La tecnología que sirve de base al tratamiento de los residuos de las cosechas a fin de hacerlos más apetecibles y digestibles para los rumiantes se conoce desde hace muchos años, pero los agricultores no la han recibido con tanto entusiasmo como esperaban los científicos que la perfeccionaron. En China la están adoptando con rapidez los productores de carne de vacuno, debido sobre todo a su fácil adaptación al sistema de explotación, la sencilla aplicación por parte de los pequeños productores y sobre todo la rentabilidad en las condiciones económicas actuales. En un proyecto FAO/PNUD que se ha llevado a cabo en las provincias de Hebei y Henan, se estudiaron y definieron con precisión las condiciones esenciales para la utilización de paja de trigo y tallos de maíz tratados con amoníaco. Se realizaron ensayos en explotaciones y en el centro de investigación con vacunos de carne autóctonos y mestizos. Se demostró que, con los niveles actuales de precios de los insumos y los productos, la administración de 1-1, 5 kg de torta de semilla de algodón como complemento diario a animales destetados no seleccionados que consumían a discreción residuos de cereales tratados con urea o amoníaco les hacía aumentar 650-1 000 gramos al día, alcanzando los 450 kg de peso vivo en menos de 24 meses. Para mantener la recomendación óptima de la ración es imprescindible vigilar de manera constante las dinámicas condiciones económicas, especialmente el precio de los suplementos proteicos.
