CFS:2003/INF/8


COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

29º período de sesiones

Roma, 12-16 de mayo de 2003

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y VIH/SIDA: ACTUALIZACIÓN

Índice



I. INTRODUCCIÓN1

1. Esta actualización se ha preparado para dar respuesta a la petición dimanante del 28º período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de “informar anualmente al CSA de los efectos más recientes del VIH/SIDA sobre la seguridad alimentaria en los países gravemente afectados por esta enfermedad”. La actualización se basa en bibliografía reciente, así como en las siguientes recomendaciones a la FAO que el Comité formuló en su 27º período de sesiones:

2. En los dos últimos años ha aumentado considerablemente el compromiso político mundial de hacer frente a la pandemia de VIH. El período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el SIDA de 2001 y la creación de un Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo son dos indicadores de ese compromiso a nivel mundial. El VIH/SIDA se ha convertido también en un componente fundamental del programa general de las Naciones Unidas para el desarrollo. La contención de la propagación del VIH/SIDA se ha incluido entre los objetivos de desarrollo del Milenio. Los organismos con sede en Roma que se ocupan de la alimentación [(FAO, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Programa Mundial de Alimentos (PMA)] han elaborado, o están elaborando, estrategias para hacer frente a los efectos de la epidemia sobre la seguridad alimentaria que se presentarán a sus órganos rectores. El VIH/SIDA se ha incorporado también en los programas de los bancos de desarrollo y las organizaciones económicas regionales. A nivel nacional, los países con bajos y medianos ingresos han realizado algunos progresos en la planificación y la formulación de programas sobre el VIH/SIDA2.

3. En la presente actualización se resumen algunas tendencias epidemiológicas recientes, se examinan los efectos del SIDA sobre la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia, y se pone de relieve el papel de la mitigación de la pobreza y la mejora de la seguridad alimentaria en la contención de la propagación de la epidemia y la atenuación de sus efectos. Se presta especial atención a la situación actual en el África austral, donde una grave escasez de alimentos coincide con algunas de las epidemias de VIH más extendidas.

II. TENDENCIAS EPIDEMIOLÓGICAS

4. Los efectos del SIDA son lo suficientemente profundos para poner en peligro los fundamentos de la seguridad y la estabilidad de un número creciente de estados en todo el mundo. De hecho, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha definido el VIH/SIDA como una cuestión de seguridad humana3. Se estima que hoy en día unos 42 millones de personas padecen el VIH/SIDA, de los que 5 millones contrajeron el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sólo en 2002. En el mismo año, el SIDA se cobró la vida de más de 3 millones de personas, la mayoría adultos jóvenes que eran el sostén de sus familias4.

5. En torno al 70 por ciento de las personas infectadas por el VIH viven en África, donde actualmente el SIDA constituye la principal causa de mortalidad. Si bien los efectos de la epidemia en la seguridad alimentaria son probablemente más acusados en el África subsahariana, las tendencias registradas en otras partes del mundo son igualmente alarmantes. Cerca de un millón de personas en Asia y el Pacífico contrajeron el VIH en el último año, elevando a 7,2 millones el número de personas que actualmente viven con el virus en esa región, lo que representa un incremento del 10 por ciento respecto a 2001. En el Cuadro 1 se ofrece un panorama general de las tendencias regionales.

Cuadro 1: Estadísticas y características regionales del VIH/SIDA, finales de 2002

Región

Inicio de la epidemia

Adultos y niños que padecen el VIH/SIDA

Adultos y niños infectados recientemente por el VIH

Índice de prevalencia en adultos

Porcentaje de adultos VIH-positivos que son mujeres

África subsahariana

De finales del decenio de 1970 a inicios del de 1980

29, 4 millones

3,5 millones

8,8%

58%

África del norte y Oriente Medio

Finales del decenio de 1980

550 000

83 000

0,3%

55%

Asia meridional y sudoriental

Finales del decenio de 1980

6,0 millones

700 000

0,6%

36%

Asia oriental y el Pacífico

Finales del decenio de 1980

1,2 millones

270 000

0,1%

24%

América Latina

De finales del decenio de 1970 a inicios del de 1980

1,5 millones

150 000

0,6%

30%

Caribe

De finales del decenio de 1970 a inicios del de 1980

440 000

60 000

2,4%

50%

Europa oriental y Asia central

Inicios del decenio de 1990

1,2 millones

250 000

0,6%

27%

Fuente: Adaptado de ONUSIDA (2002): AIDS Epidemic Update, diciembre de 2002.
 

6. Las muertes y la miseria que el VIH/SIDA ha causado en los últimos veinte años son muy superiores a las de todas las catástrofes naturales juntas5. En comparación con conflictos violentos, se calcula que el número de personas muertas de SIDA es mayor que el de todos los soldados que murieron en las principales guerras del siglo XX6. Si bien esta comparación sólo pretende situar la importancia del VIH/SIDA en perspectiva con respecto a otras crisis y tensiones a que han estado sometidos los medios de subsistencia de la población, lo cierto es que a menudo las guerras y los conflictos armados crean y fomentan precisamente las violaciones de los derechos humanos y las condiciones que contribuyen a la expansión de la epidemia de VIH7.

III. RELACIÓN ENTRE EL VIH/SIDA Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

7. Entre el VIH/SIDA y la seguridad alimentaria hay una relación recíproca: el VIH/SIDA es a la vez un factor determinante de la inseguridad alimentaria y una consecuencia de la inseguridad alimentaria y nutricional. Esta relación se muestra en la Figura 1.

Fuente: Save the Children y Oxfam: HIV/AIDS and Food Security in Southern Africa, diciembre de 2002
 

8. La inseguridad alimentaria y la pobreza propician la epidemia de VIH, puesto que las personas se ven obligadas a adoptar estrategias arriesgadas para poder sobrevivir. El desmembramiento de los hogares debido a la migración de la mano de obra en épocas de inseguridad alimentaria, así como el intercambio de sexo por dinero o alimentos durante las crisis aumentan la vulnerabilidad, a la que quedan expuestos en particular las mujeres y los niños. Además, es probable que la malnutrición causada por la pobreza se traduzca en una aparición más temprana del SIDA, debido a la mayor susceptibilidad a las infecciones oportunistas. Por lo tanto, si las intervenciones en favor de la seguridad alimentaria se contemplan desde “la óptica del VIH/SIDA” y se complementan con iniciativas concretas relacionadas con el VIH, pueden contribuir a reducir las infecciones causadas por ese virus.

9. El VIH/SIDA tiene efectos a corto y largo plazo sobre la seguridad alimentaria. A corto y medio plazo, la epidemia empobrece a los hogares por las siguientes causas:

      1. pérdida de mano de obra en la agricultura y otras actividades de subsistencia;
      2. aumento del costo de la atención médica y los entierros;
      3. disminución de la capacidad para cuidar de los niños y otras personas vulnerables;
      4. reducción de la base de recursos.

10. El SIDA también incrementa la vulnerabilidad a más largo plazo debido a sus efectos generales en los sistemas e instituciones sociales y económicos de los países más afectados, puesto que induce a la adopción de estrategias de lucha irreversibles. El SIDA obliga a los niños, y especialmente a las niñas, a abandonar la escuela a fin de trabajar para sus padres enfermos o atenderlos. Reduce la transmisión entre generaciones de aptitudes y conocimientos relacionados con la agricultura y los medios de subsistencia, al tiempo que disminuye también la base de recursos humanos de las instituciones necesaria para hacer frente a los efectos sectoriales e intersectoriales de la epidemia. En otras palabras, el VIH/SIDA reduce la disponibilidad de mano de obra y conocimientos, lo que, a su vez, afecta al acceso de las familias a los alimentos8.

11. En conclusión, el VIH/SIDA está entrelazado con muchos otros factores determinantes de la seguridad alimentaria. Dada la relación recíproca entre el VIH/SIDA y la seguridad alimentaria antes mencionados, es imprescindible afrontar la epidemia combinando intervenciones a corto y largo plazo en favor de la seguridad alimentaria.

IV. PROBLEMAS PARA EVALUAR LOS EFECTOS DEL SIDA SOBRE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

12. Hasta la fecha, el indicador más ampliamente utilizado para describir la gravedad de la epidemia ha sido la prevalencia del VIH/SIDA. No obstante, si bien permiten estimar la “amenaza” para las sociedades, los índices de prevalencia del VIH por sí solos no constituyen una medida adecuada de los efectos. En especial, no distinguen entre las personas que han contraído el virus recientemente y las que se hallan en una fase avanzada de la enfermedad9. Además, la mayoría de los enfermos de SIDA del mundo en desarrollo ignoran su condición de seropositivos y, en consecuencia, no toman medidas a nivel individual o comunitario.

13. En los últimos tiempos, han aumentado las peticiones de integrar las preocupaciones relacionadas con el VIH/SIDA en las evaluaciones de la vulnerabilidad, los análisis de la seguridad alimentaria y los sistemas de alerta multisectoriales10. Esa integración ayudaría a determinar qué aspectos de los efectos del SIDA deben abordarse mediante políticas y programas de seguridad alimentaria y mitigación de la pobreza ampliados, con una base suficiente de recursos, a largo plazo y orientados al desarrollo, y qué aspectos requieren intervenciones humanitarias a corto plazo.

14. Para elaborar estrategias integradas de respuesta en las que se innove la manera de combinar intervenciones a largo y a corto plazo (llevadas a cabo paralelamente, y no en orden sucesivo), es necesario precisar el concepto de “efectos del SIDA” en lo relativo a la seguridad alimentaria y mejorar los marcos para la evaluación de los efectos actualmente existentes. Esta mejora aseguraría una respuesta a la epidemia que tuviera en cuenta sus efectos generales y acumulativos y que estuviera basada en la seguridad alimentaria.

15. Un marco amplio para la evaluación de los efectos incluiría diversos indicadores relacionados con el VIH/SIDA y la seguridad alimentaria, además de los índices de prevalencia. Algunos ejemplos son los siguientes:

      1. tasas de morbilidad y mortalidad en adultos;
      2. porcentaje de huérfanos de uno o ambos progenitores en la población;
      3. porcentaje de hogares con huérfanos;
      4. porcentaje de los ingresos de los hogares que se destina a asistencia médica11;
      5. relación de dependencia efectiva (ajustada para tener en cuenta la mala salud en adultos)12; y
      6. edad media del jefe del hogar.

16. Al perfeccionar esos indicadores para que sirvan de guía a las políticas y programas de seguridad alimentaria en las zonas afectadas por el SIDA, se deberán considerar los aspectos siguientes:

Figura 2: Matriz de los efectos del VIH/SIDA y de la respuesta a éste

 

Efectos del SIDA


Prevalencia del VIH

Escasos

Considerables

Escasa

1) Prevención

4) Rehabilitación

Considerable

2) Mitigación de los efectos

3) Atenuación de los efectos

Fuente: Adaptado del documento: Topouzis (2001), Strategy Paper on HIV/AIDS for East and Southern Africa, FIDA.
 

V. CRISIS ALIMENTARIA Y VIH/SIDA EN EL ÁFRICA AUSTRAL

17. En una evaluación de la crisis del África austral realizada en septiembre de 2002, el Enviado Especial de las Naciones Unidas para las necesidades humanitarias en el África austral resaltó que una de las causas fundamentales de la vulnerabilidad en la región era la pandemia de VIH/SIDA, que representaba la principal amenaza para su población y su sociedad, al ser un factor que contribuía a agravar la vulnerabilidad13. Asimismo, en el último informe ministerial sobre seguridad alimentaria de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), se señala que el VIH/SIDA se ve agravado por la inseguridad alimentaria, a la que contribuye directamente, y se indica que los vínculos entre la inseguridad alimentaria y el VIH/SIDA pueden ser muy numerosos y duraderos14. En particular, el VIH/SIDA y sus repercusiones en la seguridad alimentaria están entrelazados con aspectos relativos a la gobernanza, la eficacia de los servicios sociales, el funcionamiento del sector privado y los resultados macroeconómicos15.

18. En enero de 2003, una misión conjunta del Enviado Especial de las Naciones Unidas para las necesidades humanitarias en el África austral y el Enviado Especial para el VIH/SIDA llegó a la conclusión de que un componente fundamental para detener la propagación del VIH/SIDA era mejorar la seguridad alimentaria de la población, lo que dependía enormemente de un enfoque multisectorial16. En el informe se indica que todos los esfuerzos encaminados a hacer frente a las emergencias alimentarias de las poblaciones afectadas por el VIH/SIDA han de tener en cuenta la relación recíproca entre la seguridad alimentaria y el VIH/SIDA.

19. En los seis países más afectados por la crisis alimentaria del África austral, a saber, Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe, se estimó que unos 15 millones de personas necesitaban asistencia alimentaria. El ONUSIDA calcula que en 2001 casi medio millón de personas murieron en esos países a consecuencia de enfermedades relacionadas con el SIDA, dejando 2,5 millones de huérfanos. Tres de esos países (Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe) muestran índices de prevalencia del SIDA cercanos o superiores a un tercio de la población adulta, lo que indica que gran parte de los efectos sobre la seguridad alimentaria no se han producido todavía. En el Cuadro 2 se pueden ver algunos aspectos destacados del VIH/SIDA en los países más afectados por la actual crisis alimentaria en el África austral.

Cuadro 2: Indicadores del VIH/SIDA en determinados países del África austral

País

Población total en millones
FNUAP (2002)

Población infectada por el VIH (adultos y niños)

Tasa de prevalencia del VIH en adultos (porcentaje)

Nuevos fallecimientos por el SIDA en 2001

Nuevos huérfanos a consecuencia del SIDA en 2001

Porcentaje de población subnutrida (FAO 2002)

Lesotho

2,1

360 000

31

25 000

73 000

26

Malawi

11,8

850 000

15

80 000

470 000

33

Mozambique

19,0

1 100 000

13

60 000

420 000

55

Swazilandia

0,9 (FAO)

170 000

33

12 000

35 000

12

Zambia

10,9

1 200 000

22

120 000

670 000

50

Zimbabwe

13,1

2 300 000

34

200 000

780 000

38

Fuente: ONUSIDA, FNUAP, FAO, 2002
 

20. Debido a su magnitud y a su presencia durante cerca de 15-20 años en el África austral y central, el VIH/SIDA se ha convertido en un nuevo tipo de crisis que está alterando los parámetros de la inseguridad alimentaria en los países gravemente afectados. Como tal, es necesario diferenciar el VIH/SIDA de otras emergencias y problemas de desarrollo, en cuyo contexto ha de ser comprendido. Además, es preciso distinguir sus efectos contextuales y estructurales concretos sobre la seguridad alimentaria de otros factores que activan la inseguridad alimentaria, como la sequía y otras catástrofes naturales, la guerra y los conflictos civiles, etc. Ello se debe a que el VIH/SIDA:

21. No es sencillo responder a la pregunta de si el SIDA tiene efectos más graves sobre la seguridad alimentaria y nutricional en el África subsahariana que las sequías recurrentes y otros factores. Aunque no existiera el SIDA habría inseguridad alimentaria debido a la pobreza crónica, la degradación de los recursos naturales, la sequía, las políticas inadecuadas, el mal sistema de gobierno y los disturbios civiles. No obstante, en los países y las comunidades más afectados por el VIH/SIDA en el África austral, la pandemia ha empeorado la situación de escasez de alimentos y ha reducido la capacidad de reacción frente a la sequía. A medida que se propague la infección por VIH y aumente el número de personas que se infectan y fallecen, los efectos sobre la seguridad alimentaria aumentarán y superarán probablemente en importancia relativa a otros factores. De este modo, los efectos del VIH/SIDA sobre la capacidad de la población para adquirir y usar alimentos pueden ser desiguales dentro de un país, debido a la variación en la gravedad del VIH/SIDA, así como a su interacción con otros factores que afectan a la seguridad alimentaria y la nutrición de los hogares.

22. Son necesarios nuevos enfoques para hacer frente a esta doble crisis: por un lado la emergencia de larga duración del VIH/SIDA y, por otro, la inseguridad alimentaria crónica y aguda. Estos enfoques deben contemplarse desde “la óptica del VIH/SIDA” y combinar medidas de urgencia con iniciativas a largo plazo que fortalezcan la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud, mitiguen la carga de las mujeres y los hogares y aborden el problema de los huérfanos. Estos nuevos enfoques tendrán importantes consecuencias para los donantes, ya que existe la necesidad apremiante de superar el desequilibrio crónico en la financiación de intervenciones relacionadas con emergencias alimentarias y no alimentarias, así como de programas a corto y largo plazo. En la última sección del presente informe se proponen algunas medidas específicas.

VI. RESPUESTA DE LA FAO A LA EPIDEMIA

23. Desde el 27º período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria, la FAO ha emprendido diversas medidas en colaboración con sus principales asociados, ya sea en relación con su trabajo normativo en la Sede o como respuesta directa a la crisis del África austral. Entre los aspectos destacados cabe citar los siguientes:

En relación con el trabajo normativo:

En relación con las actividades sobre el terreno:

VII. CONCLUSIONES Y MEDIDAS FUTURAS

24. La inseguridad alimentaria y la pobreza agudizan la epidemia del VIH, mientras que la malnutrición causada por la pobreza puede contribuir a una aparición más temprana del SIDA debido a una mayor sensibilidad a infecciones oportunistas. Por consiguiente, es imprescindible una respuesta a la epidemia basada en la seguridad alimentaria, que combine intervenciones a corto y largo plazo, debido a la relación recíproca entre el VIH/SIDA y la inseguridad alimentaria. Es necesario que dicha respuesta aborde la producción de alimentos, el acceso a éstos y los aspectos nutricionales. Si las políticas y programas de seguridad alimentaria se formulan desde “la óptica del VIH/SIDA” y se complementan con intervenciones específicas contra el VIH, pueden contribuir a evitar que se propague la infección del VIH y a mitigar los efectos de la epidemia.

25. Dado que el VIH/SIDA es una crisis de larga duración, los gobiernos y donantes, al abordar sus efectos sobre la seguridad alimentaria, han de adoptar un enfoque a largo plazo y orientado al desarrollo, y no un mero enfoque de socorro en caso de catástrofe. La emergencia humanitaria en el África austral ha demostrado que el VIH/SIDA, unido a la inseguridad alimentaria aguda, ha propiciado un nuevo tipo de crisis que requiere: a) nuevas respuestas a la inseguridad alimentaria; b) modos nuevos e innovadores de articular las respuestas a corto y largo plazo; y c) un mayor empeño en afrontar la vulnerabilidad estructural en que se fundamentan las situaciones de crisis agudas. En particular, los gobiernos, la FAO y los donantes han de asegurar un equilibrio en la financiación de respuestas a corto plazo basadas en los alimentos e intervenciones a más largo plazo no basadas en los alimentos.

26. Las políticas y los programas de seguridad alimentaria han de adaptarse con objeto de aumentar la capacidad de reacción de los hogares, las comunidades y los países a las crisis, incluida la del VIH/SIDA. Es probable que los mecanismos convencionales creados para ayudar a las comunidades a hacer frente a los efectos de las perturbaciones climáticas sobre la seguridad alimentaria ya no sirvan, debido al aumento de la morbilidad y la mortalidad en el contexto de la devastadora epidemia de VIH/SIDA. Esto significa que numerosas comunidades de toda África han reducido su capacidad de reacción a crisis a las que antes podían enfrentarse. Entre las medidas para abordar los factores estructurales a plazo largo que agudizan la doble crisis de la inseguridad alimentaria y el VIH/SIDA cabe destacar las siguientes:

27. Es necesario tener en cuenta la relación entre el VIH, la pobreza y la seguridad alimentaria en los análisis y sistemas de información sobre la seguridad alimentaria con objeto de promover análisis generales y completos específicos para cada país y región en los países muy afectados. Esto requerirá la aplicación de marcos perfeccionados de evaluación de los efectos del VIH/SIDA que no se limiten a utilizar los índices de prevalencia del VIH, sino que pongan de relieve la importancia del VIH/SIDA para la seguridad alimentaria y de los medios de subsistencia. Es necesario reforzar los mecanismos que permiten incorporar los resultados de los análisis de la seguridad alimentaria en la formulación de políticas y programas sobre agricultura y seguridad alimentaria, para poder realizarse periódicamente exámenes de las políticas y programas que tengan en cuenta la evolución de los efectos de la epidemia.

28. Se precisa urgentemente un plan estratégico para mitigar los efectos del VIH/SIDA sobre los huérfanos, niños y adolescentes vulnerables de las zonas rurales, en vista de que casi 14 millones de esos niños necesitan asistencia, alimentos y perspectivas de mejora de los medios de subsistencia. Dicho plan podría atender las necesidades de los niños y los jóvenes mediante programas basados en el sector agrícola, incluida la generación de ingresos agrícolas y no agrícolas, programas de aprendizaje, etc. La FAO está en una buena posición para dirigir dicho programa en el contexto de su labor sobre agricultura conservacionista, escuelas de campo para agricultores, extensión agraria, almacenamiento poscosecha, nutrición y educación rural básica. La creación de escuelas de campo para agricultores jóvenes, siguiendo el modelo de las escuelas de campo para agricultores en general, que tanto éxito ha tenido, es un modo prometedor e innovador de atender las necesidades y los intereses de los huérfanos y los niños vulnerables, así como de sus tutores.

________________________

1 Este resumen ha sido preparado por Günter Hemrich, Servicio de Seguridad Alimentaria y Análisis de Proyectos Agrícolas (ESAF), FAO, Roma. Se agradecen sumamente las observaciones sobre el primer borrador formuladas por Marcela Villarreal y Carol Djeddah, Servicio de Población y Desarrollo (SDWP); William Clay, Florence Egal y Karel Callens, Servicio de Programas de Nutrición (ESNP); Richard China, Dependencia de Políticas Humanitarias y de Rehabilitación (TCER); Angela Hinrichs, Servicio de Operaciones de Emergencia (TCEO); y Amde Gebre Michael, Marijke Drysdale y Ana Carla López, ESAF.

2 William McGreevey, Stefano Bertozzi, Juan-Pablo Gutiérrez, Marjorie Opuni, José-Antonio Izazola (2002): Current and Future Resources for HIV/AIDS. En State of the Art: AIDS and Economics. http://www.iaen.org/library/statepidemic/chapter1.pdf

3 Grupo de Crisis Internacionales (2001): HIV/AIDS as a Security Issue. La expresión seguridad humana, acuñada por primera vez por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es utilizado por un número creciente de expertos y dirigentes para subrayar que la seguridad es algo más que la presencia o ausencia de un conflicto armado. La seguridad, en su sentido más básico, es de carácter personal y se refiere a la vida y salud del individuo, la familia y la comunidad; el hambre, la inocuidad de los alimentos y protección del medio ambiente son todos ellos factores que desempeñan un papel. La teoría de la seguridad humana hace hincapié en la necesidad de tomar medidas preventivas para disminuir la vulnerabilidad y reducir al mínimo los riesgos para los derechos, la seguridad y la vida humanos.

4 ONUSIDA/OMS (2002): AIDS Epidemic Update, diciembre de 2002.

5 Piot Peter y Per Pinstrup Andersen (2001): AIDS: The New Challenge to Food Security. Reedición del informe anual de 2001-2002 del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Política Agrícola titulado “AIDS and Food Secutiry”.

6 Grupo de Crisis Internacionales (2001): HIV/AIDS as a Security Issue.

7 ONUSIDA/OMS (2002): AIDS Epidemic Update, diciembre de 2002.

8 FEWSNET/CARE (2001): HIV/AIDS and Food Insecurity: Breaking the Vicious Cycle, 23 de abril de 2001.

9 ONUSIDA/OMS (2002): AIDS Epidemic Update, diciembre de 2002.

10 Documento de antecedentes del Grupo de Gestión Superior (2003): HIV/AIDS and Famine in Southern Africa.

11 Para un examen de estos cuatro indicadores, véase Topouzis, Daphne (2001), Strategy Paper on HIV/AIDS for East and Southern Africa, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

12 de Waal, Alex y Alan Whiteside (2002): “New Variant Famine”: AIDS and Food Crisis in Southern Africa. (Proyecto)

13 T. Morris, Enviado Especial del Secretario General para las necesidades humanitarias en el África austral: Informe de la primera misión a Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe, de fecha 24 de septiembre de 2002.

14 Informe Ministerial sobre seguridad alimentaria de la SADC, 28 de febrero de 2003.

15 T. Morris, Enviado Especial del Secretario General para las necesidades humanitarias en el África austral: Informe de la primera misión a Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe, de fecha 24 de septiembre de 2002.

16 Documento de antecedentes del Grupo Superior de Gestión: HIV/AIDS and Famine in Southern Africa, 2003.