FAO y ACELGA buscan fortalecer la adopción de hábitos saludables
En el país uno de cada diez niños, menores de cinco años tiene sobrepeso. Las asociaciones trabajarán juntas en incentivar el cambio de hábitos en cuanto a la preparación y consumo de alimentos.
Dado el rápido crecimiento del sobrepeso y la obesidad, en América Latina y el Caribe en general y en Argentina en particular, es necesario unir esfuerzos para su prevención. En línea con esto la representación en Argentina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina (ACELGA) acordaron líneas para trabajar juntos contra la problemática. La firma del acuerdo se realizó en el marco de MASTICAR, el festival gastronómico que realiza la Asociación, y pone el eje en los chefs como formadores de opinión.
En este sentido la educación alimentaria es esencial si lo que se busca es erradicar el hambre y la malnutrición. Los chefs son un gran agente de cambio ya que pueden desempeñar un importante papel a la hora de inspirar a las personas a apoyar la producción sostenible, adoptar dietas saludables y evitar el desperdicio de alimentos.
En este marco, el representante de la Organización de las Naciones unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Argentina, Francisco Yofre, remarcó la importancia de “incentivar la adopción de dietas saludables y la incorporación de hábitos de consumo para que los sistemas alimentarios no solo alimenten a las personas, sino que realmente las nutran”.
En la misma línea, Narda Lepes, representando a la Asociación de Cocineros, remarcó que "es importante saber de qué está hecho aquello que decidimos poner en la punta de nuestro tenedor, conocerlo y valorarlo".
Previo a la firma, la responsable de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Elizabeth Kleiman, brindó una charla sobre “Los desafíos de la alimentación saludable" , e hizo hincapié en que, “la información es fundamental para elegir y preparar los alimentos, contribuyendo a la producción y consumo responsables”.
Ambas organizaciones coinciden en que es clave instalar la temática en los consumidores y dar cuenta sobre la importancia de saber con qué ingredientes se componen los productos que se consumen. Además, trabajar la transversalidad de los alimentos como patrimonio cultural, vinculada al territorio y a la cultura local, así como el consumo de ingredientes frescos y naturales, reivindicando la comida regional y casera.