En Nicaragua, como en otros países de Latinoamérica, las prácticas agroecológicas han estado presentes entre el campesinado desde siglos, sin embargo, es a partir del año 2007 que los conceptos de agroecología y agricultura orgánica comienzan a institucionalizarse con la promulgación de la Norma Técnica Obligatoria Nicaragüense (NTON 11 010-07): Caracterización, Regulación y Certificación de Unidades de Producción Agroecológica. La reglamentación respondía a un movimiento para la promoción de la agroecología muy fuerte en el país, que logró que se reconociera a la agricultura orgánica y la agroecología, como una forma alternativa de impulsar la intensificación sostenible en el sector agropecuario. Otros instrumentos legales se seguirán, como la Ley N° 765 “Ley de Fomento a la Producción Agroecológica u Orgánica” y su Reglamento. Estos instrumentos jurídicos y normativos caracterizaban la producción agroecológica, y establecían las competencias, alcances, la estructura de funcionamiento, acciones y mecanismos para la promoción y desarrollo de la agroecología en el país. Aún con estos avances, no se ha logrado aún un desarrollo más sistemático, en parte por la necesidad de contar con algunos instrumentos concretos de política que faciliten la escalabilidad de la agroecología en el país.

El Gobierno de Nicaragua solicitó apoyo a la FAO para dotarse de estos instrumentos de política. Por su parte,la FAO aceptó apoyar este proceso, como parte de la Iniciativa de Escalonamiento de la Agroecología liderada por la FAO en conjunto con otras Organizaciones de Naciones Unidas. En la semana de 26 a 30 de agosto de 2019 una misión técnica internacional con expertos de Roma y de Brasil trabajó con el gobierno, parlamentarios y representantes de la academia y de la sociedad civil en un proceso de revisión del marco normativo existente, que está previsto que concluya a finales de este año. Serán elaborados: un Documento de Política, un Plan de Implementación y un Proyecto de Inversión, construidos de forma participativa a través de 10 seminarios regionales y uno nacional que tendrán lugar entre los meses de septiembre y noviembre. Están involucrados en este proceso el Ministerio Agropecuario (MAG), el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCCA), el Ministerio de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales (MARENA), órganos públicos como el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), entre otros, así como Universidades y entes de investigación (UNAN-León, UNA, ATC), movimientos sociales entre los cuales se destaca el Movimiento de Productoras y Productores Agroecológicos y Orgánicos de Nicaragua (MAONIC) así como sectores privados que vienen comercializando los productos orgánicos nicaragüenses en el mercado nacional e internacional (principalmente de café y cacao, pero también de frutas tropicales).

Los integrantes de la misión participaron en una discusión en la Asamblea Nacional con miembros de distintas comisiones legislativas vinculadas al tema (Derecho a la Alimentación, Salud, Pueblos Originarios, entre otras) y visitaron productores en los Departamentos de Carazo y Riva, donde se pudo constatar el potencial de la agroecología y discutir las prioridades para un plan nacional, desde el punto de vista de los productores.

Sin duda, la Agroecología es un sector dinámico en Nicaragua, y cuenta con diferentes programas, acciones e iniciativas tanto gubernamentales como llevadas a cabo por sectores privados y por la sociedad civil que tiene un enorme potencial de escalonamiento. También la academia e institutos de investigación y de transferencia de tecnologías avanzaran en varios temas técnicos y organizativos. Es necesario coordinar mejor estas iniciativas, establecer sinergias y complementariedades entre ellas, ya que no se parte de cero. Esta iniciativa puede ayudar a Nicaragua a hacer frente a temas como el cambio climático, a cumplir con los compromisos asumidos con la Agenda 2030, y a contribuir con el desarrollo inclusivo y sostenible en el campo, abriendo nuevas oportunidades para las exportaciones, entre otras potencialidades. Con este proceso, Nicaragua se está preparando para ser reconocido como referencia mundial en sistemas alimentarios saludables, sostenibles, inclusivos y resilientes, capaz de ofrecer alimentos de gran calidad a su población y de participar en los mercados más valorados y dinámicos de este sector.