Desde que se desarrollara el concepto de Escuelas de Campo para Agricultores (ECA) a finales de la década de los 80 en Asia, miles de estas escuelas se han implementado en más de 90 países, en distintos contextos y áreas temáticas. La demanda de ECA aumenta y en varios países este enfoque se ha institucionalizado dentro de los sistemas públicos de extensión y de los programas de las ONG. Se estima que antes de 2015 millones de agricultores y agro pastores se hayan beneficiado de la utilidad única de los programas de ECA para abordar las necesidades tecnológicas, sociales y económicas de los pequeños agricultores y de aquellos que usan la tierra.
Al considerar la expansión de las ECA, tanto en términos de escala y en la aplicación de este enfoque, han aparecido algunas preocupaciones sobre cómo mejor garantizar un nivel mínimo de calidad del programa de implementación de las ECA y su armonización a través de los programas y actores, a la vez que se mantiene la flexibilidad requerida para la continúa adaptación y mejoramiento del enfoque.
En respuesta a esta preocupación, una revisión global de ECA fue llevada a cabo en 2012 por FAO, incluyendo un foro de discusión con más de 100 participantes, los cuales exploraron el asunto de la calidad en las ECA e identificaron los pasos esenciales y las condiciones requeridas para establecer programas de ECA fuertes, sólidos y sostenibles. Basado en los resultados de esta revisión global, un Documento de Guía para programas ECA de calidad fue propuesto, el que sirve como una referencia común para el desarrollo de programas de ECA.
Este Documento Guía de ECA se enfoca en el proceso y las decisiones críticas que son necesarias a la hora de iniciar un nuevo programa de ECA, y guía al lector a través de los pasos esenciales requeridos para establecer bases sólidas para tales programas acoplados a las condiciones locales específicas. El documento también define los elementos y procesos necesarios para asegurar la pertinencia del programa, la calidad, el crecimiento y la sostenibilidad. El documento difiere de otros manuales y guías de ECA disponibles en que proporciona apoyo a los directores y formuladores de programas de ECA, en contraposición a los facilitadores o entrenadores de campo de ECA, que son casi siempre los primeros beneficiados de los manuales existentes.
El documento no pretende ser exhaustivo, ni preceptivo, pero ofrece un marco general de trabajo que puede ser adaptado y revisado en el futuro por las comunidades de ECA sobre su práctica a nivel nacional, regional, sub-regional, en un proceso participativo e inclusivo. La intención es que el documento de guía de ECA sea un texto vivo que pueda ser mejorado y enriquecido progresivamente por los expertos locales, y adaptado a las condiciones y necesidades, cada vez más capaz de servir a las necesidades crecientes de sus usuarios primarios.
Si bien este documento puede convertirse en la base para una comprensión común y una colaboración constructiva en los países y regiones con respecto a la calidad de la programación de ECA, se anticipa que el documento pueda evolucionar con el tiempo, aportando posiblemente varias versiones en diferentes lenguas, y con historias adicionales y materiales escritos por grupos locales de aquellos practicantes de las ECA.
