Del 17 al 21  de marzo 2014, el proyecto de FAO/UE sobre "Manejo Mejorado de plaguicidas y químicos en la desaparecida Unión Soviética” organizó una capacitación sobre cómo crear conciencia y comunicación al respecto en  Chisinau, Moldova.
El curso reunió a representantes de ONG nacionales y oficiales de la prensa de los Ministerios de Agricultura y de Ambiente de Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Moldova, Rusia y Ucrania, para trabajar conjuntamente en el desarrollo de comunicación y conciencia sobre las estrategias a seguir en los países en concordancia con las prioridades definidas en el proyecto conjunto de FAO/UE.

La capacitación tuvo por objetivo fortalecer las capacidades de los especialistas a fin de contribuir a la reducción de los riesgos de los plaguicidas en la salud pública y en el ambiente. El asunto de la conciencia relativo a la exposición de grupos vulnerables en la agricultura a plaguicidas de altos riesgos será uno de los puntos resumidos de la agenda de la capacitación.  Además, una atención especial se le dedicará a la necesidad de fortalecer la recogida de datos en campo sobre el uso de plaguicidas y los incidentes relacionados con el envenenamiento para crear conciencia en las instituciones y un vínculo para la toma de decisiones a nivel nacional, tales como los registros de plaguicidas.  

El proyecto cubre a doce países de la Vecindad Europea, Asia Central, regiones de la Federación Rusa, y cofinanciado por la Ayuda Europea de la CE (Europe Aid) con implementación técnica por parte de la FAO en colaboración con varios socios de desarrollo, que incluyen  ONG internacionales (Instituto Blacksmith,  Cruz Verde Bielorrusa y Suiza, Milieukontakt International, Red de Acción de Plaguicidas del Reino Unido, la  Internacional HCH y la Asociación de Plaguicidas) y el Secretariado del Convenio de Rotterdam.

La Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura han invertido 7 millones de euros para ayudar a estos países a crear un ambiente de cooperación y desarrollo de capacidades para eliminar los riesgos de los plaguicidas obsoletos y de Contaminantes Orgánicos Persistentes (POP en inglés), y desarrollar una agricultura más sostenible en el futuro. Se estima que existen más de 200,000 toneladas métricas de estos químicos de alto riesgo en la región y un esfuerzo internacional coordinado se necesita para prevenir la contaminación del agua y del suelo usado para la producción de alimentos.