Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN-2), 19-21 de noviembre de 2014

Nutrición materna e infantil

En los dos últimos decenios, la malnutrición materna e infantil se ha reducido casi a la mitad. Sin embargo, la subalimentación infantil y las carencias de nutrientes siguen representando la mayor carga relacionada con la nutrición a nivel global. La subalimentación infantil a menudo es consecuencia de la mala calidad de las dietas en términos de variedad, contenido de nutrientes e inocuidad de los alimentos durante la infancia, asociada al reducido acceso a los servicios de salud, el saneamiento y la asistencia social. En lo que se refiere a las mujeres gestantes, el hambre y la malnutrición, especialmente las carencias de hierro y calcio, contribuyen considerablemente a la mortalidad materna. La subalimentación hace que los niños sean más susceptibles a las enfermedades infecciosas y pone en peligro su desarrollo cognitivo, lo que dificulta su rendimiento escolar y, en consecuencia, sus oportunidades futuras de empleo e ingresos. Además, la mala nutrición materna e infantil es la vía a través de la cual la pobreza se transmite de una generación a la siguiente: las niñas con retraso del crecimiento, que crecen más lentamente en altura debido a la deficiente nutrición, llegan a adultas con una baja estatura, y la baja estatura materna es uno de los indicadores más sólidos de niños con bajo peso al nacer y retraso de crecimiento en la infancia.


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