Piensos contaminados y
de mala calidad pueden poner la salud humana y animal en peligro. Varios
contaminantes pueden encontrar su camino en los piensos, y posteriormente en
los productos de origen animal. La producción de piensos inocuos y de calidad y
su control es vital para mejorar la salud pública y de los ecosistemas.
Animales más sanos tienen una mayor inmunidad que los protege de las
enfermedades incluidas las zoonosis, y además mejoran la eficacia de las
vacunas y los medicamentos veterinarios.