Sin trabajo decente para las mujeres no habrá igualdad de género en América Latina y el Caribe, según un informe de la ONU

06/02/2014 - 

Expertos de diversos ámbitos participaron en la presentación en Chile del Informe Regional sobre Trabajo Decente e Igualdad de Género: Políticas para mejorar el acceso y calidad del empleo de las mujeres en América Latina y el Caribe.

La publicación, elaborada conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres, analiza la calidad del empleo de las mujeres en América Latina y el Caribe.

El Director Regional Adjunto para la Coordinación de Políticas y programas de la OIT, Guillermo Miranda, destacó que hoy cerca del 40% de la población de la región latinoamericana está gobernada por mujeres. "Esta feminización de las presidencias en América Latina es un logro democrático muy importante, un cambio cultural muy significativo, y ello nos invita a redoblar los esfuerzos para que la temática de igualdad de género se incorpore activamente en las agendas pública y privada", dijo.

Como explicó la Directora Regional de ONU Mujeres, Moni Pizani,  el principal objetivo del informe es formular recomendaciones de política pública que promuevan el acceso igualitario de hombres y mujeres a las oportunidades de empleo decente y que contribuyan a la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, .

Mujeres trabajadoras rurales y agrícolas

Las mujeres de la región son un elemento esencial en la producción de alimentos. Su contribución a la seguridad alimentaria con sus actividades como trabajadoras agrícolas o no agrícolas, asalariadas, por cuenta propia o no remuneradas es clave.

Sin embargo, la brecha de género representa un costo real para la sociedad en términos de producción agrícola, seguridad alimentaria y crecimiento económico. Si las productoras agrícolas tuvieran las mismas condiciones que los hombres, sería posible alimentar en el mundo a 150 millones de personas más en el mundo.

El estudio constata que la estructura productiva no crea suficientes empleos de buena calidad para las mujeres rurales, fuertemente ligadas a los patrones tradicionales de género. Su aporte a la economía campesina es poco reconocido y su acceso a la propiedad de la tierra limitado.

Soledad Parada, especialista de la FAO, comentó que las mujeres rurales se ocupan de la agricultura en condiciones de alta precariedad: como trabajadoras por cuenta propia y familiares no remuneradas en proporciones superiores al 50%.

Empleo decente

La presentación de los contenidos del informe estuvo a cargo de la consultora de la OIT Solange Sanches Do Prado, quien planteó la necesidad de incorporar la dimensión de género en el debate sobre las estrategias de desarrollo, dado que el empleo y las condiciones de vida de las mujeres son variables clave para el desarrollo equitativo y sostenible de América Latina y el Caribe.

Sanches Do Prado sostuvo que el desarrollo económico de los países constituye una condición fundamental pero insuficiente para la promoción de la igualdad. “Los países necesitan avanzar hacia un desarrollo incluyente y sostenible, donde la dimensión de género esté manifiesta desde el comienzo", destacó.

La economista y Directora de Estudios de Comunidad Mujer, Andrea Bentancor afirmó que "las mujeres debemos participar en la discusión de modelos de desarrollo y también en la discusión sobre la política tributaria, la política fiscal y de la distribución del gasto y los presupuestos".

Por su parte, la Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile, Bárbara Figueroa, indicó que el Informe Regional es una guía para apoyar el diseño, la implementación y evaluación de políticas de empleo para la igualdad de género, con un énfasis muy particular en políticas públicas participativas.

FAO Office: FAO RLC
Country: Chile