la Biosecurity y refleja el planteamiento sectorial tradicional de la regulación en este ámbito.

11. La FAO ha reconocido la creciente importancia de la Biosecurity, y la ha convertido por consiguiente en una de las 16 esferas prioritarias para la acción interdisciplinaria de la Organización (EPAI). La Biosecurity se ha incluido en el Plan a Plazo Medio en respuesta a la Estrategia B de la Organización, destinada a “promover, elaborar y reforzar marcos reglamentarios y de políticas para la alimentación, la agricultura, la pesca y la silvicultura”4.

12. El COAG examinó la Biosecurity en la alimentación y la agricultura en marzo de 2001, en el documento COAG/01/8. El Comité apreció el carácter proactivo del documento y acogió con satisfacción la recomendación de convocar una consulta para seguir examinando la cuestión de la Biosecurity. El Comité también apreció las posibilidades de coordinación interna mediante la EPAI relativa a la Biosecurity, en particular para determinar las posibilidades de armonizar, cuando proceda, los métodos de análisis de riesgos, coordinar la creación de capacidad y establecer un sistema de intercambio de información oficial sobre Biosecurity. Mediante asistencia externa5, la FAO, en el marco de la EPAI relativa a la Biosecurity, examinó y fomentó la Biosecurity en la alimentación y la agricultura para buscar posibles sinergias en el establecimiento de normas, el intercambio de información y la creación de capacidad.

13. En septiembre de 2002, en una reunión interinstitucional sobre la Biosecurity en la alimentación y la agricultura6 se examinaron el concepto y los posibles mecanismos de cooperación entre las organizaciones internacionales interesadas. Tras la reunión interinstitucional se celebró una Consulta de Expertos7, en la que participaron 19 expertos y especialistas internacionales procedentes de 12 países, para examinar la importancia de la Biosecurity en la alimentación y la agricultura y asesorar a la FAO sobre sus modalidades de aplicación, en particular en los países en desarrollo.

14. Para lograr una mayor sensibilización respecto de la Biosecurity y un debate más amplio acerca de su importancia y viabilidad, en particular en relación con las necesidades de los países en desarrollo y los países con economía en transición, la FAO convocó una Consulta Técnica Internacional8 en Bangkok del 13 al 17 de enero de 2003, en la que participaron 38 países y ocho organizaciones internacionales, incluidos el Codex Alimentarius, la CIPF, la OIE y el CDB.

15. Dado que el intercambio de información constituye un componente fundamental común a todos los sectores de la Biosecurity, la FAO ha iniciado un proyecto para crear un Portal Internacional en apoyo de la inocuidad de los alimentos y la sanidad animal y vegetal con vistas al intercambio de información oficial relativa a la Biosecurity. Se trata de un proyecto ejecutado en comparación con otras organizaciones interesadas que pretende lograr complementación y sinergias y evitar la duplicación de esfuerzos.

16. La mayor parte de las veces, la creación de capacidad en los países en desarrollo y los países con economías en transición se ha enfocado desde una perspectiva sectorial. En los últimos años las peticiones de dicha asistencia han aumentado sustancialmente. Paralelamente, se ha iniciado una labor de sensibilización multisectorial, mediante programas como el programa de formación de la FAO respecto de la Ronda Uruguay y varias iniciativas de las OMC y el Banco Mundial, a las que han contribuido las organizaciones que establecen normas. En la reunión ministerial de la OMC celebrada en Doha, los Jefes Ejecutivos de la FAO, la OIE, la OMS, el Banco Mundial y la OMC hicieron público un comunicado conjunto en el que dichas instituciones expresaban su compromiso de buscar nuevas formas de colaboración para mejorar la eficacia de sus programas de asistencia técnica sobre cuestiones relativas al Acuerdo MSF, y a mejorar el nivel y la calidad de la participación de dichos países en los órganos internacionales que establecen normas. Los cinco organismos, incluidos el Codex y la CIPF, han acordado la creación de un mecanismo para la elaboración de normas y el desarrollo del comercio (Standards and Trade Development Facility).

17. La colaboración para prestar asistencia a los países en desarrollo también podrá beneficiarse, en el futuro, de la participación de las instituciones internacionales que se ocupan de la bioinocuidad y la introducción y gestión de especies exóticas invasivas.

18. Asimismo, la FAO ha elaborado una propuesta de programa referente a la creación de capacidad en materia de biotecnología, inocuidad de los alimentos y vida y sanidad animal y vegetal.

II. RESULTADOS DEL PROCESO DE CONSULTA

19. El presente documento se basa en los resultados de un amplio proceso de consulta sobre la Biosecurity, que englobó la Reunión interinstitucional, la Consulta de Expertos, estudios especializados y una interacción bilateral con los órganos interesados. Dicho proceso culminó con la Consulta Técnica Intergubernamental, cuyas conclusiones y recomendaciones figuran en el siguiente epígrafe.

20. La Consulta reconoció las ventajas de un enfoque más coherente y global de la Biosecurity que tratara de obtener sinergias entre los distintos sectores en los niveles nacional e internacional, sin por ello crear necesariamente estructuras nuevas o unificadas. Reconoció también que la integración de los distintos aspectos de la Biosecurity y las instituciones competentes ya se estaba produciendo en varios países. La atención que tradicionalmente se centraba en la regulación de los diversos sistemas de producción se estaba desplazando hacia el objetivo de asegurar la confianza en el marco reglamentario general. Destacó que muchos países, incluidos países en desarrollo y países con economías en transición, estaban revisando sus disposiciones sobre Biosecurity con objeto de tener en cuenta el Acuerdo MSF, procurando al mismo tiempo lograr una mayor eficiencia. La Consulta reconoció el valioso aporte de la elaboración de normas internacionales9, que proporcionaban a los países, y en especial a los países pequeños, un medio para lograr los objetivos de la Biosecurity, reduciendo al mismo tiempo la carga de tener que aplicar procedimientos nacionales de gestión y evaluación de riesgos en cada caso particular. Sin embargo, muchos países consideraban vital que los países en desarrollo y los países con economías en transición obtuvieran ayuda externa a fin de fortalecer su capacidad para estar en condiciones de introducir tales mejoras, incluyéndose en esto la facilitación del establecimiento de asociaciones comerciales. La Consulta hizo hincapié en la necesidad de incorporar más cabalmente la perspectiva de los países en desarrollo en la elaboración de normas internacionales, con modalidades que tuvieran en cuenta las condiciones locales y facilitaran su desarrollo económico, incluidas las economías que se caracterizaban por la existencia de amplias comunidades de pequeños agricultores.

21. La Consulta reconoció la importante función que desempeñaba el análisis de riesgos al ofrecer un marco para la Biosecurity, incluidos los distintos sectores. Por consiguiente, existía una oportunidad de armonizar la terminología y metodología, si bien debía respetarse la necesidad de que cada sector adaptase los procedimientos de análisis de riesgos a las características de los riesgos incurridos. Asimismo, la Consulta reconoció que los procedimientos de análisis de riesgos deberían constituir una base adecuada para la Biosecurity sin crear obstáculos comerciales innecesarios. La intensificación del comercio aumentaba la necesidad de disponer de capacidad para un análisis de riesgos eficaz, incluyendo en los países en desarrollo y los países con economías en transición, y de normas acordadas multilateralmente y bilateralmente. En este contexto, la capacidad de análisis de riesgos de numerosos países en desarrollo y países con economías en transición es insuficiente para apoyar los marcos de la Biosecurity por lo que respecta tanto a las importaciones como las exportaciones. La Consulta reconoció que el análisis intersectorial de riesgos biológicos requiere necesariamente que se tomen en consideración los riesgos complejos, y las incertidumbres que llevan aparejados.

22. La Consulta estuvo de acuerdo con la necesidad de diversos análisis económicos en relación con la Biosecurity. Se propuso que se compilaran y analizaran ejemplos en los que las campañas de erradicación de plagas, o la aplicación de mejores normas alimentarias, habían tenido como resultado un aumento cuantificable de las exportaciones. Se podría elaborar una metodología centrada en el análisis de las ventajas de que las mercancías transitaran por sistemas de control e inspección, en relación con los costos de dichos sistemas. Se necesitaban ejemplos de normas y procedimientos eficaces en materia de Biosecurity compartidos a nivel regional. Asimismo, se precisaban métodos para documentar las ventajas económicas que se derivaban de la cooperación intersectorial y para la documentación y análisis de los costos y beneficios de la cooperación entre el sector público y privado, así como para determinar en qué casos las inversiones en medidas de Biosecurity habían dado los mejores resultados. Mediante otra metodología se podrían examinar las oportunidades de mercado en relación con las inversiones en Biosecurity que serían necesarias para llevarlas a cabo.

23. La Consulta Técnica reconoció la importancia fundamental de la creación de capacidad, en especial para ayudar a los países en desarrollo y los países con economías en transición a establecer y mantener sus sistemas de Biosecurity, cumplir las normas internacionales en materia de Biosecurity en la alimentación y la agricultura y aprovechar las oportunidades comerciales. Acogió con satisfacción las diversas iniciativas que se habían emprendido. La Consulta insistió en que la sostenibilidad institucional debía ser una prioridad rectora en la creación de capacidad. Se acordó que el modelo de la CIPF de evaluación de la capacidad fitosanitaria y otros instrumentos similares podían ser útiles para elaborar instrumentos de creación de capacidad en todas las esferas de la Biosecurity y que las organizaciones internacionales competentes debían participar en dicha iniciativa. La Consulta observó que los estudios monográficos sobre el desarrollo institucional en lo tocante a la Biosecurity serían de gran utilidad y que los gobiernos debían adoptar medidas para garantizar un apoyo duradero a sus organizaciones encargadas de la Biosecurity.

24. La Consulta apoyó la creación del Portal Internacional en apoyo de la Inocuidad de los Alimentos y la Sanidad Animal y Vegetal como útil base de datos e instrumento de información en relación con la Biosecurity que podría ayudar a reunir a los diversos sectores interesados en el ámbito nacional e internacional. Señaló que se debería coordinar con otras organizaciones interesadas a efectos de aumentar su utilidad, evitar duplicaciones y lograr la interoperabilidad. La Consulta observó que los países debían mejorar su sistema interno de comunicación y de intercambio de información.

A. RECOMENDACIONES GENERALES

25. La Consulta examinó el uso del término inglés Biosecurity, teniendo presente la necesidad de traducirlo y armonizar la terminología. Los delegados observaron que el término Biosecurity estaba muy difundido, y que su uso variaba mucho según los países. También indicaron que el término planteaba problemas de traducción, especialmente en el caso de la traducción al español y al francés10. Tras un considerable debate sobre la terminología, los delegados acordaron que el término Biosecurity en la alimentación y la agricultura era el que mejor describía el concepto en el sentido en que lo utilizaba la FAO y recomendaron que, a los efectos de la Consulta y del presente informe, se utilizara el término inglés “Biosecurity” en todos los idiomas, y que figurara en cursiva y con mayúscula inicial, sin traducirlo.

26. La Consulta consideró que la Biosecurity comprendía la gestión de riesgos biológicos en sentido amplio para lograr la inocuidad de los alimentos, proteger la vida y sanidad animal y vegetal, proteger el medio ambiente y contribuir a su utilización sostenible. Para lograr la Biosecurity era necesario comprender riesgos diversos y complejos, así como tener la capacidad de analizarlos, y determinar y aplicar medidas de manera coherente, respetando al mismo tiempo las diferencias entre los sectores y organizaciones. El análisis de riesgos11 era el concepto unificador más importante entre los diferentes sectores de la Biosecurity12. Los marcos de Biosecurity no deberían crear obstáculos injustificados al comercio internacional.

27. La Consulta recomendó lo siguiente:

      1. Los países deberían determinar la capacidad potencial de lograr sinergias y una armonización de sus marcos normativos nacionales y subnacionales que resultaría de un enfoque integrado y coordinado de la Biosecurity. Los encargados de formular las políticas deberían reconocer la importancia de la Biosecurity como elemento fundamental del desarrollo sostenible, y los beneficios, incluidos los comerciales, que podrían obtenerse de enfoques amplios sobre la Biosecurity.
      2. Reconociendo la eficiencia que podría derivarse de enfoques regionales y subregionales del análisis de riesgos, en especial en relación con la vida y sanidad animal y vegetal y con los organismos vivos modificados, los países deberían cooperar también para abordar cuestiones de Biosecurity a nivel regional y subregional.
      3. Los marcos relativos al análisis y gestión de riesgos son fundamentales para lograr la Biosecurity. En el pasado, estos marcos eran, en su mayor parte, sectoriales o se utilizaban para abordar cuestiones técnicas específicas. En el futuro, esos marcos deberían procurar mejorar la colaboración entre los diversos intereses e instituciones (en especial la agricultura, la salud pública, el medio ambiente, el comercio y los interesados en estas esferas) a fin de lograr la Biosecurity mediante un apoyo mutuo, evitando así toda duplicación y posibles incoherencias.
      4. Los principios generales para el análisis de riesgos en relación con el análisis de riesgos biológicos en la alimentación y la agricultura son los mismos, aunque los procedimientos pueden diferir en función de los peligros que se aborden. La Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), el Codex Alimentarius, la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y su Protocolo de Cartagena (obsérvese que el Protocolo todavía no ha entrado en vigor), según proceda, deberían aplicar metodologías coherentes de análisis de riesgos en diferentes sectores analizando conjuntamente las diferencias y similitudes en los enfoques así como en el uso de la terminología en el análisis de riesgos.
      5. Numerosos países en desarrollo y países con economías en transición, disponen de una infraestructura y capacidad limitadas para emprender análisis de riesgos y aplicar decisiones relativas a la gestión de riesgos. En consecuencia, las normas internacionales deberían elaborarse prestando la debida atención a sus consecuencias y repercusiones en los países en desarrollo y los países con economías en transición, incluidos los efectos sobre su capacidad para participar en el comercio internacional. Debería apoyarse a esos países en la elaboración de tales normas.
      6. Los países deberían aplicar un enfoque más coherente e integrado de la gestión de riesgos biológicos en la alimentación y la agricultura por medio de sus respectivas autoridades gubernamentales, con objeto de reforzar la consecución de los objetivos comunes de Biosecurity.
      7. La FAO, en colaboración con otras organizaciones internacionales y regionales competentes, debería proporcionar orientaciones y elaborar directrices con objeto de ayudar a los países a formular y aplicar marcos nacionales relativos a la Biosecurity que estén en armonía con sus obligaciones internacionales.
      8. La FAO, en colaboración con otras organizaciones internacionales y regionales competentes, debería examinar la posibilidad de emprender nuevos análisis para una mayor comprensión y fomento de la Biosecurity, en particular:

● el análisis de las diferencias, similitudes, duplicaciones y lagunas en todos los diferentes sectores de la Biosecurity;

● las repercusiones de las normas, los procedimientos y los reglamentos técnicos relativos a la Biosecurity para los países en desarrollo y los países con economías en transición; y

● las medidas necesarias para establecer enfoques de Biosecurity coherentes que se apoyen mutuamente en relación con la inocuidad de los alimentos, la vida y sanidad animal, la vida y sanidad vegetal, y el medio ambiente.

B. RECOMENDACIONES RELATIVAS A LA CREACIÓN DE CAPACIDAD

28. La Consulta subrayó la importancia de la creación de capacidad ya que los retos relacionados con la Biosecurity planteaban cada vez más exigencias a los países, con necesidades urgentes en determinados ámbitos. Asimismo, determinó la necesidad apremiante de creación de capacidad para los países en desarrollo y los países con economías en transición, teniendo presente tanto al sector público como al privado.

29. La Consulta recomendó lo siguiente:

  1. La FAO debería trabajar con el Codex, la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, la Oficina Internacional de Epizootias, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y otras organizaciones internacionales pertinentes a fin de seguir elaborando instrumentos, incluidos los necesarios para ampliar la evaluación de la capacidad fitosanitaria a otros sectores, con objeto de ayudar a los países a analizar sus necesidades de creación de capacidad teniendo en cuenta todo el alcance de la Biosecurity, incluyendo los aspectos de comunicación así como los jurídicos, institucionales, científicos y técnicos.
  2. Los países deberían utilizar los instrumentos elaborados con arreglo a las anteriores recomendaciones u otras metodologías adecuadas para determinar, analizar e integrar sus necesidades de creación de capacidad en materia de Biosecurity y establecer prioridades al respecto.
  3. Los donantes deberían tomar como base la presente evaluación para apoyar actividades de creación de capacidad.
  4. Al llevar a cabo actividades encaminadas a la creación de capacidad, los donantes y los países beneficiarios deberían tener por objetivo lograr mejoras sostenibles de los sistemas de Biosecurity.
  5. En la planificación de las iniciativas de creación de capacidad en materia de Biosecurity deberían tenerse en cuenta las funciones y responsabilidades de los sectores público y privado.
  6. Deberían crearse vínculos y mecanismos de coordinación adecuados entre las iniciativas existentes y previstas de creación de capacidad en materia de Biosecurity, a fin de potenciar la complementación y evitar la duplicación de esfuerzos, y para asegurar que la creación de capacidad se dirija a las prioridades nacionales y regionales en materia de Biosecurity.
  7. La FAO, en colaboración con otras organizaciones internacionales pertinentes, debería compilar, analizar y resumir ejemplos o estudios monográficos sobre temas como análisis económicos de la Biosecurity, el establecimiento de enfoques regionales en materia de Biosecurity y la aplicación de medidas de Biosecurity, incluidas las de comunicación de riesgos, y dar amplia difusión a estos ejemplos entre los Estados Miembros y los organismos pertinentes.

C. RECOMENDACIONES RELATIVAS AL INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN

30. La Consulta recalcó la necesidad de intercambiar información y asegurar una mejor comprensión de los requisitos necesarios para lograr la Biosecurity. Confirmó la necesidad de un Portal en Internet que facilitara el intercambio de información sobre la Biosecurity. Reconoció además, la importancia del acceso a la información y el intercambio de la misma en la creación de capacidad en materia de Biosecurity.

31. La Consulta recomendó lo siguiente:

  1. La FAO, en colaboración con organismos pertinentes, debería dar más apoyo al desarrollo en Internet de un Portal de acceso público, como mecanismo para el intercambio de información oficial sobre la inocuidad de los alimentos, la sanidad animal y vegetal y el medio ambiente (Portal Internacional en apoyo de la inocuidad de los alimentos y la sanidad animal y vegetal), que facilite una mejor comunicación entre los países en estos sectores, señalando la necesidad de que este mecanismo complemente, sin duplicarlos, otros mecanismos de intercambio de información conexos. El Portal debería ser de uso sencillo, basarse en la demanda de los usuarios y tener conexiones con otros portales de interés existentes.
  2. Se debería alertar a los países a elaborar mecanismos adecuados para el intercambio de información en materia de Biosecurity, y a participar en el desarrollo del Portal.

D. RECOMENDACIÓN RELATIVA A LA COMUNICACIÓN

32. La Consulta recomendó lo siguiente:

  1. Los países deberían garantizar suficientes oportunidades para que todos los grupos interesados, incluidos miembros del público, participen debidamente al tratarse la cuestión de la Biosecurity, y para permitirles contribuir de manera positiva a la formulación y aplicación de marcos de gestión de riesgos en materia de Biosecurity.

III. CUESTIONES QUE EL COMITÉ TAL VEZ DESEE EXAMINAR

33. El Comité tal vez desee examinar las recomendaciones de la Consulta Técnica indicadas, para su posible refrendo, y proporcionar orientación a la Secretaría, en el ámbito de la Biosecurity en caso oportuno.

___________________________

1 La Organización lamenta tener que señalar que no se ha identificado un término o expresión idónea para el término “Biosecurity” en los idiomas chino, español y francés. Por consiguiente, para evitar toda ambigüedad, en las versiones china, española, inglesa y francesa de este documento se ha utilizado el término “Biosecurity” (con la primera letra mayúscula y sin traducir), de conformidad con las deliberaciones de la Consulta Técnica que se reunió en Bangkok del 13 al 17 de enero de 2003 (véase párr. 25 del presente documento). Esta decisión no impide cualquier posible decisión futura respecto de su uso definitivo.

2 Entendiéndose “agricultura” en su sentido más amplio, que incluye la agronomía, la ganadería, la silvicultura, la pesca y los aspectos ambientales conexos.

3 El término “bioinocuidad” hace referencia a la introducción, liberación y utilización de organismos modificados genéticamente. El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica se aplica "al movimiento transfronterizo, el tránsito, la manipulación y la utilización de todos los organismos vivos modificados que puedan tener efectos adversos para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, teniendo también en cuenta los riesgos para la salud humana”.

4 Marco Estratégico para la FAO 2000-2015, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma, 1999.

5 Apoyo financiero del programa de asociación Gobierno de los Países Bajos/FAO para consulta internacional, y asistencia financiera y en especie del Gobierno de Estados Unidos para el sistema de intercambio de información.

6 En la reunión participaron delegados de 11 organizaciones: el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), el Codex Alimentarius, la FAO, el Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos (IPGRI) y el Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIIGB).

7 Informe de la Consulta de Expertos sobre Biosecurity en la Alimentación y la Agricultura, 10-13 de septiembre de 2002, FAO, Roma, Italia.

8 Informe de la Consulta Técnica sobre Gestión de Riesgos Biológicos en la Alimentación y la Agricultura, 13-17 de enero de 2003, Bangkok, Tailandia.

9 El término “normas” utilizado en el presente documento incluye directrices, recomendaciones y procedimientos acordados.

10 Los términos “Biosecurity” y “Biosécurité” se han utilizado en el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología para traducir el término “Biosafety” (véase la nota a pie de página nº 2).

11 El término “análisis de riesgos”, tal como se emplea en el presente documento, incluye la evaluación de riesgos, la gestión de riesgos y la comunicación de riesgos, a no ser que se indique otra cosa.

12 Incluyen, entre otras cosas, la inocuidad de los alimentos, la vida y sanidad animal y vegetal, las especies exóticas invasivas y la bioinocuidad.