Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2), 19-21 de noviembre de 2014

Mejora de las dietas mediante la agricultura que tiene en cuenta la nutrición

Mejora de las dietas mediante la agricultura que tiene en cuenta la nutrición

La agricultura que tiene en cuenta la nutrición es un enfoque que trata de maximizar la contribución de la agricultura a la nutrición. Esta estrategia hace hincapié en los múltiples beneficios derivados de disfrutar de una dieta variada, y reconoce el valor nutricional de los alimentos para una buena nutrición, salud y productividad, así como la importancia social del sector alimentario y agrícola para apoyar los medios de subsistencia rurales. Además, la agricultura que tiene en cuenta la nutrición supone orientar la atención a los hogares pobres, promover la igualdad de género y proporcionar educación nutricional para que los recursos de los hogares se utilicen en mejorar la nutrición de sus miembros, especialmente las mujeres y niños pequeños. Por último, implica vincular la agricultura a sectores que hacen frente a otras causas de la malnutrición, específicamente educación, salud y protección social.

La FAO promueve la agricultura que tiene en cuenta la nutrición mediante una variedad de asociaciones e iniciativas de desarrollo de capacidad. Por ejemplo, desde 2011, la FAO se ha asociado con la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) para ayudar a los países a incorporar la nutrición en sus planes nacionales de inversión agrícola. Más recientemente, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la FAO, el Banco Mundial y la Iniciativa Esfuerzos Renovados contra el Hambre Infantil organizaron una sesión de capacitación sobre el tema, con el objetivo de ampliar el conjunto de expertos que conocen los vínculos entre agricultura y nutrición. El grupo trabaja actualmente para transformar el taller en una serie de sesiones de capacitación. Bibi Giyose, Oficial superior de políticas  nutrición de la FAO, asistió al taller y compartió sus conocimientos profesionales.

¿Cuáles fueron los principales aportes del taller sobre la agricultura que tiene en cuenta la nutrición?

La atención del taller se centró en la integración de los objetivos y preocupaciones relacionados con la nutrición en el proceso de planificación de la inversión agrícola. La capacitación hizo hincapié en la planificación de intervenciones nutricionales desde el inicio de un proyecto, en lugar de adaptar los programas existentes, lo que supone realizar un análisis detallado de la situación para entender los problemas nutricionales y sus causas a fin de definir las formas en que las inversiones en la agricultura pueden prevenir la malnutrición. La prevención es clave, pues, además de los evidentes beneficios para la salud que implica detener la malnutrición antes que comience, los programas preventivos son más rentables que los que se concentran exclusivamente en el tratamiento. Asimismo, en el taller se destacó la importancia del seguimiento y evaluación de los impactos de las inversiones agrícolas en el consumo de alimentos y la nutrición para documentar los resultados positivos, pero también para adoptar medidas correctivas en el caso de que se observen impactos negativos.

¿Cuál es su experiencia en el trabajo con la agricultura que tiene en cuenta la nutrición?

Como Oficial superior de políticas de nutrición, trabajo en la incorporación de las consideraciones nutricionales en las políticas y programas, tratando de determinar la mejor manera en que la agricultura, además de los beneficios económicos que aporta, puede redundar en beneficio de los objetivos nutricionales. En este momento, es importante examinar las tendencias mundiales en materia de desarrollo agrícola, específicamente de qué manera diferentes organismos y sectores afrontan o pueden afrontar la nutrición en su programas. Entender quién hace qué es esencial para garantizar una respuesta coordinada y eficaz.

¿Cuáles son algunos ejemplos del modo en que la agricultura puede mejorar la nutrición en un hogar o comunidad?

En lugar de centrarse exclusivamente en los cultivos comerciales para la venta en el mercado, los agricultores rurales pueden utilizar sus tierras para producir una variedad de productos básicos, entre ellos frutas, hortalizas y animales pequeños como los pollos. Esto puede mejorar la seguridad alimentaria del hogar, la nutrición y la situación económica de la familia y la comunidad . Para muchos hogares, la agricultura es también una fuente clave de ingresos, que pueden utilizarse, por ejemplo, para comprar una gran variedad de alimentos y acceder a la atención de la salud y el agua salubre. Invertir en programas de alimentación escolar con productos del lugar ayudará a los agricultores al darles un mercado garantizado, pero también alentará la proliferación de cultivos y alimentos nutricionalmente beneficiosos para los niños.

¿Cómo se pueden modificar las tendencias y normas del desarrollo agrícola para mejorar la nutrición?

Tiene que haber un cambio de mentalidad en la forma en que consideramos actualmente la agricultura. Esta no se limita simplemente a la producción de cultivos de cereales; desde la horticultura hasta la silvicultura y la pesca, la agricultura debe considerarse no solo como un medio para alcanzar un fin, sino como un proceso esencial para mejorar la calidad de los alimentos de los que dispone la comunidad y garantizar suelos y ecosistemas sanos para el futuro. Nuestros sistemas alimentarios también se están transformando rápidamente, como se puede apreciar en la creciente dependencia de las zonas rurales de alimentos comprados y elaborados. Aunque la modernización agrícola y la mayor integración de los mercados se asocia a menores nivele de desnutrición, observamos también un aumento de casos sobrepeso y enfermedades crónicas relacionadas con la dieta como la diabetes en todo el mundo, mientras que las carencias de vitaminas y minerales siguen situándose en niveles inaceptablemente altos. Por tanto, es urgente hacer que la promoción de dietas saludables ocupe un lugar central en las políticas y programas agrícolas.

Esto exige que mejoremos nuestros indicadores y elaboremos sistemas de medición que nos proporcionen una imagen precisa de cómo la agricultura afecta a las dietas y que luego utilicemos esta información para impulsar cambios de políticas. Los programas deben centrarse más en la prevención de toda forma de malnutrición, y la nutrición ha de incorporarse en los planes de inversión agrícola para garantizar que exista un presupuesto dedicado a la agricultura que tiene en cuenta la nutrición.

¿Además de la producción agrícola, de qué otras maneras se puede cambiar el sistema alimentario para mejorar la nutrición?

La nutrición ha de incorporarse en todos los aspectos de la cadena de valor, comenzando con suelos ricos en nutrientes que mejoren la calidad de los cultivos, y extenderse a través del sistema alimentario a otros elementos como la inocuidad de los alimentos, la elaboración y enriquecimiento de estos y su correcta preparación y consumo en los hogares. La elaboración de los alimentos es fundamental para producir alimentos nutricionalmente ricos, como frutas, hortalizas y productos lácteos, disponibles todo el año. Además, puede reducir el tiempo de preparación de los alimentos; por tanto, al igual que otras tecnologías que ahorran mano de obra, puede permitir que las mujeres dediquen más tiempo al cuidado de sus hijos, en concreto a darles de mamar. Las iniciativas en materia de educación nutricional que explican qué combinaciones de alimentos proporcionan vitaminas y minerales esenciales también pueden tener un gran impacto.

¿Tiene algunos ejemplos de proyectos o asociaciones relacionadas con la agricultura que tiene en cuenta la nutrición dentro de la FAO?

La nutrición en las primeras etapas de la vida es esencial para mantenerse bien nutrido, sano y productivo a lo largo de toda la vida. De ahí que la FAO colabore con los agricultores, elaboradores y mercados locales en varios países para procurarse ingredientes de calidad para los programas de alimentación complementaria a partir de los seis meses de edad. Estos alimentos complementarios, cuando se combinan con la lactancia materna continuada, proporcionan nutrientes esenciales para las necesidades alimenticias de los niños en crecimiento y para su óptimo desarrollo físico y mental. En Camboya y Malawi, la FAO colabora con extensionistas y servicios sociales para las mujer para introducir alimentos complementarios mejorados, utilizando ingredientes locales, mediante demostraciones culinarias. Además, en asociación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), promueve la mejora de la nutrición escolar mediante huertos escolares, comidas escolares saludables y la integración de la educación nutricional en los planes de estudio de las escuelas. En Cabo Verde, por ejemplo, colabora con el Gobierno, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil para promover la compra local de frutas, hortalizas, frijoles y pescado a los productores del lugar para diversificar las comidas escolares.

En el plano normativo, la FAO está colaborando con los ministerios de agricultura y de salud y otras instituciones pertinentes en varios países de todo el mundo, especialmente en países miembros del Movimiento para el fomento de la nutrición, con objeto de garantizar que los objetivos nutricionales se incorporen en las políticas agrícolas y que las intervenciones agrícolas se integren en estrategias nutricionales multisectoriales. La FAO apoya la creación de un entorno propicio y el desarrollo de capacidad para que las intervenciones sobre el terreno exitosas se ejecuten a mayor escala.

Para más información sobre la FAO y la agricultura que tiene en cuenta la nutrición vea: http://www.fao.org/food/nutrition-sensitive-agriculture-and-food-based-approaches/en/


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